El domingo fuimos a ver una de las
exposiciones que mas me han gustado, me la recomendó Ester, que trabaja en la Biblioteca Nacional y que además tiene buen criterio. Es muy completa y me hizo pensar en que realmente el comer es uno de los motores (el otro es la reproducción de la especie) de nuestra civilización.
En la
antigüedad nos dice como los fenicios introdujeron en España el olivo, que tanta importancia tiene en la cocina mediterranea, organizando el salazón de pescado. Los griegos comerciaran con nuestros cereales. Y que decir de los romanos que cultivarán la vid. En la Edad media los judíos y los árabes introdujeron el regadío y España se convirtió en un vergel. Las especias todos sabemos que llevaron a nuestras flotas a redondear la tierra. Con América llegaron sus productos, patata, tomate, cacao, café...La exposición hace un recorrido por la Etiqueta o forma de comportarse en la mesa, ya Alfonso X da consejos escritos sobre el arte de servir la mesa o de trinchar los manjares. Los recetarios empezaron con la medicina.
Hay un muestrario de utensilios antiguos. Me entero que los hornos se conocen en el S. XIII. También se habla del hambre de las clases populares y como estar gordo era bien visto. Con la llegada de los borbones en el s. XVIII comienza la racionalidad y la organización en la comida, algo tan importante como la higiene, para no transmitir enfermedades. Antes se reprobaba la verdura, leche o fruta fresca y los reyes morían de gota. En la
edad contemporanea y con los avances industriales y cinentíficos se transforma los hábitos de alimentación, el Ferrocaril acerca los productos frescos con rapidez, las cocinas se electrifican o se utiliza el gas, dejando atrás los engorros de la leña o el carbón. (gran avance para el trabajo femenino), recuerdo con nitidez el hogar de leña en mi casa del pueblo, era lo primero que había que prender si se quería tomar algo caliente; después la "cocina económica"- de Bilbao- alimentada de serrín y como teníamos que limpiar la placa, aún caliente, con vinagre.
(fijaros que solitaria se veía La Castellana, hacía unf río inhumano)
En esta época algunos platos regionales pasan a ser nacionales : la paella, el cocido, el gazpacho. Tras la revolución francesa los cocineros se independizan y abren sus propios negocios, los ilustradores se ponen al servicio de la industria alimenticia, es muy interesante de ver este apartado, en definitiva se muestra todo el proceso por el que ha pasado, la comida, hasta llegar a nuestra época, por ejemplo la trascendencia que tuvo el descubrimiento de las vitaminas en 1909, y como surge el vegetarianismo.
También hay audiovisuales con los cocineros modernos hasta llegar a la Real Academia Española de Gastronomía. "
Entre los atractivos de la exposición está que participa como comisario Ferrán Adriá junto con Isabel Moyano, Jefa del Servicio de Reserva Impresa de la BNE y Carmen Simón Palmer, profesora de Investigación del Instituto de la Lengua del CSIC."En fin que merece la pena ir a verla.