Imperio Caroligio

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Imperio carolingio

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Imperio carolingio




768-843
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Extensión del Imperio Carolingio a nivel europeo.

Capital Aquisgrán

Idioma principal Latín

Otros idiomas Francés, galoitaliano, franconio, sajón y otras.

Religión Cristianismo

Gobierno Monarquía absoluta

Emperador
• 768-814 Carlomagno
• 814-840 Luis I
• 840-843 Lotario I

Período histórico Alta Edad Media


• Carlomagno rey de Italia y patricio romano 768
• Carlomagno coronado emperador 800
• El emperador Miguel I Rangabéreconoce el título
812
imperial a Carlomagno
• Muerte de Carlomagno 814
• Tratado de Verdún 843
• Disolución 843

Superficie 1 200 000 km²

Población
• est. 15 000 000
Densidad 12,5 hab./km²

Moneda Denario

El Imperio carolingio es un término historiográfico utilizado para referirse al reino franco que
dominó la dinastía carolingia del siglo VIII al siglo IX en Europa occidental. Este período de la
historia europea deriva de la política de los reyes francos, Pipino el Breve y Carlomagno, que
supuso un intento de recuperación de la cultura clásica en los ámbitos políticos, culturales y
religiosos de la época medieval. La coronación de Carlomagno como emperador en Roma fue
un hecho relevante e importante como símbolo de restauración de facto del Imperio romano
de Occidente, que en realidad sirvió para legitimar el poder de la etnia germánica que había
invadido el territorio que antiguamente correspondía a los romanos. Tras su partición por
el Tratado de Verdún en 843, sería sustituido un siglo después por el Reino de Francia en su
parte oeste, y por el Sacro Imperio Romano Germánico en el este.
En su apogeo, el imperio tenía una población de diez a veinte millones de personas y una
extensión de 1 112 000 km².1

Índice

 1Historia
o 1.1Los carolingios
o 1.2Carlomagno
o 1.3Carolingios posteriores
o 1.4Causas de la disgregación del Imperio carolingio
o 1.5El legado carolingio
 2Política interior
 3Economía
 4Cultura y arte
 5Véase también
 6Referencias
 7Bibliografía

Historia[editar]
Los carolingios[editar]
Véase también: Carolingios

La dinastía deriva del matrimonio de los hijos de Arnulfo de Metz y Pipino el Viejo, ambos
descritos por Fredegario como los señores más importantes de Austrasia. La familia consolidó
su poder desde el segundo tercio del siglo VII consiguiendo que el oficio de mayordomo de
palacio fuese hereditario, y convirtiéndose así en los verdaderos gobernantes de los francos;
mientras que los reyes merovingios quedaban reducidos a un papel nominal, es por ello que
se les denomina «reyes holgazanes».
El mayordomo de palacio de todos los reinos merovingios, Pipino el Breve (hijo del
mayordomo Carlos Martel y descendiente de Pipino el Viejo), logró destronar a su
rey merovingio Childerico III en 751, y fue reconocido rey de los francos con apoyo del
papa Zacarías, y posteriormente ungido como rey por el papa Esteban II en 754. Así, aunque
Pipino fue rey electo, aseguró su legitimidad divina a través del papa.
En efecto, Pipino consolidó su posición en 754 al fraguar una alianza con el papa Esteban II,
quien obsequió al rey de los francos una copia de la Donación de Constantino en París, y le
ungió a él y a su familia en una majestuosa ceremonia en Saint-Denis, declarándolo patricius
Romanorum («protector de los romanos»). El año siguiente, Pipino cumplió la promesa hecha
al papa y recuperó el exarcado de Rávena, recientemente perdido ante los lombardos,
entregándoselo al papa en lugar de devolvérselo al emperador bizantino. Pipino entregó
también los territorios reconquistados en los alrededores de Roma, dando pie a la creación de
los Estados Pontificios en la Donación de Pipino, que dejó en la tumba de San Pedro. La
reconstruida monarquía franca proporcionaría una base de poder leal (potestas) en la creación
de un nuevo orden mundial, en que el liderazgo religioso-espiritual del papa acrecentó su
dosis de poder político-terrenal.
Carlomagno[editar]
Pipino repartió el reino a su muerte en el año 768, entre sus hijos Carlos y Carlomán. De todas
formas, Carlomán se retiró a un monasterio y murió poco tiempo después, dejando a su
hermano como único rey. Este pasaría más tarde a ser conocido como Carlomagno, en
francés Charlemagne y en alemán Karl der Große. Era un personaje poderoso, inteligente y
relativamente culto, que se convertiría en una leyenda para la historia posterior tanto de
Francia como de Alemania. Carlomagno restableció un equilibrio de poder entre el emperador
y el papa.
A partir del año 772, Carlomagno emprendió una larga guerra en la que conquistó y derrotó a
los sajones para incorporar sus territorios al Imperio franco (las últimas incursiones de
Carlomagno sobre los territorios sajones está datada en 804 por los Annales regni
Francorum). Esta campaña se sumó a la práctica de líderes cristianos no romanos que
provocaban la conversión de sus vecinos por la fuerza. Los misionarios católicos francos, junto
a otros de Irlanda y de la Inglaterra anglosajona, habían penetrado en territorio sajón desde
mediados del siglo VIII, resultando en un aumento de los enfrentamientos con los sajones, que
se resistían a los empeños misionarios acompañados de incursiones militares. El principal
oponente sajón de Carlomagno, Widukind, aceptó ser bautizado en el 785, como parte de
unos acuerdos de paz, pero otros líderes sajones continuaron con la lucha. Tras su victoria en
el 782 en Verden, Carlomagno ordenó la matanza masiva de miles de prisioneros
sajones paganos. Tras varios levantamientos más, los sajones sufrieron la derrota definitiva en
el 804. Esto expandió el Imperio franco hacia el este, hasta el río Elba, algo que el Imperio
romano solo intentó una vez, y en lo que falló en la batalla del Bosque de Teutoburgo (año
9 d. C.). Para poder cristianizar con más efectividad a los sajones, Carlomagno fundó
varias diócesis, entre las que se cuentan las de Bremen, Münster, Paderborn y Osnabrück.
Al mismo tiempo (773-774), Carlomagno conquistó a los lombardos, incluyendo de esta
manera el norte de Italia en su esfera de influencia. Renovó el donativo al Vaticano y la
promesa al papado de continuar la protección por parte de los francos.
En el 788, Tasilón III, duque de Baviera, se rebeló contra Carlomagno. Tras aplastar la
revuelta, este incorporó Baviera a su reino. Además de expandir los horizontes de sus
dominios, redujo de manera drástica el poder y la influencia de los agilolfingos (la familia de
Tasilón), otra de las familias influyentes de entre los francos y sus potenciales rivales. Hasta
el 796, Carlomagno continuó expandiendo su reino todavía más hacia el sureste, hasta la
actual Austria y a partes de Croacia.
Mapas estático y animado de la expansión de los francos.
Entre 481 y 814

