Las espinacas en casa casi siempre van camufladas, de esta forma se las comen, que es lo que interesa, y sin demasiadas protestas que también se agradece. En el plato de hoy van mezcladas con puré de patata, pero otra forma de presentar este pastel sería: una base de patata, capa de espinacas y de nuevo patata.
3 patatas, unos 500 g
250-300 g de espinacas frescas
1 cebolla
1-2 dientes de ajo
50 g de pimiento rojo asado
50 g de jamón cocido, curado...
queso rallado
20-30 g de queso azul (opcional)
leche templada
aceite, sal y pimienta
elaboración
Una vez limpias las espinacas, las picamos y las cocemos en agua hirviendo durante 4-5 minutos o hasta que las veamos cocidas. Las escurrimos y las ponemos en un colador apretando para que suelten todo el líquido.
Pelamos y picamos finamente los dientes de ajo y la cebolla. Cortamos también el jamón y el pimiento, todo muy menudo.
Calentamos un poco de aceite en una sartén y sofreímos la cebolla y el ajo, cuando esté tierna y antes de que tomen color, añadimos el jamón troceado y sin dejar que se haga demasiado agregamos el queso azul y las espinacas. Movemos y dejamos que todo se rehogue un poco.
Lavamos las patatas y las ponemos a cocer con su piel en agua con sal durante unos 20 minutos, a fuego suave para que no revienten. Una vez cocidas quitamos el agua y las dejamos templar tapadas en la misma cazuela donde las hemos cocido.
Cuando se puedan manipular, pero aún calientes, las pelamos, las pasamos por el pasapuré y recogemos el puré en un bol. Añadimos poco a poco leche caliente, moviendo enérgicamente para que quede un puré fino y cremoso. Si por casualidad nos pasamos echando leche, ponemos a calentar el puré en una cazuela a fuego medio unos minutos, removiendo con frecuencia.
Cuando se puedan manipular, pero aún calientes, las pelamos, las pasamos por el pasapuré y recogemos el puré en un bol. Añadimos poco a poco leche caliente, moviendo enérgicamente para que quede un puré fino y cremoso. Si por casualidad nos pasamos echando leche, ponemos a calentar el puré en una cazuela a fuego medio unos minutos, removiendo con frecuencia.
Salpimentamos el puré y añadimos el pimiento, las espinacas con el queso y la cebolla. Mezclándolo bien.
Colocamos esta mezcla en una fuente que pueda ir al horno o en cazuelitas individuales, espolvoreamos por encima queso rallado de nuestro gusto, pero que funda bien y metemos la fuente en el horno precalentado a 200 ºC durante unos 15-20 minutos. El queso tiene que quedar doradito.
Podemos sustituir el jamón cocido por: beicon, jamón curado o por bonito, añadiendo o no queso azul. También podemos cambiar las espinacas por verduras que nos gusten, acelgas, berenjena y tomate, calabacín y tomate, guisantes y zanahoria, champiñones, brócoli y coliflor... aprovechando como siempre las que están en temporada. También se puede hacer con menestra de verduras congelada.
Colocamos esta mezcla en una fuente que pueda ir al horno o en cazuelitas individuales, espolvoreamos por encima queso rallado de nuestro gusto, pero que funda bien y metemos la fuente en el horno precalentado a 200 ºC durante unos 15-20 minutos. El queso tiene que quedar doradito.
Podemos sustituir el jamón cocido por: beicon, jamón curado o por bonito, añadiendo o no queso azul. También podemos cambiar las espinacas por verduras que nos gusten, acelgas, berenjena y tomate, calabacín y tomate, guisantes y zanahoria, champiñones, brócoli y coliflor... aprovechando como siempre las que están en temporada. También se puede hacer con menestra de verduras congelada.
El puré de patata podemos hacerlo también usando copos de patata, en ese caso hacerlo según las indicaciones del paquete pero hacerlo sólo con leche, queda más rico y nutritivo. Al igual que se pueden cocer las patatas una vez peladas y partidas.