Parecía que el tiempo se había vuelto loco, caprichoso, el calendario marcaba la fecha del inicio de invierno pero… El tiempo se asemejaba a la primavera, tanto que las aves comenzaron a no emigrar a tierras mas cálidas, los árboles sentían el tibio calor de una falsa primavera y comenzaron a brotar sus tiernas hojas y flores…
El viejo árbol del jardín con su enorme tronco había sentido sobre su corteza pasar muchos inviernos pero ninguno tan caluroso que el que estaba sintiendo, las escuálidas ramas curvadas del árbol languidecían, su tronco como cada invierno esperaba anclado a la tierra para sentir despertar la primavera cuando la tierra deja su explosión de vida.
Pero algo sintió el esbelto árbol en la savia que le recorría por dentro que comenzó a despertar, el pensaba que se acercaba su estación y el mustio aspecto que tenia comenzó a resurgir de verde vida. Un viento invisible sacudía sus ramas como queriendo despertarlo de su letargo mientras la noche inundaba el campo de desviados reflejos bajo su manto estrellado.
Era la vida que dulcemente se colaba para alejar tristezas y dar paso a los sueños y anhelos compartidos que desde hacia tiempo estaban arrinconados en algún lugar de la memoria, parecía que todo volvía a ser como siempre lo había sido. Ironía de la vida que siempre cuando estas en el mejor momento un manto de tristeza viene a nublar tu alegría.
Pero todo termina y el invierno pasa a convertirse en primavera que anhelante espera el verano para llenar de luz y calor los rincones del alma
Hoy quiero abrir puertas
dar abrazos que entren en los rincones vacíos
para hacer un brindis a la vida
que despierta como árbol
sintiendo reverdecer sus ramas
mientras la lluvia se columpia
dejando su canto y su magia.
Me cuenta que quiso ser agua
que alegre desciende despertando sueños
para ser sentimiento en la tierra,
bajo el claro despertar de la luna
ir dejando huellas tatuadas
por las sendas de la vida
para fundirse en las paredes del alma.
Snyder Enero 13 - 2016
Sneyder C.
Pintura: Anastasio