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Guas de Diagnsticos, Prevencin y

Guas de Diagnstico, Prevencin y Tratamiento de la Osteoporosis


Sociedad Chilena de Reumatologa Sociedad Chilena de Osteologa y Metabolismo Mineral

COORDINADOR Dra. Marina Arriagada M.

PARTICIPANTES Dr. Roberto Arinoviche, Reumatlogo, Clnica de Reumatologa y Rehabilitacin Dra. Marina Arriagada, Reumatloga, Clnica de Reumatologa y Rehabilitacin Dr. Horacio Amaral, Medicina Nuclear, Clnica Alemana Dr. Italo Campodnico, Gineclogo, Hospital del Salvador Dra. Claudia Campusano, Endocrinloga, Ponticia Universidad Catlica de Chile Dr. Carlos Fuentealba, Reumatlogo, Hospital San Borja-Arriarn, Universidad de Chile Dra. Carmen Hernndez, Reumatloga, Hospital Clnico Regional de Concepcin Dr. Pedro Paulo Marn, Geriatra, Ponticia Universidad Catlica de Chile Dra. Sofa Oviedo, Endocrinloga, Universidad de Chile Dr. Pablo Riedeman, Reumatlogo, Universidad de la Frontera Dr. Jorge Sapunar, Endocrinlogo, Universidad de la Frontera Dra. Paulina Villaseca, Ginecloga, Ponticia Universidad Catlica de Chile

Guas de Tratamiento en Reumatologa. Por qu?


En los ltimos 10 aos diversas sociedades internacionales de Reumatologa han difundido recomendaciones de tratamiento de la patologa reumatolgica ms prevalente. Desde 2004 la Sociedad Chilena de Reumatologa se ha sumado a esta iniciativa, con la publicacin de las Guas de Tratamiento de la Artritis Reumatoide, Osteoartritis y ahora, Osteoporosis. Cabe reexionar sobre el sentido y la utilidad de las guas de tratamiento; si el esfuerzo de su elaboracin vale la pena:

Por qu son necesarias? Cul es el objetivo de las guas?


La gran dispersin de las prcticas clnicas, exmenes y terapias diculta la comparacin de la ecacia de los tratamientos. El objetivo principal de las Guas de Tratamiento es mejorar la calidad de la atencin de salud de los pacientes. Se apoyan en una profunda revisin de la bibliografa mdica segn los criterios de la medicina basada en la evidencia, enriquecida por el consenso de un grupo de expertos, que evalan las ventajas y los inconvenientes de las diferentes modalidades teraputicas.
Dr. Carlos Fuentealba Prez Reumatologa, Hospital San Borja-Arriarn

REVISORES Dr. Hctor Gatica, Reumatlogo, Universidad de Chile Dr. Santiago Rivero, Reumatlogo, Ponticia Universidad Catlica de Chile

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ndice
1. INTRODUCCIN 1.2 IMPACTO DE LAS FRACTURAS OSTEOPORTICAS 1.2.1 Fracturas de muecas 1.2.2 Fracturas de caderas 1.2.3 Fracturas vertebrales 1.3 CONSECUENCIAS DE LAS FRACTURAS 1.3.1 Fracturas de muecas 1.3.2 Fracturas vertebrales 1.3.3 Fracturas de caderas 2. EPIDEMIOLOGA Y FACTORES DE RIESGO

4.4 4.5 4.5.1 4.5.2 4.5.3 4.5.4 4.6 4.7 5. 5.1 5.2 5.2.1 5.2.2 5.2.3 5.2.4 5.3

INDICACIONES DE DENSITOMETRA SEA DXA PARA DIAGNSTICO Sitios a medir Regiones de inters en columna Regiones de inters en cadera Regiones de inters en antebrazo DENSITOMETRA SEA PERIFRICA CONTROLES BIOQUMICOS PREVENCIN Y TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS INTRODUCCIN INTERVENCIONES NO FARMACOLGICAS Calcio y vitamina D Otros factores dietticos Ejercicio Cadas

2.1 EPIDEMIOLOGA DE LAS FRACTURAS 2.2 FACTORES DE RIESGO DE OSTEOPOROSIS Y DE FRACTURAS OSTEOPORTICAS 2.2.1 Trauma 2.2.2 Factores genticos 2.2.3 Factores nutricionales 2.2.4 Sedentarismo 2.2.5 Tabaquismo 2.2.6 Consumo de alcohol 2.2.7 ndice de masa corporal (IMC) 2.2.8 Hipogonadismo 2.2.9 Causas secundarias 3. PATOGENIA DE LA OSTEOPOROSIS

3.1 DEFINICIN 3.2 FISIOLOGA DEL HUESO 3.3 REGULACIN DEL METABOLISMO SEO 3.4 REMODELACIN SEA 3.5 PATOGENIA DE LA FRACTURA OSTEOPORTICA 3.5.1 Factores esquelticos 3.5.2 Factores extraesquelticos 4. DIAGNSTICO DE LA OSTEOPOROSIS

INTERVENCIONES FARMACOLGICAS EN OSTEOPOROSIS POSTMENOPUSICA 5.3.1 Introduccin 5.3.2 Estrgenos 5.3.3 Bifosfonatos 5.3.4 Calcitonina 5.3.5 Moduladores Selectivos de Receptores de Estrgenos (SERM) 5.3.6 Tibolona 5.3.7 Metabolitos de vitamina D 5.3.8 Tiazidas 5.3.9 Hormona paratirodea 5.4 INTERVENCIONES FARMACOLGICAS PARA OTROS TIPOS DE OSTEOPOROSIS 5.4.1 Osteoporosis inducida por glucocorticoides 5.4.2 Osteoporosis en el hombre 6 ASPECTOS SOCIOECONMICOS

4.1. INTRODUCCIN 4.2 MTODOS 4.2.1 DXA Double X ray absorptiometry 4.2.2 SXA Single X ray absorptiometry 4.2.3 QUS Quantitative ultrasound 4.2.4 Rx 4.2.5 TAC o RM 4.3 4.3.1 4.3.2 4.3.3 DIAGNSTICO En mujeres postmenopusicas En hombres de 20 aos o ms En mujeres premenopusicas desde 20 aos hasta la menopausia 4.3.4 En nios de ambos sexos menores de 20 aos
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6.1 ASPECTOS GENERALES DE EVALUACIONES ECONMICAS 6.1.1 Naturaleza de los costos 6.1.2 Tipos de evaluacin 6.2 IMPACTO DE LA ENFERMEDAD 6.2.1 Costos econmicos 6.3 DIAGNSTICO DE OSTEOPOROSIS 6.3.1 Aspectos econmicos 6.4. ANLISIS DE LA EVIDENCIA EN OPCIONES TERAPUTICAS 7. RECOMENDACIONES

7.1. RECOMENDACIONES PARA EL MDICO 7.2. RECOMENDACIONES PARA LA POBLACIN 7.3. RECOMENDACIONES PARA LAS AUTORIDADES DE SALUD

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1. INTRODUCCIN
La osteoporosis es una enfermedad en la cual la cantidad y la calidad del hueso estn disminuidas, lo que aumenta el riesgo de fractura, especialmente en columna, muecas y caderas, produciendo morbilidad y mortalidad importantes y que afectan a un elevado nmero de poblacin. En 1994 la OMS propuso una denicin operacional de la osteoporosis basada en medicin de densidad sea (DMO) y en la presencia de fracturas.1 Hay cuatro categoras: Normal: DMO no ms de 1 desviacin estndar bajo el adulto joven normal Osteopenia: DMO entre 1 y 2,5 desviaciones estndar bajo el adulto joven normal Osteoporosis: DMO ms de 2,5 desviaciones estndar bajo el adulto joven normal Osteoporosis severa: DMO ms de 2,5 desviaciones estndar bajo el adulto joven normal en presencia de una o ms fracturas por fragilidad. Esta denicin tiene varias limitaciones y se aplica, por el momento, slo a mujeres caucsicas postmenopusicas. La progresin de la enfermedad es gradual a travs de los aos y no produce sntomas hasta que se complica con fractura; por este motivo es llamada la epidemia silenciosa. Existen datos impactantes cuyas causas, consecuencias, prevencin y tratamiento sern abordados en este documento; algunos de estos datos son: La osteoporosis afecta a 1 de cada 3 mujeres y a 1 de cada 5 hombres sobre 50 aos. Despus de una fractura vertebral aumenta signicativamente el riesgo de tener una nueva fractura de columna dentro del ao. Para el adulto mayor que sobrevive a una fractura de cadera, slo 1 de cada 3 recupera su nivel de independencia previo a la fractura. El impacto econmico para el pas y, ms importante an, el impacto en sufrimiento humano es lo que pretendemos disminuir con la difusin del conocimiento de la osteoporosis.

conciencia ms o menos generalizada. En el caso de la hipertensin, su impacto est dado por la morbimortalidad que se puede asociar a ella, como, por ejemplo, el accidente cerebrovascular. De hecho, la hipertensin por s sola no representara un problema de mayor signicancia si no fuera por sus posibles catastrcas consecuencias. En el caso de la osteoporosis ocurre lo mismo: el problema de salud pblica lo representa la morbimortalidad que se asocia a la osteoporosis, bsicamente determinada por las fracturas y sus complicaciones. Por ello, esta mirada hacia el impacto epidemiolgico de la osteoporosis estar centrada en las fracturas. Es importante sealar que las fracturas en el adulto mayor tienen una multiplicidad de causas, de las cuales la principal es la osteoporosis. Ciertas fracturas especcas son ms frecuentes en la medida que avanza la edad, especialmente en las mujeres; las fracturas osteoporticas ms frecuentes son tres: fractura de la mueca (tambin llamada fractura de Colles), fractura vertebral y fractura de cadera. Se ha estimado que una mujer blanca que ha alcanzado los 50 aos de edad, tiene un riesgo superior al 50% de sufrir algn tipo de fractura asociada a osteoporosis en lo que resta de su vida. El riesgo es de 16%-17% para fractura de cadera, de 15% a 16% para fractura de Colles y de 16% para fractura vertebral clnica, y esto aumenta a 35% cuando se busca radiolgicamente.2 Se ha estimado que la edad a la que se observa un incremento de las fracturas es la quinta dcada para la fractura de mueca, sexta dcada para las fracturas vertebrales y sptima dcada para la cadera. Respecto al sexo, la relacin mujeres/hombres es de 1,5 /1 para la fractura de Colles, de 7/1 para la fractura vertebral y de 2/1 para la fractura de cadera.

1.2.1 Fractura de muecas


La informacin disponible al respecto est sujeta a ciertos errores, dado que este tipo de fractura tiene un espectro de manifestaciones, desde aquella fractura con una deformacin visible y severa que mueve a la consulta inmediata, a aquella en que no se produce desplazamiento y se acompaa de dolor soportable. Por ello no todas aparecen en los registros mdicos. Por otra parte, el tratamiento no necesariamente es hospitalario, por lo que nuevamente pudiera haber un subregistro. Estas fracturas son las terceras en importancia entre las fracturas osteoporticas. En mujeres europeas y norteamericanas, el riesgo global de sufrir una fractura de Colles es de aproximadamente 15%. A los 70 aos de edad, se estima que a lo menos el 20% de las mujeres

1.2 IMPACTO DE LAS FRACTURAS OSTEOPORTICAS


Para entender mejor la problemtica que representa la osteoporosis, vale la pena hacer una analoga con la hipertensin arterial, condicin mdica sobre la cual existe una

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ha tenido una fractura de Colles. Cuando estas fracturas ocurren en pacientes mayores de 85 aos, se asocian a una mayor morbilidad, requiriendo hospitalizacin debido a complicaciones asociadas (sndrome del tnel carpiano, distroa simptica reeja, etc.).

1.2.2 Fractura de caderas


La fractura de caderas es la fractura del fmur proximal, ya sea a travs del cuello femoral (subcapital o transcervical, fractura intracapsular) o a travs de la regin trocantrea (intertrocantrica o subtrocantrica, fractura extracapsular). Las fracturas intracapsulares usualmente se clasican segn la escala de Garden3 en: tipo I: incompleta; tipo II: completa sin desplazamiento; tipo III: completa con desplazamiento parcial; tipo IV: completa con desplazamiento completo. Las fracturas extracapsulares se clasican de acuerdo a su estabilidad (estable / inestable) y desplazamiento (presente / ausente). Este sistema de clasicacin tiene una inuencia importante en la decisin del tipo de manejo ortopdico (jacin externa o artroplastia). En casi el 100% de los casos la severidad de los sntomas de esta fractura lleva a la persona a buscar atencin mdica. Por ello los registros son ms certeros. La incidencia de las fracturas de caderas vara en diferentes regiones del mundo, y puede ir desde 70 hasta 910 por 100.000 habitantes (China y Suecia, respectivamente).4

a 30% de los hombres desarrollarn fracturas durante su vida, y en alrededor de la mitad de ellos sern fracturas mltiples. La incidencia es cercana a 0 en mujeres menores de 50 aos, pero su frecuencia va aumentando de manera exponencial de all en adelante. Las tasas aumentan de cerca de 6% en las mujeres de los 50 o ms aos hasta casi 75% en aquellas de 90 aos o ms. Como la mayora ocurre en mayores de 65 aos, su impacto econmico en la fuerza laboral no se nota. Sin embargo, estas fracturas determinan gastos mdicos importantes y otros costos asociados con dolor, discapacidad y prdida de la independencia. En Estados Unidos se estima que, por cada 10.000 personas, 15,2 mujeres y 13,0 hombres son hospitalizados por fracturas vertebrales y la mitad son mayores de 85 aos.

1.3 CONSECUENCIAS DE LAS FRACTURAS 1.3.1 Fracturas de muecas


Comparativamente con los otros tipos de fracturas, las consecuencias de las fracturas de muecas parecen menos dramticas. Sin embargo, una evaluacin realizada en 400 pacientes con fracturas de muecas seguidas por tres aos, report que 6% tena un pobre resultado y en 19% ste era slo aceptable. La denicin de pobre resultado considera capacidad laboral o condicin general de vida deteriorada, dolor continuo, prdida de fuerzas. Para aquellos en que la evaluacin fue aceptable se consider funcin de la mueca menos satisfactoria para tareas que implican fuerza, o tener que evitar movimientos extremos y prdida de la movilidad. En un estudio posterior hecho en 274 pacientes, se report que a los seis meses de la fractura, un 30% de los pacientes tenan dolor y aumento de volumen, mientras que al ao de seguimiento haba rigidez en 50% de ellos.

1.2.3 Fracturas vertebrales


Las fracturas vertebrales son las fracturas osteoporticas ms frecuentes y pueden producirse con traumas mnimos o sin trauma; existen estimaciones de que slo alrededor de 1/3 de estas fracturas reciben atencin clnica.. La denicin conceptual de fractura vertebral ha cambiado con el tiempo, de una impresin subjetiva de evaluacin visual a estudios morfomtricos ms estandarizados. Uno de los mtodos ms usados actualmente es el mtodo de Genant, una evaluacin semicuantitativa de las fracturas vertebrales.5 Sobre los 50 aos la incidencia de fractura vertebral es la mitad en hombres que en mujeres Se estima que alrededor de 12% de los hombres, y mujeres entre 50 y 80 aos tienen deformaciones morfomtricas vertebrales compatibles con fracturas.6 Con todo, las vertebrales son las fracturas ms frecuentes en pacientes con osteoporosis. Entre 30% a 50% de las mujeres y entre 20%

1.3.2 Fracturas vertebrales


El sntoma ms frecuentemente asociado a las fracturas vertebrales es el dolor del eje axial. Este dolor puede ser agudo o crnico. En el caso del dolor agudo tpicamente asociado a una fractura, ste puede tener duracin e intensidad variables, aunque en general responde al uso de analgsicos. Habitualmente dura de semanas a meses hasta que la fractura sana. El dolor crnico en general va asociado a la xifosis que produce tensin de msculos y ligamentos. A diferencia del anterior, no responde tan bien a los analgsicos aunque se benecia con ejercicio. Muchos pacientes relatan una sensacin de malestar desagradable en la zona, no dolor propiamente tal, que los

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limita en sus actividades de la vida diaria. Otro problema doloroso asociado a las fracturas vertebrales es el producido por las costillas que chocan sobre la pelvis producto de la reduccin de altura. El dolor del eje axial, por ser frecuente y tener tantas causas posibles, en numerosas oportunidades es interpretado como de otro origen, y se ha estimado que hasta 40% de las fracturas que se producen pueden no ser correctamente diagnosticadas en la primera consulta. Contribuye a esto el que en muchos casos (casi la mitad de ellos) no existe un evento desencadenante, mientras que hasta en 1/3 de ellas slo est el antecedente de un trauma mnimo. La minora (<10%) tienen eventos traumticos desencadenantes obvios.7 El dolor asociado a las fracturas genera grados variables de sufrimiento y deterioro de la capacidad funcional. Un estudio hecho en 70 pacientes con fracturas report que 34% de ellos referan el dolor como intolerable, mientras que el 58% lo describa como severo.8 Un ejemplo interesante respecto al efecto que tienen las fracturas sobre el dolor lumbar y la capacidad funcional, puede ser extractado del Estudio sobre Osteoporosis de Hawaii.9 Se estima que la presencia de una fractura aumenta la probabilidad de lumbago en 2,8 veces, mientras que dos y tres fracturas aumentan las probabilidades en 7,8 y 21,7 veces ms. Otro estudio que evalu el impacto sobre la capacidad fsica de quienes sufran fracturas fue hecho en 1.010 mujeres a quienes se les haba diagnosticado una fractura en el periodo de los seis aos previos al estudio. En promedio, ellas tenan 7 veces ms probabilidades de referir alguna dicultad con una variedad de actividades cuando se les comparaba con mujeres que no haban tenido fracturas durante ese tiempo.10 Las personas que sufren fracturas van teniendo una disminucin de su estatura, as como xifosis progresiva. Estos cambios pueden dicultar el mantener ciertas posiciones y asociarse a una disminucin de la capacidad pulmonar, sensacin de saciedad precoz y abdomen prominente, todos los cuales generan problemas para socializar. La deformidad relacionada con las fracturas se asocia a una disminucin de la movilidad de la columna, por lo cual, pacientes con osteoporosis reportan problemas para mantenerse parados, agacharse, pararse de una silla, caminar, acarrear objetos, vestirse, peinarse, lavarse, baarse, darse vuelta en la cama, usar el WC, etc. Todas estas dicultades son el inicio de un crculo vicioso, ya que generan una disminucin de la actividad de la persona, lo que a su vez contribuye a una atroa muscular progresiva, lo que genera ms dolor y aumenta la inactividad. Todo ello, por
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otra parte, genera una mayor prdida de masa sea, lo que asociado a una pobre condicin fsica los hace estar ms expuestos a sufrir cadas y nuevas fracturas. Las fracturas vertebrales asociadas a osteoporosis pueden deteriorar notablemente la calidad de vida. Diferentes estudios han evaluado el impacto sobre la calidad de vida, y adems de los efectos ya mencionados respecto al dolor y deterioro de la capacidad funcional, otras areas afectadas tienen que ver con la ansiedad y depresin. La mayora de las mujeres reeren un gran temor a cadas, as como a nuevas fracturas, adems de relatar frustracin y rabia por su condicin.11

1.3.3 Fracturas de caderas


stas se vinculan con mortalidad, incapacidad y costos mdicos elevados. Como en general son de tratamiento quirrgico, es lgico pensar que se asocian con complicaciones relacionadas con el procedimiento. En el caso de las fracturas cervicales, la falta de unin ha sido reportada en hasta un 21% y la necrosis avascular de la cabeza femoral hasta en 12%. Cualquiera de ellas llevar a re-operar a los pacientes, debiendo realizarse algn tipo de artroplastia, lo cual aumenta los costos asociados. Las fracturas de caderas se caracterizan por una alta mortalidad, especialmente en hombres.12 En el primer ao posfractura existe un aumento de la mortalidad de entre 15% y 25% para la esperada en poblacin de igual edad y sexo. Existe alguna controversia respecto a cunto del exceso de mortalidad es debido a la fractura y cunto por enfermedades concomitantes ya presentes al momento de la fractura. Ambos elementos, as como algn fenmeno de interaccin entre la enfermedad preexistente y la fractura, pueden contribuir. Se estima que entre un 15% a 40% de las muertes observadas despus de una fractura de cadera son exclusivamente consecuencia de la fractura. La edad es el mejor predictor de sobrevida a largo plazo, mientras que la capacidad de caminar previa a la fractura es el mejor predictor de sobrevida a corto plazo posterior a una fractura. Para aquellos que sobreviven a la fractura, una proporcin importante sufre diferentes grados de deterioro de su capacidad funcional.13 Alrededor de un 20% a 30% de individuos previamente autosucientes, requieren ser internados en alguna casa de reposo luego de sufrir una fractura de caderas. Por otro lado, la morbilidad tambin se incrementa, siendo especialmente frecuentes las infecciones urinarias y pulmonares, y las heridas por decbito. Por otra parte, el reposo prolongado determina un aumento de la prdida de masa sea, lo que tiende a agravar la condicin ya originalmente deteriorada.
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Referencias 1. Kanis JA, Melton LJ III, Christiansen C, Johnston CC, Khaltaen N. The diagnosis of osteoporosis. J Bone Miner Res 1994; 9:1137-1141. 2. Nevitt MC. Epidemiology of osteoporosis. Rheum Dis Clin 1994; 20:535559. 3. Garden RS. Stability and union in subcapital fractures of the femur. J Bone Joint Surg 1964; 46-B:630-647. 4. Barreira JC. Osteoporosis. Concepto. Epidemiologia. En: Tratado Iberoamericano de Reumatologia, 1 edicin, 1999. 5. Genant HK, Wu Cy, van Kuijk C, Newitt Mc. Vertebral fracture assessment using a semiquantitative technique. J Bone Miner Res 1993; 8(9):1137-48. 6. Johnell O, Obrant KJ. What is the impact of osteoporosis? Baillieres Clin Rheumatol 1997; 11(3):459-77. 7. Patel U, Skingle S, Campbell GA, et al. Clinical prole of acute vertebral compresion fractures in osteoporosis. Br J Rheumatol 1991; 30:418-421. 8. Leidig G, Minne HW, Sauer P, et al A study of complaints and their relation to vertebral destruction in patients with osteoporosis. Bone Miner 1990; 8:217-229. 9. Arch Int Med 1996; 156:2469-75. 10. Greendale GA, Barrett-Connor E, Ingles S, Haille R. Late physical and functional effects of osteoporosis fracture in women: the Rancho Bernardo Study. J Am Geriatr Soc 1995; 43:955-961. 11. Cook DJ, Guyatt GH, Adachi JD, et al. Quality of life issues in women with vertebral fractures due to osteoporosis. Arthritis Rheum 1993; 36:750-756. 12. Cauley JA, Thompson DE, Ensrud KC, et al Risk of mortality following clinical fractures. Osteopor Int 2000; 11:556-561. 13. Wolinsky FD, Fitzgerald JF, Stump TE. The effect of hip fracture on mortality, hospitalisation, and functional status: a prospective study. Am J Public Health 1997; 87:398-403.

