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Foro Endesa

2020

/ -1 - -~ --- 1 <D ~ • 1 I' 1~ j J [J • r e .' ~ ¡_ ¡I 1 11 J A sistieron: luis Lorroguibel, arquitecto Jefe de la oficina técnica de Endesa, quien dirigió la elaboración del pro· yecto y aun controla su realización y Jorge Aguirre, arquitecto asesor de esa obra. 1TI • SEGUNDO PISO • Por parte de AUCA, participó en el foro la totalidad del Comi té de Redacción, representado por rozones prácticas mediante tres relatores: arquitecto Abraham Schapiro, Director de la Revista y los arquitectos Sergio Gonzólez y Miguel lawner. 1 • @ L, En el mes de Marzo recten posado,. a iniciativa de AUCA y con oportunidad de la publicación de una monografía sobre este edificio, se llevó a cabo una mesa redonda entre los arquitectos autores del proyecto Endesa y la Revista. El interés del comentario y observaciones críticas surgidos de este encuen tro, nos mueve a transcribirlo casi sin alteraciones de su versión textual, salvo aquellas decididos en beneficia del espacio disponible . • 1- FORO ENDESA 3. Despensas. 1. Cocino. 2. Comedor. SCHAPIRA: • • • • • 1 •. !• ¡ ' 1 I• ·1 :. i • • • • PLANTA PISO TIPO • 1 1 Quisiera decir oigo antes de iniciar nuestra mesa redonda. Esencialmen te, agradecer la presencia de los colegas larraguibel y Agu irre. No es habitual en este país que los or· quitectas se reunan a conversor acerco de sus obras, ni siquiera en un ambiente tan cordial como este. Supongo que la culpa de eso reside en un exceso de amor propio desplega· do en el quehacer del arquitecto, lo cual confiere a su obro el sentido de oigo personal, íntimo y, por esencia, no discutible públicamente. Este falso "pudor arquitectónico" ha te ndido un o cortina de silencio sobre el trabajo de los colegas en las últimos cincuenta años y ha motivado no sólo la falta de una actitud positiva hacia lo crítica, no sólo lo ausencia de receptividad sino también, de un lenguaje y una meto· dología adecuados a ese propósito. Y como ya a esto altura de los tiempos reconocemos que sin comunicación no hay progreso -y sin estructuras adecuadas de pensamiento y de lenguaje no hay comunicaciónse trato de romper la barrera que nos impide intercambiar tranquila y objetivamente ideos sobre nuestras propias obras. En Chile existe crítica literario, crítico de música o de pintura, pero no crítica de arquitectura. Sin embargo, por la que hasta ahora conocemos, la función de juzgar uno obra de arte está confiado a expertos: el crítico profesional o especializado que, en último término no hace sino pon tificar acerca del trabajo creador sometido o su arbitrio, examinándolo bajo los supuestos de su propia teoría o concepción del asunto. PLANTA GERENCIA l. Sala de Comité. 2. Oficinas. 3. Privado. 4. Gerente Genera l. s. Secretaría. 6. Espera. 7. Gere ncia. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Gerencia. G er encia. Directo rio. Comedo r Ge rencia. Repostero. Montacargas. No es este tipo d e crítica magistral lo que echamos de menos nosotros los arquitectos. A pesar del ejemplo brillante de los Zevi, los Giedeon, los Mumford y o tros sobradamente conocidos en el mundo arquitectural, hay dos motivos que -felizmentenos eximen de esta modalidad. En primer lugar porque entre nosotros parece no abundar personalidades de ton relevante jerarquía o quienes sus colegas acepten iuicios preponderantes, especialmente si son adversos. Y, lo que es m6s importante, porque siendo la producción orqui- tecturol coda vez más inevitablemente, un trabajo colectivo, de equipo, sólo el diólago que se inicia dentro de ese grupo responsable y que luego trasciende hacia la controversia pública y a la opinión del usuario puede conducir a elaborar juicios objetivos y no pre-juicios, acerca de la obra. Por eso AUCA los ha invitado o Uds. a conversor aquí y ahora, con oportunidad de presentar este edificio en la Revisto. Sobemos que se requiere una buena dosis de humildad o desprejuiciamiento por parte de los afectados para someter su trabajo al escalpelo analítico de quienes lo enjuician desde lejos, con cierto comodalidad, al margen de la penu· ria del tablero donde la obra se ha sufrido en su entera magnitud. Pues con su presencio, Uds. están demostrando esa valerosa disposición. Han llegado cordial y amistosamente a par ticipar en este encuentro y para nosotros, es una actitud e jemplar que realmente apreciamos para lo tarea común de recrear lo crítica en que estamos empeñados. Sólo me resta uno observación mós. Cuando nosotros opinamos críticamente, las ideas o los palabras parecen envolver iuicios nega tivos y, a veces, hasta peyorativos de una obro. Y aunque nos estamos refiriendo a parcialidades de ella, el cuadra que podría configurarse aparece sombrío. Pero esto es solamente una falla de expresión o de síntesis. Porque hoy muchas otros producciones frente a las cuales se guarda silencio d ebido o que su carencia de valores no motiva lo crítica. En otras palabras, el hober escogido una obra paro utilizarla como sujeto de discusión revela que ella posee valores destacados y con trovertibles, aun cuando muchas veces todo lo po· si tivo suele no aparecer en las observaciones. En particular y cualesquiera que sean las impugnaciones que aquí puedan surgir, quiero decir que el edificio Endesa ha sido considerado par AUCA una abro de alto valor en el panorama nacional, por su limpieza de diseño, sus características constructivas y sobretodo, por la profundidad y novedad de sus apor tes técnicos, muchos de los cuales obren un camino hacia el futuro. En e l Co- c. ... v 49 mité do Redacción de Auca hemos discutido el temo y hoy unonimi· dad al respecto. Es entonces, con es te iuicio de valor " in mente" que les rogamos a Uds. excusar cuolqui6 ro injusticia que, en la improviso ción de opiniones pudiera deslizarse Ahora podemos comenzar nuestro de bote. Propongo para esta discusión cierto orden que nos permita enfocar pri· mero los tectural y enseguida te rísticos nes. aspectos de diseño arquide relación con lo ciudad, los de estructura, caracconstructivos e instalacio- Nuestra primera observación so refiere ol tomoño y formo del núcleo " duro" del edificio, constituido por ascensores, escaleras y duetos. De