Principales Corrientes Líricas de Posguerra
Principales Corrientes Líricas de Posguerra
Principales Corrientes Líricas de Posguerra
Etapa de madurez: representada por su obra El rayo que no cesa , aparecen los tres grandes
temas constantes en la poesía de Miguel: amor, muerte y vida. Esta obra sintetiza mejor que
ningún otro el vitalismo trágico del poeta: el amor se estrella contra barreras sociales o
personales y no llega a consumarse. El amor y la vida están siempre amenazados por la muerte.
El amor como un rayo brota del corazón del poeta, amor carnal, lleno de pasión , de deseo...por
eso la fuerza inmensa del toro le sirve como comparación de su pasión y de su destino trágico.
La estrofa más común es el soneto clásico , que obliga al poeta a sintetizar el tema y a contener
su desbordado apasionamiento. A esta obra pertenece “Elegía a Ramón Sijé”, el amigo que le
introdujo en el mundo de la cultura y el arte, en tercetos encadenados.
Etapa de poesía social: abarca la obra escrita durante la guerra civil. El libro Viento del pueblo
recoge una poesía de intención social como “Aceituneros...” o “El niño yuntero”, junto a otros
poemas de menor valor lírico y hasta panfletarios.. En la misma tendencia, pero con
predominio del dolor sobre la idea está su obra: El hombre acecha. En la posguerra, en diversas
cárceles, escribió Cancionero y romancero de ausencias , cuyos contenidos se centran en el
amor hacia la esposa y el hijo ausente y de su libertad. En poemas que recuerdan la lírica
tradicional el estilo es sencillo y concentrado. A esta obra pertenece el poema “Nanas de la
cebolla” dedicadas al hijo que vio crecer desde la cárcel.
La poesía social tuvo entre 1950 y 1960 su época de mayor difusión, se incorporan numerosos
poetas e incluso cantantes.
Hacia 1960 se oyen algunas críticas a la poesía social por su esquematismo temático y por su
pobreza estilística. Como ocurre en otros géneros, se tiende a la renovación: los autores renovadores se
agrupan en la llamada generación de 1955: forman este grupo los autores nacidos entre 1925 y 1934,
que vivieron la guerra civil durante su niñez. Se les conoce también como el grupo de los niños de la
guerra o “la segunda generación de posguerra”.Representan a este grupo Ángel González, José Ángel
Valente, Claudio Rodríguez y los poetas de la escuela de Barcelona: Jaime Gil de Biedma y José Agustín
Goytisolo entre otros.
Rasgos generales. (Aparecen muy marcadas ciertas diferencias individuales):
En los temas, esta poesía expresa la experiencia personal, aunque no se abandona totalmente
la perspectiva social, interesa el “yo” del poeta. Vuelven los temas intimistas: el amor, el
erotismo, la soledad... y los recuerdos de la niñez y la adolescencia.
La actitud crítica, propia de la década anterior, se manifiesta como una reflexión cívica o ética
llena de escepticismo. El tono es irónico, confidencial o cómplice con respecto al lector.
Se recupera el gusto por la forma y existe un alejamiento del prosaísmo y el tono dramático de
la poesía anterior.
Se emplea un lenguaje natural y antirretórico, a veces coloquial, que recuerda a Cernuda.
Poesía más minoritaria que la social, al expresarse mediante cierto simbolismo y en un tono
irónico. En la métrica se abandona la rima y las estrofas clásicas, aunque son frecuentes los
endecasílabos y los versos breves de cinco y siete sílabas.
Ángel González: Sin abandonar la actitud crítica ante su entorno, pero prestando mucha más
atención a la forma poética, llena de refinada ironía, surge la generación del realismo crítico o
generación del medio siglo. En ella es importante la figura de Ángel González, cuyos primeros poemas
están recogidos en Sin esperanza y con convencimiento. Tratado de urbanismo supone el
reconocimiento de la alta calidad de su poesía. Buena parte del conjunto de su obra está recogida en la
antología Palabra sobre palabra.