2. EPIDEMIOLOGA Y FACTORES DE RIESGO 2. 1 EPIDEMIOLOGA DE LAS FRACTURAS


La osteoporosis es una patologa que ha adquirido en el ltimo tiempo gran relevancia. En esto ha inuido de manera importante la mayor sobrevida de la poblacin. Las fracturas constituyen una expresin tarda y, en el caso de las de caderas, tienen una morbimortalidad importante, aparte del alto costo que implican, por lo que resulta mucho ms econmico favorecer las medidas de prevencin que el costo del tratamiento de la fractura y sus complicaciones. En el caso de las fracturas vertebrales, la mayora son asintomticas y slo se expresan clnicamente por disminucin de estatura, ya sea por aplastamientos vertebrales o por deformacin con xifosis progresiva. Los factores de riesgo de osteoporosis son muy importantes; uno de ellos es la edad. Es interesante considerar que en Chile, segn datos del ltimo censo (2002), ha ocurrido un cambio signicativo, con un incremento de la poblacin mayor de 70 aos en un 67,5 % en mujeres y 89,1% en hombres, respecto al ao 1992. Esta situacin nos debe alertar sobre las proyecciones que implica un aumento de la poblacin ms expuesta a fracturas osteoporticas.
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Un estudio realizado en Chile por Contreras y cols.1 demuestra un incremento en la tasa de fracturas de caderas, especialmente en mayores de 70 aos, siendo casi el doble en mujeres respecto a hombres. Sin embargo, la mortalidad al primer mes de producida la fractura es de 15% en mujeres y 30% en hombres. En el mismo estudio se comprob, a partir del anlisis de los egresos hospitalarios, que la incidencia de fracturas de caderas es de 23,5 por 100.000 habitantes, siendo mayor en mujeres (28,2) que en hombres (18,8). Es importante destacar que en los mayores de 75 aos la tasa es de 617 casos por 100.000 habitantes. Una publicacin posterior de Pumarino y cols.2 en que se analizaron las tasas de fracturas de caderas en 12 aos (1982 a 1991), muestra un aumento signicativo, las que en el grupo de mayores de 70 aos casi se duplicaron. Esto es tambin conrmado por estudios internacionales, como el de Cooper et al.3 donde las proyecciones para el ao 2050 indican que habr un incremento del riesgo de fracturas de caderas en Latinoamrica similar o superior a los niveles actuales en Europa y Estados Unidos. Otro estudio nacional de casos-controles4 demostr que la edad promedio de fracturas de caderas era de 71,5 en las mujeres y de 74,8 en hombres. En el caso de la tasa de fracturas vertebrales medida por egresos hospitalarios (6,7 por 100.000), seguramente est subestimada, ya que estas fracturas en la gran mayora de los casos no requieren hospitalizacin. Si consideramos que la densidad sea declina con la edad, es predecible un incremento de la osteoporosis con el aumento de sta. Estudios realizados en Rochester, Minnesota, por el Dr. L.J.Melton,5 conrman que las fracturas de caderas aumentan en el caso de las mujeres desde un 4% entre los 50 a 59 aos, hasta 40% sobre los 80 aos. Se ha estimado que un 35% de las mujeres post menopusicas en Estados Unidos tienen osteoporosis de caderas, columna y/o antebrazo distal con un alto riesgo de fracturas en esas reas. Y se espera un aumento de las fracturas de caderas en mujeres de 7,8 a 10,5 millones y en hombres de 2,3 a 3,3 millones para el ao 2020. Si evaluamos lo anteriormente expuesto, es imperativo tomar medidas preventivas bsicas, especialmente educacin, estimular el consumo de lcteos y el ejercicio. Ya que no es temprano para reducir el riesgo de osteoporosis ni tarde para prevenir las fracturas de cadera (Prof. P.J. Meunier).
Referencias 1. Contreras L, Kirschbaum A, Pumarino H. Epidemiologa de las fracturas en Chile. Rev Md Chile 1991; 119:92-98. 2. Pumarino H, Contreras L, Kirschbaum A. Tendencia de las tasas de fractu-

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ras de cadera en 12 aos en Chile: aumento independiente del envejecimiento poblacional? Rev Md Chile 1997; 125:893-898. 3. Cooper C, Campion G, Melton LJ III Hip fractures in the elderly: a worldwide projection. Osteoporosis Int 1992; 2:285-289. 4. Valdivia C, Giaconi J, Arteaga E, Pumarino H, Gajardo H, Villarroel L Fractura de la cadera: estudio de casos y controles en la Regin Metropolitana. Rev Med Chile 1996; 124:189-197. 5. Melton LJ. III, Riggs BL. Epidemiologic features of age-related fractures. Alviloi L.V. (Ed): The Osteoporotic Syndrome: Detection, Prevention, and Treatment. New York, Grune and Stratton, 1983, pp.45-72.

De todas formas, una historia familiar de fractura osteoportica debe considerarse un factor de riesgo.

2.2.3 Factores nutricionales


Los principales son calcio y vitamina D. Est documentada la importancia de la ingesta de calcio en la adquisicin de masa sea en nios, adolescentes, en mujeres jvenes y en mujeres aosas.7 El efecto positivo del calcio en la prevencin de fracturas de caderas ha sido demostrado en varios estudios8 y corroborado en un metaanlisis.9 Un estudio de cohortes reciente en 36.282 mujeres mayores de 60 aos que recibieron suplementacin de calcio y vitamina D indica una reduccin signicativa (30%) del riesgo de fracturas de caderas cuando la adherencia al tratamiento fue buena.10 La deciencia de vitamina D es muy comn; en un estudio multicntrico a lo largo de Chile, Gonzlez G et al. encontraron deciencia de 25 OH vitamina D en todas las regiones, salvo la I y II en el norte.11 El dcit de vitamina D produce aumento de hormona paratirodea con aumento en el recambio seo y disminucin de la masa sea en ausencia de alteraciones signicativas de la mineralizacin. Deciencias severas y prolongadas de vitamina D producen raquitismo en el nio y osteomalacia en el adulto donde se encuentran alteraciones en la mineralizacin del hueso, lo que provoca aumento en el riesgo de fractura. El dcit de vitamina D es especialmente frecuente en personas aosas, y la sustitucin en estas poblaciones ha demostrado disminucin de fracturas no vertebrales.12 Una ventaja adicional se obtiene con la mejora de la fuerza muscular y la disminucin del riesgo de cadas. La baja ingesta proteica es ms frecuente a medida que avanza la edad y se asocia con baja densidad sea y sedentarismo.13 La alta ingesta de bebidas gaseosas, especialmente bebidas cola, cada vez ms frecuente en poblacin de jvenes, parece relacionarse tambin con baja densidad sea, aunque esto no se ha demostrado en estudios experimentales.14 y algunos postulan que su efecto negativo se debera ms bien a desplazamiento del consumo de lcteos en la dieta. Cuando la ingesta de calcio es adecuada, otros factores como la sal o cafena no inuyen signicativamente en el metabolismo seo.

2.2 FACTORES DE RIESGO DE OSTEOPOROSIS Y DE FRACTURAS OSTEOPORTICAS


Desde hace poco sabemos que existen factores de riesgo que son independientes de la densidad osea: edad, historia familiar de fracturas osteoporticas, antecedentes de fractura previa, uso prolongado de glucocorticoides, tabaquismo e ndices elevados de recambio seo.1, 2 El conocimiento progresivo de estos factores de riesgo ms la informacin de densidad sea nos permitirn predecir mejor el riesgo de fractura en los individuos.3 Analizaremos brevemente algunos de estos factores de riesgo.

2.2.1 Trauma
Cuando el trauma produce una carga esqueltica mayor a la resistencia sea, se produce una fractura, lo que es proporcional a la fragilidad del hueso o a la cada. El riesgo de caer en un ao aumenta con la edad, llegando a cerca del 50% en mujeres de 85 aos o ms y alrededor de 30% en hombres.4 Las causas son variadas, pero en personas aosas se relacionan con alteraciones posturales y de la marcha, debilidad muscular, disminucin de los reejos o alteraciones visuales, entre otras.5 La produccin o no de la fractura por una cada va a depender tambin de la orientacin de la cada, de la fuerza de ella, de la amortiguacin sobre el tejido seo sometido al trauma y de la densidad de ese tejido seo.

2.2.2 Factores genticos


La importancia de factores genticos en alrededor de un 50% en la determinacin de la masa sea pico es bien conocida, especialmente por estudios en gemelos; asimismo, pareciera que en alguna medida se heredan la arquitectura y la resistencia sea.6 Desgraciadamente no estn claros an los mecanismos a pesar de mltiples estudios de genes posiblemente implicados, entre otros, el gen del receptor de vitamina D, el gen del receptor de estrgeno y de varias citoquinas y factores de crecimiento.

2.2.4 Sedentarismo
Es sabido que la carga aumenta la densidad del hueso y variados estudios verticales muestran este efecto benco; asimismo, estudios randomizados sugieren el retardo

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en la prdida sea derivado de ejercicios adecuados; estos efectos protectores no son iguales en diferentes sitios del esqueleto. En la poblacin aosa la inactividad fsica aumenta el riesgo de fractura no slo por la menor densidad sea, sino porque aumenta tambien el riesgo de caer.

gonadismo primario, amenorrea por anorexia nerviosa, amenorrea por otras enfermedades crnicas, se produce un aumento en el riesgo de osteoporosis y en el riesgo de fracturas. Hipogonadismo debe investigarse tambin en el hombre.20

2.2.5 Tabaquismo
En un metaanlisis de 48 estudios no se encontr diferencia signicativa en la densidad sea a los 50 aos, pero subsecuentemente la prdida sea fue mayor en el grupo de fumadoras, llegando a ser 6% ms a los 80 aos.15 Ms importante parece ser el hallazgo del efecto del cigarrillo, independiente de la densidad sea, sobre el mayor riesgo de fractura de caderas.15

2.2.9 Causas secundarias


Numerosas patologas crnicas y uso de medicamentos pueden aumentar el riesgo de osteoporosis; algunos ejemplos: enfermedades endocrinas: hipertiroidismo, hiperparatiroidismo, sndrome de Cushing, hiperprolactinemia, etc. nefropatias crnicas hepatopatias crnicas enfermedades del tejido conectivo enfermedades malignas uso de medicamentos como glucocorticoides, heparina, exceso de hormona tirodea, inmunosupresores, etc. La NOF, National Osteoporosis Foundation, ha identicado muchos de los factores de riesgo para osteoporosis y fracturas relacionadas en mujeres caucsicas posmenopusicas.21 Riesgos mayores: Historia personal de fractura en la vida adulta Historia de fractura osteoportica en pariente de primer grado Bajo peso corporal Fumador Uso de glucocorticoides por ms de tres meses. Riesgos adicionales: Problemas visuales Deciencia estrognica precoz (antes de los 45 aos) Mala salud Cadas recientes Baja ingesta de calcio a lo largo de la vida Poca actividad fsica Ingesta de alcohol mayor de dos tragos diarios Condiciones mdicas como enfermedad pulmonar obstructiva crnica, gastrectoma, hiperparatiroidismo, hipogonadismo, mieloma mltiple y enfermedad celaca. Otros medicamentos fuera de los glucocorticoides en adultos incluyen: anticonvulsivantes, GnRH agonistas, dosis excesivas de T4 y litio.
Referencias 1. Kanis JA. Diagnosis of osteoporosis and assessment of fracture risk. Lancet 2002; 359:1929-36. 2. Klotzbuecher CM, Ross PD, Landsman PB, Abott TA, Berger M. Patients with prior fractures have an increased risk of future fractures: a summary of the literature and statistical synthesis. J Bone Miner Res 2000; 15:721-39.

2.2.6 Consumo de alcohol


Variados estudios demuestran los efectos deletreos del alcohol en grandes cantidades sobre el hueso; variados tambin son los mecanismos invocados: efectos en el metabolismo del calcio y de las protenas, efectos sobre las gnadas, efectos directos sobre el osteoblasto, entre otros. Ingesta mayor de 2 unidades de alcohol diarias produce un aumento signicativo en el riesgo de fractura de caderas y en otras fracturas osteoporticas.16 Sin embargo, el consumo moderado no ha demostrado efecto negativo ni en la densidad sea, ni en el riesgo de fractura; por el contrario, pareciera ser protector de riesgo de fractura vertebral, especialmente en poblaciones de 60 aos o ms.17

2.2.7 ndice de masa corporal (IMC)


Un IMC bajo es un factor de riesgo para osteoporosis.18 Alto IMC se correlaciona positivamente con masa sea y aparece como factor protector de prdida sea, probablemente debido a una combinacin de factores, como mayor carga mecnica sobre el esqueleto y mayor produccin de estrgenos en el tejido graso La acumulacin de tejido graso parece ser tambin un factor protector del riesgo de fractura de cadera, aunque ltimamente han sido publicados trabajos que demuestran que el mayor porcentaje de masa grasa est asociado a un mayor riesgo para osteopenia, osteoporosis y fracturas no vertebrales, independientemente del peso corporal, actividad fsica y edad.19

2.2.8 Hipogonadismo
Cualquiera sea el origen del dcit de hormonas gonadales: menopausia, especialmente si es precoz, hipo-

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13. 14. 15.

16. 17.

18. 19.

20.

21.

cholecalciferol treatment for three years on hip fractures in elderly women. BMJ 1994; 308:1081-1082. Rizzoli R and Bonjour JP Dietary protein and bone health. J Bone Miner Res 2004; 19:527-31. Heaney RP and Rafferty K. Carbonates beverages and urinary calcium excretion. Am J Clin Nutr 2001; 74:343-47. Law MR, Hackshaw AK. A meta-analysis of cigarette smoking, bone mineral density and risk of hip fracture: recognition of a major effect. Br Med J 1997; 315:841-846. Kanis JA, Johansson H, Johnell O, et al. Alcohol intake as a risk factor for fracture. Osteopor Int 2005; 16:737-42. Espallargues M, et al. Identifying bone-mass-related risk factors for fracture to guide bone densitometry measurements: a systematic review of the literature. Osteopor Int 2001; 12:811-22. De Laet C, Kanis JA, Oden A, et al. Body mass index as a predictor of fracture risk: a meta-analysis. Osteopor Int 2005; 16:1330-38. Hsu YH, Venners SA, Terwedow HA, et al. Relation of body composition, fat mass, and serum lipids to osteoporotic fractures and bone mineral density in Chinese men and women. Am J Clin Nutr 2006; 83(1):146154. Riggs BL, Khosla S, Melton LJ III. A unitary model for involutional osteoporosis: Oestrogen decienciy causes both Type I and Type II osteoporosis in postmenopausal women and contributes to bone loss in aging men. J Bone Miner Res 1998; 13:763-73. National Osteoporosis Foudation 2003. Physicians guide to prevention and treatment of osteoporosis. Washington, DC: National Osteoporosis Foudation.

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3. PATOGENIA DE LA OSTEOPOROSIS 3.1 DEFINICIN


La osteoporosis es una enfermedad silenciosa, cuya manifestacin clnica tarda es la fractura. Esta entidad se caracteriza por una modicacin estructural del esqueleto, en la cual participan la prdida de masa sea y la alteracin progresiva de la microestructura del hueso. Estas alteraciones coneren un aumento de la fragilidad del esqueleto, haciendo ms susceptible al hueso, de fracturarse en presencia de traumas menores.1 La resistencia sea est dada por la densidad sea y calidad del hueso, que depende a su vez de la microarquitectura, la tasa de recambio, el nmero de microfracturas y el grado de mineralizacin. Deben considerarse, adems, en la patogenia de la fractura osteoportica, la geometra esqueltica y las condiciones que favorecen las cadas.

3.2 FISIOLOGA DEL HUESO


El tejido seo es altamente vascularizado y est compuesto en un 65% por hidroxiapatita; el resto est constituido por matriz sea, clulas y agua. La matriz se compone en un 90% de colgeno y contiene adems otras protenas (proteoglicanos) y lpidos. Las principales clulas que componen la estructura sea son: 1. Osteocitos: son las clulas ms numerosas. Se originan de los osteoblastos que quedan en lagunas dentro de la matriz sea. Poseen largas conexiones citoplasmticas con las cuales se mantienen comunicados entre s y con los osteoblastos. Modulan composicin del uido seo y responden al estrs mecnico, jugando un papel importante en la regulacin de la formacin y resorcin sea. 2. Osteoblastos: su principal funcin es sintetizar matriz sea, que est compuesta principalmente de colgeno y que sufrir posteriormente el proceso de mineralizacin. En su pared celular se encuentran numerosos receptores hormonales, prostaglandinas, factores de crecimiento, etc. 3. Osteoclastos: son clulas grandes, multinucleadas, que derivan de precursores de la lnea granulocito-macrfago de la mdula sea. Son los encargados de la resorcin sea. Numerosos factores hormonales y citoquinas participan en el proceso de diferenciacin, reclutamiento, activacin e inhibicin de los osteoclastos.5 El esqueleto est compuesto por dos tipos de hueso: cortical y trabecular.