lo observación del plano parece de ducirse uno desproporción entre es ta óreo y lo destinado o oficinas. Cons· tetamos que el núcleo corresponde o un 20"1<- de lo superficie ú til, sin contar con la ex¡stencia de un anillo de circulación obligado a su aire· dedor, que reduce todav ía más esa relación. LARRAGUIB EL: Esta crítico no es nueva para no• sotros, que discutimos largame nte el asunto relativo a forma y dimensiones del núcleo en forma ton arduo que el temo llegó o producir esc,s,ones en el e quipo inicial del proye<to. Primitivamente, sus di• mensiones estaban determinada s por los núcleos de circulación y bote rías de ascensores, que son ocho, y un montacargas, calculados al mínimo para un tronspor"te vertical eficien• te. D&spués surgió el problema del aire acondicionando, no considerado en las especificaciones iniciales. los dudas requeridos motivaron un crecimiento del núcleo superior de 15 m2 por piso, e l cual se produjo incluso o expensas de bodegas y otros servicios que estaban contemplados. No olvidemos que. en edificios norteamericanos y europeos existe coda cierto número de pisos, uno completamente destinado o instalaciones, que aquí no existe. Por otro porte, en lo comparación de áreas deberá tomarse en cuenta que lo superficie de trobojo est6 completamente libre de pilores, yo que todo el compromiso estructural se ha entregado al núcleo y eso aumenta .. lógicamente, su rendimiento. Si el exceso de área se refiere a los s e rvicios higiénicos centralizados en el núcleo y repetidos pis o o piso, no vale lo p,ena que me extienda e n los ventajas de lo centralización y sus dimensiones corresponden al número mínimo de artefactos establecido por la Ordenanza. Hay que reconocer, sí, que en la práctica los se,-vicios higiénicos se han demostrado suficientes y, tal vez, exag erados. SCHAPIRA: En realidad,. no me refería solamen· te o un problema de dimensiona miento, sino también de duplicidad. ¿Cómo nació la ideo de un núcleo doble que repite vestíbulos, servi · cios y otros elementos susceptibles de unificarse? 50 LARRAGUIBEL: También en e l proyecto primitivo el vestíbulo do asce nsores los enfrentaba cara a cara. Pero en este esquema , los escaleras que so n para nosotros una muy importante vía de comunicación e ntre pisos contiguos, quedobon fuero del 6reo del vestíbulo, casi con el carácter d e escaleras de emergencia . Uds. soben que si se oculto lo escalera, lo gente no lo usa . A los americanos no les importa, ya que poro ellos, las escaleras constituyen realmente equipo de emergencia y confían todo el transporte a los ascans.ores, con mayor consumo de energía y mayor costo operativo. Por eso sus normas recomiendan que los ascensores estén cara o cara ("foce to face") y no espalda con espalda, como ocurre en el diseño de núcleo doble. 1 GONZALEZ: Esto disposición binucleor, ¿les per· mite diversificar el funcionamiento de ambos vestíbulos de modo de utilizarlos con diferentes propósitos? LARRAGUIBEL: Por supuesto. Después de los 8 .30 llegan en 15 minutos 1500 personas ol edificio y el requerimiento de los vestíbu los corresponde exclusivamente a la circulación vertical. Si en ese momento tuviéramos un sólo vestíbulo con los ascensores cara a cara, la cola d o personas excedería toda el áreo previsto, congestionando al m6ximo. Actualmente, los boterías de ascensores están regulados para absorber en forma equilibrada, por cado vestíbulo, el volumen de público hacia los diferentes pisos. Pero estamos todavía en experimen• tación y anteayer, acabamos de cambiar el funcionamiento de lo batería del lodo Oriente de acuerdo o lo que la observación diaria nos está dictando. Entre paréntesis, esos cambios son posibles en cualquier momento para cualquiera variante d o recorrido gracias al sistema AUTOTRONIC, que se inscribe en una esp ecie de memoria eléctrónico y luego e l asce nsor se oiusta por sí mismo a la demanda determinada. Pero volviendo o l temo : Cuando todo el p e rsonal está en su sitio, bosta uno sola batería de ascensores para e l transporte local. Entonces e ntra en servicio el vestíbulo de la botería que estó d e poro con el objeto de conexión interno entro los dos lodos del edificio, independiente del movimiento d e público que llego y sale. Y esto se produce espontáneamente, sin ningún tipo de señalizaciones. 1) El edificio Endeso o somo en el horizonte santiaguino. Vista des.de el Cerro Santo l ucía. 2 ) Contraste de dos épocas. PLANTA DE UBICAC ION. _) L SAN ISIORO -~JL 1 -H- AV SANTA ROSA º- - •15c:::=::::i30m AGUIRRE: A las razones del colega larraguibel, quiero agregar otra, no menos significativa acerca de la s olución binuclear. Se refiere al aspecto estructural: la ventaja de longitud d e muros resistentes en el sentido trans- versal. El esquema de núcleo único nos daba cuatro muros estructura- les y los calculistas requerían cinco, que conseguimos con la H central. LAWNER: Desearía pregun tar a los colegas si se analizó la alternativo de plan- ta cuadrado paro el edificio que, en mi concepto, pudiera haber me- jorado la relación núcleo•anillo. LARRAGUIBEL: El proyecto partió con una planta muy cercana al cuad rado, pero te- níamos ahí una desventaia de orientación. Esto solución nos daba igual desarrollo de las fachadas Oriente y Poniente en relación a las Norte y Sur que consideramos más favo - rable y que era posible por la disposición &el terreno. El resultado nos da lo razón. Aun con la menor pro- porción de fachada Oriente y Poniente, todavía tenemos problemas que trotamos de corregir m edia nte el aire acondicionado. Primero confiamos e n el vidrio polarizado impor-todo, pero éste no nos dió los resulta· dos previstos por el catálogo, donde la capacidad d e protección aparecía óptima, pero e n la práctica no era tal, aparentemente, por ser vidrios demasiado delgados (5 mm). Ahora ciframos esperanzas en el barniz solar Sun•down que Uds. seguramente conocen, porque está aplicado e n el edificio de Tobalaba con Providencia y estamos esperando que llegue el producto. AGUIRRE: Aparte del problema de orientación, la proporción 4 a 5 del núcleo en ese primer ante proyecto daba un área ins uficiente deiando algunos servicios fuera de él. LAWNER: Admito que en este país no tenemos mucho experiencia en edificios de esto naturaleza. Nuestra impresión inicial, como dijo el Director, es que lo relación núcleo - planta de este proyecto era oigo deseq uilibrado. Pera parece ser que na la es si se estudia el prob lema. Nuestro colega Medina ha hecho un estudio p o ro plantos de edificios norteamericanos con los siguientes resultados: los edificios rectangulares don a lrededor de 20 % flu ctuando entre un 17 y un 20 % . los plantos cuadra· das bajan hasta un 15 % , lo que demuestra su mayor rendimiento. En edificios de la misma envergadura de este, de a lrededor de 10.000 piés cuadrados por piso {oprox. 