Principio de Igualdad

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PRINCIPIO DE IGUALDAD

Principio de Igualdad. “El presupuesto esencial de este principio, es el hecho de que


debe existir igualdad de situaciones entre las personas que se consideran víctimas de la
violación y otras que se señalen como término de comparación, es decir la
determinación del quebranto constitucional, se hace mediante un cotejo de supuestos en
que la desigualdad aparezca de una forma notoria, como en el caso en examen, donde
no es necesario hacer distinciones artificiosas o arbitrarias, para establecer la violación.”
Sentencias: 2531-94, 196-91, 1942-92, 7582-02.

El principio de igualdad tal y como ha sido entendido por el Derecho Constitucional,


hace que todos los hombres deban ser tratados igualmente por el Estado en cuanto a lo
que es esencialmente igual en todos ellos, esto es, en los llamados derechos
fundamentales que están contemplados en nuestra Constitución, que son el corolario de
la dignidad humana.

“...el principio de igualdad que establece el artículo 33 de la Constitución no tiene un


carácter absoluto, pues no concede propiamente un derecho a ser equiparado a cualquier
individuo sin distinción de circunstancias, sino más bien a exigir que no se haga
diferencias entre dos o más personas que se encuentren en una misma situación jurídica
o en condiciones idénticas, por lo que no puede pretenderse un trato igual cuando las
condiciones o circunstancias son desiguales." Sentencia: 1942-94

“Igualdad ente la Ley significa solo igual trato en condiciones iguales, pues resultaría
contrario a ese principio aplicar una misma medida en condiciones diferentes. Pero debe
hacerse hincapié en que no toda diferencia constituye causa legítima para establecer un
distinto trato, menos aún sin restricción alguna, pues la diferencia puede referirse a
aspectos irrelevantes, que no afectan la medular del caso, además de que el quebranto
constitucional también podría producirse por exceso, es decir, cuando se adoptan medidas
exhorbitadas en relación a las diferencias que pudieran justificar algún distinto trato.”
Sentencia 1785-90

“Si bien es cierto que la Constitución faculta para crear una desigualdad por vía de ley
respecto de los extranjeros, también es cierto que esas excepciones no pueden infringir los
demás derechos que consagra la Carta Fundamental, pues ello permitiría la
desconstitucionalización de todas las garantías, a que tienen derecho los extranjeros, por
vía de ley, lo cual no es posible en nuestro sistema de derecho. Las desigualdades entre
extranjeros y costarricenses sólo pueden ser dadas por la Constitución y por ley cuando
ésta respete aquella supremacía.” Sentencia 2050-91

“La jurisprudencia constitucional a través de varios pronunciamientos ha logrado


decantar el contenido del principio de igualdad establecido en el artículo 33 de la
Constitución, señalando que por medio de él, se prohibe hacer diferencias entre dos o
más personas que se encuentren en una misma situación jurídica o en condiciones
idénticas, sin que pueda pretenderse un trato igual cuando las condiciones o
circunstancias son desiguales, se acuerda, en principio, un trato igual a situaciones
iguales y se posibilita un trato diferente a situaciones y categorías personales diferentes
Pero la exigencia de igualdad no legitima cualquier desigualdad para autorizar un trato
diferenciado, para determinar si realmente se justifica una discriminación, hay que
analizar si el motivo que la produce es razonable, es decir, si atendiendo a las
circunstancias particulares del caso se justifica un tratamiento diverso.” Sentencia
1372-92

