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LA LECTIO DIVINA

LA LECTIO DIVINA, para una lectura creyente del Evangelio:

LA LECTIO DIVINA, para una lectura creyente del Evangelio: BREVE ORACIÓN. En un clima de silencio, pedir al Espíritu Santo la gracia de comprender y aceptar la Palabra de Dios. Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor... LECTURA del pasaje previamente escogido. Cada uno lee el texto tantas veces como necesite para asegurar su comprensión. (Si se hace en grupo, el animador aclara aspectos oscuros: simbolismos, época, elementos teológicos...) CONTEMPLACIÓN (Siempre es personal) 3. 1 Miramos y escuchamos a Jesús y a los otros personajes de la escena. Nos interesa todo: qué hacen, qué dicen, qué actitudes tienen, qué pasa a lo largo del relato, qué ha cambiado, qué ha hecho que se produjese el cambio, qué consecuencias tienen estos cambios para las personas, tanto inmediatamente como de cara a la salvación. Nos interesan los detalles: aquel gesto, aquella palabra... 3. 2 Miramos nuestra vida Nos damos cuenta de cómo este pasaje y la contemplación hecha nos “habla”: cómo las palabras y los hechos de Jesús y de los otros personajes iluminan e interpretan nuestra vida, la del grupo, la del mundo y la de nuestra Iglesia. Nos paramos en aquel punto del pasaje que parece que nos dice más cosas, y oramos en silencio y amorosamente. Recogemos las “llamadas” que Cristo hace a nuestro corazón para actuar como Él espera de nosotros, o del grupo; para hacer presente la voluntad de Dios ante las personas, el ambiente, dentro de las estructuras... donde nos ha tocado vivir: Concretamos cuáles son las actitudes y formas de vida que hemos de mantener o cambiar personalmente, para identificarnos cada vez más con Jesucristo. Cuáles son las “semillas del Reino” que hay entre nosotros. Concretamos qué hemos de mantener o cambiar para trabajar más decididamente por la llegada del Reino de Dios. COMUNICACIÓN (con respeto, confianza, acogida y sencillez) de todo aquello que todos y cada uno hemos contemplado y descubierto; las “llamadas” que hemos sentido y el “compromiso” que hemos tomado. 5. ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS, petición, perdón... detenida, sincera y cordial por los frutos de la Palabra de Dios en nosotros.