1.000 m2), se dan las relaciones anotadas. Clara que, en e l coso actua l, el plama de las ventanas ha sido retrocedido alrededor de 1 mi. con resp ecto a l plomo exterior y eso significa una pérdida neta de 150 m 2 por pisa .. , AGUIRRE: En este momento, estoy hacie ndo un edificio de planta cuadrada, o, m6s bien, h exagonal, en todo coso, de si- r -r, 1 n"!;JA 51 3 4 3) Elevación norte. 4) Los p isos altos dominan la nicie santiaguina. 52 pla- ~JTITITIIrnnnmnrnnm11nm --- CJ u 1 I I 1 1 - - - - - --,-:-J 1 me tría ce ntral, que es lo que in· t e resa . Y esta mos llegando a un 16 a 17 o/o m6s o menos, pe ra allí determ inan e l núcleo solame nte las ci,... culacio nes vertica les, porque no ha y aire acondicionado e n la fo rma trad icional, sino a base d e unidades que se repite n por p iso ubicad as dire ctame nte e n los cielos y los duetos están reducidos a no m ás de 1 m2 por piso. En cuanto a los to i• le ttes, también ce ntraliza d os, está n según e l m ínimo d e la Orde nan za . GONZALEZ: Los cálculos que ha mostrado M. Lowner son lógicos si se considera que, geométricamente, de dos formas, uno cuadrada y otra rectangular, querem os conservar un anilla perimetral de cola constante, el núcleo del cuadrado tiene un área menor que el del rectángulo. De ahí un más alto rendimiento teórico de la planta cuadrada para un pro· grama determinado. LAWNER: PLANTA l er. SUBTERRANEO 1. Estacionamientos. 2. Ins talaciones de cocina. 3. Laboratorio elé ctrico. SCHAPIRA : 4. Co p ia de Planos. Para mí la pregun ta es esta: Supon· gamos que el anillo alrededor de un núcleo determinado creciera peri. féricamente en forma progresiva. ¿En qué medida este crecimien to altera· ría al núcleo? Ta l vez, en cierta magnitud peque· ña, lo modificaría muy poca o nada. Pero de pronto, al exceder ciertos límites, se opera un cambio impor· tente y no correlativo del n úcleo. Hay que admitir que, por razones de Ordenanzas y normas, el crecí. miento es a saltos. Por ejemplo, a partir de una determinada superfi. cie de edificio se pasa de una a dos escaleras y el cambio no es progresivo. A partir de un cierto número de personas se aumenta un sistema de artefactos higiénicos, etc. En consecuencia, la curva de crecí· miento de la planta del edificio no tiene la misma naturaleza de la curva de crecimiento del núcleo y tendríamos que representarla así: (Fig. 2). Hay determinados niveles en esta curva, antes del salta de la curva nuclear que serían teóricamen· le más favorables. s. HBl----.----1-.-RH Ce ntral d e te lé fonos. 6 . Dep6sito d e libros. 7. Estanque d e agua. 8 . Subestaci6n e lé ctrica. i 1~~~:!:~+@ l 1 ¡:. De acuerdo, pero el problema está en calificar realmente en qué medida el núcleo rectangular o el cuadrado son capaces de abastecer mejor los necesidades del programa. WJ :, risférico d e be corres po nder un au me nto equ iva lente d e los elementos soporlont es del nú cleo. En otras palabras, m6s lo ngitud d e muros y mayores secciones, fue ra del proble ma d el exceso de exte nsi6n si n apoyos in te rmed ios para los e ntra ma d os del á rea de trabajo. SCHAPIRA: lo cual conduce, precisamente, a lo idea que ya insinu6bamos en el sen· tido de que el núcleo queda deter· minado más por rozones estructu· roles que funcionales y esto vale también para su orgonizac:ón ín ter· na. AGUIRRE: Induda bleme nte. Los ame ricanos, por e¡e mplo, trobaion con e ntramados m e tálicos q ue les dan un marg e n d e ext e nsi6n mucho mayor de l an illo perimetral con seccione s m e nores. LARRAGUIBEL: N osotros, como g ran cosa , t e ne mos la vigue ta pre te nsada, que se utilizó en todo el e dificio con la evidente ve ntaja d e m e no r peso para la estr uctura, p e ro dando por d escontado que la posib ilidad de ma yores luces hacía c re ce r rápidame nte la secc ión. GONZALEZ: Entonces, lo natural pareceria ha· ber llevado toda la feneslracián fue. ro del plomo de la estructura. Me explico que no lo hicieron en razón del carácter del edificio, cuya expre· sión está logrado precisamen te por el vigor y limpieza de la estructura aparente hacia el ex terior. Pero me surge una duda: ¿Se justifica el sa· crificio de la superficie útil del edi. ficio y su mayor costo consecuente en funci6n de este valor de expre• sión? Creo que esta pregunta no tendríamos derecha a formularla en relación con uno ética de creación del arqui tecto, que no puede ser progm6tico, pero... es que me asis· ten dudas acerca de que los colegas se contradicen con esta gene· rosidod, cuando aplican una gran timidez y sentido más bien utilitaria al tratamiento del primer piso. SCHAPIRA: Prefirirío dejar este temo para ulte~ rior debate a fin de no perder la hilaci6n propuesta. LARRA G UI BEL: . N UMERO 06 PE&50HAC . 11 11 - 11 lf~ t tf 11 ~- ~ a . c. M ..vo & 1tU<1>1,.,~l" C ·d M E HOR ~ Ol"' ~ M'(O A GUIRRE: Sí, p e ro la qu e Ust ed d ice implica un dil e ma estru ctura l mu y serio. A un a u me nto d e cota del anillo p e- Voy a res po nde r, simple me nte, que ese d esp lazamiento d e lo vidriera hacia e l inte rior tie ne una justifica ci6n qu e el uso d el e dificio ha venido o com proba r. En prime r lu• gar, te n íam os nue stro s du das ace rca de que el nivel t écnico d e la constru cción d e ve nta nos e n Chile nos asegu rara una herme ticidad necesario para e l aire aco ndicionado. Enseg uida, esta visera fo rma d a nos p ro tege dura nte va ria s ho ras d e l d ía , e n las exposiciones más d esfa vora bles O rie nte y Ponie nte, y e n Invie rno, para la ex po sición No rte, un buen p orcentaje d el ventanal corta el sol y la luz molesta, d e lo contrario, e l e mpleado tend ría que ,~ t ira r s u escritorio d e l pla no de la venta na, pe rdié ndose s upe rficie útil de tra bajo. ., DEPARTAMENTO DE TECNDLOGIA • t c:~-r. rl•":i.. v 1r 53 - ------ P••iii•iiil•fllllllll!I IIHII IIHII -2~,1...1 ,, J - -- - F • ......