PIAGET 6 estudios

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Piaget – “6 estudios de Psicología”

Piaget elaboración epistemológica

3 supuestos teóricos pragmatismo

constructivismo

estructuralismo

Pragmatismo→ se refiere a las acciones humanas concretas, las acciones manuales prácticas
que realiza un niño son el punto de partida de la inteligencia.

Constructivismo→ la construcción del conocimiento se da a partir de las acciones del sujeto,


acciones que permite que se diferencie. Hay un punto cero donde no hay conciencia de
separación, donde no hay conocimiento de un objeto porque no hay objeto ni un yo que sepa
que conoce el objeto.

Construcción que se va a ir diferenciando tanto el objeto del conocimiento como el sujeto del
conocer, el objeto nunca va a ser objeto de contemplación, va a ser siempre objeto a construir.

Estructuralismo→ las estructuras lógicas del pensamiento van a explicar todo el


acrecentamiento del conocimiento que son de orden lógico-matemático.

Primera parte

I. EL DESARROLLO MENTAL DEL NIÑO


El desarrollo psíquico se inicia al nacer y concluye en la edad adulta, es comparable al
crecimiento orgánico consistiendo ambos en una MARCHA HACIA EL EQUILIBRIO. El
DEARROLLO es una PROGRESIVA EQUILIBRACIÓN, UN PERPETUO PASAR DE UN ESTADO DE
MENOR EQUILIBRIO A UN ESTADO DE EQUILIBRIO MAYOR.

La forma final de equilibrio que alcanza el crecimiento orgánico es más estática y más inestable
que aquella hacia la que tiende el desarrollo mental. En el crecimiento orgánico en cuanto ha
concluido la evolución ascendente comienza automáticamente una evolución regresiva que
conduce a la vejez.

LAS FUNCIONES SUPERIORES DE LA INTELIGENCIA Y DE LA AFECTIVIDAD TIENDEN HACIA UN


EQUILIBRIO MOVIL Y MAS ESTABLE CUANTO MAS MÓVIL ES, el final del crecimiento autoriza
un progreso espiritual que no contradice en nada el equilibrio anterior. El DESARROLLO
MENTAL ES UNA CONSTRUCCIÓN CONTINUA.

Hay 2 aspectos complementarios de este proceso de equilibración:

 Estructuras variables: que definen las formas o estados sucesivos de equilibrio.


 Y un determinado funcionamiento constante que es el que asegura el paso de
cualquier estado al nivel siguiente.
La acción supone siempre un interés que la desencadena, ya se trate de una necesidad
fisiológica, afectiva o intelectual.

Las funciones del interés, de la explicación, son invariantes, comunes a todos los estadios,
mientras que las estructuras variables, marcan las diferencias u oposiciones de un nivel a otro
de la conducta.

Las estructuras variables serán las formas de organización de la actividad mental, bajo su doble
aspecto: motor o intelectual por un lado, y afectivo por otro, así como según sus dos
dimensiones individual y social.

Períodos del desarrollo: marcan la aparición de las estructuras sucesivamente construídas.

PERÍODO DEL LACTANTE (1 y medio, 2 años). Está constituido por los primeros 3 estadios.

1- ESTADIO DE LOS REFLEJOS o montajes hereditarios asi como de las primeras


tendencias instintivas (nutrición) y de las primeras emociones.
2- ESTADIO DE LOS PRIMEROS HÁBITOS REFLEJOS y de las primeras percepciones
organizadas así como de los primeros sentimientos diferenciados.
3- ESTADIO DE LA INTELIGENCIA SENSORIO-MOTRÍZ o PRÁCTICA: (que es anterior al
lenguaje), de las regulaciones afectivas elementales y de las primeras fijaciones
exteriores de la afectividad.
EL PERÍODO DEL LACTANTE ES ANTE DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE Y DEL
PENSAMIENTO.

