Que lejos quedan los
teléfonos públicos, las nuevas tecnologías han acabado
con casi todas las cabinas telefónicas de nuestras calles, recuerdo que era bastante frecuente que cuando mas los
necesitábamos, o no funcionaban o se habían llevado el auricular.
Gracias a las nuevas tecnologías
podemos comunicarnos con rapidez, en cualquier momento y lugar. La telefonía móvil de última generación, ha revolucionado nuestra
vida de un modo inimaginable hace pocos años.
Nos sirven para nuestra vida
privada y para el desarrollo de nuestras profesiones, también para tener en el bolso un medio de
gran utilidad ante posibles emergencias, es una herramienta que nos permite
hacer consultas, localizaciones o buscar insitu cualquier cosa que
necesitemos, además nos permiten hacer
fotos o tomar vídeos en alta definición.
También tienen sus
inconvenientes como el abuso de su utilización, vemos frecuentemente a jóvenes
y menos jóvenes en cualquier lugar, manejando los nuevos artilugios que
manipulan con mayor o menor destreza, sin preocuparse de amigos o familiares cuando los tienen al lado.
Otros caminan por las calles
abstraídos leyendo o escribiendo, sin percatarse de los peligros que les
acechan. Y quizás lo mas grave, niños de diez o doce años manipulando estos aparatos, comunicándose en
redes sociales o visitando páginas de todo tipo y contenido.
Todos deberíamos aprender a
manejar las nuevas tecnologías, pero no debemos olvidar que son un medio de
ayuda, nunca para ser esclavos de esos
aparatos.