Le doy vueltas
a tu estepa de amor
de flores enredadas
en el centro de tu candor.
Se va el desconsuelo
en las noches heladas
de fulgurante clamor
de las mil y una veladas.
El reloj marca momentos
y la vida nos los arrebata
en los acontecimientos
de la existencia quebrada.
Sentirme junto a ti,
mirarme el corazón,
desgraciadito de mí...
susténtame en mi temblor
No respiro sin tu permiso,
ni lejos de ti.
Sin tu compromiso,
sin tu vivir.