Entre 481 y 870


De esta manera, Carlomagno creó un reino que alcanzaba desde los Pirineos al suroeste,
incluyendo de hecho una zona del norte de la península ibérica (Marca Hispánica tras 795),
pasando por casi toda la Francia moderna (a excepción de Bretaña, que nunca fue
conquistada por los francos), y al este la mayor parte de la actual Alemania, incluyendo el
norte de Italia y la actual Austria. En la jerarquía de la Iglesia, los obispos y abades buscaban
la protección del palacio del rey, fuente tanto de protección como de seguridad. Carlomagno
se había erigido en líder de la cristiandad occidental, además de impulsar un «Renacimiento
carolingio» en la cultural literaria, gracias a su apoyo a monasterios como centros de
enseñanza.
Carlomagno según una ilustración de Alberto Durero(1511).

El día de Navidad de 800, el papa León III coronó a Carlomagno como «Emperador que
gobierna el Imperio romano», en Roma, en una ceremonia presentada como inesperada,
puesto que Carlomagno no deseaba encontrarse en deuda con el obispo de Roma, y a su
hijo Carlos el Joven como rey de los francos. Se trataba de uno más de los gestos llevados a
cabo por el papado para definir los papeles de auctoritaspapal y potestas imperial; así como
para considerarle como sucesor de los emperadores romanos. Esto originó una serie de
disputas con los bizantinos por el nombre de Imperio romano. Tras una primera protesta por la
usurpación, en 812, el emperador bizantino Miguel I Rangabéreconoció a Carlomagno como
emperador (basileus), pero no como emperador de los romanos (Βασιλεύς των Ρωμαίων),
título que se reservó el bizantino como el verdadero sucesor de los emperadores romanos. La
coronación sirvió para dar una legitimidad permanente a la primacía carolingia entre los
francos.
Tras la muerte de Carlomagno el 28 de enero de 814 en Aquisgrán, fue enterrado en
su Capilla Palatina.
Carolingios posteriores[editar]
Carlomagno tuvo varios hijos, pero solo uno le sobrevivió. Fue Luis el Piadoso, quien sustituyó
a su padre al frente del imperio unificado. Pero el hecho de que heredase el puesto fue más
un asunto de azar que intencionado. Tras tres guerras civiles, Luis murió en 840, y sus tres
hijos supervivientes decidieron repartirse el territorio en el tratado de Verdún, en 843:
1. Al hijo mayor de Luis, Lotario I, emperador desde el año 817, le correspondió los francos
centrales con las capitales imperiales Aquisgrán y Roma. A su vez, sus hijos se dividieron este
imperio en Lotaringia, Burgundia e Italia (septentrional). Estas zonas desaparecerían más
tarde, integrándose en el Imperio germánico.
2. El segundo hijo de Luis, Luis el Germánico, pasó a ser rey de los francos del este. Esta
zona sería el origen de lo que más tarde fue el Sacro Imperio Romano Germánico, que con el
tiempo llegó a ser, aproximadamente, la actual Alemania.
3. Su tercer hijo, Carlos el Calvo, pasó a ser rey de los francos del oeste, en disputa con su
sobrino Pipino II de Aquitania. La zona que ocupó llegaría a ser la actual Francia.

El reino de Carlomagno sobrevivió a su fundador y se extendió por gran parte de la Europa occidental,
sin embargo, sus sucesores se mostraron incapaces de mantenerlo. El mapa muestra los territorios del
emperador Carlos III el Gordo en el año 887.

