martes, 25 de junio de 2024

Shayda: Sólido y universal retrato de la violencia machista


Shayda dirigida por Noora Niasari se estrena en cines españoles el próximo día 28 de junio. La ópera prima de la cineasta iraní está basada en sus propias vivencias durante su infancia en un centro de acogida para mujeres junto a su madre. 

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La historia: Shayda, una mujer iraní que vive en Australia, encuentra refugio en un centro de acogida para mujeres maltratadas con su hija de 6 años. Tras huir de su marido y solicitar el divorcio, Shayda lucha por mantener la normalidad para Mona. La nueva situación y el régimen de visitas que la niña está obligada a cumplir con su padre, aumentan la tensión día a día, pero no merman sus ganas de iniciar una nueva vida.


La crítica: Tras reseñar El último late night y ahora Shayda compruebo la pujanza del cine australiano del que me llegaban referencias desde distintos foros centrados en las cinematografías del mundo. Hoy hablamos de un filme que ganó el Premio del público en Sundance. También fue la candidata australiana a mejor cinta internacional en los Oscar 2024, entre otros reconocimientos.

Shayda retrata de manera sólida la lacra del maltrato y las consecuencias que tiene para la vida de las mujeres que se ven obligadas a refugiarse en casas de acogida. Si los presupuestos públicos tienen algún sentido, -vaya que si lo tienen-, no encuentro mejor manera de aplicarlos que los que vayan dedicados a la atención social, jurídica o médica. 

La ópera prima de la cineasta iraní Noora Niasari se basa en su experiencia real. La cinta también retrata la diaspora de los iraníes que se mueven por el mundo en busca de las oportunidades que el régimen de su país les niega. Se refleja con acierto el tema de la inmigración y la integración de las costumbres en culturas ajenas.  

Niasari nos cuenta de manera pausada como mujeres como su madre fueron condenadas al ostracismo por reivindicar unos derechos humanos básicos. El derecho a pedir el divorcio, a tener la custodia de sus hijos, a elegir cómo vestirse, a bailar en la calle o a dejarse llevar por oportunidades en el trabajo o en el amor. Encontró esas libertades en Australia, pero la nostalgia por su patria nunca cesa: a pesar de estar a un mundo de distancia de su familia en Irán, su madre le enseñó a hablar farsi, a celebrar el Nowruz, a bailar persa, a leer poesía y, sobre todo, le enseñó la resistencia y la fuerza de las mujeres iraníes. Todo esto se refleja en la película de manera delicada, sutil, pero firme. 


Nacida en Teherán en 1981, la actriz Zar Amir Ebrahimi soporta el mayor peso del reparto con una interpretación muy firme. Su personaje, -Shayda-, está viviendo la parte más oscura de una separación que vino motivada por la violencia de su marido. Su hija, Mona, de 6 años es interpretada de manera mágica por Selina Zahednia. Un personaje bien definido que es utilizado con malas artes por su padre en la ficción al que interpreta Osamah Sami. Él es la cara del terror y de la intolerancia. 

En la técnica de rodaje destaca el enfoque hacia 1995 ya que la época y los detalles de la historia exigían autenticidad. Los suburbios de Melbourne en East Doncaster se han mantenido casi inalterados desde entonces y permiten a la producción retroceder en el tiempo a un periodo muy particular de la moda, el diseño y la tecnología. Buena parte del rodaje es en interiores donde destaca la dirección de arte que nos lleva a conocer las costumbres iraníes. Algunos toques musicales endulzan el drama. 

Shayda demuestra que el cine independiente puede ser emotivo, ameno y potente sin necesidad de contar con los presupuestos de los grandes estudios. Nos hallamos ante un relato universal que documenta de manera sobria uno de los males de nuestro tiempo. Narrada a través de los ojos de una niña, el filme de Niasari da testimonio de la vulnerabilidad de esas personas que quisiéramos que fuesen las más invencibles: nuestros padres.

Nota: 7'5/10. 


Nacionalidad: Australia

Género: Drama, Cine social

Dirección: Noora Niasari

Guion: Noora Niasari

Fotografía: Sherwin Akbarzadeh

Duración: 115 minutos

Reparto: Zar Amir-Ebrahimi,
Leah Purcell, Osamah Sami
Jillian Nguyen, Meaghan Fahy.

martes, 18 de junio de 2024

La bandera: Imanol Arias, solo ante el peligro


La bandera dirigida por Martín Cuervo se ha estrenado en cines españoles el día 14 de junio de 2024. Imanol Arias, Aitor Luna, Miquel Fernández y Ana Fernández protagonizan esta película española basada en una obra original del dramaturgo Guillem Clua.

