19/12/19

llueve
como si hubiese otra oportunidad
como si los muertos
no tuviesen interés en nosotros
como si la vida de tu vientre
pujase con más fuerza
llueve, laura,
contigo llueve todo

18/12/19

El escenario es desacertado para el egoísmo de sus miserias. Aún así, aúlla. Y en su grito no encuentra la urgencia deseada. Se siente tan prosaico, tan normal, que se avergüenza. Sacude su chaqueta, coloca su camisa. 
-Dormir y callar, dormir y callar -recuerda. 
Sus pasos, monótonos, ni siquiera parecen elegantes. 

11/12/19

cinco
en tu amor, amor,
hay catedrales.
la ternura y la luz
son nuestro credo,
la risa, la caricia, la palabra,
nuestra posesión.
y tu amor, amor,
en la tormenta,
siempre florece.
¿qué ofrenda puedo
dejar en el altar
de tu constancia?
abro las manos
y un calor profundo
nos arropa.
a tu amor, amor,
sólo mi amor
le basta.

22/11/19

maestría
para negar
la realidad
como lo haces,
¡qué fortaleza!

¡qué fortaleza!

28/10/19

futuro 
al norte de nosotros,
allá donde la niebla
ha fundido el territorio
en un blanco atenuado,
nos estamos esperando.


21/10/19

aro la tierra seca con mis dedos
escarbo
notando entre mis uñas
un lodo negro que nada
debería tener de desesperación
han enterrado una luz
que yo busco
cavando de rodillas
esparzo polvo y lombrices
que vienen de una humedad
con nombre propio
al fondo sé que en el fondo
bajo la última lámina
de grava
está la luz que yo busco
haré del pozo un túnel
del túnel
una bienvenida
con mi determinación

16/10/19

el rayo que cruza
en medio de la noche
no produce luz.
y no hay trago de agua
caricia ni civilización
que lo contenga. 
no es necesario el grito
ni el rosario. 
el rayo que me cruza
en medio de la noche
soy yo. 

15/10/19

sobre las estaciones
los árboles que no producen fruto
se usan para hacer papel.

14/10/19

acabo de leer cómo pasó la tormenta
Winny de Puh:
cinco días, sentado en una rama
con sus tarros de miel.
imagino que cantando
a pesar de la lluvia
y de la inundación.
y recuerdo las largas tardes
de las chicas de Austen
bordando en el silencio
o escribiendo eternas cartas
a sus primas
mientras caía el sol.
¿qué hemos hecho?
hemos perdido la posesión
del tiempo, lo hemos
vendido a aquellos hombres grises
sobre los que nos avisó Momo.
contemplar
ya no es un fundamento.
nos iremos sin siquiera haber pisado
el minuto
con los pies descalzos.


los hombres grises de momo han ganado
regalo
mi tiempo inmaculado
(potencia pura)
a la máquina.
en ella invierto
minuto a minuto
lo que no soy.
ella se lleva
con cada pulso
la esencia
misma
de quien yo era. 



27/9/19

traerán flores, quizá
los guapos también mueren,
le digo, cerrándole los ojos
con las manos.
su boca dibuja una pregunta.
entrelazo mis dedos con los suyos.
la tierra cae lenta.
palada a palada
dejamos de ver el firmamento.

25/6/19

cíclico
respirar
respirar
abrir el pecho
y matar la flor.
volver al círculo
y odiar
amando luego.
con el rojo en la mirada
respirar
marcar los pasos
ahogar el grito
coronar la luz
besar el suelo
y en la oración
consumir el predicado
respirar
respirar
sin branquias.

