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A sistieron: luis Lorroguibel, arquitecto Jefe de la oficina
técnica de Endesa, quien dirigió la elaboración del pro·
yecto y aun controla su realización y Jorge Aguirre,
arquitecto asesor de esa obra.
1TI
•
SEGUNDO PISO
•
Por parte de AUCA, participó en el foro la totalidad del
Comi té de Redacción, representado por rozones prácticas
mediante tres relatores: arquitecto Abraham Schapiro,
Director de la Revista y los arquitectos Sergio Gonzólez
y Miguel lawner.
1
•
@
L,
En el mes de Marzo recten posado,. a iniciativa de AUCA
y con oportunidad de la publicación de una monografía
sobre este edificio, se llevó a cabo una mesa redonda
entre los arquitectos autores del proyecto Endesa y la
Revista.
El interés del comentario y observaciones críticas surgidos
de este encuen tro, nos mueve a transcribirlo casi sin alteraciones de su versión textual, salvo aquellas decididos
en beneficia del espacio disponible .
•
1-
FORO ENDESA
3. Despensas.
1. Cocino.
2. Comedor.
SCHAPIRA:
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•
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•
•
PLANTA PISO TIPO
•
1
1
Quisiera decir oigo antes de iniciar
nuestra mesa redonda. Esencialmen te, agradecer la presencia de los
colegas larraguibel y Agu irre. No
es habitual en este país que los or·
quitectas se reunan a conversor acerco de sus obras, ni siquiera en un
ambiente tan cordial como este. Supongo que la culpa de eso reside en
un exceso de amor propio desplega·
do en el quehacer del arquitecto, lo
cual confiere a su obro el sentido
de oigo personal, íntimo y, por esencia, no discutible públicamente. Este falso "pudor arquitectónico" ha
te ndido un o cortina de silencio sobre
el trabajo de los colegas en las últimos cincuenta años y ha motivado
no sólo la falta de una actitud
positiva hacia lo crítica, no sólo
lo ausencia de receptividad sino también, de un lenguaje y una meto·
dología adecuados a ese propósito.
Y como ya a esto altura de los tiempos reconocemos que sin comunicación no hay progreso -y sin estructuras adecuadas de pensamiento y
de lenguaje no hay comunicaciónse trato de romper la barrera que
nos impide intercambiar tranquila y
objetivamente ideos sobre nuestras
propias obras.
En Chile existe crítica literario, crítico de música o de pintura, pero
no crítica de arquitectura. Sin embargo, por la que hasta ahora conocemos, la función de juzgar uno
obra de arte está confiado a expertos: el crítico profesional o especializado que, en último término no
hace sino pon tificar acerca del trabajo creador sometido o su arbitrio,
examinándolo bajo los supuestos de
su propia teoría o concepción del
asunto.
PLANTA GERENCIA
l. Sala de Comité.
2. Oficinas.
3. Privado.
4. Gerente Genera l.
s. Secretaría.
6. Espera.
7. Gere ncia.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
Gerencia.
G er encia.
Directo rio.
Comedo r Ge rencia.
Repostero.
Montacargas.
No es este tipo d e crítica magistral
lo que echamos de menos nosotros
los arquitectos. A pesar del ejemplo
brillante de los Zevi, los Giedeon,
los Mumford y o tros sobradamente
conocidos en el mundo arquitectural,
hay dos motivos que -felizmentenos eximen de esta modalidad. En
primer lugar porque entre nosotros
parece no abundar personalidades
de ton relevante jerarquía o quienes
sus colegas acepten iuicios preponderantes, especialmente si son adversos. Y, lo que es m6s importante,
porque siendo la producción orqui-
tecturol coda vez más inevitablemente, un trabajo colectivo, de equipo,
sólo el diólago que se inicia dentro
de ese grupo responsable y que
luego trasciende hacia la controversia pública y a la opinión del usuario puede conducir a elaborar juicios
objetivos y no pre-juicios, acerca de
la obra.
Por eso AUCA los ha invitado o Uds.
a conversor aquí y ahora, con oportunidad de presentar este edificio
en la Revisto. Sobemos que se requiere una buena dosis de humildad
o desprejuiciamiento por parte de los
afectados para someter su trabajo
al escalpelo analítico de quienes lo
enjuician desde lejos, con cierto comodalidad, al margen de la penu·
ria del tablero donde la obra se ha
sufrido en su entera magnitud. Pues
con su presencio, Uds. están demostrando esa valerosa disposición. Han
llegado cordial y amistosamente a
par ticipar en este encuentro y para
nosotros, es una actitud e jemplar que
realmente apreciamos para lo tarea
común de recrear lo crítica en que
estamos empeñados.
Sólo me resta uno observación mós.
Cuando nosotros opinamos críticamente, las ideas o los palabras parecen envolver iuicios nega tivos y, a veces, hasta peyorativos de una obro.
Y aunque nos estamos refiriendo a
parcialidades de ella, el cuadra que
podría configurarse aparece sombrío.
Pero esto es solamente una falla
de expresión o de síntesis. Porque
hoy muchas otros producciones frente a las cuales se guarda silencio
d ebido o que su carencia de valores no motiva lo crítica. En otras
palabras, el hober escogido una obra
paro utilizarla como sujeto de discusión revela que ella posee valores destacados y con trovertibles, aun
cuando muchas veces todo lo po·
si tivo suele no aparecer en las observaciones.
En particular y cualesquiera que sean
las impugnaciones que aquí puedan
surgir, quiero decir que el edificio
Endesa ha sido considerado par AUCA una abro de alto valor en el
panorama nacional, por su limpieza
de diseño, sus características constructivas y sobretodo, por la profundidad y novedad de sus apor tes
técnicos, muchos de los cuales obren
un camino hacia el futuro. En e l Co-
c.
...
v
49
mité do Redacción de Auca hemos
discutido el temo y hoy unonimi·
dad al respecto. Es entonces, con es te iuicio de valor " in mente" que
les rogamos a Uds. excusar cuolqui6
ro injusticia que, en la improviso
ción de opiniones pudiera deslizarse
Ahora podemos comenzar nuestro de
bote.
Propongo para esta discusión cierto
orden que nos permita enfocar pri·
mero los
tectural y
enseguida
te rísticos
nes.
aspectos de diseño arquide relación con lo ciudad,
los de estructura, caracconstructivos e instalacio-
Nuestra primera observación so refiere ol tomoño y formo del núcleo
" duro" del edificio, constituido por
ascensores, escaleras y duetos. De lo
observación del plano parece de ducirse uno desproporción entre es ta
óreo y lo destinado o oficinas. Cons·
tetamos que el núcleo corresponde
o un 20"1<- de lo superficie ú til, sin
contar con la ex¡stencia de un anillo
de circulación obligado a su aire·
dedor, que reduce todav ía más esa
relación.
