Procesos Afectivos
Procesos Afectivos
Procesos Afectivos
INDICE
1. Los sentimientos
2. Las emociones
2.1 Movimientos del sentimiento (o emociones)
2.2 Teorías sobre la emoción
2.2.1 Teoría de James y Lange
2.2.2 Teoría de Cannon-Bard
2.2.3 Teoría de Schachter-Singer
2.2.4 Teoría de “Feedback” facial
2.2.5 Interacción químico-cognitiva en la emoción
4. Tendencias e Instintos
4.1 Los instintos
4.2 Las tendencias
4.2.1 Vivencias pulsionales de la vitalidad
4.2.2 Vivencias pulsionales del Yo Individual
4.2.3 Vivencias
5. Psicopatología de la emociones
BIBLIOGRAFIA
“Procesos afectivos”
Los procesos afectivos son aquellos que están encargados del manejo de la
energía, que definen cómo se procesan cognitivamente ciertos sectores de la
información. No sólo están determinados por estructuras cognitivas sino que
también por sentimientos (Lersch, 1966).
Por mucho tiempo se consideró a las emociones como poco importantes, dándole
siempre mas importancia a la parte más racional del ser humano. Pero las
emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales,
motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil
saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos
puede ayudar a intuirla.
Claude Bernard ,fisiólogo francés del siglo diecinueve, planteaba que "el
sentimiento estaba en el origen de todo. El hombre empieza por crearse una
hipótesis que no es más que la expresión de su sentimiento, puesto que razona
sobre él". En cada instante se experimenta algún tipo de emoción o sentimiento,
que es función de lo que nos ocurre y los estímulos que percibimos; otra cosa es
que podamos expresar claramente qué emoción experimentamos en cada
momento. (Bergson, 1998).
Por otra parte, y contemporáneo a Bernard, tenemos a Charles Darwin quien
observó como los animales (especialmente en los primates) tenían un extenso
repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una
función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Por tanto, la
emociones tendrían una función adaptativa.
En la obra de Wukmir , "Emoción y sufrimiento" (1967), se plantea que las
emociones son experiencias complejas, pero con el vocabulario usual puede
hacerse que personas de un mismo entorno cultural puedan compartirlas. El autor
piensa que siendo la vida y la supervivencia lo positivo para un ser vivo, la
emoción es el resultado de una medida (o valoración) subjetiva de la posibilidad o
probabilidad de supervivencia del organismo en una situación dada o frente a unos
estímulos determinados. La emoción informa al organismo acerca de la
favorabilidad de cada situación. Diríamos, pues, que la emoción se comporta
como una variable de estado intensiva (el valor total es igual al promedio de las
partes). A cada estado de nuestro organismo le corresponde una emoción, que es
más positiva cuando se trata de un estado más saludable, más orientado hacia la
vida (orexis) y es más negativa cuando nuestro estado se acerca más a la
enfermedad y la muerte (anorexis).
Desde la filosofía, también Heidegger (1927) se refiere al tema, y plantea que "El
ser de este ente es mío, para la realidad humana", existir es siempre sumir su ser;
es decir, ser responsable de él en vez de recibirlo desde fuera como lo hace una
piedra". "Esta "asunción" de uno mismo que caracteriza a la realidad humana
implica una comprensión, por oscura que sea, de la realidad humana por sí
misma.", “la realidad humana -que es yo- asume su propio ser comprendiéndolo” .
Heidegger piensa que volveremos a encontrar el todo de la realidad-humana, ya
que la emoción es la realidad-humana que se asume a sí misma y se "dirige-
emocionada" hacia el mundo. Husserl (1964), por su parte, piensa que una
descripción fenomenológica de la emoción pondrá de manifiesto las estructuras
esenciales de la conciencia, puesto que una emoción es precisamente una
conciencia. Karl Jaspers (1959) llega a afirmar que de todos los fenómenos
psíquicos, la vida emocional es la más difícil de aprehender y que en la práctica
“llamamos ‘sentimiento’ (o emoción) a todas las configuraciones psíquicas poco
desarrolladas, confusas y que escapan a todo análisis”. Y luego agrega: “En suma,
designamos con esta palabra a todo aquello (del mundo psíquico) que no
sabemos cómo definir” (p. 90).