El hueso cortical constituye el 70%-80% del esqueleto humano. Se encuentra localizado en las partes externas de los huesos, rodeando al hueso trabecular. Este tipo de hueso se desarrolla principalmente durante el perodo embrionario y de crecimiento rpido. Anatmicamente se reconoce el endostio (en contacto con la cavidad medular); periostio (supercie externa del hueso) y tejido cortical (entre el endostio y el periostio). Durante la vida adulta y en el envejecimiento ocurre una prdida paulatina de la masa sea por un aumento de la prdida del endostio, el cual no es sustituido por el hueso peristico, con el consecuente adelgazamiento progresivo de la cortical y el ensanchamiento de la cavidad medular. A nivel microscpico, el hueso cortical se encuentra organizado en bloques estructurales llamados sistemas Haversianos, compuestos por tbulos de 2 nm de largo y 200 nm de dimetro, formados por capas concntricas de hueso lamelar y entre los cuales se encuentran dispuestos los osteocitos. En el centro de esta estructura se localiza un canal que contiene los vasos sanguneos.2, 3 El hueso trabecular est formado de lminas de hueso horizontales y verticales que constituyen una trama que conere resistencia mecnica a la estructura sea. Se encuentra en las vrtebras, pelvis y otros huesos planos y es metablicamente ms activo que el hueso cortical. Los procesos de prdida de masa sea ocurren en una primera fase a nivel de las trabculas horizontales, generalizndose posteriormente a toda la estructura. Las trabculas se adelgazan, se microfracturan, perdindose la conectividad entre las mismas. Estos cambios deterioran la resistencia mecnica del hueso, incrementando el riesgo de las fracturas.4

3.3 REGULACIN DEL METABOLISMO SEO


La siologa del hueso se encuentra determinada por el metabolismo fosfoclcico, el cual, a su vez, est regulado por la actividad hormonal sistmica y por mediadores locales. El calcio plasmtico se encuentra en concentraciones cercanas a 10 mg%; el 40% circula unido a protenas, el 10% se encuentra unido a iones ultraltrables y el 50% restante lo encontramos como calcio ionizado. Este ltimo est regulado por tres rganos: intestino, hueso y rin. La calcemia est determinada por los ujos de calcio existentes entre el lquido extracelular, la sangre y estos tres rganos. Las hormonas reguladoras del metabolismo seo, paratohormona (PTH), calcitonina y vitamina D, ejercen su accin sobre el hueso a travs de reguladores locales y

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de la resorcin y de la formacin sea. Otras sustancias que participan en estos procesos son los estrgenos y otros esteroides, las hormonas tirodeas y los factores de crecimiento, entre otras. Recientemente se ha incluido dentro de este grupo a la leptina y se ha incrementado, en forma sorprendente, el conocimiento sobre el papel de la osteoprotegerina en la regulacin del balance seo.3 Hormona paratirodea Es la hormona ms importante del metabolismo fosfoclcico. La hipocalcemia estimula su secrecin y sntesis y acta directamente sobre el hueso, aumentando la resorcin sea. Adems de elevar la calcemia, la hormona paratiroidea reduce los niveles circulantes de fosfato e incrementa su excrecin en la orina. Aumenta la produccin renal de 1,25(OH)2 colecalciferol, lo cual produce un aumento de absorcin intestinal de calcio.3 1,25(OH)2 vitamina D Aumenta la absorcin intestinal de calcio. Su produccin es estimulada por la hormona paratiroidea. Sus precursores son activados en forma sucesiva a nivel de la piel, por accin de la luz solar, produciendo colecalciferol. A nivel del hgado se transforma en calcidiol, y a nivel renal, por la accin de la enzima 1 hidroxilasa, ste es transformado en calcitriol o 1,25(OH)2 D. Calcitonina Esta hormona inhibe la destruccin del hueso; su produccin es rpidamente modulada por la calcemia. Modicaciones de la calcemia en un 10% por encima del rango normal, desencadenan secrecin de la calcitonina que reduce los niveles de calcio y de fosfato circulantes a travs de la inhibicin de la ostelisis y del aumento en la excrecin renal de calcio. Este mecanismo siolgico es poco relevante en los humanos. Osteoprotegerina Es una protena inhibidora del reclutamiento y activacin de los osteoclastos.5 Acta unindose al RANK, receptor transmembrnico localizado en la pared de los osteoclastos, impidiendo la unin a su ligando, RANKL, expresado en la supercie osteoblstica. Numerosas hormonas calcitropas y citoquinas estimulan la osteoclastognesis a travs de la inhibicin de la produccin de la OPG y de la estimulacin de la produccin del RANKL (vitamina D3, PTH, PGE2, interleuquina 11). El sistema OPG, RANK y RANKL es mucho ms complejo que lo aqu expresado y ser objeto de intervenciones teraputicas no slo para osteoporosis, sino tambin para otras patologas, como artritis reumatoidea, por ejemplo. No conocemos muchos de los mecanismos; entre stos, desconocemos el signicado del aumento de la OPG en el infarto reciente del miocardio.

Estrgenos Sus principales acciones sobre los procesos de resorcin y formacin sea se basan en la inhibicin del reclutamiento de los osteoclastos, mediado por la OPG, aumento en el nmero de osteoblastos, produccin de colgeno por parte de los osteoblastos, aumento del RNA mensajero del factor transformador de crecimiento (TGF-). Los estrgenos ejercen un rol predominante en la siologa sea mediante sus acciones genmicas y no genmicas.6 Su importancia en este campo no se limita al sexo femenino, ya que en los varones, adems de los andrgenos, los estrgenos son indispensables para una adecuada siologa esqueltica, como ha sido demostrado en pacientes con deciencia congnita de aromatasa.7 Algunos autores han sugerido que la carencia estrognica, adems de las acciones anteriormente mencionadas, modulan el nmero de receptores a nivel de los osteocitos, pudiendo inuenciar las adaptaciones del hueso a las cargas mecnicas.8 Leptina Es una de las ltimas hormonas que han sido incluidas entre los reguladores de la siologa sea. Su accin se encuentra en estrecha relacin con la de la hormona paratiroidea. El principal mecanismo de accin propuesto es una estimulacin directa sobre la actividad osteoblstica, promoviendo la sntesis de colgeno y una estimulacin de la accin antiosteoclastognica de la osteoprotegerina, promoviendo tambin la mineralizacin sea.9

3.4 REMODELACIN SEA


En condiciones normales, el esqueleto se remodela continuamente; el ciclo de remodelacin sea dura de tres a seis meses y es ms activo a nivel del hueso trabecular, presentando un recambio anual del 40%, mientras que este fenmeno slo ocurre en un 10% en el hueso cortical. Debido a estas caractersticas, la prdida de masa sea se presenta ms rpidamente en el hueso trabecular, haciendo ms vulnerable este hueso a las fracturas. En la clnica, estas caractersticas se traducen en la aparicin precoz de fracturas a nivel de las vrtebras, cuello del fmur y mueca. Al inicio de un ciclo de remodelacin, los preosteoclastos son activados por el factor de crecimiento de macrfagos y se diferencian bajo la inuencia de citoquinas y otros factores de crecimiento. Los osteoclastos maduros se movilizan, se adhieren a la supercie sea y producen iones hidrgeno y lactato; en este ambiente cido son secretadas las proteasas. De esta forma, el hueso es resorbido. Este proceso constituye la fase de resorcin. Varios das despus, la resorcin se detiene y se inicia la fase de formacin. Los osteoblastos

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se desplazan hacia el sitio de remodelacin, inuenciados por factores hormonales y factores de crecimiento. Paulatinamente va recubriendo la supercie de la cavidad de hueso resorbido depositando matriz sea. La matriz recin sintetizada, formada en un 90% por colgeno tipo 1, es posteriormente mineralizada con cristales de hidroxiapatita bajo la inuencia de la vitamina D. El equilibrio o acoplamiento entre los procesos de formacin y resorcin sea aseguran la preservacin de la masa sea.3, 4

3.5 PATOGENIA DE LA FRACTURA OSTEOPORTICA


Al analizar la siopatologa y patogenia de la osteoporosis, debemos considerar los elementos que condicionan una disminucin de la masa sea, ya sea por una masa sea mxima insuciente o por una prdida de ella, as como los factores extra esquelticos que condicionan un aumento del riesgo de fracturas. Es un hecho conocido que el riesgo de fractura se relaciona inversamente con la masa sea; independientemente de la masa sea, el riesgo tambin aumenta con la edad y el mismo grado de prdida de masa sea tiene mayor impacto a mayor edad.

3.5.1 Factores esquelticos


1. Masa sea La masa o densidad sea es el determinante del riesgo de fractura mejor estudiado y da cuenta de la mayor parte de la resistencia sea al trauma. Aunque la importancia relativa de la masa sea ha disminuido en el ltimo tiempo, estimndose actualmente que explica alrededor del 50% del riesgo observado de fractura, su determinacin es todava la principal herramienta para el manejo clnico de la osteoporosis. La disminucin de la masa sea puede resultar de una menor masa sea mxima alcanzada durante el crecimiento esqueltico y/o de una prdida sea aumentada, en etapa adulta. La masa sea mxima se alcanza entre los 20 y 30 aos; a partir de esta edad se inicia un proceso lento de prdida, el cual se acelera en el perodo de la menopausia. Antes de la menopausia la masa sea se reduce en un 0,5%/ao, aumentando posteriormente a > 5%/ao. En este proceso participan no slo la carencia estrognica, sino tambin los fenmenos asociados con el envejecimiento, las drogas y los estilos de vida de los individuos. La masa sea mxima est determinada en un 60% por factores genticos, no modicables, entre los que se encuentra los polimorsmos en los genes que codican para el receptor de vitamina D, colgeno tipo 1, receptor de estrgenos y factores de crecimiento como el TGF que explican parte de la inuencia gentica. En todas las
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razas, la masa sea mxima del varn es mayor a la de la mujer, lo que se debe a la edad ms tarda en que el hombre completa la pubertad y a la existencia en ste de mayor aposicin sea subperistica, especca de andrgenos. Estas diferencias condicionan a futuro el riesgo tambin distinto de sufrir osteoporosis entre ambos sexos. Sujetos de raza negra alcanzan mayor masa sea mxima que asiticos, y stos, a su vez, mayor que los caucsicos. El resto de la masa sea mxima est dado por factores ambientales, en su mayora modicables. Entre stos se encuentran los factores nutricionales (aporte de calcio, vitamina D y protenas), factores hormonales (dcit estrognico a cualquier edad, exceso de hormonas tiroideas y esteroidales), estilos de vida saludables (actividad fsica, evitar el tabaco y alcohol). Una vez alcanzado el mximo de masa sea, se asiste a un perodo de estabilidad de la misma, producto de un remodelamiento seo acoplado que perdura hasta poco antes de los 40 aos. Posteriormente, las mujeres sufren dos fases de prdida sea, mientras que los hombres, slo una. En mujeres, en la dcada siguiente a la menopausia se asiste a una prdida acelerada y autolimitada de hueso que involucra prdida desproporcionada de hueso trabecular (20%-30%) versus el cortical (5%-10%). Esta prdida se relaciona directamente con el hipoestrogenismo de la posmenopausia que condiciona, por mecanismos directos e indirectos, prdida de la masa sea. Concomitante a la prdida acelerada de masa sea se inicia una fase continua y lenta de prdida de hueso, que perdura indenidamente, comn a ambos tipos de hueso e involucra prdida adicional del 20%-30% de la masa sea, de similar proporcin en hueso trabecular y cortical, respectivamente. El hipoestrogenismo es la principal causa de ambas fases de la prdida sea y contribuye tambin a la prdida sea del varn, ya que la testosterona ejerce su accin en el hueso por activacin del receptor de estrgenos (despus de la aromatizacin que la convierte en estradiol). Debe considerarse, adems, la inuencia directa que puede tener la testosterona sobre la formacin sea. As, se considera que la fase lenta de disminucin de la masa sea resulta de la prdida de la accin estrognica sobre efectos extraesquelticos de la homeostasis clcica (disminucin de la absorcin intestinal y aumento de la excrecin renal de calcio) y quiz tambin disminucin de la sntesis de vitamina D y prdida de un efecto directo supresor de la secrecin de hormona paratirodea. Estas alteraciones extraesquelticas llevan a prdida de calcio que requiere de aumento en la ingesta clcica para prevenir el desarrollo de hiperparatiroidismo secundario. De esta forma, el hipoestrogenismo, por mecanismos variados, es a toda edad en la mujer posmenopusica la causal

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ms importante para la prdida de masa sea. En el varn, observaciones recientes sugieren que los estrgenos son al menos tan importantes como la testosterona en determinar su masa sea mxima y asociado al envejecimiento disminuyen los valores biodisponibles de testosterona y tambin los de estrgenos. a) Deterioro de la microarquitectura Normalmente, las vrtebras reciben carga vertical y distribuyen tal fuerza gracias al sistema trabecular que la dispersa a travs de sus conexiones horizontales. Exmenes necrpsicos de cuerpos vertebrales de mujeres posmenopusicas muestran un nmero muy alto (200 a 450) de discontinuidad trabecular en sentido horizontal. Microfracturas de este tipo pueden repararse, pero tienden a acumularse por errores del remodelamiento, debilitando al hueso. b) Geometra sea Este factor est bien estudiado en relacin al eje de la cadera, el cual explica la diferencia de tasas de fractura de cadera, ajustadas por densidad sea, entre sujetos de origen caucsico y japoneses (la mitad que en los primeros). As, la distancia entre las supercies lateral del trcanter e interna de la pelvis en el cuello femoral, determina la longitud del eje de la cadera. A similar densidad sea, el riesgo de fractura se duplica por cada aumento en 1 desviacin estndar en la longitud de este eje. A su vez, el impacto sobre la cadera posterior a una cada es funcin tambin de la talla corporal y, de esta forma, a mayor altura el riesgo de fractura es mayor. c) Microfracturas Se reere a fracturas microscpicas producidas por la carga mecnica diaria que debilitan las propiedades mecnicas del hueso. Normalmente estas suras son reparadas por el proceso de remodelamiento seo. Sin embargo, cuando estas suras se originan ms rpido que el remodelamiento normal, o si ste es defectuoso, ocurren fracturas. 2. Remodelamiento seo anormal La importancia del remodelamiento seo para la mantencin de la masa sea y reparacin de daos estructurales seos ya ha sido sealada. El desacoplamiento del remodelamiento seo con predominio de la resorcin sobre la formacin sea, en cada unidad de remodelacin, es el principal tipo de error del remodelamiento. Este desbalance es consecuencia ya sea de actividad osteoclstica exagerada y/o disminucin proporcional de la actividad osteoblstica. Los desbalances clnicamente relevantes son: a) Aumento de la formacin y resorcin sea, con predominio de esta ltima.

Aumento del nmero de unidades de remodelacin activas y la frecuencia de esa activacin. Clnicamente esto se aprecia en el hipogonadismo (ej. perodo posmenopusico temprano), hiperparatiroidismo e hipertiroidismo. Ocurre un alto recambio seo con una prdida acelerada. b) Disminucin tanto de la resorcin como de la formacin sea, pero con mayor freno de formacin. En estas circunstancias, como ocurre, por ejemplo, en edades avanzadas, hepatopatas crnicas, la velocidad de recambio seo es lenta. c) Aumento de la actividad osteoclstica y disminucin de la actividad osteoblstica. Es la combinacin mas deletrea para el hueso y que puede llevar a prdidas seas muy rpidas. Estados de este tipo se observan en la osteoporosis inducida por glucocorticoides, uso de ciclosporina (osteoporosis postrasplante) y osteoporosis idioptica. En cualquier situacin, pero en particular al inicio de la menopausia ser la interaccin entre el nivel de masa sea y la velocidad de recambio seo existentes al inicio de la misma los que determinarn mayormente el riesgo futuro de osteoporosis.

3.5.2 Factores extraesquelticos


Para que se produzca una fractura de tipo osteoportico como las de cadera y de Colles, se requieren condiciones propias de los huesos ms la presencia de otras condiciones del individuo, como, por ejemplo, la propensin aumentada a las cadas y la disminucin en los mecanismos de defensa.
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4. DIAGNSTICO DE LA OSTEOPOROSIS 4.1 INTRODUCCIN


Como analizamos en el captulo 2, existen varios factores de riesgo para desarrollar osteoporosis; en mujeres posmenopusicas que no presentan otros sntomas o signos de la enfermedad, el mejor predictor de riesgo de fractura es la densidad sea baja.1 Desde un punto de vista operativo nos referiremos al diagnstico densitomtrico de la osteoporosis que esta basado en la clasicacion de la OMS,2 el cual es aplicable a mujeres posmenopusicas caucsicas medidas por densitometra de fotn doble (DXA). Recientes publicaciones, especialmente Position Statement de la International Society for Clinical Densitometry (ISCD), permiten aunar criterios de diagnstico densitomtrico para otras poblaciones, como mujeres premenopusicas, hombres y nios.

4.2.4 Rx La radiografa es un mtodo que ayuda poco

en el diagnstico precoz de la osteoporosis; se necesita prdida importante de masa sea para que sta sea detectada radiolgicamente; una aparente disminucin de densidad sea en la radiografa no es sinnimo de osteoporosis; sin embargo, debe sospecharse al observar disminucin de las trabculas, disminucin del grosor cortical y ms an deformaciones vertebrales o antiguas fracturas. Se recomienda realizar radiografas de columna vertebral si hay dolor dorsolumbar o prdida de estatura de > 2 cm /ao o acumulada > 4 cm.

4.2.5 TAC o RMN no estn indicados en la prctica cl-

nica debido a la alta radiacin, al alto costo y la falta de estandarizacin de control. Por ahora, DXA sigue siendo el patrn oro en la medicin de la masa sea, lo que comprende el diagnstico de osteoporosis, la prediccin de fractura, evaluacin del curso de la enfermedad y el control de la respuesta al tratamiento.

4.2 METODOS
que permite medir la densidad sea (DO) y el contenido mineral (CM) en el cuerpo total y en sitios precisos tanto del esqueleto axial como perifrico y especcamente aquellos con mayor riesgo de fractura, como columna, cadera y mueca.3

4.2.1 DXA Dual X ray absorptiometry es un mtodo

4.3 DIAGNSTICO4 4.3.1 En mujeres posmenopusicas


Clasicacin de la OMS NORMAL: T- score sobre 1 OSTEOPENIA: T- score entre 1 a 2,5 OSTEOPOROSIS: T- score bajo 2,5 Se debe seleccionar el T- score que resulte ms bajo de los sitios medidos: columna, cuello femoral, cadera total, trocnter o 1/3 del radio.

medido; con esta tcnica no medimos volumtricamente, ya que es una medicin bidimensional.

CM describe la cantidad de mineral en el sitio medido. DO describe el CM dividido por el rea de volumen

4.2.2 SXA Single X ray absorptiometry es un mtodo


que permite medir sitios apendiculares, especialmente mueca.

4.3.2 En hombres de 20 aos o ms


La clasicacin de la OMS no se puede aplicar totalmente. Hombres de 65 aos o ms T- score bajo 2,5 Hombres de 50 a 65 aos T- score bajo 2,5 ms un factor de riesgo identicado Hombres a cualquier edad con causas secundarias de baja densidad sea (glucocorticoides, hipogonadismo, hiperparatiroidismo) pueden ser diagnosticados clnicamente apoyados en hallazgo de baja DO. El diagnstico de osteoporosis en hombres bajo 50 aos no puede hacerse basados slo en criterios densitomtricos.

4.2.3 QUS Quantitative ultrasound es un mtodo que usa

ultrasonido para evaluar hueso y se aplica especialmente en calcneo, usndose dos tipos de medida: BUA broad-band ultrasound attenuation SOS- speed of sound o, dicho de otra forma, velocidad del ultrasonido. Es importante destacar que las mediciones perifricas son tiles para evaluar riesgo de fractura y para separar poblaciones en riesgo de osteoporosis y que deben ser tratadas, pero no deben ser usados en la prctica clnica hasta que se conozcan mejor los puntos de corte de las poblaciones y menos an para control de tratamiento.4

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4.3.3 En mujeres premenopusicas desde 20 aos hasta la menopausia


La clasicacion de la OMS no debe aplicarse a mujeres premenopusicas sanas. Deben usarse Z-scores en vez de T-scores. El diagnstico de osteoporosis no debe hacerse sobre la base de criterios densitomtricos aislados, sino que puede hacerse si hay causas secundarias o factores de riesgo para fractura.

4.5 DXA PARA DIAGNSTICO


La medicin de la DO por DXA es el mtodo de eleccin para el diagnstico no invasivo de la osteoporosis.5-8 La OMS no especica cuntos sitios deben medirse o qu regiones de inters dentro de un sitio esqueltico deben ser usadas para el diagnstico; la ISCD plantea lo siguiente:

4.5.1 Sitios a medir


Columna AP y cadera en todos los pacientes Antebrazo cuando no se pueda medir o interpretar la columna y/o cadera, en casos de hiperparatiroidismo o en pacientes muy obesos que no entren en la mesa del equipo DXA Espondiloartrosis, frecuente en adultos mayores, puede aumentar articialmente los valores de DO de columna.

4.3.4 En nios de ambos sexos menores de 20 aos


La clasicacin de la OMS no debe aplicarse en nios. T-scores no debe usarse en nios; en cambio, pueden usarse Z-scores. El diagnstico de osteoporosis no debe hacerse sobre la base de criterios. densitomtricos aislados. Terminologa como DO baja para la edad cronlogica puede ser usada si el Z-score es menor de 2,0. Z-scores deben ser interpretados a la luz de la mejor curva de referencia disponible segn edad y sexo. La columna y el cuerpo total son los mejores sitios de medicin. El valor de DO para predecir fracturas en nios no est claramente determinado. No hay acuerdo en las normas para ajustar DO o CM para factores como tamao seo, estado puberal, madurez esqueltica o composicin corporal. Estudios seriados de DO deben ser hechos en la misma mquina, usando la misma tcnica de medicin, el mismo software y el mismo tipo de anlisis.

4.5.2 Regiones de inters en columna


Usar L1-L4 en columna AP Slo excluir las vrtebras afectadas por cambios locales en su estructura o por artefacto Usar 3 vrtebras si no se pueden usar 4 y 2 si no se pueden usar 3 Columna lateral no debe utilizarse para diagnstico, pero s para control.

4.5.3 Regiones de inters en cadera


Usar el ms bajo de cadera total, cuello femoral o trocnter No usar rea de Ward para diagnstico No hay datos sucientes para usar promedio de ambas cadera para diagnstico.

4.4 INDICACIONES DE DENSITOMETRA SEA


Las recomendaciones de la ISCD para indicaciones de medicin de densitometra sea en adultos comprenden:4 Mujeres de 65 aos o ms Mujeres posmenopusicas bajo 65 aos con factores de riesgo Hombres de 70 aos o ms Adultos con fractura osteoportica Adultos con una enfermedad que se asocie con baja masa sea o prdida sea Adultos que toman medicamentos que se asocien con baja masa sea o prdida sea Cualquiera que se considere para terapia farmacolgica Cualquiera en tratamiento para monitorizar el efecto del tratamiento Mujeres que discontinan estrgenos.

