Animador Guardian

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EL GUARDIAN - ANIMADOR

Contenidos:
o Identidad y Rol del Guardián
o Actitudes y Cualidades del guardián
o Estilos de Animación
o Técnicas de Dinámica de Grupos
o Algunos consejos para la preparación de las reuniones de Grupo

Tema 1: Identidad y Rol del Guardián


El guardián es una persona que, en nombre de la Iglesia, acompaña los procesos de crecimiento,
maduración y educación en la fe de los miembros de una fraternidad.

Identidad del guardián


El guardián es, por encima de todo, TESTIGO y APÓSTOL, con una fuerte experiencia de fe y
de Iglesia que tiene como tarea más apremiante anunciar la Buena Noticia de Jesucristo, fruto de
su encuentro personal y comunitario con el Señor, que se siente y vive como miembro redimido,
activo y responsable de la Iglesia. Es alguien con un claro compromiso de misión y de servicio,
integrado en una comunidad de referencia, coordinado con la pastoral de conjunto de su zona,
con carisma, en sintonía con los miembros del grupo que le toca animar y cercano a ellos, y
preocupado por su formación permanente. Tiene una serie de rasgos que configuran su identidad:

Un llamado, un convocado. (Vocación) El guardián es un joven o adulto llamado por Dios en


una comunidad para asumir el servicio de motivar, integrar y ayudar a crecer a los hermanos en el
seguimiento de Cristo. Animar significa “dar alma”, “dar ánimo”, “dar vida”. El guardián que
está a cargo de un grupo, sabe que su tarea no se limita a poner en práctica un conjunto de
técnicas, sino que implica compartir la vida misma para que otros también la tengan,
acompañando en el crecimiento personal y espiritual a cada uno de los miembros de esa pequeña
comunidad. Para poder invitar a los demás a descubrir y responder al llamado que Dios les hace,
es necesario vivir primero en forma personal ese llamado, reconociendo la gratuidad de la
elección y manifestando una adhesión incondicional. La experiencia fundamental de todo
animador es precisamente ésa: reconocer el amor que Dios le tiene y sentirse verdaderamente
convocado de manera personal a anunciar a Jesucristo, misión esencial de todo bautizado. (Jn.
15,16) Teniendo en cuenta lo anterior, no puede considerarse entonces que el guardián se ocupa
temporariamente de un grupo por causas fortuitas; el guardián responde a una vocación, y lo hace
desde su carisma particular, otorgado por Dios para el desempeño eficaz y fecundo de esa misión.

Un enviado. (Misión) La Iglesia, a través de sus comunidades parroquiales, envía a guardián cada
para que, asistido por el Espíritu Santo, sea testigo de la fe entre sus hermanos. Esto exige que ese
animador no sólo conozca la realidad de las personas a las que ha de acompañar, sino que procure
identificarse con ella hasta lograr un profundo sentido de pertenencia que le permita iluminarla
desde el Evangelio. El animador que se sabe enviado, comprende que su tarea no sólo alcanza a
los miembros de su pequeño grupo; ha sido llamado a evangelizar a todos los hombres y mujeres,
más allá de las fronteras de su comunidad.

Un hombre-mujer de fe. El guardián es una persona de fe, que aspira a la santidad, que vive lo
que predica y que es conciente de su condición de discípulo. La invitación que hace a los demás
para adherirse a Cristo debe nacer de su propia vivencia espiritual: él es un enamorado del
Evangelio (cf. Jn. 21,15 ss), que ha decidido seguirlo a través de una opción concreta y que
descubre la presencia de Dios en todas las situaciones de su vida. En el silencio interior (Mt.6,6),
la actitud de escucha y la reflexión personal, irá reconociendo los signos de la providencia en
todas las instancias de su apostolado, creciendo en la fe y en el amor a Dios, fuente de toda
Gracia y sabiduría. El contacto permanente con Él a través de la oración personal le permitirá
poner en sus manos la obra que realiza, recibir consuelo y fortaleza y tener una actitud dócil y
confiada a la acción del Espíritu. 
Esta adhesión a Jesucristo también implicará una adhesión a su Iglesia y una vivencia profunda
de la experiencia comunitaria como miembro de una parroquia, colegio o diócesis. En ese ámbito
de fraternidad, con el apoyo de sus hermanos y el auxilio de la Palabra y los Sacramentos, podrá
descubrirse acompañado en el desempeño de su misión, a la vez que brindará un mejor
testimonio de vida cristiana. La espiritualidad del animador estará basada, también, en un
profundo espíritu de conversión, lo que implicará ser capaz de estar siempre en actitud de

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“volver a la casa del Padre”, superando las limitaciones y debilidades, las tentaciones y los
fracasos, los sentimientos de desaliento y frustración, sabiendo que Dios suple con su bondad las
carencias humanas y que su sola Gracia basta para completar las obras de los hombres. (cf. 2 Co
12,9) La perspectiva del animador debe ser siempre, entonces, una perspectiva de esperanza: cree
que Dios puede renovar su corazón, cree que también ocurrirá lo mismo con el corazón de sus
chicos y permanece fiel en su seguimiento sabiendo que está en sus manos, con una confianza
ilimitada. “Todo lo puedo en aquel que me conforta.” (Filp. 4,13) 

Un cristiano maduro. El animador es una persona que ya ha vivido un proceso de maduración y


que, por lo tanto, está en condiciones de orientar a otros en su camino de crecimiento. Lo
anterior, sumado a una estabilidad afectiva manifiesta, le permite constituirse en modelo de
referencia para los miembros del grupo, y poder ayudarlos a definir sus proyectos de vida. Entre
sus rasgos más sobresalientes debemos destacar: apertura y disposición para el diálogo con los
adolescentes, valorando lo positivo y negativo de sus vidas y sus situaciones; mirada atenta y de
conjunto sobre la realidad; responsabilidad en el desempeño de su misión; posición definida
frente a los problemas y dificultades; paciencia, a fin de saber esperar los tiempos de cada chico;
humildad; pasión por la verdad; disponibilidad y servicio; creatividad; actitudes de cordial
acogida; disposición para el trabajo en equipo; conciencia del desafío que implica el crecimiento
y formación permanentes. 

