En un tiempo en el que todo el mundo parece tener prisa para todo, en el que lo único que importa es la inmediatez... enterarse de lo que sea cuanto antes y el primero, los libros, salvo para un grupo reducido, han pasado a ser algo arcaico, algo que requiere tiempo y que por ello no es factible; algo que también requiera atención... y eso es perder ese tiempo. Así que todo hay que resumirlo, reducirlo a la mínima expresión para pasar rápidamente a otra cosa. Son esas prisas que en realidad no llevan a ninguna parte.
El que un libro se convierta en una película (generalmente un pobre reflejo del libro) no va a convertir por arte de magia a nadie en lector. El leer es algo que se lleva dentro y que la mayoría de las veces nace con la persona. En mi caso, mi padre leía mucho, mi madre no... y si a todo eso le juntas que "necesitas" leer desde niña, consigues a alguien para quien la lectura es una necesidad. Recuerdo que cuando hace unos meses casi no veía y el médico me dijo que la única solución era operarme, lo único que le pregunté fue ¿podré volver a leer?
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