LARRAGUIB EL:
Esta crítico no es nueva para no•
sotros, que discutimos largame nte
el asunto relativo a forma y dimensiones del núcleo en forma ton
arduo que el temo llegó o producir esc,s,ones en el e quipo inicial
del proye<to. Primitivamente, sus di•
mensiones estaban determinada s por
los núcleos de circulación y bote rías
de ascensores, que son ocho, y un
montacargas, calculados al mínimo
para un tronspor"te vertical eficien•
te. D&spués surgió el problema del
aire acondicionando, no considerado
en las especificaciones iniciales. los
dudas requeridos motivaron un crecimiento del núcleo superior de 15
m2 por piso, e l cual se produjo incluso o expensas de bodegas y otros
servicios que estaban contemplados.
No olvidemos que. en edificios norteamericanos y europeos existe coda
cierto número de pisos, uno completamente destinado o instalaciones,
que aquí no existe. Por otro porte,
en lo comparación de áreas deberá
tomarse en cuenta que lo superficie
de trobojo est6 completamente libre
de pilores, yo que todo el compromiso estructural se ha entregado al
núcleo y eso aumenta .. lógicamente,
su rendimiento.
Si el exceso de área se refiere a los
s e rvicios higiénicos centralizados en
el núcleo y repetidos pis o o piso,
no vale lo p,ena que me extienda e n
los ventajas de lo centralización y
sus dimensiones corresponden al número mínimo de artefactos establecido por la Ordenanza. Hay que reconocer, sí, que en la práctica los
se,-vicios higiénicos se han demostrado suficientes y, tal vez, exag erados.
SCHAPIRA:
En realidad,. no me refería solamen·
te o un problema de dimensiona miento, sino también de duplicidad.
¿Cómo nació la ideo de un núcleo
doble que repite vestíbulos, servi ·
cios y otros elementos susceptibles
de unificarse?
50
LARRAGUIBEL:
También en e l proyecto primitivo el
vestíbulo do asce nsores los enfrentaba cara a cara. Pero en este esquema , los escaleras que so n para
nosotros una muy importante vía de
comunicación e ntre pisos contiguos,
quedobon fuero del 6reo del vestíbulo, casi con el carácter d e escaleras de emergencia . Uds. soben que
si se oculto lo escalera, lo gente
no lo usa . A los americanos no les
importa, ya que poro ellos, las escaleras constituyen realmente equipo de emergencia y confían todo
el transporte a los ascans.ores, con
mayor consumo de energía y mayor
costo operativo. Por eso sus normas
recomiendan que los ascensores estén cara o cara ("foce to face") y
no espalda con espalda, como ocurre en el diseño de núcleo doble.
1
GONZALEZ:
Esto disposición binucleor, ¿les per·
mite diversificar el funcionamiento de
ambos vestíbulos de modo de utilizarlos con diferentes propósitos?
LARRAGUIBEL:
Por supuesto. Después de los 8 .30
llegan en 15 minutos 1500 personas
ol edificio y el requerimiento de los
vestíbu los corresponde exclusivamente a la circulación vertical. Si en ese
momento tuviéramos un sólo vestíbulo con los ascensores cara a cara, la cola d o personas excedería
toda el áreo previsto, congestionando al m6ximo. Actualmente, los boterías de ascensores están regulados
para absorber en forma equilibrada, por cado vestíbulo, el volumen
de público hacia los diferentes pisos.
Pero estamos todavía en experimen•
tación y anteayer, acabamos de cambiar el funcionamiento de lo batería
del lodo Oriente de acuerdo o lo
que la observación diaria nos está
dictando. Entre paréntesis, esos cambios son posibles en cualquier momento para cualquiera variante d o
recorrido gracias al sistema AUTOTRONIC, que se inscribe en una esp ecie de memoria eléctrónico y luego e l asce nsor se oiusta por sí mismo a la demanda determinada. Pero
volviendo o l temo : Cuando todo el
p e rsonal está en su sitio, bosta uno
sola batería de ascensores para e l
transporte local. Entonces e ntra en
servicio el vestíbulo de la botería
que estó d e poro con el objeto de
conexión interno entro los dos lodos del edificio, independiente del
movimiento d e público que llego y
sale. Y esto se produce espontáneamente, sin ningún tipo de señalizaciones.
1) El edificio Endeso o somo en el
horizonte santiaguino. Vista des.de el
Cerro Santo l ucía.
2 ) Contraste de dos épocas.
PLANTA DE UBICAC ION.
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SAN ISIORO
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SANTA ROSA
º- - •15c:::=::::i30m
AGUIRRE:
A las razones del colega larraguibel, quiero agregar otra, no menos
significativa acerca de la s olución
binuclear. Se refiere al aspecto estructural: la ventaja de longitud d e
muros resistentes en el sentido trans-
versal. El esquema de núcleo único
nos
daba
cuatro
muros
estructura-
les y los calculistas requerían cinco,
que conseguimos con la H central.
LAWNER:
Desearía pregun tar a los colegas
si se analizó la alternativo de plan-
ta cuadrado paro el edificio que,
en mi concepto, pudiera haber me-
jorado la relación núcleo•anillo.
LARRAGUIBEL:
El proyecto partió con una planta
muy cercana al cuad rado,
pero
te-
níamos ahí una desventaia de orientación. Esto solución nos daba igual
desarrollo de las fachadas Oriente
y Poniente en relación a las Norte
y Sur que consideramos más favo -
rable y que era posible por la disposición &el terreno. El resultado nos
da lo razón. Aun con la menor pro-
porción de fachada Oriente y Poniente, todavía tenemos problemas que
trotamos de corregir m edia nte el aire acondicionado. Primero confiamos
e n el vidrio polarizado impor-todo,
pero éste no nos dió los resulta·
dos previstos por el catálogo, donde la capacidad d e protección aparecía óptima, pero e n la práctica
no era tal, aparentemente, por ser
vidrios demasiado delgados (5 mm).
Ahora ciframos esperanzas en el barniz solar Sun•down que Uds. seguramente conocen, porque está aplicado e n el edificio de Tobalaba con
Providencia y estamos esperando que
llegue el producto.
AGUIRRE:
Aparte del problema de orientación,
la proporción 4 a 5 del núcleo en
ese primer ante proyecto daba un
área ins uficiente deiando algunos servicios fuera de él.
LAWNER:
Admito que en este país no tenemos mucho experiencia en edificios
de esto naturaleza. Nuestra impresión inicial, como dijo el Director, es
que lo relación núcleo - planta de
este proyecto era oigo deseq uilibrado. Pera parece ser que na la es
si se estudia el prob lema. Nuestro
colega Medina ha hecho un estudio
p o ro plantos de edificios norteamericanos con los siguientes resultados:
los edificios rectangulares don a lrededor de 20 % flu ctuando entre un
17 y un 20 % . los plantos cuadra·
das bajan hasta un 15 % , lo que
demuestra su mayor rendimiento. En
edificios de la misma envergadura
de este, de a lrededor de 10.000
piés cuadrados por piso {oprox.