·.....,·~ ;:..: . .,... ...... SCHAPIRA: ¿Qué largo tiene la visera en saliente y cuál es lo altura de piso o cie- lo? LARRAGUIBEL: El saliente es de 1 mt. contra 2.60 mi. de altura de piso a cielo. SCHAPIRA: Entonces no concuerdo con la observación,. por cuanto en Santiago, los ángulos de incidencia del sol en Verano, para lo orientación Oriente o Poniente, varían aproximadamen- te de 40 o 55 grados de cenit entre los tres y cuatro de lo tarde. En estas condiciones un saliente de 1 mt. protegerá, teóricamente, un promedio no superior a un tercio del ven- tana l. AGUIRRE: El retiro de lo vidriero fue, desde el primer momento, un recurso que decidimos porque el edificio no tenía previsto el aire acondicionado, que se estimaba de un costo de 20 a 2S o/o del total de la obra. En consecuencia, la protección era un pié forzado y ésta fue, limitada o no, una de los soluciones posibles. LARRAG UIBEL: Efectivamente. Acepto que con esta visera defenderíamos sólo un porcentaje de la ventana. Por eso, la parte de abajo (tercio inferior) de la ventana tenía especificado un sandwich térmico que, finalmente, no colocamos, confiamos en e l Glavered, con los molos resultados que yo expuse. Pero lo defensa proyectada protegía un 30% más de la altura de la ventano, Actualmente, trotamos de corregir desoiustes térmicos con e l aire acondicionado, yo que en algunas exposiciones la temperatura sube a 26 6 27 grados, en circunstancia que te níamos prevista uno media de 22 grados. RELACIOIII DEL EDIFICIO PLAZA DE INGRESO. CON LA SCHAPIRA: 6) Plaza de ingrffa. Entremos ahora al segundo temo de discus ión. Aquí la observación que podríamos hacer es mucho más categórico y en porte lo adelont6 Gont61ez en su intervención reciente. No s parece que este proyecto adolece de una total desvinculación del edificio con lo plazo de ingreso y el tratamiento arquitectónico no muestra un propósito de integrac' ón. El edificio aparece como una coja colocado sobre uno plataforma, a su vez, elevada del nivel de calle y esto cojo, o pesar de ser de vidrio, se siente hermética, pese al hecho de haberse dejado lo estructura aparente en todos los pisos. Aunque en el primer piso se ha destocado algo mós dicha estructura, subsiste la fórmula de recorrer perisfé ricamente el volumen con los ventanales. No hubo ninguno ruplu· ro -le lo formo rectangular ni tampoco sectores de penetración m6s audaces del espacio externo hacia el edificio mismo, lo que se hubiera logrado retirando parcialmente lo, paramentos de vidrio hacia adentro o avanzando volúmenes hacia el exterior. Ademó,, se echo de menos lo falto de un acento espacial de l ingreso al edificio, lo cual es con• secuencia del monótono tratamiento señalado. No sé si he sido cloro en estos observaciones. En tal caso, los colegas que comparten lo ideo podrían complementarlo. LARRAGUIBEL: la crítica se entiende perfectamente y, además, se iustifico. El mismo tema nos p reocupó b astante en su tiempo. En el p royecto primitivo, el área de primer piso que actualmente ocupa la sección conta bilidad, estaba abierto al exterior, con lo intención de incorporar espacialmente la plaza. Pero las exigencias de programa fueron presionando de tal moda que tuvimos que disponer lo totalidad de lo superficie cubierto del primer piso para las secciones de otenci6n al público. No olviden Uds. que el edificio cumpli 6 ocho años desde que se program6 hasta que se construy6. El programa primitivo era de 1000 personas y el que finalmente hubo que adoptar, fue de 1400 personas. LAWNER: ¿No tuvieron Uds. posibilidades de aumentar el espacio proporcionalmente a este 40% de crecimiento? AGUIRRE: Desgraciadamente, no; el desequilibrio era demasiado fuerte. Tan cierto es lo que ha dicho l orraguibel, que la intención del proyecto fue ubicar en prime r piso funciones más libres, cuyas determinantes de dimensionamiento son menos rígidas. Pero cuando e l edificio comenzó a saturarse de arribo hacia abaio, se hizo necesario redistribuir, colocando a lgunos de estas secciones en el subterráneo. Comprendo que eso explico el fen6meno señalado por Uds. pero no excusa la crítica que, como arqui• teclas, desde luego nosotros también participamos. Hay también otra ra:rón. l a torre que estamos anal izando es una eta· po d el conjunto y el edificio más importante; pero el proyecto con· sulta la construcci6n de otro pabellón de cuatro a cinco pisos, con doce mil metros cua drad os, que que-daría conectado mediante un pue nte en e l tercer nivel. Nosotros confiamos en que esa co nstrucción nos p ermitirá descargar nuevamente algunas de las secciones que hoy saturan el primer piso, con el fin de recuperar área abierta. GONZALEZ: Cuando discutimos este tema veÍo· mos que la contradicción que se advierte al nivel de primer piso, que aquí se ha señalado, est6 provocado no s61o por esto suerte de timidez en retirar en magnitud tan pequeña la fenestración en relación con lo masa y altura de los pilares, sino por el hecho redundante de crear una segunda estructura de soporte en ese paramento retirado poro sostener los altillos. Entonces nos preguntóbomos, sin ónimo de adelantar soluciones, si no podrían haberse colgado los entrepisos a bien avanzado las vigas maelfras hasta la estructura principal, a fin de con· ducir lo carga hacia los robustos pilares exteriores. Con lo cual, pudo haberse conseguido un corredor de circunvalación bojo el edificio. ~rr, -I L::_L Por otra parte, estoy convencido de que el tratamiento de lo plazo de· bi6 haber permitido acoger el edificio con desniveles, sean estos concebidos con un sentido barroco o un sentido clásico de tratamiento del espacio. Cualesquiera de ambos soluciones habría unido mejor lo plo· za con el volumen que, actualmen te, no tiene una ubicación arquitectónico dentro del total de lo plaza definido por los elementos mismos que constituyen sus espacios internos y aquellos que lo propio plazo crea. Por añadidura, el actual