El Papa Francisco presenta su primera Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium" (La Alegría del Evangelio) en la que invita a la Iglesia a una conversión misionera para compartir el gozo del Evangelio con todos. Propone una Iglesia en salida que acompañe a la humanidad, se centre en lo esencial del mensaje de Jesús sobre el amor salvífico de Dios, y acoja con misericordia a todos, incluso a aquellos que no cumplen aún con todos los ideales de la Iglesia.
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El Papa Francisco presenta su primera Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium" (La Alegría del Evangelio) en la que invita a la Iglesia a una conversión misionera para compartir el gozo del Evangelio con todos. Propone una Iglesia en salida que acompañe a la humanidad, se centre en lo esencial del mensaje de Jesús sobre el amor salvífico de Dios, y acoja con misericordia a todos, incluso a aquellos que no cumplen aún con todos los ideales de la Iglesia.
El Papa Francisco presenta su primera Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium" (La Alegría del Evangelio) en la que invita a la Iglesia a una conversión misionera para compartir el gozo del Evangelio con todos. Propone una Iglesia en salida que acompañe a la humanidad, se centre en lo esencial del mensaje de Jesús sobre el amor salvífico de Dios, y acoja con misericordia a todos, incluso a aquellos que no cumplen aún con todos los ideales de la Iglesia.
El Papa Francisco presenta su primera Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium" (La Alegría del Evangelio) en la que invita a la Iglesia a una conversión misionera para compartir el gozo del Evangelio con todos. Propone una Iglesia en salida que acompañe a la humanidad, se centre en lo esencial del mensaje de Jesús sobre el amor salvífico de Dios, y acoja con misericordia a todos, incluso a aquellos que no cumplen aún con todos los ideales de la Iglesia.
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EVANGELII GAUDIUM
Resumen preparado por la Secretara General de la CEM
En esta su primera Exhortacin Apostlica, el Papa Francisco, fundamentndose en la Palabra de Dios y considerando el magisterio pontificio y de los episcopados del mundo particularmente el documento Aparecida, as como la XIII Asamblea General Ordinaria del Snodo de los Obispos sobre el tema La nueva evangelizacin para la transmisin de la fe cristiana, nos muestra la continuidad de la fe y nos invita a ser audaces discpulos misioneros de Cristo, compartiendo a todos el gozo del Evangelio.
Introduccin
La alegra del Evangelio llena el corazn y la vida entera de los que se encuentran con Jess. Quienes se dejan salvar por l son liberados del pecado, de la tristeza, del vaco interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegra (n. 1). El gran riesgo del mundo actual, con su mltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazn cmodo y avaro, de la bsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada sa no es la opcin de una vida digna y plena, se no es el deseo de Dios para nosotros (n. 2). Ante esta triste realidad, pido a cada cristiano que renueve su encuentro personal con Jesucristo (n. 3).
El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegra (cfr. Lc 1,28; 1,41; 1,47; Jn 3,29; Lc 10,21; Jn 15,11). Quien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, cmo puede contener el deseo de comunicarlo a otros? (9) Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace ms que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realizacin personal un evangelizador no debera tener cara de funeral (n. 5) Cristo ha trado consigo toda novedad (san Irineo, Adversus haereses, IV, c. 34, n. 1). l siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad (n. 6).
La evangelizacin convoca a todos y se realiza fundamentalmente en tres mbitos: la pastoral ordinaria, destinada a encender los corazones de los fieles que regularmente frecuentan la comunidad y a los que conservan una fe catlica, aunque no participen frecuentemente del culto; el mbito de las personas bautizadas que no viven las exigencias del Bautismo ; y quienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado (n. 12). Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los Obispos latinoamericanos afirmaron que ya no podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos y que hace falta pasar de una pastoral de mera conservacin a una pastoral decididamente misionera (Aparecida, 548).
Con una actitud descentralizadora (16), el Papa, sin pretender remplazar a los episcopados locales en el discernimiento de las problemticas que se plantean en sus territorios, ofrece orientaciones que puedan impulsar en toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y dinamismo (17): a) La reforma de la Iglesia en salida misionera. b) Las tentaciones de los agentes pastorales. c) La Iglesia entendida como la totalidad del Pueblo de Dios que evangeliza. d) La homila y su preparacin. e) La inclusin social de los pobres. f) La paz y el dilogo social. g) Las motivaciones espirituales para la tarea misionera.
CAPTULO PRIMERO LA TRANSFORMACIN MISIONERA DE LA IGLESIA
La evangelizacin obedece al mandato misionero de Jess (cfr. Mt 28,19- 20) (19). La Iglesia en salida es la comunidad de discpulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompaan, que fructifican y festejan... Primerear es experiencia de la iniciativa del Seor, que nos ha primereado en el amor (cfr. 1 Jn 4,10), y como l, buscar a los lejanos y excluidos, para brindar misericordia. Como consecuencia, la Iglesia sabe involucrarse , achica distancias, se abaja hasta la humillacin si es necesario... Luego, acompaa a la humanidad en todos sus procesos, por ms duros y prolongados que sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostlico (n. 24).
Sueo con una opcin misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelizacin... La reforma de estructuras que exige la conversin pastoral slo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan ms misioneras (n. 27)
La parroquia puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad Esto supone que realmente est en contacto con los hogares y con la vida del pueblo La parroquia es presencia eclesial en el territorio (n. 28) Las dems instituciones eclesiales, comunidades de base y pequeas comunidades, movimientos y otras formas de asociacin, son una riqueza de la Iglesia que el Espritu suscita para evangelizar es muy sano que no pierdan el contacto con esa realidad tan rica de la parroquia del lugar, y que se integren en la pastoral orgnica de la Iglesia particular. Esta integracin evitar que se queden slo con una parte del Evangelio y de la Iglesia, o que se conviertan en nmadas sin races (n. 29).