14/6/19

brindis
mi padre se ha jubilado
por fin
después de luchar
unos años contra el monstruo ese
llamado administración.
ya no cobra 365 euros de una paga
tras más de treinta años cotizados
al máximo
porque el paro se acabó
poco después de la crisis esa
que ahora nos parece un eco tonto
con las grúas llenando de nuevo la ciudad.
mi padre es informático
y teólogo y lector
y algo friki y
sobre todo es padre
desde el día en que nací
y me sostuvo.
es más padre que hombre,
más marido que padre:
esas son sus enseñanzas.
mi padre se ha jubilado
por fin
podrá estirar la espalda,
abrir el pecho
después de la batalla.
es viejo ya,
me dice por teléfono
riéndose canalla como el niño que es.
mi padre se ha jubilado
recuerdan sus manos proveedoras
los años invertidos
y yo las acaricio, orgullosa,
imitándolo
como toda mi vida.

13/6/19

mantenimiento
no estoy parada, giro
sobre mí misma
constante
en rotación.

(tras girar alrededor de otro
cuerpo, es bueno
chequear que todo
está en su sitio).



11/6/19

mononoke
al abrir los ojos,
después del estallido del bosque y de
la muerte del que lo custodiaba,
te he visto a ti: herido
y rodeado de las llamas.
has pasado tus dedos por mi frente,
has mojado mi boca con la lluvia:
-el ruido pasará -me has dicho-,
el recuerdo será un arco que se tensa
hasta romperse. 
-no comprendo a los humanos, ni a las fieras, 
cortar una cabeza no puede arreglar
un mundo -he respondido.
tú has abierto mis labios con los tuyos,
me has dado de comer
aliento y esperanza, has lavado
mi cuerpo de ceniza.
he querido llorar, sin conseguirlo.
-nos lo comeremos todo -he dicho-,
nos lo comeremos todo, nos
comeremos entre nosotros: 
ya no quedará nada.  
he visto en tus pupilas la salida:
volver con la verdad, contar
la historia que vivimos, sacar
de las heridas la metralla y andar.
-sembrando en el camino. 



7/6/19

no pasarán más veranos como este,
ni ocurrirán catástrofes tan dulces,
jamás volveremos a ser lo que somos
ahora
          y la transformación, lenta, sigilosa,
se llevará consigo el segundo
en que me paro a verte desde dentro.
aunque en aquellos que vendrán sobre nosotros
la memoria táctil de estos cuerpos prevalecerá.
lo sé.
         como sé que el beso que poso en tu hombro
quema más que la última tormenta de julio,
como sé que la mano que dejas en mi espalda
fue hecha para estar ahí.
                                       seamos quienes seamos,
amor, a través de la carne y el espíritu del tiempo,
nos permaneceremos. 

6/6/19

-Me veo en tus pupilas.
-Tienes tierra entre las uñas.
-Arena de peinar el mar.
-¿Me has buscado entre las olas?
-Entre las sombras del día.
-¿Y en la quietud de la luz?
-En las estrías del viento.
-Entonces, aquí estoy.
-¿Puedo tomarte la mano?
-Puedes besarme los párpados.
-Sabes a miel y a sal.
-Sé.

5/6/19

a la mierda el cortafuegos
no lo ves venir pero el incendio
se inicia en la escalera
en los ojos de un niño
rubio
y termina dentro
arrasándote a ti
con su crepitar de llamas
con su crujido inconstante
arrítmico
¿qué tendrá este fuego?
te preguntas
peldaño tras peldaño
con la pupila clavada en la pupila
y el pulso vacío
¿qué tendrá? ¿qué tengo?
entonces abres la ventana
y la boca
como si fueran lo mismo
lanzas una exhalación
que nadie escucha
y comprendes:
cualquiera puede prender una cerilla
en el centro del bosque,
cualquiera puede elegir
no hacerlo.

31/5/19

no duermo en toda la noche,
ni miro las horas,
no busco el resplandor tenue
del patio de luz cuando cualquier
vecino busca el baño insomne,
ni mido el ritmo siempre calmo
de tu respiración.
doy vueltas, sin ver el techo,
velo
privada de oración, privada
de ansiedad o miedo,
ilesa en el punto justo
entre dos realidades: la suya
y la mía.
(¡qué dos camas distintas!, ¡qué
sábanas más solas...!)
acaricio el nombre de mi amiga
entre las sombras.

