Las noches y las heridas.
Por las noches,
la oscuridad viene
para abrirnos las heridas.
Así, escuecen y se airean.
Para sanar, dicen.
Para no olvidar, diría.
Mientras tanto,
el agua salada hace su trabajo.
Sale de tus pestañas
para llegar a saltar el precipicio de tu mejilla.
Mientras nada,
trabaja la cabeza en el insomnio, haciéndote
nadar a contracorriente
para no ahogarte en los recuerdos.
Por eso la noche me asusta,
no hay nada,
pero lo recuerdo todo.
Poema: María Goñi (@cocinelleblog)de su poemario "Tú a Marte, yo a amarme" Editorial: Siníndice (2020)