Resumen El Tiempo Filosofico Introduccion A La Filosofia
Resumen El Tiempo Filosofico Introduccion A La Filosofia
Resumen El Tiempo Filosofico Introduccion A La Filosofia
Este concepto encabeza un debate sin fin que arranca con los antiguos
pensadores griegos, encabezados por Platón y Aristóteles; continua en la edad
Media temprana, cuando destacan las ideas agustinianas; alcanza su punto álgido
en el siglo XVIII, con el desencuentro entre las posturas de Newton y Kant, y llega
hasta nuestros días.
Edad Antigua:
Considera que el tiempo nace con el cielo, y el movimiento de los astros mide el
tiempo. Y a su vez considera que el tiempo es una ilusión o imitación de la
eternidad inmóvil del mundo de las ideal. Por lo que, la verdadera naturaleza de
las cosas, es permanecer estática y eterna, y la “sombra” de esa inmovilidad es
justamente el cambio, el tiempo. Declara, por lo tanto que la transformación, el
movimiento, el devenir, son una prueba de que estamos contemplando el tiempo.
De esta forma, el tiempo que marcan los astros en su perpetuo vaivén resulta la
imagen móvil de la eternidad.
Aristóteles: Afirma que “El tiempo es el número del movimiento según el antes y el
después”, esto decir, como aquella medida del movimiento con relación a lo
precedido y lo sucedido.
Pero entonces, ¿Qué sucede con el efímero «Ahora»? Ahí reside el problema del
tiempo para Aristóteles: «parte del mismo pasado y ya no existe, y la otra parte del
futuro y no existe todavía; y sin embargo, esta hecho de aquellos. Es difícil
concebir que participa de la realidad algo que está hecho de cosas que no
existen». Es decir, sería lógico pensar que, puesto que no hay presente ni pasado
ni futuro, no hay tiempo.
Para asegurar la comprensión del doble sentido en el que debe ser entendido el
‘ahora’, Aristóteles decide reforzar la idea estableciendo una analogía entre el
‘ahora’ y el ‘móvil’ (219b 15 - 220a), dicha analogía es, en resumidas cuentas,
expuesta de la manera siguiente: el ‘ahora’ es al tiempo, lo que el ‘móvil’ es al
movimiento. Esto, claro está, en el sentido en que el ‘móvil’ permanece siendo el
mismo como sustrato del movimiento, pero se constituye siempre como
algo distinto en cada fase del movimiento. La manera más clara en la
que podemos visualizar esto es atendiendo en especial al movimiento locativo o
de traslación, pues el ‘móvil’, por ejemplo una flecha, sigue siendo siempre una y
la misma mientras va en el aire, pero es distinta en cada instante que
consideremos, en el sentido que ocupa una porción distinta de espacio en cada
momento4.
-En el siglo XIII, santo Tomas de Aquino define el tiempo siguiendo a Aristóteles
«el tiempo es el movimiento según el antes y el después)». Es decir, recoge la
vieja idea de que el tiempo es algo externo, pero no resuelve las dudas acerca de
la realidad que lo constituye.
Edad Antigua:
Los griegos establecían una clasificación para considerar algo o alguien mortal, las
plantas y animales no lo son porque no saben que van a morir. Por lo tanto no es
mortal quien muere sino quien está seguro de que va a morir. Los auténticos
vivientes somos los humanos porque sabemos que dejaremos de vivir y en eso
consiste la vida. Algunos dicen que los dioses son inmortales, pero no se dice que
están vivos (sólo a Jesucristo, pero murió como todos nosotros).
Todo lo que hacemos en la vida es para evitar morir, si la muerte no existiera
habría mucho que ver y mucho tiempo, pero muy poco que hacer y nada en que
pensar.
La muerte para platón es una libración del alma del mundo tangible para acceder
al mundo de las ideas donde ya estuvo antes de unirse al cuerpo. Platón no
consideraba la muerte como algo malo, o algo por lo cual asustarse ya que
simplemente era la transición del alma, un cambio de espacio.
Lo cierto es que Platón quería transmitir que el alma sigue existiendo después de
la muerte del cuerpo y tendría una vida después de la muerte, acorde a como
haya sido su conducta en este mundo. El alma se someterá, tras su separación
del cuerpo a un juicio, y según haya sido su comportamiento en la vida, recibirá un
premio o un castigo.
-Tomás de Aquino: