Miércoles 8 de Diciembre de 2021
Miércoles 8 de Diciembre de 2021
Miércoles 8 de Diciembre de 2021
Para que los más necesitados, los pobres de este mundo, encuentren en María Santísima
su protección maternal, y que sea en sus vidas un motivo para seguir esperando, oremos...
Por todas las familias de nuestra comunidad, para que por la auténtica conversión de
nuestras vidas, apartándonos del pecado y la soberbia, nos preparemos convenientemente
para recibir al Señor y celebrar con un auténtico espíritu cristiano la Navidad, oremos...
CELEBRANTE:
Escucha, Padre, nuestras oraciones y haz que siguiendo el ejemplo de la Virgen María, seamos dóciles
a la inspiración de tu Espíritu, para poder llevar a Cristo a los hermanos y proclamar tu grandeza con
nuestras alabanzas y la santidad de nuestras costumbres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
En este pan y en este vino que ahora presentamos a nuestro Padre, ofrezcámosle nuestro
humilde y perseverante trabajo de transformación de nuestro corazón, como señal de su
presencia salvadora en nosotros.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la
oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")
En la plegaria solemne de la Iglesia damos gracias a Dios recordando lo que ha hecho con la
Santísima Virgen. Damos gracias porque a nosotros también nos ha llamado a la plena
unión con Él por siempre.
COMUNIÓN:
En el Evangelio hemos escuchado el anuncio del Señor que viene a salvarnos: el
Emmanuel, el Dios con nosotros; ese mismo Dios que ahora se nos ofrece en el sacramento
del altar, y que así quiere ser nuestro alimento en esta espera.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer
la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Necesitamos un poco de luz en medio de la oscuridad y de la realidad del mal del mundo.
Necesitamos, un personaje como María, que nos ayude a recuperar el sentido cristiano de la
Navidad: limpios por dentro y bien dispuestos por fuera. ¡Viene el Señor! ¡María nos
acompaña!