Alguien me contó que los secretos al ser contados dejan de serlo. Se transforman y se incorporan al que los lee, los escucha, los comparte y hace así, menos solitario su recorrido.
viernes, 23 de diciembre de 2011
sábado, 17 de diciembre de 2011
de nuevo
pinto el cielo raso con tu risa.
Llega danzando el deseo desde el paladar
y te digo todas las palabras rojas
y miro todos tus secretos escondidos.
Oigo tu cuerpo desde el ombligo
Y huelo esa invitación de piel.
Busco ser encontrado sin medidas.
Entonces mi mano te asesina a caricias
Y mis dedos son puñales precisos
Que matan lo viejo para vivir amor de nuevo.
domingo, 11 de diciembre de 2011
beso de las buenas noches.
no asegura salpicarse de palabras.
hay días en que la lluvia no molesta
e invita a la más pura sensualidad.
hay días que muero de sed a metros del mar
mientras la arena me lija el paladar.
hay días en que todo comienza de nuevo
y comenzar es el fin de algún otro juego.
hay días en que no camino ni hablo
y me duelen algunos días que me han pasado.
hay días en que calmo la furia viéndola
reírse de mí en un espejo.
hay días que pasan sin platillos ni orquestas
esos son los días en los que espero,
espero que me duerman tus besos.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Diciembre
Mi corazón se tuerce en diciembre para acomodarse en el huequito que da amor.
martes, 29 de noviembre de 2011
perverso
* Basado en una historia real. Pasó en el 2009 en San Bernardo, Buenos Aires.
viernes, 25 de noviembre de 2011
el jardinero infiel.
Muggeridge.
Las sombras caían en el barrio chino. En aquél infinito mundo del dragón venerado en donde se hablaba el lenguaje del saber. Chen tenía el espíritu del caminante. Ese fuego interno que hace trabajar lejos, reposar cerca, vivir poco y andar mucho. Su familia había quedado en Shangai. Casi condenada al progreso. Chen trabajaba en una casa de té. Hacía de todo con una inentendible sonrisa instalada y un andar veloz. El lugar brillaba por sus jardines. Una copia fiel del edén. Todos los días, al terminar su jornada, regaba las plantas con amor y agua. Les hablaba. Ellas le contaban sobre su percepción de las cosas y de las personas.
---Hoy hizo mucho calor. Deben estar más sedientas que lo normal--- le dijo a los rosales y las magnolias.
Las flores no estaban de humor. Ni las alegrías se mostraban bien. Todas callaban.
---Algo les está pasando. Parecen las flores de un funeral.¿ quieren contarme?--- dijo mientras arrimaba su cara a una rosa blanca marfil.
La rosa reaccionó y le arañó la cara con sus espinas.
Sorprendido Chen se echó para atrás. Jamás había sucedido algo parecido. Siempre se había acercado a compartir secretos y dulzura con las fragancias en el aire.
La noche cayó en luz de estrellas. Las flores se agruparon. Habló la magnolia que era la más decidida.
---Nos hemos enterado que Lin, la repostera, te ha echado el ojo. No tardarás en caer en sus redes de seducción. Los hombres perecen cuando son atendidos. Ella es una experta cocinera y te llenará como pavo la panza y el alma y nos abandonarás.---
---A decir verdad, ella me gusta. Sería una buena compañera. El enojado tendría que ser yo. ¿porqué no lo compartieron conmigo sabiendo que estoy sólo?. ¡Con todo lo que las he cuidado!.¡ Es injusto!.--- respondió Chen nerviosamente quitándose ademanes y gestos.
--- Ya vendrás a mostrarnos tu felicidad, algunas terminaremos muertas en las manos de tu amada. Ya lo verás. Verás también que no nos quedaremos con los tallos cruzados.---vaticinó la amapola cerrándose en la noche.
Chen sintió una iluminación. Las estrellas le brillaban en los ojos la esperanza. Nada le había ilusionado tanto desde hacía años. Se predispuso receptivo y locuaz. Comenzó a ver más de cerca la relación. Se fue acercando como agazapado hacia el sentir.
Al tiempo volvió al jardín. Algunas flores se habían marchitado, otras, le esperaban por la fuerza del despecho. Aquél día de otoño, se acercó a sus confidentes y murmuró por lo bajo.
--- Lin, estaba enamorada de Zen, la niña lavacopas.---
La equivocación les desnudó los rencores y el cielo se cerró en lloros. Así fue que diluvió por dentro y por fuera el jardín del despecho porque a partir de ése momento las flores le dieron la espalda al jardinero.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Cebolla.