“El principio de igualdad en materia tributaria implica que todos deben contribuir a los
gastos del Estado en proporción a su capacidad económica, de manera tal que en
condiciones idénticas deben imponerse los mismos gravámenes, lo cual no priva al
legislador de crear categorías especiales, a condición de que no sean arbitrarias y se apoyen
en una base razonable. De manera que resulta contrario a la igualdad, a la uniformidad y a
la imparcialidad, el establecimiento de un impuesto que no afecta a todas las personas que
se encuentran en la misma situación, sino que incide en una sóla clase de personas, ya que
se está infringiendo la obligación constitucional, de extenderlo a todos los que están en
igualdad de supuestos. El principio de igualdad constitucional genera el principio
administrativo de igualdad ante las cargas públicas, sea dar el mismo tratamiento a quienes
se encuentran en situaciones análogas, excluyendo todo distingo arbitrario o injusto contra
determinadas personas o categorías de personas, en consecuencia no deben resultar
afectadas personas o bienes que fueren determinados singularmente, pues si eso fuera
posible, los tributos tendrían carácter persecutorio o discriminatorio.” Sentencia 633-94

“El principio a la igualdad ante la ley se viola, si alguna disposición otorga un trato
distinto, sin motivo justificado, a personas que se encuentren en igual situación, o sea que
para una misma categoría de personas las regulaciones tienen que ser iguales.” Sentencia
500-95

“El artículo 33 de la Constitución Política, reconoce que todas las personas son iguales
ante la ley y prohíbe toda práctica de discriminación que resulte contraria a la dignidad
humana, precepto al cual, el Constituyente le otorgó el rango de uno de
los valores superiores que informan nuestra Constitución. Así las cosas, el Estado
debe, a través del Poder Legislativo, emitir las leyes con absoluto respeto al principio
de igualdad. Lo anterior, no implica que deba darse un trato igualitario a todos los
grupos de personas, pues, por el contrario, se debe procurar que, en iguales condiciones,
se apliquen las mismas medidas jurídicas. Lo anterior, toda vez que, existen grupos de
personas que, por sus condiciones particulares, se encuentran en una situación distinta a
los demás, siendo que, de otorgárseles el mismo trato, se les estaría colocando en una
condición de desventaja que resultaría discriminatoria. Ahora bien, en ese sentido, las
personas que presentan alguna discapacidad física, sea ésta temporal o permanente, se
encuentran, objetivamente, en una situación distinta a la del resto de las personas, por lo
que otorgar un trato igualitario en ambos casos, implicaría una vulneración al principio
de igualdad.” Sentencia 5694-08

“Ante ello, cabe indicar que a la luz de lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de la


Jurisdicción Constitucional la jurisprudencia y los precedentes de esta jurisdicción son
vinculantes erga omnes, salvo para sí misma. Ello implica que, ante nuevas situaciones
de hecho que resulten similares, este Tribunal -previo estudio- podrá decidir en forma
diversa. El cambio de criterio de esta Sala se puede dar tanto en relación con
precedentes que estiman un recurso, como también respecto de sentencias
desestimatorias de un proceso planteado con anterioridad. Así las cosas, y luego de una
nueva ponderación de la situación, se procede a variar el criterio que se había vertido en
la sentencia supracitada. Y es que este Tribunal estima que resulta irrazonable e
injustificado que al realizarse la revisión técnica vehicular no se verifique el
cumplimiento de los requisitos o exigencias impuestas por las normas de accesibilidad
ya contenidas en la Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con
Discapacidad y sus reglamentos.” Sentencia 11861-08

“el parámetro económico que utiliza la Caja es extremadamente bajo y


desproporcionado en comparación con las necesidades que debe cubrir una persona con
discapacidad, ya que el monto de la canasta básica alimentaria establecida por el INEC,
sólo toma en consideración los alimentos o productos básicos para un persona sin
discapacidad, pero en dicha estadística no se incluyen otros productos o gastos en los
que incurre una persona con necesidades especiales en virtud de una discapacidad. De
esta forma, el monto que se obtiene al calcular una y media veces el monto de la canasta
básica, dista mucho de ser un parámetro económico razonable y proporcional para la
realidad económica social de las personas con discapacidad, independientemente, si se
trata de una persona con parálisis cerebral profunda, una persona con invalidez de un
66%, o un adulto mayor que por sus condiciones de avanzada edad podría ver
disminuidas sus capacidades y ser tomada en cuenta dentro del grupo de personas con
discapacidad. Como consecuencia de lo anterior, es evidente que la Caja Costarricense
de Seguro Social, al emitir una normativa destinada en forma general a varios grupos de
personas, que ofrece un trato irrazonable e igualitario a las personas con discapacidad,
sin tomar en consideración sus necesidades básicas y con la consecuente discriminación
que ello genera, incumple con su obligación de brindar una protección especial al
anciano, al niño y las personas con discapacidad. En virtud de ello, estima este Tribunal
que el artículo 4 del Reglamento al Régimen No Contributivo de Pensiones aprobado el
17 de mayo del 2007, es inconstitucional por contravenir lo dispuesto en los artículos
33, 50 y 51 de la Constitución Política.” Sentencia 16300-09