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La historia: Un padre, dos hijos y una cena. La historia transcurre durante una comida familiar, donde Tomás llama a sus dos hijos, Jesús y Antonio, para darles una importante noticia. El patriarca, al que acompaña su biógrafa, Lina, se toma su tiempo para decirles lo que realmente quiere, pero sus descendentes comienzan a perder los nervios. En un momento dado, uno de los hijos descubre la presencia de una bandera enorme en el jardín, desatándose una disputa que pone en serio peligro la aparente armonía familiar (A Contracorriente Filmes). 


La crítica: No veremos la bandera a la que hace mención el título en ningún momento de la película. Sabremos que es enorme, llamativa y llegaremos a la conclusión que daría igual que perteneciera a Palestina o a Israel e incluso que fuera una bandera comunista o fascista. La tela actúa como macguffin narrativo para mantener el interés del espectador. 

La bandera es la historia de una herencia. Ese es el motivo por el que el padre llama a sus dos hijos a los que hace tiempo que no ve. Va a comunicar lo que va a hacer con su casa valorada en un millón de euros y observar la reacción de sus dos herederos. ¿Cisma o concordia? 

El cineasta trata de compactar la historia de una familia en 90 minutos acertando con el metraje. Nos habla de un padre de familia destrozado desde que perdió a su esposa. Se afrontan temas tan distintos como el deterioro cognitivo, la rivalidad entre hermanos, la ambición por las herencias, el abandono o la dejadez hacia nuestros mayores y sobre todo el transcurrir de las relaciones familiares. 


La bandera supone la vuelta al cine de Imanol Arias que es el sostén de la película. El caso del actor español daría para una publicación especial. Un interprete que durante las décadas de los 80 y 90 estuvo en la élite del cine español y que lleva unos 20 años sin ser nominado al Goya ya que por decisión propia se alejó del cine y el teatro para dedicarse a ser un actor de televisión. Ha ganado mucho dinero, está envuelto en problemas con Hacienda, se ha hecho muy célebre en España, pero a los amantes del cine y el teatro nos dejó con apariciones muy puntuales y de escaso éxito. 

Ana Fernández interpreta a Lina. Su personaje es el de una psicóloga de 30 años a quien los hijos de Tomás han contratado para que compruebe el estado mental en el que se encuentra su padre. Sin embargo, Tomás no lo sabe. Para él, Lina es una simple biógrafa que se encarga de entrevistarle para ayudarle a escribirle sus memorias.

Aitor Luna hace el papel de Antonio. Su personaje es el de un artista de 40 años con un aspecto y personalidad totalmente opuesta a la de su hermano mayor Jesús. Aitor es bohemio y siempre ha vivido una vida sin responsabilidades. Sin embargo, a pesar de intentar mostrar su imagen de persona humilde, donde el dinero no es un elemento fundamental en su vida, su pensamiento cambia cuando Tomás les da la gran noticia.

Miquel Fernández interpreta a Jesús. Él es un empresario de 45 años. Le gusta el dinero y una de sus mayores preocupaciones es mostrar una buena apariencia. Es una persona bastante ocupada y siempre está hablando por teléfono, uno de los principales motivos por los que lleva tiempo distanciado de su familia.

En la parte técnica cabe mencionar que la cinta se aproxima a una obra de teatro rodada en cine. La mayoría del relato se rueda en el interior de la casa con una escenografía monocorde y grisácea. 


La bandera es una cinta curiosa, reflexiva, pero también reiterativa en el uso de metáforas que tratan de explicar el manejo de los lazos familiares. Lo mejor es ver al personaje que interpreta Imanol Arias que se encuentra solo ante el peligro de sus propios hijos. Un filme, en definitiva, que dentro de su cierta impostura retrata de manera muy eficaz cosas tan distintas como la ambición, la filantropía o el amor verdadero. 

Nota: 6/10. 


Nacionalidad: España

Género: Comedia dramática

Dirección: Martín Cuervo

Guion: Guillem Clua

Música: Iván Valdés

Fotografía: Pablo Bürmann

Duración: 90 minutos

Reparto: Imanol Arias, Aitor Luna,
Miquel Fernández, Ana Fernández.

martes, 11 de junio de 2024

Vidas perfectas (Mothers' Instinct): irregular intento de revitalizar el buen melodrama

Vidas perfectas dirigida por Benoît Delhomme se estrena en cines españoles el próximo día 14 junio de 2024. El filme está protagonizado por las oscarizadas Jessica Chastain y Anne Hathaway.