Más tarde, mediante el tratado de Mersen (870) y Ribemont (880) se realizó una nueva
división de los territorios, en detrimento de Lotaringia.
El 12 de diciembre de 884, tras una serie de fallecimientos, el emperador Carlos III el
Gordo reunió la mayor parte del Imperio carolingio, solo Bosón de Provenza resistía como rey
en Vienne.
A finales de 887, su sobrino Arnulfo de Carintia se sublevó y se hizo con el título de rey de los
francos del este (actual Alemania). Carlos se retiró y murió poco después, el 13 de enero
de 888. Italia, y las dos Borgoñas tuvieron reyes propios. En la Francia
occidental, Eudes, conde de París fue elegido rey y fue coronado al mes siguiente, pero en
Aquitania Ranulfo, conde de Poitiers, se autoproclamó rey de Aquitania (el título fue
abandonado tras su muerte) y tomó bajo su protección al joven Carlos el Simple, tercer hijo de
Luis el Tartamudo, de siete años. Diez años más tarde, los carolingios recuperaron el poder en
Francia, donde gobernaron hasta 987, año de la muerte del último rey de la dinastía
carolingia Luis V.
Causas de la disgregación del Imperio carolingio [editar]
Carlomagno no logró dotar a su Imperio de una organización política que pudiera subsistir por
sí misma a las amenazas que se cernían sobre él. Toda la organización del Imperio
descansaba sobre una condición necesaria: la fidelidad de los nobles al Emperador y Rey de
los Francos y de los Lombardos. Todo ello en un contexto económico y social en el cual los
condados se volvían cada vez más autónomos: en principio, como resultaba muy costoso
mantener a un guerrero a caballo con todo su equipamiento, solo los grandes propietarios
podían permitírselo y los restantes hombres libres no tenían otra alternativa que
encomendarse a un señor como vasallos. Hay que destacar que no existía un ejército
permanente en el Reino de los Francos sino que se realizaban levas de armas y cada
guerrero debía equiparse por su cuenta. Se vivía en una sociedad rural cuya economía era la
agricultura de subsistencia, las ciudades estaban despobladas y reducidas a su mínima
expresión y el comercio había prácticamente desaparecido. La burguesía aún no había
surgido como clase social y las provincias tenían que subsistir con sus propios recursos.
Así, entre el Emperador y los hombres libres cada vez cobró más fuerza la casta intermediaria
de los nobles ante quienes sus vasallos debían responder. Era solo cuestión de tiempo que en
un Imperio tan extenso en el cual las comunicaciones eran tan escasas y deficientes, los
vasallos respondieran más ante sus señores locales que ante el Emperador.
Mientras Carlomagno vivió, su extraordinario prestigio, su mano firme y su férrea voluntad, y
los beneficios que reportaban a la nobleza las conquistas territoriales, hicieron que se le
obedeciera por encima de la desintegración que estaba en ciernes. Únicamente si su sucesor
hubiera sido un rey con los talentos de Carlomagno hubiera tenido el Imperio posibilidades de
sobrevivir. Pero su hijo Carlos, quien tenía un gran talento militar y a quien Carlomagno había
confiado algunas de sus misiones más difíciles, no le sobrevivió.
Ya en vida de Carlomagno se había producido un hecho que permite deducir que algo malo
estaba pasando con la fidelidad sobre la base de la cual estaba erigido el esqueleto del
Imperio. En el verano del año 807, muy pocos de los señores y guerreros convocados a la
asamblea anual se presentaron y, por primera vez, la asamblea no pudo realizarse. Fue un
hecho sin precedentes. Carlomagno lo interpretó como una rebelión a su autoridad, envió a
los missidominicci a investigar cada condado y castigó con edictos esa creciente deserción.
Muerto Carlomagno y dado el poco talento político de su hijo y sucesor Luis el Piadoso, los
hechos se precipitaron. Las guerras civiles entre el monarca y sus hijos acabaron con el
prestigio del Emperador. La fidelidad que solo se mantenía por la extraordinaria figura de
Carlomagno desapareció y el Imperio, ya herido de muerte, terminó de naufragar merced a la
exacerbación de los ataques de los nórdicos, dando paso al pleno auge del Feudalismo.
El Imperio era inviable dadas las condiciones económicas, políticas y sociales de la época y
solo la fortísima personalidad y el talento de Carlomagno habían podido sostenerlo.
El legado carolingio[editar]
La unificación de la mayor parte de lo que hoy conocemos como Europa central bajo el mando
de un solo líder sirvió de sustrato para la continuación de lo que se conoce como
«Renacimiento carolingio». A pesar de las guerras internas casi constantes que tuvo que
soportar el Imperio carolingio, la extensión del gobierno franco y la cristiandad romana en un
territorio tan vasto aseguró una unidad fundamental los francos dependían en gran medida de
cada uno de los líderes y de sus objetivos. Objetivos que cambiaban tan fácilmente como las
alianzas políticas entre las distintas familias francas. De todos modos, esas familias, incluidos
los carolingios, compartían todas las mismas creencias básicas e ideas de gobierno. Ideas y
creencias que tenían sus raíces en un pasado proveniente tanto de la tradición germánica
como romana. Una tradición que se remonta a mucho antes del ascenso de los carolingios y
que se prolongó en cierta medida de las muertes de Luis el Pío y sus hijos.

Política interior[editar]
Carlomagno dividió el territorio en condados, marcas y ducados:

 Condados: eran la unidad de la circunscripción administrativa encomendada a


un conde con el fin de cumplir las disposiciones reales, presidir el mallus judicial, dirigir los
contingentes militares, cobrar impuestos y ordenar el gasto. Eran nombrados por el rey,
que les otorgaba poder militar, administrativo y judicial.
 Marcas: en las zonas fronterizas el mando militar de varios condados se unifica en manos
de un marqués, aunque los condes conservaban el resto. Así ocurría en las marcas
de Gotia, Bretaña, Friul, Nordalbingia, Venda, Marca Hispánica o la Marca Ávara.
 Ducados: podían designar un título de prestigio que aludiese a una categoría de mando
elevada, sencillamente a un marqués, o a algún territorio autónomo o externo al imperio.
El máximo poder del Imperio residía en el emperador, que tenía poder para convocar las
armas, administrar justicia y designar a los nobles que gobernaban los territorios.
El palacio o corte era el núcleo de la Administración y estaba dirigido por
un chambelán (sucesor del cargo de mayordomo de palacio). A su cargo estaban el copero,
responsable de la bodega; el mariscal, responsable de la caballería y el establo; y el senescal,
responsable de los asuntos de la corte. Las otras instituciones de la Administración eran
la cancillería, que dirigía los asuntos civiles y eclesiásticos, así como el tribunal palatino, que
aplicaba las leyes a los habitantes del Imperio.
Los condes percibían como pago a su gestión las rentas o usufructo de una parte de fisco que
la monarquía tenía en el condado, a esto se llama honor. Dada la gran extensión del territorio
imperial y el deficiente nivel técnico de los medios de comunicación, los condes se
aprovechaban y abusaban de su poder para aumentar sus propiedades territoriales radicadas
en el condado y emparentar con familias poderosas del condado. Los inspectores de
palacio o missi dominici eran los encargados de que los marqueses y los condes gobernaran
según las directrices del Emperador, para ello acudían en parejas a los territorios a comprobar
el cumplimiento de las leyes. Sin embargo, los condes salían de un ámbito reducido de
terratenientes aristocráticos, y de la misma forma los missi, de manera que aunque actuaban
fuera de su esfera de influencia, compartían los intereses de aquellos a quienes
inspeccionaban.
Cuando la realeza fue fuerte, pudo imponer su autoridad sobre los condes, pero cuando la
realeza carolingia decayó en poder militar por las guerras civiles y los saqueos normandos,
sarracenos y magiares, resultó más difícil desproveer a un conde de la jurisdicción del
territorio asignado.