1.000 m2), se dan las relaciones anotadas. Clara que, en e l coso actua l,
el plama de las ventanas ha sido
retrocedido alrededor de 1 mi. con
resp ecto a l plomo exterior y eso significa una pérdida neta de 150 m 2
por pisa .. ,
AGUIRRE:
En este momento, estoy hacie ndo un
edificio de planta cuadrada, o, m6s
bien, h exagonal, en todo coso, de si-
r
-r,
1 n"!;JA
51
3
4
3) Elevación norte.
4) Los p isos altos dominan la
nicie santiaguina.
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me tría ce ntral, que es lo que in·
t e resa . Y esta mos llegando a un 16
a 17 o/o m6s o menos, pe ra allí determ inan e l núcleo solame nte las ci,...
culacio nes vertica les, porque no ha y
aire acondicionado e n la fo rma trad icional, sino a base d e unidades
que se repite n por p iso ubicad as
dire ctame nte e n los cielos y los duetos están reducidos a no m ás de 1
m2 por piso. En cuanto a los to i•
le ttes, también ce ntraliza d os, está n
según e l m ínimo d e la Orde nan za .
GONZALEZ:
Los cálculos que ha mostrado M.
Lowner son lógicos si se considera
que, geométricamente, de dos formas, uno cuadrada y otra rectangular, querem os conservar un anilla perimetral de cola constante, el
núcleo del cuadrado tiene un área
menor que el del rectángulo. De
ahí un más alto rendimiento teórico
de la planta cuadrada para un pro·
grama determinado.
LAWNER:
PLANTA l er. SUBTERRANEO
1. Estacionamientos.
2. Ins talaciones de cocina.
3. Laboratorio elé ctrico.
SCHAPIRA :
4. Co p ia de Planos.
Para mí la pregun ta es esta: Supon·
gamos que el anillo alrededor de un
núcleo determinado creciera peri.
féricamente en forma progresiva. ¿En
qué medida este crecimien to altera·
ría al núcleo?
Ta l vez, en cierta magnitud peque·
ña, lo modificaría muy poca o nada.
Pero de pronto, al exceder ciertos
límites, se opera un cambio impor·
tente y no correlativo del n úcleo.
Hay que admitir que, por razones
de Ordenanzas y normas, el crecí.
miento es a saltos. Por ejemplo, a
partir de una determinada superfi.
cie de edificio se pasa de una a
dos escaleras y el cambio no es
progresivo. A partir de un cierto
número de personas se aumenta un
sistema de artefactos higiénicos, etc.
En consecuencia, la curva de crecí·
miento de la planta del edificio no
tiene la misma naturaleza de la
curva de crecimiento del núcleo y
tendríamos que representarla así:
(Fig. 2). Hay determinados niveles
en esta curva, antes del salta de la
curva nuclear que serían teóricamen·
le más favorables.
s.
HBl----.----1-.-RH
Ce ntral d e te lé fonos.
6 . Dep6sito d e libros.
7. Estanque d e agua.
8 . Subestaci6n e lé ctrica.
i 1~~~:!:~+@ l
1 ¡:.
De acuerdo, pero el problema está
en calificar realmente en qué medida
el núcleo rectangular o el cuadrado
son capaces de abastecer mejor los
necesidades del programa.
WJ :,
risférico d e be corres po nder un au me nto equ iva lente d e los elementos soporlont es del nú cleo. En otras palabras, m6s lo ngitud d e muros y mayores secciones, fue ra del proble ma
d el exceso de exte nsi6n si n apoyos
in te rmed ios para los e ntra ma d os del
á rea de trabajo.
SCHAPIRA:
lo cual conduce, precisamente, a lo
idea que ya insinu6bamos en el sen·
tido de que el núcleo queda deter·
minado más por rozones estructu·
roles que funcionales y esto vale
también para su orgonizac:ón ín ter·
na.
AGUIRRE:
Induda bleme nte. Los ame ricanos, por
e¡e mplo, trobaion con e ntramados
m e tálicos q ue les dan un marg e n
d e ext e nsi6n mucho mayor de l an illo perimetral con seccione s m e nores.
LARRAGUIBEL:
N osotros, como g ran cosa , t e ne mos
la vigue ta pre te nsada, que se utilizó
en todo el e dificio con la evidente
ve ntaja d e m e no r peso para la estr uctura, p e ro dando por d escontado que la posib ilidad de ma yores luces hacía c re ce r rápidame nte
la secc ión.
GONZALEZ:
Entonces, lo natural pareceria ha·
ber llevado toda la feneslracián fue.
ro del plomo de la estructura. Me
explico que no lo hicieron en razón
del carácter del edificio, cuya expre·
sión está logrado precisamen te por
el vigor y limpieza de la estructura
aparente hacia el ex terior. Pero me
surge una duda: ¿Se justifica el sa·
crificio de la superficie útil del edi.
ficio y su mayor costo consecuente
en funci6n de este valor de expre•
sión? Creo que esta pregunta no
tendríamos derecha a formularla en
relación con uno ética de creación
del arqui tecto, que no puede ser
progm6tico, pero... es que me asis·
ten dudas acerca de que los colegas se contradicen con esta gene·
rosidod, cuando aplican una gran
timidez y sentido más bien utilitaria
al tratamiento del primer piso.
SCHAPIRA:
Prefirirío dejar este temo para ulte~
rior debate a fin de no perder la
hilaci6n propuesta.
LARRA G UI BEL:
.
N UMERO 06 PE&50HAC
.
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M ..vo & 1tU<1>1,.,~l"
C ·d
M E HOR ~ Ol"' ~ M'(O
A GUIRRE:
Sí, p e ro la qu e Ust ed d ice implica
un dil e ma estru ctura l mu y serio. A
un a u me nto d e cota del anillo p e-
Voy a res po nde r, simple me nte, que
ese d esp lazamiento d e lo vidriera
hacia e l inte rior tie ne una justifica ci6n qu e el uso d el e dificio ha
venido o com proba r. En prime r lu•
gar, te n íam os nue stro s du das ace rca de que el nivel t écnico d e la
constru cción d e ve nta nos e n Chile
nos asegu rara una herme ticidad necesario para e l aire aco ndicionado.
Enseg uida, esta visera fo rma d a nos
p ro tege dura nte va ria s ho ras d e l d ía ,
e n las exposiciones más d esfa vora bles O rie nte y Ponie nte, y e n Invie rno, para la ex po sición No rte, un
buen p orcentaje d el ventanal corta
el sol y la luz molesta, d e lo contrario, e l e mpleado tend ría que ,~
t ira r s u escritorio d e l pla no de la
venta na, pe rdié ndose s upe rficie útil
de tra bajo.
