A4.2 Bonilla Teatro en Educacion
A4.2 Bonilla Teatro en Educacion
A4.2 Bonilla Teatro en Educacion
El teatro va a la escuela
Amaranta Osorio
C oordinadora
Metas
Educativas
2021
Índice
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El teatro va a la escuela
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diantes al asumir una determinada tarea escénica.
Primera Parte. el camino recorrido
Estas páginas son tan solo una introducción para motivar a los maestros. Es el momento de
escoger una obra y motivar a los alumnos para que asuman la representación. Después de
leer algunos diálogos y plantear los primeros ejercicios, el joven entra a escena. Está nervioso,
porque varias personas lo están mirando para ver qué es lo que va a hacer. Es hora de que se
libere de sus tensiones y entre en situación. El maestro, como el magister en la antigua Roma,
debe buscar lo que le corresponde: hacer que el otro saque lo que el otro tiene adentro.
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Segunda parte
el tranScurrir con la educación
El teatro va a la escuela
INTRODUCCIÓN
El teatro en el aula de clase es una de las actividades que más puede contribuir al desarrollo
del niño y del joven. Orientado hacia el conocimiento, será la base fundamental para su libre
expresión y descarga de su fantasía, emotividad y sensibilidad.
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Al hablar de niños nos referimos no solo a los estudiantes de nivel preescolar y primario sino también a
los jóvenes de secundario.
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las edades. Implica también la formación espiritual del niño para cultivar su vida en sociedad,
Segunda parte. el tranScurrir con la educación
pero sobre todo le permitirá crear y realizarse como persona que debe interactuar con los
demás miembros de su comunidad.
La afectividad es una dimensión muy importante que se encuentra como zona intermedia
entre lo sensible y lo intelectual, y que se construye a su vez en un punto de encuentro de
ambos. En ella habitan los sentimientos, los afectos, las emociones y las pasiones. La impor-
Las relaciones interpersonales y el contexto en que vive y se realiza como persona, son fun-
damentales para el progreso. Todos estos elementos son parte importante de su experiencia
personal. Las partes del desarrollo que entran en esta dimensión afectiva son:
La identidad personal.
de sus capacidades de crear, expresar o hacer. Cambia su aspecto físico en relación a
sus semejanzas y diferencias que tiene con los demás, pero también cambia en sus
relaciones con los otros seres que le rodean, desde el núcleo del hogar, la escuela o su
propia comunidad.
La autonomía en el ser.
demás. Esta dimensión se va conformando según el trato del estudiante con sus com-
pañeros de clase.
En el teatro, el niño encontrará que cada uno de sus propósitos tiene más sentido, y esto le
ayudará a no evadir los obstáculos sino enfrentarlos, y ser positivo ante lo que emprende; así,
aprenderá a creer y crecer con responsabilidad y libertad creadora.
A este tipo de relaciones Piaget (1982) las llama juego dramático, y señala que es indispensable
en la vida de los niños porque de ellas dependerá en gran medida la personalidad del ser.
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Mayra Bonilla Martínez
involucra una buena escucha, la capacidad de expresarse de la mejor manera ante los demás
y comunicar sus ideas y pensamientos de forma coherente hasta lograr la interrelación con
su familia, compañeros de clase y comunidad.
Motos (2009) expresa que el teatro gira alrededor de problemas, asuntos y temas relacionados
con la comprensión de la conducta humana y de las relaciones interpersonales. El motivo
todo, a nivel de grupo, que es la fase de crecimiento más importante, pues es aquí donde se
sientan las bases de la personalidad en sus relaciones internas y externas.
Las técnicas dramáticas utilizadas en el aula de clase permitirán que el niño experimen-
te diferentes situaciones en las que exprese inquietudes, angustias, vacíos y soledades que
necesariamente tendrá que reconocer y saber controlar. Es a partir de su participación es-
pontánea que comienza a enfrentarse a sus propios temores, y solamente él, con la ayuda de
su maestro, guía o tutor, logrará enfrentar sus miedos. Si el ambiente en que se encuentra
no es el adecuado, no le interesará ser parte de él; por ello, debe ser un entorno agradable,
motivador, creativo, que le haga sentir que puede expresarse en libertad pero en un marco de
disciplina, orden, responsabilidad y rigor para obtener un trabajo de calidad.