Mirar la cáscara y reír
Ver al ácido que se cuece suave y se endulza
Y cambia el sabor del sin sabor
el brote amargo de crecer,
a pesar de todo,
a partir de todo.
No fueron obstáculos la sequía y el viento.
Fueron amigos reales del nacimiento.
Aquél día en que fue noche todo el día,
intenté no llorar y lloré más todavía.
Tu puñal hincó impotencia en las capas
y en mis arcones de memoria compartida.
Aquello no era una cebolla
Aquello fue mi corazón
que se partió en mil mitades.
En mil partes esparcidas.
martes, 15 de noviembre de 2011
Instinto
Soy mis hijos,
soy mis padres.
Soy mis amigos,
soy mi pareja.
Soy mis ruidos
y silencios.
Soy mis dudas que serán siempre ciertas.
Soy mis certezas que serán dudadas.
Soy ayer y hoy.
Y soy mañana que será enseguida.
A veces simplemente,
quiero ser del viento,
para que me lleve a donde no sepa
a donde no sea tantos,
y a donde sólo sea instinto.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
noche
Me encuentro ahí.
En el aroma a quietud,
que resiste el embate del día.
Tengo algo místico rondando
y agudizo los sentidos.
Me entrego fácilmente al devenir.
Mientras la ciudad no descansa.
Y sigue cansando también.
Entonces,
descubro lo encubierto.
Compenso.
Balanceo.
Me ocupo más de lo valioso.
Reviso los arcones de la memoria.
Paseo solo.
Paseo en compañía de nombres marcados.
Me permito ser.
Y soy soñando con los ojos abiertos.
martes, 8 de noviembre de 2011
cuenta regresiva
--- Me parece que no fueron tantos… ¿habrán sido tantos?--- pregunté.
No sabía que me contaban todos desde aquél momento en que vendía las ostias en la puerta de la parroquia para comprar caramelos cuando era niño. Enseguida supuse que estarían enojados conmigo desde siempre, pues siempre aprendí equivocándome.
--- Comenzó tu cuenta regresiva, tendrás que arrepentirte…---aseveró el ángel.
--- Cuenta regresiva…¿ qué cuenta hacen acá?--- me indigné alejándome.
Escuché el 3, 2, 1 y desperté escuchando ¡fuego!, ¡fuego!.
--¿fuego? ---me pregunté.
---Fue un sueño--- me respondí despertando sudado y en alboroto.
Me relajé bastante al saberlo. Un contrasentido, porque había un incendio en el edificio y el humo apagaba las estrellas. Soñé y lo creí. Creí que preparaban una hoguera. Desperté asociando números. Creí haber sido fichado en el purgatorio con destino al infierno. Sólo por haberme divertido un poco nomás.El universo del soñador tiene su precio al despertarse y a mí, definitivamente me caen mal los ravioles a la noche.
domingo, 6 de noviembre de 2011
El lector de almas.
--Leo las almas—
Mi imagen le aclaró una vez más todas las respuestas reiteradas a esa afirmación. Evidentemente me traspasó un escalofrío y quedé un tanto helado en el calor de la siesta.
--Mire, mi oficio es un tanto difícil de comprender. Luego de algunos años evadiéndolo decidí lanzarme de lleno a lucrar con ésto. Si bien mi vida fue un infierno, porque imagínese que saber las almas es un tema de lectura real de las personas, aprendí mucho y ahora vuelco esa experiencia casa por casa.--- dijo confiado y tranquilo.
--No deja de sorprenderme. No todos los días viene alguien a llamar a la puerta con semejante propuesta.---dije rascándome la cabeza y tratando de no reír de la bizarra situación. Sin embargo, Genaro seguía ahí impávido a mis comentarios como si ya supiera lo que le iba a decir.
--¿Bueno, cuanto cobra?-- pregunté tímidamente.
-- Tengo una tarifa plana para los iniciados. A medida que sume más almas que leer le bonifico el precio. Al cuarto candidato que me refiera, su lectura, no se la cobro.--- aclaró.
