Relatoría 4

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Relatoría Sobre la Sesión de J.

Robel Arenas acerca de los agujeros negros cuánticos


y el efecto Hawking
Anyely Mildred Rodríguez Ramírez (Estudiante de Ingeniería Civil)
El día lunes 28 de octubre, en la sesión de clase Cuántica para Todos y para Todo, que se
realiza en el auditorio de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de
Colombia, el profesor J. Robel Arenas nos introdujo a los agujeros negros cuánticos.
Los agujeros negros se definen como una región del espacio donde nada, incluida la luz,
puede escapar. En 1915 Albert Einstein con su revolucionaria teoría general de la
relatividad, postula que el espacio y el tiempo se pueden unificar en un solo concepto: el
espacio-tiempo; y que la gravedad en vez de considerarse como una fuerza, puede
entenderse como la deformación del espacio-tiempo, los objetos con masa deforman el
espacio-tiempo modificando la trayectoria de otros objetos; por esto, los planetas orbitan el
sol, por ejemplo, la materia le dice al espacio-tiempo como curvarse y el espacio-tiempo le
dice a la materia cómo moverse. Incluso, la trayectoria de la luz cambia al pasar cerca de
un objeto masivo, si la luz de una estrella lejana pasa cerca del sol, esta se curvará haciendo
parecer que la estrella está en una posición diferente a la que debería estar.
Como hemos notado, es muy difícil separarnos de la tierra, tan pronto saltamos volvemos
a ella; un cohete tiene que moverse a 11,2 Km/s o más para poder escapar del planeta
tierra, esta es la llamada Velocidad de Escape. Karl Schwarchild se propuso resolver las
ecuaciones de campo que proponía Einstein, y encontró que, matemáticamente la
velocidad de escape depende tanto de la masa como del tamaño del objeto del que se
quiere escapar, mientras más grande la masa o más pequeño el radio, mayor es la
velocidad de escape; si un objeto de cualquier masa se hiciera lo suficientemente pequeño,
la velocidad de escape puede alcanzar los 300.000 km/s de forma que ni siquiera la luz
podría escapar. A este fenómeno teórico se le llamó agujero negro, y por mucho tiempo se
pensó que era sólo una curiosidad matemática. En los años 60 se descubrió que, si Einstein
tenía razón, los agujeros negros tenían que existir en la naturaleza, pero, ¿cómo es posible
que un objeto se comprima tanto? Una estrella, por ejemplo, por lo menos 25 veces más
grande que el sol, su atracción gravitacional es muy grande pero también lo son las fuerzas
atómicas que empujan la masa hacia afuera, eso hace que el tamaño de la estrella se
mantenga estable. Pero después de varios millones de años la estrella consume todo su
combustible atómico, ya no hay nada que la empuje hacia afuera y entonces de repente, se
colapsa sobre sí misma y luego explota en forma de supernova y finalmente se convierte
en un agujero negro. La frontera del agujero negro se llama horizonte de eventos,
cualquier cosa que traspase esta frontera es absorbida por el agujero negro para siempre,
ningún tipo de materia, energía o información puede escapar. ¿Eso no los haría invisibles?
Pues sí, sólo se podrían detectar los efectos que provocan a su alrededor (como el efecto
de lente gravitacional causado por la deformación de la trayectoria de la luz) por ejemplo,
si absorbiera una gran cantidad de gas, este se calentaría tanto al irse acercando que
produciría rayos x que si podríamos detectar.
Pero la única forma de detectar uno es por medio de las ondas gravitacionales que
producen al nacer al colisionar con otro, en el centro del agujero negro se encuentra un
efecto que es una singularidad, un punto de enorme de enorme masa, pero sin volumen, y
es tan masivo que la curvatura del espaciotiempo es infinita, es una región del universo tan
extraña que hasta las leyes de la física y las matemáticas dejan de funcionar. Algunos
tiempos de agujero negro podrían curvar tanto el espacio-tiempo, que podrían curvar
nuestro universo, e incluso con otros universos, estos se conocen como agujeros de
gusano. Además de los agujeros negros nacidos por estrellas existen otros supermasivos
que se encuentran en el centro de la mayoría de las galaxias jugando un papel importante
en el desarrollo del universo, podría ser incluso que el Big-bang fuera la consecuencia de
un agujero negro que comprimió toda la materia de un universo anterior y explotó después
dando origen al nuestro.
En 1974 Hawking propone la teoría de lo más pequeño, la mecánica cuántica predice que
el espacio vacío es el surgimiento de partículas y antipartículas que aparecen en pares y
se aniquilan entre sí; un instante después, estas partículas existen por tan poco tiempo que
no se les considera parte de la realidad, los físicos las llaman partículas virtuales. Hawking
se dio cuenta de que en un lugar del universo esas partículas pueden volverse reales;
alrededor de un agujero negro hay una línea en el espacio llamada horizonte de sucesos,
fuera de esa línea la gravedad es muy débil para atrapar la luz, dentro de esta línea nada
puede escapar. Si un par de partículas virtuales se formaran en el límite del horizonte de
sucesos, una de ellas podría cruzar el punto sin retorno antes de volver a combinarse,
caería hacia el agujero negro dejando su compañera escapar como radiación, la radiación
de Hawking. Si Hawking tiene razón, los agujeros negros no serían negros, deberían brillar
débilmente.

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