Economía[editar]
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Artículo principal: Economía del Imperio carolingio

El comercio en la época del emperador franco Carlomagno (742-814) se redujo al transporte


de algunos toneles de vino o sal, al tráfico prohibido de esclavos y a unos pocos artículos de
lujo traídos de Oriente. Desde el cierre del Mediterráneo por el Islam se acabó la actividad
comercial regular, la circulación constante y organizada, así como la clase de mercaderes
profesionales o de sus establecimientos en las ciudades. Aunque pervivieron pequeños y
rudimentarios mercados locales, se destacó el empobrecimiento general de la época. La
circulación de dinero se volvió lenta e insuficiente. Aunque el imperio de Carlomagno fue muy
brillante culturalmente hablando, en el aspecto económico fue un siglo de regresión.
La base económica, tanto del Estado como de la sociedad, será entonces la propiedad
territorial. El Estado carolingio fue esencialmente agrícola. El comercio era insignificante y por
lo tanto no existía más fortuna que los bienes raíces, ni más trabajo que el rural. La
desaparición de los pequeños propietarios libres se aceleró, la necesidad de protección los
obligó a buscar la tutela de los poderosos.
Con la casi desaparición de la circulación comercial, de la clase comerciante y de la población
urbana, resultó inútil seguir produciendo más de lo mínimo indispensable para la subsistencia
de los habitantes, propietarios y arrendatarios, que vivían en el dominio. La economía de
cambio fue sustituida por una economía de consumo. Cada dominio, en lugar de continuar su
relación con el exterior, constituyó un pequeño mundo aparte. Vivió de sí mismo y para sí
mismo.

Cultura y arte[editar]
Se suele conocer a este periodo del entorno del año 800 con el nombre de "Renacimiento
carolingio", no tanto porque diera origen a algo similar al Renacimiento del siglo XV, sino por
comparación con la decadencia cultural del periodo anterior.
Carlomagno (como la mayoría de los hombres de su tiempo, incluidos los nobles y muchos
clérigos) no sabía leer, ni escribir, ni siquiera aritmética. No obstante, intentó elevar el nivel
cultural del Imperio fundando la Escuela Palatina de Aquisgrán, y puso en su dirección al
célebre Alcuino de York. En ella se formaron él, sus hijos y todos los funcionarios de la corte.
Esta Escuela se convirtió en modelo para la fundación de otras en toda Europa. Divulgó las
artes, las ciencias, las letras y todo el conocimiento de la Antigüedad con sus materias:

 Trivium: retórica, gramática y dialéctica.


 Quadrivium: geometría, astronomía, aritmética y música.
El arte carolingio estaba basado fundamentalmente en dos estilos: el arte clásico griego 1 y 2
y el arte cristiano, pero con algunas influencias de sus vecinos bizantino e islámico.

 Escultura: Los ejemplos conservados son muy escasos, si bien las esculturas de marfil
han sobrevivido y son de una gran belleza.

 Arquitectura: La arquitectura carolingia se reflejaba en edificios religiosos y algunos


palacios. Se caracteriza por usar la planta de cruz latina de tres naves; arcos de medio
punto, de herencia romana; cubiertas de madera; columnas con capiteles esquemáticos y
pilares cuadrados y cruciformes.

 Mosaicos y miniaturas: Entre las obras de arte más notables de esta época, sobresalen
los mosaicos y las miniaturas que ilustran los Evangelios, además de la orfebrería que
decoraba todos sus templos.

Véase también[editar]
 Anexo:Cronología de Francia
 Lista de emperadores carolingios
 Reyes de la época carolingia
 Lista de monarcas de Francia

Referencias[editar]
1. ↑ Henning, Joachim (2007). Post-Roman Towns, Trade and Settlement in Europe and
Byzantium: The heirs of the Roman West. Walter de Gruyter, pp. 50, nota 24. En inglés. ISBN
9783110183566.

Bibliografía[editar]
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University of Michigan Press. ISBN 047206035X.
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 Pirenne, Henri (1978) [1937]. Mahoma y Carlomagno. Madrid: Alianza. ISBN 9788420648941.
 Fichtenau, Heinrich, von, L'impero carolingio, Gius, Laterza & Figli, Bari, 2000.
 Hägermann Dieter, 'Carlo Magno, Il signore dell'Occidente, Einaudi, Milano, 2004.
 Crivello F, e Segre Montel C, Carlo Magno e le Alpi, Viaggio al centro del Medioevo,,
Skira, Susa-Novalesa, 2006.
 Chamberlin Russell, Carlo Magno, Imperatore d'Europa, Newton & Compton, Roma, 2006.
 Buongiorno Teresa, Il ragazzo che fu Carlo Magno, Salani, Milano, 2003.
 Dal Monte Carlo, Carlo Magno, Re dei franchi e imperatore, Edizioni della Vela, 2005.
 Becher Matthias, Carlo Magno, Il Mulino, Bologna, 2000.
 Cardini Franco, Carlomagno, Un padre della patria europea, Bompiani, Milano, 2002.
 Delle Donne Giovanni, Carlo Magno e il suo tempo, Tutto il racconto della vita del più
famoso sovrano medievale e della realtà quotidiana del suo impero, Simonelli Editore,
Milano, 2001.
 Musca Giosuè, Carlo Magno e Harun al-Rashid, Dedalo Edizioni, Roma, 1996.
 Wies Ernst W, Carlo Magno, Un imperatore per l'Europa, ECIG, Genova, 1998.
 Anonimo sassone, Le gesta dell'imperatore Carlo Magno, Jaca Book, Milano, 1988.
 Federico Chabod, Lezioni di metodo storico, Roma-Bari, Laterza, 1978.
 Franco Cardini e Marina Montesano, Storia medievale, Firenze, Le Monnier Università,
2006, ISBN 8800204740
 Halphen, Louis (1992) [1937]. Carlomagno y el Imperio carolingio. Madrid:
AKAL. ISBN 9788476006788.
Imperio Carolingio
Inicio » Edad Media » Imperio Carolingio

