La Poesía Del Grupo Del 27.
La Poesía Del Grupo Del 27.
La Poesía Del Grupo Del 27.
5.- LA POESÍA DEL GRUPO POÉTICO DEL 27: ETAPAS, AUTORES Y OBRAS MÁS REPRESENTATIVAS.
GENERACIÓN DEL 27
Esta generación está constituida por un grueso grupo de diez poetas que tienen en común la admiración por
Góngora y la creación de una poesía que mezcla lo intelectual con lo sentimental, consiguiendo un perfecto
equilibrio. Estos autores consiguen enfrentar la pureza estética con la autenticidad humana, lo minoritario con lo
mayoritario, lo universal con lo español, etc., todo ello asentado sobre una gran renovación métrica caracterizada por
la importancia que se le da al ritmo y a los recursos métricos tradicionales. Entre los integrantes del grupo
(Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis
Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre).
Una de las características distintivas del grupo es la tendencia al equilibrio entre extremos opuestos:
a.- Entre lo intelectual y lo sentimental. d.- Entre lo minoritario y la inmensa mayoría.
b.- Entre una concepción casi mística de la poesía e.- Entre lo universal y lo español, que
y una lucidez rigurosa en la elaboración del poema desemboca en la oposición entre tradición y
renovación.
c.- Entre la pureza estética y la autenticidad humana
1.- Hasta 1927. Tanteos iniciales con notoria presencia de tonos becquerianos, rechazo del Modernismo e influjos
vanguardistas.
2.- Desde 1927 hasta la Guerra Civil. En 1927 se marca la cima y el descenso de los ideales estéticos. Se
puede hablar de una comunicación más íntima y cordial con el mundo y con el lector, como es el caso del
“Romancero gitano” de Lorca.
3.- Época de la posguerra. Tras la Guerra civil y la muerte de Lorca, el grupo se exilia y cada uno sigue un rumbo poético
sin abandonar los caminos de la poesía humana. Se aprecia una poesía con carácter testimonial, mostrando la
nostalgia por la patria perdida y el desarraigo. La concesión en l977 del Premio Nobel de Literatura a Vicente
Aleixandre es la confirmación de la plenitud poética de un grupo que ha dado una nueva Edad de Oro a la lírica
española.
POETAS DEL 27
Dejando aparte la obra dramática de Lorca, su obra poética presenta las siguientes etapas
POESÍA:
PRIMERA ETAPA: "Libro de poemas" (evocaciones de la infancia como paraíso perdido), "Canciones"
y "Poema del cante jondo" se encuadran dentro de la poesía neopopular, con influencias también del
modernismo. "Romancero Gitano" es una obra dominada por la frustración y el destino trágico, el alma
de Andalucía, una visión mítica de la vida humana.
SEGUNDA ETAPA: "Poeta en Nueva York" refleja con técnica surrealista la experiencia de su viaje a Nueva
York en 1929: imágenes irracionales, enumeraciones caóticas..., que reflejan una civilización materialista y
una crítica a la deshumanización, la pobreza, la insolidaridad de las grandes aglomeraciones urbanas.
"Llanto por Ignacio Sánchez Mejíías" es una elegía al torero y amigo, muerto en la plaza de
Manzanares.
En “Placeres prohibidos” (1931) se nota el influjo del surrealismo en las imágenes oníricas; expresa sus problemas
íntimos, derivados de su condición de homosexual, y su ansia de amor sin trabas. “Donde habite el olvido”
(1934) (expresión tomada de un verso de BÉCQUER) presenta una poesía intimista y austera, con escasa
adjetivación y en busca de la naturalidad; expresa su desolación ante el desfase entre sus anhelos y la realidad.
En 1936 reúne toda su poesía bajo el título: “La realidad y el deseo”, palabras que recogen el conflicto central de su
vida, el anhelo de realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones impuestas por el entorno social. Esta
obra fue objeto de varias ediciones, en las que va incorporando su producción del exilio: “Las nubes“ (aborda el
problema de España y la guerra desde la distancia del exilio), “Vivir sin estar viviendo” y “Con las horas
contadas” (obra de nostalgia, de recuerdos, regida por la obsesión por el paso del tiempo) y “Desolación de la
quimera” la última, ya póstuma, en 1962, que incorpora uno de sus poemas más famosos, el “Díptico español”.
TEMAS: la pasión amorosa, la soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la exaltación de la belleza, la
nostalgia y el recuerdo de España, reflexión sobre el paso del tiempo, la vejez y la muerte, etc.
c) Surrealismo. En “Sobre los ángeles”, reflejo de una crisis personal experimentada hacia 1929.
d) Poesía comprometida. Durante la República escribió poesía comprometida o de tipo social (“Poeta en la calle”)
e) En su exilio, se mantiene viva la preocupación social, también está presente en muchos de sus poemas la
nostalgia (“Retornos de lo vivo lejano” y “Baladas y canciones del Paraná”).
Dos títulos fundamentales: "Espadas como labios" y "La destrucción o el amor". En "Espadas como labios" el
tema central es el amor como fuerza destructora; la pasión amorosa se identifica con la pasión hacia la tierra; el
sentimiento amoroso permite al hombre integrarse en el cosmos. Los versos de "La destrucción o el amor" presentan
continuidad con los del libro anterior. Expresa con un tono frecuentemente pesimista, el ser humano se siente
parte de la naturaleza y ansia su fusión con ella, fusión de la que el amor es como un simulacro, porque el logro de
esta unión sólo se producirá con la destrucción de la muerte, una destrucción vital porque nos permite trascender la
realidad puramente individual.
"Sombra del Paraíso", (1944) escrita tras la Guerra Civil. Evoca desde la angustia presente el paraíso anterior a la
aparición del hombre en la Tierra, el edén bíblico, el mundo de los sueños, pero también el mundo
incontaminado. "Historia del corazón"(1954) supone una rehumanización de su poesía. Son ahora claves conceptos
como solidaridad, lucha, esfuerzo, colectividad.
Poesía de senectud:
En "Poemas de consumación" (1968), predomina la reflexión y la meditación; el poeta aborda el tema del fin de la
vida, que siente próximo; concibe la muerte como una integración con el cosmos. Ante el hecho de la muerte, no hay
angustia, ni sentido religioso, sino simple aceptación de la misma.
En el exilio, su poesía adquiere unos tintes más dramáticos y preocupados (como por ejemplo el poema "Cero" sobre la
bomba atómica).