tra tamiento de plataforma alto destaca la obra como un monumento, pero crea relaciones graduales de circulación con el peatón que transita por lo vereda. Si bien lo generosa entrega del espacio abierto que Uds. han hecho o lo ciudad es un acontecimiento positivo, no llegó a determinar espacialmente una continuidad con lo calle. Jorge Aguirre ha mencionado lo posibilidad de un puente que, sin duda va a enriquecer el conjunto, como también la aparición del nuevo volumen edificado; pero ahora ca· brío formularse lo pregunto: ¿Resistirá este edificio de una simetría ton impecable y de una composición ton purista, el impacto plástico de un puente o cualquiera otro efe. mento de ese tipo? AGUIRRE: Nosotros creemos que sí. Desde luego, la composición del coniunto par· te de la premisa de mantener el edificio Josy existente por calle Santa Rosa. En cuanto a la orientación adoptado para la torre, ella mu estra claramente lo intención de crear un amplio espacio de ingreso en la esquina de los calles Santo Roso con Marcoleta, que tenga la necesaria dignidad. Este espacio libre, a l no estor construído el segundo pabell6n y sus amarras con la torre, no tiene forma. Se va a configurar precisamente con esta edificación y el puente, lo cual hasta podría permitir el desplazamiento del acceso hacia e l otra lado. LAWNER: Para mí es un mérito de este proyecto el haber propuesto una etapa de crecimiento de lo que generalmente prescindimos con cierto inconsciencia en el desarrollo de una institución o función social. la experiencia de Uds. demuestra que en e l lopso transcurrido entre lo programación y lo ejecución yo se había producido un crecimiento de 40% en el personal de lo Endesa . Nuestro país exhibe, con in· creíble pertinacia el caso de impor· tantes edificios que aun no se han concluido y ya se están modificando por soturoci6n. LARRAGUIBEL: Saturacfón no sólo do mayor personal, sino con la aparición do nuevas funcione-s, qu e, en nuestro caso, no estaba n previstas, como la de computació n o p rocesamiento de datos que, teórica mente, est6 destinada a reducir el personal, pero que aumenta el espacio requerido. Esta apareci6 en el año 67 y ha crecido de t al manera que Endesa es16 considerando la construcci6n de 0 EPARTAMENTO DE T"l"'IIOLOOIA __J 1 '"' , ITECTONIC V A _ • , l. 55 un odificio especial. Lo mismo ha ocurrido con el analizador de red es y e l d espacho de carga e léctrica y el laboratorio e lé ctrico, qu e salió de la Universidad de Chilo. Los cua tro servicios me ncionados son del ordon do los 6.000 m2 d e s upe rficie adicional. SCHAPI RA : Pero, volviendo al tratamiento del ingreso: el no haber acusado la en• troda con ningún elemento arquitec· tónico distintivo, ¿es deli berado? LARRAGUIBEL: No. El edificio contemplaba prim itivamente dos grandes marquesinas d o hormigón que se suprimieron por• que provocaban algunos problemas estructurales de difícil solución. la simetría total de la estructuro y el hecho d e qu e el ma yor compromiso sísmico se a signara al núcleo interno, fue la rozón poro que los calculistas no quisie ran e xponerse a constru ir estas marquesinas que te ndrían qu e haberse " atado" al núcleo resistente. LAWNER: Aquí se han dicho muchos cosos pe· ro yo, personalmente, estoy de acuerdo con el tratamiento que el proyecto o torga a la plaza. Considero que el problema que se crea al trabajar con edificios de g ran altura no es ha bitual, y plantea un cambio espacial cualitativo. Esto e scalo lleva a un tra tamiento d e l conlor· no simple como el que aquí se propone. Yo enco ntré e l diseño sobrio de los pavimentos y de la pila, precisamente o escalo con lo magnitud del edificio. El espacio libre ante uno construcción como ésto tiene el objeto d e "dar aire" a la masa edificado y o pesar de ser de uso público, en ningún caso le corres ponde un destino de área de esparcimiento poro e f barrio, con u n diseño o escota vecina l como rec la maba G onzólez. LARRAGUIBEL: A tal punto hemos considerado este espacio de uso público que, la diferencia de nivel tiene por objeto evitar la penetración del automóvil en la plaza, habiéndose previsto solamente un estacionamiento subterráneo me diante una rampa de bajoda por la colle San Is idro. CASINO Y COCINA SCHAPIRA: Uno de los aspectos que nos ha parecido mós controvertible del p royecto es la ubicación dada a l Casino y la mayor parte de la cocina en 29 piso. ¿ Po r qué se llegó a esa solución? LARRAGUIBEL: Creo que la ratón principal fue que nosotros te níamos que elevar, para estos serv,c1os, un gran volumen d e alime ntos y una gran cantidad de agua. Si hubié ramos colocado el Casino en e l último piso, habríamos ganado una vista espectacular y e vitado la propagación de olores con mayor facilidad . Pero habríamos tenido que multiplicar la ene rg ía necesaria para •te..var lo, eleme ntos ya señalados, con gran in- 56 6 cidencio e n el cos to. Piense n Uds. que de los cuatro cilindros disponibles para el agua ca liente, tres los con• sume lo cocino, sin contar con el vopor que se produce e n la planto subtorrónoa y que hay que llevar arribo. LAWNER: ¿ Y el problema de la propagación de olores? Q uiero record ar que, durante nuestra visita, el edificio e staba saturado de olor a cebolla proveniente de la cocina. LARRAGUIBEL: Efectivame nte, hemos tenido ese proble ma en algunas oportunidades, pero d ebido a errores que, en este mom e nto estamos corrigiendo. La cocina fué proyectado o bojo presión d e modo que el aire se d es place d esde las oficinas hacia la cocina. Pe ro por una disposición errada d e una toma de aire en los pisos inferiores, que acabamos de d escubrir, se producía o veces un d ese quilibrio de presiones que alteraba este circuito, con los resultados que Uds advirtieron. Actualmente, yo cerrada osta loma de aire, el problema parece haberse resuelto. AGUIRRE : También podíamos hober ubicado cocina y come dor en s ubterráne o, pero la solución fu e, obviame nte descartada por ratones de vista y agrado. Aparte de lo que ya se ha dicho, lo otro rozón que nos decidió a ubicarlo as í fue la posibilidad dada d e una fácil cone xión futura con ese pabell6n de cinco pisos que pensamos construir y del que ya hemos hablado. Serón 1000 