El mes pasado, el jueves 30 de mayo, estuve en un
par de colegios de la provincia de Tarragona, con la editorial Casals. El viaje
a Tarragona transcurre ahora desde Zaragoza en un suspiro, casi ni te enteras.
Y se llega a la estación de Camps que está como su propio nombre dice, en mitad
del campo, entre pinares. Como otras veces, vino a recogerme a la estación
Consuelo, comercial de Bambú, siempre tan simpática y agradable, con esa
sonrisa que te hace sentir a gusto siempre.
Primero visitamos el colegio Sant
Sebastiá, de Els Pallaresos. Allí me reuní con los alumnos de cuarto de
primaria, que habían leído
Dragón busca princesa. Estaban esperando ansiosos mi llegada, les había gustado mucho el
libro. Es impresionante la cantidad de preguntas que pueden hacerte los niños,
su gran curiosidad por conocer tus fuentes de inspiración, cómo escribes, las
partes que más te gustan del libro, tus personajes favoritos, de donde salen
los nombres de los personajes, si a mis hijos les gustan los libros (los míos y
los de otros). Y ese ver y escuchar que para ellos, como para Waldo, el dragón,
el viaje por los libros es también una aventura que merece la pena disfrutar.
He conocido a un niño que está escribiendo una historia de ciencia ficción, a
una niña que se siente protagonista de los libros que lee, a niños felices de
poder leer…
Me encontré en este cole muy
querida y mimada, además la directora y el jefe de estudios son de Aragón, de
la parte de Tamarite de Litera y de Monzón. También había un niño en la clase
que su madre es de Zaragoza y que viene de vez en cuando por aquí a ver a la
familia.
Me sentí muy a gusto con las profesoras
Pilar y Cristina, que hicieron posible este encuentro.
Como podéis ver en la foto,
tenían en clase un maravilloso dragón, que me estaba esperando:
Y al final trajeron dos enormes
sorpresas: una carpeta con dibujos dedicados por ellos sobre el dragón Waldo.
Me llevé princesas valientes, dragones que echan fuego, caballeros, dragones
Waldos que saltan a meterse en un libro, ideas para escribir otros cuentos… Me gustaría poder poner aquí todos los dibujos
pero son un montón, aquí solo os dejo unas muestras, dibujos elegidos al azar:
En estos dibujos tenéis a todos los personajes del cuento:
Y la segunda fue una sorpresa
bomba: ¡una bandeja con galletas con forma de coronas y zapatitos de tacón!
Para mis princesas. Las hizo una niña de la clase, Judit, una artista cocinera.
Por si tenía hambre en el tren, para que fuera picando. Me hizo mucha ilusión,
no me lo esperaba. Ya veis qué bonitas son y qué pinta más apetitosa tienen,
bueno, tenían. Porque daba pena comérselas, pero… en cuanto llegué a casa mis
hijos, mi marido y yo caímos en esta dulce tentación. ¡Estaban deliciosas! ¡Gracias,
Judit!
Después, cogimos el coche hasta
El Arboc, para ir al colegio Camp Joliu, a la sección de La Vinya. Allí me esperaban las niñas de las clases de primer ciclo de primaria, que habían
leído
Monstruo, ¿vas a comerme? Hemos disfrutado del sabor de los cuentos que
come el monstruo:
Si habla de princesas,
el cuento sabe a fresas,
si es de un hada,
a rica mermelada,
y si sale un dragón,
entonces sabe a limón.
Aquí también me esperaban con un
montón de preguntas, sobre el monstruo, que por qué se comía los cuentos, por qué
las palabras flotaban, querían saber los nombres de los personajes del cuento…
Y aquí tuve otras dos
sorpresas:
Una poesía que habían escrito
entre todas las niñas de la clase, que me llegó al corazón, la leyó una niña, vais a ver que cosa más preciosa: (pinchad para ampliar y leer la poesía)
Y el otro regalo fueron montones de monstruos y otros dibujos de hadas, brujas, princesas…
No me digáis que un día así no es para sentirse millonaria en sonrisas…