Sexualidad Humana Normal

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SEXUALIDAD HUMANA NORMAL

DR WALTER WILLIAM RINZE TURTON


PSIQUIATRA
PROGRAMA DE MAESTRIA YDOCTORDO EN PSICOLOGIA CLINICA
UMGG, SEDE HUEHUETENANGO
 ANTES DE HABLAR SOBRE PSICOPATOLOGÍA DE LA
SEXUALIDAD SE HACE IMPRECINDIBLE DEFINIR
CLARAMENTE QUE ES LA ”SEXUALIDAD HUMANA
NORMAL”
 Reunión de Consulta sobre Salud Sexual convocada por la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración
con la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS;
previamente Asociación Mundial de Sexología), que se realizó
del 19 al 22 de mayo de 2000 en Antigua Guatemala,
Guatemala.
 SEXO El término “sexo” se refiere al conjunto de
características biológicas que definen al espectro de
humanos como hembras y machos.
 SEXUALIDAD
 El término “sexualidad” se refiere a una dimensión fundamental
del hecho de ser un ser humano: Basada en el sexo, incluye al
género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el
erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción.
 Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y
relaciones.
 La sexualidad es el resultado de la interacción de factores
biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y
religiosos o espirituales.
 Si bien la sexualidad puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario
que se experimenten ni se expresen todos. Sin embargo, en resumen, la
sexualidad se experiencía y se expresa en todo lo que somos, sentimos,
pensamos y hacemos.
 SALUD SEXUAL
 La salud sexual es la experiencia del proceso permanente
de consecución de bienestar físico, psicológico y
sociocultural relacionado con la sexualidad.
 La salud sexual se observa en las expresiones libres y
responsables de las capacidades sexuales que propician un
bienestar armonioso personal y social, enriqueciendo de esta
manera la vida individual y social. No se trata simplemente
de la ausencia de disfunción o enfermedad o de ambos. Para
que la salud sexual se logre es necesario que los derechos
sexuales de las personas se reconozcan y se garanticen.
 GÉNERO
 El género es la suma de valores, actitudes, papeles,
prácticas o características culturales basadas en el sexo.
 El género, tal como ha existido de manera histórica,
transculturalmente, y en las sociedades contemporáneas,
refleja y perpetúa las relaciones particulares de poder entre
el hombre y la mujer.
 IDENTIDAD DE GÉNERO
 La identidad de género define el grado en que cada
persona se identifica como masculina o femenina o
alguna combinación de ambos. Es el marco de referencia
interno, construido a través del tiempo, que permite a los
individuos organizar un autoconcepto y a comportarse
socialmente en relación a la percepción de su propio sexo
y género.
 La identidad de género determina la forma en que las
personas experimentan su género y contribuye al sentido de
identidad, singularidad y pertenencia.
 ORIENTACIÓN SEXUAL
 La orientación sexual es la organización específica del
erotismo y/o el vínculo emocional de un individuo en
relación al género de la pareja involucrada en la
actividad sexual.
 La orientación sexual puede manifestarse en forma de
comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales,
o en una combinación de estos elementos.
 IDENTIDAD SEXUAL
 La identidad sexual incluye la manera como la persona
se identifica como hombre o mujer, o como una
combinación de ambos, y la orientación sexual de la
persona.
 Es el marco de referencia interno que se forma con el correr
de los años, que permite a un individuo formular un
concepto de sí mismo sobre la base de su sexo, género y
orientación sexual y desenvolverse socialmente conforme a la
percepción que tiene de sus capacidades sexuales.
 EROTISMO
 El erotismo es la capacidad humana de experimentar las
respuestas subjetivas que evocan los fenómenos físicos
percibidos como deseo sexual, excitación sexual y
orgasmo, y, que por lo general, se identifican con placer
sexual.
 El erotismo se construye tanto a nivel individual como social
con significados simbólicos y concretos que lo vinculan a
otros aspectos del ser humano.
 VÍNCULO AFECTIVO
 La vinculación afectiva es la capacidad humana de
establecer lazos con otros seres humanos que se
construyen y mantienen mediante las emociones.
 El vínculo afectivo se establece tanto en el plano personal
como en el de la sociedad mediante significados simbólicos y
concretos que lo ligan a otros aspectos del ser humano. El
amor representa una clase particularmente deseable de
vínculo afectivo.
 ACTIVIDAD SEXUAL
 La actividad sexual es una expresión conductual de la
sexualidad personal donde el componente erótico de la
sexualidad es el más evidente.
 La actividad sexual se caracteriza por los comportamientos
que buscan el erotismo y es sinónimo de comportamiento
sexual.
 PRÁCTICAS SEXUALES
 Las prácticas sexuales son patrones de actividad sexual
presentados por individuos o comunidades con suficiente
consistencia como para ser predecibles.
 RELACIONES SEXUALES SIN RIESGO
 La expresión “relaciones sexuales sin riesgo” se emplea
para especificar las prácticas y comportamientos
sexuales que reducen el riesgo de contraer y transmitir
infecciones de transmisión sexual, en particular elVIH.
 COMPORTAMIENTOS SEXUALES RESPONSABLES
 El comportamiento sexual responsable se expresa en los
planos personal, interpersonal y comunitario. Se caracteriza
por autonomía, madurez, honestidad, respeto, consentimiento,
protección, búsqueda de placer y bienestar.
 La persona que practica un comportamiento sexual responsable no
pretende causar daño y se abstiene de la explotación, acoso,
manipulación y discriminación. Una comunidad fomenta los
comportamientos sexuales responsables al proporcionar la
información, recursos y derechos que las personas necesitan para
participar en dichas prácticas.
DERECHOS SEXUALES