“Es precisamente con el sistema de paridad y con la creación e implementación del


mecanismo de alternancia, que el Estado costarricense asegura la realización práctica
del principio de igualdad entre hombres y mujeres protegido a nivel Constitucional y
Convencional, pues permite una participación equilibrada e igualitaria entre ellos, en el
escenario político, sin distingo…. Ciertamente, la alternancia tampoco garantiza que las
personas más capacitadas queden ubicadas en las listas con mayor posibilidad de ser
electas, pues ese no es su objetivo, sino únicamente el garantizar que, una vez hecho el
proceso de selección, candidatos y candidatas, puedan acceder a las listas en
condiciones de igualdad o equilibro, que es lo que exige el marco convencional y
constitucional costarricense…En consecuencia, esta acción debe declararse sin lugar,
pues la alternancia, por sí misma, no limita o impide, de ninguna manera, a las personas
–hombres o mujeres-, “más capacitadas” a postularse o resultar electos en cargos de
elección popular, por el hecho de que se deban colocar en una manera alterna en la
papeleta, pues es erróneo pensar que las personas “más capacitadas”, sólo tienen
posibilidades reales de resultar electas si se colocan de manera consecutiva –siendo del
mismo sexo.”Sentencia 1966-12

“…el principio de igualdad de oportunidades y de condiciones reales de vida, son el


fundamento y propósito de numerosas normas y principios consagrados en la
Constitución y en Instrumentos Internacionales de Protección de Derechos Humanos, lo
cual evidentemente en el caso en cuestión, es infringido al limitar hasta el segundo
grado de consanguinidad la autorización para conducir un vehículo de una persona que
presenta algún grado de discapacidad. Aunado a ello, la igualdad de oportunidades es
inherente a la idea de igual dignidad de la persona, por lo cual, limitar el grado de
consaguinidad de dicho grupo social, se convierte en una restricción excesiva que
impide alcanzar la igualdad para los desiguales. Así las cosas, en criterio de esta Sala,
la norma impugnada, no tiene elementos de razonabilidad técnica que la justifiquen, ya
que deja sin efecto el ejercicio de un derecho que la ley ya había reconocido a las
personas con discapacidad, lo cual lo vuelve inconstitucional por infracción del
principio de razonabilidad...” Sentencia 266-12

“…En este caso en particular, debe realizarse un especial análisis en torno al elemento
de `necesidad´, toda vez que la autoridad recurrida fundamenta la imposición de la
limitación de la edad en la especial naturaleza de las funciones que deben cumplirse en
la seguridad ciudadana. Concuerda esta Sala en que la naturaleza de las funciones de un
oficial de policía justifican la imposición de ciertos requisitos (…)sin embargo, también
considera que la sola edad no es un factor que establezca de forma clara y precisa la
condición física de las personas (...)Es decir, existen otras opciones (…)de modo que no
se discrimine en razón de la edad. De esta manera, comprueba este Tribunal la
lesión a los derechos fundamentales de la amparada, por lo que resulta procedente
declarar con lugar el recurso…” Sentencia 2569-12

“…Sobre el particular, es menester analizar el principio de razonabilidad de las normas. En


ese sentido, la jurisprudencia constitucional ha señalado sus componentes: legitimidad,
idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto (...) Así, un acto limitativo de
derechos es razonable cuando, amén de legítimo, cumple la triple condición de ser
necesario, idóneo y proporcional…” Sentencia 2569-12

