No sé qué demonios hace un tipo de casi ochenta años, en medio del Océano Índico, solo, montado en su barco. Y no es que quiera recortar cruelmente las ansias aventureras de los que, pese al calendario, dicen (eufemísticamente) sentirse aún jóvenes de espíritu. Pero molaría que me contarán algo de ese desconocido, sin incluso nombre, que protagoniza la última realización, pelín pretenciosa, seamos claros, del amigo J.C. Chandor, ya sabéis, el de la, esa sí, estupenda “Margin Call”.
Y no por nada, sino porque así diferenciaríamos lo que es cine del DVD de un cursillo acelerado de supervivencia náutica. O de un reality de cómo ser marino y no morir en el intento. Porque la cinta es eso y nada más que eso. Sin aditamentos, background dramático o una antes y un después. Únicamente, la accidentada peripecia vital de un abuelete en alta mar con un barco cojonudo, eso sí, dotado de todos los cachivaches y adminículos necesarios para sobrevivir a todo cuanto te puede ocurrir allí donde ya no haces pies.
Y no por nada, sino porque así diferenciaríamos lo que es cine del DVD de un cursillo acelerado de supervivencia náutica. O de un reality de cómo ser marino y no morir en el intento. Porque la cinta es eso y nada más que eso. Sin aditamentos, background dramático o una antes y un después. Únicamente, la accidentada peripecia vital de un abuelete en alta mar con un barco cojonudo, eso sí, dotado de todos los cachivaches y adminículos necesarios para sobrevivir a todo cuanto te puede ocurrir allí donde ya no haces pies.
Redford y Chandor, nos dan un cursillo náutico
Tampoco sé qué demonios se le ha perdido a Robert Redford en este filme. Que se niegue a envejecer haciéndose cirugías estéticas que, como dice mi amiga Mary Carmen Rodriguez, le hacen parecerse a Chelo García Cortés, es una cosa. Y otra, muy diferente, es que tengamos que sufrir en cada plano viendo cómo se arrastra por la pantalla, intentando afrontar, con más patetismo que gloria, el formidable reto físico que plantea la película. No sé qué oscar le pretendíamos dar a este pobre hombre, cuya única interpretación consiste en disimular el impulso que ha debido sufrir, a cada momento, de echar el higadillo por la boca.
Eso sí, el filme sirve para que a los que decían que el guión de “Gravity” era demasiado elemental, se les meta en la mollera que, en el fondo, el papá y el nene Cuarón se lo curraron más de lo aparente al contar una odisea de supervivencia que tiene mucho (y nada) que ver con ésta, aparte de la obvia diferencia de transcurrir, una a muchas millas de la costa, y la otra a muchas más del suelo.
by Harry Callahan
NOTA: 5/10
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TÍTULO ORIGINAL: All is Lost
WEB OFICIAL: http://www.cuandotodoestaperdido.es/
DATOS ADICIONALES: http://www.imdb.com/title/tt2017038/