4.5.4 Regiones de inters en antebrazo


Usar un tercio de radio del lado no dominante para diagnstico.

4.6 DENSITOMETRA SEA PERIFRICA


Existe evidencia que las mediciones de DO en sitios perifricos pueden ser usadas para evaluar el riesgo de fractura en la columna, cadera y sitios no vertebrales en la mujer posmenopusica.9, 10 Aunque la concordancia entre la prevalencia de osteoporosis y riesgo de fractura a lo largo de la vida que se ha observado usando sitios esquelticos axiales y un corte de T-score 2,5, no ha sido demostrada con densitometra perifrica con una variedad de tecnologas.11

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La clasicacin de la OMS para el diagnstico de osteoporosis y osteopenia no debe ser usada con mediciones perifricas de DO, excepto la de antebrazo (1/3 radio)

4.7 CONTROLES BIOQUMICOS


Existe evidencia que sustenta el uso de marcadores bioqumicos de recambio esqueltico para establecer el riesgo de fractura en mujeres posmenopusicas de edad avanzada en estudios poblacionales;12 sin embargo, la calidad de la evidencia no permite recomendar estos indicadores en la toma de decisiones individuales. Existe un conjunto de exmenes destinados a reconocer osteoporosis secundaria, aplicables rutinariamente en varones, mujeres premenopusicas o cuando antecedentes clnicos lo hagan recomendable. En la Tabla 1 se proponen exmenes para tamizar osteoporosis secundaria. Adicionalmente, en mujeres posmenopusicas es necesario obtener exmenes relacionados con problemas de salud prevalentes que podran condicionar la eleccin de una terapia particular. La evidencia disponible no permite recomendar an el uso rutinario de marcadores bioqumicos de remodelacin sea para el diagnostico y manejo rutinario de pacientes con osteoporosis. En varones y mujeres premenopusicas es recomendable descartar osteoporosis secundaria, aun en ausencia de elementos clnicos sugerentes. TABLA 1. ESTUDIO PARA OSTEOPOROSIS SECUNDARIA
Hemograma (VHS) Calcemia Fosfatemia PTH i Perl heptico Creatininemia Glicemia TSH ultrasensible FSH, testosterona o estradiol Prolactina Cortisol post Dexametasona (1 mg) Factor reumatodeo Calciuria/creatininuria en orina 24 h.

3. Leib ES, Lenchik I, Bilezikian JP, Maricic MJ, Watts NB. Position statements of the Internacional Society for Clinical Densitometry: methodology. J Clin Densitom 2002; 5(Suppl):S5-S10. 4. Lewiecki EM, Watts NB, McClung MR, Petak SM, Bachrach LK, Sheperd JA, Downs RW Jr for the International Society for Clinical Densitometry Ofcial Positions of the International Society for Clinical Densitometry. J Clin Endocrinol Metab 2004; 89:3651-3655. 5. Delmas PD. Do we need to change the WHO denition of osteoporosis? Osteoporosis Int 2000; 11:189-191. 6. Kanis JA, Gluer CC. Un update on the diagnosis and assessment of osteoporosis with densitometry. Committee of Scientic Advisors, International Osteoporosis Foundation. Osteoporosis Int 2000; 11:192-202. 7. Kanis JA, Johnell O, Oden A,Jonsson B, De Laet C, Dawson A. Risk of hip fracture according to the World Health Organization criteria for osteopenia and osteoporosis. Bone 2000; 27:585-590. 8. Sandrick K. DXA remains gold standard for assessing spine and femoral head. Diagn Imaging (San Franc) 1998; (Suppl Bone Mass):8-11. 9. Marshall D, Johnell O, Wedel H. Meta-analysis of how well measures of bone mineral density predict occurrence of osteoporotic fractures. BMJ 1996; 312:1254-1259. 10. Miller PD, Siris ES, Barrett-Connor E, et al. Prediction of fracture risk in postmenopausal white women with peripheral bone densitometry: evidence from the National Osteoporosis Risk Assessment. J Bone Miner Res 2002; 17:2222-30. 11. Melton LJ. How many women have osteoporosis now? J Bone Miner Res 1995; 10:175-177. 12. Garnero P, Hausherr E, Chapuy MC, Marcelli C, Grandjean H, Muller C, et al. Markers of bone resoption predict hip fracture in elderly women: The EPIDOS prospective study. J Bone Miner Res 1996; 11:1531-8.

5. PREVENCIN Y TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS 5.1 INTRODUCCIN


Tomando en cuenta los altos costos de las complicaciones de la osteoporosis y tambin que diferentes estudios clnicos han demostrado que intervenciones farmacolgicas y no farmacolgicas son capaces de reducir el riesgo de fractura, resulta de gran importancia el manejo adecuado de las opciones para la prevencin y tratamiento de la osteoporosis.

5.2 INTERVENCIONES NO FARMACOLGICAS


La primera alternativa, ya sea en la prevencin o tratamiento de la osteoporosis, se basa en mantener un estilo de vida saludable, evitando fumar, ingesta excesiva de alcohol, asegurando una adecuada nutricin, especialmente en lo que se reere a la ingesta de calcio y vitamina D y manteniendo una actividad fsica suciente.

REFERENCIAS 1. Lips P. Epidemiology and predictor factors of fractures associated with osteoporosis. Am J Med 1997; 103:3S-8S. 2. World Health Organization (1994). Assessment of fracture risk and its application to screening for postmenopausal osteoporosis. WHO Technical Report Series 843.WHO. Geneva.

5.2.1 Calcio y vitamina D


Es sabido que una ingesta adecuada de calcio a travs del consumo de lcteos reduce el riesgo de osteoporosis.1 Estudios prospectivos en nios y adolescentes han demostrado que la suplementacin con calcio de la dieta

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mejora el desarrollo esqueltico comparado con un grupo control sin suplementacin.2, 3 En estudios en adultos distintas evidencias apoyan que la adecuada ingesta de calcio previene la prdida acelerada de masa sea. Reid y colaboradores demostraron que aquellos pacientes a los cuales se les administraban suplementos de calcio disminuan signicativamente la tasa de prdida de masa sea con el correr de los aos.4 Los estudios de Dawson Hughes et al.5 y de Chapuy et al.6 mostraron el efecto benco de la suplementacin calcio y vitamina D en adultos mayores, tanto en la disminucin de la prdida sea como en la prevencin de fracturas no vertebrales. Sin embargo, ha sido difcil demostrar en estudios individuales el benecio de la suplementacin de calcio sobre el riesgo de fracturas osteoporticas. As, un estudio hecho en 9.700 mujeres mayores de 65 aos, que fueron seguidas un promedio de 6,6 aos, demostr que ni el aumento diettico de calcio ni los suplementos de calcio determinaron una reduccin en la tasa de fracturas.7 Resultados similares se obtuvieron en una muestra de hombres en los cuales se estudi el rol protector del calcio respecto de la incidencia de fracturas de antebrazo-cadera. No se demostr que la ingesta de calcio tuviera ninguna relacin con ello.8 Sin embargo, la combinacin de cinco ensayos clnicos, con un total de 576 pacientes, demostr una tendencia hacia una reduccin en la tasa de fracturas vertebrales con un riesgo relativo de 0,77 (IC 95% 0,54 a 1,09, p = 0,14).9 En cuanto a las fracturas no vertebrales, existen slo dos estudios con un total de 222 pacientes. En ellos hubo un limitado nmero de eventos, por lo que el intervalo de conanza es extremadamente amplio: RR = 0,86 (IC 95% 0,43 a 1,72, p= 0,66).10 En un metaanlisis recientemente aparecido en Jama10 se observan resultados positivos en la reduccin de fracturas de cadera en los grupos con adecuada dosicacin y con buena adherencia a la suplementacin de calcio y vitamina D. Aunque el calcio y la vitamina D solos no son sucientes como terapia de la osteoporosis posmenopusica, s son componentes esenciales de ella, y como ya vimos, son importantsimos en la adquisicin de masa sea y en su mantencin durante toda la vida. La mejor fuente de calcio son los productos lcteos que adems contienen protenas, virtaminas y otros nutrientes. Cuando no es posible la ingesta de lcteos se debe recurrir a la suplementacin con preparados farmacuticos. Tipos de calcio y su absorcin: El preparado farmacutico de calcio ms comn y ms barato es el carbonato
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de calcio. La absorcin de ste es mala en pacientes que tienen aclorhidria, a menos que se tome con las comidas. Como es difcil saber quin tiene aclorhidria y quin no, es recomendable indicar el carbonato de calcio con las comidas, preriendo aquellas de bajo contenido en erro (desayuno), ya que el calcio puede disminuir la absorcin del erro. Otro aspecto importante en cuanto al carbonato de calcio es la solubilidad del preparado. Muchas formas farmacuticas son pobremente solubles, por lo que sera recomendable preferir formas masticables. Otro tipo de calcio es el citrato, que se absorbe bien con el estmago vaco y que tiene una mejor absorcin que el carbonato, aun tomndolo con las comidas.

Recomendacin de ingesta diaria de calcio (*)


Nios 0 6 meses 7 12 meses 1 3 aos 4 6 aos 7 9 aos Adolescentes 10 18 aos Mujeres 19 aos hasta la menopausia Posmenopausia 3er trimestre de embarazo Lactancia Hombres 19 65 aos 65 + aos 300 400 400 500 600 700 1300 1000 1300 1200 1000 1000 1300

(*) FAO / WHO: Human Vitamin and Mineral Requirements 2002, Reference 5.

Recomendaciones de ingesta diaria de vitamina D (*)


Grupo etario 0 9 aos 10 18 aos 19 50 aos 51 65 aos 65 + aos Embarazo Lactancia RNI (IU/d) 200 200 200 400 600 200 200 RNI (microg/d) 5 5 5 10 15 5 5

RNI se dene como la ingesta diaria que cumple con los requerimientos nutritivos de la mayora (97,5%) de los individuos aparentemente sanos ajustados por sexo y edad. (*) FAO / WHO: Human Vitamin and Mineral Requirements 2002, Reference 5.

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5.2.2 Otros factores dietticos


Vitamina K: Es necesaria para la sntesis de osteocalcina, y se ha sugerido que su dcit estara involucrado en el aumento del riesgo de fracturas en adultos mayores.11-13 En todo caso, se aconseja el consumo adecuado de vegetales verdes. Vitamina A: Estudios poblacionales sugieren que el exceso de vitamina A puede aumentar el riesgo de fractura;14 aunque faltan datos para precisar dosis txicas, se recomienda no consumir preparados que contengan dosis altas de vitamina A y preferentemente consumirla en dosis adecuadas a travs de los alimentos.

5.2.3 Ejercicio
Hay estudios prospectivos y observacionales que muestran que el sedentarismo es un factor de riesgo para osteoporosis y para fracturas.15-18 Ms importante que esto son los estudios que muestran que caminar es efectivo para aumentar la densidad sea en columna y caderas en mujeres posmenopusicas,19 aunque no est bien determinado cunto es necesario caminar para obtener estos efectos bencos.

5.2.4 Cadas
Se ha denido cada como la ocurrencia de un evento que provoca inadvertidamente la llegada al suelo, o a un nivel inferior al que se encontraba, de la persona. Algunos autores no incluyen en la denicin aquellas cadas que son secundarias a hechos mdicos mayores, tales como un accidente cerebrovascular, una convulsin o un sncope por bajo dbito; sin embargo, creemos que al no existir claridad absoluta de la etiologa de uno de estos eventos, deben considerarse como cadas estas situaciones para contemplarlas en el estudio posterior de su origen. La cada es un sntoma comn, asociado a una elevada morbimortalidad, en el adulto mayor y conduce a la internacin en clnicas u otras instituciones. Un quinto de los adultos mayores de entre 65 a 69 aos, y hasta dos quintos de los mayores de 80, relatan al menos una cada en el ltimo ao. El 80% de las cadas se producen en el hogar y el 20% restante fuera de l; la gran mayora de ellas no son reportadas. Un 30% son consideradas como inexplicables por el paciente y observador. En EE.UU. los accidentes constituyen la sptima causa de muerte en ancianos, y el 50% de las muertes estn relacionadas de alguna forma u otra con cadas. El gasto que se produce por este concepto en el sistema de salud de dicho pas es de 12.600 millones de dlares al ao. Se sabe, por ejemplo, que en la dcada de los 90 en
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el estado de Washington el 5% de los gastos totales de los hospitales correspondi a lesiones secundarias a cadas en adultos mayores que requirieron manejo intrahospitalario; quienes se institucionalizaron estuvieron una media de ocho das en estos centros asistenciales. En Chile los accidentes y traumatismos ocupan el sexto lugar como causa de muerte en el adulto mayor, segn informe del Ministerio de Salud en 1993, y aproximadamente el 10% de las cadas conducen a fracturas, siendo las ms frecuentes antebrazo, cadera y hmero. Dentro de los conceptos de importancia en torno a este tema es necesario sealar que la mayora de las cadas en el adulto mayor traducen un sntoma de enfermedad o trastorno subyacente (incluyendo iatrogenia), por lo que no es apropiado atribuir la cada solamente a peligro ambiental o a la edad. Es sabido que las cadas son ms frecuentes en personas con ms aos, ya que existen cambios propios del envejecimiento que predisponen a estos eventos y suelen anteceder a un perodo de declinacin gradual de las funciones de la vida diaria y, en algunos casos, al desarrollo de estados confusionales agudos. Las cadas pueden ocasionar fracturas, hemorragias internas, neumona aspirativa, lesiones de tejidos blandos y prdida de la funcionalidad e independencia, entre otros. Adems del miedo a caerse de nuevo. En el estudio SABE-OPS en Chile, realizado en una muestra representativa de adultos mayores (n = 1330) que viven en Santiago (no institucionalizados) se encontraron los siguientes datos: Cadas en los seis meses previos 35,2% (mujeres 39%) Necesidad de atencin mdica por la cada 35,7% Fractura de cadera por la cada 2% Fractura de mueca por la cada 4,4%. Cambios atribuidos al envejecimiento que predisponen a las cadas: El proceso de envejecimiento se asocia con varios cambios que predisponen a las cadas. Estos cambios se pueden clasicar en dos categoras: los responsables de la estabilidad postural y los que afectan la homeostasis de la presin arterial o que pueden producir mareos o sncope. Reduccin del control muscular y aparicin de rigidez msculo-esqueltica (prdida de neuronas dopaminrgicas de ganglios basales, prdida de dendritas en clulas de BETZ de la corteza motora encargadas de la inervacin de msculos proximales antigravitatorios del brazo, tronco, espalda y miembros inferiores). Aumento de inestabilidad y balanceo al andar.

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Cambios en la marcha. Alteracin de reejos posturales (labernticos, tnicos del cuello, visuales de la retina, prdida de la informacin propioceptiva desde articulaciones por degeneracin progresiva de sus mecanorreceptores). Alteracin de barorreceptores y reduccin de ujo cerebral. Alteraciones - disminucin auditivas. Alteraciones visuales con disminucin de la agudeza visual, sobre todo nocturnas. Alteraciones neuroendocrinas, como disminucin de renina, aldosterona, que alteran el manejo del sodio y volumen intravascular (fragilidad y mayor frecuencia de deshidratacin frente a enfermedades). Etiologa: Las cadas en el anciano suelen ser de etiologa multifactorial, asociando factores ambientales, patologas y/o medicamentos. Factores predisponentes: A) Peligros ambientales: Suelos resbaladizos, camas altas, escaleras sin barandillas, escalones altos y estrechos, iluminacin deciente, muebles u objetos mal ubicados (obstculos para el desplazamiento seguro), ropa y calzado inapropiados. B) Enfermedades: El adulto mayor puede presentar en promedio 3 a 4 enfermedades coexistentes, tales como osteoporosis, osteomalacia, osteoartritis de rodilla, de cadera, espondiloartrosis, alteraciones del pie, amiotroas. Otras alteraciones osteoarticulares, alteraciones neuromusculares (parkinsonismo, polineuropatas) y alteraciones de los rganos de los sentidos, alteraciones que afectan la presin arterial, cardiovasculares, neuroendocrinas, demencias. C) Frmacos (posible iatrogenia): Hipotensores (recordar que existe menor compensacin crontropa del corazn por disminucin de sensibilidad de barorreceptores), Beta bloqueadores, Diurticos, Hipoglicemiantes, Hipnticos, Antidepresivos, Neurolpticos, Alcohol, otros. Factores de riesgo para cadas recurrentes no sincopales: Dicultad para levantarse de una silla, incapacidad para caminar a paso rpido en tndem (sobre una lnea), reduccin de agudeza visual, ciertas enfermedades crnicas, como sndrome de Parkinson y osteoartritis, mltiples cadas durante el ao anterior; otras que aparecen como menos importantes son las alteraciones cognitivas y estado depresivo y sndrome post cada (susto).

Factores etiolgicos determinantes: Causas cardiovasculares: Generalmente provocan sncopes o mareos: Arritmias, bloqueos, enfermedad del nodo, taquicardia supraventricular o ventricular, brilacin auricular, alteraciones de la presin arterial, ortostatismo, hipotensin esencial, miocardiopata obstructiva, estenosis artica, mixoma auricular, embolia pulmonar, infarto del miocardio, disfuncin de marcapasos, hipersensibilidad del seno carotdeo. Causas neurolgicas: AVE, TIA, drop attack, epilepsia u otras convulsiones, trastornos labernticos (isqumicos, infecciosos, traumticos), secuelas de AVE u otros con trastornos de la marcha, Parkinson, hidrocfalo normotensivo, miopatas, mielopatas, alteraciones cognitivas, cuadros confusionales. Causas diversas: Hipoglicemia, anemia, infecciones, intoxicaciones, alteraciones endocrinas (tiroides), etc. Dentro de los factores de riesgo que han podido ser identicados como signicativos destacan en la literatura internacional: Sexo femenino Edad (> de 75 aos) Historia de cadas previas Debilidad de extremidades inferiores alteracin de la marcha Problemas de equilibrio Artritis u osteoartritis Uso de drogas psicotrpicas sedantes. Consecuencias de las cadas en el adulto mayor: 80% son lesiones leves o no existen 1% presentan fractura de fmur y luego, en orden de frecuencia, fracturas de antebrazo, hmero y pelvis. A mayor edad ms riesgo de cadas y, al menos, 20 veces ms de fracturas costales, traumatismo encefalocraneano, hematoma subdural crnico. pero es muy frecuente el sndrome post cada o miedo a volver a caer que incapacita al anciano. Evaluacin del paciente cado Anamnesis Debe consignar por lo menos: Enfermedades previas, Uso de medicamentos (incluyendo automedicacin y de uso oftlmico), Descripcin detallada de la cada, inicio, prdida o no de conciencia, etc., complementada por observaciones de familiares tanto del estado previo como de cambios recientes que puedan orientar al mecanismo de la cada. Factores ambientales contribuyentes (causas externas: en el hogar, etc.).

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Examen fsico Debe ser completo y cuidadoso, destacando: PA y pulso con paciente en decbito luego de reposo de 5 minutos, si la PA se toma 3 minutos despus, al ponerse de pie, y hay descenso de presin sistlica mayor a 20 mmhg = existe ortostatismo. Si no hay cambio en frecuencia cardaca puede sospecharse alteracin de barorreceptor. Corazn: deteccin de soplos, Enf. Artica; Infarto Miocrdico, Miocardiopata Hipertrca. Masaje de seno carotdeo slo bajo estricta vigilancia y en aquellos pacientes sin enfermedad cerebrovascular ni anomalas de conduccin CV. Se dene como Sndrome del Seno enfermo si se verica asistolia o pausa sinusal mayor a 3 segundos o una cada de presin sistlica superior a 50 mmHg. Signos de anemia Examen neurolgico cuidadoso. Marcha y equilibrio; es til observar la capacidad y forma de levantarse desde una silla (con brazos cruzados por delante si es posible) y caminar 6 metros, giro de 180 hacia ambos lados y luego probar Romberg. La dicultad para levantarse sugiere disminucin de fuerzas, y la dicultad para el resto, incompetencia postural y predisposicin para cadas. Exmenes de laboratorio Deben estar enfocados a patologas sospechadas. Sin embargo, dada la alta frecuencia de presentacin atpica de enfermedades en ancianos, se recomienda siempre realizar Hto, Recuento de blancos, BUN, Electrlitos, creatinina, glicemia, niveles de frmacos (digoxina, litio) que requieran control y, por supuesto, un Electrocardiograma. Si existen sntomas sugerentes de enfermedad coronaria o Electrocardiograma alterado, medir enzimas cardacas. El Holter o monitorizacin continua se utiliza en aquellas cadas o sncopes en que se sospeche arritmia, pero es de difcil interpretacin por el alto nmero de arritmias asintomticas en el adulto mayor. Electroencefalograma y tomografa axial (TAC) computada de cerebro son de escaso valor a menos que existan alteraciones focales al examen fsico, se soliciten en relacin a la clnica en busca de un tumor o lesin cerebral que se manieste como Epilepsia tarda u otro sntoma neurolgico focal que es causa de las cadas. Ecocardiograma: En pacientes con soplo para evaluar su importancia hemodinmica o diagnosticar Miocardipata Hipertrca (tan frecuente en adulto mayor y que no se toma en cuenta).
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Audiometra y VIII: En pacientes slo con vrtigo asociado a cada. Radiografa de columna cervical: til en pacientes con alteraciones de la marcha, espasticidad de miembros inferiores e hiperreexia que sugieren espondilosis cervical o estrechez de canal raqudeo. Radiografas de las zonas dolorosas osteoarticulares que trastornan la marcha (evaluacin ortopdica o reumatolgica). Pronstico: Depende de las consecuencias fsicas, de la capacidad funcional previa y si la cada se produce en una persona aislada socialmente. Un tercio de las personas con estas caractersticas fallecen en un ao. Tratamiento: Hay que establecer un diagnstico que identique los factores predisponentes (internos y externos). Se debe actuar tanto sobre la enfermedad como sobre el medio ambiente. Se deber entrenar al paciente y ver la posibilidad de utilizar aparatos auxiliares si existe trastorno en la marcha. El apoyo kinsico tambin ayudar a reducir los temores a las cadas. Se recomienda entregar buenas condiciones visuales, luz adecuada, tratamiento de patologas oftalmolgicas. Utilizacin de audfonos si es necesario y extraccin de cerumen. Evitar el uso de drogas txicas para el sistema vestibular, polifarmacia y de drogas que acten a nivel de SNC. Uso de calzado adecuado. Realizacin de ejercicio programado para equilibrio y reeducacin de la marcha en situaciones viciosas. Manejo de enfermedades de base. Consideracin cuidadosa del uso de antidepresivos, ya que estos frmacos pueden aumentar el riesgo en 1,2 a 2 veces en aquellos adultos mayores que han tenido una cada.