--Interesante… y…¿ si estoy sólo?---
--En ese caso le leo, si ud. siente que le va a servir me paga. Aunque me crea delirante, eso es lo primero que leo.---
---No entendí, ¿qué cosa?--- indagué
---Si el candidato no tiene voluntad de pagarme… eso lo sé de antemano… porque eso lo leo para mí.---
---Claro… bueno, empecemos.---
---Está bien, caminemos entonces.---
Los pájaros le seguían como la estela de un cometa. Genaro comenzó a contarme acerca de mi alma. El trayecto se hizo infinito. Las sombras se nombraron en sus palabras. Sólo recuerdo el ruido de las piezas al encajar en mi rompe-cabezas.
jueves, 3 de noviembre de 2011
El dueño de los mares
Que distintos se han venido los años luego de aquellos años donde todo se sanaba jugando en un mar imaginario y qué nuevo desafío es hacer navegar a “El dueño de los mares” tan lejos del verdadero mar.
A Guillermo Vezzaro, amigo fiel desde la infancia y para siempre.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Gabriel
---Café con leche, más leche que café….¿ y alguna medialunita para acompañar?--- le sugirió el mozo.
---Si…si….---le contesto debajo del pullover.
Al segundo desvió su mirada y era el centro del lugar. Si bien, su espíritu no era el de llamar la atención en cualquier sitio en donde entraba, esos clientes quedaron a la espera de resolver la intriga.
De a poco la sensación de polaridad se hizo presente. Apareció en escena ese señor un tanto desprolijo a tomar un cafecito en la barra. Se trataba de Gabriel, el guarda tren. Que sorpresa fue para Sofía ver a esa persona que inoportunamente estaba entrando en su vida, sin una razón aparente. Al segundo se persiguió, sintió estar en un lugar incorrecto, como expuesta por la mirada de este hidalgo y desfachatado personaje de historieta o de fábula barata, que lucía horrendo y hablaba como si le brotaran soles de la boca.
Se miraron y al reconocerla, ella, que no era de avanzar en las relaciones, le encaró una tímida invitación. Gabriel accedió con una andar cansino y seguro.
---¿ Está caliente ese cafecito? Mirá que si no, el alma no se entibia---. Le dijo en discurso un poco cursi.
---Si, si al menos un poquito va a entibiar--- dijo ella.
---El destino se hará andando entonces, no?...vas hacia la gran ciudad capital o a buscar un nuevo horizonte en otro lugar?--- Le propino.
---Creo en que a ambas cosas---
Entonces, el reloj de arena del destiempo se hizo nido en su garganta. Ya no pudo decir más que le pasaba. Todas las mareas en su mente. Sin timonel ni banderas. Era una barcaza a la deriva en esa mañana de Viedma.
--- Me voy...--- atinó a decir por lo bajo.
--- Ya, terminá ese café…no hay apuro, hacia donde vas, sólo vas a estar con
vos misma--- dijo Gabriel.
Ella quedó rebotando en el lugar.
lunes, 31 de octubre de 2011
Sofía
---Mirá, no me interesa mucho si sabés o no de ésto. Lo único que veo en vos es que tenés ganas de aprender, y eso para mí es suficiente---dijo Cacho como si fuera un gurú y agregó…
---Por algo soy el rey de los negocios. Reconozco perfectamente un diamante cuando lo veo---
Sofía no había dicho ni su nombre y se encontraba llenando un legajo de ingreso observando la cara larga de sus dos compañeros de trabajo que corrían al ritmo de Cacho. No podía dejar de resultarle mas extraño el asunto. Ya había encontrado trabajo y ni siquiera sabía cuanto tiempo iba a estar ahí, cuanto ganaría en dinero, cuales eran sus tareas, ni como debía vestirse para asistir a la inmobiliaria. Cacho no se desprendía de la sanguijuela que le representaba el diminuto celular en su oreja. Sofía no se animó a interrumpirle la conversación con diferentes clientes, ya que ningún empleado lo cortaba. Y de mirar se aprendía rápido. La escena en la inmobiliaria se repetía constantemente. Nadie entraba al lugar. Era un sitio viejo y olvidado, con muebles monocromáticos y fuera de moda. La radio sonaba de fondo y los muchachos se reían de los comentarios del locutor. No había música, en la radio solo noticias y opinión. Llegó el mediodía sin pausa y se hablaron para tomarse el horario de almuerzo. Sofía sentía la chatura del lugar. Le daba pánico encontrarse en unos años al lado de Cacho. Pero a la vez le pareció que todo era muy natural. Ella era un verdadero lingote de oro en un lodazal de puercos. No podía dejar de sobresalir. Cacho la observaba fijamente, como hasta deseoso de tenerla. Sofía empezó a escribir de la nada y así se fue en horas su primer cuento corto.
