Una receta con la que comeremos pescado sin darnos cuenta y que admite cualquier tipo de pescado, merluza, cabracho, bacalao... tanto en fresco como cocinado. Esta vez el pastel es de bonito y como no estamos en temporada utilizamos una conserva, que puede ser de mayor o menor precio o calidad, todo depende de lo que nos queramos o podamos gastar. Un plato que podemos hacer con antelación y que podemos comer tanto frío como caliente.
ingredientes
1 lata de 400 g de bonito en aceite de oliva
4 huevos tamaño "L"
250 ml de nata para cocinar o leche evaporada
4 cucharadas de salsa de tomate, 100 g
mantequilla y pan rallado para el molde
sal y pimienta
elaboración
Una vez abierta la lata de bonito, lo ponemos a escurrir bien, acordaos de no tirar el aceite, es perfecto para aderezar ensaladas. Una vez escurrido lo desmigamos bien.
Si lo hacemos con bonito fresco tan solo hay que trocearlo, quitar piel y espinas y pasarlo un poco por una sartén ligeramente engrasada. Si no tenemos bonito suficiente podemos completar la receta con gambas o con palitos de cangrejo.
En un bol batimos los huevos, salpimentamos al gusto y añadimos la salsa de tomate, la nata y el pescado. Podemos triturar con ayuda de una batidora.
Engrasamos un molde con un poco de aceite o mantequilla y vertemos la mezcla anterior.
Metemos el molde en el horno precalentado a 180 ºC durante 40-50 minutos más o menos, como siempre el tiempo es orientativo, ir vigilando a partir de media hora y antes de sacar comprobamos que está hecho pinchando con un palillo su interior, este tiene que salir prácticamente limpio. En lugar de meter directamente el molde en el horno, también podemos ponerlo al baño maría.
Lo podemos acompañar con un poco de mahonesa o salsa rosa y como guarnición una ensalada o unos palitos o láminas de calabacín en tempura o rebozados. Y untado en un pan tostado también es una fiesta...