“…el accionante presentó una oferta de servicios la cuál fue rechaza en el proceso de
reclutamiento y selección (…) por contar con más de cuarenta años de edad (…)Al
respecto, la Sala reitera (…) por considerar que lesiona el principio de razonabilidad y
resulta discriminatorio limitar el acceso al cargo fundándose exclusivamente en la edad
del concursante, por no ser un factor que por sí solo, define las condiciones físicas de
una persona, siendo que, tal requerimiento puede ser solventado mediante exámenes o
pruebas físicas. Una diferenciación de trato para acceder o no al servicio público
fundada exclusivamente en la edad, es siempre sospechosa constitucionalmente, en
cuanto utiliza un parámetro normalmente discriminatorio que no es relevante -por si
mismo- para el servicio de que se trata; como si lo sería, en cambio, la condición de
aptitud física o mental del aspirante…” Sentencia 3685-12

“…Sobre la supuesta violación al principio de igualdad. Igualmente, si el recurrente


considera que otra persona que se encuentra en su misma situación fue incorporado al
Colegio de Ingenieros Químicos y Profesionales Afines, esto no implica discriminación
alguna en su perjuicio, toda vez que el principio de igualdad, que consagra el artículo 33
Constitucional, no concede un derecho a ser equiparado a cualquier individuo sin
distinción de circunstancias, sino más bien a exigir que la ley no haga diferencias entre
dos o más personas que se encuentren en una misma situación jurídica o en condiciones
idénticas, y no puede pretenderse un trato igual cuando las condiciones o circunstancias
son desiguales. En este caso no se ha acreditado con prueba idónea que ambos personas
estén en la misma situación…” Sentencia 4190-12
“…Así, y sujeto al principio de reserva de ley, pueden establecerse limitaciones al
ejercicio de la actividad profesional para procurar la no afectación a terceros, la
protección de la moral y el orden público...” Sentencia 4190-12

“…Ese principio es el que alegan los recurrentes infringido por la decisión del
Presidente del Parlamento de negarle permiso para ausentarse del plenario a los
diputados que, como ellos, integran el Partido Liberación Nacional, mientras que sí se le
otorga a las personas que integran otras fracciones políticas. Se considera que esa
disposición administrativa es discriminatoria (…), según se desprende de los oficios que
presenta, todas las personas solicitantes y a quienes se les negó el permiso de ausentarse
forman parte del Partido Liberación Nacional, (…) si bien el Presidente recurrido tiene
la facultad de conceder o denegar tales permisos, ello debe hacerse bajo parámetros
objetivos que no signifiquen menoscabo alguno en los derechos fundamentales de las
personas requerientes, como en este caso…” Sentencia 4771-12

“...La igualdad, como lo ha reconocido la jurisprudencia de la Sala, se viola cuando la


desigualdad está desprovista de una justificación objetiva y razonable. En ese sentido, el
principio de igualdad no prohíbe que se contemplen soluciones distintas ante situaciones
distintas, como tratamiento diverso, si existen parámetros objetivos que fundan tal
distinción, examen que deberá hacerse en cada caso concreto al analizar la
proporcionalidad entre los medios empleados y la finalidad…” Sentencia 4771-12

“…se constata que el menor amparado posee una discapacidad visual, que existen
criterios médicos y docentes que prescriben su estimulación visual, y que pese a
que la Directora del Centro educativo donde está el menor solicitó al Ministerio
recurrido un especialista en defectos visuales (…)las autoridades de dicho Ministerio
procedieron a denegar la solicitud sin ofrecer alternativa alguna, en detrimento del
interés superior del menor. No siendo sino, hasta con posterioridad a la presentación de
este recurso que se procederá a realizar una valoración al menor (…)para determinar los
apoyos educativos que su proceso educativo requiere, se constata la violación de los
derechos fundamentales del menor a recibir una atención especial a sus necesidades
especiales (interés superior del menor, igualdad y educación), razones por las cuales
procede la estimatoria de este recurso…” Sentencia 5353-12