Declaración de los Derechos Sexuales


Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS)
 La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo
ser humano.
 Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades
humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad,
expresión emocional, placer, ternura y amor.
 La sexualidad se construye a través de la interacción entre el
individuo y las estructuras sociales.
 El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el
bienestar individual, interpersonal y social
 Los derechos sexuales son derechos humanos universales
basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos
los seres humanos.
 Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la
salud sexual debe ser un derecho humano básico.
 Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los
seres humanos y las sociedades, los derechos sexuales
siguientes deben ser reconocidos, promovidos, respetados y
defendidos por todas las sociedades con todos sus medios.
 La salud sexual es el resultado de un ambiente que reconoce,
respeta y ejerce estos derechos sexuales:
1. El derecho a la libertad sexual.
 La libertad sexual abarca la posibilidad de la plena
expresión del potencial sexual de los individuos. Sin
embargo, esto excluye toda forma de coerción, explotación
y abuso sexuales en cualquier tiempo y situación de la vida.
2.El derecho a la autonomía, integridad y seguridad
sexuales del cuerpo.
 Este derecho incluye la capacidad de tomar decisiones
autónomas sobre la propia vida sexual dentro del contexto de
la ética personal y social. También están incluidas la capacidad
de control y disfrute de nuestros cuerpos, libres de tortura,
mutilación y violencia de cualquier tipo.
3. El derecho a la privacidad sexual.
 Este involucra el derecho a las decisiones y conductas
individuales realizadas en el ámbito de la intimidad siempre y
cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros.
4. El derecho a la equidad sexual.
 Este derecho se refiere a la oposición a todas las formas de
discriminación, independientemente del sexo, género,
orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o
limitación física o emocional.
5. El derecho al placer sexual.
 El placer sexual, incluyendo el autoerotismo, es fuente de
bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual.
6. El derecho a la expresión sexual emocional.
 La expresión sexual va más allá del placer erótico o los actos
sexuales. Todo individuo tiene derecho a expresar su
sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la
expresión emocional y el amor.
7. El derecho a la libre asociación sexual.
 Significa la posibilidad de contraer o no matrimonio, de
divorciarse y de establecer otros tipos de asociaciones
sexuales responsables.
8. El derecho a la toma de decisiones reproductivas,
libres y responsables.
 Esto abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el número
y espaciamiento entre cada uno, y el derecho al acceso pleno
a los métodos de regulación de la fecundidad.
9. El derecho a información basada en el
conocimiento científico.
 Este derecho implica que la información sexual debe ser
generada a través de la investigación científica libre y ética,
así como el derecho a la difusión apropiada en todos los
niveles sociales.
10. El derecho a la educación sexual integral.
 Este es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura
toda la vida y que debería involucrar a todas las instituciones
sociales.
11. El derecho a la atención de la salud sexual.
 La atención de la salud sexual debe estar disponible para la
prevención y el tratamiento de todos los problemas,
preocupaciones y trastornos sexuales.

LOS DERECHOS SEXUALES SON DERECHOS


HUMANOS FUNDAMENTALES Y UNIVERSALES.
FUNCION SEXUAL
NORMAL
 La función sexual normal tiene un significado diferente para
cada persona. Diversas disciplinas estudian este asunto, como
la biología, fisiología, psicología, medicina (en el terreno de
la endocrinología, ginecología, psiquiatría, urología
venereología), sociología, etología, arte, filosofía,
psicoanálisis e historia.
 A menudo hay pocos nexos entre estas disciplinas y cada una
tiene su propia literatura y terminología.
 Algunas Se consideran “ciencias puras”, y plantean hipótesis
que pueden probarse o descartarse mediante experimento,
observación o pruebas cuantitativas de hechos. Otras se
valoran como “ciencias menores”, donde las pruebas
individuales y anecdóticas se promueven y constituyen la
norma.
 A continuación se definirá la “actividad sexual normal” en la
cultura occidental, sobre todo desde la perspectiva biológica,
fisiológica y psicológica, pero utilizará otras disciplinas
cuando las “ciencias puras” no sean capaces de proporcionar
una respuesta.
DETERMINATES BIOLOGICOS
DE LA FUNCION SEXUAL
NORMAL
 Los humanos son los primates más desarrollados. Se ha
Escrito que ciertos elementos anatómicos/biológicos
disparan nuestro comportamiento sexual, en comparación
con otros primates, aunque algunos estudios recientes
prueban que los bonobos (chimpancés pigmeos) también
utilizan sexo para asuntos no relacionados con la
reproducción.
En resumen estas características son las siguientes:

 La relativa ausencia de pelo sobre nuestra piel permite


exhibir a la vista ciertas partes bien definidas y mayor
sensibilidad táctil.
 El clítoris, que es un árgano cuya única función es producir la
excitación/placer sexual de la mujer.
 Los orgasmos, tanto en el varón como en la mujer, producen
intensas satisfacciones eufórica al completar el acto al que
induce la excitación sexual. La mujer tiene la capacidad de
tener orgasmos múltiples en serie.
 El mayor tamaño de pene entre los primates, ya sea flácido o
erecto. Este último resulta un buen estimulador sexual de los
genitales femeninos.
 Ovulación oculta (criptica) que induce al varón a repetir el
coito con más frecuencia, para producir el embarazo y evitar
la infidelidad femenina.
 Características sexuales visibles y bien definidas en la
hembra, que no dependen de la estación o fertilidad (es decir,
los pechos, vello púbico, nalgas y labios). Las membranas
mucosas de los labios sirven como elemento visual y para la
estimulación háptica cuando se besa o se chupa.
 La capacidad de la mujer para excitarse e iniciar el coito
independientemente de la estación, estado hormonal u
ovulación. Las mujeres (al contrario que otros primates)
tienen la capacidad, que utilizan con frecuencia, de
emprender la actividad sexual y el coito cuando están
menstruando, embarazadas o menopáusicas.
 Desarrollo de glándulas mamarias voluminosas durante la
pubertad que constituyen estímulos sexuales visuales en la
mayoría de las culturas.
Dichos determinantes biológicos se incrementan mediante
determinantes socioculturales:

 El lenguaje, arte y música para la estimulación erótica.


 Adornos faciales con maquillaje, para mejorar la apariencia.
 Los vestidos, especialmente en las mujeres, como los
sujetadores para redefinir la forma de los pechos, corsés para
modelar la forma del cuerpo, zapatos de tacón para alargar
las piernas y resaltar las nalgas. Un estudio de mujeres
jóvenes realizado en Austria demostró cómo manipulaban los
signos corporales, en las discotecas. Alrededor de la época de
ovulación se vestían mostrando mucha más superficie de piel
que en otros periodos de su ciclo menstrual. Los varones
jóvenes adultos utilizan pantalones estrechos para crear un
“bulto” genital y para enfatizar las nalgas firmes y
redondeadas, que resultan sexualmente muy atractivas para
las mujeres jóvenes.
 Perfumes y esencias para intensificar el aroma corporal.