El conocimiento de uno mismo se da desde las edades más tempranas, siendo una parte
vital para el desarrollo y crecimiento personal. Es frecuente escuchar a nuestros estudiantes
expresando su inconformidad con lo que son, lo que hacen y lo que generalmente les gustaría
ser o hacer.
Si se siente bien consigo mismo, sus enfoques teóricos sobre la interacción social serán com-
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desarrollar su personalidad.
El desarrollo del conocimiento a través de los ejercicios creativos le permiten al discente una
primaria, secundaria y universitaria. Dirigido al niño, sirve para orientarlo sobre conceptos
fundamentales de la vida y darle consistencia ética, teniendo en cuenta las particularidades
y preferencias del alma infantil y juvenil para luego convertirlas en elementos provechosos y
Los hechos de la vida familiar y aquellos en los cuales participa y tiene experiencia son los
que le
cuando sea adulto. Es preciso tener en cuenta que en la niñez y en la adolescencia es cuando
de interés personal o vinculados con el mundo en que se mueve. Mientras más se muestren
esas relaciones afectivas en el seno familiar, mejor resultará el lenguaje, la expresión y los
sentimientos y emociones que manifestarán los niños.
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En esta edad temprana debemos fomentar el teatro, porque a ellos les importa todo lo que
Este juego dramático se convierte desde el ámbito familiar en la primera etapa fundamental
que registrará en su inconsciente y guardará para cuando llegue al preescolar y más tarde la
escuela.
A la par de los elementos del juego y el drama, surgirán otros, como el gusto por la risa y las
acciones que resuelven los problemas y resentimientos de la edad, pero a la vez educan en la
ironía y el mal humor o negatividad, y robustecen la vida y la alegría de vivir. Esto contribuirá
a que el niño le encuentre mayor sentido a la vida y valore más todas las cosas que le rodean.
Es necesario que los padres contribuyan con la educación artística de sus hijos participando
con ellos en espectáculos y actividades teatrales que involucren la participación de todos, de
manera que sienta que no está solo y que es un ser importante y especial.
En relación a la ética, los valores y la relación que hay entre las distintas dimensiones afectivas,
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Si por medio del teatro los niños pueden aprender a comprender y sentir más los problemas
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dad. Es en el juego dramático en el aula de clase donde se expresan emociones y sentimientos
El maestro, tutor o guía debe integrarse en el juego dramático y sentir el placer de moverse y
expresarse junto con sus discentes, porque esto permitirá que el niño se integre y participe
del juego involucrándose activa y emocionalmente. Además del desarrollo de habilidades, se
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social.
mejora las relaciones interpersonales, que lo ayudan a integrar grupos más grandes y ejercer
el liderazgo en algunos de ellos.
Entre más libres y menos premeditadas sean las actividades que les propongamos, mejores
resultados tendremos en su expresión y en el desarrollo de su personalidad, porque su parti-
cipación será más espontánea y revelará sus propias inclinaciones, gustos, propuestas, estilos
personales o iniciativas en sus propios proyectos. De igual manera, se manifestarán las inhi-
biciones, debilidades, miedos o temores que los angustian y que forman parte de la función
educativa.
Es ese trabajo personal que debemos realizar siempre los seres humanos cuando iniciamos
una nueva actividad.
qué sentido tiene o qué interés posee para nosotros y para los demás, cómo lo vamos a realizar
y quiénes estamos involucrados en esa actividad, etc. Todas estas interrogantes nos permiti-
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Mayra Bonilla Martínez
Todo este proceso inicial corresponde a un trabajo individual que será asesorado por el
El teatro en la escuela es el inicio no solo de participar y tener un papel activo como persona
sino el de asumir una responsabilidad que, si bien se inicia de manera individual y colectiva,
tiene una gran carga de efectividad en la medida en que el niño se involucra y hace suyas las
actividades.
