Hemostasia, Hemorragia Quirúrgica y Transfusión
Hemostasia, Hemorragia Quirúrgica y Transfusión
Hemostasia, Hemorragia Quirúrgica y Transfusión
Biología de la hemostasia
Vasoconstricción
La vasoconstricción es la respuesta inicial a la lesión vascular. Es más
pronunciada en vasos con músculo en la capa media y depende de la contracción
local del músculo liso. Está vinculada con la formación de un tapón plaquetario. El
tromboxano A 2 (TXA2) se produce de manera local en el sitio de la lesión a través
de la liberación de ácido araquidónico desde la membrana plaquetaria; es un
vasoconstrictor potente del músculo liso. De la misma forma, las endotelinas
sintetizadas en el endotelio y la serotonina (5-hidroxitriptamina) liberadas durante
la agregación, Por último, la bradicinina y los fibrinopéptidos, que participan en la
cascada de la coagulación, también son capaces de producir la contracción
vascular del músculo liso. La intensidad de la vasoconstricción varía con el grado
de lesión vascular.
Función plaquetaria
Las plaquetas son fragmentos de megacariocitos que carecen de núcleo. En
condiciones normales circulan en cifras entre 150 000 y 400 000/μl.
Si no se consumen en una reacción de coagulación, las plaquetas suelen
eliminarse en condiciones normales en el bazo y tienen una vida promedio de
siete a 10 días.
No suelen adherirse una con otra o a la pared vascular, pero pueden formar un
tapón que colabora en la interrupción de la hemorragia cuando ocurre pérdida de
la continuidad vascular.
Coagulación
La hemostasia implica la interrelación y la combinación complejas de interacciones
entre plaquetas, endotelio y múltiples factores de coagulación circulantes y unidos
con la membrana.
Distinguimos dos secuencias: la vía extrínseca (vía tisular) y la vía intrínseca (vía
de contacto). Posteriormente se unen en una vía común.
Fibrinólisis
La degradación del coágulo de la fibrina permite restaurar el flujo sanguíneo
durante el proceso de curación después de una lesión, y comienza al mismo
tiempo que inicia el desarrollo del coágulo.
(cascada de la coagulación) hay una vía intrínseca y otra extrínseca que coinciden
en la transformación del factor X en factor Xa. A partir de aquí empieza la vía
común: se transforma la protrombina (II) en trombina (IIa) y después el fibrinógeno
(I) a fibrina. Cuando los polímeros de fibrina están formados se va iniciando
una degradación de esta red en productos de degradación de la fibrina (PDF). Es
la fibrinolisis. Esto se produce por acción de la plasmina que, a su vez, procede de
la activación de una proteína llamada plasminógeno.
La acción de la plasmina es fundamental para que el coágulo formado durante la
cascada de la coagulación se vaya disolviendo conforme se produce la
cicatrización del tejido dañado. La activación del plasminógeno que está presente
dentro del coágulo se produce por acción del t-PA (activador del plasminógeno
tisular) liberado lentamente por los tejidos lesionados. En esta activación también
actúan el factor XIIa, quininas y calicreínas.
Hemofilia
Los pacientes con hemofilia grave tienen hemorragias espontáneas intensas, con
frecuencia en las articulaciones, lo que da origen a artropatías incapacitantes. Con
la enfermedad grave se añaden consecuencias clínicas como hematomas
intramusculares, hematomas retroperitoneales, y hemorragia de tubo digestivo,
genitourinaria y retrofaríngea. Los pacientes con hemofilia moderada tienen menos
hemorragias espontáneas, pero es probable que sangren de manera profusa
después de un traumatismo o intervención quirúrgica. Los pacientes con hemofilia
leve no tienen hemorragias espontáneas y sólo tienen sangrados menores
después de un traumatismo mayor o cirugía.
En ocasiones, el diagnóstico de hemofilia no se establece en estos pacientes
hasta después de su primer procedimiento menor
Anomalías plaquetarias
Las anomalías adquiridas de las plaquetas pueden ser cuantitativas o cualitativas.
La producción insuficiente suele ser consecuencia de trastornos de la médula
ósea como los causados por leucemia, síndrome mielodisplásico, deficiencia
grave de vitamina B 12 o folato, uso de quimioterapéuticos, radioterapia,
intoxicación aguda por etanol o infecciones virales.
Anticoagulación y hemorragia
Warfarina
Se utiliza para la anticoagulación a largo plazo en varias situaciones clínicas, lo
que incluye:
Trombosis venosa profunda
Embolia pulmonar
Valvulopatía cardiaca
Fibrilación auricular
Embolia sistémica recurrente
Infarto miocárdico recurrente,
Válvulas cardiacas protésicas e implantes protésicos
Circulacion extracorporea
El contacto con las mangueras y membranas del circuito produce una activación
anormal de las plaquetas y los factores de coagulación, además de activación de
las cascadas inflamatorias, lo que al final causa fibrinólisis excesiva y una
combinación de defectos plaquetarios cuantitativos y cualitativos.
Hemostasia local
El objetivo es evitar la hemorragia adicional desde vasos sanguíneos lesionados
por incisión o por corte transversal.