“El principio de igualdad es un principio rector de nuestra democracia constitucional y


permea todo el sistema político y jurídico, no sólo en su dimensión subjetiva, sino
objetiva. En consecuencia, ninguna política ni norma puede abstraerse de cumplir con
este principio básico, que en el caso concreto, ni siquiera significa dar un trato mayor a
favor de las mujeres o de los hombres, ya que el tratamiento para ambos es el mismo en
porcentaje y modalidad. Lo que pretende el mecanismo de la alternancia, como bien lo
apunta el Tribunal Supremo de Elecciones, es incorporar la diversidad de género a la
democracia, en igualdad de condiciones para ambos géneros. Este mecanismo no puede
provocar una discriminación en perjuicio de personas “más capacitadas” o de restarles
posibilidades, según lo argumenta el accionante, ya que precisamente busca todo lo
contrario, que es garantizar las mismas oportunidades de resultar electos o electas en los
lugares de mayor posibilidad tanto a hombres para mujeres. Por el contrario, la ausencia
del mecanismo de la alternancia dejaría a los partidos políticos en la libertad de
proponer una nómina de candidatos según sus intereses, con la posibilidad de que aún
respetando la paridad (50% para cada género), las mujeres terminen en el “piso” de la
lista -como ha sucedido en el pasado-, lugar en que no tendrían mayor opción electoral,
ya que en nuestro sistema político, los partidos políticos compiten no sólo por un
número determinado de cargos, sino que el reparto de escaños se da en forma
descendente dependiendo del número de votos obtenidos…” Sentencia 1966-12

“…estas multas no buscan castigar la condición social y económica de grupos


específicos de extranjeros, sino sancionar una situación migratoria irregular. En este
sentido, las diferencias que existan entre extranjeros no varían las circunstancias de
aplicación de la ley en cuestión, pero sí se hace necesario resaltar que la ley prevé
un mecanismo distinto que le compatibiliza con el principio de razonabilidad y
proporcionalidad de la sanción, en cuanto que, si el migrante no puede hacer frente a la
sanción económica, puede optar por una totalmente distinta a la económica, es decir, la
prohibición de ingreso al país por el triple del tiempo de su permanencia irregular. En
consecuencia se estiman infundados los reclamos de los accionantes respecto de la
violación del principio de igualdad, debido a que contrario a lo que se ha dicho, no
existe lesión alguna del principio de igualdad formal, el cual implica un tratamiento
igual para los iguales y desigual para los desiguales por parte de la ley, dado que
éste se cumple a cabalidad en las normas cuestionadas en las cuales -sin distingo
alguno-todos los extranjeros que hayan incurrido en una conducta bien definida…”
Sentencia 5651-12

“…se crea una limitación que restringe, innecesariamente, el compromiso frente a las
población discapacitada, de aplicar normas que permitan superar reducir la desigualdad
real, aplicando medidas que propicien una igualdad que sólo se logra mediante acciones
jurídicas y adminsitraivas solidarias. La norma comentada en lugar de eliminar los
obstáculos para la inserción de este grupo social, establece medidas irrazonables que no
reducen la desigualdad real que debe enfrentar la población que padece
algunadiscpacidad y que impide su movilidad. No se constata, en modo alguno que
dicha medida o limitación esté justificada por la situación real de los individuos o grupo
social en cuestión, motivo por el cual en criterio de éste Tribunal dicha diferenciación es
inadmisible, pues no se determina que la finalidad de la medida impuesta, sea
constitucionalmente legítima. Como bien se indicó, el principio de igualdad de
oportunidades y de condiciones reales de vida, son el fundamento y propósito de
numerosas normas y principios consagrados en la Constitución y en Instrumentos
Internacionales de Protección de Derechos Humanos, lo cual evidentemente en el caso
en cuestión, es infringido al limitar hasta el segundo grado de consanguinidad la
autorización para conducir un vehículo de una persona que presenta algún grado de
discapacidad…” Sentencia 266-12