5.3 INTERVENCIONES FARMACOLGICAS EN OSTEOPOROSIS POSMENOPUSICA 5.3.1 Introduccin


Para cada una de las opciones teraputicas, y siempre que la evidencia lo permita, se resumir la informacin en trminos de los benecios aportados por el tratamiento especco en cuanto al incremento de la DMO y la reduccin en la tasa o el nmero de fracturas, tanto vertebrales como no vertebrales. Una nota de precaucin general se debe tener para la lectura y anlisis de la informacin que se entrega en las siguientes pginas. Las poblaciones estudiadas (edades, aos de menopausia, comorbilidad, etc.) as como las

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metodologas empleadas en los estudios individuales, hacen difcil el establecer comparaciones directas entre distintos tipos de frmacos. Varias intervenciones farmacolgicas muestran efectividad tanto en el aumento de la masa sea como en la prevencin de fracturas, especialmente en los grupos de alto riesgo; no hay suciente evidencia de los resultados en la prctica clnica de rutina y por esto el mdico clnico debe poner especial atencin en el control y evaluacin de cada terapia en su paciente individual.

WHI perdi casi el 50 % de su muestra por suspensin de tratamiento, con la consiguiente prdida de precisin en sus resultados, fue la primera evidencia tipo I de la ecacia de la terapia hormonal en prevenir fracturas atribuibles a osteoporosis. Fracturas vertebrales: En 1995 Maxim, en un estudio de cohortes,25 comunic que el uso de terapia hormonal se asociaba con una reduccin en el riesgo de fracturas vertebrales incidentes de 40% (RR 0,6, IC 95% 0,36-0,99). Posteriormente Hulley, en los estudios HERS y HERS II16-17 no encontr efectos signicativos de terapia hormonal (RR 0,74, IC 95% 0,37-1,48; RR 1,1, IC 95% 0,49-2,5). En el estudio WHI el uso de terapia hormonal combinada continua se asoci con una reduccin en el riesgo de fracturas vertebrales incidentes de 34% (RR 0,66, IC 95% 0,44-0,98) y el NNT fue 333. El uso de terapia estrognica redujo el riesgo de fracturas vertebrales en 38% (RR 0,62, IC 95% 0,42-0,93) y el NNT 222.20, 21 Fracturas de fmur proximal: En el estudio WHI el uso de terapia hormonal combinada continua se asoci con una reduccin en el riesgo de fracturas de cadera incidentes de 34% (RR 0,66, IC 95% 0,45-0,98), y el NNT fue 400. El uso de terapia estrognica se asoci a una reduccin del riesgo de fracturas de cadera de 39% (RR 0,61, IC 95% 0,42-0,93) y el NNT 218. Otras fracturas: Torgerson y colaboradores comunicaron en un metaanlisis25 que terapia hormonal reduca el riesgo de fracturas no vertebrales incidentes en 27% (RR 0,73, IC 95% 0,56-0,94). Un efecto protector de la terapia hormonal en fractura de radio distal fue comunicado en dos estudios de cohortes (RR 0,39, IC 95 % 0,24-0,64; RR 0,44, IC 95% 0,23-0,84);30, 31 sin embargo, los estudios HERS y HERS II no conrmaron estos hallazgos. El estudio WHI consider el efecto de la terapia hormonal combinada continua en otras fracturas atribuibles a osteoporosis (excluyendo vertebrales y de fmur proximal), encontrando una reduccin de riesgo de 23% (RR 0,77, IC 95% 0,69.0,86) y NNT 53,9. Aumento en la densidad sea: Existe abundante evidencia que conrma que la terapia hormonal aumenta la densidad sea, y se encuentra condensada en la conferencia de consenso de Bethesda el ao 2000.22 El aumento en la densidad sea observado fue 6,98% para columna vertebral (5,53-8,43%), 4,07% en cuello femoral (3,3-4,84) y 4,53% en radio distal (3,68-5,36%). Posteriormente un metaanlisis de 57 estudios seal que la terapia hormonal aumentaba la densidad sea en relacin al control, al cabo de dos aos, 6,76% en columna lumbar, 4,53% en radio distal y 4,12% en cuello femoral.23

5.3.2 Estrgenos
Por dcadas la terapia hormonal fue prescrita en mujeres perimenopusicas como agente antirreabsortivo sin disponer de evidencias respecto a su ecacia en prevenir fracturas atribuibles a osteoporosis; lo mismo podemos decir de diferentes estudios con diferentes terapias estrognicas a dosis bajas con o sin progestinas. Hasta la comunicacin de los resultados del estudio WHI20, 21 slo el ensayo clnico HERS haba evaluado el efecto de la terapia hormonal en la incidencia de fracturas atribuibles a osteoporosis.22 ste incluy 2.763 mujeres seleccionadas por antecedentes de cardiopata coronaria y seguidas por tres aos. Posteriormente algunas de ellas continuaron en un estudio de cohortes conocido como HERS II por otros seis aos.23 Aunque el HERS no tuvo demasiados casos de suspensin de tratamiento, la edad avanzada y la comorbilidad de sus participantes redujeron el tamao muestral por mortalidad, restndoles precisin a los resultados. Hasta el ao 2002 se haban comunicado tres ensayos clnicos de buena calidad y dos metaanlisis que evaluaban el efecto de terapia hormonal en la densidad sea,24-28 un metaanlisis referente a fracturas no vertebrales,29 un estudio de cohortes para fracturas vertebrales30 y cinco para fracturas de fmur proximal.31-34 La mayor parte de estos estudios, por razones inherentes a su diseo, no representaron una evidencia de ptima calidad. El ensayo clnico WHI fue diseado para evaluar el efecto de TH en la prevencin primaria de eventos cardiovasculares en mujeres predominantemente sanas y se consider entre los desenlaces la incidencia de fracturas atribuibles a osteoporosis, aunque sta no represent un criterio de inclusin. Por ello la incidencia de fracturas vertebrales en la rama terapia hormonal combinada continua y en la rama de terapia estrognica fue slo 123 y 82 casos por 100.000/ao, respectivamente. La incidencia de fracturas de fmur proximal en las ramas terapia hormonal y terapia estrognica fueron 117 y 81 casos por 100.000/ ao, respectivamente. Finalmente, la incidencia de otras fracturas distintas a las vertebrales y de fmur proximal fue de 1.347 casos por 100.000/ao.20, 21 Si bien el estudio
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LOS RESULTADOS EN CUANTO A RIESGO DE FRACTURAS SON LOS SIGUIENTES: Sitio HR


(IC 95% nominal) Riesgo absoluto/ 10.000 personas/ao

E+P

Riesgo absoluto/ 10.000 personas/ao

Placebo

De los diferentes bifosfonatos, dos son los ms usados en la actualidad en Chile: alendronato y risedronato, aunque desde hace poco est disponible en nuestro pas el Ibandronato. Diversos ensayos clnicos han demostrado la superioridad del alendronato sobre el placebo en cuanto a DMO y prevencin de fracturas vertebrales y no vertebrales. ALENDRONATO Entre las investigaciones ms relevantes en esta rea est el estudio FIT. En l se estudiaron mujeres de entre 55 y 81 aos que tenan baja DMO en cuello femoral y fueron incorporadas a dos estudios diferentes segn la existencia previa o no de fracturas vertebrales. En el primero36 se sigui por 36 meses a 2.027 mujeres con a lo menos una fractura vertebral previa que haban sido aleatorizadas a recibir placebo (1.005) o alendronato (1.022). La dosis inicial de alendronato fue de 5 mg y, manteniendo el doble ciego, se aumento a 10 mg a partir de los 24 meses. De acuerdo a morfometra, la frecuencia de nuevas fracturas vertebrales fue de 8% en las mujeres tratadas con alendronato vs 15% entre las que recibieron placebo (RR 0,53 IC 95% 0,41-0,68). En cuanto a fracturas clnicamente evidentes, stas fueron de 2,3% en el grupo con alendronato y 5,0% en el placebo (RR 0,45 [0,27-0,72]). El riesgo de cualquier tipo de fractura (fue un resultado secundario) fue menor en el grupo con alendronato que con placebo (13,6% vs 18,2%; RR 0,72 [0,58-0,90]). El RR de fracturas de cadera y de mueca para el grupo con alendronato versus placebo fue 0,49 (0,23-0,99) y 0.52 (0,31-0,87). Considerando, adems, que los eventos adversos fueron similares en ambos grupos, ello represent un fuerte respaldo al uso de esta opcin teraputica. La otra parte del estudio FIT fue la evaluacin de la terapia en mujeres con DMO baja, pero que no haban tenido fracturas vertebrales.37 En este estudio, 4.432 mujeres entre 54 y 81 aos con baja DMO y sin fracturas vertebrales previas fueron aleatorizadas a recibir alendronato (5 mg por 24 meses y luego 10 mg/da) o placebo y fueron seguidas en promedio por 4,2 aos. Todas las que ingeran menos de 1.000 mg de calcio recibieron un suplemento de 500 mg de calcio y 250 mg de colecalciferol. Las tratadas con alendronato tuvieron un aumento de la DMO y redujeron la frecuencia de fracturas de 312 en el grupo placebo a 272 en las tratadas, lo que representa una reduccin del 14%, con un RR de 0,86 (IC 95% 0,731,01), lo que, sin embargo, no fue estadsticamente signicativo. El efecto s fue estadsticamente signicativo en un subgrupo de mujeres que al inicio tenan osteoporosis del cuello femoral. En ellas el alendronato redujo las fracturas

Cadera

0,67 (0,47 - 0,96)

11 44

16 62

Mueca/ 0,71 antebrazo (0,59 0,85) distal Vertebral 0,65 (clnica) (0,46 0,92) Fracturas 0,76 152 totales (0,69 0,83)

11 199

17

Otros efectos: No existe ninguna duda respecto a los benecios de la terapia hormonal en aliviar los sntomas del climaterio. Aunque metaanlisis de estudios observacionales le asignaban algn efecto favorable en prevencin primaria de eventos coronarios,30 el estudio HERS no encontr efectos signicativos en prevencin secundaria en mujeres posmenopusicas mayores.22, 23 El estudio WHI comunic que el uso de terapia hormonal combinada continua produca un 29% de exceso de eventos coronarios, lo que no se observ en la rama de la terapia estrognica.20, 21 Los metaanlisis de estudios observacionales y las dos ramas del WHI comunicaron un exceso de eventos cerebrovasculares con terapia hormonal.20, 21, 35 An mayor fue el incremento en el riesgo de eventos venosos tromboemblicos, a lo que hace excepcin la rama de terapia estrognica del estudio WHI.21 Finalmente, la mayora de los estudios observacionales y metaanlisis le asignan a la terapia hormonal un aumento en la incidencia y mortalidad por cncer de mama invasor.35 En el estudio WHI el uso de terapia hormonal combinada continua se asoci con un aumento en la incidencia de cncer de mama invasor de 26%, lo que no ocurri con terapia estrognica. El anlisis de tendencia seala que el aumento en la incidencia de cncer de mama es signicativo a partir de los cinco aos de uso.20, 21

5.3.3 Bifosfonatos
La osteoporosis es producida en parte por el predominio de la reabsorcin sea por sobre la formacin. Los bifosfonatos inhiben la reabsorcin sea con mnimos efectos colaterales, por lo que se usan ampliamente en la prevencin y tratamiento de la osteoporosis.

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clnicas en 36% (RR 0,64; IC 95%, 0,50-0,82); la diferencia entre el tratamiento y el control fue de 6,5%. Este estudio demostr que el tratar durante cuatro aos reduca el riesgo de fracturas en mujeres con osteoporosis, pero no en las con osteopenia. Algunos estudios han demostrado la utilidad del alendronato en la prevencin de la osteoporosis. As, el uso de 5, 10 y 20 mg/da de alendronato en mujeres que tenan una menopausia de entre seis y 36 meses, aument la DMO entre 1% a 4%, mientras que las que reciban placebo redujeron la DMO entre 2% y 4% (columna y cadera).38 Otro estudio similar en el que se usaron 5 mg/ da de alendronato en mujeres menores de 60 aos durante dos aos, detect un aumento de la DMO de 3,5% en columna y de 1,9% en cadera.39 Una publicacin reciente combina los resultados de varios ensayos clnicos en una revisin sistemtica y metaanlisis de los efectos del alendronato sobre la densidad de masa sea y las fracturas en mujeres posmenopusicas.40 Para este estudio se realiz una bsqueda sistemtica de todos los ensayos clnicos sobre alendronato, se revisaron las referencias relevantes de esos artculos y adems las publicaciones de resultados de congresos mdicos relevantes. En el metaanlisis se incluyeron 11 estudios en los que se aleatorizaron mujeres a recibir alendronato o placebo y en los cuales se midi la DMO por lo menos durante un ao. Para cada estudio la extraccin de la informacin fue realizada en forma independiente por tres evaluadores que revisaron la metodologa y su calidad. La estimacin combinada del RR para fracturas vertebrales en pacientes que recibieron 5 mg o ms de alendronato fue de 0,52 (IC 95%: 0,43 a 0,65). El RR para fracturas no vertebrales en pacientes que tomaron 10 mg o ms de alendronato fue de 0,51 (IC 95%: 0,38 a 0,69), lo que implica un efecto mayor que con la dosis de 5 mg. Se observ una reduccin similar del RR para los diferentes tipos de fracturas no vertebrales; en particular, la reduccin de RR para fracturas que se conocen tradicionalmente como osteoporticas, tales como la de cadera y antebrazo, fueron muy similares a las reducciones de RR para fracturas no osteoporticas. Los resultados de diferentes estudios individuales fueron similares entre s, lo que se reeja en un valor de p para la evaluacin de heterogeneidad de 0,99 para las fracturas vertebrales y 0,88 para las fracturas no vertebrales. El alendronato produjo efectos positivos en cuanto al cambio en la DMO, con un aumento que dependa de la dosis y del tiempo. Despus de tres aos de tratamiento con 10 mg de alendronato o ms, la estimacin combinada de la diferencia en el porcentaje de cambio entre el alendronato y placebo fue de:
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a) columna lumbar: 7,48% (IC 95%: 6,12 a 8,85) a los 2 o 3 aos, b) cadera: 5,60% (IC 95%: 4,80 a 6,39) a los 3 o 4 aos, c) antebrazo total: 2,08% (IC 95%: 1,53 a 2,63) a los 2 a 4 aos, y d) cuerpo entero: 2,73% (IC 95%: 2,27 a 3,20) a los 3 aos.

En cuanto a los eventos adversos, el riesgo relativo del RR de discontinuar la terapia debido a eventos adversos para los que usaron 5 mg o ms del alendronato, fue de 1,15 (IC 95% 0,93 a 1,42). Por otro lado, el RR combinado de suspender el medicamento debido a eventos adversos gastrointestinales para 5 mg o ms, fue de 1,03 (IC 95% 0,81 a 1,3, p = 0,83); el RR combinado de eventos adversos gastrointestinales en quienes continuaban con el medicamento fue de 1,03 (IC 95% 0,98 a 1,07, p = 0,23). Los resultados anteriores permiten concluir que el alendronato aumenta la DMO, tanto en mujeres posmenopusicas como aquellas que tienen osteoporosis establecida, reduciendo adems la tasa de fracturas vertebrales a los dos o tres aos de tratamiento. Las reducciones en el nmero de fracturas no vertebrales son evidentes en las mujeres posmenopusicas que no tienen fracturas prevalentes y tienen niveles de densidad de masa sea en el rango de osteoporosis de acuerdo a la denicin de la OMS. El impacto sobre las fracturas parece consistente a travs de todos los tipos de fracturas, lo que establece una cierta duda en la tradicional distincin que se hace entre fracturas osteoporticas y no osteoporticas. Eventos adversos: Diferentes ensayos clnicos de mujeres que tomaban alendronato en forma diaria o semanal han demostrado que la frecuencia de eventos adversos gastrointestinales es similar al placebo.41, 42 Sin embargo, se debe considerar que en la mayora de los estudios con alendronato se excluan las pacientes con molestias digestivas y, por tanto, de mayor riesgo de tener EA gastrointestinales. Por ello es probable que este tipo de eventos adversos pudiera ser ms frecuente en el uso comn del medicamento y por ello se recomiendan cuidados tales como el evitar su uso en pacientes con enfermedad gastrointestinal activa, suspenderlo en quienes tengan sntomas de esofagitis, tomarlo con el estmago vaco y un vaso grande de agua, con la paciente sentada o de pie, mantenindose de esa forma y sin ingerir alimentos por a lo menos 30 minutos. Todo lo anterior minimiza el riesgo de reujo y mejora la absorcin del medicamento. RISEDRONATO El risedronato es un bifosfonato de tercera generacin. Una revisin sistemtica reciente evalu el efecto sobre DMO y fracturas del risedronato en mujeres menopusicas.43
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Se realiz una bsqueda de la bibliografa entre el ao 1966 y nales del ao 2000 y se chequearon tambin todas las referencias de los artculos relevantes, as como las publicaciones originadas en congresos de la especialidad. Se incluyeron en total ocho estudios aleatorizados que eran controlados con placebo en mujeres posmenopusicas que recibieron risedronato o placebo con un seguimiento de a lo menos un ao y en los cuales existan datos sucientes sobre DMO y tasa de fracturas. Para cada uno de los estudios individuales dos evaluadores independientes chequearon la metodologa y recogieron los datos. Una limitacin importante de los estudios fue una prdida de seguimiento superior a un 20% en la mayora de los estudios y de un 35% en los estudios ms grandes. Sin embargo, la magnitud del efecto del tratamiento no estuvo relacionada a la prdida de seguimiento; por otro lado, en uno de los estudios ms grandes se perdieron ms pacientes de alto riesgo en el grupo control que en el grupo de tratamiento. El risedronato produce un efecto positivo en el porcentaje de cambio de la DMO en la columna lumbar, antebrazo y cuello femoral, que en general fue mayor con la dosis de 5 mg diarios que con la administracin cclica de 2,5 mg. La estimacin combinada de la diferencia en el cambio de porcentaje en los que tomaron 5 mg vs placebo despus de completar el tratamiento (1,5 a 3 aos) fue de 4,54% (IC 95% 4,12 a 4,97) en el caso de la columna lumbar, y de 2,75% (IC 95% 2,32 a 3,17) en el cuello femoral. El RR combinado para fracturas vertebrales en mujeres que recibieron 2,5 mg o ms de risedronato fue de 0,64 (IC = 95% 0,54 a 0,77). El RR combinado para fracturas no vertebrales en pacientes que recibieron 2,5 mg o ms de RISD fue de 0,73 (IC = 95% 0,61 a 0,87). De acuerdo a estos resultados, el risedronato reduce sustancialmente el riesgo tanto de fracturas vertebrales como no vertebrales. Esta reduccin de fracturas se acompaa de un aumento de la DMO en columna lumbar y cuello femoral, tanto en mujeres posmenopusicas tempranas como aquellas que tienen una osteoporosis establecida. Fracturas: Cinco ensayos clnicos evaluaron la ecacia del risedronato sobre fracturas vertebrales radiolgicas (2.604 pacientes). El RR ponderado fue de 0,65 (IC 95% 0,54 a 0,77, p < 0,01). Usando slo la dosis de 5 mg, result en una reduccin similar con RR de 0,62 (IC 95% 0,51 a 0,76) (RRR 35% a 38%). Siete ensayos clnicos evaluaron el efecto sobre fracturas no vertebrales (12.958 pacientes). El RR combinado para estos estudios fue de 0,73 (IC 95% 0,61 a 0,87 p < 0,01). Si los resultados se restringen slo a la dosis de 5 mg, el RR combinado fue de 0,68 (IC 95% 0,53 a 0,87),
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consistente con una reduccin de un 32% (RRR 27% a 32%) Eventos adversos: Los eventos adversos no son muy importantes, y dentro de los ms frecuentes estn los gastrointestinales. Un estudio endoscpico realizado en mujeres que tomaban risedronato 5 mg/da o alendronato 10 mg/da por dos semanas, demostr menor frecuencia de lceras gstricas en las tratadas con risedronato (4,1% vs 13,2% en las con alendronato).44 Sin embargo, otro estudio similar no demostr diferencias entre los dos frmacos.45 El anlisis combinado de nueve ensayos clnicos (10.068 pacientes) en que se comparaba risedronato con placebo por hasta tres aos, no demostr diferencias en la frecuencia de eventos adversos gastrointestinales en ambos grupos (29,8% vs 29,6%).46 IBANDRONATO El ibandronato se prob clnicamente en mujeres posmenopusicas, al comienzo en dosis diaria, y se consider que 2,5 mg diarios eran la mejor dosicacin para aumentar la densidad sea.47, 48 Posteriormente se llev a cabo el estudio The oral iBandronate Osteoporosis vertebral fracture in North America and Europe (BONE).49, 50 Se trat de un estudio randomizado, doble ciego, placebo-control para investigar la ecacia y seguridad de la dosicacin intermitente. Las pacientes recibieron o placebo o ibandronato oral 2,5 mg diarios o ibandronato 20 mg da por medio por 12 dosis cada tres meses. El objetivo primario era evaluar nuevas fracturas vertebrales a tres aos. El resultado fue disminucin signicativa de nuevas fracturas vertebrales en ambos grupos de Ibandronato vs placebo. Luego el estudio The Monthly Oral iBandronate In Ladies (MOBILE)51 compar la ecacia y seguridad de varias dosicaciones mensuales de ibandronato (50+50 mg, 100 mg y 150 mg) con dosis diaria (2,5 mg), fue un estudio randomizado, doble ciego, paralelo en mujeres de 55 a 80 aos con a lo menos cinco aos de menopausia, con T score L2-L4 < -2.5 y > -5. El objetivo primario del estudio fue mostrar la equivalencia de la dosicacin mensual con la dosicacin diaria basados en la demostracin de no inferioridad. Se midi a travs de variacin de DMO en columna lumbar. 1.609 pacientes se randomizaron a 2,5 mg diarios (402), a 50+50 mg mensuales (404), a 100 mg mensuales (402), a 150 mg mensuales (401); los anlisis al ao demostraron no inferioridad de todas las dosicaciones mensuales respecto de la diaria en el aumento de DMO de columna lumbar; esto se mantuvo a los dos aos cuando