El Imperio Carolingio fue el Imperio de Carlomagno o Carlos el Magno, el


cual produjo un verdadero renacimiento de la época. Los elementos
procedentes del Cristianismo, del mundo bárbaro y de la cultura greco-
romana se entremezclaron para dar origen a nuestra actual cultura occidental.
Unos de los más importantes reinos germanos fue el reino franco, unificado
por Clodoveo. Con él se inició el reinado de la dinastía merovingia, nombre
dado en honor de su abuelo Meroveo.
Al morir Clodoveo, el año 511, el reino se dividió en cuatro: Neustria al oeste
de Francia; Austrasia al este; Borgoña en el centro sur y Aquitania al
sudoeste. Sin embargo, las luchas entre los merovingios llevaron, poco a
poco, a que éstos perdieran prestigio y poder, por eso se les llamo los reyes
holgazanes.
Ante la decadencia de los reyes, los nobles se convirtieron en los verdaderos
detentores del poder. Ellos recibieron el título de mayordomos de palacio.
A principios del siglo VII, los mayordomos de Austrasia, de la familia Heristal,
obtuvieron supremacía.
A esta familia perteneció Carlos Martel, quien detuvo el avance de los
árabes en la batalla de Poitiers (Francia, 732), y su hijo Pipino, el Breve, que
destronó al último de los reyes merovingios el año 751, unió nuevamente el
reino y se coronó rey de los francos. Entonces concluyó la dinastía de los
merovingios y se inició la dinastía carolingia. Dentro de esta familia nació
Carlomagno, el primer rey germano que intentó reconstruir el Imperio
Romano de Occidente.
El Rey Carlomagno
En el año 768, Pipino dividió su reino entre sus hijos Carlos y Carlomán. Sin
embargo, tres años después, esté último murió y Carlos heredó la totalidad
del reino.
El nuevo rey franco fue conocido como Carlomagno que significa Carlos el
Grande y fue uno de los monarcas de mayor prestigio de la Europa medieval.
Carlomagno

El renacimiento del Imperio Romano


Al llegar al trono, Carlomagno se propuso restaurar la unidad política del
Imperio Romano y consolidar el cristianismo en Europa. Para
lograrlo, sometió a los sajones (772-804), que habitaban en el norte de
Alemania, hasta convertirlos al cristianismo.
Al mismo tiempo, y luego de mucho batallar, exterminó a los ávaros, pueblo
de origen mongol que amenazaba la zona de Baviera, Alemania.
Paralelamente, por le sur, Carlomagno se apoderó del reino de los
lombardos en Italian (774 d.C.), pues éstos hostilizaban al Papa, y llegó a
cruzar los Pirineos, penetrando con poco éxito en la España
musulmana (778). En esta región ocupó un pequeño territorio al norte, en el
que estableció una provincia fronteriza: la Marca hispánica.
Con estas conquistas, Carlomagno creó un amplio imperio que se extendía
desde el Atlántico al río Elba y desde el mar Báltico a España e Italia.
Entonces, el Papa León III lo coronó emperador en la Navidad del año 800.
De esta manera nació el Imperio Carolingio y Carlomagno se convirtió en le
brazo armado de la Iglesia.

Mapa del Imperio Carolingio

La autoridad del Emperador


El Imperio Carolingio se sintió profundamente romano y cristiano, pero su
modelo de organización fue germano. Carlomagno gobernó su imperio de
manera absoluta, al estilo de los emperadores romanos. Sin embargo los
hombres libres de su imperio se reunían dos veces al año, al modo germano,
en una asamblea que aprobaba las leyes llamadas capitulares.
Carlomagno, como otros reyes germanos, vivió en sus dominios campestres,
aunque a menudo residió en la ciudad de Aquisgrán, que es considerada,
por eso, la capital de su Imperio.
En Aquisgrán, Carlomagno contaba con un grupo de funcionarios que lo
ayudaban en sus tareas, como por ejemplo, el canciller, que era su
secretario, y el chambelán, que se encargaba de todo lo concerniente al
servicio personal del gobernante.
La administración territorial se ordenó en provincias o condados en los
cuales se desarrolló principalmente la agricultura, al frente de los cuales
hubo un conde, con poder civil y militar sobre su comarca. Las provincias
fronterizas, llamadas marcas, resguardaban el imperio de los invasores y
estaban gobernadas por los marqueses.
Tanto éstos como los condes estaban vigilados por los missi dominici –
un laico y un sacerdote – que en sus visitas a las provincias velaban por el
cumplimiento de las órdenes del emperador.

El renacimiento Carolingio
Otros elementos de la dominación política de Carlomagno fue la cultura. En
esos tiempos era difícil encontrar a alguien que supiera leer y escribir: el
propio Carlomagno era analfabeto.
Por esta razón, el emperador impulsó la apertura de escuelas para la
formación de funcionarios públicos y religiosos. Una de ellas fue la famosa
Escuela Palatina, que funcionaba en Aquisgrán y que se destinó a la
instrucción de los futuros funcionarios del estado.
También se fundaron escuelas en las iglesias y en los monasterios, que
llegaron a conformar importantes bibliotecas, en las cuales el mundo
occidental conservó una gran parte de la tradición cultural latina.
A fin de impulsar este movimiento de renacimiento cultural, Carlomagno se
rodeó de figuras de relieve, como el inglés Alcuino de York y el
francés Eginardo, que escribió su biografía. También se preocupó por las
artes: mando construir numerosas iglesias que imitaron el
estilo romano y bizantino como, por ejemplo, la capilla del palacio de
Aquisgrán.
El denominado renacimiento carolingio produjo una serie de obras que
forjaron el fundamento cultural de la Edad Media. Sin embargo, a pesar de
su importancia, este renacimiento solo afectó a un número muy limitado de
personas: a los nobles y al clero.
Sociedad en el Imperio Carolingio

La Escuela Palatina de Aquisgrán


Para llevar a cabo su empresa cultural, Carlomagno reunió en la Escuela
Palatina de Aquisgrán a los hombres más sabios de la época: el historiador y
teólogo anglosajón Alcuino, el poeta español Teodulfo, los historiadores
Eginardo y Pedro Diácono y el teólogo Rabano Mauro. Estos hombres no
pensaban en componer grandes obras, sino en rescatar las obras de la
antigüedad. Por eso se esforzaron, en primer lugar, por rescatar la pureza del
idioma latino escribiendo gramáticas. Además, ellos enseñaron las
llamadas artes liberales formadas por Trivium (gramática, retórica y
dialéctica) y el Quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía).
Estas disciplinas se convirtieron en la base de todo el saber medieval.