1. Sentimientos
Cuando una persona dice que está alegre, que está triste o que está
encolerizado, está describiendo un paisaje interior. En contraposición a la
percepción y al pensamiento, que están siempre dirigidos a la captación del
mundo exterior, los sentimientos vienen siempre a designar una manera de estar
consigo en el mundo. Según Kurt Schneider, los sentimientos se definen como
estados del yo pasivos, que se vivencian como agradables o desagradables.
Sentimiento y vida sentimental son sinónimos entre sí. Son los términos
preferidos de los filósofos y psiquiatras de orientación antropológica porque su
ámbito semántico es el mas amplio y humano (en sentido estricto, los animales se
emocionan, pero no tienen sentimientos), porque el acento se pone en el estado
interior.
Scheler (1972), distingue sentimientos sensoriales, vitales, anímicos y espirituales
(o de la personalidad) en su estratificación de la vida sentimental:
-Sentimientos sensoriales, referidos a partes del cuerpo, p/ej dolor, hambre, sed,
etc. Son actuales.
-Sentimientos anímicos, a los que también llama sentimientos del yo, referidos al
mundo en que se vive. Son sentimientos provocados por un estímulo exterior, p/ej
tristeza o alegría ante una noticia. Según P. Lersch (1966), son los sentimientos
dirigidos o reactivos. Suelen ser la expresión de una inclinación, de una toma de
postura, o de una valoración
2. Emociones
Para Ph. Lersch existen dos tipos de vivencias a las cuales se les aplica el
termino sentimientos, pero se diferencian según su movilidad y estabilidad: son
las emociones y los estados de ánimo:
Esta teoría sostiene que las respuestas fisiológica son distintas para cada
emoción, lo cual no siempre es verdadero. Tiene una cierta validez, pero no
explica el fenómeno en su totalidad, ya que la retroalimentación de las respuestas
fisiológicas no es necesaria para experimentar una emoción, lo que sucede, como
demostró Singer, es que aumentan la intensidad de la emoción. Por lo tanto, la
teoría plantea que las emociones son un producto físico
Corteza :área donde tienen lugar los procesos más complejos del pensamiento,
constituye una amenaza para su seguridad personal, el darse cuenta de este
pensamiento, basta para producir miedo.
El interés de esta teoría es que afirma que las emociones son un producto
cognitivo.
Las expresiones faciales conducen a las emociones. Esta teoría volvió a validar
en cierta medida la propuesta por James-Lange.
-Las repuestas fisiológicas eran distintas según las emociones, p/ej. había mayor
aumento del ritmo cardiaco en situaciones de ira y miedo que en las de felicidad.
Por lo tanto, parece ser verdadero que distintas emociones provocan distintas
respuestas fisiológicas. Esto también indica que la teoría de James-Lange es
válida en el sentido de que recibimos feedback de nuestros cuerpos, y a menudo
son distintos los feedback ante distintas emociones
-Cuando los individuos sólo movían los músculos faciales, generaban señales
fisiológicas de emoción más pronunciadas que cuando pensaban en experiencias
emocionales.
El hecho de que exista una relación entre las emociones y respuestas corporales,
constituye la base para el desarrollo del detector de mentiras. Ej. de antiguos
hindúes con arroz y saliva (se supone que con miedo se saliva menos, por lo cual
usaban la saliva como detector de mentiras).
Los estados de ánimo y humor son sinónimos entre sí. Son sentimientos
sostenidos y persistentes, experimentados y expresados de forma subjetiva y
observada por los otros. Pero su ámbito semántico es distinto de los sentimientos.
En un momento determinado se pueden albergar varios sentimientos, incluso
contrapuestos, pero en cada momento se tiene un estado de ánimo o se está de
un humor determinado. Las características fundamentales de los estados de
ánimo son las siguientes:
Según Ph. Lersch, las tendencias y los instintos, al igual que todos las vivencias
afectivas o procesos emocionales, se encuentran en el Fondo Endotímico. Se
caracterizan principalmente por poner en marcha la vida anímica. Son procesos
mediante los cuales intenta realizarse la vida humana. Se dirigen a la
consecución de un estado todavía inexistente. Se hallan siempre presentes en la
dirección y configuración de la vida. Es una dinámica finalista que domina tanto la
vida psíquica animal como la humana.