Los últimos tres elementos utilizan medios artificiales para


potenciar los estímulos sexuales normales .Estos factores
socioculturales y biológicos hacen que la sexualidad humana
sea más deseable y satisfactoria.
Sexualidad como concepto social
y codificación sexual
 Laqueur afirma que, mientras que la biología sexual
permanece invariable, su expresión se modifica a través de
los siglos, bajo la influencia de la cultura, clase social, grupo
étnico y religión.
 Este concepto, que en la sexualidad humana es un concepto
social, ha sido ampliamente argumentado por Foucault y
otros autores defensores de la idea de la conceptualización
social.
 Gagnon y Simon introdujeron el concepto de “codificación
sexual”. Los códigos organizan y determinan las
circunstancias en que se produce la actividad sexual y son
responsables de el aprendizaje del significado de los estados
internos, organización de las secuencias de actos sexuales
específicos, descodificación de nuevas situaciones,
establecimiento del limite de las respuestas sexuales y
conexión de los significados de aspectos no sexuales de la
vida con experiencias “específicamente sexuales”.
 Money utilizó una construcción similar en la elaboración de
sus “mapas del amor” para el ser humano. Aunque la sociedad
y las fuerzas sociales influyen sobre los patrones de
comportamiento, son pocas las pruebas que demuestran que
la identidad sexual, la orientación o los mecanismos sexuales
también sufren estos efectos.
Definición del modelo de función
sexual normal: encuesta sexual
 Una forma evidente de definir la función sexual normal es
preguntar a las personas como la practican. Kinsey y sus
ayudantes llevaron a cabo dos encuestas sexuales clásicas que
analizaban los resultados de entrevistas con 12.000 varones
en el año 1948 y 8.000 hembras en 1953 .
 Su técnica de muestreo consistía en entrevistar a todos los
miembros de grupos específicos y dispuestos a cooperar
(clubs, personal hospitalario, universidades, fuerzas de
seguridad, profesorado escolar, etc).
 Este sistema generaba muestras de conveniencia, pero no
constituía un muestreo válido de la población. A pesar de su
antigüedad y técnica de muestreo sesgada, estos estudios
todavía contienen mucha información interesante.
 En la moral sexual de la década de 1950 muchos de estos
hallazgos resultaron enormemente controvertidos. Clement
analizó los estudios posteriores, hasta el año 1990, sobre el
comportamiento heterosexual humano.
 Las encuestas ofrecen una perspectiva selectiva de la función
sexual. Los resultados dependen de la formulación de las
preguntas. Se basan en las narraciones del individuo y
representan tan solo a aquellos que están dispuestos a
describir su comportamiento sexual. Por ejemplo, se sabe
que las mujeres tienden a disimular sus experiencias sexuales
prematrimoniales, mientras que los varones suelen
sobrevalorar el número de parejas estables que han tenido.
 Berky cols. estudiaron los recuerdos de 217 estudiantes
universitarios sobre su actividad sexual, durante un período
de valoración de 2 semanas, mediante cuestionarios que se
respondieron al cabo de 2 semanas del periodo de análisis y
diarios que se actualizaban diariamente durante el mismo
periodo. Las mujeres afirmaban practicar y recibir más sexo
oral que los hombres. Evidentemente, los datos provenientes
de estudios con cuestionarios deberían analizarse con cautela.
 Una encuesta detecta tan sólo aquello que es frecuente v no
necesariamente lo que resulta normal, pero a menudo se
identifican las prácticas sexuales más comunes con el
comportamiento sexual normal.
 Los estudios también difieren en el espectro de
comportamientos sobre los que se pregunta: Así, por
ejemplo, el coito sin preservativo resulta importante en la era
del SIDA. Las encuestas tienen una gran desventaja; los
resultados que producen con frecuencia resultan
“perecederos”; muchos aspectos de la época anterior a la
píldora o más recientemente, al SIDA, hoy en día tan sólo son
útiles en un contexto comparativo e histórico.
 Recientemente se han llevado a cabo dos estudios bien
organizados, basados en muestras de la población total, uno
en Estados Unidos y otro en el Reino Unido. En ambos casos,
los entrevistados manifestaron su incomodidad frente a
preguntas sobre la masturbación. En el estudio americano tas
preguntas se planteaban en un cuestionario autoadministrado
separado, mientras que en el británico se omitieron.
 El estudio americano se llevo a cabo con 3.15 sujetos
seleccionados, angloparlantes, en hogares representativos y
220 entrevistadores experimentados (la mayoría mujeres).
 Prácticamente el 80 % de los sujetos seleccionados acepto ser
entrevistado. Los varones pensaban en el sexo con frecuencia
y más del 50 % tenia pensamientos eróticos varias veces día,
mientras que las mujeres pensaban en el sexo con una
frecuencia que oscilaba desde pocas veces a la semana a unas
pocas al mes. La frecuencia del sexo con el cónyuge tiene
poco que ver con la raza, la religión o la educación. Tan solo
importaban tres factores: la edad, si estaban casados o
solamente convivían y el tiempo que llevaban juntos.
 El 14 % de los varones afirmaron no haber mantenido
relaciones sexuales durante el año anterior, el 16 % unas
pocas veces al año, el 40 % unas pocas veces al mes, el 26 %
de dos a tres veces por semana y el 8 % cuatro veces por
semana.
 Los porcentajes eran similares en las mujeres. Las personas
más jóvenes y las mayores tenían menos relaciones sexuales
con su cónyuge, mientras ocurría lo contrario con aquellos
en edades comprendidas entre los 20 y 30 años.
 De las mujeres en edades entre los 18 y los 59 años,
aproximadamente una de cada tres afirmaba no tener interés
por el sexo y una de cada cinco sostenía que el sexo no le
proporcionaba placer.
 Contrariamente a lo que sucede con la frecuencia, las
prácticas sexuales relatadas, si que dependen de la raza y
clase social. Para la mayoría, muchas de las prácticas distintas
al coito vaginal no resultaban demasiado atractivas.
 En las mujeres en edades entre los 18 y 44 años,el80% valoró
el coito vaginal como “muy atractivo” y otro 18 % lo
describió como “relativamente atractivo”.
 El 85 % de los varones consideraban el coito vaginal como
“muy atractivo”.
 Tras éste, en segundo lugar, práctica más atractiva era
observar como la pareja se quitaba la ropa, en mayor
proporción para los varones (50 %) que para las mujeres (30
%). Esto refleja la naturaleza de voyeurs de los varones y
explica por qué están dispuestos a pagar para ver a mujeres
desnudas o que se desnudan.
 En referencia al sexo oral, tanto los varones como las mujeres
preferían recibirlo a practicarlo. Esta práctica variaba mucho
según la raza y la educación, con porcentajes más elevados
entre las personas blancas con más educación que en las
personas negras con menos estudios. Prácticamente el 68 %
de las mujeres hablan practicado el sexo oral con su cónyuge
y el 19 % practicaron sexo oral activo en su última relación
sexual.
 El 73 % de las mujeres había recibido sexo oral de sus
compañeros y el 20 % lo había recibido durante su última
relación sexual. Los varones relataron experiencias similares.
 Este estudio, contrariamente a los anteriores, preguntaba
sobre el sexo anal. De las mujeres en edades entre los 18 y 44
años, el 87 % no lo consideraba en absoluto atractivo y tan
solo entre el 1 y 4 % lo veía como bastante o muy atractivo.
En los varones del mismo grupo de edad, al 73 % no le
parecía atractivo en absoluto y un mayor porcentaje que las
mujeres lo consideraba bastante o muy atractivo. Las mujeres
y varones en edades entre los 44 y 59 años obtuvieron
resultados similares.
 Respecto a la masturbación, la gente mayor (mayor de 54
años) manifestaba porcentajes mas reducidos que cualquier
otro grupo de edad, y esto indica que la masturbación no se
utiliza para compensar la disminución global de la actividad
sexual con sus cónyuges.
 En el estudio británico se entrevisto a 18.876 sujetos con 488
entrevistadores (de los cuales 421 eran mujeres). El muestreo
utilizaba una persona por domicilio y el porcentaje de
aceptación era del 71,5 %. Se preguntaba sobre la frecuencia
del coito vaginal, sexo oral y anal, pero no sobre la
masturbación.
 La mediana del número de relaciones sexuales con un varón
o una mujer era de 5 veces al mes, para las mujeres en edades
entre los 20 y 29 años y para los varones entre los 25 y 34,
pero se reducía a dos al mes para los varones entre los 55 y
59.
 Más de la mitad de las mujeres entre los 55 y 59 años
afirmaron no haber mantenido relaciones sexuales en el
ultimo mes, pero en este grupo de edad es probable que las
mujeres no tuvieran un compañero estable, fuera por
viudedad, separación o divorcio.

