ROMANCE CREPUSCULAR
ROMANCE CREPUSCULAR
Se aleja el sol, quejumbroso,
por la herida de la tarde,
mientras ocupan su espacio
los perfumes de azahares.
Oigo el rumor de las olas
al besar los arenales;
con sus abrazos de espuma
quieren los sueños robarme.
Se me cierran los azules
horizontes en la cárcel
de crepúsculos contritos,
por los celestes paisajes.
Escucho en la voz del viento
los delirios pertinaces
presagiando anocheceres,
al filo de mi estandarte;
mas hoy me acuno en el gozo
que transita por mi sangre
agitada por la luz
del antiguo escaparate:
un escenario de púrpura
donde sepulto desmanes.
Esperaré que la luna,
de mi soledad garante,
vierta su rayo encendido
en los espejos suaves,
para dormir sobre conchas
muñidas en claridades.
Cuando despierte con algas
acariciando mi talle,
tendré besos del coral
prendidos sobre mi carne…
María Bote
Estoy de nuevo en casa y, de nuevo aquí, con vosotros, mis queridos amigos/as y seguidores.
Os abrazo a todos con mucho cariño y agradecimiento por leerme.