De acuerdo a los criterios de John Huskin (1996) en la participación colectiva e interacción con
el otro se dan los pasos fundamentales que fomentan la participación activa e iniciativa de los
niños en las actividades teatrales educativas:
y organización del desarrollo del hecho teatral, desde su inicio hasta su culminación,
en función de los participantes.
La familiarización se produce a partir del primer contacto del grupo. Además de cono-
cerse, se comprometen unos con otros, se proponen llevar a cabo un proyecto educativo
que compartirán con creatividad, constancia, disciplina y participación, tanto individual
como colectiva.
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tividades propuestas. Cada uno de los participantes realiza sus propias propuestas y
ejecuta acciones.
en distribuir las tareas cuya ejecución se asume con responsabilidad, ya sean muy
grandes o muy pequeñas.
y entre iguales.
En todo este proceso compartido es imprescindible hacerlos trabajar de acuerdo a sus po-
sibilidades, formando su carácter, llenando sus inquietudes y expectativas y desarrollando
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El teatro va a la escuela
actitudes y valores en el joven adolescente que, junto al adulto (educador), va tomando como
Segunda parte. el tranScurrir con la educación
modelos.
Es responsabilidad del educador saber conducir y motivar al grupo, pues aun cuando las
edades sean similares no siempre tenemos plena integración. Existe un alto grado de afecti-
vidad y respeto mutuo, muy necesario en las relaciones humanas ( , 2009). El compartir
las tareas y asumirlas será un trabajo colaborativo y de interacción social.
Es preciso compartir con los otros lo que hacemos; en este sentido, nuestra satisfacción será
tal que nos instará a tener nuevas propuestas y el entusiasmo de superación será cada vez
mayor.
una habilidad gracias a las actuaciones que provocan su actividad e interactuación. Este
ambiente para desarrollar las acciones de interrelación debe facilitarse en todo momento
para provocar la imaginación creadora, el desarrollo del lenguaje, la expresión corporal, la
escucha y otras habilidades que permanecen adormecidas y debemos despertar.
En el proceso de la labor social 1979), el niño actúa no solo como ejecutor sino
también como dirigente, como organizador responsable; siente la auténtica independencia,
se incorpora activamente a un nuevo sistema de interrelaciones con la colectividad, con los
compañeros y con la comunidad.
Ya a partir de los cuatro años, los niños se familiarizan con ciertas responsabilidades vincula-
das a los quehaceres elementales de la casa o la escuela que los padres o maestros le asignan
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Mayra Bonilla Martínez
y les permiten realizar según su edad. Sin embargo, hay niños que son obligados a realizar
Macarena Guerra (2012) expresa: «El aprendizaje cooperativo y colaborativo son dos metodo-
logías útiles para desarrollar habilidades sociales, afectivas y cognitivas en la sociedad del co-
nocimiento». El trabajo en grupo o en equipo, el intercambio entre iguales, debe tener sentido,
y la cultura de la cooperación debe ser a partir del juego libre, que el niño o joven pueda elegir
su mejor opción a partir de sus habilidades o debilidades en la que los retos servirán para unir
sus esfuerzos y compartirlos con sus compañeros.
Se debe ayudar a los niños a confrontar los retos de la vida, y se les debe animar y apoyar para
y en libertad. Esto les hará sentirse más seguros de sí mismos, y así ejercerán el liderazgo al
guiar a otros hacia objetivos comunes.
Cada niño expresa sentimientos de pertenencia no solo hacia los objetos sino también con los
seres que ama o con los que comparte más tiempo. Una manera afectiva es la expresión de
querer compartir con los demás.
La regla general es que el ser humano es útil pero no indispensable, ya que en una repre-
sentación teatral cada uno es importante no por tener el rol protagónico sino por lo que le
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en las que se ponga en práctica la creatividad que los niños poseen, haciendo suya la tarea
propuesta por otro, lo cual puede lograrse mediante el juego.