Un guía, un pedagogo. Entre los objetivos principales de todo animador, está el de lograr el
crecimiento personal de cada una de las personas que integran su grupo, encaminándolos a un
desarrollo armónico de todas sus potencialidades. Podemos decir, entonces, que el animador es
un educador, y su tarea consiste en retomar la pedagogía de Dios con respecto a cada uno de los
miembros del grupo, acercarse a ellos, encarnarse en su realidad, proponerles el camino de Cristo
y acompañarlos en ese peregrinar. Esta condición de educador le exige, por lo tanto, adoptar una
actitud permanente de acompañamiento, demostrando una constante presencia efectiva en las
distintas situaciones que viven, conviviendo con ellos y asumiendo su vida misma para educarlos
desde ella, con proyección a futuro. Él es el encargado de promover el protagonismo de los
miembros del grupo, haciendo uso de una metodología participativa, planificar y revisar su tarea
en comunión con los demás animadores y el asesor y orientar el camino de perseverancia en la fe
retomando la pedagogía de Cristo Maestro. Educar es salir al encuentro del hombre, como lo
hizo Jesús. El animador es, entonces, aquel que reconoce en todo hombre la necesidad de ser
evangelizado, y sale a buscarlo para hacerle conocer y valorar el sentido profundo de su vida,
como hijo de Dios. 
 
Rol del Guardian
Esta identidad del guardián, con la riqueza de todas sus dimensiones, determina también su rol, es
decir, el conjunto de actitudes, quehaceres y estilos de vida y de acción que pone en práctica para
el cumplimiento de su misión de animador. Las exigencias del acompañamiento a los miembros
del grupo, le hacen tomar conciencia de la necesidad de capacitarse teológica, pedagógica,
psicológica y técnicamente para tener un conocimiento siempre actualizado de la realidad y del
mundo, para definir criterios precisos que orienten su presencia y su acción en medio de ellos y
para saber utilizar los instrumentos adecuados en el momento oportuno.

Procura realizar un acompañamiento personal de cada miembro del grupo. De esta forma los
ayuda a crecer y a madurar y a tomar las decisiones que configurarán su ser y su quehacer en la
Iglesia y en la sociedad.

Lleva adelante el grupo, para que pueda llegar a ser un verdadero espacio de crecimiento humano
y de maduración en la fe. Este es su más vasto y amplio campo de acción.

La animación de la pastoral de la Iglesia es un servicio colegial. El animador no trabaja solo ni


aislado en su grupo; está llamado a relacionarse con los otros animadores y a trabajar en conjunto
con ellos, lo que posibilitará la complementación no sólo a nivel de aptitudes personales y de
distribución de tareas, sino principalmente a nivel del aporte que las distintas experiencias de vida
que los responsables -laical, religiosa, diaconal, sacerdotal- ofrecen a los miembros de los grupos,
como modelos de vida cristiana.
 

Funciones del Guardián

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El guardián tiene una serie de funciones bien definidas dentro de una comunidad/fraternidad.
Podemos mencionar las siguientes:

o OBSERVA, mira y escucha, esta atento, esta presente. Tiene de cada participante un
conocimiento tal que es capaz de discernir lo que hay de progreso, de esfuerzo y de
búsqueda en cada acción.
o REGISTRA las iniciativas, la participación los descubrimientos porque estando atento a
la vida de cada uno y del grupo, sus avances y sus problemas, los ayudará luego a hacer el
descubrimiento de su historia.
o REVELA, manifiesta lo observado y registrado, lo hace presente a cada uno en el
momento oportuno, respetando el tiempo favorable e el que su intervención será acogida.
El animador ayuda en el descubrimiento de la propia progresión y en e valor de cada
logro, por pequeño que rea, tiene para el enriquecimiento del grupo.
o VINCULA personas, acontecimientos y progresos.
o FACILITA relaciones, tareas y experiencias.
o ACOMPAÑA en forma comprometida a cada hermano y a la fraternidad.
o PREPARA, facilitando los medios para una adecuada formación, en las
responsabilidades asignadas o elegidas.
o CONFÍA en el entusiasmo, disponibilidad y responsabilidad de los participantes.
o FELICITA, reconoce los aciertos y esfuerzos.
o ENSEÑA a escuchar y acoger porque él es testigo de este estilo de relación con los
propios hermanos.
o ACTUA como facilitador; propone situaciones que favorezcan la intimidad.
o DA PAUTAS para la resolución de conflictos.
o ESTÁ especialmente atento a la crisis de convivencia que aparece siempre al mediar el
campamento, organizando actividades que ayuden a distender.
o DA PRIORIDAD a la cooperación sobre la competencia.
o AYUDA A EXPRESAR los sentimientos; no solo la alegría y la satisfacción, también los
temores, el dolor, las broncas.
o INVITA a trabajar y crecer en capacidad de acogida, disponibilidad y silencio.
o ANIMA a que cada uno, y la fraternidad como un todo, expresen la fe en su propio
lenguaje, siendo fieles a la propia identidad y estilo.
o URGE al cambio y al compromiso que brota del corazón.
o RESPETA los tiempos de cada uno, conoce los interrogantes vitales y las problemáticas
de las personas con las que trabaja y de su fraternidad en particular y se siente
comprometido como educador de la fe, en el proceso de cada uno.
o SE HACE INSTRUMENTO en las manos de Dios
o AMA Y CONFÍA en las posibilidades y riquezas escondidas aun en la persona mas
difícil.
o PROFUNDIZA, en su propia fe, crece en oración, se preocupa por aprender
constantemente acerca de sus hermanos, sus necesidades y su proceso en la vida
espiritual.
 

