El pasado 17 de abril estuve en el colegio Antonio Beltrán
de Zaragoza. Es un cole muy luminoso, desde la sala de audiovisuales donde nos reunimos entraba el sol a raudales y se veían los pinos de la plaza. Es un cole pequeño, pero grande en el el trabajo de sus
profesores y sus alumnos. Sus chicos de 5º y 6º de primaria me acogieron con
sus sonrisas y sus montones de preguntas. Participaron muchísimo, se nos pasó el rato volando. Habían leído mi libro "Dragón busca princesa" y se
les veía muy interesados. Hablamos de cómo el dragón sale de un libro y se mete
en otro y en otro... Hablamos de cómo se escribe un libro, de cuánto tiempo
lleva escribirlo (esto es algo que preocupa a los chicos y siempre les parece
muuucho tiempo), de qué hay que hacer para publicar un libro. Había una alumna de 6º muy interesada en escribir un cuento y desde aquí vuelvo a animarla a hacerlo.
Uno de los niños me hizo una pregunta que nunca me habían hecho: "Esto es
una pregunta muy personal", me dijo, "si quieres puedes no
contestarla... ¿Te has inspirado en alguna experiencia que hayas tenido de un
amor platónico para contar el amor que sale en el libro entre la princesa y
David?"
Pues sí, le contesté, en algún momento de mi vida yo también tuve un
amor platónico, un amor ideal....
Con sus preguntas volvieron a traer a la vida al dragón
Waldo, a la princesa, a la bruja Parla Parloti. Otro chico preguntó si habría
una continuación de la historia. Y eso me hizo recuperar aquella idea de
escribir una aventura en la que la protagonista fuera la charlatana bruja Parla
Parloti.
También les propuse a los alumnos de 6º que podían tratar de
escribir una historia en la que el protagonista fuera Waldo. Podéis hacerle
vivir las aventuras de un cuento que os guste mucho (¿qué haría Waldo en Cenicienta,
o en Peter Pan, o en la isla del tesoro?) o hacerle disfrutar de aquello que
más os guste (¿un partido de futbol? ¿una tarde en la piscina? ¿o en la
playa?).
Con los chicos de 5º hicimos el yelmo de caballero que se
hace David, otro de los protagonistas del libro, para disfrazarse.
Aquí tenemos a los chicos de 6º
Al terminar, los profesores me invitaron a un chocolate con
pastas en la sala de profesores. Y allí conversamos sobre su trabajo para
acercar a los niños los libros y la magia de la lectura.
Gracias a Josefina, la profesora de 5º, por invitarme a ir a
su colegio; a Pepa, profesora de 6º, que me ha enviado estas fotos para tener un recuerdo de estos chicos tan majos; a Rosa, la jefe de estudios, y a
todos los demás profesores. Pero sobre todo gracias a los chicos por leer y
disfrutar de un libro que siempre me trae alegrías allá donde va.