La desintegración del Imperio Carolingio


Tras la muerte de Carlomagno en el año 814, el poder del emperador
disminuyó de manera repentina: la creciente independencia de los nobles, la
gran extensión de los territorios, la dificultad de las comunicaciones y las
particularidades regionales atentaron contra la estabilidad del Imperio
Carolingio.
Los condes y marqueses convirtieron sus cargos en hereditarios y buscaron
desligarse de los monarcas. Por eso, el hijo de Carlomagno, Ludovico Pío,
reinó en medio de violentos conflictos con la nobleza.
Tratado de Verdum
A la muerte de Ludovico, sus tres hijos, Lotario, Luis el Germánico y Carlos
el Calvo se repartieron el territorio en el Tratato de Verdún (843). A través
de este pacto el imperio se fragmentó en tres reinos:
 Carlos el Calvo recibió la Francia occidental que corresponde,
aproximadamente, a la actual Francia.
 Luis el Germánico obtuvo Francia oriental o Germania equivalente a la
Alemania actual.
 Lotario adquirió el título de emperador y los territorios situados entre los de
hermanos, que se conocieron como Lotaringia: los Países Bajos, Alsacia,
Suiza e Italia.
Este tratado ratificó la progresiva desintegración del imperio soñado por
Carlomagno. Además, una serie de episodios contribuyeron a acelerar la
decadencia del imperio: las invasiones de pueblos bárbaros, normandos,
sarracenos y húngaros. Estos episodios, sumados al creciente poder de la
nobleza, acarrearon el debilitamiento de la monarquía, más notorio durante
el siglo XI.

 NÚMEROS ROMANOS Y EL SISTEMA DE NUMERACIÓN ROMANO

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HISTORIA ANTIGUA

06 FEB 2019

ESCRITO POR MARIMAR

EL IMPERIO CAROLINGIO Y LA
HISTORIA DE CARLOMAGNO
¿Has oído hablar de El Imperio Carolingio y la historia de
Carlomagno? Carlomagno es uno de los personajes más importantes de la
Historia de Europa. Sigue siendo tan destacado que, más de mil años después de
su coronación en Roma, su nombre sigue sonando con enorme fuerza. Pero, ¿qué
fue de este Imperio, cuánto duró? Estas y otras preguntas las resolveremos en
este artículo.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO [MOSTRAR]

El Imperio Carolingio | Antecedentes


Comencemos como siempre se ha de empezar en historia, por el principio.
Tenemos que situarnos tanto en el espacio como en el tiempo.

El Imperio Romano había alcanzado tales dimensiones que se hacía muy difícil
tanto su control como su defensa. Fue el Emperador Teodosio I, en el año 395
d.C., quien decidió dividir el Imperio en dos partes, repartiendo cada parte entre
sus dos hijos. La parteOccidental fue entregada a su hijo Honorio y la parte
Oriental a su hijo Arcadio.
Este reparto consiguió dividir al Imperio Romano que hasta ahora estaba
unificado, en el Imperio Romano de Oriente y el Imperio Romano de
Occidente. A partir de aquí ambos imperios seguirán derroteros diferentes, con
distintos finales. El Imperio Romano de Occidente comenzó en el año 395 d.C.,
finalizando en el 476 d.C., mientras que el Imperio Romano de Oriente comenzó
en el año 395 d.C. y finalizó en el año 1435 d.C. conocido también como Imperio
Bizantino.

Conoce más del Imperio Romano:

 Las clases sociales en el Imperio Romano: Patricios, Plebeyos Nobles y


Plebeyos Caballeros

Comenzando el siglo V, las tribus germánicas estaban siendo presionadas por


unos pueblos esteparios de Asia llamados Hunos, tras la presión que estos
ejercían las tribus germánicas se vieron obligadas a retirarse hacia el oeste,
llegando a penetrar en las fronteras del Imperio Romano.
Pero el imperio no estaba pasando por sus mejores momentos, muchos territorios
a controlar y muchas fronteras atacadas por los pueblos bárbaros, hacían muy
difícil la defensa del imperio, hasta el punto de no poder impedir su entrada en
Roma y el saqueo de ésta.
Situación Europea tras la caída del Imperio Romano de Occidente

Vándalos, Ostrogodos, Visigodos, etc. se instalaron en distintas regiones del


Imperiofundando nuevos reinos totalmente independientes. Uno de estos reinos
sería pronto uno de los más importantes ya que de él saldría el Sacro Imperio
Germánico.

El Imperio Carolingio | Imperio


Carolingio
Si alguien viajara en el tiempo hasta la corte de Carlomagno, si utilizara el
término de “Imperio Carolingio”, la gente no sabría de qué estarías hablando.
Este nombre fue acuñado con posterioridad por los historiadores para denominar
el periodo en el que el reino franco medieval estuvo dominado por la llamada
dinastía carolingia y alcanzó, con el propio Carlomagno, su máximo esplendor.
Sus territorios se extendían por la mayoría de Europa, incluyendo los territorios
que hoy componen la actual Francia, Suiza, la mayor parte de Italia y una
considerable de lo que hoy es Alemania, entre otros territorios. Los expertos no
se ponen de acuerdo a la hora de fijar unos límites concretos a la existencia del
Imperio Carolingio.

Algunos expertos fijan su final con la muerte de Carlomagno, en 814, mientras


que otros lo extienden al menos hasta el tratado de Verdún del año 843, en el que
su imperio se dividió o incluso hasta 987, cuando murió el último representante
de la dinastía carolingia, Luis V.