“...Esta normativa excepcional, la cual, autoriza a realizar nombramientos en


propiedad sin haberse sometido a un procedimiento de selección público y en
igualdad de condiciones, regido por criterios de mérito y capacidad, rompería con
el criterio de igualdad en el acceso a los empleos públicos, lesionándose lo
dispuesto en los artículos 33, 191 y 192 de la Constitución Política. Nótese que
esta normativa, del todo, no prevé la realización de un concurso público de
antecedentes -mecanismo por excelencia para demostrar la idoneidad- sino que se
limita a autorizar a asignar plazas en
propiedad a determinados funcionarios que cumplan los requisitos de antigüedad allí
dispuestos, excluyéndose, por ende, a todos los demás funcionarios que no cumplan
dichos requisitos de años de servicio en determinadas condiciones, pero que desean
aspirar a un ascenso o a realizar carrera administrativa dentro de la Caja
Costarricense de Seguro Social. Dicha situación, sin duda alguna, es lesiva del
derecho de acceso a los cargos públicos o a la función pública en condiciones de
igualdad. Si bien es cierto el fin último de este tipo de procedimientos -poner coto a
los prolongados interinazgos de la institución- es justificado, no así el medio
empleado, por cuanto, se está obviando el mecanismo legítimo para realizar los
nombramientos en propiedad y, además, se está obstaculizando el principio de libre
concurrencia. Tampoco es lícito pretender que sólo por ser el único grupo
profesional que no se ha visto favorecido con este tipo de transitorios, deben
aplicárselos a ellos también, para, de este modo, no vulnerar el principio de
igualdad. El principio de igualdad no autoriza a equiparar situaciones ilegítimas como
la que se analiza en el sub lite, tanto así, que, como se examinó supra, este Tribunal
declaró la inconstitucionalidad del inciso c) del artículo transitorio de la Reforma al
Reglamento de Reclutamiento y Selección de Profesionales en Farmacia,
Nutrición, Odontología y Trabajo Social de la Caja Costarricense de Seguro Social,
que preveía un mecanismo de nombramientos similar al que se examina en esta
resolución. ...” Sentencia 15254-12
“…A través de su línea jurisprudencial esta Sala ha reconocido como principio jurídico
fundamental contenido en la Constitución Política de Costa Rica el respeto a la dignidad
de todo ser humano y, en consecuencia, la prohibición absoluta de realizar cualquier
tipo de discriminación contraria a esa dignidad. Discriminar, en términos generales, es
diferenciar en perjuicio de los derechos y la dignidad de un ser humano o grupo de
ellos; en este caso de los homosexuales. A partir de lo anterior, puede válidamente
afirmarse que la discriminación por motivos de orientación sexual es contrario al
concepto de dignidad debidamente consagrado en la Constitución Política y en los
Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos suscritos por nuestro país. A
manera de ejemplo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos prohíbe en su
artículo 26 la discriminación por motivos de "raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social"; de lo que también deriva que no son
permitidos los actos que atenten contra el derecho a la igualdad y dignidad humana de
las personas por su orientación sexual, pues tienen derecho, como cualquier otra
persona, a vestir de la forma que mejor les parezca, sin discriminación en razón de su
preferencia sexual (véase sentencia no. 2007-018660). Pudiendo establecerse
regulaciones en el vestir en los centros penitenciarios para todos los privados de
libertad, siempre y cuando sea mediante una disposición reglamentaria con sustento
legal (para cumplir con el principio de reserva legal), esta atienda a razones de orden y
seguridad, sea aplicable por igual a todos los privados de libertad y no implique
discriminación sexual…” Sentencia 4524-12