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......
SCHAPIRA:
¿Qué largo tiene la visera en saliente y cuál es lo altura de piso o cie-
lo?
LARRAGUIBEL:
El saliente es de 1 mt. contra 2.60
mi. de altura de piso a cielo.
SCHAPIRA:
Entonces no concuerdo con la observación,. por cuanto en Santiago, los
ángulos
de
incidencia del
sol en
Verano, para lo orientación Oriente
o Poniente, varían aproximadamen-
te de 40 o 55 grados de cenit entre
los tres y cuatro de lo tarde. En estas condiciones un saliente de 1 mt.
protegerá,
teóricamente, un promedio no superior a un tercio del ven-
tana l.
AGUIRRE:
El retiro de lo vidriero fue, desde
el primer momento, un recurso que
decidimos porque el edificio no tenía previsto el aire acondicionado,
que se estimaba de un costo de 20
a 2S o/o del total de la obra. En consecuencia, la protección era un pié
forzado y ésta fue, limitada o no,
una de los soluciones posibles.
LARRAG UIBEL:
Efectivamente. Acepto que con esta
visera defenderíamos sólo un porcentaje de la ventana. Por eso, la
parte de abajo (tercio inferior) de la
ventana tenía especificado un sandwich térmico que, finalmente, no
colocamos, confiamos en e l Glavered, con los molos resultados que yo
expuse. Pero lo defensa proyectada
protegía un 30% más de la altura
de la ventano, Actualmente, trotamos de corregir desoiustes térmicos
con e l aire acondicionado, yo que
en algunas exposiciones la temperatura sube a 26 6 27 grados, en
circunstancia que te níamos prevista
uno media de 22 grados.
RELACIOIII DEL EDIFICIO
PLAZA DE INGRESO.
CON
LA
SCHAPIRA:
6) Plaza de ingrffa.
Entremos ahora al segundo temo de
discus ión. Aquí la observación que
podríamos hacer es mucho más categórico y en porte lo adelont6
Gont61ez en su intervención reciente. No s parece que este proyecto
adolece de una total desvinculación
del edificio con lo plazo de ingreso
y el tratamiento arquitectónico no
muestra un propósito de integrac' ón. El edificio aparece como una
coja colocado sobre uno plataforma, a su vez, elevada del nivel de
calle y esto cojo, o pesar de ser
de vidrio, se siente hermética, pese
al hecho de haberse dejado lo estructura aparente en todos los pisos. Aunque en el primer piso se
ha destocado algo mós dicha estructura, subsiste la fórmula de recorrer
perisfé ricamente el volumen con los
ventanales. No hubo ninguno ruplu·
ro -le lo formo rectangular ni tampoco sectores de penetración m6s
audaces del espacio externo hacia
el edificio mismo, lo que se hubiera
logrado retirando parcialmente lo,
paramentos de vidrio hacia adentro
o avanzando volúmenes hacia el exterior. Ademó,, se echo de menos
lo falto de un acento espacial de l
ingreso al edificio, lo cual es con•
secuencia del monótono tratamiento
señalado.
No sé si he sido cloro en estos observaciones. En tal caso, los colegas
que comparten lo ideo podrían complementarlo.
LARRAGUIBEL:
la crítica se entiende perfectamente
y, además, se iustifico. El mismo tema nos p reocupó b astante en su
tiempo. En el p royecto primitivo, el
área de primer piso que actualmente ocupa la sección conta bilidad, estaba abierto al exterior, con lo intención de incorporar espacialmente
la plaza. Pero las exigencias de programa fueron presionando de tal
moda que tuvimos que disponer lo
totalidad de lo superficie cubierto
del primer piso para las secciones
de otenci6n al público. No olviden
Uds. que el edificio cumpli 6 ocho
años desde que se program6 hasta
que se construy6. El programa primitivo era de 1000 personas y el
que finalmente hubo que adoptar,
fue de 1400 personas.
LAWNER:
¿No tuvieron Uds. posibilidades de
aumentar el espacio proporcionalmente a este 40% de crecimiento?
AGUIRRE:
Desgraciadamente, no; el desequilibrio era demasiado fuerte. Tan cierto es lo que ha dicho l orraguibel,
que la intención del proyecto fue
ubicar en prime r piso funciones más
libres, cuyas determinantes de dimensionamiento son menos rígidas.
Pero cuando e l edificio comenzó a
saturarse de arribo hacia abaio, se
hizo necesario redistribuir, colocando a lgunos de estas secciones en
el subterráneo.
Comprendo que eso explico el fen6meno señalado por Uds. pero no
excusa la crítica que, como arqui•
teclas, desde luego nosotros también
participamos.
Hay también otra ra:rón. l a torre
que estamos anal izando es una eta·
po d el conjunto y el edificio más
importante; pero el proyecto con·
sulta la construcci6n de otro pabellón de cuatro a cinco pisos, con doce mil metros cua drad os, que que-daría conectado mediante un pue nte en e l tercer nivel. Nosotros confiamos en que esa co nstrucción nos
p ermitirá descargar nuevamente algunas de las secciones que hoy saturan el primer piso, con el fin de
recuperar área abierta.
GONZALEZ:
Cuando discutimos este tema veÍo·
mos que la contradicción que se advierte al nivel de primer piso, que
aquí se ha señalado, est6 provocado no s61o por esto suerte de timidez en retirar en magnitud tan pequeña la fenestración en relación
con lo masa y altura de los pilares,
sino por el hecho redundante de
crear una segunda estructura de soporte en ese paramento retirado poro sostener los altillos. Entonces nos
preguntóbomos, sin ónimo de adelantar soluciones, si no podrían haberse colgado los entrepisos a bien
avanzado las vigas maelfras hasta
la estructura principal, a fin de con·
ducir lo carga hacia los robustos
pilares exteriores. Con lo cual, pudo
haberse conseguido un corredor de
circunvalación bojo el edificio.
~rr, -I
L::_L
Por otra parte, estoy convencido de
que el tratamiento de lo plazo de·
bi6 haber permitido acoger el edificio con desniveles, sean estos concebidos con un sentido barroco o un
sentido clásico de tratamiento del
espacio. Cualesquiera de ambos soluciones habría unido mejor lo plo·
za con el volumen que, actualmen te, no tiene una ubicación arquitectónico dentro del total de lo plaza
definido por los elementos mismos
que constituyen sus espacios internos y aquellos que lo propio plazo
crea. Por añadidura, el actual tra tamiento de plataforma alto destaca la obra como un monumento,
pero crea relaciones graduales de
circulación con el peatón que transita por lo vereda. Si bien lo generosa entrega del espacio abierto que Uds. han hecho o lo ciudad
es un acontecimiento positivo, no llegó a determinar espacialmente una
continuidad con lo calle.