 La práctica totalidad de los varones y mujeres alrededor de


los 25 años afirmaron que practicaban el coito vaginal.
 El 56 % de los varones y el 57 % de las mujeres habían
practicado el coito vaginal durante la semana anterior, y el 75
% de los varones así como el 82 % de las mujeres practicaban
el sexo sin penetración.
 El 25 % de los varones había experimentado estimulación
genital en los últimos 7 días. El cunnilingus y la felación eran
comunes, pero menos frecuentes que el coito vaginal.
 De los varones y mujeres en edades entre los 18 y 44 años, el
60 % había practicado el sexo oral durante el año anterior,
pero en el grupo de edad entre los 45 y 59 años esta cifra
descendía al 30 % para las mujeres y al 42 % para los
varones.
 Estas y otras encuestas sexuales indican que la práctica del
sexo oral ha aumentado desde las décadas de 1950 y 1960.
 El coito anal resultaba poco frecuente: solo
aproximadamente el 14 % de los varones y el 13 % de las
mujeres lo habían practicado alguna vez y solo el % de los
varones y mujeres durante el año anterior.
Definición del modelo del ciclo
de respuesta sexual humana
 Una forma de investigar directamente la función sexual
normal consiste en observar y valorar los cambios corporales
que se producen cuando los varones y mujeres se excitan
sexualmente. Con estos datos, se han elaborado modelos de
la secuencia normal de cambios durante la excitación sexual y
el coito. Los primeros describían una secuencia simple de
excitación progresiva que culminaba en una descarga rápida
durante el orgasmo, representada gráficamente como subida,
pico y bajada). A medida que avanzaban las investigaciones,
se comprendieron mejor las respuestas corporales y los
modelos Se hicieron más detallados y complejos.
EMOR, un modelo del ciclo de respuesta
sexual humana

 Master y Johnson formularon el modelo que tiene mejor


aceptación . Durante los experimentos, observaron los
cambios que se producían en el cuerpo del varón y la mujer
y, sobre todo, en los genitales, desde la excitación hasta el
orgasmo, ya fuese por masturbación o por coito natural o
artificial, mediante un pene de plástico que permitía la
filmación interna de los genitales femeninos.
 Después de estudiar prácticamente 7.500 procesos desde la
excitación hasta el orgasmo en mujeres y 2.500 en varones,
gracias a 382 mujeres y 312 varones voluntarios a lo largo de
11 años, elaboraron un modelo de cuatro fases, lineal,
secuencial y creciente para el ciclo de respuesta sexual
humana . Las fases se definían como excitación (E) (estímulos
de origen somatogénico o psicogénico que producen
excitación o tensión sexual), meseta (M) (las tensiones
sexuales se intensifican), orgásmica (0) (clímax de placer
involuntario) y, finalmente, resolución (R) (disipación de las
tensiones sexuales).
 El éxito del modelo EMOR Se debió a su gran alcance, ya
que podía caracterizar las respuestas sexuales tanto de
varones como de mujeres, heterosexuales u homosexuales,
desde las simples caricias hasta el coito vaginal o anal con
orgasmo. Sin embargo tenia algunos puntos débiles.
 El primer problema del modelo EMOR provenía de que se
basaba en el estudio de un grupo enormemente especifico de
varones y mujeres, voluntarios americanos, que podían
excitarse hasta el orgasmo en el laboratorio cuando Se les
pedía, y que permitían que se les observase/filmase o
valorase, con finalidades científicas y altruistas (o tal vez
exhibicionistas).
 La segunda debilidad era la falta de consenso entre los
observadores sobre los cambios que se producían y la
confirmación de su fiabilidad secuencial.
 Robinson estudio las fases E y M para concluir de manera
convincente que la fase M constituía tan solo el final de la fase
E.
 Helen Kaplan , una terapeuta sexual de Nueva York, postulo
que antes de la fase E debía producirse una fase de deseo (fase
D). Esta afirmación era fruto de su trabajo con mujeres que
afirmaban no tener el deseo de excitarse sexualmente,
incluso con su cónyuge habitual. Sugirió que debe producirse
el deseo antes de que pueda iniciarse la excitación sexual.
 Los sujetos de Kaplan acudían a una clínica y nunca se llevo a
cabo un estudio con controles normales de Ia población
(varones o mujeres) para investigar si este hecho “patente’ era
cierto.
 A pesar de todo, el modelo EMOR se sustituyo gradualmente
por el modelo con fases de deseo, excitación, orgasmo y
resolución (DEOR). Aunque este es el modelo que se acepta
actualmente, todavía se mantienen las dudas sobre Ia
importancia de la fase del deseo en las mujeres.
 En un estudio de mujeres experimentadas sexualmente, en
un contexto ambulatorio en Dinamarca, prácticamente un
tercio afirmó que nunca había sentido deseo sexual
espontáneo y, en un estudio americano, las mujeres citaron
periodos de varios meses durante los cuales no tenían ningún
interés por el sexo .
 Otro problema que se plantea con la fase del deseo es su situación
en el modelo secuencial DEOR.
 El deseo sexual aparentemente espontáneo (pero que
presumiblemente también se activa por un mecanismo aprendido)
sin duda debería situarse al principio del modelo, pero qué sucede
con el deseo sexual que se genera cuando una persona se excita
sexualmente a causa de otra?
 Donde situamos este deseo sexual? Al principio de la fase de
excitación?
 El comportamiento de cortejo, que marca el inicio de la actividad
sexual, también resulta difícil de situar dentro del modelo DEOR.
Comportamiento de cortejo
(aparejamiento): la actividad que inicia la conducta
sexual normal
 Con excepción de la violación, los humanos inician la
actividad sexual mediante el comportamiento de cortejo. En
ocasiones, el cortejo precede a la fase del deseo, en otros
casos ocurre durante la fase del deseo y también puede
producirse en la fase de excitación.
 La psicología evolutiva intenta definir las estrategias del cortejo.
Su explicación no siempre resulta bien acogida por la sensibilidad
actual sobre la igualdad de sexos.
 Se argumenta que las mujeres invierten más tiempo en su
progenitura que los varones , que esta inversión es un recurso
escaso por el que compiten los varones y que los varones
probablemente favorecen su estrategia reproductiva apareándose
con frecuencia.
 La mayoría de los varones primero se sienten atraídos visualmente
hacia una posible pareja sexual femenina. Estos últimos buscan la
juventud y atractivo físico en las facciones regulares, complexión
suave, estatura elevada y buen físico. También valoran Ia virginidad
y castidad.
 La variedad de cónyuges se desea tanto como sea posible. Sin
embargo, las mujeres necesitan compañeros de alta calidad
con muchos recursos y buscan la seguridad y el estatus
emocional y económico. Naturalmente, las estrategias entran
en conflicto y producen diferentes preferencias en la elección
de companero/a y el sexo esporádico y distintos niveles de
dedicación y compromiso en las relaciones.
 Una vez que la mujer (o varón) elegida/o acepta el inicio del
cortejo, los pasos siguientes forman una secuencia estereotipada
que se observa en muchas culturas distintas.
 Las fases son la mirada, el acercamiento, el habla, el tacto, la
sincronía, los besos (caricias), el juego sexual y el coito
 Morris dividió el comportamiento de cortejo humano en 12 fases
básicas: mirada con cuerpo, mirada con mirada, voz con voz, mano
con mano, brazo con hombro, brazo con cintura, boca con boca,
mano con cabeza, mano con cuerpo, boca con pecho, mano con
genitales y genitales con genitales. Se han elaborado jerarquías
similares que amplían el comportamiento hasta los contactos entre
la boca y los genitales.
 Aunque los besos se han definido como un ensayo inhibido
del coito y otras prácticas sexuales y por lo general se
producen en el comportamiento de cortejo mucho antes de
que se inicie la actividad genital, frecuentemente se
consideran mucho más íntimos que el coito.
 Las prostitutas, por ejemplo, tradicionalmente no besan a sus
clientes en la boca y reservan esa actividad para su
comportamiento sexual privado.
 Nicolson postulo que el beso puede ser un mecanismo
mediante el cual se intercambian productos semiquímicos
(feromonas) entre humanos, que generan los vínculos
afectivos.
Cambios extragenitales comunes
durante la excitación sexual
 Tanto en los varones como en las mujeres los estímulos de
excitación sexual efectivos provocan un cierto número de
cambios fisiológicos . La respiración, ritmo cardiaco y
presión sanguínea se incrementan, los pezones se endurecen,
frecuentemente se suda y se produce la rubefacción de la piel
(enrojecimiento). Aumenta la tensión muscular y las pupilas
se dilatan. Todos estos cambios se intensifican a medida que
crece a excitación. Después del orgasmo se disipan
rápidamente (fase R), y cuando no se alcanza el orgasmo
tardan más en desaparecer.
Endocrinologia de Ia función
sexual normal
VARONES
Andrógenos
 La mayoría de los esteroides que influyen sobre la función sexual
normal de los varones son los andrógenos que secretan los
testículos, como la testosterona, principalmente, con cantidades
más reducidas de androestenediona.
 La corteza suprarrenal también sintetiza y secreta andrógenos,
pero tan solo representan un 2 % del total. De la testosterona, el
95 %está ligada a la proteína plasmática; solo la fracción libre
constituye una hormona virilizante activa.
 En los varones el desarrollo de la musculatura, crecimiento óseo,
genitales y vello púbico y axilar dependen de los andrógenos.
Andrógenos y comportamiento sexual masculino