4.1 Instintos
Los animales poseen un caudal mucho más rico de instintos que el hombre. El
acto instintivo, desde el punto de vista humano, es una realización que sólo se
comprende en virtud de un plan trazado previamente, que en el hombre exigiría
una reflexión minuciosa y una planificación.
4.2. Tendencias
Tanto los instintos como las tendencias se dirigen hacia la realización de un estado
que aún no es. Tiene una dimensión de futuro a diferencia de las emociones y
sentimientos que se experimentan en el presente.
Lersch define las tendencias como los procesos mediante los cuales intenta
realizarse la vida humana. El que tenga una dinámica finalista apunta a que existe
conocimiento del fin y comprensión de las circunstancias, a diferencia de los
instintos. Fenomenológicamente, la vida tendencial se constituye a partir de tres
rasgos esenciales:
c) Dirección temática hacia un fin que debe ser realizado. La vivencia pulsional
también está impelida por aquello a lo que se tiende. Por lo tanto, apunta a una
meta, es un hallarse-en-un camino hacia un fin. Por lo tanto, la meta es el objeto
de la vivencia pulsional. La meta está representada por un objeto o un estado, el
lograrla es también la satisfacción de una necesidad y representa un valor. Es
decir, los instintos, las tendencias, van dirigidas hacia un valor.
Por lo tanto, las tendencias serían los proceso mediante los cuales intenta
realizarse la vida humana.
Las distintas tendencias se reúnen en grupos en los que se puede reconocer una
temática peculiar en la vida humana:
El ser humano participa por medio de la capa más profunda de su ser, de aquella
vida que todavía no tiene nombre propio, que aún no es la vida de éste o aquel ser
determinado, sino el anónimo fondo existente que soporta toda la vida individual.
Esta vida anónima y preindividual existe también en el ser humano.
Las vivencias pulsionales del Yo Individual están relacionadas con la temática que
alude al cómo el sujeto se encuentra frente a su ambiente. Es más que un
contenido de vida anímica y preindividual, pertenecen al modo de hallarse del
sujeto en el mundo como ser individual. A esta categoría pertenecen: el instinto de
conservación del individuo, el egoísmo, y el deseo de poder.
El hombre comparte la vida preindividual con las plantas y con los animales, la
existencia individual. Sólo por la transitividad se manifiesta como un ser de un tipo
especial. Esta forma de vida es más espiritual , pues espíritu significa en el
humano comunicación y trascendencia, y posibilidad de participar en lo que se
halla más allá del individuo y su interés inmediato.
La emoción como ritmo: la emoción, así como los estados de ánimo, son
fundamentalmente rítmicos y periódicos. En rigor, uno de los elementos esenciales
de la emoción es su transitoriedad, el hecho que ella no puede durar
indefinidamente. Mencionábamos como ejemplo extremo el de las emociones
ligadas al gusto y al olfato. Ahora, es característico en la depresión el que las
emociones pierden su ritmicidad natural. En lugar de desaparecer un tiempo
después de haber sido invadidos por ella, las emociones depresivas permanecen:
permanece la angustia, el desánimo, el desasosiego por horas, días y semanas,
constituyendo quizás la causa más importante del sufrimiento de estos enfermos,
algo dramáticamente representado en la llamada “depresión agitada”. (Dörr, 2006)
Otro hecho clínico que de gran importancia que menciona el autor respecto la vida
emocional del paciente depresivo, es la diferencia de lo que ocurre entre esta
patología y la esquizofrenia. En esta última, existiría una apatía orgánica o mas
bien una peculiar alteración de la afectividad, mientras que el depresivo sufre con
ese apagamiento de sus emociones. Tanto la anhedonia como el no sentir el
cariño que habitualmente sentían por sus seres queridos es para ellos una fuente
de sufrimiento casi tan importante como la angustia. (op. cit.)
Gonzalez, MP., Barrul, E., pons, C., Maerteles, P. ¿Qué es la emoción? [en línea].
1998
http://www.biopsychology.org/biopsicologia/articulos/que_es_la_emocion.htm>
Heidegger, M., Sein und Zeit (1927), Niemayer Verlag, Tübingen, 10ª edición,
1963,