Tareas del Guardián/Animador


Nos limitamos a enumerarlas, pues se trata de las tareas fundamentales que todo animador debe
tener en cuenta en consonancia con los propios dones y carismas y la realidad que le toca animar.

El guardián debe:
o Preparar y animar las reuniones de su fraternidad, propiciando un clima de cálida acogida;
o Detectar las necesidades de los miembros de la fraternidad, para responderle a ellas;
o Favorecer actitudes solidarias, democráticas y creativas; alentar la experiencia de Dios
desde la oración, la lectura de la Palabra y la celebración viva de la fe;
o Fomentar la solidaridad a los pobres;
o Participar activamente en las actividades parroquiales y diocesanas;
o Promover la participación de los miembros de la fraternidad en las actividades anteriores,
especialmente aquellas destinadas a ellos;
o Favorecer y animar la convivencia fraterna;

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o Reunirse periódicamente con los otros guardianes y con el asesor a fin de encaminar y
evaluar la marcha de la fraternidad, intercambiar experiencias, fortalecerse en el
desempeño de la misión y afianzar el espíritu comunitario;
o Capacitarse permanentemente para mejorar la calidad de su servicio;
o Buscar estrategias concretas y efectivas que permitan evangelizar, también, a aquellos que
no van a la parroquia o la Iglesia. 

El guardián debe considerarse miembro activo y responsable del grupo. Debe situarse dentro del
grupo con una implicación personal que sirva de estímulo a los demás.

Su papel ha de consistir fundamentalmente en dar vida al grupo, es decir, en estimular y alentar


para que no decaiga ni se estanque en el camino emprendido; también ha de guiarle de manera
que no se desvíe de la finalidad propuesta, para lo cual habrá de recordar oportunamente los
objetivos fijados en la convocatoria.

Opciones del Guardián


En una metodología activa y participativa, el guardián opta por la fraternidad, por el
acompañamiento, por la animación y por su formación permanente.

Opta por la fraternidad. - La fraternidad constituye una mediación importante entre cada
miembro del mismo y la Comunidad eclesial en su conjunto. El animador opta por la fraternidad
para asegurar que la misma ayude a madurar a sus componentes, atendiendo personalmente a
cada uno a partir de las vivencias personales y de fraternidad y en los aspectos que el grupo no
puede potenciar.

Opta por el acompañamiento. Al guardián se le pide que realice un acompañamiento personal


de cada integrante, según los planteamientos básicos anteriormente expuestos. El guardián, como
acompañante, es siempre alguien que ya ha hecho el camino. Y en su proceso de
acompañamiento tiene al Señor como modelo de acompañante (Emaús). No se convierte en
protagonista del proceso personal de los miembros de la fraternidad, sino que acompaña el
descubrimiento de la experiencia personal de Dios que cada uno debe hacer por sí mismo.

Opta por la animación. La animación es una forma específica de pastoral que se dirige a cada
miembro de la fraternidad, para que éste desarrolle todas sus posibilidades; le capacita para que
llegue a ser sujeto activo y crítico de todo su proceso de educación en la fe; llama a su
participación ejercitando todas sus cualidades; y se contrapone a todo lo que sea presión exterior,
manipulación y dirigismo. El guardián impulsa y alienta a cada uno a vivir una vida que merezca
auténticamente la pena, desde los valores del Reino.

Opta por su formación permanente. El guardián nunca se considera formado del todo. Siempre
tiene en cuenta la necesidad de una formación permanente que perfeccione la preparación básica
que le capacita para desarrollar su misión al servicio de los demás. Aunque, al lado de esto, tiene
presente que, por encima de todo, siempre es fundamental su estilo de vida y su compromiso
personal. En su formación proponemos, como programa básico, los siguientes campos: el
proyecto de los laicos capuchino y su espiritualidad y el de su comunidad; la antropología
cristiana; la formación teológica; la transmisión de la esencia y exigencia del Evangelio, de la
Tradición y el Magisterio de la Iglesia; los conocimientos básicos de la psicología evolutiva; las
técnicas de animación y las dinámicas de grupo.

