Tarea B2 Edisson Salinas
Tarea B2 Edisson Salinas
Tarea B2 Edisson Salinas
Tarea B2
Introducción a la filosofía.
San Agustín
Es una de las personas mas interesantes de su tiempo, del
cristianismo y de la filosofía. Su personalidad originalista y
rica deja una huella profunda en todas las cosas donde pone
su mano.
San Anselmo
Aristóteles
San Buenaventura
Santo Tomás fue un puro espiritual. Su vida entera estuvo dedicada al trabajo de
la filosofía y la teología, y movida por la religión. Era un hombre singularmente
sencillo y bondadoso, consagrado íntegramente a la gran obra intelectual que
consiguió llevar a cabo. Los testimonios más próximos que se tienen de él indican
la afección profunda que inspiraba a sus amigos más cercanos; así, su maestro
Alberto Magno, que se puso en camino, ya muy viejo, hacia París, para defender
las doctrinas de su discípulo, condenadas por el obispo Tempier, y sintió siempre
profundamente la muerte de Tomás; su biógrafo Guillermo de Tocco y, sobre todo,
su compañero de Orden y amigo fiel fray Reginaldo de Piperno. La Iglesia canonizó
a Tomás y reconoció, junto a su santidad, su valor relevante en la Escolástica. Santo
Tomás ha sido llamado Doctor Angelicus.
Para Santo Tomás hay una distinción clara: se trata de dos ciencias, de dos tipos
distintos de saber. La teología se funda en la revelación divina; la filosofía, en el
ejercicio de la razón humana; se ha dicho, con razón, que en rigor la teología no la
hace el hombre, sino Dios, al revelarse. Filosofía y teología tienen que ser
verdaderas; Dios es la misma verdad y no cabe dudar de la revelación; la razón,
usada rectamente, nos lleva también a la verdad. Por tanto, no puede haber conflicto
entre la filosofía y la teología, porque sería una discordia dentro de la verdad. Son,
pues, dos ciencias independientes, pero con un campo común; su distinción viene,
ante todo, del punto de vista del objeto formal; pero su objeto material coincide
parcialmente. Hay dogmas revelados que se pueden conocer por la razón; por
ejemplo —indicará Santo Tomás—, la existencia de Dios y muchos atributos suyos,
la creación, etc.; sin embargo, su revelación no es superflua, porque por la razón
solo conocerán estas verdades muy pocos. En los casos en que se puede comprender
racionalmente, es preferible esto a la pura creencia. Encontramos aquí una
resonancia mitigada del fides quaerens intellectum; Santo Tomás no cree ya que se
pueda intentar la comprensión racional del objeto de la fe, sino solo en parte. La
razón aplicada a los temas que son también asunto de fe y de teología es la llamada
teología natural; hay, pues, una teología natural junto a la theologia fidei. Esta
teología natural es para Santo Tomás filosofía, y lo más importante de ella; en rigor,
es la filosofía tomista. (Marias)
2. Mediante un breve ensayo, analice la forma de como San Anselmo y
Santo Tomás argumentan racionalmente el problema de la existencia de
Dios, establezca relaciones y diferencias.
Diferencias
En cuanto a los valores de Dios, Santo Tomás dice que Dios los elige de acuerdo
a los requisitos de su naturaleza y no por un acto arbitrario de su voluntad, como
afirma san Anselmo.
San Anselmo al contrario que Santo Tomás pasa del Ser supremo que es Dios
como causa del universo a la Trinidad, y como ya hemos visto respecto a este
problema Santo Tomás diferencia dos problemas: el de Ente supremo y el de Dios
único y Trino.
Santo Tomás hace una total distinción entre fe y razón y de cada uno de sus
componentes, aunque a la hora de llegar a entender algo son complementarias; pero
dando siempre primacía a la fe respecto a la razón. San Anselmo parte de la fe, pero
de una fe que busca comprender. Acentúa la necesidad de empezar desde la fe, pero
se opone a una fe ciega, no como Santo Tomás que rompió con la línea agustiniana
de su tiempo e incorporó al mundo de la fe no sólo la racionalidad, sino también es
carácter realista y empírico de la obra aristotélica.
Relaciones
Ambos son escolásticos y como ello defienden una tesis (que es la existencia de
Dios) sobre temática religiosa.
Ambos tienen una meta: establecer los caminos de la prueba de que Dios existe.
Los dos coinciden en Dios como un Ser supremo con un gran número de
atributos, causa del universo y que sin el cual nada es posible.
Ambos actúan en mayor o menor medida como mediadores entre los grandes
problemas filosóficos de su época; San Anselmo aparece como mediador entre los
que pensaban que la razón tenía que subordinarse a la fe, y entre los que valoraban
positivamente a la razón y afirmaban que los contenidos de la fe debían ser probados
racionalmente.
(Hankey, 2002)
3. Realice una consulta detallada del giro filosófico que se da en la
modernidad, presente un informe de lecturas.
Se podría señalar que las raíces de este interés, propio y característico del
pensamiento contemporáneo se encontrarían, al menos en parte, en la atención que
varios pensadores de nuestra época le brindaron a la filosofía práctica aristotélica,
principalmente en el marco de una confrontación con la vertiente ilustrada
(kantiana) de fundamentación de la ética.
En esta línea, por una parte, se destaca la figura de Hans-Georg Gadamer, cuya
hermenéutica filosófica inspiró fuertemente a este movimiento rehabilitador que
buscaba sustentar -mediante el retorno al aristotelismo- nuevas orientaciones para
la deliberación y la acción humana en el contexto del mundo contemporáneo. Y por
otra, se puede mencionar también al pensador anglosajón Alasdair McIntyre, figura
central de la corriente de pensamiento conocida como neoaristotelismo.
