Shayda dirigida por Noora Niasari se estrena en cines españoles el próximo día 28 de junio. La ópera prima de la cineasta iraní está basada en sus propias vivencias durante su infancia en un centro de acogida para mujeres junto a su madre.
👶👶👶👶👶
La historia: Shayda, una mujer iraní que vive en Australia, encuentra refugio en un centro de acogida para mujeres maltratadas con su hija de 6 años. Tras huir de su marido y solicitar el divorcio, Shayda lucha por mantener la normalidad para Mona. La nueva situación y el régimen de visitas que la niña está obligada a cumplir con su padre, aumentan la tensión día a día, pero no merman sus ganas de iniciar una nueva vida.
La crítica: Tras reseñar El último late night y ahora Shayda compruebo la pujanza del cine australiano del que me llegaban referencias desde distintos foros centrados en las cinematografías del mundo. Hoy hablamos de un filme que ganó el Premio del público en Sundance. También fue la candidata australiana a mejor cinta internacional en los Oscar 2024, entre otros reconocimientos.
Shayda retrata de manera sólida la lacra del maltrato y las consecuencias que tiene para la vida de las mujeres que se ven obligadas a refugiarse en casas de acogida. Si los presupuestos públicos tienen algún sentido, -vaya que si lo tienen-, no encuentro mejor manera de aplicarlos que los que vayan dedicados a la atención social, jurídica o médica.
La ópera prima de la cineasta iraní Noora Niasari se basa en su experiencia real. La cinta también retrata la diaspora de los iraníes que se mueven por el mundo en busca de las oportunidades que el régimen de su país les niega. Se refleja con acierto el tema de la inmigración y la integración de las costumbres en culturas ajenas.
Niasari nos cuenta de manera pausada como mujeres como su madre fueron condenadas al ostracismo por reivindicar unos derechos humanos básicos. El derecho a pedir el divorcio, a tener la custodia de sus hijos, a elegir cómo vestirse, a bailar en la calle o a dejarse llevar por oportunidades en el trabajo o en el amor. Encontró esas libertades en Australia, pero la nostalgia por su patria nunca cesa: a pesar de estar a un mundo de distancia de su familia en Irán, su madre le enseñó a hablar farsi, a celebrar el Nowruz, a bailar persa, a leer poesía y, sobre todo, le enseñó la resistencia y la fuerza de las mujeres iraníes. Todo esto se refleja en la película de manera delicada, sutil, pero firme.
Nacida en Teherán en 1981, la actriz Zar Amir Ebrahimi soporta el mayor peso del reparto con una interpretación muy firme. Su personaje, -Shayda-, está viviendo la parte más oscura de una separación que vino motivada por la violencia de su marido. Su hija, Mona, de 6 años es interpretada de manera mágica por Selina Zahednia. Un personaje bien definido que es utilizado con malas artes por su padre en la ficción al que interpreta Osamah Sami. Él es la cara del terror y de la intolerancia.
En la técnica de rodaje destaca el enfoque hacia 1995 ya que la época y los detalles de la historia exigían autenticidad. Los suburbios de Melbourne en East Doncaster se han mantenido casi inalterados desde entonces y permiten a la producción retroceder en el tiempo a un periodo muy particular de la moda, el diseño y la tecnología. Buena parte del rodaje es en interiores donde destaca la dirección de arte que nos lleva a conocer las costumbres iraníes. Algunos toques musicales endulzan el drama.
Shayda demuestra que el cine independiente puede ser emotivo, ameno y potente sin necesidad de contar con los presupuestos de los grandes estudios. Nos hallamos ante un relato universal que documenta de manera sobria uno de los males de nuestro tiempo. Narrada a través de los ojos de una niña, el filme de Niasari da testimonio de la vulnerabilidad de esas personas que quisiéramos que fuesen las más invencibles: nuestros padres.
Nota: 7'5/10.
Nacionalidad: Australia
Género: Drama, Cine social
Dirección: Noora Niasari
Guion: Noora Niasari
Fotografía: Sherwin Akbarzadeh
Duración: 115 minutos
Reparto: Zar Amir-Ebrahimi,
Leah Purcell, Osamah Sami
Jillian Nguyen, Meaghan Fahy.