Requisitos para ser un buen guardián

Para ser guardián pueden mencionarse los siguientes requisitos:

o Sentirse cercano de los miembros del grupo que le toca animar, con vocación educadora,
la capacidad de diálogo y de comprensión, interés por conocer su mundo y la problemática
que viven, ilusión por trabajar con ellos.
o Tener experiencia previa de aquello que se quiere transmitir y comunicar, o sea,
experiencia de haber vivido o estar viviendo en grupo o en comunidad un cierto proceso de
maduración en la fe.
o Ser persona abierta y suficientemente entrenada para el diálogo.
o Estar habituado a confrontar opiniones y puntos de vista diversos

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o Sentir un vivo interés y una preocupación constante por conocer de cerca de a los
miembros del grupo y por tratarlos.
o Poder mantener con ellos un diálogo cercano a sus situaciones, problemas y dificultades
reales; un diálogo liberado, a ser posible, de los habituales tópicos y prejuicios que se alzan
como barrera infranqueable en las relaciones jóvenes - adultos.
o En cuanto a la experiencia previa que el animador debe tener de aquello que pretende
transmitir, conviene subrayar lo importante y aleccionador que es para la persona que
acompaña a un grupo el tener una experiencia ya vivida a la que poder remitirse y referirse
habitualmente, no por la vía de la invocación genérica y abstracta sin por la vía del
testimonio real. El mejor modo de manifestar a otros lo ventajoso de formar parte de un
grupo o comunidad es estar viviéndolo uno mismo.
o La necesidad de coordinarse y de trabajar en equipo, la disponibilidad de tiempo y de
voluntad para preparar las reuniones, actividades, programaciones, etc..
o Y por supuesto, la disponibilidad de cara a los miembros del grupo a quienes no se les
puede regatear la ocasión de charlar y de comunicarse con la excusa de las prisas o de
cualquier otro subterfugio para no estar con ellos.

Tema 2: Aptitudes y Cualidades del guardián


Junto a las cualidades que acabamos de exponer, derivadas de la tarea, o función educadora a
realizar del animador, hay otras aptitudes y cualidades, derivadas éstas de su ser personal, que es
necesario explicitar:

 Flexibilidad y creatividad que implica la capacidad de análisis y precisión de las causas


posibles de un determinado conflicto, así como articular posibles soluciones. El conflicto
es connatural a la persona y, por lo mismo, a) grupo. El animador, pues, ha de poseer una
buena capacidad de abstracción y concreción, unas dotes de organización y sentido real
que le lleven a encontrar los medios, métodos y técnicas apro-piados para la solución del
conflicto en cuestión.

 Tolerancia hacia las ideas y sugerencias de los demás. Ello conlleva una clara
conciencia de la relatividad de (as diversas aspiraciones y, en consecuencia, el rechazo de
toda imposición dogmática.

 Autoridad como servicio y apertura que no se impone, sino que se acepta como ayuda, y
se busca en alguien que es distinto por su prestigio: mejor ser, mejor hacer, más saber. El
animador ha de saber mandar sin dirigir, suscitar sin imponer.? Comunicación
interpersonal del animador con el grupo y de los miembros de estos entre sí. Es ésta una
cualidad tan esencial que, de algún modo, sintetiza las cualidades precedentes y las que
indicaremos a continuación. Sin esta capacidad comunicativa es imposible que el
animador realice con éxito su función por cuanto carecería de las dotes de relación y
donación, de poner en común su ser y su saber.

 Desde la dimensión afectiva se exige al animador estabilidad y madurez, sensibilidad ante


los éxitos y fracasos de los demás, confianza en sí mismo, capacidad de ayudar, sentido
del humor, etc. La afectividad, en cualquiera de las modalidades indicadas, comporta
siempre una cercanía a la persona y al grupo, una empatía que potencia la relación
personal. La afectividad del animador se traduce más que en lo que dice y hace en cómo
lo dice y hace. Su modo de decir y hacer es una transmisión colateral inseparable del
mensaje, que en no pocos casos condiciona la aceptación y eficacia que el emisor provoca
en el receptor, ante un mismo contenido, reacciones distintas y hasta antagónicas,
produciéndose incluso, en ciertos casos, la ruptura de la comunicación misma si el emisor
cae gordo al receptor. La animación, por ser animación de y entre, pensamos es siempre
una relación humana de donación sin empobrecimiento, un poner en común lo que
tenemos y lo que somos sin perder por ello nuestra identidad; al contrario, nos
enriquecemos al dar, pues lo mismo que aprendemos a andar andando y a hablar
hablando, aprendemos a amar amando.

 Estar dispuesto a recibir de otros, así como también a dar a otros. Algunas almas
denodadas se deleitan en sacrificarse a sí mismas, pero no están dispuestas a permitir que
otros actúen recíprocamente. No quieren sentirse obligados hacia los demás. Pero el

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liderazgo requiere franqueza hacia otros. El descuido en recibir gentilezas y ayudas, es
aislarse uno mismo, es robar a otros la oportunidad, y privarse a uno mismo del
sostenimiento.

 Visión. La visión involucra previsión, así como también discernimiento. El animador


debe poder ver los resultados finales de las políticas y métodos por los que aboga. El
liderazgo responsable siempre mira adelante para ver cómo el plan de acción afectará a
las generaciones futuras. Los ojos que miran son comunes; los ojos que ven son raros. Los
fariseos miraron a Pedro y sólo vieron a un pescador analfabeto. Jesús vio a Pedro como
profeta y predicador, un santo y líder que ayudó a trastornar el mundo.
o La visión incluye optimismo y esperanza. El pesimista ve la dificultad en cada
oportunidad. El optimista ve la oportunidad en cada dificultad. El pesimista tiende a
detener a la gente de visión para que siga adelante.
o La precaución tiene que desempeñar su papel. La persona precavida ayuda al líder
optimista a ser realista.
o La visión conduce a la aventura, y la historia está de lado de la fe que se arriesga. La
persona de visión da nuevos pasos de fe para cruzar barrancos y abismos, no sin correr
riesgos, pero tampoco corriendo riesgos de necios.
o Los líderes aprenden de las lecciones del pasado, pero nunca sacrifican el futuro por
amor a la mera continuidad. Los individuos de visión toman decisiones en base al
futuro; la historia del pasado no puede escribirse de nuevo.