(paraje del color primario)
jueves, 27 de octubre de 2011
Clarita
De aquel estado catatónico no se zafaron más. Ese chicle caliente que no se puede despegar cuando se pega, y así recorrían las calles del pueblo venido a ciudad que era Bariloche. Bajo el simple rojo de sus mejillas que contaban todo lo que les había sucedido.
(paraje del Color Primario)
sábado, 22 de octubre de 2011
S
en silencio acerca de quienes somos,
acerca del que sólo nosotros conocemos
y no podemos revelar a nadie.
Pero sabemos que aquello sobre lo que callamos
es la verdad.
Somos lo que callamos.”
Sándor Márai.
E_te andar náufrago de aliento
E_ta piel que revela el pa_o de tu_ mano_
E_te de_tino de eleccione_ honda_
E_ta prome_a de mí mi_mo
E_te de_armar_e en el pa_o del tiempo
E_ta_ cana_ que _entencian _oledade_
E_ta máquina que no tiene _
Y ni _iquiera me anima a repararla.
E_ algo que también he perdido por ahí.
miércoles, 19 de octubre de 2011
gastronómicas
---Acá hay dos tipos de personas. A las que le chupa un huevo todo y a las que realmente les chupa un huevo todo--- solía decir mientras se liquidaba relamiéndose su sexto porrón de cervecita negra.
Creo que esa frase puede extenderse a muchos sitios del planeta. O bien, si hilvano más fino, al planeta mismo.
domingo, 16 de octubre de 2011
cierto
Habrá más espejismos que oasis
Habrá más frutas amargas que dátiles
Habrá más intolerancia que semejanzas
Habrá más sequedad y más sombras
Habrá más arena en el paladar por no decir
Habrá cierto desierto incierto
Habrá también una caravana de ilusiones
En ese sinfín de caras raras
habrá alguien que sonreirá al mirar
todo el destino del mar.
madre
Tal vez, pensarnos a todos agote.
miércoles, 12 de octubre de 2011
noticias
Algo que resalto de las publicaciones en el interior del país son los logros. Eso es algo mínimo, hasta puede resultar cursi, pero emociona. La gente publica los éxitos cercanos y los hace públicos, informando forma, cumpleaños, agradecimientos, felicitaciones por recibirse, por cumplir quince. Esa cuestión me ha generado un panorama diferente. Si se forma con la información, como pretender dar un discurso desde la formación de que todo lo que se ve, se escucha o se siente es para aturdir y confundir. No digo que esté mal que las noticias cuestionen al poder, de hecho esa es su función esencial. Sólo planteo que entre tanta vorágine y ensalada de discursos, el camino a lo verdadero dista de esa realidad presentada como verdad. Bastaría recuperar un poco de sentido común, el menos común de los sentidos por su desuso, y encontrar la veta de lo que llena. Que el niño se ría y gozar con ello, de gozar sentir como se ríe. De amar como si fuera a terminarse el mundo mañana. De provocar el encuentro. De oler una flor y transportarse. De ver amaneceres y lunas llenitas. De mojarse con la lluvia de verano. De jugar a vivir. De disociarse del enrosque de situaciones que no suman. Bastaría con ponerse a buscar quien multiplique. La consigna podría ser secar algunas penitas al sol, junto a las demás informaciones distorsivas y extorsivas de un hoy que mañana ya no será ni parecido a lo que se profetiza y sin saberlo se filtra en todos nuestros poros haciéndonos cada día más vulnerables.
Definitivamente “El diario no habla de tí ni de mì.”
Y somos nosotros los que hacemos la diferencia.
lunes, 10 de octubre de 2011
@
me embeleza y me separa.
Esa @ entre mi nombre y el universo.
Ese lugar en donde soy uno
y soy de todos.
Yacer no ha sido la mejor opción de valentía.
Este sueño solo se sueña despierto
y maniatado a la virtualidad de la imagen.
Por ahí se fueron las caricias en un sms
O por allá, por el teclado.
Siento esa vaga sensación de haber dejado
el mundo a medio terminar.
En bocas que no ríen.