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adems aument la DMO de fmur proximal, especialmente para la dosicacin de 150 mg mensuales. Comparando 100 mg y 150 mg con el rgimen diario, se observ mayor aumento para cadera total (p < 0,0001), cuello femoral (p < 0,029) y trocnter (p < 0,0001). En todas las ramas se observ disminucin signicativa de marcadores de reabsorcin a los tres meses, lo que se mantuvo durante todo el periodo del estudio. El anlisis a dos aos conrm la mayor ecacia del Ibandronato 150 mg mensuales comparado con Ibandronato 2,5 mg diarios. Se espera, por lo tanto, que la reduccin del riesgo de fractura de 62% del ibandronato diario49 sea incluso superado por ibandronato 150 mg mensuales. Es conocida la importancia de la adherencia a largo plazo al tratamiento para lograr efectos teraputicos adecuados. Las mujeres posmenopusicas han mostrado preferencia de bifosfonatos semanales sobre los diarios, y encuestas realizadas en mujeres que toman bifosfonatos semanales han sealado la preferencia por un hipottico bifosfonato mensual en 67% de los casos.52

de ensayos clnicos de metodologa muy heterognea evaluaron el efecto en la densidad sea de la calcitonina, utilizando diversos esquemas teraputicos y vas de administracin. Estos datos fueron condensados en un excelente metaanlisis que concluy que la hormona aumentaba signicativamente la densidad en columna lumbar (3,74%, n = 2.260). Sin embargo, el efecto no fue preciso en cuello femoral y radio distal.56 Otros efectos: Existen varios ensayos clnicos que sugieren que la calcitonina, por diferentes vas de administracin, reduce el dolor en la etapa aguda de las fracturas vertebrales. El efecto se inici a los siete das de tratamiento y perdur por 28 das. Las dosis utilizadas fueron 100 UI/da por va percutanea y 200 UI/da por inhalacin. No hubo alivio al dolor en otros tipos de fracturas.58 La reaccin adversa al tratamiento con calcitonina inhalatoria ms frecuente fue la irritacin nasal (30%), en tanto que su uso percutneo se asoci con nusea y vmito (40%), crisis vasomotoras (35%) y enrojecimiento de la piel en el sitio de inyeccin (5%).56, 57

5.3.4 Calcitonina
Existen varios ensayos clnicos que han evaluado el uso de calcitonina de salmn inhalatoria en la prevencin y tratamiento de la osteoporosis y sus complicaciones, tanto en mujeres pre y posmenopusicas,53-56 sin embargo, como lo seala un excelente metaanlisis50 slo el estudio PROOF tiene las condiciones metodolgicas para ser considerado como evidencia clase I.56 Este estudio incluy 1.251 mujeres posmenopusicas aleatorizadas a placebo, 100, 200 y 400 U de calcitonina inhalatoria. Se trataba de voluntarias con densidad sea inferior a t score -2, con fracturas vertebrales prevalentes y edad promedio similar a la del estudio HERS. Por lo anterior, la incidencia de fracturas vertebrales, de fmur proximal y radio distal lleg a ser 7.250, 589 y 3.935 casos por 100.000/ao, respectivamente. Uno de los aspectos ms negativos de este ensayo clnico fue la prdida del 58,8% de las voluntarias asignadas a placebo y 34% de las asignadas a calcitonina, lo que afect la signicacin estadstica de los resultados y produjo diferencias postaleatorizacin.57 Fracturas vertebrales: El tratamiento con 200 UI de calcitonina de salmn inhalatoria redujo el riesgo de fracturas vertebrales incidentes en 33% (RR 0,67 IC 95% 0,47-0,97). El NNT fue 12,3.57 Fracturas no vertebrales: El tratamiento con 200 UI/da de calcitonina de salmn inhalatoria no redujo el riesgo de la incidencia de fractura de fmur proximal ni el de radio distal signicativamente.57 Aumento en la densidad sea: Una gran cantidad

5.3.5 Moduladores Selectivos de Receptores de Estrgenos (SERM)


El raloxifeno es el nico SERM que ha sido aprobado para la prevencin y tratamiento de la osteoporosis. A diferencia de la TH, el efecto del raloxifeno en el tratamiento de la osteoporosis y sus complicaciones estaba sustentado por evidencia antes de su uso clnico. El propsito del ensayo clnico MORE fue determinar el efecto del raloxifeno en el riesgo de fracturas vertebrales y no vertebrales incidentes. Para ello se evalu a 6.828 mujeres posmenopusicas con osteoporosis denida con una densidad sea inferior al t score - 2,5 y algunas de las cuales tenan fracturas vertebrales prevalentes. La edad de las voluntarias fue similar a la del estudio WHI, pero al ser seleccionadas por padecer osteoporosis, la incidencia de fracturas vertebrales se elev a 2.455 casos por 100.000/ao y la de fracturas de cadera, a 283 casos por 100.000/ao. Es interesante considerar que en el MORE, a diferencia de lo observado en el WHI, la incidencia de fracturas vertebrales fue 8,6 veces mayor que la de fmur proximal. El estudio MORE se extendi por tres aos y tuvo una prdida de voluntarias de 23,7%.59 Fracturas vertebrales: El uso de 60 mg de raloxifeno redujo el riesgo de fracturas vertebrales incidentes en 50% en mujeres sin fracturas prevalentes RR 0,5 (IC 95% 0,40,8) y en 30% en aquellas con fracturas previas (RR 0,7, IC 95% 0,6-0,9). El NNT en mujeres sin fracturas prevalentes fue 46 y 16 en aquellas con fracturas previas.58

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Fracturas no vertebrales: El raloxifeno no tuvo efectos signicativos en el riesgo de fracturas de fmur proximal RR 1,1 (IC 95% 0,6-1,9), radio distal RR 0,9 (IC 95% 0,6-1,1) y tobillo RR 0,6 (IC 95% 0,4-1,0).59 Aumento en la densidad sea: En relacin al placebo y luego de 36 meses de terapia con raloxifeno 60 mg/da, la densidad sea aument 2,4% en columna lumbar y 2,1% en cuello femoral.59 Otros efectos: En diversos estudios el uso del raloxifeno se asoci con un aumento signicativo en la frecuencia de crisis vasomotoras y de calambres en las piernas.59, 60 Aunque el raloxifeno produce cambios favorables en el perl lipdico, no se ha podido demostrar que afecte la incidencia de eventos coronarios RR 0,82 (IC 95% 0,56-1,22).61 En mujeres con riesgo cardiovascular elevado el raloxifeno redujo la incidencia de eventos cerebrovasculares en 62% RR 0,38 (IC 95% 0,15-0,94).55 Al igual que con TH, el uso de raloxifeno se asoci con riesgo elevado de eventos venosos tromboemblicos RR 3,1 (IC 95% 1,5-6,2).59 Recientemente ha sido publicado el estudio RUTH,62 estudio randomizado en 10.101 mujeres posmenopusicas (edad promedio 67,5 aos) con enfermedad coronaria o con multiples factores de riesgo para enfermedad coronaria tratadas con raloxifeno 60 mg al da o con placebo, seguidas por un promedio de 5,6 aos. No se encontr diferencia entre raloxifeno y placebo para el riesgo de eventos coronarios primarios (533 vs 533 eventos HR 0,95; 95% IC 0,84-1,07). No hubo diferencias signicativas en la proporcin de muertes por cualquier causa, pero el raloxifeno se asoci con un aumento en el riesgo de accidente vascular fatal (59 vs 39 eventos HR 1,49 95% CI 1,00-2,24; aumento del riesgo absoluto: 0,7 por 1.000 mujeres-aos); se asoci tambin con aumento de riesgo de tromboembolismo (103 vs 71 eventos HR 1,44 95% CI 1,06-1,95; aumento del riesgo absoluto: 1,2 por 1.000 mujeres-aos). Finalmente, el uso de raloxifeno se asoci con una reduccin signicativa en el riesgo de cncer de mama invasor con receptores de estrgeno positivo, de sangrados vaginales y cncer de endometrio.59, 61 En el estudio RUTH62 se vio reduccin del riesgo de cncer de mama invasor (40 vs 70 eventos HR 0,56, 95% CI 0,38-0,83, reduccin del riesgo absoluto 1,2 canceres invasores por 1.000 mujeres tratadas por un ao).

aumenta la densidad sea,63, 64 pero no de que reduzca el riesgo de fracturas atribuibles a osteoporosis. Gallagher comunic el efecto de varias dosis de Tibolona vs placebo en la densidad sea de columna lumbar y cuello femoral en 656 mujeres seguidas por dos aos. Lamentablemente no se mencion la precisin de los resultados (IC 95%) y a pesar del seguimiento relativamente breve se perdi el 20,8% de la muestra.65 Aumento en la densidad sea: Mientras el uso del placebo se asoci a una disminucin en la densidad sea en columna lumbar de 2,3%, el uso de Tibolona en dosis de 2,5 mg produjo un aumento de 2,6% respecto al basal. La densidad sea en cadera total aument ms de 2% con Tibolona 2,5 mg, en tanto que con placebo se redujo 1,5%.65 Otros efectos: La Tibolona reduce los sntomas de menopausia, no parece afectar endometrio ni produce mastodinia; sin embargo, sus efectos denitivos en tero, mama y enfermedad cardiovascular no se conocen plenamente.66-68

5.3.7 Metabolitos de vitamina D


Un metaanlisis que incluy ocho ensayos clnicos con un total de 1.130 pacientes, evalu el efecto de vitamina D sobre las fracturas vertebrales. En la mayora de los estudios se us vitamina D hidroxilada (1-alfa o 1,25). La estimacin combinada del efecto determin una reduccin del 37% en el RR de fracturas vertebrales (RR = 0,63 (IC 95% 0,45 a 0,88, p > 0,01).69 En este ltimo estudio se hizo una estimacin del NNT para fracturas vertebrales, tanto para cinco aos como para el resto de la vida.
Resultado fracturas vertebrales A 5 aos Para toda la vida Riesgo de fractura en poblacin NO tratada 7,1% 9,6% Riesgo en RR con NNT poblacin tratamiento 1/RAR tratada 4,5% 6,0% 0,63 0,45-0,88 38 28

5.3.6 Tibolona
La Tibolona es un esteroide sinttico que se liga como tal, y a travs de metabolitos, a receptores de estrgenos, progesterona y andrgenos. Existe alguna evidencia que

Otros seis estudios con un total de 6.187 pacientes evaluaron el efecto de vitamina D sobre fracturas no vertebrales. La estimacin combinada del efecto fue de 0,77 (IC 95% 0,57 a 1,04, p = 0,09), lo que sugiere una RRR de un 23%. Se debe notar en este caso que la estimacin del intervalo de conanza para el RR incluye uno, lo que pudiera implicar una reduccin no signicativa.

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En cuanto a la DMO, el efecto de la vitamina D parece ser pequeo, siendo ms marcado a nivel de la columna lumbar, donde la combinacin de cuatro estudios muestra un diferencia promedio ponderada de 0,86 (IC 95% 0,17 a 1,54, p = 0,01). A nivel de cuello femoral hay cinco estudios que muestran promedio de reduccin de 0,98 (IC 95% 0,10 a 1,85, p = 0,03).

5.3.8 Tiazidas
El uso prolongado de diurticos tiazdicos se ha asociado con mayor densidad sea y menor riesgo de fractura.70 Algunos ensayos randomizados han mostrado efectos bencos en la densidad sea (alrededor de 1% de ganancia en periodo de dos aos) en mujeres aosas sanas71, 72 y por este motivo puede tener un rol como coadyuvante en la prevencin. Las tiazidas tienen un rol fundamental en el tratamiento de la hipercalciuria idioptica, patologa relativamente frecuente, y que cuando no se diagnostica puede agravar la osteoporosis u osteopenia posmenopusica.

5.3.9 Hormona paratirodea


Desde hace algunas dcadas que se conoca el efecto anablico en el hueso de la PTH utilizada en forma intermitente.73 Actualmente est aprobado el uso subcutneo del fragmento 1-34 de rPTH para el tratamiento de la osteoporosis y sus complicaciones, al disiparse las dudas respecto a tumorognesis en el hueso. La mayor parte de la evidencia del efecto clnico del fragmento 1-34 depende de un ensayo clnico cooperativo comunicado por Neer y colaboradores.74 Se incluyeron 1.637 mujeres cuya menopausia haba ocurrido por lo menos cinco aos antes del tamizaje, con una fractura vertebral prevalente no traumtica y densidad sea inferior al t score -1 o bien ms de una fractura sin requisitos de densidad sea. Las voluntarias fueron aleatorizadas a placebo, 20 y 40 g/da subcutneo de rPTH 1-34. El estudio se extendi por 24 meses y la incidencia de fracturas vertebrales, de fmur proximal y radio distal fue 3.559, 275 y 916 casos por 100.000/ao, respectivamente. Lamentablemente no es posible estimar los NNT del estudio, porque los autores no comunicaron la cantidad de voluntarias agrupadas segn el nmero y caractersticas de las fracturas prevalentes. Aunque el nmero promedio de fracturas prevalentes fue el mismo en el grupo placebo, 20 y 40 g de 1-34 rPTH, habra sido mejor manejar la fractura prevalente como variable politmica (proporcin de individuos con una o ms de una fractura prevalente). Fracturas vertebrales: El uso diario de 20 g de 1-34

rPTH en mujeres con una o ms fracturas prevalentes se asoci a un reduccin del riesgo de fracturas vertebrales incidentes de 65% RR 0,35 (IC 95% 0,22-0,55). El uso de 40 g en el mismo grupo de voluntarias se asoci a una reduccin de riesgo de 69% RR 0,31 (IC 95% 0,19-0,5). Si consideramos el efecto de 1-34 rPTH en voluntarias con ms de una fractura prevalente moderada a severa, el riesgo de fracturas incidentes se reduce en 90% con 20 g RR 0,1 (IC 95% 0,04-0,27) y en 78% con 40 ug RR 0,22 (IC 95% 0,11-0,45).74 Fracturas no vertebrales: El uso diario de 20 g de 134 rPTH en mujeres con una o ms fracturas prevalentes se asoci a un reduccin del riesgo de fracturas no vertebrales incidentes de 53% RR 0,47 (IC 95% 0,25-0,88). El uso de 40 g en el mismo grupo de voluntarias se asoci a una reduccin de riesgo de 54% RR 0,46 (IC 95% 0,250,86).74 Aumento en la densidad sea: La muestra seleccionada tena una densidad sea basal promedio equivalente al t score -2,6 y no haba diferencias entre los grupos de tratamiento. Durante los dos aos del estudio la densidad sea en columna lumbar aument 1,1 % en el grupo placebo, que reciba como tratamiento estndar calcio y vitamina D. En el grupo con 20 g/da de 1-34 rPTH el incremento fue 9,7% y con 40 g 13,7%. La densidad sea en cuello femoral se redujo 0,7 % con placebo y aument 2,8 y 5,1% con 20 y 40 g, respectivamente.74 Otros efectos: Durante el perodo de seguimiento no se observaron casos de osteosarcoma y la frecuencia de cncer fue mayor en el grupo placebo. La proporcin de voluntarias que suspendi el estudio por efectos adversos fue la misma en el grupo placebo y con 20 g; sin embargo, con 40 g la proporcin se duplic (6 vs 11%). Los efectos adversos que motivaron la suspensin fueron cefalea y nusea. El 28% de las voluntarias con 40 g/da de 1-34 rPTH desarrollaron hipercalcemia luego de la inyeccin versus 2% del grupo placebo y 11% del grupo 20 g. La mayor parte de las veces la calcemia no super 11,2 mg/dl con 20 g y 11,8 mg/dl con 40 g. Nueve voluntarias del grupo con 40 g debieron ser suspendidas del estudio por hipercalcemia persistente. Aunque el nivel de 1-25 OHD3 aument signicamente en las mujeres tratadas con 1-34 rPTH, no se observ mayor proporcin de hipercalciuria.74
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5.4 INTERVENCIONES FARMACOLGICAS PARA OTROS TIPOS DE OSTEOPOROSIS 5.4.1 Osteoporosis inducida por glucocorticoides
No obstante los benecios de la terapia con glucocorticoides (GC), son frecuentes sus efectos colaterales, particularmente con tratamientos prolongados. Un importante efecto adverso es la prdida sea, que aumenta signicativamente el riesgo de fractura.1, 2 Estudios han revelado gran variabilidad en el conocimiento de los mdicos acerca de la osteoporosis inducida por GC (OPIG),3 y muchos no indican de rutina agentes que previenen la prdida sea asociada a la terapia con GC. El anlisis de la base de datos de Investigacin de la prctica general en el Reino Unido4 revel que alrededor de 40% de los que recibieron GC tenan enfermedades respiratorias, y que alrededor de 40% de los usuarios de GC eran hombres. Con el aumento de la dosis diaria hubo un riesgo aumentado de fractura de cadera. Con dosis superiores a 7,5 mg/d de equivalente prednisolona, el riesgo relativo aumenta a 2,27 en fractura de cadera y a 5,18 para fractura vertebral. El riesgo de fractura aumenta pronto despus del inicio de la terapia y disminuy hacia la lnea

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de base poco despus de suspender la terapia. Esto implica que aun el paciente que recibe GC en forma intermitente puede estar es riesgo de osteoporosis. Por otra parte, quienes reciben GC por va inhalatoria5 tienen densidad sea mineral (DMO) inferior que los no expuestos a GC inhalatorios. Patogenia: El hueso experimenta un ciclo de remodelacin, en el que inicialmente los osteoclastos reabsorben hueso en un periodo de dos semanas. Posteriormente aparecen los osteoblastos y rellenan el rea reabsorbida en tres a cuatro meses. En la osteoporosis posmenopusica, la reabsorcin y formacin sea estn aumentadas, pero la formacin es incapaz de igualar la reabsorcin. En la OPIG, mientras la reabsorcin puede estar o no aumentada, la formacin sea est muy disminuida.6-10 sta puede ser la razn que la OPIG pueda originar tan rpidamente prdida sea y aumento del riesgo de fractura. Otros mecanismos son tambin importantes. GC causan aumento de la excrecin de calcio urinario y disminucin de la absorcin intestinal de calcio, pudiendo inducir hiperparatiroidismo secundario y prdida mineral sea. Adems, los efectos catablicos generales de los GC pueden disminuir la masa muscular y sea. La terapia glucocorticodea puede afectar la secrecin de gonadotropinas hiposiarias, causando un hipogonadismo funcional en hombres y mujeres.11 Adicionalmente, la supresin de las glndulas suprarrenales por GC exgenos disminuye la secrecin de andrgenos suprarrenales (como dehidroepiandrosterona), lo que tambin puede inducir prdida sea12 (Tabla 3).

