En poco más de media hora, y con tan solo picar y remover un poco podemos tener una deliciosa tortilla para cenar, para una merienda en el campo, o para picotear en un buen aperitivo.
6 huevos tamaño "L"
600-650 g de calabacín
200 g de setas de cultivo
125 g de ajetes limpios
50 g de jamón curado o cocido picado
50 g de queso rallado
aceite y sal
elaboración
600-650 g de calabacín
200 g de setas de cultivo
125 g de ajetes limpios
50 g de jamón curado o cocido picado
50 g de queso rallado
aceite y sal
elaboración
Pelamos el calabacín, yo dejo zonas con piel, pero eso va a gusto de cada cual, lo cortamos en láminas (de la misma manera que laminamos la patata para tortilla) y lo salteamos en una sartén con un poco de aceite durante unos 10-15 minutos, sazonamos y lo dejamos escurrir. El calabacín deberá estar bien seco para que no suelte jugo en el momento de cuajar la tortilla.
Picamos los ajetes frescos en cilindros y los ponemos a pochar en una sartén con un poco de aceite. Añadimos las setas, limpias y troceadas, las salteamos hasta que pierdan el agua de vegetación y las retiramos de la sartén.
Cascamos los huevos en un bol y los batimos ligeramente, añadimos el calabacín, la mezcla de ajetes y setas, el jamón y el queso, mezclándolo todo bien sazonando si es necesario.
Picamos los ajetes frescos en cilindros y los ponemos a pochar en una sartén con un poco de aceite. Añadimos las setas, limpias y troceadas, las salteamos hasta que pierdan el agua de vegetación y las retiramos de la sartén.
Cascamos los huevos en un bol y los batimos ligeramente, añadimos el calabacín, la mezcla de ajetes y setas, el jamón y el queso, mezclándolo todo bien sazonando si es necesario.
Ponemos a calentar un poco de aceite en una sartén, yo he usado una de 26 cm de diámetro, y cuando esté bien caliente echamos la mezcla del bol. Vemos que los huevos comienzan a cuajarse por los bordes, por lo que iremos moviendo la mezcla de los bordes hacia dentro como si fuera un revuelto, hasta que veamos que el huevo no va a escurrir demasiado al darle la vuelta, con ayuda de una espumadera vamos redondeando los bordes y dejamos cuajar por ese lado, en cuanto la tortilla se mueva en la sartén la damos la vuelta y dejamos que se haga por el otro lado. Cuajarla más o menos va al gusto de cada uno.