28/5/19

irrumpir en la ira
amasar un pedazo de cieno
entre las manos
arrancar una a una
las uñas a la rabia y después
lamer infatigable
las zarpas violentas de la aurora.

vivir así, guardando
un pozo de miseria en las pupilas,
ladrando desde dentro.

bendita actualidad. 

27/5/19

mi big bang
me tocas:
una música se enciende
en algún sitio,
un alud de luz
me ciega,
nacen así
constelaciones.

17/5/19

tiembla el territorio,
rugen las montañas a lo lejos,
hay en la llanura
un pánico innombrado
que viaja por las casas
llevando un frío paralizante.
escuchan, quietos,
los más viejos,
-las células aguardan
su llamada- y cuentan,
despacio, las mujeres
historias de países alejados
que vieron asolados sus paisajes
después de un ruido repentino.
"se está quejando dios",
dicen algunos, "anuncian
las rocas nuestra muerte"
y "un hambre
de mil demonios huele
nuestra sangre desde dentro".
me quedo
parada ante la puerta,
escucho los dichos de la gente,
detrás, algo más lejos,
el crujido
profundo de este mundo que no entiendo.
yo no sé si rezar,
si darme un baño,
o huir por esa droga complaciente.
me pongo a tararear
barriendo un poco
(mi abuela siempre se limpia
las uñas en el coche
por si hay un accidente).
después riego las plantas,
y entonces te lo cuento.
me besas con ternura entre las cejas.
"se va a acabar el mundo", te repito.
y dejas
a tu risa transparente
limpiar mi oscuridad.

16/5/19

pájaro difuso,
allá donde tú vas,
¿existen los milagros?
y el tiempo, ¿parece
inalterable? dime,
si tanta prisa llevas,
¿por qué tus alas
férreas se me clavan?
mejor eleva el vuelo
y siémbrame, ligero,
aquí en el pecho
promesas de otro tiempo
y otro espacio.


9/5/19

La pira lleva tu nombre
y el mar no podrá apagarla, 
tampoco el tiempo, ni 
siquiera yo. 
Has echado leña al fuego
y el sol late como un leño
llenándote la piel de cenizas. 
No sé qué quieres: si fundirte
con la nada o elevarte 
como un ave milenaria.
Pero no te miraré, 
me estoy marchando. 
Hace tiempo que ya
no me parece heroica
tu inmolación. 



7/5/19

tu bondad
me transfigura:
los ciervos
beben de mis manos,
el último
ave migratoria
anida en mi hombro,
la luz
ha hecho valle
de mi cuerpo.

ese viento
que sale de ti
me peina el pelo.



2/5/19

no tiene sello ni marca
su nombre es el horror
y cuando llega no importa
si hiciste bien, si
defendiste la idea apropiada,
si pusiste tu dinero
a buen recaudo, si tus hijas
están o no casadas.
su nombre es el horror
y abre una grieta
entre lo que es humano
y lo que ha dejado de serlo.
nadie puede poseerlo, es él
quien los posee.

cuando alcen sus fusiles por la causa más justa del mundo y clamen
limpios ideales, dite: está en la puerta, tocando.

22/4/19

el movimiento
arranca de nuevo
y un aire de nostalgia pasajero
mueve tu falda verde,
querrías que las acuarelas
fuesen para otros, que
la autoridad te comprendiese,
que tus hijos hiciesen de este mundo
un sitio algo mejor.
también, aunque no lo confieses,
querrías que alguien te dijese
que eres buena, y justa y limpia
o, quizá, que el sol amanece en tu boca,
-que te lo dijese dios-.
hay tanto de deseo y de palabra,
tanto de esperanza contenida, de
invención de mundos paralelos como puertas,
te miro a través de ti:
ojalá pudiésemos atar
un nido a este minuto,
sin sueños. 