 La eliminación de la testosterona mediante la castración por


lo general provoca un declive de la actividad y el deseo sexual
en la mayoría de sujetos al cabo de 12 meses.
 Sin embargo, se observan diferencias especificas significativas,
y algunos pacientes que han sido castrados conservan el
interés y actividad sexual durante años
 Los factores como los andrógenos suprarrenales,
disponibilidad de cónyuges sexuales y predisposición para la
operación influyen en la respuesta.
 En los varones que han sido castrados o padecen
hipogonadismo, la restauración del nivel de testosterona
restablece el interés y actividad sexual.
 Everitt y Bancroft sugirieron la existencia de dos sistemas en
el cerebro que controlan las erecciones.
 El primero es un sistema dependiente de los andrógenos que
trastorna el deseo sexual y la excitabilidad, la cual se valora
mediante las erecciones espontáneas que se producen durante
el sueño (tumescencia nocturna del pene). La tumescencia
nocturna del pene se deteriora con la insuficiencia de
andrógenos y se puede restablecer cuando se restaura su
nivel.
 El segundo sistema, que es independiente de los andrógenos,
es responsable de la respuesta eréctil a los estímulos eróticos
visuales.
 Se afirma que éste no seve afectado en los varones que sufren
hipogonadismo (34). Sin embargo, Bancroft (35) señalo
recientemente que la propuesta original era excesivamente
simple como consecuencia de la utilización de un solo
parámetro para la respuesta del pene. Cuando se toman otros
parámetros, las respuestas eréctiles a los estímulos visuales
eróticos se yen afectadas por los andrógenos en términos de
duración, grado de rigidez y velocidad de detumescencia.
 Cuando se toman otros parámetros, las respuestas eréctiles a
los estímulos visuales eróticos se yen afectadas por los
andrógenos en términos de duración, grado de rigidez y
velocidad de tumescencia.
Secreción y control de la gonadotropina