Los distintos enfoques teóricos o modelos que sirven para indicar simpatía o mejorar las
formas de expresión y la comunicación en la interacción social se dan de acuerdo a las ca-
racterísticas de la personalidad. A veces son difíciles de establecer, y su interpretación no
siempre es precisa. Obsérvese, por ejemplo, los rituales del saludo: situarse cerca de otra
persona, saludar apretando la mano o con golpes en la espalda, mantener las manos entre-
lazadas, abrazar a alguien, entrelazar los brazos con otra persona… todo esto indica alguna
forma de relación o deseo de integración, aunque no siempre es clara la intensidad.
El juego dramático utiliza el contacto corporal y visual, que ayuda al niño a mantener la proxi-
midad del otro, sostener la mirada o mantener una orientación corporal hacia el compañero
de manera más directa. Utilizando la relajación en la postura, dará mayor cantidad de expre-
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El desarrollo personal a partir de una participación activa fomenta las iniciativas de los niños
en función de la adquisición de responsabilidades, la toma de decisiones y el alcance de cierta
autonomía que le permite interactuar con los otros sin perder su propia individualidad.
El teatro en la escuela es el inicio no solo de participar y tener un papel activo como persona
sino también de asumir una responsabilidad que si bien se inicia de manera individual y
colectiva, tiene una gran carga de efectividad en la medida en que el niño se involucra y hace
suyas las actividades.
Lagos (2008) expresa que en muchos centros educativos el teatro se ha convertido en una
estrategia de aprendizaje y una herramienta pedagógica que pretende lograr un desarrollo
integral en relación a las aptitudes, capacidades y habilidades que sirven para contribuir a
formar personas integras y creativas.
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El teatro, además, contribuye al desarrollo y realización personal del niño al enriquecer los
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códigos de comunicación y brindar nuevas formas de establecer una interacción entre los
alumnos, con su centro de estudios y con su comunidad.
La comunicación es esencial para toda actividad del hombre y sus relaciones en sociedad, y
juega un papel fundamental ya que solo a través de ella las personas pueden entenderse y
comprenderse.
La comunicación puede ser individual o grupal, y a la vez puede ser verbal o no verbal. Su
práctica constante en el aula de clase contribuirá a mejorar la capacidad de transmitir y, de
esta manera, lograr mayor efectividad al comunicar las ideas, sentimientos, conocimientos o
experiencias que ordenamos de manera clara, sencilla, coherente y natural en nuestra mente
para ser expresadas a través del lenguaje oral o escrito.
Lagos (2008) expresa que en muchos centros educativos el teatro se ha convertido en una
estrategia de aprendizaje y una herramienta pedagógica que pretende lograr un desarrollo
integral en relación a las aptitudes, capacidades y habilidades que sirven para contribuir a
formar personas integras y creativas.
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A través del juego dramático, el niño experimenta un aprendizaje motivador, y conviene que
La creación teatral integral y colectiva aspira sin duda a una educación rica en valores, con-
vivencias, comprensión y comunicación. El alumno experimentará siempre el estar en el
lugar de otro de sus compañeros (por ejemplo, cuando dos comparten el mismo rol), lo que
fomentará su autoestudio, la puntualidad, la responsabilidad y la creatividad; elevará además
su autoestima, pues estará motivado y aprenderá a sentir gusto y deleite por lo que hace; se
esforzará por hacerlo mejor cada día y, sobre todo, aprenderá a compartir y a ser solidario y
colaborador.
La comunicación como teoría del aprendizaje constituye todo un sistema. A nivel del mensaje
tenemos una colección de signos, los cuales llegan a los órganos sensoriales, en donde crean
un estímulo para mover a la acción. Entre las técnicas y métodos de comunicación tenemos
las técnicas de comunicación interpersonal, que permiten promover la autoestima y proyectar
la imagen no solo de lo que somos en ese momento sino de lo que deseamos hacer o ser en el
futuro.