“…Una vez analizada la norma en cuestión, debe establecerse si el principio de


igualdad, receptado en el artículo 33 de la Constitución Política, obliga a tener un
solo procedimiento en cuanto a la prescripción penal en todos los delitos del
ordenamiento jurídico. La conclusión es que no, pues el principio de igualdad
acepta el trato desigual, para situaciones desiguales, siempre y cuando este no
sea irrazonable o desproporcionado. El artículo 62 establece una diferenciación que
no es irrazonable o desproporcionada, pues siendo el ilícito de corrupción un delito
que se ejecuta, desde el poder que ostenta el funcionario público, tal condición le
permite controlar y neutralizar la posible investigación, de manera que la
especificidad de algunas causales de prescripción frente a otros infractores no
resulta contraria a aquellos postulados. La ejecución de los actos de abuso de
poder desde posiciones de poder es una condición que no poseen todos los
infractores, los funcionarios públicos no obran manejando cosa propia o haciendo uso
de un derecho propio, sino por mandato y en representación del pueblo, cuerpo
político en quien reside la soberanía, por esa razón se justifica la variación de las
causales de prescripción, caso contrario se podría convertir en fuente de
impunidad...” Sentencia 1011-13

“…Sobre la DISCRIMINACIÓN y la DIFERENCIACIÓN.- Es importante indicar


que existen dos conceptos básicos que suelen confundirse al hablar del tema de la
igualdad ante la Ley, como lo son la discriminación y la diferenciación. La
Constitución prohíbe la discriminación, pero no excluye la posibilidad de que el
poder público pueda otorgar tratamientos diferenciados a situaciones distintas,
siempre y cuando se funde en una base objetiva, razonable y proporcionada.
Resulta legítima una diferenciación de trato cuando exista una desigualdad en los
supuestos de hecho, lo que haría que el principio de igualdad sólo se viole cuando se
trata desigualmente a los iguales y, por ende, es inconstitucional el trato
desigual para situaciones idénticas…” Sentencia 135-13

“…Al respecto, se debe advertir que un acto discriminatorio puede darse cuando entre
dos sujetos existe una diferencia de trato injustificado y arbitrario, en cuyo caso se
requiere de un parámetro de comparación para determinar si hay desigualdad dentro de
una relación normativa. Empero, la discriminación también se puede dar cuando a una
persona se le califica con criterios denigrantes claramente contrarios a la opinión
científica mayoritaria, como sería considerar que una persona por su color, género, etnia
u orientación sexual (entre otros) sea un individuo de menor valía o bien una persona
enferma. En tal caso, el solo hecho de propiciar tal tipo de calificativo implica per se un
acto discriminatorio y lesivo a la dignidad humana, como tristemente ha ocurrido a lo
largo de la historia en regímenes totalitarios e intolerantes, en los que incluso científicos
(racialismo) han sostenido que ciertas razas o naciones, por su color, rasgos físicos o
costumbres religiosas, corresponden a clases inferiores o de menor valía…” Sentencia
3090-13
“… Sobre el principio de igualdad de las personas con capacidades especiales en
relación con el derecho a la educación. En múltiples ocasiones la Sala, como garante
de los derechos fundamentales de los individuos, se ha pronunciado sobre la tutela
especial que merecen las personas con capacidades especiales a raíz del contenido de
los artículos 33 y 51 la Carta Magna. En primer término, es importante señalar que la
Constitución Política de Costa Rica y la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos (instrumento internacional con fuerza superior a la ley por disposición del
artículo 7 constitucional) consagran el principio de igualdad de las personas y la
prohibición de hacer distinciones contrarias a su dignidad -artículos 33 y 24
respectivamente-. Adicionalmente, los derechos de las personas con capacidades
especiales están reconocidos en otros instrumentos internacionales como la
"Convención Americana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra las Personas con Discapacidad", aprobada por la Asamblea Legislativa por ley
número 7948 y la "Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con
Discapacidad", número 7600, publicada en La Gaceta del 29 de mayo de 1996. Esta
última Convención define en su artículo 1° la discriminación, de la siguiente manera:
"El término discriminación contra las personas con discapacidad, significa toda
distinción, exclusión o restricción basada en una discapacidad, antecedente de
discapacidad, consecuencia de discapacidad presente o pasada, que tenga el efecto o el
propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por parte de las
personas con discapacidad, de sus derechos humanos y libertades fundamentales"
La referida Convención parte de la premisa de que todos los derechos humanos y las
libertades fundamentales son universales, por lo que comprende sin reservas a las
personas con capacidades especiales. Del preámbulo de dicha Convención y de la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Declaración y Programa de Acción de
Viena de 1993 se desprende que todas las personas tienen el mismo derecho a la vida y
al bienestar, a la educación y al trabajo, a vivir independientemente y a la participación
activa en todos los aspectos de la sociedad. Por esa razón, se considera que cualquier
discriminación o cualquier trato discriminatorio negativo de una persona con
capacidades especiales es una violación a sus derechos. Finalmente, reconoce que a las
personas con capacidades especiales se les debe garantizar igualdad de oportunidades,
mediante la supresión de todos los obstáculos determinados socialmente, ya sean
físicos, económicos, sociales o psicológicos que excluyan o restrinjan su plena
participación en la sociedad (ver sentencias número 2001-12062 de las diez horas con
veinticuatro minutos del veintitrés de noviembre de dos mil uno, y la número 2003-
09003 de las dieciocho horas cuarenta y siete minutos del veintiséis de agosto de dos
mil tres). Concretamente en cuanto al derecho a la educación en la Ley de Igualdad de
Oportunidades para las Personas con Discapacidad que en su artículo 14 se consagra el
derecho de acceso a la educación. La educación de las personas con capacidades
especiales deberá ser de igual calidad, impartirse durante los mismos horarios, y basarse
en las normas y aspiraciones que orientan los niveles del sistema educativo (ver
sentencia número 2005-11543 de las doce horas veinte minutos del veinticuatro de
agosto del dos mil cinco)…” Sentencia 16172-13