El Imperio Carolingio, tiene su origen en el reino franco gobernado por la


dinastía Caroligia desde el siglo VIII hasta el siglo IX. Supuso un intento del
resurgir la época imperial del Imperio Romano de Occidente que duró tres siglos,
hasta la división en el año 843 tras el Tratado de Verdúm, por el cual, el Imperio
Carolingio se dividió en dos partes, el Reino de Francia por el Oeste y el
Sacro Imperio Germánico en el Este.

Esta es la historia de Roma:


 El Imperio Romano (27 a.C. – 476 d.C.): Historia del Imperio de Roma

En el siglo V, entre los reinos germánicos el reino franco fue uno de los más
importantes, pero dentro del reino franco, los Salios localizados al norte de lo que
hoy es Francia, concretamente en la provincia de Tournai, serían los que dieran
lugar al la dinastía Merovingia, en honor al abuelo Meroveo, antiguo rey franco
Salio.

Monedas Merovingias

Clodoveo I, primer rey merovingio, llevó a acabo una política de


expansión, primero de otras provincias francas y después anexionando territorios
tanto hacia el Sur como hacia el Oeste.

Con la muerte de Clodoveo, todo el reino se dividió en cuatro reinos mas


pequeños Neustria, Austrasia, Borgoña y Aquitania. Las luchas entre los propios
Merovingios consiguieron que éstos fueran perdiendo poder y prestigio, por lo
que a esta época se la denomina como la de los reyes holgazanes.
Carlos Martel

Ante las constantes pérdidas de prestigio fueron los nobles los que ostentarían
realmente el poder. Estos nobles recibieron como título “Mayordomos de
Palacio”, concentrando un gran poder ya que tenían la capacidad de dirigir los
gobiernos en la sombra. Pero recién entrado el siglo VII, los mayordomos de
Austrasia, pertenecientes a la familia Heristal, fueron los que se hicieron con la
primacía.

Los comienzos del Imperio Carolingio se pueden situar en el ascenso al trono


de Pipino el Breve, hijo del famoso Carlos Martel, perteneciente a la dinastía
Heristal. Carlos Martel se había hecho célebre por su victoria contra las tropas
árabes en la batalla de Poitiers y había alcanzado un importante poder que legó a
su hijo Pipino, llamado el Breve.

Enterramiento de Pipino El Breve y su mujer

Con gran ascendencia entre la nobleza, Pipino destronó al último rey merovingio,
Childerico III, en el 751. Fue reconocido como rey dos años después y consolidó
su posición con una alianza con el Papado, que reconocería a su estirpe como
los legítimos sucesores de los emperadores romanos, dignidad que
posteriormente se transmitiría a los gobernantes del Sacro Imperio Romano
Germánico durante la edad Media y Moderna. Pipino, con su influencia y poder,
sentó las bases para que su hijo, Carlomagno, llegara a gobernar el inmenso
imperio que le hizo célebre.

El Imperio Carolingio | Carlomagno


Carlomagno nació en una fecha que no se conoce con seguridad, entre el año 742
y el 748, del matrimonio entre Pipino y Bertrada de Laon. Ascendió al trono a la
muerte de su padre en el año 768. Según las costumbres del momento, Pipino
repartió sus territorios entre su hijo Carlomán y el propio Carlomagno, algo que
se seguiría practicando posteriormente y que se considera como una de las
razones de su disolución. Sin embargo, Carlomán murió poco después de su
propio ascenso el trono y Carlomagno gobernó sobre la totalidad de territorios
heredados de su padre.

Trono de piedra de Carlomagno, desde su muerte se ha utilizado para coronar 30


reyes del Sacro Imperio Germánico

Con un importante dominio militar y político sobre el territorio, Carlomagno se


impuso como objetivo recuperar la antigua gloria del Imperio Romano, del
que se consideraba heredero. A través de su importante poderío militar, derrotó a
los sajones, que entonces habitaban en la zona norte de Alemania, derrotó a los
ávaros en la zona de la actual Baviera y acabó con los lombardos, anexionando el
norte de Italia a sus territorios. Además, detuvo el avance de los musulmanes
hacia Europa, que ya había comenzado su abuelo con la ya mencionada victoria
en Poitiers, creando la llamada “Marca Hispánica”, que serviría como frontera en
los siglos posteriores.

Consciente de los problemas que habían tenido los monarcas anteriores para
controlar sus territorios y protegerse de sus enemigos, tanto interiores como
exteriores, Carlomagno gobernó con una voluntad férrea y creó divisiones
territoriales fronterizas, llamadas marcas, gobernados por los marqueses y
vigilados por los missi dominici, que estaban a las órdenes del emperador.

Forjó una fuerte alianza con el Papado, siendo coronado como emperador en
Roma en el año 800, pese a las protestas del emperador bizantino, que veía su
nombramiento como una usurpación. Con esta alianza, Carlomagno se convirtió
en lo que muchos han definido comoel brazo armado de la Iglesia, defendiendo
a un Papado amenazado y buscando en buena medida la expansión del
cristianismo, mostrándose como un destacado enemigo de los musulmanes y los
paganos.
Coronación de Carlomagno por el papa León III

Carlomagno fue también un gran protector de la cultura. Durante su gobierno se


dio un momento de gran esplendor cultural, auspiciado por el propio
emperador, conocido como el Renacimiento Carolingio. Se crearon escuelas,
bibliotecas y centros de saber, de los cuales el más importante fue la
llamada Escuela Palatina, aumentándose la producción de libros y
protegiéndose los testimonios que aún quedaban de la literatura clásica. La base
de la cultura medieval se encuentra, en buena medida, en el Imperio Carolingio y
no se puede concebir la cultura europea sin los avances culturales auspiciados por
Carlomagno.

Sin embargo, este enorme imperio no sobrevivió mucho a la muerte de su


máximo exponente. Carlomagno falleció en el año 814. Su heredero fue su hijo
Luis, llamado Luis el Piadoso, que carecía de las dotes de mando y de la
autoridad de su padre. Muy pronto, los enemigos de Carlomagno vieron su
oportunidad para atacar y Luis tuvo que enfrentarse a continuas
revueltas, intentos de invasión y guerras internas que debilitaron la autoridad
del monarca.