empleados más para usar las mismas instalaciones actuales. Si hubiéramos colocado arriba el Casino, estos mil personas habrían creado un conflicto de circulaciones verticales dentro del edificio. LAWNER: A lgunos miembros del Comité de Redacción e x presaron sus d ud as acerca de si la ubicación que se dió a l edificio mismo era adecuada y se pregun ta b an si no hubiera sido má s adecuado un e mplazamiento en el barrio alto, cercano o Providencio, e tc. ¿Qué opinan Uds. de eso? LARRAGUIBEL: Por d ive rsas circuns tancias qu e se fueron sumando, compras de terrenos contiguos, y de oficinas en un edificio ya existente, se fu e configurando una propiedad de Endesa sobre toda la mantona que finalmente dete rminó lo ubicación de l edificio allí. Por otra parte, los eje cutivos d e la empresa siempre manifestaron prefe re ncia por mante nerse en el centro de Santiago. En todo caso, el e mplatamiento d e l edificio no correspondió ol resultado de un anális is urbanístico. Un emplazamie nto en el barrio alto, como se sugiere, no era descortable por cuanto el standard g e neral del empleado de Endesa es alto y la mayoría dispone de automóvil. En la actualidad, se trato de estacionar 800 automóvil es e n las cercanías d e l edificio, ya que e l actual estacionamie nto subte rráne o - único previsto en e l proyecto- tiene capacidad para 100 veJ,ículos, que son los que ~nde, -. utllita para su aten- .. 6. Ingreso principal y espejo de agua de la plata. - . '-' 57 7 Sala de estar en e l entrepiso. c1on diario. En consecuencia, no te-n íamos posibilidad alguna de estacionar esos 800 vehículos que hubieran significada m6s de 20.000 m2 de 6rea destinada a circulaci6n y aparcamiento . Ni saturando completamente la plaza lo hubi éramos logrado. El problema se est6 resolviendo a mi ¡uicio, e n una forma m6s l6gica . Se han formado coope• rativos de empleados que, colectiva y organi:radomente, están com• prando sitios y propiedades algo devaluadas en los alrededores del edicifio: calles Alonso Ovalle, Santo Roso, etc. Actualmente se demuelen los inmuebles poro utilizar el espacio libre, pero en el futuro, las mismos cooperativas proyectan contruír ahí edificios destinados a estacionamientos de cuatro o más pisos de propiedad de los empleados. FENESTRACION Y MODULO. SCHAPIRA: Acerca de este tema, la impresión principal es que la fenestroci6n no est6 en armonía con el hecho de que el edificio tenga climatización artificial. 58 La contradicción se expreso de dos maneras: ¿ Por qué, si hoy aire acondicionado, son practicables los ve n tan as ? En segundo lugar, la escala de las ventanas y subidivisiones modulares no guardo relación con la es- cala del edificio. La excesiva frag· mentoción y pequeños paños practica bles, le confieren un carácter doméstica ante la magnitud de la fachada. LARRAGUIBEL: Por supuesto que Uds. no ignoran que en el aspecto enunciado se involucra un valor psicológico: aun con aire acondicionado, la gente quiere contar con la posibilidad de abrir la ventana. Hábito, necesidad física, ¿insuficiencia del sistema? No lo sé, pero lo 'Cierto es que allí estamos permanentemente luchando contra la tendencia del personal a abrir las ventanas, con lo cual, naturalmente, desequilibran el sistema de climatización, introducen el polvo, el ruido, etc. Desde que se inauQuró lo climatización, Endesa ha constatado un 1 S o/o m6s de rendimiento de sus empleados, en gran parte, por efecto de ésta, pero la hermeticidad es resistido. Por otra porte, no obstante tratarse d e Endesa, el edificio est6 sometido a grovísimas pannes eléctricos. Re· cientemente, la Cía. Chileno de Electricidad tuvo un corte que duró desde las ocho de lo moñona hasta los ocho de la noche. El edificio, por lo tanto, se quedó sin iluminación, sin aire acondicionado, sin extrae• ción en los servicios higiénicos y cocinas, sin elevación de agua y sin ascensores. Tampoco fue posible almorzar porque estaba interrumpido el servicio de vapor. LAWNER: ¿No hay, para estos cosos, un gen e• rodor de energia? LARRAGUIBEL: Hoy un generador de SO KWA que solamente sirve para los luces pilotos de los pasillos y para mover un ascensor. SCHAPIRA: Bueno, pero yo creo que en eso, e videntemente, quedaron muy reducidos. El generador est6 ,ubdimen• sionado, considerando la magnitud del consumo de energía y la imposibilidad de ,u prescindencia. Recuer· do que Ud. di6 un dato que me 8 Oficina colectiva típico impresionó: "este más energía que Chiloé...". edificio consume todo lo isla de LARRAGUIBEL: Es que no era posible sin una ve rdadero planto e léctrico adicional, de gran envergadura y costo. AGUIRRE: Sin e mbargo creo que, a pesar de todo, la observación de fondo acerca de lo fe nestroción, es justo y esto otra vez tiene su origen en el hecho de que primitivamente no se había contemplado al aire acondicionado, como ya diiimos, sino un siste ma de calefacci6n convencional. Sólo cuando se pidieron propue stos poro esto partida, dejando abierto la posibilidad de variantes, fue presentada uno de climotización que nos pareció tan interesante, que finalmente lo adoptamos. Pero, en esta etapa, el edificio estaba estructurado y la construcción, iniciada. En lo tocante a los ventanas, también ero tarde para los cambios. LAWNER: Y, en definitiva, el costo del aire acondicionado, ¿no resultó excesivo como Uds. habían supuesto? LARRAGUIBEL: No, porque adoptamos la s olución de aire acondicionado 11sin deshumidificación", que era la partida más onerosa de la propuesta: SO o/o de l valor total, aproximadamente. Santiago tiene un promedio de 45% de hum edad relativa y, en esas condiciones no se estimó indispensable introducir humedad al aire natural. SCHAPIRA: Reconozcamos que, si Uds. no hubieron llegado al aire acondiciona· do como solución, el partido de "ca· jo de vidrio" propuesto para el edi. ficio, habría dado un ambiente interior insoportable en Verano, a des· pecho d e cualquier d ispositivo de protección. Pero yo se tocó ese pun· to anteriormen te. LARRAGUIBEL: Acepto que la crítica acerca de la aper1ura de las ventanos, en puridad, es justa, pero el problema subsiste todavía para muchos edificios en el mudo en que, pese al aire acondicionado prefieren mantener practicable