“Igualdad en la ley supone que todos debemos estar sometidos razonablemente a los
mismos estándares y disfrutar los mismos mecanismos jurídicos que permitan hacerlo
valer, responde a una exigencia del principio de generalidad frente a los privilegios, que
precisamente empezaron a combatirse desde la revolución francesa, en cuanto exigía un
trato igual o similar para todos quienes se encontraran en un mismo supuesto de hecho o
en situaciones cuyas diferencias reales carecen de relevancia. Las normas jurídicas en
consecuencia deben estar redactadas de la forma más impersonal y universal que sea
posible, salvo que, los privilegios se justifiquen con base en normas constitucionales o
de los derechos humanos que permitan tales distinciones o persigan esos fines, para
alcanzar un derecho real y razonable que garantice una mayor igualdad de hecho o con
el fin de compensar la” Sentencia 000146-15

“…El principio de igualdad es propio o inherente de las personas, mas no de las


instituciones o de los institutos jurídicos, toda vez que éstas y éstos carecen de derechos
fundamentales. A las personas jurídicas privadas se les ha reconocido que son
poseedoras de derechos fundamentales por el hecho de que las forman personas
humanas. Debemos tener presente siempre que son los derechos fundamentales de la
persona humana, no de las instituciones o de los institutos…” Sentencia 12497-15

Esta Sala ha establecido en jurisprudencia de larga data que el principio de igualdad


consiste en la garantía de que el Estado otorgará el mismo trato a todas la personas “ en
cuanto a lo que es esencialmente igual en todos ellos, esto es, en los llamados derechos
fundamentales que están contemplados en nuestra Constitución, que son corolario de la
dignidad humana. En cambio, deben ser tratados desigualmente en todo aquello que se
vea substancialmente afectado por las diferencias que naturalmente median entre los
ciudadanos”. Ha sostenido en el pasado este Tribunal Constitucional que este principio
no implica que en todos los casos se deba dar un trato igual, obviando posibles
elementos diferenciadores de relevancia jurídica, y ha afirmado también que “ no toda
desigualdad constituye necesariamente una discriminación, sino que, esa
discriminación se verifica cuando la desigualdad está desprovista de una justificación
objetiva y razonable”. Sentencia 15778-15

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