Jorge Aguirre ha mencionado lo posibilidad de un puente que, sin duda va a enriquecer el conjunto, como también la aparición del nuevo
volumen edificado; pero ahora ca·
brío formularse lo pregunto: ¿Resistirá este edificio de una simetría
ton impecable y de una composición
ton purista, el impacto plástico de
un puente o cualquiera otro efe.
mento de ese tipo?
AGUIRRE:
Nosotros creemos que sí. Desde luego, la composición del coniunto par·
te de la premisa de mantener el edificio Josy existente por calle Santa
Rosa. En cuanto a la orientación
adoptado para la torre, ella mu estra claramente lo intención de crear
un amplio espacio de ingreso en la
esquina de los calles Santo Roso con
Marcoleta, que tenga la necesaria
dignidad. Este espacio libre, a l no
estor construído el segundo pabell6n
y sus amarras con la torre, no tiene forma. Se va a configurar precisamente con esta edificación y el
puente, lo cual hasta podría permitir el desplazamiento del acceso hacia e l otra lado.
LAWNER:
Para mí es un mérito de este proyecto el haber propuesto una etapa
de crecimiento de lo que generalmente prescindimos con cierto inconsciencia en el desarrollo de una institución o función social.
la experiencia de Uds. demuestra
que en e l lopso transcurrido entre
lo programación y lo ejecución yo
se había producido un crecimiento
de 40% en el personal de lo Endesa . Nuestro país exhibe, con in·
creíble pertinacia el caso de impor·
tantes edificios que aun no se han
concluido y ya se están modificando por soturoci6n.
LARRAGUIBEL:
Saturacfón no sólo do mayor personal, sino con la aparición do nuevas funcione-s, qu e, en nuestro caso, no estaba n previstas, como la
de computació n o p rocesamiento de
datos que, teórica mente, est6 destinada a reducir el personal, pero que
aumenta el espacio requerido. Esta
apareci6 en el año 67 y ha crecido de t al manera que Endesa es16 considerando la construcci6n de
0 EPARTAMENTO DE T"l"'IIOLOOIA
__J 1 '"' , ITECTONIC
V A _
• , l.
55
un odificio especial. Lo mismo ha
ocurrido con el analizador de red es
y e l d espacho de carga e léctrica y
el laboratorio e lé ctrico, qu e salió
de la Universidad de Chilo. Los cua tro servicios me ncionados son del
ordon do los 6.000 m2 d e s upe rficie adicional.
SCHAPI RA :
Pero, volviendo al tratamiento del
ingreso: el no haber acusado la en•
troda con ningún elemento arquitec·
tónico distintivo, ¿es deli berado?
LARRAGUIBEL:
No. El edificio contemplaba prim itivamente dos grandes marquesinas d o
hormigón que se suprimieron por•
que provocaban algunos problemas
estructurales de difícil solución. la
simetría total de la estructuro y el
hecho d e qu e el ma yor compromiso
sísmico se a signara al núcleo interno, fue la rozón poro que los calculistas no quisie ran e xponerse a
constru ir estas marquesinas que te ndrían qu e haberse " atado" al núcleo resistente.
LAWNER:
Aquí se han dicho muchos cosos pe·
ro yo, personalmente, estoy de acuerdo con el tratamiento que el proyecto o torga a la plaza. Considero
que el problema que se crea al trabajar con edificios de g ran altura
no es ha bitual, y plantea un cambio espacial cualitativo. Esto e scalo
lleva a un tra tamiento d e l conlor·
no simple como el que aquí se propone. Yo enco ntré e l diseño sobrio
de los pavimentos y de la pila, precisamente o escalo con lo magnitud del edificio.
El espacio libre ante uno construcción
como ésto tiene el objeto d e "dar
aire" a la masa edificado y o pesar
de ser de uso público, en ningún
caso le corres ponde un destino de
área de esparcimiento poro e f barrio, con u n diseño o escota vecina l como rec la maba G onzólez.
LARRAGUIBEL:
A tal punto hemos considerado este espacio de uso público que, la
diferencia de nivel tiene por objeto evitar la penetración del automóvil en la plaza, habiéndose previsto solamente un estacionamiento
subterráneo me diante una rampa de
bajoda por la colle San Is idro.
CASINO Y COCINA
SCHAPIRA:
Uno de los aspectos que nos ha parecido mós controvertible del p royecto es la ubicación dada a l Casino y la mayor parte de la cocina
en 29 piso. ¿ Po r qué se llegó a esa
solución?
LARRAGUIBEL:
Creo que la ratón principal fue que
nosotros te níamos que elevar, para
estos serv,c1os, un gran volumen d e
alime ntos y una gran cantidad de
agua. Si hubié ramos colocado el
Casino en e l último piso, habríamos ganado una vista espectacular
y e vitado la propagación de olores
con mayor facilidad . Pero habríamos tenido que multiplicar la ene rg ía necesaria para •te..var lo, eleme ntos ya señalados, con gran in-
56
6
cidencio e n el cos to. Piense n Uds. que
de los cuatro cilindros disponibles
para el agua ca liente, tres los con•
sume lo cocino, sin contar con el
vopor que se produce e n la planto
subtorrónoa y que hay que llevar
arribo.
LAWNER:
¿ Y el problema de la propagación
de olores? Q uiero record ar que, durante nuestra visita, el edificio e staba saturado de olor a cebolla proveniente de la cocina.
LARRAGUIBEL:
Efectivame nte, hemos tenido ese proble ma en algunas oportunidades, pero d ebido a errores que, en este
mom e nto estamos corrigiendo. La cocina fué proyectado o bojo presión
d e modo que el aire se d es place
d esde las oficinas hacia la cocina.
Pe ro por una disposición errada d e
una toma de aire en los pisos inferiores, que acabamos de d escubrir,
se producía o veces un d ese quilibrio
de presiones que alteraba este circuito, con los resultados que Uds
advirtieron. Actualmente, yo cerrada osta loma de aire, el problema
parece haberse resuelto.
AGUIRRE :
También podíamos hober ubicado cocina y come dor en s ubterráne o, pero
la solución fu e, obviame nte descartada por ratones de vista y agrado. Aparte de lo que ya se ha dicho, lo otro rozón que nos decidió
a ubicarlo as í fue la posibilidad dada d e una fácil cone xión futura con
ese pabell6n de cinco pisos que pensamos construir y del que ya hemos
hablado. Serón 1000 empleados más
para usar las mismas instalaciones
actuales. Si hubiéramos colocado arriba el Casino, estos mil personas habrían creado un conflicto de circulaciones verticales dentro del edificio.
LAWNER:
A lgunos miembros del Comité de Redacción e x presaron sus d ud as acerca
de si la ubicación que se dió a l edificio mismo era adecuada y se pregun ta b an si no hubiera sido má s
adecuado un e mplazamiento en el
barrio alto, cercano o Providencio,
e tc. ¿Qué opinan Uds. de eso?
