25 Plegarias para Orar en Adviento
25 Plegarias para Orar en Adviento
25 Plegarias para Orar en Adviento
1
1. Llega la hora de la alborada ¡Prepárense para su llegada!
Florentino Ulibarri
Llega la hora de la alborada, ¡En marcha! Esa es la bienaventuranza.
de pasar de la noche al día No basta con soñar caminos nuevos,
y vivir como Dios quiere y manda; hay que recorrerlos sin tardanza,
de dejar atrás pesadillas, en soledad o en compañía,
malos sueños y desganas. para saber qué encierran en su entraña.
2
se nos queda sin sol, se cuela el agua
hacia Ti.
3
en la solución de sus problemas.
4
Pero tengo sed del Dios vivo.
5
Llévame por tus avenidas de paz y justicia,
por tus rotondas solidarias y humanas,
por tus autopistas de libertad y dignidad, 17. Dios del silencio
por tus cañadas de austeridad y pobreza, Florentino Ulibarri
por tus sendas de utopía y novedad, No anuncias la hora de tu llegada,
y si es preciso, ni pregonas tu presencia
campo a través siguiendo tus huellas con trompetas, campanas o cañones.
y por la calle real de la compasión y misericordia. Ya no nos convocas, como antaño,
con signos y prodigios, a ver tu gloria.
Y que al llegar a la puerta de tu casa solariega No quieres espectáculos.
pueda lavarme y descansar en el umbral, Te pierdes por calles secundarias,
oír tu voz que me llama, y entrar plazas públicas y mercados de barrio
para comer y beber contigo donde no hay pedestales ni estatuas.
y sentirme hijo y hermano en el banquete
preparado por ti y tus amigos. Tú no eres un dios de aplausos, gritos y vítores.
Eres el Dios de la brisa y el silencio.
16. La voz que clama Tú llegas al corazón
Florentino Ulibarri y susurras palabras de vida.
Llévame al desierto Y, en las encrucijadas, miras y miras.
y susúrrame, en el silencio, tu palabra. Y te quedas si te aceptamos;
y te vas si te rechazamos.
Condúceme por la ciudad
y grítame, entre el tráfico y el barullo, tu palabra. Eres la salvación y te ofreces a todos,
siempre y gratis, pero sólo te acogen
Dirígeme por tus caminos los que saben de silencios
y dime, quedamente, tu palabra. y encuentros trinitarios:
contigo, con los otros y con ellos mismos.
Acompáñame por valles y montañas
y repíteme, con eco y fuerza, tu palabra. Dios silencio.
Dios encuentro.
Guíame a la periferia de siempre Dios trino.
y enséñame, con paciencia, tu palabra.
18. Dios está muy cerca
Álzame por encima de mis problemas Florentino Ulibarri
y desvélame, con gracia y ternura, ¡Levántense, se acerca su liberación!
tu palabra. Hay signos a vuestro alrededor.
¿No los ven en el barrio, en la fábrica,
Lánzame al agua en esos que acampan indignados,
y hazme beber, serenamente, tu palabra. en la comunidad, en su propia casa
y en ustedes mismos, sin ir más lejos?
Transpórtame a cualquier oasis
y refléjame, claramente, tu palabra. Restriéguense los ojos,
miren con esperanza el horizonte,
Conviérteme a Dios y su reino escuchen las buenas nuevas,
y anímame a escuchar déjense despertar por la brisa.
en este tiempo propicio tu palabra. ¡Dios está muy cerca!
6
Recobren el aliento. ¡Dios está muy cerca! Este es tiempo de andar por valles,
de cantar por las cárceles que se abren,
¡Ánimo, levántense de romper grilletes, cadenas y fuerzas,
y permanezcan despiertos! de ceñirse coronas de servicio y dignidad,
No se les embote la mente y de madurar como las hojas que vuelan .
ni desboque el corazón
con tanta preocupación sobreañadida: Este es tiempo de Isaías y Juan Bautista,
¿Qué les pasará mañana, de María y de José, sin pesadillas,
cuánto ganarán y podrán gastar, embarcados en la aventura divina
cuándo sucederá eso y porqué, y pasando en vela sus horas nazarenas.
cómo escaparán de la red de la moda,…? Es tiempo que gesta las promesas.
Les toca nadar contra corriente.
¡Dios está muy cerca! ¡Este es tiempo de Buenas Noticias!
7
Esperar disfrutando lo que se nos ha dado. a practicar
Esperar viviendo y amándonos. sin descanso el Evangelio;
ayúdanos a vivir
Esperar como Isaías, viviendo y profetizando. solidarios con los que sufren,
O como Jeremías, sufriendo, pero enamorados. con quienes, hoy como ayer,
O como Juan Bautista, pregonando en Belén no tienen lugar.
lo que nos has dado.
Esperar, para que no pases de largo. Te cantamos Padre Bueno
Esperar, aunque no entendamos a tu Espíritu a la esperanza.
Santo.
23. Tiempo de gestación (oración para la
21. Él viene siempre dulce espera)
Rabindranath Tagore Marcelo A. Murúa
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confiada espera que camina a nuestro lado,
en el Señor que da la vida. que nos sostiene en los momentos duros.
9
Enséñanos a orar
para no perder la Esperanza
y para darle raíces sólidas.
Enséñanos a orar 25. María, aurora de los nuevos tiempos
para discernir donde poner los esfuerzos H. Emili Turú, S.G.
y descubrir nuestro lugar y misión.
Enséñanos a orar Te damos gracias porque siempre lo has hecho
para no desalentarnos todo entre nosotros y así sigue siendo hasta el día
en las dificultades y contratiempos. de hoy. Nos ponemos confiadamente entre tus
manos y nos abandonamos a tu ternura.
IV.
Te confiamos también a cada una de las personas
María, que, como nosotros, se sienten privilegiadas de
camina cerca de nosotros, llevar tu nombre. Renovamos nuestro deseo de
acompáñanos madre buena, amarte y nuestra firme voluntad de contribuir a
fortalece nuestra esperanza construir una Iglesia que refleje tu rostro.
para que sea el motor de nuestra entrega
el pozo donde beber para seguir, Tú, fuente de nuestra renovación, acompañas
el refugio donde descansar nuestra fidelidad, como acompañaste la de
y retomar fuerzas. quienes nos precedieron. Sentimos tu presencia
junto a nosotros y por ello te damos las gracias.
Anuda nuestra esperanza Amén.
al proyecto del Padre.
Danos firmeza
para seguir adelante.
Llena nuestros corazones
de la esperanza que libera
para vivir el amor solidario.
Lo que se espera
se consigue con esfuerzo,
con trabajo y con la vida.
Nos confiamos en tus manos
para que nos hagas
fuertes en la fe
comprometidos en la solidaridad
y firmes, muy firmes,
en la Esperanza del Reino.
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