 Sabiduría. “La Sabiduría es la facultad de hacer uso del conocimiento, Una combinación
de discernimiento, juicio, sagacidad, y aptitudes similares... En la Escritura, es el juicio
correcto con respecto a la verdad espiritual y moral” Si el conocimiento es la acumulación
de los hechos, y la inteligencia el desarrollo de la razón, la sabiduría es discernimiento
celestial. Es perspicacia que penetra hacia el corazón de las cosas. La sabiduría involucra
el conocer a Dios y las sutilezas del corazón humano. La sabiduría otorga equilibrio al
líder, y le ayuda a evitar la excentricidad y la extravagancia. Si el conocimiento viene por
el estudio, la sabiduría viene cuando somos llenos del Espíritu Santo.

 Decisión. Cuando se han acumulado todos los hechos, la decisión pronta y clara es la
marca de un verdadero líder. Un visionario puede ver, pero un líder debe decidir. Una
persona impulsiva podrá con prontitud declarar una preferencia; pero un líder debe
ponderar la evidencia y tomar una decisión sobre premisas sanas. Una vez que esté seguro
de la voluntad de Dios, el líder se pondrá en acción de un salto, sin tener en cuenta las
consecuencias.

 Coraje: Los líderes requieren un coraje del más alto calibre: siempre coraje moral y a
menudo coraje físico también. Coraje es esa capacidad mental que permite que las
personas enfrenten el peligro o la dificultad con firmeza, sin temor ni desaliento. No todos
son de naturaleza valiente. Algunas personas son, por naturaleza, más tímidas que otras.
Pero, aunque seamos intrépidos o reticentes, Dios llama a los líderes a que se esfuercen y
sean valientes y que no capitulen al temor. Dicho llamado al coraje sería más bien inútil si
nada temiera nada. Debido a que el miedo es una parte real de la vida, Dios nos da el
Espíritu Santo, quien nos llena de poder. Pero debemos dejar que ese poder haga su obra,
y no temer. Los líderes de coraje enfrentan situaciones desagradables y hasta devastadoras
con ecuanimidad, luego actúan con firmeza para producir lo bueno de la dificultad, aun si
sus acciones no son populares. El liderazgo siempre enfrenta la inercia y oposición
humanas naturales. Pero el coraje continúa con consistencia hasta que la tarea se ha
terminado. La gente espera que los líderes sean calmos y valientes durante una crisis.
Mientras otros pierden la cabeza, los líderes se mantienen firmes. Los líderes fortalecen a
los seguidores en medio de reveses desalentadores y trastornos frustrantes.

 Humildad. La humildad es la marca de pureza del líder espiritual. Cristo dijo a sus
discípulos que abandonaran las actitudes pomposas de los déspotas orientales, y que en
cambio adoptaran el porte humilde del servicio (Mt. 20:25-27). Como en los días de la
antigüedad, así también hoy la humildad es menos admirada en los círculos políticos y
comerciales. Pero no importa. El líder escogerá la senda oculta del servicio de sacrificio y
la aprobación del Señor sobre el engreimiento extravagante del mundo. “Es necesario que
él crezca, pero que yo desaparezca” (Jn. 3:30). La humildad de un líder debería aumentar
con el pasar de los años, al igual que otras actitudes y cualidades.

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 Integridad y Sinceridad. Pablo habló de sus fracasos y éxitos con una franqueza que
pocos de nosotros estamos dispuestos a imitar. Aún antes de su conversión, sirvió a Dios
con sinceridad (2 Ti. 1:3) y con gran integridad personal. Tiempo después escribía: “...
Con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo” (2 Co.
2:17).

Decálogo del Guardián


 Asimilaré permanentemente la actitud de Jesús Buen Pastor.
 Sacaré tiempo diariamente para mi oración personal.
 Organizaré mi proyecto de vida a la luz de Cristo Buen Pastor.
 Con mi fraternidad seré comprometido (a) dinámico (a), creativo (a).
 Me integraré a las actividades de la Parroquia en forma madura y comprometida,
vinculando mi fraternidad a ellas.
 Acompañaré constantemente a los integrantes de mi fraternidad.
 Seré líder de unidad con los demás grupos.
 Estaré abierto (a) a la actualización en las ciencias auxiliares de la catequesis.
 Haré de mi fe una celebración festiva y gozosa todos los días de mi vida.

Tema 3: Estilos de Animación


Existen distintas maneras en las que puede realizarse la animación de una Fraternidad. A
continuación, se presentan algunas de ellas, indicando sus ventajas y desventajas:

Paternalista:
El guardian paternalista es un dictador “camuflado”, pero blando y generalmente querido por los
miembros del grupo, o sea que impone su autoridad desde el afecto “porque les quiero... tienen
que obedecerme...”, ahí esta quizá su mayor peligro. Generalmente es un entusiasta de la frater…
de sus ideales, o es una persona abierta y cordial. Unas veces será ciertamente el espíritu
posesivo, el deseo de estar en el lugar privilegiado. Pero otras muchas en su amor a la frater… lo
que le insita a mantener esa actitud. Invoca con frecuencia el amor a la frater…para imponer sus
criterios y proyectos: “lo pide por la frater…” “sí aman la frater...” . Hay que tener siempre un
agudo sentido crítico frente al animador para convertirlo en un miembro más en forma alguna
imprescindible. Hay que exigirle enérgicamente el derecho de decidir, el de voz y voto, pero de
verdad, la fraternidad, antes que nada, es una relación entre iguales, entre hermanos mayores y no
un conjunto de niños a las órdenes de un papá.