un alto porcentaje de las ventanas. Nosotros, finalmente, hemos llegado a practicar el 25% de las ventanas. Pero, además, la prese ncia de una falla constructiva -el palillo inferior de la venta na se estaba flexionando- determinó que fijáramos una de los hojas para utilizarla s como tirante. Con esta disposición, (lUedó operable no más de un 10% de la f enestración. AGUIRRE: Quiero hacerme cargo de su otra observació n, en el sentido de que la fen &stroción aparece muy tradicional. Lo razón está en la modulación de los pilareios, que van o distancia d e 2 .60 mt, e ntre sí. Entre ellos quedaron 2 ventanas de 1.30 m. o cuatro hojas de 0 .65, que e fectivamente, coincide en lo medido con• vencianal d e las hojas de abatimiento. LAWNER: Aqu i se ha tocado un problema que, en general, poco hemos investigado. El tipo de módulo a decuado paro subdivisión en un edificio de ofici· nos, o fin de lograr lo flexibilid ad buscada. Reconozco que no tenemo$ el temo muy claro. GONZALEZ: En nuestra oficina hemos tenida a lgunas experiencia$ en ese $&ntido. Algo que en e ste edificio se na to 59 D EPARTAMENTO DE :Jia-.otOt;IA _J i ' ITECTONICA Y A n !"AJ 9 cloromente es que el m6dulo odop· todo fué bastante amplio, sin perjuicio del exceso de divisi6n de los ventanas yo señalado. Creo que lo distancio de 2.60 m. odoptodo, pue· de reducirse en función de normas europeos, que proponen medidos que o nuestros ojos aparecen casi absurdas. Por ejemplo 1.80 m. en un edificio de oficinas, es un módulo aceptado universalmente. De lo cual se deduce que, aparentemente, estamos sobredimensionando nuestros mo- dulos nocionales. LARRAGUIBEL: Nosotros, después de bastante dis• cusión, adoptamos lo norma de 4 pies de los americanos, que se basa en el largo del tubo de lu• fluorescente, pero con ligera modificación. Hicimos una lista de los principales materiales nocionales de supe restructura y llegamos o lo conclusión de que, pese o lo falto de standori•o· ción -algunos usan normas en pulgadas y otros normas métricaslo unidad de 1.30 m. resultaba adecuado. Adem6s, esto modulación de cielo nos ha permitido una completo movilidad de tabiques si n pro• blemos de distribución de los luces. AGUIRRE: Aquí se ha dicho que lo dimensión 2 .60 m. poro el ancho entre tabiques, que corresponde a dos de nuestros módulos de 1.30 sería excesiva. Nuevamente, la costumbre tiene un valor que se debe considerar. Por lo demás, gran porte del personal de lo Endesa utiliio tableros y equipo grande. Otro sector del personal t iene labores bastante privodas que requiere e l uso de la oficina individual. Desde que se creó Endeso , nunca funcionó verdaderamente en edificios de oficinas. La mayor porte de los 17 inmuebles que tenía, era n adaptaciones de antiguos departamentos o consultorios, con salas de grandes dimensiones. Esto hacía más violento el cambio y por ende lo imposición del gabinete de 2 mts., a menos. LAWNER: ¿Cuál fue lo reoccoan de los usuarios ante el nuevo edificio? LARRAGUIBEL: Al principio, de gran resiste ncia. Pero lo práctico ha ido imponiendo el nuevo ámbito de trabajo. En lo medida en que se co mienza ahora a equiparlo adecuadamente -problema sobre el cua l estamos trabajandola s reacciones ca mbian de negativa o positivo. En lo actualidad en nuestros talleres se estud ia la estandarización del mobiliario, se ha c~me n• iodo o aplicar los prototipos en oficinas pilotos y se ha establecido un programa de cuatro años en desarrollo de mueblería. REALIZACIONES Y COSTOS. GONZALEZ: Estoy interesado en saber oigo ocer· ca de este tema en relación con el edificio. Principalmente, por los coracterísticas que lo distinguen: 1ol vez el único ejemplo nuestro en que el espacio se ho liberado de lo es· 60 9 ) Detalle de fenestración. . . .. ,._,. ~ 10 tructura para obtener una flexibili• dad integral y en que la p erfección de factura del hormigón aparente lo sitúa casi fuera de las posibilidades de nuestro medio. ¿A qué costo se ha logrado esta calidad? ¿Se ha requerido inversiones extraordinarias en moldojes, adi· tivos, metodologías especiales, con· troles, etc., que signifiquen exceder los costos norma les de construcción? LARRAGUIBEL: 11.12 Tengo aquí un estado de castos a fines de Diciembre de 1968. En él se consideran las cifras actualizadas d e las primeros inversiones, que se iniciaron en Septiembre de 1965. En esta lista se han suprimida ciertos gastos no imputables a la construcción, tales como las instalacio• nes de cocina y desec hos, la central telefónica (800 anexos con 100 tron• cales), las lómparas y la subestación eléctri ca con su generador. Solamente las dos últimas partidas alcanzan a 1.000.000 de escudos cada una. Tampoco se han incluido en este cólculo el casto del t erreno y las obras de acondicionamiento exterior. En cambio, están consideradas en el precio las instalaciones de aire acondicionado, los ascensores, los eyectores de alcantarillado, las bombas, incineradores, y todo tipo de instalaciones eléctricas especiales. Según esos anteced entes, nuestras ci• fras ya comprobadas dan E. cuarenta y un millones, para una edificación de 34.000 m2, esto es, aproxi• madamente, E. 1.200 el m2. SCHAPIRA: Permítame aclarar dos dudas a cerca de las cifras dadas a conocer: ¿ Está considerada en el precia la tabiquería interior (paneles de madera enchapadas montados en perfiles de aluminio)? ¿Cuánto representa dentro del presupuesto el valor de la estructura de hormigón aparente? 13 LARRAGUIBEL: la partida de tabiquerías estó incluída en los costas con un valor de E'? 1.000.000.- aproximadamente. En cuanto a la incid enc ia de la obra gru esa dentro d e l costo y, como par• te d e ella, el hormigón aparente, no te ngo la cifra a mano, pero puede d ed ucirse de estos cálculos. Si les interesa , con todo gusto la proporcionaría posteriormente. LAWNER: Creo que hay una pregunta que está en la mente de cualquiera persona que mira el edificio y más aún, si es un especialista: ¿Cómo pudie• ron obtener Uds. esa calidad del hormigón aparente? 