 El control de la secreción de gonadotropina en el varón


adulto se lleva a cabo mediante los circuitos de
retroalimentación negativa de hormonas: la hormona
luteinizante por la testosterona y la hormona
foliculoestimulante por la inhibina (secretada por las
células de Sertoli).
 En el varón adulto los estrógenos se producen en los
testículos, éstos ejercen una potente retroacción negativa
sobre la secreción de gonadotropina (100 veces más potente
que la testosterona), pero su concentración es muy reducida
y no se supone que desempeñen un papel fisiológico
significativo.
 Los varones secretan prolactina, pero no se ha demostrado
que ésta tenga una función reproductiva. Sin embargo, los
niveles elevados patológicos de prolactina
(hiperprolactinemia) se acompañan de alteraciones de la
función sexual, especialmente la disfunción eréctil. Se
desconocen los motivos de esta circunstancia.
MUJERES
 Estrógenos, progesterona y andrógenos
 En las mujeres, los estrógenos, progesterona y andrógenos
son responsables de la diferenciación y el mantenimiento de
los tejidos genitales y del pecho e influyen en la función
sexual normal. El desarrollo genital del feto, contrariamente
a los varones, aparentemente no requiere estimulación
hormonal, ya que su desarrollo de las estructuras genitales
femeninas es el prototipo fetal o programa por defecto.
 Durante la pubertad, los estrógenos de los ovarios y la
progesterona, junto con los andrógenos de la corteza
suprarrenal, provocan el crecimiento y los cambios
funcionales de los genitales, internos y externos, pechos y
pezones. Los estrógenos facilitan también el crecimiento de
las trompas de Falopio, útero, vagina y pechos, y distribuyen
la grasa subcutánea en los pechos, caderas y otras zonas, para
crear los contornos redondeados del cuerpo femenino que
tan atractivos resultan para el varón.
 La grasa que se distribuye de esta forma es suficiente para
suministrar la energía necesaria para el embarazo y lactancia
subsiguiente. En la mujer los andrógenos son responsables del
desarrollo del clítoris, pezones, vello púbico y axilar y,
probablemente, los labios vaginales y las glándulas
periuretrales.
Función de las hormonas en la
sexualidad femenina
 Aunque se han llevado a cabo más de 60 estudios para
analizar si los niveles cambiantes de hormonas durante el
ciclo menstrual influyen sobre la excitación sexual de la
mujer (37), no se ha probado de forma convincente que los
estrógenos y la progesterona ejerzan directamente alguna
función en la actividad sexual de las mujeres, aparte de las
funciones indirectas en el mantenimiento de las estructuras y
funciones de los genitales femeninos, especialmente la
vagina.
 Los andrógenos que secreta la corteza supranenal femenina tienen
una concentración 10 veces menor a la de los que secreta el varón.
La variación de los niveles plasmáticos de andrógenos durante el
ciclo menstrual es pequeña y es el nivel de andrógenos libres el
que debe tenerse en cuenta. Los andrógenos estimulan el vello
púbico y axilar de la mujer adulta, el clítoris y, probablemente, los
labios vaginales y las glándulas periuretrales. La función de los
andrógenos en a sexualidad femenina resulta controvertida y
ambigua (38). Algunos afirman que, como en el varón, constituyen
la mayor influencia hormonal en la libido femenina. Se ha
demostrado que la extirpación de las glándulas suprarrenales
reduce el deseo y la capacidad para alcanzar el orgasmo. El exceso
de andrógenos estimula la libido, pero en dosis farmacológicas, no
fisiológicas. Estas dosis afectan a la estructura y sensibilidad del
clítoris (un tejido sensible a los andrógenos), así que es posible que
no sea el cerebro el que medie los efectos sobre la sexualidad.
Comportamiento sexual durante el
ciclo menstrual
 A pesar de los numerosos estudios, todavía se mantienen las
dudas sobre si Cl comportamiento sexual de la mujer está
influido por cambios hormonales durante el ciclo menstrual.
Meuwissen y Over (37) analizaron 64 estudios publicados.
Un número significativo detectaba un pico premenstrual en
el deseo y la actividad sexual, otros, un pico pos menstrual
durante la menstruación o durante la ovulación. (Estos
últimos frecuentemente utilizan una metodología inadecuada
para determinar el momento de la ovulación.)
Funciones genitales masculinas durante Ia
excitación sexual normal
 Mientras que el modelo DEOR define a excitación sexual
general de los humanos, existe un modelo fisiológico más
especifico es el de excitación, erección, emisión y eyaculación
con orgasmo. Cada una de estas fases se lleva a cabo mediante
mecanismos separados. Aunque la eyaculación y el orgasmo
suelen producirse al mismo tiempo, también tienen
mecanismos separados.
 Excitación
 La excitación sexual puede producirse mediante estímulos
psicogénicos o somato génicos. En determinadas
circunstancias, la excitación se relaciona o potencia por
asociación con objetos no sexuales, como la ropa interior
femenina.
 Erección: transformación del pene urinario flácido en el pene
sexual rígido
 Las tres columnas eréctiles longitudinales del pene se
complementan con un par de cuerpos cavernosos dorsales
lado a lado sobre el único cuerpo esponjoso ventral. Los
cuerpos cavernosos están cubiertos por a túnica albugínea,
una membrana fibrosa de 2 mm de grosor que es elástica. El
cuerpo esponjoso envuelve la longitud de la uretra del pene,
se ensancha en la base para formar el bulbo uretral y Se dilata
para crear la glándula del pene. Aunque se llena de sangre
 Aunque se llena de sangre para crear la glándula del pene.
Aunque se llena de sangre durante la excitación, no es
responsable de la rigidez de la erección, sino que
simplemente impide que la uretra se cierre. El pene no
excitado es flácido porque el flujo de sangre de la arteria
pudenda hacia los tejidos eréctiles está limitado por el
elevado tono simpático constrictivo de la musculatura lisa de
los vasos sanguíneos del cuerpo cavernoso.
 Durante la excitación sexual, el tono simpático disminuye, Ia
inervación neural de las arterias y cámaras cavernosas se
activa para liberar ci péptido intestinal vasoactivo (VIP), un
neurotransmisor vasodilatador peptidergico que relaja
directamente Ia capa muscular, y el óxido nitrico,
neurotransmisor nitrérgico. El óxido nítrico activa Ia enzima
guanilasa ciclica en las células de la capa muscular del tejido
cavernoso y los vasos sanguíneos del endotelio para producir
el guanosinmonofosfato ciclico (GMPc), el segundo
transmisor que relaja el músculo.
 La vasodilatación del suministro arterial mediante el VIP, junto con
Ia relajación de los vasos del tejido cavernoso, per- mite que se
llenen por Ia presión arterial, estirando las columnas hasta que Se
vuelven rígidas contra su cobertura de túnica albugínea que no
cede, y las venas (emisarias) que pasan oblicuamente a través de Ia
túnica se cierran, reduciendo enormemente el drenaje vascular del
pene. A través de este mecanismo el pene urinario flácido se
convierte en el pene sexual rígido y erecto, entre7 y 8 cm más
largo. La rigidez es fundamental para poder penetrar Ia vagina y
estimular sus paredes (sobre todo lo primero) durante el vaivén
del pene. Los músculos estriados de Ia región pélvica, en especial
el isquiocavernoso y el bulbocavernoso, por lo general no están
implicados en Ia erección del pene (39), aunque pueden
contraerse voluntariamente para contribuir a su rigidez.
 El cuerpo esponjoso relleno es menos rígido que las
columnas cavernosas, lo cual hace que el glande del pene sea
más suave y menos agresivo para los labios vaginales y vagina.
Simultáneamente al incremento del flujo sanguíneo del pene,
Se produce un gran aumento de Ia sensibilidad del glande,
especialmente su zona coronal, a! tacto y Ia fricción.
 Genitales internos
 Los fluidos genitales de los testículos, epidídimo y glándulas
genitales accesorias del hombre están involucrados en Ia
emisión. Estas glándulas son Ia bulbouretral (glándula de
Cowper), próstata (secreta aproximadamente el 300/0 del
volumen total eyaculado) y las dos vesículas seminales
(aproximadamente el 60 °/o del volumen eyaculado). Los
fluidos de todas éstas, junto con los de las glándulas de Littré,
que rodean Ia uretra del pene, producen la eyaculación, o
semen, que tiene un olor característico y coagula en contacto
con el aire.
 Emisión
 Esta fase se inicia con el movimiento de los distintos fluidos
genitales en los conductos, provocado por Ia contracción
neuronalmente inducida de la capa muscular de las cápsulas
de los testículos, epidídimo y vesículas seminales. Las
secreciones brotan por la uretra prostática y el esfínter del
cuello de la vejiga se cierra, para evitar el reflujo. Guando
esto ocurre, el varón experimenta una sensación de
<inevitabilidad eyaculatoria> y sabe que eyaculará al cabo de
un segundo o dos y que en este momento la supresión
consciente del reflejo eyaculatorio es imposible. Las
contracciones del músculo liso de las cápsulas glandulares,
junto con el peristaltismo de los conductos deferentes y la
uretra, empujan el semen a lo largo de la uretra.
 Eyaculación
 Al cabo de uno o dos segundos los músculos isquiocavernoso
y bulbocavernoso de ‘a región perineal se contraen
simultáneamente; al principio se produce una contracción de
Ia uretra cada 0,8 segundos, y se expulsa Ia eyaculación.
Durante Ia eyaculación, el intervalo entre contracciones del
músculo estriado se incrementa y disminuye su fuerza, hasta
que desaparecen por completo (39).
 Su número puede variar entre 5 y 60. La mayor pene de Ia
eyaculación se expulsa con Ia primera media docena de
contracciones. Cuando se paralizan los músculos estriados, el
semen tan solo Se expulsa mediante las contracciones
peristálticas de Ia musculatura lisa, que producen una
eyaculación que gotea sin fuerza de proyección produce poco
placer.
 Orgasmo masculino
 El placer extático supremo Se experimenta justo antes de que
se produzcan las contracciones del músculo estriado y a
partir de ese momento se asocia con cada contracción
posterior, palpitando cada vez con menor intensidad, hasta
desaparecer con las contracciones. Así se produce el orgasmo
masculino. El orgasmo se siente como un placer vibratorio
intenso en el pene y área pélvica, que puede prolongarse
entre 5 y 60 segundos.
 Kinsey y cols. (11) reunieron pruebas que demuestran que el
orgasmo y Ia eyaculación son mecanismos distintos. En
resumen, el orgasmo se produce sin eyaculación en los
varones preadolescentes; en algunos adultos solo ocurre al
cabo de unos segundos de la eyaculación, otros varones
adultos son anatómicamente incapaces de eyacular, pero
experimentan orgasmos, y los varones que han sido
prostatectomizados no pueden tener eyaculaciones, pero
algunos sienten los orgasmos.
 La intensidad del orgasmo varia en fricción de la duración de
Ia excitación sexual (cuanto más tiempo se mantenga, mayor
será el orgasmo subsiguiente), la excitación erótica y novedad
del estimulo de excitación y la eyaculación previa,
especialmente el intervalo desde Ia última (las eyaculaciones
iníciales suelen producir mejores orgasmos que las
posteriores). Los varones experimentan un periodo
refractario posterior a la eyaculación y, por lo general, no
pueden tener una erección u otra eyaculación hasta que no
transcurre cierto tiempo. Este varia con Ia edad y puede
oscilar entre unos minutos, en Ia juventud, hasta horas o días
en edades más avanzadas (20).
 Resta por determinar donde se localiza este mecanismo
inhibitorio, pero el trabajo con animales indica que puede ser
en el cerebro, más que en Ia médula espinal. Algunos varones
afirman que son capaces de aprender a inhibir la eyaculación
y, no obstante, experimentar orgasmos repetidos en serie.
 Aunque se ha postulado que cuanto más se eyacula mayor es
el placer, los estudios estaban sesgados, porque utilizaban a
varones que incrementaban su volumen de esperma
absteniéndose de eyacular durante varios días. Esto confunde
los efectos del volumen seminal con el de Ia abstinencia
eyaculatoria, que potencia el placer sexual posterior.
Aparentemente, el volumen de semen no desencadena Ia
eyaculación ni regula el nivel del placer. Algunos
medicamentos pueden provocar una eyaculación seca, pero el
placer del orgasmo se mantiene intacto y, en chicos jóvenes,
el placer de los orgasmos precoces secos no varia demasiado
con la aparición de Ia eyaculación alrededor de la pubertad.
Funcionamiento de Ia mujer durante
Ia excitación sexual normal
 Genitales femeninos externos
 Labios genitales
 Los genitales femeninos extremos son los labios exteriores
(mayores) y los interiores (menores), que contienen el tejido
eréctil que rodea el introito vaginal. Habitualmente los labios
exteriores se superponen y cubren el introito, pero en algunas
mujeres los labios interiores sobresalen, incluso cuando no están
excitadas sexualmente. La excitación sexual crea una
vasoconstricción, especialmente en los labios menores, que
sobresalen a través de los mayores añadiendo así 1 o 2 cm a la
longitud de Ia vagina. Los labios menores se vuelven eróticamente
sensibles al tacto y Ia fricción cuando están repletos de sangre.
 Clitoris
 Aunque el clítoris es el homologo del pene, su estructura
anatómica precisa todavía debe estudiarse más a profundidad. La
descripción más actual de O’Connell y cois. (42) CS la de un
complejo tejido eréctil, en tres pianos, con una cresta en la línea
media, sobre el piano sagital medio, de unos 2 a 4 cm de longitud
por 1 o 2 cm de grosor, que se bifurca internamente en un par de
raíces curvas, de 5 a 9 cm de longitud. Extremamente esta
recubierto por glándulas, de entre 20 y 30 mm de longitud y un
diámetro similar. Los dos bulbos vaginales, de tejido eréctil, se
sitúan a ambos lados de la uretra. El tejido eréctil de Ia cresta de Ia
línea media consiste en dos cuerpos cavernosos rodeados por una
capa fibrosa (túnica albugínea) y el conjunto está cubierto por la
Linda clitoridea, formada en parte por Ia fusión de los dos labios
menores.
 La incertidumbre concierne a la localización y Ia extensión
del cuerpo esponjoso femenino. Algunos suponen que se
encuentra envuelto alrededor de Ia uretra, mientras que
otros afirman que los bulbos Vaginales (vestibulares), a cada
lado de la pared vaginal, son tejido esponjoso y Se unen
ventralmente al meato uretral para formar un filamento de
tejido eréctil que termina en el glande. Los estudios recientes
de van Turnhout y cols. (43) aportan cierta claridad a la
situación. Estos confirmaron, mediante Ia disección de
cadáveres fallecidos recientemente, que los bulbos
vestibulares bilaterales terminan en el glande del clítoris.
 Con la excitación sexual, el flujo sanguíneo del clítoris se
incrementa, probablemente mediante un mecanismo que
implica la inervación del VIP y nitrinérgica (del Oxido
nitrico), que produce Ia tumescencia (crecimiento) pero,
contrariamente a muchas descripciones poco apropiadas, sin
erección auténtica (es decir, sin rigidez). El incremento del
flujo sanguíneo es simultaneo a Ia mayor sensibilidad al tacto
y Ia fricción, especialmente del glande.
 Glándulas periuretrales
 Existe un área triangular de membrana mucosa que rodea el
meato uretral, que se extiende justo desde debajo del glande
del clítoris, hasta Ia entrada de Ia vagina. Esta área recibe el
nombre de glándulas periuretrales>’ y se supone que está
capacitada para Ia estimulación erótica, especialmente
durante el vaivén del pene, ya que se sabe que el tejido es
empujado y retirado dentro y fuera de Ia vagina por el
movimiento.
 De hecho, las glándulas periuretrales forman parte del
cuerpo esponjoso, Si aceptamos las observaciones de
Turnhout y cols. ,que afirman que son los homólogos del
glande masculino. La extensión, movilidad, densidad de
inervación y sensibilidad de esta zona erógena pueden
explicar por qué algunas mujeres tienen facilidad para
alcanzar el orgasmo tan solo con el vaivén del pene.
Genitales femeninos internos