Ahora bien, no se debiera desconocer el hecho de que una valiosa contribución
a esta fuerza espiritual fue impulsada -al menos en algún sentido- también por
Heidegger; particularmente en relación con el vivo interés que éste le brindara a la
filosofía práctica de Aristóteles en sus años de juventud, aunque luego abandonara
tal proximidad en beneficio del giro ontologizante que adquirió su pensamiento.
Los autores que han adherido a ambas posibilidades han buscado paralelamente
conducir la argumentación también para remontar la validez del discurso práctico
más allá de la simple tarea analítica que el predominio del cientificismo positivista
le había asignado a la filosofía metafísica indistintamente, así como habían
pretendido los filósofos del Círculo de Viena, asociados al llamado empirismo
lógico (M. Schlick, R. Carnap, O. Neurath, entre otros) durante la primera mitad
del siglo XX. Esta confrontación, a la postre, se tradujo en el intento por fundar
racionalmente una ética y una política de tipo valorativo.
Por todo ello, resulta posible afirmar que el desarrollo de las éticas aplicadas ha
cobrado interés durante las últimas décadas. Desde su particular aproximación
teórica el espectro de problemas susceptibles de ser tematizados se ha venido
ampliando considerablemente en cuanto se le ha otorgado atención cada vez mayor
a una serie de asuntos que hasta hace muy poco, en el mejor de los casos, eran
aludidos de manera sólo indirecta en la reflexión o simplemente no aparecían
porque no eran percibidos de forma alguna. Este ensanchamiento de la óptica moral
en el mundo actual ha dado lugar a la emergencia y al correspondiente
reconocimiento de ámbitos problemáticos que demandan una investigación
filosófica y ética cada vez más exhaustiva. Parece evidente la necesidad del
pensamiento actual de acometer la tarea de pensar en lo no pensado suficientemente
hasta el momento, de escrutar hasta sus últimas consecuencias el sentido de un
conjunto de problemas que se hacen particularmente visibles hoy en día cuando las
coordenadas del mundo técnico los tornan relevantes por efecto de sus propias y,
en muchas ocasiones, nefastas implicancias.
No obstante, una tarea como ésta, por la propia naturaleza de los problemas
abordados, no puede pensarse sino a partir de una disposición de diálogo entre
saberes, de aproximación sintónica a las heterogenéticas vivencias del mundo
actual; porque la definición multifactorial de los problemas del presente no puede
sino conducir al desarrollo de perspectivas analíticas de integración y de interacción
epistemológica. Y ése parece ser, en términos generales, el espíritu que subyace a
una disposición reflexiva como la ética aplicada: indagar en la naturaleza moral, en
el fundamento ético-filosófico del complejo entramado de prácticas cotidianas en
las que transcurre la vida, reconociendo espacios particularmente dilemáticos y
disensuales en relación con la expansión del desarrollo científico y técnico.
Explorar las implicancias morales de un conjunto de dimensiones de conflictividad
tales como la preservación del medio ambiente, la relación con el mundo animal
no-humano, el desarrollo de la praxis biomédica, las relaciones organizacionales, la
experiencia concreta de la ciudadanía, entre otras, es la tarea de las éticas aplicadas.
Provocar una mayor convergencia del saber científico y filosófico, articular en un
todo de coherencia la usualmente divergente expresión del desarrollo técnico y el
desarrollo moral de la humanidad ofrece una perspectiva de futuro que no se puede
abandonar sin abandonar con ello la responsabilidad que los seres humanos
enfrentan en este momento de la historia.
En consecuencia, la preparación de una nueva modalidad de arraigo para la vida
humana a partir de la previsible proyección de las consecuencias del desarrollo es
una tarea ineludible del pensamiento contemporáneo. En este sentido, las éticas
aplicadas desempeñan un papel de máxima importancia en cuanto representan una
de las opciones más válidas de reformulación del criterio que hasta ahora ha
prevalecido en la dirección del curso seguido por los acontecimientos que dan
forma a la existencia humana. (Chile, 2004)
4. Exponga diferentes argumentos en una presentación con diapositivas de
los significo el giro de Kant dio a la filosofia hasta ese momento.
5. Adquiere una comprensión clara y concisa de por que la filosofia de
Kant como de otros autores en su línea de pensamiento se basan sobre
todo en la critica de la razon pura. Haga un breve análisis en una página
sobre esa cuestión.
Los juicios analíticos son aquellos en los que el predicado está incluido en el
concepto, en el sujeto, son juicios explicativos pues sólo esclarecen algún
conocimiento previo. Por otro lado, los sintéticos, extienden nuestro conocimiento,
en éstos la información del predicado no está incluida en el sujeto.
Por lo general, asociamos con juicios a posteriori los juicios sintéticos, y los
juicios a priori con los analíticos. Por ejemplo: “Todos los cisnes son blancos”, es
un juicio sintético, puesto que el color “blanco” no es parte del concepto, del sujeto,
“cisne” (un cisne negro no deja de ser cisne) y también es a posteriori, puesto que
está sujeto a su contingencia y particularidad, sin que podamos saber (a priori) si
todos los cisnes son blancos.
“Con que se le hubiese ocurrido a uno de los antiguos plantear simplemente esta
pregunta –cómo es posible una extensión del conocimiento independientemente de
la experiencia, o cómo son posibles los juicios sintéticos a priori- ello hubiese
bastado, por sí solo, para oponerse poderosamente hasta hoy a todos los sistemas
de la razón pura y hubiera ahorrado infinidad de tentativas inútiles, realizadas a
ciegas y desconociendo de qué se trataba realmente.”
Hankey, W. (2002). San Agustín, San Anselmo y Santo Tomás. España: Augustinus.