Estos mecanismos estn complicados por la condicin que motiv la indicacin de GC; por ejemplo, la enfermedad pulmonar obstructiva crnica y las artritis inamatorias disminuyen la capacidad de hacer ejercicio, determinando disminucin de la masa sea. En resumen, el paciente que recibe GC tiene mltiples razones para estar en riesgo de fractura. Determinacin del riesgo de fractura: Todas las dosis de GC aumentan el riesgo de fractura, y ste aumenta a mayores dosis. Los pacientes con OPIG se fracturan aparentemente con la misma DMO que en otras formas de osteoporosis,14 aunque algunos estudios15 sugieren que la fractura puede ocurrir con DMO mayores. Antecedentes de fractura por fragilidad y edad son importantes factores de riesgo de futuras fracturas. Un reciente estudio16 sugiere que los mayores de 70 aos tratados con GC tienen riesgo de fractura vertebral tan alto que el tratamiento puede iniciarse sin medicin de DMO. Exmenes de laboratorio en sangre y orina: Algunos exmenes pueden ayudar al manejo de pacientes tratados con GC. La excrecin de calcio urinario en 24 horas o estimado desde una muestra aislada, o el ndice calcio/creatinina en orina, pueden ser tiles en el seguimiento de la respuesta a la suplementacin de calcio y vitamina D. Algunos han sugerido17 la medicin de 25-hidroxivitamina D en sangre para decidir quines necesitan vitamina D adicional a dosis superiores a las usuales (400-800 UI/d). Calciurias bajas pueden ser por malabsorcin, cuya evaluacin debera incluir niveles de 25-hidroxivitamina D. Calciurias elevadas pueden verse en algunos pacientes con osteoporosis, y en aquellos con ingesta excesiva de calcio y/o vitamina D. Los marcadores sricos de formacin sea, como osteocalcina,18 pueden disminuir incluso con la primera dosis de prednisona, pero son escasamente usados en la prctica clnica. Los marcadores sricos o urinarios de resorcin sea son de escasa utilidad clnica en la OPIG.19 La evaluacin del estatus gonadal que mide niveles sricos de testosterona o estradiol, FSH y LH, puede ayudar a decidir qu pacientes se beneciaran con terapia de reemplazo hormonal. En muchos hombres con terapia glucocorticodea prolongada est indicada la medicin de las hormonas sexuales para los candidatos a reemplazo con testosterona (Ej.: aquellos sin hiperplasia o carcinoma de prstata). Para las mujeres premenopusicas puede ser adecuada la evaluacin clnica del estatus estrognico.

TABLA 3. MECANISMOS DE OSTEOPOROSIS INDUCIDA POR GLUCOCORTICOIDES13 rpida disminucin de la formacin sea posible aumento de la reabsorcin sea absorcin intestinal de calcio disminuida excrecin urinaria de calcio aumentada hiperparatiroidismo secundario masa muscular disminuida matriz sea disminuida supresin de la funcin gonadal supresin de la secrecin de andrgenos suprarrenales inactividad del paciente por enfermedad subyacente efectos posibles de condiciones inamatorias.

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Prevencin y tratamiento:
Ajuste de la terapia glucocorticodea Puede ayudar a prevenir la osteoporosis la utilizacin de GC de accin corta (Ej.: prednisona en vez de dexametasona), la terapia en das alternos, y el uso de GC tpicos o inhalatorios. No obstante, la aplicacin de GC en la piel (particularmente con vendajes oclusivos) y las dosis habituales de esteroides inhalatorios pueden tener efectos deletreos en la DMO.5 Calcio y vitamina D La suplementacin oral de calcio y vitamina D puede prevenir la prdida sea en pacientes con dosis bajas de GC (prednisona < 20 mg/d). En estudios controlados de otros agentes,20 los pacientes del grupo placebo que recibieron calcio 800-1.000 mg/d (calcio elemental) + vitamina D 250-400 UI/d no perdieron hueso de columna y cadera, pese a recibir prednisona 15 mg/d. Estos datos corroboran los de un estudio de prevencin de prdida sea con calcio y vitamina D, de dos aos de duracin,21 en artritis reumatoide que reciban dosis promedio de prednisona 6 mg/d. En consecuencia, en los pacientes con dosis bajas de prednisona, la suplementacin de calcio y vitamina D parece ser costoefectiva22 para prevencin de la OPIG. Calcitonina Aunque algunos estudios han mostrado que calcitonina subcutnea23 o intranasal24 puede usarse en el tratamiento de la OPIG, estudios ciegos ms grandes25, 26 no han mostrado efecto superior al de calcio + vitamina. Bifosfonatos Los agentes antirresortivos, como los bifosfonatos, rellenan el espacio en remodelacin. Varios estudios demuestran la efectividad de la terapia con bifosfonatos en prevencin y tratamiento de la OPIG en hombres y mujeres. Dos estudios randomizados27, 28 mostraron que etidronato disdico administrado en forma cclica (400 mg/d oral por dos semanas c/tres meses) puede prevenir prdida sea y FV en pacientes que iniciaban prednisona 7,5 mg/d. Estudios ms recientes con alendronato sdico29, 30 y risedronato sdico31, 32 muestran xito en la prevencin y tratamiento de la OPIG. En el estudio de alendronato,29 el riesgo relativo de FV denida por anlisis morfomtrico de radiografas fue 0,6 en hombres y mujeres que tomaban alendronato. En la extensin ciega a dos aos,30 la terapia continuada de alendronato mostr disminucin notable de la incidencia de FV morfomtricas.

En un estudio con risedronato en terapia glucocorticodea prolongada,31 la tasa de FV disminuy 70% en un ao en hombres y mujeres que recibieron risedronato. Esto fue conrmado por otro estudio randomizado, controlado, doble ciego, de risedronato32 en pacientes que iniciaban terapia glucocorticodea. En suma, existe evidencia slida que la terapia con bifosfonatos puede disminuir el riesgo de fractura y aumentar la densidad sea en pacientes que inician terapia glucocorticodea y en aquellos que ya la estn recibiendo. La FDA aprob al alendronato para el tratamiento de la OPIG. La dosis aprobada es 5 mg/d, excepto en mujeres posmenopusicas sin terapia de reemplazo hormonal, en quienes la dosis aprobada es 10 mg/d. Risedronato sdico 5 mg/d est aprobado por la FDA para prevencin y tratamiento de la OPIG. Actualmente estn en marcha estudios en la OPIG con alendronato sdico 70 mg en dosis nica semanal, y de risedronato sdico 35 mg en igual dosis. Un estudio reciente33 sugiere que pamidronato disdico intravenoso 30 mg c/tres meses puede usarse como alternativa a los bifosfonatos orales para prevenir la OPIG, pero no est aprobado por la FDA. Agentes anablicos Los agentes anablicos, que aumentan la formacin sea, podran ser tiles en una afeccin caracterizada por disminucin de la formacin sea como la OPIG. El uoruro tiene efectos anablicos en el hueso. Aunque aumenta la DMO en pacientes con OPIG, no disminuye el riesgo de fractura.34 Recientemente, el fragmento 1-34-PTH intermitente se ha usado como agente anablico en mujeres posmenopusicas35 con osteoporosis y en la OPIG.36 En el estudio de mujeres posmenopusicas con terapia glucocorticodea + terapia de reemplazo de hormonas sexuales35 a quienes se les administr fragmento 1-34-PTH en inyeccin diaria, las que recibieron el fragmento de PTH tuvieron un aumento notable de la DMO. Aunque no hay datos sobre fractura en el estudio de PTH en pacientes con OPIG, una preparacin diferente del mismo fragmento (teriparatide) disminuy el riesgo de FV en mujeres con osteoporosis posmenopusica.37 Teriparatide tambin ha mostrado marcado aumento de la DMO en hombres con osteoporosis idioptica.38 En un reciente estudio en osteoporosis posmenopusica39 las pacientes recibieron un ao de terapia con hormona paratirodea seguido de un ao de terapia con alendronato, logrndose un aumento dramtico de la DMO.

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Teriparatide est aprobado para osteoporosis posmenopusica y para hombres con osteoporosis primaria o por hipogonadismo. Terapia de reemplazo de hormonas sexuales En el hombre que desarrolla hipogonadismo por terapia glucocorticodea tiene sentido el reemplazo de andrgenos. En un estudio de hombres con OPIG y enfermedades pulmonares40 se encontraron niveles disminuidos de testosterona, y el reemplazo de testosterona result en aumento de DMO. En mujeres posmenopusicas con artritis reumatoide, la terapia de reemplazo hormonal aument la DMO.41 En suma, la terapia de reemplazo hormonal (testosterona o estrgenos con o sin progestin) est indicada en muchos pacientes con OPIG. Sin embargo, la especial cautela que debe tenerse con estos agentes debe aplicarse a los pacientes con OPIG. Una alternativa en la mujer a la terapia de reemplazo hormonal es el raloxifeno, modulador selectivo de receptores estrognicos, que ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de la osteoporosis posmenopusica.42 No se dispone de datos sobre el uso de raloxifeno en mujeres posmenopusicas con OPIG. Estrategia de manejo sugerida13 Pacientes que toman GCS > tres meses: Medir DMO por DXA: 1. Si es normal: terapia de calcio + vitamina D (monitorear calciuria) 2. Si es baja: terapia de calcio + vitamina D + bifosfonatos Pacientes que toman GCS + antecedentes de fractura: 1. Terapia de calcio + vitamina D (monitorear calciuria) 2. Bifosfonatos 3. DXA para determinar respuesta al tratamiento Pacientes prximos a iniciar GCS > tres meses: 1. Terapia de calcio + vitamina D (monitorear calciuria) 2. DXA 3. Agregar bifosfonatos si dosis de prednisona > 5 mg equivalente, a menos que DMO sea normal (rechequear DXA en seis-12 meses) 4. Si no hay disponibilidad de DXA, tratar con alendronato o risedronato Para mujeres posmenopusicas: considerar terapia hormonal o raloxifeno Para mujeres premenopusicas y hombres: evaluar estatus gonadal y considerar reemplazo estrognico o testosterona
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Para todos los pacientes: fomentar el ejercicio y prevenir cadas. El Grupo de Consenso del Reino Unido public en 1998 guas de manejo de OPIG;43 y en 2001 lo hizo el Colegio Americano de Reumatologa.44
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5.4.2 Osteoporosis en el hombre


Aunque las fracturas osteoporticas son menos frecuentes en el hombre que en la mujer, cuando se presentan se asocian con mayor morbilidad y mortalidad.1 La incidencia de fractura vara de un lugar a otro, pero, al igual que en la mujer en pases en desarrollo como el nuestro, ha ido aumentando con el tiempo y se espera que siga aumentando de aqu al ao 2050 en forma explosiva. (Ver captulo 2.) Alrededor de 1/3 de las fracturas de cadera y un 1/2 de las fracturas vertebrales se presentan en el hombre (incluyendo las fracturas vertebrales que se ven en la osteoporosis idioptica del hombre joven). La osteoporosis es menos comn en el hombre que en la mujer por varias razones: el hombre tiene un esqueleto ms grande (masa sea alrededor del 20% mayor que la mujer), la prdida sea comienza ms tarde en la vida y adems es ms lenta que en la mujer, sin que el hombre presente la prdida rpida que afecta a la mujer despus de la menopausia. En el hombre, lo ptimo de densidad sea se obtiene alrededor de los 20 aos, y a lo largo de la vida pierde ms o menos un 30% de hueso trabecular y 20% de hueso cortical 2, 3 Con respecto al real impacto de la osteoporosis en el hombre, an no se ha dicho todo; probablemente es mayor al que conocemos por el momento.4, 5 Variadas hormonas y vitaminas juegan un rol importante en la mantencin del esqueleto; destacamos la testosterona, hormona masculina, y los estrgenos, hormona femenina; esta ltima est presente tambin en el hombre, aunque en menor cantidad y juega un rol importante en la mantencin del esqueleto masculino. La disminucin de ambas hormonas se asocia con prdida de masa sea en el hombre (la disminucin de estrgeno con disminucin de hueso trabecular, al igual que en la mujer).

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Es sabido que al disminuir la produccin de andrgenos, disminuye la 17- Betaestradiol E2; la alteracin estara a nivel de la conversin de la testosterona a estradiol por anormalidad de la aromatizacin de la testosterona. Se ha reportado prdida de masa sea en hombres despus de los 50 aos que se asocia a disminucin de andrgenos. La dihidroepiandrosterona y su metabolito, el sulfato de dihidroepiandrosterona, son los ms abundantes andrgenos adrenales circulantes y se les ha relacionado con disminucin de masa sea con la edad. La disminucin en la absorcin del calcio de la dieta en el intestino, que se ve con la edad, produce aumento de la hormona paratirodea, disminucin de 25OH vitamina D srica y disminucin de factores de crecimiento IGF-1.6-8 Hay estudios que sugieren que la disminucin de la IGF-1 est asociada con osteoporosis idioptica y ello se relaciona muy bien con disminucin de densidad sea a nivel vertebral; esto tendra un efecto negativo sobre la funcin osteoblstica y sobre la formacin sea. 9 En el hombre, al igual que en la mujer, la disminucin de actividad fsica es un factor de riesgo; se ha descrito que en el hombre este factor tiene mayor impacto en la disminucin de masas musculares y la consecuente disminucin del efecto trco de las fuerzas mecnicas al esqueleto.10, 11 La nica forma de identicar a los hombres en riesgo de fractura es medir su densidad sea; se acepta que los niveles de densidad sea bajo los lmites normales del hombre joven, deben ser tomados como patolgicos y deben ser estudiados y tratados. (Ver captulo 4.) Entre los hombres se puede identicar 40% a 60% de las causas de osteoporosis; se dice que frente a un hombre con osteoporosis siempre se deben buscar potenciales causas, tales como malos hbitos dietticos, tabaco, ingesta exagerada de alcohol, enfermedades crnicas renales, hepticas, hiperparatiroidismo primario, hipogonadismo, etc. Prevencin y tratamiento Al igual que en la mujer, el tratamiento no farmacolgico de la osteoporosis implica evitar los factores de riesgo como el sedentarismo, el tabaco, el consumo exagerado de alcohol y tener un consumo adecuado de calcio y vitamina D. (Ver captulo 2.2 y captulo 5.2.) Calcio y vitamina D The National Institutes of Health (NIH) recomienda 1.000 mg de calcio por da entre los 24 y 65 aos y 1.500 mg de calcio y 600 UI de vitamina D en hombres mayores de 65 aos. No se ha demostrado an el efecto de calcio y vita78 Reumatologa 2007; 23(2):45-84

mina D en la prevencin de osteoporosis en hombres bajo 65 aos. Dawson-Hughes et al.12 demostraron una reduccin en la incidencia de fracturas no vertebrales en hombres y mujeres sobre 65 aos que viven en sus hogares y que fueron intervenidos con 500 mg de calcio y 700 UI de vitamina D por da durante tres aos. Otros estudios han mostrado que la vitamina D en combinacin con calcio disminuye el riesgo de cadas en hombres y mujeres aosos.13 Testosterona Se podra suponer que como una de las probables causas es la deprivacin andrognica, el uso de testosterona podra ser una buena alternativa y de hecho se ha probado que aumenta la masa sea en nios y adultos jvenes cuando an no se han cerrado las epsis; tambin existen trabajos randomizados y controlados en los cuales se demuestra un efecto benecioso de la testosterona en osteoporosis inducida por esteroides. Aun as, su uso es controversial, no se ha demostrado que disminuya el riesgo de fractura y tiene riesgo de policitemia, de cncer de prstata y alteraciones del perl lipdico. Hay trabajos que demuestran en hombres eugonadales tratados con testosterona ster un 5% de aumento de la DMO a nivel vertebral y mejoran sus marcadores de recambio seo a los seis meses.14 Bifosfonatos Los estudios indican que los bifosfonatos son un efectivo tratamiento para la osteoporosis, son un potente inhibidor de la reabsorcin osteoclstica a dosis que no alteran la mineralizacin normal de esqueleto. Un estudio a dos aos randomizado controlado en 241 hombres con 10 mg diarios de alendronato aument la DMO signicativamente tanto a nivel lumbar, caderas y cuerpo total. alendronato ha demostrado tambin una ecacia antifractura con disminucin importante a nivel de fracturas vertebrales. Con respecto a alendronato en el hombre: en un estudio prospectivo abierto y controlado en 20 centros en EE.UU. y otros 10 pases, se demuestra un aumento de DMO a los dos aos en los que usaron alendronato y tambin disminucin de la incidencia de fracturas p < 0,03 con 10 mg al da de alendronato. Se compara con alfacalcidol y se demuestra que el aumento de DMO en el hombre es superior con alendronato que con alfacalcidol en estudio a dos aos. Aumenta la DMO tanto a nivel lumbar como disminuye la incidencia de fracturas vertebrales. Tanto el risedronato como el alendronato aumentan la DMO y disminuyen el riesgo de fractura. Tambin, al igual que en la mujer, se ha probado que alendronato en

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70 mg una vez a la semana es tan efectivo como los 10 mg diarios. En pacientes que reciben terapia para deprivacin andrognica en cncer de prstata ha demostrado un rol protector.15-17 Calcitonina La calcitonina, hormona secretada por las clulas C de la tiroides, no demostr disminuir el nmero de fracturas. Tiene indicacin en el perodo perifractura, porque da otra posibilidad de formar callo seo ms rpido y tiene, adems, efecto analgsico (revisar Bibliografa). Hormona paratirodea La hormona paratirodea tiene efecto anabolizante, el fragmento 1-34. Teriparatide tambin ha demostrado ser efectiva en aumentar la densidad sea de columna en el hombre;18 tiene la desventaja del costo y no debe ser usada en hombres en etapa de crecimiento. Teriparatide es el primer agente que acta sobre la formacin sea aprobado para la osteoporosis, tiene una accin dual sitio-especco en el hueso como anabolizante y catablica; a dosis bajas e intermitentes estimula el osteoblasto a nivel trabecular; a dosis bajas y continuas estimula al osteoclasto a nivel de supercie cortical.
REFERENCIAS 1. Center JR, Nguyen TV, Schneider D. et al, Mortality after all major types of osteoporotic fracture in men and women: an observational study. Lancet 1999; 353: 878-82. 2. Nguyen TV, Eisman JA, Kelly PJ, et al. Risk factors for osteoporotic fractures in elderly men. Am J Epidemiol 1996;144:255-63. 3. Ross A. Osteoporosis in men. J Urol 2002; 176.1952-6. 4. Bilezikian J. Osteoporosis in men. J Clin Endocrinol Metab 1999; 84:3431. 5. Kanis JA. An update on the diagnosis of osteoporosis. Curr Rheumatol Rep 2000; 2:62-66. 6. Benito MJ. Deterioration of trabecular architecture in hipogonadal men. Clin endocrinol Metab 2003; 88(4):1497 7. Szulc P.; Claustrat, B.; Munoz, F.; Marchand, F.; Delmas, P. D. Assessment of the role of 17 beta-oestradiol in bone metabolism in men: does the assay technique matter? The MINOS study. Clin Endocrinol 2004; 61(4):522 8. Sundeep Kohsla S. Relationship of serum sex steroid level to longitudinal one density. J Clin Endocrinol Metab 2001; 86(2): 3555 9. Kurland ES, Rosen CJ, Cosman F, et al. Insulin-like growth factor-I in men with idiopathic osteoporosis. JClin Endocrinol Metab 1997; 82:2799-2805. 10. Kanis JA. An update on the diagnosis of osteoporosis. Curr Rheumatol Rep 2000; 2:62-66. 11. Tai S. Phisical activity for preventing and treating osteoporosis in men. Cochrane Musculoskeletal GroupSystemic Review 3, 2003. 12. Dawson-Hughes B, Harris SS, Krall EA, et al. Effect of calcium and vitamin D supplementation on bone density in men and women 65 years of age or older. N Engl J Med 1997; 337:670-676. 13. Dawson-Hughes B, Heaney RP, Holick MF, et al. Estimates of optimal vitamin D status Osteoporos Int 2005; 16:713-716. 14. Anderson FH, Francis RM, Faulkner K: Androgen supplementation in eugonadal men with osteoporosis-effects of 6 months of treatment on bone mineral density and cardiovascular risk factors. Bone 1996; 18:17117720.