 Vagina
 Durante Ia inactividad sexual éste es un espacio potencial con
una sección transversal en forma de H y una sección
Longitudinal en forma de elongada que culmina en un
conducto sin salida, cuyo muro anterior está penetrado por el
cuello uterino. Las paredes anteriores y posteriores se tocan,
pero su capa de fluido vaginal basal impide que se adhieran.
 Este fluido basal es una mezcla de los fluidos de Ia propia
vagina (trasudado basal) con las secreciones uterinas y
cervicales. El revestimiento epitelial escamoso de Ia vagina
transporta activamente los iones de sodio desde el fluido
vaginal hasta Ia sangre. A medida que el fluido sigue este
movimiento iónico por osmosis, Ia vagina produce y
reabsorbe su propio fluido constantemente.
 Con la excitación sexual, el suministro de sangre a las paredes vaginales
aumenta con Ia liberación del VIP de Ia misma inervación neural,
mientras que las venas probablemente se contraen mediante Ia liberación
del neuropéptido vasoconstrictor Y .
 En pocos segundos, esto provoca que los vasos sanguíneos Se llenen, y
un trasudado plasmático gotea desde los capilares y se filtra entre las
células del epitelio, saturando su escasa capacidad de reabsorción. El
fluido vaginal recién formado crea una capa lubricante sobre Ia
superficie vaginal, que resulta fundamental para Ia penetración indolora
del pene.
 La lubricación escasa o inadecuada puede producir dispareunia y
posterior disfunción sexual. Cuando Ia excitación sexual cesa a
continuación del orgasmo, el flujo de sangre vuelve al nivel basal y el
fluido Se reabsorbe en la sangre, como consecuencia de Ia absorción
continua de iones de sodio de las células epiteliales.
Coito y vagina