1 O) Detalle constructivo en el que se aprecian las vigas pretensadas y la colocación de los equipos d e iluminación y el cielo falso. l'l-12- 13) Un verdadera laboratorio; las instalaciones de aire acondicionado. é L LARRAGUIBEL: Todo e l edificio estó calculado para un hormigón de alta resistencia, en qu e las tasas mós bajas son 300 Kg. por cm2 a las 28 días, lo cual corresponde a 8 sacos de cemento por m3 d e hormigón elaborado. Para el concreto exterior d e pilares y vigas aparentes se utilizó una arena amarilla cuarzosa proced ente de Marga• Marga , con e l objeta de mejorar el ingra to color de nuestra arena santiaguina. Aquí utilizamos, ade más, OEPARTAME~TO DE 1 ,:<;'IIQLOGIA •,lf•FNT•t - _ ] ,.. -:.,,.t1TECTONICA 61 cemento pu:r.olánico, que tien e la cualidad d e mejo rar notabl emen te su escurrimiento mediante e l vi brado, co n lo cual pudimos o btener uno superficie perfecta . El personal qu e manipula el hormigón durante la obro tenia una primo especial para med ir lo perfección del trabajo logrado. Puedo deci r con verdad era satisfacción qu e, uno ve:r. hecho conciencia de la responsabilidad que a coda uno se exigía, el resu ltad o fue sorprendente. En todo eso enorme masa de hormigón visto que co nstituye la fachada, no hubo una sola reparación, retope o relleno que ejecutar. Por cierto que todo este nivel de rigurosidad significó ol comien:r.o dificultades co n e l personal de obra, el cual no está acostumbrado en nuestro medio o este tipo de trabajo y tiende a descuidar o subestimar las especificaciones que considero exa gerados según su forma ción em• pírico. Por ejem plo: ejecutor hormi• gones de so brerrevoltura: El edificio se concretaba en etapas y se de jaban " llaves de concretadura" en cada piso. luego de 28 días en que se co mpletaba el período de fragua de un determinado sector, debía procederse a concretar esos llaves con un horm igón muy especial, cuya especificación indicada uno revolturo efe 28 minutos antes de vaciar. Este tipo de tra bajo, en un comien:r.o muy resistido y hasta sometido o pe queños fraud es por parte del personal, terminó por imponerse como método, aceptado y compartido. lAWNER: ¿ Qué novedades aplicaron en mate· ria de moldajes?. lARRAGUIBEl: Ninguna. Solamente un cuidadoso arriostramiento y aplomo d e toda la carpintería, ejecutado con álamo cepillado y machie mbrado. Todo corte de concreto se efectuó en canterías previstas en el diseño y ejecutadas con mucha prolijidad en el moldaje. GONZALEZ: ¿ Qué tipo de separadores para mantener los moldajes en su lugar? lARRAGUlBEl: Usamos, sobretodo en las grandes vigas, se paradores de fierro con hilo d e ntro de conos especiales, cuya bo· ca exterior permitía la extracción del separador. Por algún artificio especia l que en este mom ento no recuerdo, en los hormigones de En· dese no hay huellas externas de la cabeza del cono. Y ya que hablamos d e moldaje y artificios, quiero destocar el valor que tiene e l factor humano e n todos estos procesos. lo Empresa Deseo, responsable de la construcción, proporcionó un carpintero mayor, lla• modo Arteaga, quien resultó ser un hombre extraordinario, por el cariño, iniciativa y afán d e perfección que desplegó en la ejecución de los moldajes. Endosa ten ia la exp eriencia de la Central hidroeléctrica de Rapel, en la cual ya se habían reali zado buenos moldajes de sentido convencional y nosotros llevamos a Arteaga a ver ese trabajo y le pedimos que lo emulara. Pero él se dió maña para superarla. Trepado sobre los enormes encofrados, in• ventaba y enseñaba a los carpinte- 62 ros, a la empleado siglo XV mí, este nimo del manera que deben habe r lo s maestros anónimos d el en las catedrales. Para hombre es el héroe anóedificio. GONZAlEZ: Lo que cuenta larraguibel me pare· ce muy importante paro nosotros que permanentemente tenemos que suplir con inventivo y cariño por el trabajo la falta de elementos industriales ad ecuados. Hace unos días miraba cat6logos acerca de la indus, trio de piezas metólicos especializa. dos para moldaje de hormigones. En Estados Unidos hay por lo menos cinco f6bricas que hocen diferentes tipos de separadores, abrazaderas, mordozas, cantos en chafl6n, ele, en general, todo aquello que aquí laboriosamente improvisamos descansando en la calidad humana del trabajador. SCHAPIRA : Dos preguntas m6s para completar uno visión del procc,so: ¿Hubo elementos agregados al hormigón como aditivos, plastificontes o retardadores de fragua? Y enseguida: ¿Cómo se protegió el hormigón terminado? LARRAGUIBEl: Ningún elemento agregado al hormigón, porque los ensayos ef ectua• dos demostraron que eran inneceso• rios. En cuanto a la segunda pregunto , e n un princi pio habíamos pensado e n utili:r.or silicones paro obte ner una superficie del hormigón aparente protegida del agua y que no a bsorbiera el polvo ni se manchara. Pero lo solución era muy cara. Finalmente planteamos el problema a lo industria qu ímico Harting, a la cual le pedimos que nos hiciera un substituto nocional ode• cuodo. Y nos proporcionó un produc,to baratísi mo, con e l modesto nombre de "repelente Pato", el cual de mostró extraordinarios resultados. La experie ncia d e las lluvias nos dejó un edificio limpio y sin salpicaduras. SCHAPIRA: Aparentemente, habría muchos temas laterales que tocor en relaci6n con las interesantes experiencias constructivas que deja este edificio. En lo visito que efectuamos nos impresionó particularmente la precisión y lim· pieza con que se ha trazado el re· corrido de cañerías de instalaciones eléctricas y de otro tipo, con todos sus elementos registrables y a la vista . Las salas de m6quinas del aire acondicionado y de vapor son hermosos expresiones de laboratorios automatizados, hechas con un cariño y cuidado que realmente no habíamos visto hasta hoy entre nosotros. Dan ganas de comentar todo esto y destacar o otros tantas héroes anónimos trabajando en la profundidad de los sublerr6neos o en lo alto de los m6s tiles. Pero no todo es posible de una solo vez. Considero que nuestro encuentro ha sido verdaderamente interesante y si los aspectos críticas pueden ser o no compa rtidas o discutibles, el intercambio de experiencias tiene un valor evidente. Agrade zco, de todo corazón a los colegas Larraguibel y Aguirre en nombre d e Au ca, su importante co• laboración. 14 14) Hormigón, aluminio y vi drio. 15) Detalle de la esquina nor-poniente a la altura de los primeros pisos. 15