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6. ASPECTOS SOCIOECONMICOS 6.1 ASPECTOS GENERALES DE EVALUACIONES ECONMICAS


Los recursos, aun en las sociedades ms ricas, siempre sern inferiores a las necesidades de la poblacin. En salud esto es particularmente relevante, lo que obliga a considerar en la toma de decisiones no slo aspectos cientcos sobre la utilidad de diferentes estrategias de diagnstico o manejo, sino tambin aspectos econmicos. Esto es igualmente relevante cuando se deben tomar decisiones para grupos de personas y denir polticas de salud. Llevar esta informacin concebida para grupos de personas con una condicin dada a la toma de decisiones con un paciente individual, es an parte del arte de ejercer la Medicina. En el caso de las inversiones en cuidados en salud, los resultados no se miden en dinero, sino en mejoras en la salud. Estos aspectos econmicos requieren de un anlisis estructurado y sistemtico, en el que de manera explcita se considera la perspectiva o el punto de vista desde el que se hace el anlisis econmico. Por ejemplo, una evaluacin puede parecer poco atractiva desde la perspectiva de un grupo particular interesado en un problema, pero ser del todo relevante si es que se mira desde la perspectiva del inters comunitario en general. La denicin de quin debera hacer qu para quin o quines, con qu recursos de atencin en salud y con qu relacin con otros servicios de salud, es una necesidad permanente en salud.1 Hay aspectos fundamentales a toda evaluacin econmica.

6.1.1 Naturaleza de los costos


Pocas personas estaran dispuestas a pagar una cierta cantidad por recibir un tratamiento cuyos riesgos y benecios desconocen, as como tambin pocos estaran dispuestos a que se les someta a un tratamiento sin conocer los costos, riesgos y benecios que ello puede implicar. De los costos, los ms habituales son: a) Costos mdicos directos (el valor de un examen, medicamento, da-cama, etc.)
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b) los costos mdicos indirectos (prdida de salario, produccin, etc.) c) costos no mdicos directos (atencin en el hogar), y los costos intangibles (sufrimiento, dolor). El segundo aspecto tiene que ver con el punto de vista que se considere: a) el que entrega el cuidado b) el que paga por los cuidados c) el paciente d) la sociedad en su conjunto. Este aspecto es importante, porque un mismo tem puede ser un costo desde un punto de vista y un benecio desde otro.

Especcamente en osteoporosis, entre 1970 y 2001 se publicaron 34 evaluaciones econmicas, de las cuales 18 corresponden a terapia de reemplazo hormonal. En los ltimos 30 meses (enero 2002-junio 2004) se han publicado ya otros 37 estudios econmicos en osteoporosis. El realizar comparaciones directas entre diferentes estudios econmicos es extremadamente difcil debido a las muchas diferencias entre los estudios, que incluyen, entre otras, poblaciones diversas, estrategias y duracin de terapias diferentes, metodologas de anlisis econmicos dismiles. Todo lo anterior ha hecho evidente la necesidad de estandarizar los mtodos empleados.

6.2 IMPACTO DE LA ENFERMEDAD 6.2.1 Costos econmicos


Ejemplos seleccionados: Bendich y cols. publicaron en 1999 una evaluacin econmica del suplemento de calcio en cuanto a la prevencin de fracturas de cadera. Concluyen que al comparar los costos con el N de fracturas evitadas, es costo-efectivo suplementar con calcio por 34 meses a mujeres de 75 aos o ms en EE.UU. y que de acuerdo a los resultados de algunos estudios ello pudiera ser incluso costo-efectivo en todas las personas de 65 aos o ms.3 Una evaluacin econmica ms reciente del mismo aspecto, bas sus estimaciones en los resultados de un ensayo clnico que evalu a 3.270 mujeres adultas mayores independientes que vivan en 180 hogares de ancianos. Ellas fueron aleatorizadas a recibir 1.200 mg/da de fosfato triclcico ms 800 UI/da de vitamina D3 versus placebo. Al nal de los 36 meses de seguimiento se observaron 138 fracturas de cadera en el grupo tratado (1.176 mujeres) y 184 en el grupo placebo (1.127 mujeres). Ajustando a 1.000 mujeres, se evitaron 46 fracturas de cadera por el suplemento de calcio y vitamina D. Los costos fueron estimados para siete pases europeos, y en todos ellos los costos en el grupo placebo fueron ms altos, calculndose un ahorro neto de entre 79.000 y 711.000 euros por cada 1.000 mujeres tratadas. Se plantea, adems, que los benecios pudieran estar subestimados, ya que la misma estrategia puede reducir las fracturas no vertebrales, que no se consideraron en este anlisis.4 Jonsson y colaboradores publicaron un anlisis econmico en que hacan una simulacin de costo-efectividad usando un modelo computacional. En dicho estudio demostraron que los costos por ao de vida ajustado por calidad ganado eran similares para tratar una paciente con osteoporosis que otra con una hipertensin arterial leve.5 Basados en los resultados del estudio FIT, que mostr

6.1.2 Tipos de evaluacin


Otro aspecto de importancia es la metodologa que se emplee. As podr haber estudios de: a) Costo-benecio: donde ambos elementos se expresan en trminos monetarios (dinero). b) Costo-minimizacin: donde se comparan dos intervenciones que pudieran ser equivalentes slo en trminos de sus costos nancieros. c) Costo-efectividad: donde los resultados son expresados en trminos de unidades naturales (aos de vida ganados, nmero de ataques evitados). d) Costo-utilidad: donde los resultados son expresados en trminos de una medida de utilidad o preferencia del paciente (por ejemplo, aos de vida ajustados por calidad).2 Conceptualmente, la evaluacin econmica corresponde a un anlisis comparativo de las acciones alternativas, tanto en trminos de los costos como los benecios. Ello implica, como acciones fundamentales de una evaluacin econmica, el identicar, cuanticar, valorar y comparar los costos y benecios de alternativas que se estn considerando. En Reumatologa, donde ha existido un notable avance en cuanto a la aparicin de nuevas opciones teraputicas, cada vez se hace ms evidente que la sola prueba de ecacia y/o efectividad no son sucientes y se hace necesario considerar si los benecios que ellas determinan justican los costos implicados. La importancia relativa de esta rea se puede dimensionar en parte al considerar que, en Reumatologa, en 25 aos (1970-1995) se publicaron 57 evaluaciones econmicas, mientras que entre 1996 y 2001 se publicaron 78 evaluaciones.

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una reduccin del riesgo de fracturas de caderas, vertebrales y muecas a casi la mitad, se dise un modelo en una cohorte sueca con riesgo de fractura comparable (edad 71 aos, baja DMO y al menos una fractura vertebral previa). De acuerdo a los resultados de este estudio, el costo por cada ao de vida ajustado por calidad ganado fue de 76.000 coronas suecas, muy por debajo del punto de corte mnimo para considerar una intervencin como costo-efectiva (300.000 coronas). Para mujeres de 65 aos el costo aument a 173.000 y para mujeres de 77 aos baj a 52.000. De lo anterior se desprende que es ms costo-efectivo tratar mujeres osteoporticas mayores que las ms jvenes, pero que en todos los casos el costo por ao de vida ajustado por calidad ganado est por debajo del valor aceptado para considerar una intervencin costoefectiva.6 El costo-efectividad del risedronato, uno de los nuevos bifosfonatos, fue evaluado en un estudio realizado en mujeres posmenopusicas. El modelo empleado consider el tratamiento de mujeres con osteoporosis establecida, tratada por tres aos con risedronato. Esta estrategia determinara el ahorro de 786.000 libras por cada 1.000 mujeres tratadas; sin embargo, el IC 95% fue entre 1,55 milln de libras de ahorro a 47.000 libras de gastos extra. Considerando la calidad de vida como resultado de inters, se estim que el costo por cada ao de vida ganado ajustado por calidad era de 8.625 por cada mujer tratada durante tres aos. Los autores concluyen que el uso de risedronato en mujeres de 75 aos determina una mejora en la calidad de vida y posibles ahorros en los costos.7 Revisin sistemtica de la literatura: Ejemplos como los anteriores existen numerosos y resulta difcil que el clnico habitual, revisando publicaciones individuales, pueda tener una visin general de la situacin. En estas circunstancias, las revisiones de la literatura, cuando son hechas en forma sistemtica y estructurada, son de gran ayuda. Existe una amplia revisin sistemtica de la literatura en este campo, que fue publicada recientemente.8 En ella se incluyeron todos los ensayos clnicos controlados en que se consideraran las fracturas como el principal resultado de inters. Aspectos metodolgicos: De las variadas opciones teraputicas revisadas, en el anlisis econmico nal slo se incluyeron las alternativas de tratamiento en las que los resultados de los ensayos clnicos demostraran reduccin en la tasa de fracturas en a lo menos uno de los sitios de inters. Las opciones teraputicas que se describen a continuacin son: el suplemento de calcio (con o sin vitamina D), TRH, sales de or, calcitonina, alendronato, otros bifosfonatos, raloxifeno, y alfacalcidol. El riesgo anual de fracturas osteoporticas fue conReumatologa 2007; 23(2):45-84

siderado para mujeres inglesas, donde las fracturas de cadera, vertebrales, antebrazo distal y hmero fueron consideradas osteoporticas. En conjunto, ellas son responsables del 70% de las fracturas osteoporticas en mujeres posmenopusicas y de ms del 70% de la morbilidad. En el modelo econmico empleado se simularon cohortes a edades jas (50, 60, 70 y 80 aos) con osteoporosis establecida, considerando las diferentes tasas de fracturas conocidas para cada grupo de edad y tipo de fractura. Los tratamientos fueron administrados por cinco aos, usando un perodo de mantencin del efecto postsuspensin del medicamento de cinco aos, excepto para el calcio y la calcitonina, donde la mantencin del efecto se consider de slo tres aos. Tomando en cuenta las muchas incertezas existentes, se incluyeron amplios anlisis de sensibilidad. Resultados principales: Calcio y vitamina D: El tratamiento con calcio solo, asumiendo un efecto slo en las fracturas vertebrales, a partir de los 60 aos de edad fue costo-efectivo comparado con el de no administrar terapia. Al considerar tambin las fracturas no vertebrales, el suplemento de calcio con vitamina D fue costo-efectivo a toda edad. El alfacalcidol comparado con no tratar slo fue costo-efectivo en personas de 70 aos o ms. Terapia hormonal: La TRH slo fue costo-efectiva en menores de 60 aos y podra serlo a partir de los 50 si se consideraran resultados de estudios observacionales sobre el efecto en fracturas no vertebrales. Calcitonina: El tratamiento con calcitonina no fue costo-efectivo a ninguna edad; ello debido en gran medida a su costo. Bifosfonatos: En cuanto a los bifosfonatos, el alendronato es costo-efectivo a partir de los 70 aos de edad, mientras que el etidronato fue costo-efectivo a partir de los 60 aos de edad. En cuanto al raloxifeno, su uso no fue costo-efectivo dentro de los parmetros empleados en el modelo de anlisis econmico. Si se consideran los posibles benecios cardiovasculares, sera costo-efectivo en mayores de 70 aos. Sales de or: El uso de sales de or no fue costoefectivo, principalmente por su alto riesgo de fractura de cadera. Si se asumiera que no hay evento adverso de fractura de cadera, el tratamiento sera costo-efectivo a partir de los 60 aos de edad.

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6.3 DIAGNSTICO DE OSTEOPOROSIS 6.3.1 Aspectos econmicos


Aunque no existen estudios nacionales al respecto, en nuestro pas una gran proporcin de los casos de osteoporosis son diagnosticados en el momento de su complicacin con fracturas. En 1991 Contreras y colaboradores comunicaron, en un estudio de corte transversal mediante certicados de defuncin y egresos hospitalarios, una tasa de egresos por fracturas de caderas de 18,8 y 28,2 casos por 100.000 hab/ao para varones y mujeres, respectivamente.9 Considerando la morbilidad, mortalidad y costos de las fracturas atribuibles a osteoporosis, es deseable diagnosticar esta condicin ms tempranamente. En 1998 la OMS deni osteoporosis sobre la base de la densidad mineral sea,10 considerando riesgo de fractura en mujeres posmenopusicas caucsicas para establecer los valores de corte. Esta denicin de osteoporosis limitada a un gnero, etnia y grupo etario especco no puede ser aplicada sin restricciones. Si aceptamos la denicin de la OMS, la absorciometra bifotnica radiolgica es la mejor prueba diagnstica para establecer el riesgo de fractura en mujeres, aunque todas las tcnicas para establecer la densidad sea permiten predecir el riesgo de fracturas atribuibles a osteoporosis.11-13 El tamizaje con absorciometra parece justicado en todos los individuos mayores de 65 aos.14 La determinacin de densidad sea en otras circunstancias debe sustentarse en la presencia de otros factores de riesgo de fractura (Tabla 2) o cuando sea importante en tomar decisiones teraputicas.14 La ecografa cuantitativa se considera una buena tcnica para tamizaje en mujeres mayores de 65 aos; sin embargo, no hay evidencias de su utilidad en varones o mujeres de otros grupos etarios.15 La ecografa no cuenta con la suciente reproducibilidad para seguimiento en intervalos clnicamente relevantes.16 Es recomendable el seguimiento con absorciometra bifotnica radiolgica cada uno o dos aos, luego de iniciar terapia. Se recomienda, adems, realizar radiografas de columna vertebral si hay dolor dorsolumbar o prdidas de estatura > 2 cm/ao o acumuladas > 4 cm.17 Por otra parte, existe evidencia que sustenta el uso de marcadores bioqumicos de recambio esqueltico para establecer el riesgo de fractura en mujeres posmenopusicas de edad avanzada en estudios poblacionales;18 sin embargo, la calidad de la evidencia no permite recomendar estos indicadores en la toma de decisiones individual. Finalmente, existe un conjunto de exmenes destinados a reconocer osteoporosis secundaria, aplicables

rutinariamente en varones, mujeres premenopusicas o cuando antecedentes clnicos lo hagan recomendable. Adicionalmente, en mujeres posmenopusicas es necesario obtener exmenes relacionados con problemas de salud prevalentes que podran condicionar la eleccin de una terapia particular. Estudio complementario para iniciar terapia hormonal de reemplazo en la posmenopausia:19 Evaluacin ginecolgica Citologa cervical (Papanicolaou) Ecotomografa transvaginal Mamografa Perl lipdico Glicemia. En conclusin, de acuerdo a la evidencia disponible se recomienda la absorciometra bifotnica radiolgica para tamizar casos de osteoporosis en individuos mayores de 65 aos. Si existen factores de riesgo, el tamizaje es sustentable en individuos menores de 65 aos. La radiografa de columna es recomendable en individuos con dolor dorsolumbar y con reduccin de estatura. Si la radiografa informa osteopenia, debe complementarse con absorciometra. La evidencia disponible no permite recomendar an el uso de marcadores bioqumicos de remodelacin sea para el diagnstico y manejo rutinario de pacientes con osteoporosis. En varones y mujeres premenopusicas es recomendable descartar osteoporosis secundaria, aun en ausencia de elementos clnicos sugerentes. Finalmente, en mujeres posmenopusicas deben considerarse algunos exmenes frente a la posibilidad de utilizar terapia hormonal de reemplazo. Los costos de la evaluacin tienen amplias diferencias, dependiendo del sitio donde sean realizados. Sin embargo, y como una informacin referencial, se indica el costo del tamizaje en varias circunstancias de acuerdo al arancel FONASA cuando la prestacin est codicada.
COSTOS DEL TAMIZAJE EN OSTEOPOROSIS (ARANCEL FONASA 2004). WWW.FONASA.CL Tamizaje general Prestacin Cdigo Consulta mdica 0101003 Densitometra sea 0501134 Total Nivel 1 8.290 25.000 33.290 Nivel 3 40.000 48.290

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Tamizaje Osteoporosis Secundaria Prestacin Cdigo Hemograma 0301045 Calcemia 0302015 750 Fosfatemia 0302042 PTH i 0303018 Perl heptico 0302076 Glicemia 0302047 720 Creatininemia 0302023 TSH 0303024 FSH 0303015 Testosterona/estradiol 0303022/30 Prolactina 0303020 Cortisol libre urinario 0303035 Calcio en orina 24 h 0309008 Creatinina en orina 24 h 0309010 Total

Nivel 1 Nivel 3 1.660 2.660 1.200 970 1.550 4.170 7.150 5.860 9.380 1.150 730 1.170 2.510 4.020 2.880 4.610 2.970/2.880 4.750/4.610 2.880 4.610 3.230 5.170 1.090 1.740 820 1.310

31.240/31.050 50.470/50.330 Nivel 1 8.290 3.500 7.860 12.010 3.440 1.150 35.620 Nivel 3 5.600 12.580 19.220 5.500 52.340

Tamizaje Climaterio Prestacin Cdigo Consulta ginecolgica 0101003 Citologa cervical (PAP) 0801001 Ecotomografa TV 0404005 Mamografa 0401010 Perl lipdico 0302034 Glicemia 0302047 720 Total

10. Guidelines for preclinical evaluation and clinical trials in osteoporosis. Geneva: WHO; 1998; 59. 11. Marshall D, Johnell O, Wedel H. Meta-analysis of how well measures of bone mineral density predicts occurrence of osteoporotic fractures. BMJ 1996; 312:1254-9. 12. Torgerson DJ, Campbell MK, Thomas RE, Reid DM. Prediction of perimenopausal fractures by bone mineral density and other risk factors. J Bone Miner Res 1996; 11:293-7. 13. Njeh CF, Hans D, Li J, Fan B, Fuerst T, He YQ, et al. Comparision of six calcaneus quantitative ultrasound devices: precision and hip fractures. Osteoporosis Int 2000; 11:1051-62. 14. National Osteoporosis Foundation. Osteoporosis: Review of evidence for prevention, diagnosis and treatment and cost-effectiveness analysis. Osteoporos Int 1998; 8(suppl 4):S7-80. 15. Hans D, Dargent-Molina P, Schott AM, Sebert JL, Cornier C, Kotzki PO, et al. Ultrasonographic heel measurements to predict hip fracture in elderly women: The EPIDOS prospective study. Lancet 1996; 348:511-4. 16. Rosenthall L, Caminis J, Tenehouse A. Calcaneal ultrasonometry: Response to treatment in comparison with dual x-ray absorptiometry measurements of the lumbar spine and femur. Calcif Tissue Int 1999; 64:200-4. 17. Brown JP, Josse RC for The Scientic Advisory Council of the Osteoporosis Society of Canada 2002. Clinical practice guidelines for the diagnosis and management of osteoporosis in Canada. CMAJ 2002; 167(10 suppl):S1S34. 18. Garnero P, Hausherr E, Chapuy MC, Marcelli C, Grandjean H, Muller C, et al. Markers of bone resorption predict hip fracture in elderly women: The EPIDOS prospective study. J Bone Miner Res 1996; 11:1531-8. 19. Adaptado de U.S. Preventive Services Task Force Summaries for Patients. Postmenopausal hormone replacement therapy to prevent chronic conditions. Ann Intern Med 2002; 137:834-9.

7. RECOMENDACIONES 7.1 RECOMENDACIONES PARA EL MDICO


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Es importante que el mdico no especialista tenga presente que todos jugamos un rol importante en la prevencin de la osteoporosis, incluido el pediatra;, algunos puntos importantes de tener en cuenta: a) La prevencin de la osteoporosis comienza con la adquisicin de una masa sea adecuada durante el periodo de crecimiento del nio y del adolescente b) Hacer uso de densitometra sea cuando sea necesario c) Investigar factores de riesgo conocidos para riesgo de osteoporosis y fracturas d) Indicar suplementacin de calcio y vitamina D en casos de ingesta inadecuada y especialmente en adultos mayores e) Recordar que el uso prolongado de glucocorticoides requiere prevencin de osteoporosis f) Prevenir riesgo de cadas en el adulto mayor g) Recordar que todos los pacientes con osteoporosis requieren tratamiento y que tambin es necesario tratar algunos casos con osteopenia ms factores de riesgo importantes para fracturas.

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7.2 RECOMENDACIONES PARA LA POBLACIN


La educacin dirigida a la poblacin en general puede ayudar en forma importante en la prevencin de osteoporosis y de fracturas osteoporticas: a) Mantener vida activa con ejercicios adecuados incluso en el adulto mayor b) Mantener ingesta adecuada de calcio c) Exponerse al sol en forma apropiada d) Mantener peso correcto; en todo caso, no menor a IMC 19 kg/m2 e) Evitar factores de riesgo, como tabaco y consumo excesivo de alcohol.

7.3 RECOMENDACIONES PARA LAS AUTORIDADES DE SALUD


El conocimiento de las investigaciones costo-benecio en osteoporosis permitir que las autoridades de salud refuercen algunos planes en el rea. a) Apoyar planes de educacin para mdicos generales y para profesionales de la salud en general b) Facilitar el acceso a la medicin de densidad sea en individuos en riesgo c) Considerar medidas generales, como enriquecimiento de alimentos de uso masivo con calcio y/o vitamina D d) Apoyar planes de educacin a la poblacin en general, especialmente en lo que dice relacin con evitar factores de riesgo.

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