Permisivo o Liberal
Es el opuesto alguardian autoritario o paternalista. Este tipo de “animador” no lo es, solo es de
nombre ya que no guía la barca y cada remero rema hacia donde le viene en gana, la barca da
vuelta alrededor de si misma. El diálogo es tormentoso, se impone el que más grita, hay quienes
se acaparan la palabra y quienes no pueden estrenarla. No se llega a ninguna conclusión real; todo
se resuelve cómodamente a base de votaciones sin reflexionar decisiones, sin buscar consenso.
El guardian es traído y llevado por los más astutos, que no quieren dar la cara y le ponen como
pantalla por ello sus grandes cualidades son su inseguridad y la falta de confianza en sí mismo
dándole miedo de equivocarse a la hora de actuar. Quiere complacer a todos y dar la razón a
todos, dándole miedo al conflicto termina dándole la razón al más fuerte.

Autoritario
No es propiamente un “animador” sino el dueño de la fraternidad. Identifica a la frater..consigo
mismo. “Ordena y manda” tiene el poder supremo y el control de la frater... La frater.. esta
centrado en el guardián y este no está propiamente en ella, sino por encima de ella. El “animador
dictatorial” puede manipular a los miembros de la frater… mediante el premio o el castigo,
mediante la alabanza, o la humillación, mediante el privilegio o la marginación, el aprecio o el
desdén. Pero en tanto en cuanto los hermanos se sientan en condicionados y faltas de libertad, la
frater… no será frater…, ya que el enriquecimiento mutuo, será imposible porque no hay aporte
de los miembros. El guardian autoritario marca el rumbo de la frater…, señala objetivos,
distribuye las tareas, sólo el tiene iniciativas y desaprueba la de los demás o le pone su propio
cuño.

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Democrático
También se denomina participativo, cooperativo o centrado en la frater…La frater… participativa
o democrática es aquella en que cuyos miembros sienten que lo importante es la misma frater….
A continuación se presentan algunas características del guardian democrático:
o El guardián invita a la frater.. decidirse, invita a cada miembro del grupo a referirse a la
frater...
Provoca a la frater… a ser fiel a sí misma. El símbolo geométrico es la circunferencia:
sillas en círculo, todos iguales, todos en el mismo plano. En cambio, el símbolo
geométrico del estilo autoritario y del paternalista sería el del estrado de un profesor, y en
el plano inferior los pupitres de los alumnos.
o Lo que importa, por tanto, no son las relaciones con el guardián, sino las relaciones de
todos con todos.
o No se siente satisfecho por sentirse él querido, aceptado, respetado, sino que se preocupa,
porque todos se acepten mutuamente, se respeten y se quieran.
o Distribuye el liderazgo. Urge a que todos compartan la animación según las cualidades y
capacidades de cada uno. Uno es guardián en la dimensión festiva del grupo, otro en la
artística, otro en las relaciones sociales, sin necesidad de que sea el guardián el que haya
coordinado todas las actividades. Y siempre, la animación se hace rotativamente. Y ello
resulta enormemente eficaz, como se ha comprobado y como hemos comprobado.
o Sabe colocarse muy en segundo plano. Se niega a ser Don Preciso. Convierte a la frater…
en el protagonista de su propia vida.
o Es, ante todo y sobre todo, un estimulador y un coordinador. Un provocador de la
participación y la corresponsabilidad. Incita a los pasivos a participar.
o Prefiere, con el caldero de la integración, sacar el agua de la opinión de todos antes de
condicionarles con la suya.
o Anima, valorando las intervenciones y la participación de los miembros.
o Crea un clima de respeto y libertad para que nadie se sienta retraído a la hora de
participar.
o Hace de agente de circulación poniendo el semáforo en rojo paro los habladores y
poniéndolo en verde para los cohibidos y comedidos.
o Procura la igualdad de oportunidades: Que todos puedan realizar alguna tarea, una
responsabilidad bien concreta. Porque todos la necesitamos para sentirnos valorados y
para madurar a través de la acción.

Otros tipos positivos de Animación


MODERADOR: El guardián tiene que ser provocador del dialogo, con la madurez necesaria para
entender que el trabajo se hace compartiendo; es el que hace que todos entren en juego y
participen.
COMUNICADOR: Está en disposición de adoptar su experiencia y de valorar a los demás
hermanos. Está al servicio de las relaciones de la frater…. Es servidor de la unidad de la frater…
Reclama y exige para todos el poder expresarse libremente.
COMPROMETEDOR: Su trabajo debe llevar a los miembros a querer comprometerse, pero no
por sentirse obligados o presionados, sino por que se sienten sujetos y protagonistas. Sabe
despertar en los jóvenes las ganas de servir y de desarrollar todas sus habilidades en bien de la
comunidad y de sus hermanos.
ESTIMULADOR: Hace honor a su nombre,cuida. da animo y estimula. Procura comprometer
a todos en la programación, realización y evaluación de los objetivos y tareas comunitarias.
CREATIVO: Estimula la creatividad de los jóvenes, poniéndolos a todos en estado de
búsqueda. Tiene la claridad para encontrar la respuestas y alternativas a las situaciones que se
le presentan a la comunidad.