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La historia: Alice (Jessica Chastain) y Celine (Anne Hathaway), disfrutan de sus idílicas vidas junto a sus respectivos hijos y exitosos maridos. Son mejores amigas y vecinas. La perfecta armonía de sus vidas se rompe repentinamente después de un trágico accidente. Una combinación de culpa, sospecha y paranoia destruye el vínculo entre Alice y Celine dando lugar a una dura batalla psicológica cuando los instintos maternales de ambas revelen su lado oscuro para defender a los suyos (Vértice Cine). 


La crítica: El filme está basado en la novela "Derrière la Haine" de Barbara Abel y es un remake de la película belga "Duelles" de Olivier Masset-Depasse. Ambientada en los felices años 60 en Estados Unidos, nos hallamos ante un angustiante retrato de los personajes de Alice y Céline. Mientras sus lazos familiares se van minando poco a poco por la culpa y la paranoia que sienten tras una tragedia familiar, se va desarrollando una intensa batalla de voluntades que revelará el lado más oscuro del amor maternal. La cinta retrata el corto paso que hay entre la felicidad y la desgracia o entre la amistad y la enemistad. 

Vidas perfectas es un irregular intento de revitalizar el buen melodrama. La historia del cine tiene arraigada esta forma de narración. Cuando hablamos de melodrama tendemos a pensar que es un término despectivo cuando no siempre es así. Es más, si nos vamos a la etimología veremos que melodrama es un vocablo procedente del griego. Melo viene de música y drama sería acción dramática. Por tanto cualquier película que en su relato use la música para resaltar la emocionalidad, sería un melodrama a todas luces. En cualquier caso -y ahí viene parte del problema del género- la cinta hoy reseñada se pasa de frenada y lleva la acción a situaciones muy exageradas. Esto resta credibilidad a lo que está sucediendo en pantalla con giros cada vez más retorcidos. 

La historia evoluciona del drama de urbanización residencial a intentar ser un thriller hitchcockiano. No lo consigue, pero al menos el cineasta debutante se fija en el maestro a la hora de plantear la acción. Hitchcock representó como nadie a una época en la industria del cine en la que se podían inventar muchas cosas. Podías inventar formas, figuras, efectos ópticos, ideas y metáforas. Además de sus inventos, el mago del suspense trabajaba con una concepción freudiana de la vida. Ahora, cuando ves sus películas, parecen muy modernas, incluso más que muchas de las actuales incluida Vidas perfectas


Lo mejor de la película pasa por el enorme duelo interpretativo entre Jessica Chastain y Anne Hathaway. La primera realiza el papel de Alice. Recuerda también a las mujeres rubias que empleaba Hitchcock en sus repartos. Este personaje es interesante porque retrata muy bien la situación de la mujer en la década de los sesenta en Estados Unidos. Con ella se profundiza en los roles de hombres y mujeres en aquella época. Es una mujer que desea trabajar por un lado y por otro no se atreve a dar el paso para contentar a su marido. Pero el problema surge con el terrible enfrentamiento con su amiga y vecina. La segunda, -Hathaway-, se encarga del papel de Celine. A primera vista parece la mujer perfecta, pero queda desestabilizada cuando ocurre la tragedia que marca la cinta. No debo realizar ningún adelanto de los sucesos para no reventar la intriga. Los maridos de las mujeres salen en la película como efectos decorativos. Los niños si cumplen un papel fundamental en la trama y en el enfrentamiento entre las dos madres. 

Visualmente el filme es una maravilla. Se recupera la glamurosa época dorada de Hollywood. De esta manera el relato se presenta como un lienzo en movimiento. Música, vestuario y maquillaje serían dignos de recibir cualquier premio. El punto de partida ha sido localizar dos casas contiguas, idénticas y con elementos de diseño muy específicos, necesarios para que la narración funcionara. Al final, las dos casas perfectas se encontraron en Cranford, Nueva Jersey. 

Vidas perfectas es una película que mantiene la tensión inicial con un buen ritmo narrativo, pero adolece de un guion sólido que mantenga la atractiva premisa de salida. Las situaciones evolucionan de manera sórdida y los giros no resultan creíbles. Hablamos de una cinta que retrata de manera imperfecta el amor, la amistad o la maternidad. También la locura. Lo mejor del filme son las interpretaciones femeninas y el magnífico estilo visual utilizado por el cineasta. Un metraje ajustado y el suspense que se mantiene hasta el final son los dos elementos más interesantes de un producto aseado que lo tenía todo para ser más grande.  

Nota: 6/10. 