 Durante a excitación sexual el conducto sin salida se expande


y el cuello uterino se alza, separándose de su pared posterior
.
 En Ia posición de coito ventral-ventral (postura de
misionero), la penetración del pene, así como el vaivén,
alargan y estimulan las estructuras de Ia pared vaginal
anterior, que comprenden la uretra, el <<punto (v. mis
adelante) y a fascia de Halban. Se supone que estas
estructuras están capacitadas para producir excitación erótica
cuando se estimulan, generando una parte significativa del
placer sexual que experimentan las mujeres durante el coito.
 Estructuras erógenas de Ia pared vaginal anterior:
 uretra, <<punto G> y fascia de Halban
 La uretra, de unos 4 cm de longitud, revestida de un tejido eréctil
que se hincha con Ia excitación sexual (30, 42). Las observaciones
llevadas a cabo mediante ecografías durante el coito muestran que
el vaivén del pene alarga Ia uretra (45). Hay un área, a pocos
centímetros del introito, sobre o cerca de la unión de ‘a uretra con
Ia vejiga, que aumenta su volumen y puede producir el orgasmo
mediante presión sostenida. Crafenberg (46) identifico esta área
uretral por primera vez, pero su observación paso inadvertida
hasta Ladas y cols. (47), que lo llamaron <‘punto G>> en honor a
su descubridor original. Anatómicamente, probablemente
corresponde a las glándulas <<parauretrales” o ‘<periuretrales”,
frecuentemente denominadas <<prostata femenina”.
 En algunas mujeres, estas glándulas producen durante ci
orgasmo una pequeña cantidad de secreción fluida que
generalmente se apoda “eyaculación femeninas (ver Levin
[30] para las referencias). Estas glándulas se encuentran en ci
espacio entre el trígono vesical y el cuello de Ia uretra (48),
que está lleno de una lámina fibroelástica mesenquimatosa
rica en lagunas vasculares, y contiene fibras nerviosas y
terminales seudocorpusculares (49). Esta área Se conoce
como fascia de Haiban (49), y cuando se estimula mediante
presión (del pene o digital) provoca intensas sensaciones de
placer sexual (48, 49).
 Orgosmo femenino
 Como en el varón, el orgasmo femenino provoca un placer
extático supremo, normalmente acompañado por contracciones
palpitantes del músculo estriado, especialmente el isquiocavernoso
y bulbocavernoso, si bien otros músculos estriados pélvicos
podrían estar involucrados (20). La inducían del orgasmo en las
mujeres únicamente a través de Ia estimulación de Ia vagina no es
tan frecuente como en el varón, y Ia mitad no alcanza el orgasmo a
no ser que se estimule el clítoris. La razón para esta diferencia se
atribuye a una educación sexual sobre el placer que se
experimenta más inhibidora en las mujeres, o a la ausencia de
estimulación genital adecuada.
 .La mayor diferencia entre varones y mujeres es que las
mujeres pueden ser multiorgásmicas, porque no tienen un
periodo refractario después del orgasmo . Cada vez hay más
pruebas de que, contrariamente al modelo unitario del
DEOR, la estimulación erótica de diferentes zonas genitales
(especialmente Ia pared anterior vaginal, en comparación con
el clítoris) produce diferentes tipos de respuestas orgásmicas,
tanto subjetiva como fisiológicamente
 I Resumen
 La función sexual normal puede definirse simplemente por
sus mecanismos biológicos, que tienen una importancia
evidente, no solo para Ia reproducción. Los mecanismos han
variado poco a lo largo de los siglos, pero su expresión como
comportamiento, moldeada por l a época histórica, clase
social, grupo étnico, religión y sociedad, crea el complejo
concepto cambiante de Ia sexualidad humana.
 De hecho, se afirma que la sexualidad humana consiste más
en fertilizar relaciones que óvulos mientras que hemos
incrementado enormemente el conocimiento sobre los
diversos mecanismos implicados en Ia sexualidad humana, los
mecanismos cerebrales todavía deben estudiarse en
profundidad, y un ejemplo evidente es el resultado positivo
de la terapia verbal en el tratamiento de la disfunción eréctil.
Qué es lo que crea el deseo sexual humano y la excitación
sexual y qué provoca su desaparición son preguntas
fascinantes que tal vez puedan resolverse gracias a nuevas
tecnologías más avanzadas, la neuroimagen y la
neuropsicofarmacologìa. El futuro ofrece expectativas
fascinantes.

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