Cuando
visitas una confitería siempre hay en el mostrador dulces que por algún
motivo te hacen mirarlos con más deseo que a otros. La boca se te hace
agua y si no tienes mucha voluntad, como me sucede a mi a veces,
terminas llevándote a casa algo más de lo que habías pensado comprar...
¡y eso que sólo ibas a por pan! Pues este dulce suele ser mi tentación y
hasta ahora nunca me había atrevido a elaborarlo. Como suele ocurrir en
la cocina, siempre se puede mejorar, pero para los que tengáis el
capricho como yo de elaborarlos en casa, el trabajo merece la pena. ¡Que
lo disfrutéis!
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre.
- 150 g. de clara de huevo (equivalente a 5 claras) a temperatura ambiente.
- 300 g. de azúcar.
- 90 ml. de agua.
- media cucharada pequeña de cremor tártaro.
- media cucharada pequeña de esencia de vainilla (opcional).
- unas gotas de limón.
- azúcar glass.
- canela.
Elaboración:
1) Precalentamos el horno a 220º.
2)
Extendemos el hojaldre sobre una placa de horno y extendemos papel
vegetal sobre él. Encima ponemos otra placa de horno o algún molde
pesado.
3)
Horneamos a 200º durante 15-20 minutos (controlarlo, ya que en mi horno
ha necesitado 20 minutos). Si vemos que queda muy fino el hojaldre
podemos retirar la placa de encima durante los últimos 3-4 minutos. No
despitaros, ya que se dora con facilidad.
4) Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente mientras hacemos el merengue italiano.
5)
En un cazo, calentamos 225 g. de azúcar con 90 ml. de agua y lo
llevamos a ebullición hasta conseguir un almibar a "punto de bola". Este
punto lo obtenemos cuando al meter una rasera con agujeros pequeños,
soplamos sobre ellos y el almibar forma pompas. Hay que tener paciencia,
pues es el punto justo antes de que comience a tomar color el almibar,
sin llegar a obtenerlo.
6)
Mientras elaboramos el almibar, en un bol, batimos las claras con el
cremor tártaro. Añadimos la vainilla y el azúcar restante poco a poco sin dejar de
bartir hasta que vaya formando picos.
7)
Una vez listo el almibar, lo vertemos sobre las claras lentamente y sin
dejar de bartir. El merengue estará listo cuando demos la vuelta al bol y
no se derrame.
8)
Cortamos el hojaldre en rectángulos y extendemos sobre él el merengue.
Lo tapamos con otra capa de hojaldre y decoramos con azúcar glass y
canela.