LARRAGUIBEL:
Por d ive rsas circuns tancias qu e se
fueron sumando, compras de terrenos
contiguos, y de oficinas en un edificio ya existente, se fu e configurando una propiedad de Endesa sobre toda la mantona que finalmente
dete rminó lo ubicación de l edificio
allí. Por otra parte, los eje cutivos
d e la empresa siempre manifestaron
prefe re ncia por mante nerse en el centro de Santiago. En todo caso, el
e mplatamiento d e l edificio no correspondió ol resultado de un anális is urbanístico.
Un emplazamie nto en el barrio alto,
como se sugiere, no era descortable
por cuanto el standard g e neral del
empleado de Endesa es alto y la mayoría dispone de automóvil. En la
actualidad, se trato de estacionar
800 automóvil es e n las cercanías
d e l edificio, ya que e l actual estacionamie nto subte rráne o - único previsto en e l proyecto- tiene capacidad para 100 veJ,ículos, que son
los que ~nde, -. utllita para su aten-
..
6. Ingreso principal y espejo de
agua de la plata.
-
.
'-'
57
7
Sala de estar en e l entrepiso.
c1on diario. En consecuencia, no te-n íamos posibilidad alguna de estacionar esos 800 vehículos que hubieran significada m6s de 20.000 m2
de 6rea destinada a circulaci6n y
aparcamiento . Ni saturando completamente la plaza lo hubi éramos logrado. El problema se est6 resolviendo a mi ¡uicio, e n una forma
m6s l6gica . Se han formado coope•
rativos de empleados que, colectiva y organi:radomente, están com•
prando sitios y propiedades algo
devaluadas en los alrededores del
edicifio: calles Alonso Ovalle, Santo
Roso, etc. Actualmente se demuelen
los inmuebles poro utilizar el espacio libre, pero en el futuro, las mismos cooperativas proyectan contruír
ahí edificios destinados a estacionamientos de cuatro o más pisos de
propiedad de los empleados.
FENESTRACION Y MODULO.
SCHAPIRA:
Acerca de este tema, la impresión
principal es que la fenestroci6n no
est6 en armonía con el hecho de
que el edificio tenga climatización
artificial.
58
La contradicción se expreso de dos
maneras:
¿ Por qué, si hoy aire acondicionado,
son practicables los ve n tan as ?
En segundo lugar, la escala de las
ventanas y subidivisiones modulares
no guardo
relación
con
la es-
cala del edificio. La excesiva frag·
mentoción y pequeños paños practica bles, le confieren un carácter doméstica ante la magnitud de la fachada.
LARRAGUIBEL:
Por supuesto que Uds. no ignoran
que en el aspecto enunciado se involucra un valor psicológico: aun
con aire acondicionado, la gente
quiere contar con la posibilidad de
abrir la ventana. Hábito, necesidad
física, ¿insuficiencia del sistema? No
lo sé, pero lo 'Cierto es que allí
estamos permanentemente luchando
contra la tendencia del personal a
abrir las ventanas, con lo cual, naturalmente, desequilibran el sistema de climatización, introducen el
polvo, el ruido, etc. Desde que se
inauQuró lo climatización, Endesa ha
constatado un 1 S o/o m6s de rendimiento de sus empleados, en gran
parte, por efecto de ésta, pero la
hermeticidad es resistido.
Por otra porte, no obstante tratarse
d e Endesa, el edificio est6 sometido
a grovísimas pannes eléctricos. Re·
cientemente, la Cía. Chileno de Electricidad tuvo un corte que duró desde las ocho de lo moñona hasta los
ocho de la noche. El edificio, por
lo tanto, se quedó sin iluminación,
sin aire acondicionado, sin extrae•
ción en los servicios higiénicos y cocinas, sin elevación de agua y sin
ascensores. Tampoco fue posible almorzar porque estaba interrumpido
el servicio de vapor.
LAWNER:
¿No hay, para estos cosos, un gen e•
rodor de energia?
LARRAGUIBEL:
Hoy un generador de SO KWA que
solamente sirve para los luces pilotos de los pasillos y para mover un
ascensor.
SCHAPIRA:
Bueno, pero yo creo que en eso,
e videntemente, quedaron muy reducidos. El generador est6 ,ubdimen•
sionado, considerando la magnitud
del consumo de energía y la imposibilidad de ,u prescindencia. Recuer·
do que Ud. di6 un dato que me
8
Oficina colectiva típico
impresionó: "este
más energía que
Chiloé...".
edificio consume
todo lo isla de
LARRAGUIBEL:
Es que no era posible sin una ve rdadero planto e léctrico adicional, de
gran envergadura y costo.
AGUIRRE:
Sin e mbargo creo que, a pesar de
todo, la observación de fondo acerca
de lo fe nestroción, es justo y esto
otra vez tiene su origen en el hecho
de que primitivamente no se había
contemplado al aire acondicionado,
como ya diiimos, sino un siste ma de
calefacci6n convencional. Sólo cuando se pidieron propue stos poro esto
partida, dejando abierto la posibilidad de variantes, fue presentada
uno de climotización que nos pareció tan interesante, que finalmente lo
adoptamos. Pero, en esta etapa, el
edificio estaba estructurado y la
construcción, iniciada. En lo tocante
a los ventanas, también ero tarde
para los cambios.
LAWNER:
Y, en definitiva, el costo del aire
acondicionado, ¿no resultó excesivo
como Uds. habían supuesto?
LARRAGUIBEL:
No, porque adoptamos la s olución
de aire acondicionado 11sin deshumidificación", que era la partida más
onerosa de la propuesta: SO o/o de l
valor total, aproximadamente. Santiago tiene un promedio de 45%
de hum edad relativa y, en esas condiciones no se estimó indispensable
introducir humedad al aire natural.
SCHAPIRA:
Reconozcamos que, si Uds. no hubieron llegado al aire acondiciona·
do como solución, el partido de "ca·
jo de vidrio" propuesto para el edi.
ficio, habría dado un ambiente interior insoportable en Verano, a des·
pecho d e cualquier d ispositivo de
protección. Pero yo se tocó ese pun·
to anteriormen te.
LARRAGUIBEL:
Acepto que la crítica acerca de la
aper1ura de las ventanos, en puridad, es justa, pero el problema subsiste todavía para muchos edificios
en el mudo en que, pese al aire
acondicionado prefieren mantener
practicable un alto porcentaje de
las ventanas. Nosotros, finalmente,
hemos llegado a practicar el 25%
de las ventanas. Pero, además, la
prese ncia de una falla constructiva
-el palillo inferior de la venta na se
estaba flexionando- determinó que
fijáramos una de los hojas para utilizarla s como tirante. Con esta disposición, (lUedó operable no más de
un 10% de la f enestración.
