martes, 28 de febrero de 2012

RAFAEL

EN VOZ MUY BAJA TODO
 
Del cristalino al pubis todo es calma

que se altera cuando vas del mentón a la rodilla

y de ahí a la planta descalza de los pies
                                  consecutivos

el izquierdo y su zapato
el derecho y sus temores infundados

para volver fémur arriba al ombligo proletario
a la cintura esquiva
a la médula espinal sin coartada

cuerpo anatómico forense
a minuciosa autopsia sometido y consentido
con otra copa la música sonando.

Del libro  Maneras de volver (Ed. Vitruvio, Madrid 2009)

Yo no sé si esto es poesía erótica, lo que sí tengo claro es que es POESÍA con mayúscula y sobra cualquier etiqueta.

Rafael Soler, como Dios, está en todas partes. No hay recital, presentación o lectura en la que no veamos su apabullante presencia sobresalir un par de palmos por encima de todas las cabezas. Da lo mismo que el protagonista del acto sea uno de los consagrados o un absoluto desconocido, él está allí siempre, apoyándole, con esa generosidad de la que sólo son capaces los más grandes; como dice Paco Marquina, es un pluriempleado del estro ¡Hay que ver lo que cunde!

Bien, pues el próximo viernes 9 de marzo, en el ATENEO, los que estamos en esto tenemos ocasión de devolverle una mínima parte de lo que nos da; él no necesita apoyos -aunque últimamente le hayamos visto con una muleta- pero merece que estemos todos y además será un lujazo escucharle.

A las siete y media presentará con Cabllero Bonald la poesía completa de Ramón Hernández. Y luego él en solitario, a las diez y media, dará lo mejor de sí mismo en una lectura de obra publicada e inédita.

Ya podéis ir apuntándolo en vuestras agendas con un círculo rojo bien grande:

Viernes, 9 de marzo en el ATENEO:

a las 19,30: Rafael Soler y Caballero Bonald presentan la obra de Ramón Hernández.

Y a las 22,30: Rafael salta al ruedo él solito.

¡TORERO!          

jueves, 23 de febrero de 2012

AHORA

Ahora que ya no importa
nada de lo que antes llenaba mis insomnios,

ahora que ya no tomo

ninguna decisión irrevocable
y cambio mis principios
por finales felices,


ahora que invento mi autobiografía

y te otorgo un lugar
que, por derecho, no te corresponde;

ahora que ya no tengo
tiempo de arrepentirme.

Ahora, que nos ha dado por morirnos,
necesito que sepas
que te he querido siempre
más de lo que tú sabes.

miércoles, 15 de febrero de 2012

DIFERENCIAS

Lo correcto es fingir, 
con la falsa entelequia de que somos iguales
-ya sea ante la ley o ante los ojos
de nuestros semejantes-,
y recurrir a tópicos tan simples
como que la belleza que importa está por dentro
-¡sabe Dios en qué abismos!-
cuando todos sabemos
que la igualdad no existe
ni en el más ambicioso de los sueños.

No hablo de artificiales diferencias
creadas por políticos siniestros
-esas quizá pudiéramos vencerlas
si de verdad así nos lo quisiéramos-
sino las que conforman
el exclusivo yo de cada uno,
como la inteligencia
-ese don tan escaso
como desigualmente repartido-
la atracción seductora o su carencia,
la perfidia o bondad
-a la que con frecuencia tildamos de estulticia-
que cada cual admira,
envidia o menosprecia en los demás
según se ame a sí mismo o se desdeñe.

Y es que hay veces que duele saberse tan mediocre
-ni carne ni pescao-
tan anodino y gris, tan invisible
pero no tan idiota
como para ignorar los propios límites
y vivir levitando entre las nubes.

martes, 14 de febrero de 2012

MAGA

Oh, mi amor, te extraño, me dolés en la piel, en la garganta, cada vez que respiro es como si el vacío me entrara en el pecho donde ya no estás... Y por qué no, por qué no había de buscar a la Maga. (Julio Cortázar, Rayuela)

Maga se ha ido de repente. Así, sin decir adiós. Siempre ha sido una gata corretona y aventurera que no se conformaba con quedarse en casa vegetando sobre un almohadón, no. Ella se iba por ahí a recorrer mundo con sus ojazos de gata muy abiertos, inconsciente de los peligros que acechan a las gatas intrépidas. Pero tras sus correrías siempre volvía a los mimos caseros, a refugiarse en los brazos de Marta y pedir su ración diaria de cariño.