Cada Iglesia particular, porcin de la Iglesia catlica bajo la gua de su obispo, tambin est llamada a la conversin misionera (n. 30). El Obispo debe favorecer los mecanismos de participacin que propone el Cdigo de Derecho Cannico y otras, con el deseo de escuchar a todos y no slo a algunos que le acaricien los odos (n. 31).
Me corresponde, como Obispo de Roma, estar abierto a las sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi ministerio que lo vuelva ms fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de la evangelizacin El Papa Juan Pablo II pidi que se le ayudara (Ut unum sint, 95). Hemos avanzado poco en ese sentido. Tambin el papado y las estructuras centrales de la Iglesia universal necesitan conversin pastoral por cuanto todava no se ha explicitado suficientemente un estatuto de las Conferencias episcopales que las conciba como sujetos de atribuciones concretas, incluyendo tambin alguna autntica autoridad doctrinal Una excesiva centralizacin complica la vida de la Iglesia y su dinmica misionera (n. 32).
Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los mtodos evangelizadores Lo importante es no caminar solos, contar siempre con los hermanos y especialmente con la gua de los obispos, en un sabio y realista discernimiento pastoral (n. 33). Una pastoral en clave misionera no se obsesiona por la transmisin desarticulada de una multitud de doctrinas que se intenta imponer a fuerza de insistencia. Cuando se asume un objetivo pastoral y un estilo misionero, que realmente llegue a todos sin excepciones ni exclusiones, el anuncio se concentra en lo esencial, que es lo ms grande, lo ms atractivo y al mismo tiempo lo ms necesario (n. 35). Todas las verdades reveladas proceden de la misma fuente divina y son credas con la misma fe, pero algunas de ellas son ms importantes por expresar ms directamente el corazn del Evangelio, cuyo ncleo fundamental es la belleza del amor salvfico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado (n. 36). Santo Toms de Aquino enseaba que en el mensaje moral de la Iglesia tambin hay una jerarqua, en las virtudes y en los actos que de ellas proceden. En s misma la misericordia es la ms grande de las virtudes, ya que a ella pertenece volcarse en otros y, ms an, socorrer sus deficiencias (Summa Theologiae II-II, q. 30, art. 4. Cf. ibd. q. 30, art. 4, ad 1) (n. 37).
No hay que mutilar la integralidad del mensaje del Evangelio... Cuando la predicacin es fiel al Evangelio, se manifiesta con claridad la centralidad de algunas verdades y queda claro que la predicacin moral cristiana no es una tica estoica El Evangelio invita ante todo a responder al Dios amante que nos salva, reconocindolo en los dems y saliendo de nosotros mismos para buscar el bien de todos (n. 39).
En su constante discernimiento, la Iglesia tambin puede reconocer costumbres propias no directamente ligadas al ncleo del Evangelio No tengamos miedo de revisarlas hay normas o preceptos eclesiales que pueden haber sido muy eficaces en otras pocas pero que ya no tienen la misma fuerza educativa. Santo Toms de Aquino, citando a san Agustn, adverta que los preceptos aadidos por la Iglesia posteriormente deben exigirse con moderacin (n. 43).
La imputabilidad y la responsabilidad de una accin pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la violencia, el temor, los hbitos, los afectos desordenados y otros factores psquicos o sociales (Catecismo de la Iglesia catlica, 1735). Por lo tanto, sin disminuir el valor del ideal evanglico, hay que acompaar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento. A los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Seor que nos estimula a hacer el bien posible (n. 44).
Salir hacia los dems para llegar a las periferias humanas no implica correr hacia el mundo sin rumbo y sin sentido (n. 46). La Iglesia est llamada a ser siempre la casa abierta del Padre Todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial La Eucarista, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los dbiles la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas (n. 47).
Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida (n. 49).
La crisis mundial que afecta a las finanzas y a la economa pone de manifiesto la grave carencia de su orientacin antropolgica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo Salir a las periferias El captulo primero (La transformacin misionera de la Iglesia) seala que la prioridad no es gestionar lo que se tiene, como si la fe pudiera conservarse sin comunicarla. Hay que salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio (n. 20). Sueo con una opcin misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelizacin del mundo actual ms que para la autopreservacin (n. 27). Toda reforma en la Iglesia solo puede buscar que sea ms misionera, dice el Papa a rengln seguido. Esto implica aceptar la limitacin humana y, sin rebajar el Evangelio, ayudar a abrazar poco a poco todas sus exigencias, acompaar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas (n. 44). Juan Pablo II expresaba la misma idea en un texto al que Francisco remite en nota: deca que no se puede admitir una gradualidad de la ley, pero se ha de aplicar la ley de la gradualidad (Familiaris consortio, 34). De ah tambin que no deban negarse los sacramentos, especialmente el Bautismo, por una razn cualquiera; y la Eucarista no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los dbiles (n. 47). Algunos comentarios han relacionado este pasaje con el caso de los divorciados casados de nuevo o los personajes pblicos que apoyan el aborto. Pero el Papa no hace ninguna aplicacin concreta, sino indica la necesidad de considerar con prudencia y audacia las medidas pastorales oportunas. La participacin de los laicos se limita muchas veces a las tareas intraeclesiales sin un compromiso real por la aplicacin del Evangelio a la transformacin de la sociedad En todo caso, se trata de comunicar mejor la verdad del Evangelio en un contexto determinado, sin renunciar a la verdad, al bien y a la luz que pueda aportar cuando la perfeccin no es posible (n. 45). Ms que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contencin, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jess nos repite sin cansarse: Dadles vosotros de comer! (Mc 6,37) (n. 49).