En risas que callan su fulgor
y sólo hacen muecas digitales.
sábado, 8 de octubre de 2011
trazando puentes
lunes, 19 de septiembre de 2011
El limosnero
--Recibí ésta luz y la quiero dar, pero nadie me cree porque siempre pido--
Entonces, heló mi sangre la paradoja de la sugestión. Nadie supo a donde se guardaron mis sombras. Ni yo lo supe. Solo advertí que al irme, ese rincón quedó iluminado.
jueves, 15 de septiembre de 2011
bar
lunes, 25 de julio de 2011
una vez más
de alcanzarte verdad
entre otras cosas verdaderas
de traer el alma envuelta
para volver a usar
de acariciar tu coraje
pancita
para volver a andar
de solear días nublados
para volver a creer.
una vez más que no es otra vez más.
una nueva vida que es una vida nueva.
miércoles, 18 de mayo de 2011
quien
quien me inventa
quien se vive
quien me da
quien resuelve
quien me ayuda
quien se queda
quien me arropa
quien me quiere,
me quiere por quien soy.
martes, 17 de mayo de 2011
que
que desangro con el mundo que se vive matando mundos.
que degollan ángeles con el filo de un papel.
que amo despertandome y me despierto al amarte.
que mañana es un hoy en oportunidad de ser
que se aprende equivocando y que me contradigo por andar.
y que...
que tengo la posibilidad de dar
y seguiré dando.
lunes, 16 de mayo de 2011
cuando
cuando me fuí detrás de tus jeans
y no me devolviste la mirada.
cuando estuve lejos estando cerca.
cuando creí que todo es mejor si es bueno.
y cuando el futuro sea hoy.
y cuando el tiempo sea recuerdos,
te animo a que sigas a mi lado haciendo más.
martes, 10 de mayo de 2011
cómo
cómo la brisa se adueñó de tu piel
cómo pasa el tiempo sin pasar cuando te pienso
cómo hago para ser a tu lado sin dejar de ser
contame cómo soy después de haberte leído.
domingo, 3 de abril de 2011
21.doc
Corrían los años como nubes. A veces, el tiempo acompasaba las horas y a veces sólo las marcaba en su reloj pulsera. Un legado de su madre. Uno de tantos. En los pisos brillaba la mugre que con el estanco se convertía grasosa. Entonces, al reflejo sutil de las celosías parecía encerado. Algo más que parecía lo que no era. Entre el oscuro cuarto, justo entre el pasado y su cama, Ladio meditaba sus recuerdos más alegres. Su niñez de juegos, sus amigos que le habían olvidado, su pequeño universo construído en el terreno de la ruina. Sus sueños más básicos, sus pasiones más pasionales. La cuadra festejaba el corso afuera. El ruido ni le llamaba la atención, ni lo dispersaba de su recorrido. Ni hacía mella en su ruido interno. Ladio hacía años que estaba postrado. Hacía tiempo que no se levantaba de ese colchón que sabía a humedad y colonias baratas. Su piel ya había padecido el escaldado. Aún tenía el corazón bravío y la piel curtida. Aún tenía más que eso. Aún tenía el deseo por una mujer.
Era su cumpleaños. 21 de febrero. No sabía a ciencia cierta si había nacido antes o después de las doce. Si la certeza que unos años más tarde precipitó sus días. Aquél maldito acelerador se había llevado sus piernas. Tenía 21. Y ya le sonaba ese número como kármico, ya que también su madre lo había parido con esa edad. Ladio rondaba los cuarenta. Su pasatiempo eran los rompecabezas. Aunque a decir verdad, Dana, su enfermera, solía esconderle algunas piezas para que las buscara en la habitación. Ella era dulce, paciente y mugrienta. Pasaba días sin bañarse. En Sarandí, siempre faltaba el agua y parecía haberse acostumbrado a eso. Ladio nunca fantaseó con ella. Ni aquellas tardes de verano en donde la ropa pesaba y los escotes incitaban. Era una relación fraternal. Sin padre, sin madre, y con un hermano que viajaba para olvidarse en el alcohol, Dana era su compañera. Leal y estoica. Pero no le movía ni un pelo. Si su hermana, que de vez en cuando le cuidaba. En varias ocasiones se había excitado en sueños despiertos y de los otros. Sobretodo cuando le pasaba una esponjita por el pubis para lavarle el hedor. Ladio tenía una obsesión por el 21. Eran los minutos que miraba la televisión por día. Entonces se programaba para ver el final de los programas descifrando la trama inicial. Jugaba con 21 cartas, sólo los juegos que se podían jugar, y hasta se sabía un truco de magia. Tenía 21 apilados libros en su cómoda y a las 21 horas de cada noche los recontaba, junto a sus 21 monedas de 10 centavos.
--Acá te dejo los dos pesos con diez--- le decía Dana quien le reponía las moneditas porque a veces le faltaban para los viajes en colectivo.
-- Las 21 de diez centavos.—le corregía.