Esta vez no. Hace más de una semana que cogió el pescante y nunca más se supo. Es alocada e ingenua como su tocaya cortazariana; es tierna y rebelde, desobediente y zalamera; anárquica. No cazaba ratones, sino que los traía a casa para jugar con ellos al escondite.

Maga es francesa y, como tal, coqueta y charmante. Maneja sus encantos con sabiduría y a los gatos no les dice ni que sí ni que no, le gusta tenerlos al retortero. Tiene un amigo especial, blanco y negro, que todos los días se apostaba en el poyo de la ventana a mirarla zascandilear por la casa, hasta que un día le invitó a entrar. Desde entonces se hicieron inseparables, él la venía a buscar y luego la acompañaba a la vuelta; era una amistad casta, de colegas gatunos, porque Maga es virgen y pasa de la cosa. 

Ahora el gato blanco y negro sigue llegando a la ventana pero Maga no está. Se queda allí, hora tras hora, esperando que vuelva. Marta la busca dejando en las calles un rastro de lágrimas -también se llora por los ánimales- y en su casa se ha instalado una dolorosa quietud, un órden impasible y triste.

Y no es la pena por el vacío que le ha entrado en el pecho y ha dejado su ovillo a los pies de la cama, que también; es el miedo al coche ciego que la haya atropellado; o, peor aún, a la maldad siniestra, pura y dura, de matar por matar a una hermosa y loca gata rubia.

Marta sólo quiere saber dónde está. Si se ha ido hasta los puentes de París a hacerse la encontradiza con Horacio Oliveira o ha querido volver a mirar el lago de Annecy
.

jueves, 9 de febrero de 2012

ESA DAMA

Quise saber el nombre
de esa dama de ojeras enigmáticas
y surcos en el rostro.
Observé sus andares fatigados,
sus caderas sin ritmo, derrengadas.

Pregunté cuánto peso soportaban sus hombros,
cuánta vida guardaba entre los dientes,
cuánta muerte a la espalda,
cuánta luz en el fondo
más hondo de sus ojos.

Era tan bella como una tormenta
y juré perseguirla hasta el infierno.

-Haré lo que tú quieras -le propuse-
sólo pido que, a cambio,
me dictes un poema cada noche.

Se llamaba tristeza. Desde entonces
vivimos el romance más hermoso.

lunes, 6 de febrero de 2012

CONTRADICCIÓN

...el surtido de líneas irregulares grabadas en la piel de tu rostro son letras del alfabeto secreto que narra la historia de quién eres... 
(Paul Auster, Diario de Invierno)

Me miro en el espejo y me pregunto
en cuál de mis arrugas se agazapa
este absurdo deseo que a mi pesar me empuja,
tan ciego y tan inmune a los dolores
del cuerpo y del espíritu.

¡Resulta tan patético cuando mira al futuro,

vestido de vaqueros,
como si fuera a vivir eternamente!

Contra todo pronóstico

hace planes para comerse un mundo
que ya me ha devorado hasta las trancas.

Es muy de agradecer que no se fije
en los surcos que nacen en mi boca
dibujando una mueca de tristeza
ni en mis labios
que, si algún día fueron tentadores,
hoy son una sonrisa medio muerta
que ya no engaña a nadie.

Y que haga oídos sordos a mis gritos
de miedo e impotencia,
al crujir de mis huesos,
y me obligue a avanzar contracorriente.

No sé de dónde viene este insensato anhelo
de seguir, aun a costa de dejarme
la piel en el intento,
que agarrota mi brazo cuando quiero
izar bandera blanca,
rendirme dulcemente a la derrota.