LA POESÍA 1939 - 70's

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TEMA 13.

LA POESÍA DESDE 1939 HASTA LOS AÑOS 70

CONTENIDOS ACTIVIDADES Y
MATERIAL
COMPLEMENTARIO

1. Años 40: Neoclasicismo,


existencialismo y vanguardia.
✔ Poesía arraigada
✔ Poesía desarraigada
✔ Poesía vanguardista

2. Años 50: Poesía social


3.
4. Años 60: Poesía del conocimiento
AÑOS 40: NEOCLASICISMO, EXISTENCIALISMO Y VANGUARDIA.
La lírica española de los primeros años de posguerra está marcada por la situación
histórico-social del momento. Buena parte de nuestros poetas vivos, afines a la República, se exilian
(“exilio exterior”), Lorca ha sido asesinado y Miguel Hernández está encarcelado; otros muchos han
fallecido, Unamuno, Machado, lo que supone la pérdida de modelos para las nuevas generaciones. Por
otra parte, la producción lírica de los que se quedan en España deberá esquivar la fuerte censura (“exilio
interior”)

En los años 40 se registran en España tres líneas poéticas diferentes:

Poesía arraigada o neoclásica

Se trata de una poesía intimista, de carácter realista y reflexivo, que parte de la experiencia
cotidiana para hacer una reflexión trascendental sobre la condición humana. Dámaso Alonso denominó a
esta tendencia “poesía arraigada”, pues presenta un mundo coherente, ordenado y sereno.
Los temas importantes en esta producción, los cuales coinciden con los ideales del bando
nacional, ganador en la guerra, son de carácter religioso y patriótico; así como otros más cotidianos como
la familia, la religión, la vida cotidiana y la naturaleza. Formalmente, es una poesía de corte clásico.
Autores esenciales de la poesía neoclásica fueron: Luis Rosales, Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco,
Dionisio Ridruejo y José García Nieto.

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Poesía desarraigada o existencialista

Esta línea poética gira en torno a la revista Espadaña. La poesía existencialista se desarrollará
en la segunda mitad de la década, a raíz de la publicación de dos libros esenciales de autores del 27: Hijos
de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre; ambos publicados en 1944.
Esta línea poética fue bautizada por Dámaso Alonso como “poesía desarraigada”, que presenta
una visión del mundo marcada por el tono trágico y el pesimismo ante el caos y la injusticia. Son textos
cargados de amargura y angustia, que indagan sobre las causas del sufrimiento humano y presentan el
dolor de vivir, la soledad humana, el silencio de Dios o la muerte como único destino cierto; todos ellos
temas existencialistas. El tema religioso también está presente. Formalmente destaca el uso del verso libre
y de imágenes oníricas de corte surrealista.
Además de los autores citados destacan en esta línea los primeros libros de Blas de Otero
(Ángel fieramente humano, 1950, Redoble de conciencia, 1951, y Ancia son los libros de este periodo),
Gabriel Celaya (Movimientos elementales, 1947) y José Hierro (Tierra sin nosotros, 1947)

Poesía Vanguardista

Se desarrolla en la segunda mitad de la década en torno al movimiento conocido como


Postismo y a la labor del grupo cordobés Cántico.

El Postismo es el último movimiento vanguardista, fundado por Carlos Edmundo De Ory. La


poesía postista sigue la estela propia del vanguardismo anterior a la guerra: búsqueda de la sorpresa,
ruptura de la lógica, imágenes irracionales, importancia del humor y el carácter lúdico de la escritura.
El grupo Cántico se caracteriza por su barroquismo: postura esteticista, importancia de la
cultura, refinamiento formal y tema amoroso. El poeta cordobés García Baena es su principal
representante.
La Guerra y la dictadura provocaron el exilio de numerosos artistas e intelectuales, muchos de
los cuales escribieron sus últimas obras en el extranjero. Salieron de España los poetas vivos del 27,
(excepto G. Diego, D. Alonso y V. Aleixandre,) y Juan Ramón Jiménez, entre otros.
Aunque siguen caminos diversos, en la primera época domina el tema de España cargado de
angustia. Posteriormente sustituyen el dolor por la evocación del pasado perdido con un tono de
nostalgia. Su producción influirá en jóvenes poetas españoles.

AÑOS 50: POESIA SOCIAL


La publicación en 1947 de Tranquilamente hablando de Gabriel Celaya inicia un proceso de
cambio: la angustia personal adopta un tono social y la colectividad pasa a ser el centro del tema poético.
Nace así la poesía social que dominará los años 50.
En la poesía social, el autor encuentra un camino, una salida a la angustia existencial: la
solidaridad con la colectividad: se convierte en el portavoz de la sociedad.
Se caracteriza por su sencillez estilística: léxico sencillo, tono coloquial y prosaísmo (tono
narrativo, poemas muy largos). Métricamente, es muy frecuente el uso del verso libre. El mensaje prima
sobre la forma poética siguiendo la estela de poetas como Antonio Machado y Miguel Hernández.
Los autores esenciales proceden de la línea existencialista: Blas de Otero (Pido la paz y la palabra, 1955),
Gabriel Celaya (Las cartas boca arriba, 1959, y Cantos iberos, 1954), José Hierro (Quinta del 42, 1952)

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AÑOS 60: POESÍA DEL CONOCIMIENTO
En la década de los 60 irrumpe un grupo de poetas que inicia su andadura en la poesía social,
pero su obra se consolida ya con un nuevo concepto de poesía.
Dos son los cambios fundamentales respecto a la etapa anterior: el desplazamiento de lo
colectivo a la esfera de lo personal y la mayor elaboración del lenguaje poético. Estos autores conciben el
poema no ya como un acto de comunicación, sino como un acto de conocimiento. Se trata de una poesía
que reflexiona con profundidad acerca de la realidad, que indaga y descubre la realidad profunda de las
cosas.
Se ponen, así, de moda temas de corte clásico y carácter universal: el tiempo ,el amor y la
amistad y la creación poética.
Se emplean con frecuencia el humor y la ironía como forma de distanciamiento de la realidad.
Se busca un tono aparentemente conversacional, en que son frecuentes los usos coloquiales del lenguaje
y el empleo del verso libre.
Entre los poetas de esta década destacan: Ángel González, José Ángel Valente, José Manuel
Caballero Bonald, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo.

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