El jefe y el líder
El jefe maneja sus hombres. El líder los guía.
El jefe depende de su autoridad. El líder de la buena voluntad.
El jefe inspira miedo. El líder, entusiasmo.
El jefe dice “estén aquí a la hora” El líder llega ahí antes de tiempo.
El jefe sabe a quién echarle la culpa. El líder ayuda a solucionar los problemas.
El jefe sabe cómo se realizan las cosas. El líder enseña cómo se hacen.
El jefe hace del trabajo una pesadilla. El líder hace de la labor una diversión.
El jefe dice: “vayan”. El líder dice: “vamos”.
El jefe dice “yo”. El líder dice “nosotros”.

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Tema 4: Técnicas de Dinámica de Grupos
Es la adquisición de conocimientos sobre los procesos y fenómenos grupales: Como se producen
y evolucionan, de que forma se interrelacionan, como condicionan la vida y desarrollo de los
grupos. Y la capacitación en el manejo de técnicas, con la doble finalidad de permitirle una
interpretación coherente y un diagnóstico acertado sobre la problemática de una frater…, en
cualquier momento de su historia.

En relación con esta dimensión técnica de la dinámica de grupos, hay dos observaciones
importantes que convendrá tener en consideración: en primer lugar, la necesidad de que las
técnicas estén siempre apoyadas en un sólido soporte teórico que la dote de sentido y
significación, y que debe de emplear cada una. En segundo término, que la manera más efectiva
de llegar a conseguir el dominio de estas herramientas sería a través de la participación, durante
el proceso formativo del guardián, en grupos en donde éste trabaje con esas técnicas y ejercicios.
Esta vía ofrecerá la ventaja de ayudarle a conocer, de un modo más preciso y vivenciado, las
posibles aplicaciones, potencialidades y límites de cada técnica.

Clasificación de las Dinámicas de Grupos

1. Técnicas de presentación
El inicio de la configuración de un grupo es el conocimiento de sus componentes a través de sus
nombres. Esta primera impresión suele ser muy importante en el nacimiento y posterior
desarrollo de la vida de los grupos humanos. La propia estructura de la presentación implica un
reconocimiento nominal y físico de la persona ante los demás. El papel del guardián es crear un
ambiente de aceptación y de distensión; favorecer las relaciones personales e iniciar un proceso
donde todos los miembros del grupo se conozcan y sean capaces de embarcarse en el mismo
proyecto social. Es obligado romper todas las ataduras sociales/ personales que reducen los
niveles de comunicación humana y de apertura hacia los demás.

Ejemplo: DESCRIPCIÓN DE SEGUNDA MANO


o Definición: Consiste en que cada miembro del grupo se describa a si mismo igual que lo
haría una persona que lo conozca bien.
o Objetivos: Ayuda a conocer a los demás. Estimula la creatividad y el conocimiento
propio. Proyecta cada uno desde una perspectiva subjetiva
o Desarrollo: Se pueden sentar de dos en dos o todos formando un circulo. Los miembros
del grupo deben pensar en alguien que les conozca bien (familiar, amigo, vecino..) pero
sin comunicarlo a nadie. El animador invita a alguien que se describa a si mismo igual
que lo haría esa persona en la que han pensado.

2. Técnicas de afirmación grupal.


Pretenden el desbloqueo de las situaciones negativas anteriores y la profundización en los
aspectos comunicativos que faciliten la identidad grupal y su desarrollo armónico. Cada miembro
del grupo debe poseer un autoconcepto positivo de sí mismo y del grupo. También pretenden
favorecer la autoestima y crear un clima de confianza y de apoyo mutuo donde todos sus
miembros se puedan expresar con plena y total libertad. Al mismo tiempo sirven para conocer en
profundidad a los miembros del grupo y al grupo mismo.

Ejemplo: SILUETAS
o Definición: Consiste en que cada miembro del grupo dibuje su propia silueta para
someterla a valoración.
o Objetivos: Favorecer la autoestima. Generar actitudes positivas entre los miembros del
grupo
o Desarrollo: Se coloca un papel continuo en el suelo para hacer murales. El grupo se
coloca por parejas y cada uno dibuja su silueta. Se recorta después y se pinta, colocándola
en la pared para que sea completada con frases positivas.

3. Técnicas de confianza grupal


Ponerse en manos del grupo para conseguir una comunicación más fluida, para que la conducta
individual tenga sentido y profundidad relacional, es uno de los objetivos básicos de las técnicas
de confianza grupal. El grupo es responsable de un clima en el cual cada miembro se siente en

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todo momento de decir lo que piensa si ningún temor o restricción. Para que esta libertad sea real,
cada uno ha de poder expresar también en cualquier momento los sentimientos, las emociones
que experimenta. Las técnicas de confianza grupal suponen un conocimiento previo o que el
grupo esté formado por personas que tengan los mismos intereses o que luchen ante los mismos
problemas.

o Ejemplo: BÚSQUEDA DE ALIADOS


Definición: Consiste en nombrar a las personas que se parezcan entre sí.
Objetivos: Armonizar sentimientos. Potenciar auto conocimientos. Capacidad de
proyectar cualidades.
Desarrollo: El animador, paseándose alrededor del circulo, pide a los miembros del grupo
que nombren a alguien que sea muy semejante o parecido a ellos.