4- ESTADIO DE LA INTELIGENCIA INTUITIVA (2 a 7 años - Primera infancia): de los


sentimientos interindividuales espontáneos y de las reacciones sociales de sumisión al
adulto.
5- ESTADIO DE LAS OPERACIONES INTELECTUALES CONCRETAS (de 7 a 14 años) y de los
sentimientos morales y sociales de cooperación, aparición de la lógica.
6- ESTADIO DE LAS OPERACIONES INTELECTUALES ABSTRACTAS de la formación de la
personalidad y de la inserción afectiva e intelectual en la sociedad de los adultos.
Adolescencia.
Cada estadio se caracteriza por la aparición de estructuras originales distinguiéndose de
los estadios anteriores; lo esencial de esas construcciones sucesivas subsiste en el curso de
los estadios ulteriores en forma de subestructura sobre las cuales habría de edificarse los
nuevos caracteres. Cada estadio constituye una forma particular de equilibrio y una
evolución mental.

Los mecanismos funcionales comunes a todos los estadios implica que toda acción
responde a una necesidad, una necesidad es la manifestación de un desequilibrio ya que
existe necesidad cuando algo fuera de nosotros o en nosotros ha cambiado, entonces se
impone un reajuste de la conducta en función de esa transformación. La acción termina en
cuanto las necesidades están satisfechas, desde el momento en que el equilibrio ha sido
restablecido entre el hecho nuevo que ha desencadenado la necesidad y nuestra
organización mental tal y como se presentaba antes de que aquel interviniera.
En cada momento la acción se encuentra en desequilibrio por las transformaciones que
surgen en el mundo (exterior o interior) y cada conducta nueva restablece el equilibrio y
tiende también hacia un equilibrio más estable que el que existía antes. En este
mecanismo continuo y perpetuo de reajuste o equilibración consiste la acción humana.

Toda necesidad tiende:

- A incorporar las cosa y las personas a la actividad propia del sujeto y por consiguiente
a asimilar el mundo exterior a las estructuras ya construidas, y
- A reajustar estas en función de las transformaciones sufridas, y por consiguiente a
acomodar a los objetos externos.
Toda la vida mental como la propia vida orgánica tiende a asimilar progresivamente el
medio ambiente y realiza esta incorporación gracias a unas estructuras u órganos
psíquicos: la percepción y los movimientos elementales que dan acceso a los objetos
próximos en su estado momentáneo, luego la memoria y la inteligencia práctica permiten
reconstruir su estado anterior y anticipar sus próximas transformaciones; es el
pensamiento intuitivo el que va a reforzar ambos poderes. La inteligencia lógica desde las
operaciones concretas y finalmente de deducción abstracta, termina esta evolución
haciendo al sujeto dueño de los acontecimientos más lejanos en el tiempo y espacio.

La estructura de la asimilación varía.

Se llama ADAPTACIÓN, AL EQUILIBRIO DE TALES ASIMILACIONES Y ACOMODACIONES, tal


es la forma general del equilibrio psíquico y el desarrollo mental aparece finalmente en su
organización progresiva, como una adaptación cada vez más precisa a la realidad.

I. EL RECIÉN NACIDO Y EL LACTANTE (0-2 años)

El período que va del nacimiento a la adquisición del lenguaje consiste en una conquista a
través de las percepciones y los movimientos de todo el universo práctico que rodea al niño
pequeño, esto implica una asimilación sensorio-motriz. Al comienzo de este desarrollo el
recién nacido lo refiere todo a sí mismo, a su cuerpo, mientras que cuando se inicia el lenguaje
y el pensamiento, se sitúa como un elemento o un cuerpo entre los demás, sintiendo el
universo como algo exterior a él.

Entre el nacimiento y el final del período del lactante, se incluye el estadio de los reflejos, el de
la organización de las percepciones y hábitos y el de la inteligencia sensorio-motriz
propiamente dicha.

En el momento del nacimiento la vida mental se reduce al ejercicio de aparatos reflejos: de


coordinaciones sensoriales y motrices montadas de forma hereditaria correspondiente a
tendencias instintivas tales como nutrición. Estos reflejos manifiestan una asimilación
sensorio-motriz precoz.

El bebe asimila una parte de su universo a la succión hasta el punto de que su comportamiento
inicial podría expresarse diciendo que para él, el mundo es una realidad susceptible de ser
chupada. Rápidamente ese universo se convertirá en una realidad susceptible de ser mirada,
escuchada y sacudida.