Presión digital
Ligadura de vaso sanguíneo
Empacamiento
Agentes térmicos
Agentes hemostáticos tópicos
Transfusión
Reacción cruzada
Los individuos receptores con Rh negativo sólo deben ser transfundidos con
sangre Rh negativo. Los eritrocitos O negativo de tipo sanguíneo específico mayor
tienen la misma seguridad para las transfusiones de urgencia. Los problemas se
relacionan con la administración de cuatro o más unidades de sangre O negativo
por el incremento significativo en el riesgo de hemólisis.
Se está incrementando el uso de transfusiones autólogas. Pueden recuperarse
hasta cinco unidades para su uso subsiguiente durante procedimientos
programados. Los pacientes pueden donar sangre si su concentración de
hemoglobina se encuentra por arriba de 11 g/100 ml o si el hematócrito es > 34%.
Eritrocitos
La vida de anaquel de los eritrocitos es de 42 días. La evidencia reciente demostró
que la edad de los eritrocitos puede tener una participación significativa en la
respuesta inflamatoria y la incidencia de falla orgánica múltiple.
En la actualidad, los eritrocitos congelados no están disponibles para uso en
urgencias, ya que la descongelación y preparación toma horas.
Los autores que apoyan el uso de hemoderivados con reducción de leucocitos
argumentan que la transfusión alógena de leucocitos predispone a las infecciones
maternas posoperatorias e insuficiencia de múltiples órganos.
Concentrados plaquetarios
La vida de anaquel de los concentrados plaquetarios es de 120 h desde el
momento de la donación.
Una unidad de concentrado plaquetario tiene un volumen aproximado de 50 ml.
Los preparados plaquetarios pueden transmitir enfermedades infecciosas y
provocar reacciones alérgicas similares a las causadas por la transfusión de
eritrocitos.
El nivel terapéutico de las plaquetas es de 50 000 a 100 000/μl, pero depende
mucho de la situación clínica.
Reposicion de volumen
• Se utilizan hemoglobina o el hematócrito para valorar la pérdida de sangre
• En situaciones de hemorragia aguda
• La intensidad y velocidad de la hemorragia son factores en el desarrollo de
signos y síntomas de hemorragia.
• En pacientes con cifras preoperatorias normales, la pérdida de hasta 20%
del volumen sanguíneo total puede sustituirse con soluciones cristaloides o
coloides.
• La pérdida sanguínea mayor valor requiere la adición de reanimación
balanceada, que incluye plaquetas, eritrocitos, FFP
Complicaciones de la transfusion
Las complicaciones de la transfusión se relacionan principalmente con respuestas
proinflamatorias inducidas por la sangre
1. Reacciones no hemolíticas
1°C
La incidencia de reacciones febriles puede reducirse en gran medida
con el uso de hemoderivados con bajo contenido de leucocitos
Las manifestaciones clínicas incluyen signos como: fiebre y
escalofrío, taquicardia e hipotensión y síntomas gastrointestinales
(dolor abdominal cólico, vómito y diarrea).
Si se sospecha el diagnóstico, debe interrumpirse la transfusión y se
envía a cultivo la sangre.
El tratamiento de urgencia incluye la administración de oxígeno,
fármacos antagonistas adrenérgicos y antibióticos.
. 2. Reacciones alérgicas
Son relativamente frecuentes, y ocurren en casi 1% de todas las
transfusiones.
En casos raros hay choque anafiláctico.
Las reacciones alérgicas se deben a la transfusión de anticuerpos de
donadores hipersensibles o a la transfusión de antígenos a los que el
receptor es hipersensible.
El tratamiento y profilaxis consisten en la administración de
antihistamínicos.
En casos más graves puede indicarse el uso de adrenalina o
esteroides.
3. Complicaciones respiratorias
El compromiso respiratorio puede estar vinculado con sobrecarga
circulatoria relacionada con la transfusión que es una complicación
evitable. Puede ocurrir con la administración rápida de la sangre, con
extensores del plasma o soluciones cristaloides.
Cuando se administren grandes cantidades de líquidos debe
considerarse la vigilancia de la presión venosa central.
La sobrecarga se manifiesta con incremento de dicha presión, disnea
y tos.
El tratamiento consiste en iniciar la diuresis, reducir la administración
de líquidos durante los hemoderivados.
4. Reacciones hemolíticas
Agudas. Administración de sangre con incompatibilidad ABO y letal
en el 6%.
Las inmediatas se caracterizan por la destrucción intravascular de
eritrocitos con hemoglobinemia y hemoglobinuria. Insuficiencia renal
aguda.
Tardías ocurren dos a 10 días después de la transfusión y se
caracterizan por hemólisis extravascular, anemia leve e
hiperbilirrubinemia indirecta. Los síntomas relacionados incluyen
fiebre, insuficiencia respiratoria, hipotensión y taquicardia. En
pacientes anestesiados los datos característicos incluyen hemorragia
difusa e hipotensión.
5. Trasmisión de enfermedades
Paludismo
Enfermedad de Chagas
Brucelosis,
Sífilis
Hepatitis C y B
VIH-1