4. Técnicas de cooperación/ comunicación


Comunicarse entre los miembros del grupo supone un intercambio de comunicación verbal y no
verbal. La cooperación hace referencia a un trabajo conjunto de varias personas con un objetivo
común. La cooperación es un acto creador del valor del grupo. La relación comunicativa se
impone en el grupo. Las técnicas comunicativas/ cooperativas se proponen como estrategias
conformadoras o como variables que ayuden a los miembros del grupo a construirse como
personas solidarias en los ámbitos de la comunicación interpersonal. Muchos conflictos y
problemas que surgen en el grupo se deben a la falta de comunicación. Escuchar supone
comprender a los demás y estar abierto a sus necesidades. El grupo descubre las ventajas/
inconvenientes de los resultados, así como la capacidad de compartir a través de las dinámicas.

Ejemplo: LOS NUDOS HUMANOS


o Definición: Consiste en desarrollar un gran nudo humano.
o Objetivos: Desarrollar estrategias de cooperación. - Potenciar el sentido de la orientación
espacial. Fomentar la comunicación
o Desarrollo: Los participantes, situados en círculos y con los ojos cerrados, avanzan hacia
el centro con los brazos hacia arriba a una señal del animador. Una vez que tropiecen con
los demás miembros, se enrollan entre ellos y se cogen de la mano. Cuando están cogidos
abren los ojos e intentan deshacer los nudos.

5. Técnicas de evaluación grupal


Es necesario proponernos una evaluación del grupo, de sus integración, de la participación de los
miembros, de las actitudes y del interés mostrado en todas las actividades realizadas. La
evaluación es un resorte para ir progresando, para detectar las deficiencias y para potenciar las
mejoras conseguidas. La evaluación es un mecanismo de renovación de los grupos. Generalmente
las técnicas nos facilitan información para realizar una excelente evaluación, pero como tales no
son la evaluación grupal, ya que ésta es tarea de todos sus miembros.

Ejemplo: LO MEJOR QUE PASO


o Definición: Consiste en que cada miembro del grupo responda de forma positiva a una
cuestión planteada.
Objetivos: Evaluar el proceso/producto final. Acabar recordando lo positivo. Evaluar las
sensaciones vividas en el grupo
o Desarrollo: El animador organiza una sesión de foro, donde todos deben intervenir (no es
aconsejable obligar a nadie). Todas las intervenciones deben la respuesta a esta cuestión:
¿qué es lo mejor que te ha parecido de lo vivido en el grupo?. No se deben interrumpir las
intervenciones, dado que se trata de sensaciones y vivencias y no de datos objetivos.

Tema 5: Algunos consejos para la preparación de las reuniones de


Grupo
Dirigir bien una reunión requiere una serie de exigencias, alguna de las cuales hay que poner en
acto antes del momento mismo de la reunión (preparándola cuidadosamente), otras hay que
ejercitarlas durante el desarrollo de la misma (seguimiento más o menos detallado de lo
convenido y programado) y otras pro fin, hay que realizarlas una vez que la reunión ha concluído
(revisión y evaluación de cuanto ha sucedido).

Las reuniones

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 Respetar la dinámica de evolución del grupo: crear grupo de talla humana antes de
abordar los temas propiamente cristianos.
 Favorecer una metodología activa y participativa de todos los miembros: las reuniones
deben dedicarse principalmente a poner en común lo reflexionado y preparado durante la
semana. (Lo cual supone la entrega previa de materiales).
 Cuidar las relaciones interpersonales.
 Intensificarlas
 Evitar sobre todo la rutina y la indiferencia.
 Los temas o contenidos deben ser tratados según la dinámica progresiva de descubrir –
compartir – profundizar.
 Y siempre los temas en función de las personas y no al revés.

Aspectos en los que hay que prestar atención durante la reunión:


 Introducir poco a poco la dimensión de compromiso, tanto personal como grupal, sobre la
base de presupuestos realistas... Para ello ayudará no poco el análisis de la realidad de los
propios miembros del grupo.
 Iniciar a la oración y a la celebración debe constituir también en su momento una
preocupación importante en la marcha del grupo cristiano.

Los Temas: Han de ser temas cercanos a los intereses y conocimientos de los participantes pues
sabido es que las personas nos sentimos más fácilmente motivadas a hablar de aquello que
conocemos y dominamos que de aquello que nos resulta incierto, desconocido o carente e interés.
De ahí también la importancia de sugerir temas que recojan las preocupaciones, inquietudes y
necesidades más inmediatas de la vida de los miembros del grupo.

Los Materiales: Lo importante habrá de ser que los animadores sepan utilizarlos y adecuarlos
convenientemente a la situación del propio grupo. El animador los debe adaptar a las
posibilidades reales de los respectivos grupos y disponer de un conjunto de materiales
suficientemente amplio de consulta, de ayuda y de enriquecimiento de los diferentes temas que
han de ser abordados.

La metodología: En el proceso de maduración cristiana existen dos objetivos a los que conviene
prestar singular atención. Uno es la preocupación por unir la fe y la vida, ya que lo decisivo aquí
termina siendo las actividades personales, pero a ello contribuye indudablemente una
metodología acertada. Y otro es el de conseguir una verdadera pedagogía de conversión, es
decir, implicativa, vivencial, transformadora de las propias actitudes y comportamientos.

Trabajo Evaluativo

a.- Investiga en alguna bibliografía distinta de estos apuntes (citar la bibliografía consultada)
acerca de los distintos estilos de animación.

b.- Describe cuáles son, a tu criterio, las cualidades más importantes que debe tener un
animador

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