Tras un inestable gobierno, Luis murió en el año 840 y repartió sus territorios,
siguiendo su costumbre, entre sus hijos, Lotario, Luis y Carlos. Tras distintas
uniones, divisiones y enfrentamientos, la dinastía carolingia acabó
extinguiéndose a finales del siglo IX, menos de un siglo después de la muerte del
gran Carlomagno.
El Imperio Carolingio | Causas de la
Disgregación del Imperio
La organización política que instauró Carlomagno, basada en la fidelidad de los
nobles al Emperador, Rey de los Francos y Rey de los Lombardos, no
sobrevivirían mucho tiempo. Las ciudades o condados se habían vuelto más
autónomos, tanto económicamente como socialmente. El mantenimiento de los
soldados resultaba muy costoso, por parte del imperio, lo que provocó que las
clases mas ricas o grandes propietarios pudieran hacerse con un pequeño ejército,
los hombres libres se vieron abocados a someterse a un sistema de vasallaje para
con su señor, para poder subsistir.

La economía se basaba en la agricultura de subsistencia, por lo que las


ciudades estaban prácticamente deshabitadas, el comercio había desaparecido,
con lo que cada provincia del imperio se veía obligada a subsistir por sus propios
medios.
La red de caminos y comunicaciones dentro del imperio era muy deficiente,
añadido a que comenzaba a aparecer una nueva clase, los nobles. Una clase rica,
que servia como nexo de unión entre los hombres libres y el Emperador, ambos
motivos provocan que los vasallos fueran más fieles a su señor que al Emperador,
degradándose de esta forma prácticamente su poder.

Carlomagno había sido un hombre de gran prestigio, buen gobernante y sobre


todo había reportado a la nobleza una inmensa fortuna obtenida de los beneficios
de las conquistas territoriales. Su hijo Carlos hubiera sido un buen sucesor para el
Imperio, con grandes dotes militares, pero murió joven.

Su sucesor, hijo también de Carlomagno, Luis el Piadoso, no tenía ni la actitud


ni el carácter que había tenido su padre, las continuas guerras civiles unido a los
pocos ingresos del Imperio, consiguieron que la fidelidad de los nobles respecto
al Emperador, se disipara.
Un nuevo sistema se cernía sobre Europa, que marcaría toda la Edad Media,
estaba a punto de aparecer el Sistema Feudal. Pero este es otro capítulo de la
historia, a la que hemos dedicado desde Sobrehistoria otro artículo.

 El Feudalismo en la Edad Media

Política interior en el Imperio


Carolingio
Hay que decir que durante el Imperio Carolingio, Carlo Magno procuró
mantener una organización del Estado perfecta o casi perfecta. Para lograrlo,
estableció una división del territorio con el objetivo de llevar una gestión más
eficaz del mismo. Aparecieron así los Condados, Marcas y Ducados, entre
otros.

Los Condes se mantenían cerca del Monarca, pues eran ellos los encargados de
que dentro de su territorio se cumpliesen las disposiciones del reino. Gozaban de
los tres poderes: administrativo, militar y judicial.

En los territorios de la frontera gobernaba el marqués, quien tenía el mando


militar de las zonas.

Por otro lado estaban los duques, designados de entre la más alta nobleza y que
se encargaban de gobernar política y militarmente una provincia o dirigir el
ejército.

Estos cargos o títulos nobiliarios recibían honores o gracias por su labor y


estaban a la orden del emperador. Si bien existían inspectores de palacio que se
encargaban de vigilar el cumplimiento de los condes, sin embargo, en la práctica
ambos de emparentaban y se intercambiaban favores.

Economía en el Imperio Carolingio


El Imperio Carolingio fue muy importante en cuanto a cultura, sin embargo no
igualó el nivel en cuanto al tema económico se trata, pues la riqueza brilló por su
ausencia y supuso un declive serio en los recursos económicos del territorio.
Su economía se basaba prácticamente en la agricultura, pues la actividad
comercial fue decayendo, sobre todo desde que el Islam decidió cerrarles el paso
al Mediterráneo dificultando la circulación de mercancías y de profesionales.
Esta situación obligó al Imperio a olvidarse del comercio exterior y centrar su
economía únicamente en un modo de subsistir, transformándose en
una economía solamente de consumo.

Cultura y arte en el Imperio


Carolingio
No hace falta ser muy culto para trabajar en beneficio de la cultura y Carlomagno
es el más claro ejemplo de ello. No sabía ni leer ni escribir, sin embargo,
consiguió que el nivel cultural de su Imperio creciera de modo sorprendente.
Recuperó el conocimiento de la Antigüedad pero además fomentó las letras, las
artes y las ciencias, entre ellos la astronomía, la geometría, la música y la
aritmética.

Desarrolló un arte que combinaba dos estilos propios, como el cristiano y el


clásico griego. Y también se destacó en arquitectura, recurriendo a las tendencias
romanas del arco de medio punto y completándolo con capiteles esquemáticos en
las columnas, pilares en forma cuadrada y cruciformes y cubiertas de madera,
todo ello sobre una planta de cruz latina de tres naves.

También tenemos que hacer mención de los mosaicos carolingios y de las


miniaturas que protagonizaban las ilustraciones de los Evangelios y de los
Beatos.

El legado del en el Imperio Carolingio


Si entendemos que para los historiadores Carlomagno es calificado como
el padre de Europa podrás hacerte una idea de la importancia que su legado
tiene para nuestros días. Francia y Alemania nacieron bajo el Imperio del que
fuera Emperador Romano y protector de los cristianos. Cierto es que cuando
ambos estados nacieron Carlomagno ya no estaba en el poder y que en verdad sus
objetivos hubieran sido muy diferentes, pues él deseaba la recuperación del
Imperio Romano.

Descubre acerca del nazismo:


 Nazismo

Tampoco podemos olvidar la larga vida que tuvo el Imperio Romano llegando a
alcanzar casi un milenio. Cualquier gobernante desearía eso y así lo intento
Hitler, pero fue un sueño que nunca logró por más esmero que pusiera en que su
Tercer Reich heredase un ápice del poderío del Imperio Carolingio. Nadie ha
logrado igualar el poder de Carlomagno, quien dejó un legado que aún perdura en
nuestros días.

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