AGUIRRE:
Quiero hacerme cargo de su otra
observació n, en el sentido de que la
fen &stroción aparece muy tradicional. Lo razón está en la modulación de los pilareios, que van o distancia d e 2 .60 mt, e ntre sí. Entre
ellos quedaron 2 ventanas de 1.30 m.
o cuatro hojas de 0 .65, que e fectivamente, coincide en lo medido con•
vencianal d e las hojas de abatimiento.
LAWNER:
Aqu i se ha tocado un problema que,
en general, poco hemos investigado.
El tipo de módulo a decuado paro
subdivisión en un edificio de ofici·
nos, o fin de lograr lo flexibilid ad
buscada. Reconozco que no tenemo$
el temo muy claro.
GONZALEZ:
En nuestra oficina hemos tenida a lgunas experiencia$ en ese $&ntido.
Algo que en e ste edificio se na to
59
D EPARTAMENTO DE :Jia-.otOt;IA
_J i
'
ITECTONICA Y A
n
!"AJ
9
cloromente es que el m6dulo odop·
todo fué bastante amplio, sin perjuicio del exceso de divisi6n de los
ventanas yo señalado. Creo que lo
distancio de 2.60 m. odoptodo, pue·
de reducirse en función de normas
europeos, que proponen medidos que
o nuestros ojos aparecen casi absurdas. Por ejemplo 1.80 m. en un edificio de oficinas, es un módulo aceptado universalmente. De lo cual se
deduce que, aparentemente, estamos sobredimensionando nuestros mo-
dulos nocionales.
LARRAGUIBEL:
Nosotros, después de bastante dis•
cusión, adoptamos lo norma de 4
pies de los americanos, que se basa
en el largo del tubo de lu• fluorescente, pero con ligera modificación.
Hicimos una lista de los principales
materiales nocionales de supe restructura y llegamos o lo conclusión de
que, pese o lo falto de standori•o·
ción -algunos usan normas en pulgadas y otros normas métricaslo unidad de 1.30 m. resultaba adecuado. Adem6s, esto modulación de
cielo nos ha permitido una completo movilidad de tabiques si n pro•
blemos de distribución de los luces.
AGUIRRE:
Aquí se ha dicho que lo dimensión
2 .60 m. poro el ancho entre tabiques, que corresponde a dos de
nuestros módulos de 1.30 sería excesiva. Nuevamente, la costumbre
tiene un valor que se debe considerar. Por lo demás, gran porte del
personal de lo Endesa utiliio tableros y equipo grande. Otro sector
del personal t iene labores bastante
privodas que requiere e l uso de la
oficina individual. Desde que se creó
Endeso , nunca funcionó verdaderamente en edificios de oficinas. La
mayor porte de los 17 inmuebles
que tenía, era n adaptaciones de antiguos departamentos o consultorios,
con salas de grandes dimensiones.
Esto hacía más violento el cambio y
por ende lo imposición del
gabinete de 2 mts., a menos.
LAWNER:
¿Cuál fue lo reoccoan de los usuarios ante el nuevo edificio?
LARRAGUIBEL:
Al principio, de gran resiste ncia. Pero lo práctico ha ido imponiendo el
nuevo ámbito de trabajo. En lo medida en que se co mienza ahora a
equiparlo adecuadamente -problema
sobre el cua l estamos trabajandola s reacciones ca mbian de negativa
o positivo. En lo actualidad en nuestros talleres se estud ia la estandarización del mobiliario, se ha c~me n•
iodo o aplicar los prototipos en
oficinas pilotos y se ha establecido
un programa de cuatro años en desarrollo de mueblería.
REALIZACIONES Y COSTOS.
GONZALEZ:
Estoy interesado en saber oigo ocer·
ca de este tema en relación con el
edificio. Principalmente, por los coracterísticas que lo distinguen: 1ol
vez el único ejemplo nuestro en que
el espacio se ho liberado de lo es·
60
9 ) Detalle de fenestración.
. . .. ,._,.
~
10
tructura para obtener una flexibili•
dad integral y en que la p erfección
de factura del hormigón aparente
lo sitúa casi fuera de las posibilidades de nuestro medio.
¿A qué costo se ha logrado esta
calidad? ¿Se ha requerido inversiones extraordinarias en moldojes, adi·
tivos, metodologías especiales, con·
troles, etc., que signifiquen exceder
los costos norma les de construcción?
LARRAGUIBEL:
11.12
Tengo aquí un estado de castos a
fines de Diciembre de 1968. En él
se consideran las cifras actualizadas d e las primeros inversiones, que
se iniciaron en Septiembre de 1965.
En esta lista se han suprimida ciertos gastos no imputables a la construcción, tales como las instalacio•
nes de cocina y desec hos, la central
telefónica (800 anexos con 100 tron•
cales), las lómparas y la subestación eléctri ca con su generador. Solamente las dos últimas partidas alcanzan a 1.000.000 de escudos cada
una. Tampoco se han incluido en este cólculo el casto del t erreno y las
obras de acondicionamiento exterior.
En cambio, están consideradas en el
precio las instalaciones de aire acondicionado, los ascensores, los eyectores de alcantarillado, las bombas,
incineradores, y todo tipo de instalaciones eléctricas especiales.
Según esos anteced entes, nuestras ci•
fras ya comprobadas dan E. cuarenta y un millones, para una edificación de 34.000 m2, esto es, aproxi•
madamente, E. 1.200 el m2.
SCHAPIRA:
Permítame aclarar dos dudas a cerca
de las cifras dadas a conocer:
¿ Está considerada en el precia la
tabiquería interior (paneles de madera enchapadas montados en perfiles de aluminio)?
¿Cuánto representa dentro del presupuesto el valor de la estructura
de hormigón aparente?
13
LARRAGUIBEL:
la partida de tabiquerías estó incluída en los costas con un valor de
E'? 1.000.000.- aproximadamente.
En cuanto a la incid enc ia de la obra
gru esa dentro d e l costo y, como par•
te d e ella, el hormigón aparente, no
te ngo la cifra a mano, pero puede
d ed ucirse de estos cálculos. Si les interesa , con todo gusto la proporcionaría posteriormente.
LAWNER:
Creo que hay una pregunta que está en la mente de cualquiera persona que mira el edificio y más aún,
si es un especialista: ¿Cómo pudie•
ron obtener Uds. esa calidad del
hormigón aparente?
1 O) Detalle constructivo en el que
se aprecian las vigas pretensadas y
la colocación de los equipos d e iluminación y el cielo falso.
l'l-12- 13) Un verdadera laboratorio;
las instalaciones de aire acondicionado.