Nacionalidad: Estados Unidos

Género: Drama, Thriller 

Dirección: Benoît Delhomme

Guion: Sarah Conradt-Kroehler

Música: Anne Nikitin

Fotografía: Benoît Delhomme

Duración: 94 minutos

Reparto: Jessica Chastain, 
Anne Hathaway, Josh Charles, 
Anders Danielsen Lie, Caroline
Lagerfelt, Steve Routman

martes, 4 de junio de 2024

El deshielo: el valor de la narrativa


El deshielo dirigida por Veerle Baetens se estrena en Filmin el día 7 de junio de 2024. Tras su premiere en el Festival de Sundance, y su paso por la sección oficial del Festival de Sevilla, el filme se estrenó el pasado mes de febrero en cines españoles de la mano de Vercine. 

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La historia: Trece años después de una mala experiencia en un sofocante verano que se salió de control, Eva, una joven de 26 años, regresa a su pueblo natal con un bloque de hielo en la parte trasera de su automóvil. Al volver, tendrá que adaptarse y afrontar, de una vez por todas, su oscuro pasado y enfrentarse a sus torturadores.


La crítica: Nos hallamos ante un cuidado filme que supone la ópera prima de Veerle Baetens. Debuta como directora con la adaptación de la novela El deshielo de Lize Spit. La trama gira sobre la desgarradora historia de cuando Eva era una niña. La película está narrada en dos épocas distintas que retratan dos momentos cruciales en su vida: un caluroso verano en el que tenía 13 años, y su regreso al pueblo 13 años después del trágico suceso que marcó su vida. Eva vuelve con sed de venganza. 

El deshielo lo centra todo en el valor de la narrativa. O sea lo contrario a los golpes de efecto o a la simplificación de los hechos. La trama de una narración impone un significado a los sucesos. Estos determinan el nivel de historia para revelar al final una estructura que era necesaria para conocer los hechos expuestos. "Donde no hay narrativa, no hay historia", dixit Croce. Aquí hay historia con consecuencias morales para todos. 
 
La película nos lleva a conocer a Eva, como una niña sensible que quiere ser amada, así como una frágil mujer joven que intenta sobrevivir en un mundo abrumador que a menudo demanda ser resiliente, tener éxito y llamar la atención. La soledad infinita de la niña nos toca; su necesidad de amor, atención, comprensión y su condición gélida que no le permite dar lo que desea. Eva se está convirtiendo en su propia enemiga y en la de los demás. Es el blanco perfecto en un tórrido verano.


El personaje de Eva está interpretado por Charlotte De Bruyne ("Tori y Lokita") en su edad adulta, y por la debutante Rosa Martchant en su niñez. Martchant fue merecedora del Premio Especial del Jurado a la Mejor Interpretación en el Festival de Sundance por su este papel. También tendrá su lugar en los Premios Marcianos al terminar el año. El resto del reparto coral está al servicio de un hecho horrible que se produjo durante ese fatídico verano. La cineasta se ha mirado en Eva desde niña: "Siendo la menos bella y menos deseada, siempre queriendo agradar y complacer".

En la técnica de rodaje destaca la fotografía de Frederic Van Zandycke. Es contenido y no continente. Al principio, si te fijas en Eva, los planos son abiertos y más tarde, es como si estuviera atrapada en el encuadre. También está el lenguaje de la niña y de su madre. Nunca están en el mismo marco, eso es importante para mostrar la distancia entre ellas. En cuanto al color, es muy veraniego y alegre. Se toman referencias a Los Goonies o Stand by Me. En invierno, Eva a menudo usa colores azules, también en el pasado. En el presente de la joven mujer los colores son oscuros y más gélidos como marca de un trauma no superado. 

El deshielo es una película muy potente y su narración es excelente. Nos hallamos ante una historia que también nos habla de la vuelta a los orígenes. Pero sobre todo es un relato sobre aquellos que entierran su dolor muy dentro de sí mismos, en un lugar donde nadie puede verlo, mientras ese dolor los vacía en silencio. Las personas tranquilas, a menudo, tienen las mentes más ruidosas. Para algunas personas, el trauma está tan enterrado dentro de ellas que no es posible dejar que salga porque es demasiado amenazador. Y cuidado porque todos llevamos un león dentro de nosotros que puede rugir, matar o idear la más cruel de las venganzas. 

Nota: 8/10.

P.D. Hasta final de año el día de publicación de críticas será el martes. Muchas gracias por vuestra atención.


Nacionalidad: Bélgica

Género: Drama, Intriga 

Título original: Het Smelt

Dirección: Veerle Baetens

Guion: Veerle Baetens

Música: Bjorn Eriksson

Fotografía: Frederic Van Zandycke

Duración: 111 minutos

Reparto: Charlotte De Bruyne, 
Rosa Marchant, Matthijs Meertens, 
Anthony Vyt, Simon Van Buyten