9/4/19

hablamos del canto de la primavera
del olor de los naranjos y del frío
tenue
que se cuela debajo de las puertas
cuando anochece,
de la luz de las ocho
de la mañana y del canto
etéreo, pero firme,
de los pájaros.
después nos vimos
largos, desformados
en las sombras de la tarde:
alcanzábamos el horizonte
sin tocarlo.

1/4/19

has despertado a la niebla
y los árboles se han convertido en sombras
al desaparecer el mar.
la lluvia, lenta, ha llegado
después de tu llamada y un frío
de casa vacía se ha extendido por el mundo.
¿no ves que no puedes marcharte, que
abrir esa puerta es cerrar 
una herida de sol? 
trae hasta mí tus manos cansadas
voy a enterrarlas aquí
donde algo late 
de forma inconsistente.
carne de mi carne, la luz que disipa 
la blancura incandescente de la mañana, 
somos nosotros. 

26/3/19

como se desgaja la fruta,
me abro
-hueso mi corazón,
semilla
de la que nace un árbol-
entre tus manos
al sostenerme
-del verbo intrépido
de amar
rutinariamente,
que es como decir
hacer templo
del segundo-
la herida
se me hace rayo y puedo
-rota, partida
generosamente
para darme de comer-
iluminarte
traspasarte con mi transparencia
como si te creara.

bordan mis dedos lentos
partículas brillantes. 

22/3/19

mi corazón
a veces exagera
y se pone hecho una turba
y se tumba
bocabajo
o se niega a cumplir
con sus funciones
y luego tiene
deberes para casa.

hay que ser constante,
le digo si se ofusca,
y, luego de
su guerra, con calma
firmamos nuestra paz.

no podemos desterrarnos
uno al otro:
mi corazón es mío,
yo soy
mi corazón.

15/3/19

venido desde lejos,
en un sueño,
de un tiempo que creí
no volvería,
me mira
en medio de la noche
sabiendo que lo he reconocido.
escapo,
o acaso lo pretendo,
corriendo hacia mi coche,
y ofrezco
una presa más fácil
y rubia
según sus preferencias
gritando a otra persona,
fingiendo
que ya no lo recuerdo.
su risa
señala la hora exacta
(5.46 y madrugada).
en mi pecho
se desata un tambor sordo
con furia,
sacándome del sueño,
al cerrarse su mano sobre mí.

7/3/19

-Amanece.
-Tengo fuego en los ojos.
-Rayo temprano en mi mundo.
-Desperézame la luz de la boca.
-Voy a destrenzarte la oscuridad del pelo.


5/3/19

el ahora es lo único que existe
me elevo
trascendiendo el ruido
del pasillo abarrotado
el ruido
que acaricia por dentro
las fronteras de mi cuerpo
me elevo
y poseo la luz
el mar, el viento todo
soy
partícula incólume
de la constelación.
pierdo pie y, al hacerlo,
creo
el universo.

19/2/19

le acaricié las fauces al león,
sacrifiqué mi vuelo por héroes olvidados,
bebí las lilas amarillas de la muerte,
dancé encendida en la cresta del mar
y desnudé mis manos contra las hespérides.
por amarte no comí la manzana,
elegí el beso y una rutina de luz.
poco a poco vuelven a crecerme alas.

18/2/19

búscame en las esquinas de la luz
cuando me vaya,
con las aristas del diamante estaré
grabando tu nombre en todo lo invisible
y me habrán crecido flores
en la espalda.

13/2/19

-Me han subido por las piernas y vienen con ese canto, ¿lo recuerdas?
-¿Quién canta, ellos o tú?
-¿A qué te refieres?
-Los fantasmas no te suben por las piernas.
-Cantan, los escucho.
-Mira tu boca.
-Se mueve.
-¿Quién canta?
-El miedo es una posesión.
-Un actor entrenado.
-¿Quién soy?
-La que amanece y da gracias.
-Gracias, amor, templo y derrota.
-El miedo sabe ya tu nombre.
-Busquemos otro, más largo.

