Aunque son conocidas y consumidas
en todo el territorio peninsular, alcanzan su fama en Andalucía, y, sobre todo,
en Granada, donde se sirven a modo de tapa española que es saboreada y alabada
por la mayoría de los turistas que recaban por esa encantadora ciudad.
Ingredientes:
Patatas
Cebollas
Pimientos verdes
Pimientos rojos
Ajos
Vinagre
Aceite de oliva
Laurel
Sal
Modo de hacerlo:
Lavamos, pelamos y cortamos las
patatas en rodajas de medio centímetro.
Lavamos y cortamos los pimientos
en tiras.
Pelamos y cortamos las cebollas
en juliana.
Limpiamos los dientes de ajo y
los cortamos en trozos menudos.
Colocamos una sartén al fuego con
abundante aceite de oliva.
Cuando el aceite está caliente
añadimos las patatas, las cebollas, los pimientos, los ajos y dos hojas de
laurel.
No vamos a utilizar ningún
instrumento para remover los ingredientes, sino que menearemos la sartén por el
rabo para que los componentes no se deshagan. El fuego ha de estar durante la
cocción medio-bajo.
Dejar freír unos 20 minutos,
meneando la sartén de vez en cuando.
Retirar, con cuidado, los
ingredientes de la sartén y colocarlos sobre una fuente cubierta de papel
absorbente, con el fin de retirar el exceso de aceite.
Preparamos, en un almirez, una
mezcla de perejil picado con vinagre. También podemos añadir una pizca de
pimienta negra.
Colocamos los ingredientes en una
cazuela y añadimos la mezcla del almirez.
Listas para servir.
Pueden
añadirse huevos cocidos, fritos (si los hacemos fritos en el mismo aceite en el
que hemos frito los componentes), estrellados, jamón, chorizo,… Pero ya no
serían las patatas a lo pobre de las gentes humildes, sino patatas preparadas
para familias pudientes.
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