Todo educador debe proveer al alumno los elementos que le permitan la escritura y el habla,
imaginación creadora, pero que a su vez sea una manera de competencia sana en el aula de
clase. Se debe fomentar la creatividad para crear de manera individual y, en colectivo, juntar
y compartir ideas y conocimientos que den como resultado un nuevo texto original, divertido
e ingenioso.
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pertenencia, identidad y defensa de los propósitos o proyectos que inciden en ser un mejor
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uno de ellos inducirá una respuesta de los otros no prevista (Motos, 2009). Estas respuestas
pueden ser positivas o negativas; es por eso que deben realizarse con mucha responsabilidad
y seriedad, pensando en el colectivo y no en el placer individual.
Existen métodos de comunicación verbal que funcionan igual para la expresión escrita,
mediante los cuales el niño puede expresar su mensaje comunicativo según la ocasión y de
La asignación de este tipo de proceso investigativo hace del estudiante una persona empren-
dedora, creativa y responsable. La calidad de lo que realiza y la meta propuesta es lo que lo
mantiene activo. A esto debe sumársele la pasión con que realiza sus acciones y el rigor y
voluntad para terminarlas.
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Al respecto, Motos (2009) señala que el teatro y las técnicas dramáticas demandan la partici-
El signo teatral, señala De Toro (1987), no puede ser reducido a un signo, sino que en él todo
CONCLUSIÓN
El teatro es muy importante en la educación de niños y jóvenes, porque a través de este juego
dramático, como le llama Piaget, es que ellos se encuentran como individuos y como seres
sociables. La educación a través del teatro ayuda al desarrollo de la personalidad e involucra
a los estudiantes en todas las dimensiones afectivas de su vida en sociedad.
Las implicaciones que tiene el teatro en la comunicación son materia de estudio en nuestros
días porque involucran a todos los actores que viven en sociedad. El lenguaje es comunica-
ción, y la comunicación es un fenómeno complejo que podemos utilizar como estrategia en la
enseñanza-aprendizaje. Es muy importante, por tanto, desarrollarlo desde temprana edad y
descubrir e investigar el poder que tiene una palabra, un gesto, una mirada, dados en el lugar
adecuado y en el momento preciso.
En el teatro hay lenguaje, forma, color, movimiento y contenido. Cada vez que hablamos
estamos comunicando, expresando ideas, pensamientos, sueños, conceptos. Nuestros niños
deben saber utilizarlo para defenderse ante las adversidades de la vida. La comunicación es
un dar y recibir, y el teatro nos enseña precisamente ese encuentro solidario, respetuoso y
fraterno que implica comunicarse y ser mejor persona.
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agudiza el interés y la intención que los niños tienen en integrar elementos fundamentales del
La segunda subetapa (12 a 15 años) es considerada una de las más complejas, razón por la
cual requiere de mucha atención y apoyo por parte de los facilitadores. Los cambios que se
focalizadas en los procesos biofísicos, por lo que presentan una aparente baja de energía que
afecta a su impulso creativo. Sin embargo, sucede algo paradójico: cuando ellos se enfrentan al
la posibilidad de plasmar sus inquietudes e intereses, y donde ponen en juego sus opiniones
y visiones de mundo. Si bien pueden ser aún muy literales en sus proposiciones y creaciones
artísticas, es interesante observar que tienen buena disposición para recibir de parte del faci-
litador propuestas que impliquen mejoras en los resultados de sus creaciones.
En esta misma línea, los jóvenes sienten la necesidad de ascender de forma repentina a un
estatus de mayor edad, por lo que es habitual que experimenten e imiten comportamientos
que corresponden a edades superiores.
La improvisación es la forma teatral que adoptan en esta etapa. Por un lado, en este trabajo
tiende a poner en tela de juicio todo lo establecido, las normas, la autoridad, las visiones
ajenas del mundo, las que confronta con su propio parecer y su experiencia. Es ahora cuando
comienza la integración con el sexo complementario, pues ya se sienten capaces de relacio-
narse y sobrellevar el trabajo con pares de diferente género.
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