desprenden sus nubarrones
sobre aquellos suelos
que fueron fértiles.
Desaparecen los arreboles
que adornaban la abundancia.
Y todo es un caos,
revoloteando en un vórtice
que amedrenta con devastar.
La moneda se hace escasa.
El pan difícil de cocinar.
Y aún así,
tras las máscaras,
en el salón de los espejos,
tras las máscaras,
en el salón de los espejos,
la nobleza disfruta en Versalles
el baile de los Tejos.
El mercado apuesta un Emperador.
El pueblo apuesta un "Che" Guevara.
Horizontes de cielos grises
hoy desprenden sus rebeliones,
para devolverle sus arreboles
a un paisaje de oquedad.
El águila del norte,
otea impávida
aferrada a su atalaya
la tormenta que ha de llegar.
Esperando su hambre saciar
en las osamentas que recoja
del inminente funeral.
El águila del norte,
otea impávida
aferrada a su atalaya
la tormenta que ha de llegar.
Esperando su hambre saciar
en las osamentas que recoja
del inminente funeral.