Aquél verano atroz de humedad lasciva condenaba. Dana le había preparado una torta de chocolinas con dulce de leche y mendicrim. Su favorita. Y al ritmo de las comparsas de carnaval, a las 21 horas luego de revisar la biblioteca, soplaría las velitas pidiendo un deseo. Ladio sabía que pedir. Ya lo sabía. Para quien convive con la vergüenza de estar apartado de todo, nada resulta vergonzoso. El se quería así. Se levantaba con el ánimo de un bebé en el medio del fango. Ella admiraba esa entereza que salía de quien sabe lo que padece. Ese día intuía algo.
Llegó la hora señalada por su obsesiva compulsión. Dana y su hermana se acercaron con lo dulce a su cama cantándole el cumple en francés como solía hacerlo su madre.
--Pedí un deseo antes Ladio--- dijo Dana
---Si con fuerza así se cumple…---le acotó la hermana.
Ladio exhaló el deseo con la fuerza de cien vientos, alzando la mirada hacia ellas con una leve mueca.
---Espero que se me cumpla, voy a morir de pena sino se cumple…--- dijo cayendo la mirada en el escote de la hermana.
--- Bueno…comamos--- cortó Dana el lenguaje no verbal.
El deseo era estar con su hermana. Dana lo sabía. Desde siempre lo supo. No sentía pena por eso y creía que hasta podría ser el regalo para él. Su hermana estaba engarzada. Era menor que él pero sentía curiosidad. Después de la torta, Dana se excusó y salió. Su hermana se sentó a la vera de la cama a leerle unos poemas de Bolaños. Ladio la miraba perdido. Se acercó sigiloso. Le tomó la mano suavemente y le besó fuerte. Era el momento exacto. El regalo anhelado. Las rosas que no espinan. El perfume del encanto. El sabor del chocolate en las bocas que se deseaban. Se sumaron en el revuelco del sueño que se vive, revolcándose. Sonaban las murgas. Ardía la luna anaranjada. Todo fue exacto.
Ella se hizo su regalo. Ella tenía 21 años.
lunes, 21 de marzo de 2011
La fuga
Las partes de Marcos y la mucama se habían esfumado.
lunes, 28 de febrero de 2011
Sepia
lunes, 14 de febrero de 2011
re volvé
Revolvé con tus manos en cuchara,
Endulza mis sentidos.
Renombrá la lujuria,
Quiero canela y miel.
Desayuná mis trasnoches
Con mariposas azules
Revolveme
Revolucioname
Volvé a ilusionarme
Claudicá en mi mitad
Hacéme entero
Dame bravura
Hacete verde donde reposar
Hacelo
No pido
Exijo.
Devolveme amor
Que cuando vuelve,
es toda mi vida por ese simple momento.
jueves, 27 de enero de 2011
centro
toco chacras
toco tu olor
toco escribiendo
y toco mi recuerdo
tocándote.
miércoles, 26 de enero de 2011
días
sin dejar huella aparente.
Son los que marcan el paso del tiempo.
y resultan ser los más intensos.
viernes, 21 de enero de 2011
Rosa
Al bajar por el ascensor me topé con su figura en el pasillo de la planta baja.
--Buen día—dije.
--Lo serán para ud.--- me respondió, lo que me animó a preguntarle.
--¿No lo es para ud?---
-- Y no… tengo a mi Rosa muriendo--- susurró al tiempo que bajo la cabeza y respiró casi moqueando como boxeador.
Yo, salía con el tiempo justo, pero mi humanidad detuvo el reloj de repente. Se paró también mi mirada en un punto fijo. Me tocaba la corbata como si ello me ayudara a pensar. Hacía calor como para salir con el traje, con esa armadura socialmente aceptada. Mi corazón se desbocó en sístoles y diástoles nerviosas. Enmudecí. Aposté a que me contara y se desahogara. Sin darme cuenta le ponía el hombro a ese desconocido que ya era como de la familia. Ví al hombre desarmado. Sentí como se buscaba en el escobillón para poder hablar. Fue entonces que rompí el silencio con un lenguaje no verbal frunciéndole un ceño. Y en tono confesor, asintiendo con la cabeza, balbuceó.
-- A la rosa me la liquidaron las hormigas--
martes, 4 de enero de 2011
deseo
es un mensaje en la botella hacia el mar
y desesperado me impongo hacerlo
Tengo solo algunos segundos
porque me alcanza la rutina
y me impone su ritmo.
ya llega sin golpear la puerta.
y ni siquiera pude escribirte cuanto te deseo.