12/2/19

quiero
(subordinada de infinitivo)

morderte
en el pasillo
y arrancar tu risa como un rayo
que ilumina la casa
y fundir
mi cuerpo en el bocado
y dejar
que todo se consuma
y escucharte
decir mi nombre claro.


5/2/19


el vértigo compite con el mandamiento universal
y la obra, frente a la casa, presume de estructura.

unos chicos me preguntan cuándo vamos a morirnos
para heredar.
yo no sé qué decirles, quizá que lo hice ayer
delante de todos, con exhibicionismo,
pero que no me duró mucho
-la muerte cotidiana es lo que tiene:
fuego de orquídea, poco perfume-.

la nieve no llega hasta la orilla del mar,
por eso erigimos nuestra casa sobre roca,
por eso el puente de tus manos es mi templo
y el hilo de tu voz, de madrugada, profecía.

unos chicos me preguntan la hora exacta,
el tiempo concreto.
yo no sé qué decirles, quizá que es el ahora,
que nunca dura tanto como hoy, que el
reloj no sirve realmente para nada
y hay un alud en cada segundo que acontece
-pequeño haz de la creación, big bang primero-.

la lluvia es brava a la orilla del mar,
por eso busco dentro de tu pecho
el altar de la derrota y rezo con tu nombre
salvífico. por eso, crecen amapolas
de mi pelo y no crece nada más,
pero lo celebramos con un himno.

la obra frente a la casa marca otro ciclo,
amemos, hay que amar
como estructura.

1/2/19

que no tiene agua la fuente
que no tiene
y la sed que viene y va
no se detiene
que no tiene agua la fuente
que no tiene
y el runrún de tu mirar
termina y quiere
que no tiene agua la fuente
que no tiene

31/1/19

se ha caído la luz y un
barco
emerge de mi pecho
portando una verdad:
vivir es esto.


16/1/19

-No pienses más en ellos.
-Los recuerdo.
-No sabes cómo fueron, ya no son.
-Me tienen en sus ojos.
-Ya no miran.
-Los siento entre mis manos.
-Están muertos.
-Podré resucitar...
-No es eso.
-Aléjalos, son fríos.
-No están, toma mis ojos.
-Los míos imaginan.
-Los tuyos ya no saben del invierno.
-Hace frío.
-Es el mundo, no tú.
-Es fuera...
-¿Qué ves?
-No hay nadie.
-Lo he dicho.
-No nieva.
-Es bruma de otro tiempo.
-Sostengo el ahora.
-Sostenlo.
amiga muerte, tú dime
el beso que te guardo,
¿a qué sabe? ¿será
nuestra alianza igualitaria?
¿veré desde tus ojos
el futuro? ¿tendré
entre mis manos tus latidos?
amiga, amiga muerte,
prométeme una nada
luminosa, con música de fondo,
y un negro como el eco
de los ojos de un dios
bueno.

11/1/19

te has ido y en las sombras
que deja la tarde por la casa
repartidas tras las estanterías
o pendiendo de las lámparas,
rugen viejos fantasmas olvidados.
no sabía que seguían aquí
y tienen un ritmo como de garra
que va alargándose por las paredes
mordiendo cada rastro de luz
que se le escapa a enero.
cuentan historias de demonios
y de víctimas que se me parecían
entonces, cuando no habías hecho
bastión en nuestra casa
trayendo un sol entre las manos.
qué raro, me digo, moviendo el té,
mirando mi rostro en los espejos,
sintiéndome más vieja que el recuerdo
pero no mucho más sabia,
ya no pueden tocarme estas sombras,
el nombre que me dan
no me corresponde y sus dedos
delgados y amarillos resultan literarios,
de otro mundo al que nunca he vuelto
y en el que, seguro, mi jardín
se ha convertido en una selva
virgen de nuevo, herida y libre.