Dictamen de Expertos
Dictamen de Expertos
Dictamen de Expertos
A. DEFINICIÓN
Es la prueba proporcionada por terceras personas no involucradas de
manera
directa en el juicio ordinario civil, sino que ha sido solicitada mediante un
encargo judicial debido a conocimientos con los cuales cuentan los expertos,
sea cual fuere el ámbito del acto solicitado. De los resultados obtenidos los
expertos tienen que hacerlos del conocimiento del juez, realizando para el
efecto las deducciones, opiniones y comprobaciones que sean necesarias
con los medios o datos que se les hayan encargado.
B. PROCEDIMIENTO
El Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto ley número 107 del Congreso
de la
República de Guatemala, en su Artículo número 166 en lo que respecta a la
aceptación
y recusación de los expertos regula: “Aceptación y recusación de los
expertos. Dentro de cinco días de notificados los expertos aceptarán
personalmente el cargo, en cuya oportunidad el juez se los discernirá. Si no
comparecieren o no aceptan dentro del mencionado término, la parte
interesada deberá poner por una sola vez nuevo experto dentro del término
que le fije el juez bajo apercibimiento de hacer la designación de oficio. Los
expertos podrán ser recusados por las partes dentro de cuarenta y ocho
horas de notificado el nombramiento, por los mismos motivos de recusación
de los jueces. Las partes sólo podrán recusar a los expertos que hubieren
designado, por causas posteriores al nombramiento”.
El Artículo anteriormente anotado regula específicamente el trámite de la
prueba, debido a que en dicha fase es en donde ocurren determinadas
incidencias que retardan la integración correspondiente a la prueba en el
proceso civil guatemalteco.
En dicha fase transcurren cinco días después de la notificación en la que los
peritos deben aceptar de manera personal el cargo. También puede suceder
que ninguno de los expertos comparezca a la aceptación dentro del término
anotado y en cuyo caso se deberá señalar un nuevo término para que sea
propuesto por una única vez un nuevo experto bajo el apercibimiento de que
el juez pueda llevar a cabo la designación de oficio que en derecho
corresponda.
También puede ocurrir con posterioridad, que los peritos pueden ser
recusados dentro de las cuarenta y ocho horas posteriores de que el
nombramiento sea notificado, lo cual conlleva consigo un retardo.
Para evitar que ocurra la pérdida de tiempo anteriormente anotada, la cual
no ocurre por responsabilidad de la ley si no por culpa de las partes, debido
a que deviene a consecuencia de la inexistencia de interés de la integración
de la prueba. La norma relacionada a que las partes únicamente pueden
recusar a los expertos que hubieren designado por circunstancias posteriores
al nombramiento, se puede claramente explicar debido a que las partes
deben tener el cuidado de llevar a cabo la selección de sus peritos
previamente a proponerlos, así también la norma que regula la inapelabilidad
de las resoluciones que se dicten en los incidentes de recusación de peritos.
RECONOCIMIENTO JUDICIAL
D. PUNTOS DE RECONOCIMIENTO
Puede inspeccionarse u observarse un inmueble, un edificio, las personas,
los semovientes, los animales, las cabezas de ganado, etc. El Artículo 173
del Código Procesal Civil y
Mercantil dice: pueden ser objeto del reconocimiento judicial las personas,
cosas, lugares que interesen al proceso.
Pedido el reconocimiento, el juez dispondrá la forma en que debe ser
cumplido; señalara tres días de anticipación por lo menos, el día y la hora en
que haya de practicarse y procurara en todo caso su eficacia. El
reconocimiento sobre las personas, ya sea en caso de incapacidad,
parentesco, enfermedad u otros similares, se practicara en forma de asegurar
los resultados con la menor violencia posible, física o moral sobre las mismas
pudiéndose realizarse por los expertos en forma reservada. La inspección,
en sí misma, debe estar íntimamente relacionada con el asunto litigioso,
porque, de no estarlo sería una prueba inconducente o impertinente ya que
no tendría nada que ver con los puntos puestos a discusión. De la inspección
o reconocimiento se levanta siempre una acta en la que se hace constar la
fecha, la hora, el lugar en donde está actuando y las cosa, los objetos o la
personas que se hayan observado, procurando que dicha acta sea lo más
descriptiva posible.”
F. FUERZA PROBATORIA
Partiendo de la no existencia de normas legales de valoración, la doctrina se
ha referido con reiteración a la apreciación discrecional por el órgano judicial,
a que el reconocimiento no es una prueba privilegiada que haya de
prevalecer sobre las otras practicadas, ni el acta puede ser considerada un
documento con el valor propio de éstos, y ello ni siquiera respecto de la parte
del acta que refleja las exterioridades de la cosa inspeccionada, esto es,
cuando lo consignado procede de lo que haya percibido el juez directamente
por sus sentidos y, por tanto, menos aún en aquellas otras partes en que
vierte calificaciones o juicios de valor o en que constata observaciones de los
litigantes o de los peritos que los acompañan