Hoy por fin ha llegado a casa la caja con Cumpleaños número 15. ¡Estoy tan emocionada! Este libro es mi primer poemario ilustrado gracias a Nacho Pangua, que ha dedicado su verano a sumergirse en estos poemas y encontrarles un rostro.
Desde hacía algo más de un año, Cumpleaños número 15 daba vueltas por la casa. Es un diario poético de una chica de quince años que, mes a mes, se derrama en poemas breves y directos. Es una apuesta que surgió en una clase de literatura, cuando mis alumnos recibían la poesía como algo lejano y extraño a lo que no se podían acercar, algo que, cuando se entendía, no podía ser poesía porque ni rimaba, ni medía, ni generaba una lucha de discernimiento. Esa tarde comencé a fantasear con crear un puente y poco a poco se fueron desgranado los poemas: sencillos, breves, directos. Con imágenes asequibles y juegos de palabras cotidianos, para que cuando los lean puedan pensar que algo parecido podría salir de sus manos, que la poesía no está tan lejos de lo que ya son.
El día que descubrí que yo también podía escribir poesía me pasé la tarde recitando en mi cabeza, probando palabras, intentando demostrar lo que sentía convocando tormentas. Cumpleaños número 15 es mi intento de hacer sentir a mis alumnos que también pueden convocar a los poemas.