é
L
LARRAGUIBEL:
Todo e l edificio estó calculado para
un hormigón de alta resistencia, en
qu e las tasas mós bajas son 300 Kg.
por cm2 a las 28 días, lo cual corresponde a 8 sacos de cemento por
m3 d e hormigón elaborado. Para el
concreto exterior d e pilares y vigas
aparentes se utilizó una arena amarilla cuarzosa proced ente de Marga•
Marga , con e l objeta de mejorar el
ingra to color de nuestra arena santiaguina. Aquí utilizamos, ade más,
OEPARTAME~TO DE 1 ,:<;'IIQLOGIA
•,lf•FNT•t
- _ ] ,.. -:.,,.t1TECTONICA
61
cemento pu:r.olánico, que tien e la
cualidad d e mejo rar notabl emen te
su escurrimiento mediante e l vi brado,
co n lo cual pudimos o btener uno
superficie perfecta . El personal qu e
manipula el hormigón durante la
obro tenia una primo especial para
med ir lo perfección del trabajo logrado. Puedo deci r con verdad era
satisfacción qu e, uno ve:r. hecho conciencia de la responsabilidad que a
coda uno se exigía, el resu ltad o fue
sorprendente. En todo eso enorme
masa de hormigón visto que co nstituye la fachada, no hubo una sola
reparación, retope o relleno que ejecutar. Por cierto que todo este nivel
de rigurosidad significó ol comien:r.o
dificultades co n e l personal de obra,
el cual no está acostumbrado en
nuestro medio o este tipo de trabajo
y tiende a descuidar o subestimar
las especificaciones que considero
exa gerados según su forma ción em•
pírico. Por ejem plo: ejecutor hormi•
gones de so brerrevoltura: El edificio
se concretaba en etapas y se de jaban " llaves de concretadura" en cada piso. luego de 28 días en que
se co mpletaba el período de fragua
de un determinado sector, debía
procederse a concretar esos llaves
con un horm igón muy especial, cuya
especificación indicada uno revolturo efe 28 minutos antes de vaciar.
Este tipo de tra bajo, en un comien:r.o
muy resistido y hasta sometido o
pe queños fraud es por parte del personal, terminó por imponerse como
método, aceptado y compartido.
lAWNER:
¿ Qué novedades aplicaron en mate·
ria de moldajes?.
lARRAGUIBEl:
Ninguna. Solamente un cuidadoso
arriostramiento y aplomo d e toda la
carpintería, ejecutado con álamo cepillado y machie mbrado. Todo corte
de concreto se efectuó en canterías
previstas en el diseño y ejecutadas
con mucha prolijidad en el moldaje.
GONZALEZ:
¿ Qué tipo de separadores para mantener los moldajes en su lugar?
lARRAGUlBEl:
Usamos, sobretodo en las grandes
vigas, se paradores de fierro con hilo
d e ntro de conos especiales, cuya bo·
ca exterior permitía la extracción
del separador. Por algún artificio
especia l que en este mom ento no
recuerdo, en los hormigones de En·
dese no hay huellas externas de la
cabeza del cono.
Y ya que hablamos d e moldaje y
artificios, quiero destocar el valor
que tiene e l factor humano e n todos
estos procesos. lo Empresa Deseo,
responsable de la construcción, proporcionó un carpintero mayor, lla•
modo Arteaga, quien resultó ser un
hombre extraordinario, por el cariño, iniciativa y afán d e perfección
que desplegó en la ejecución de los
moldajes. Endosa ten ia la exp eriencia
de la Central hidroeléctrica de Rapel, en la cual ya se habían reali zado buenos moldajes de sentido
convencional y nosotros llevamos a
Arteaga a ver ese trabajo y le
pedimos que lo emulara. Pero él se
dió maña para superarla. Trepado
sobre los enormes encofrados, in•
ventaba y enseñaba a los carpinte-
62
ros, a la
empleado
siglo XV
mí, este
nimo del
manera que deben habe r
lo s maestros anónimos d el
en las catedrales. Para
hombre es el héroe anóedificio.
GONZAlEZ:
Lo que cuenta larraguibel me pare·
ce muy importante paro nosotros que
permanentemente tenemos que suplir con inventivo y cariño por el
trabajo la falta de elementos industriales ad ecuados. Hace unos días
miraba cat6logos acerca de la indus,
trio de piezas metólicos especializa.
dos para moldaje de hormigones. En
Estados Unidos hay por lo menos cinco f6bricas que hocen diferentes tipos de separadores, abrazaderas,
mordozas, cantos en chafl6n, ele, en
general, todo aquello que aquí laboriosamente improvisamos descansando en la calidad humana del trabajador.
SCHAPIRA :
Dos preguntas m6s para completar
uno visión del procc,so:
¿Hubo elementos agregados al hormigón como aditivos, plastificontes
o retardadores de fragua? Y enseguida: ¿Cómo se protegió el hormigón terminado?
LARRAGUIBEl:
Ningún elemento agregado al hormigón, porque los ensayos ef ectua•
dos demostraron que eran inneceso•
rios. En cuanto a la segunda pregunto , e n un princi pio habíamos
pensado e n utili:r.or silicones paro
obte ner una superficie del hormigón
aparente protegida del agua y que
no a bsorbiera el polvo ni se manchara. Pero lo solución era muy cara. Finalmente planteamos el problema a lo industria qu ímico Harting, a la cual le pedimos que nos
hiciera un substituto nocional ode•
cuodo. Y nos proporcionó un produc,to baratísi mo, con e l modesto
nombre de "repelente Pato", el cual
de mostró extraordinarios resultados.
La experie ncia d e las lluvias nos dejó un edificio limpio y sin salpicaduras.
SCHAPIRA:
Aparentemente, habría muchos temas
laterales que tocor en relaci6n con
las interesantes experiencias constructivas que deja este edificio. En lo
visito que efectuamos nos impresionó
particularmente la precisión y lim·
pieza con que se ha trazado el re·
corrido de cañerías de instalaciones
eléctricas y de otro tipo, con todos
sus elementos registrables y a la
vista . Las salas de m6quinas del aire
acondicionado y de vapor son hermosos expresiones de laboratorios
automatizados, hechas con un cariño
y cuidado que realmente no habíamos visto hasta hoy entre nosotros.
Dan ganas de comentar todo esto y
destacar o otros tantas héroes anónimos trabajando en la profundidad
de los sublerr6neos o en lo alto de
los m6s tiles. Pero no todo es posible
de una solo vez. Considero que nuestro encuentro ha sido verdaderamente interesante y si los aspectos críticas pueden ser o no compa rtidas
o discutibles, el intercambio de experiencias tiene un valor evidente.
Agrade zco, de todo corazón a los
colegas Larraguibel y Aguirre en
nombre d e Au ca, su importante co•
laboración.
14
14) Hormigón, aluminio y vi drio.
15) Detalle de la esquina nor-poniente a la altura de los primeros
pisos.
15