en la que he dormido tantos sueños,
hoy desteje uno a uno
los hilvanes
que me ataban a ti.
Esa piel . . .
tu piel,
se desprende de mí,
como el vaho del labio
en el invierno.
Como esa hoja,
convertida en lágrima,
de algún árbol en otoño.
Esa piel . . .
tu piel,
ya no vive en mí.
Se fue con el adiós
y se llevó mis años.
Se llevó el secreto
que guardarían mis arrugas.
Se llevó mi vida . . .
porque después de ti,
yo fallecí.
Esa piel . . .
tu piel,
ya no me habita.
Se fue con mi ropaje
dejándome desnudo,
y ese roto retrato en el muro,
para que me pueda cubrir.
Esa piel . . .
tu piel,
ya no será como esa rosa.
Será esa llaga que arde.
Será ese hueso sin carne.
Hasta que me olvide de ti.
que me ataban a ti.
Esa piel . . .
tu piel,
se desprende de mí,
como el vaho del labio
en el invierno.
Como esa hoja,
convertida en lágrima,
de algún árbol en otoño.
Esa piel . . .
tu piel,
ya no vive en mí.
Se fue con el adiós
y se llevó mis años.
Se llevó el secreto
que guardarían mis arrugas.
Se llevó mi vida . . .
porque después de ti,
yo fallecí.
Esa piel . . .
tu piel,
ya no me habita.
Se fue con mi ropaje
dejándome desnudo,
y ese roto retrato en el muro,
para que me pueda cubrir.
Esa piel . . .
tu piel,
ya no será como esa rosa.
Será esa llaga que arde.
Será ese hueso sin carne.
Hasta que me olvide de ti.