Los EJERCICIOS REFLEJOS constituyen el punto de partida de nuevas conductas adquiridas con
ayuda de la experiencia, ya que los ejercicios reflejos son como el anuncio de la asimilación
mental se complican al integrarse en hábitos y percepciones organizadas.

2° estadio: succión sistemática del pulgar, volver la cabeza en dirección a un ruido, seguir el
objeto en movimiento. Entre los 4 y 6 meses, el lactante coge lo que ve, esta capacidad de
prensión más tarde será la manipulación, multiplicando su poder de formar nuevos hábitos.

El punto de partida es siempre un ciclo reflejo que incorpora nuevos elementos y constituye
con ellos totalidades organizadas más amplias merced a diferenciaciones progresivas. Basta
que ciertos movimientos cualesquiera del lactante alcancen fortuitamente un resultado
interesante (por ser asimilable a un esquema anterior) para que el sujeto reproduzca
inmediatamente esos nuevos movimientos. Esta reacción circular tiene un papel esencial en el
desarrollo sensorio-motor y representa una forma más evolucionada de asimilación.

3° estadio el de la inteligencia práctica o sensorio motriz, Piaget establece que la inteligencia


aparece mucho antes que el lenguaje, que el pensamiento interior que supone el empleo de
signos verbales. Se trata de una inteligencia exclusivamente práctica que se aplica a la
manipulación de los objetos y que utiliza en el lugar de las palabras y los conceptos, más que
percepciones y movimientos organizados en esquemas de acción (por ejemplo: coger un palo
para atraer un objeto).

Los actos de inteligencia se construyen invocando 2 clases de factores, primeramente las


conductas anteriores que se multiplican y se diferencian cada vez más hasta adquirir una
flexibilidad suficiente para registrar los resultados de la experiencia. En sus reacciones
circulares, él bebe no se contenta con reproducir simplemente los movimientos y los gestos
que han producido un efecto interesante, los varía intencionalmente para estudiar los
resultados de esas variaciones y se dedica a verdaderas exploraciones o “experiencias para
ver”.

Por otra parte los esquemas de acción se hacen susceptibles de coordinarse entre sí por
asimilación recíproca a la manera de lo que habrán de ser más tarde las nociones o conceptos
del pensamiento. Una acción apta para ser repetida y generalizada a nuevas situaciones es
comparable a una especie de concepto sensorio-motor y así en presencia de un objeto nuevo
para él, se ve al bebe incorporarlo sucesivamente a cada uno de sus esquemas de acción como
si se tratase de comprenderlo por el uso.

Los diversos esquemas de acción se asimilen entre si, se coordinen de tal forma que asignen
un objetivo a la acción total, mientras que otros le sirven de medio y con esta coordinación se
inicia la etapa de la inteligencia práctica propiamente dicha.

El resultado del desarrollo intelectual es efectivamente transformar la representación de las


cosas hasta el punto de hacer dar un giro o invertir la posición inicial del sujeto con ellas. En el
punto de partida de la evolución mental no existe ninguna diferenciación entre el yo y el
mundo exterior. El yo se halla al principio en el centro de la realidad porque no tiene
conciencia de sí mismo y el mundo exterior se objetivara a medida en que el yo se construya
en tanto que actividad subjetiva o interior.

Hay 4 procesos que caracterizan la revolución intelectual durante los 2 primeros años: las
categorías el objeto y del espacio, de la causalidad y del tiempo, todas ellas son en este
momento categorías prácticas y no como nociones de pensamiento.

 El esquema práctico del objeto es la permanencia sustancial atribuida a los cuadros


sensoriales y por consiguiente la creencia según la cual una figura percibida
corresponde a algo que seguirá existiendo aun cuando uno deje de percibirlo. Durante
los primeros meses el lactante no percibe objetos propiamente dichos, no busca los
objetos cuando salen de su campo de percepción, la ausencia inicial de objetos
sustanciales más la construcción de objetos fijos y permanentes, es un ejemplo del
paso del egocentrismo integral primitivo a la elaboración final de un universo exterior.
 La evolución del espacio es solidaria a la construcción de los objetos, al principio hay
tantos espacios no coordinados entre sí como campos sensoriales y cada uno de ellos
está centrado en los movimientos y actividad propios. La elaboración del espacio, se
debe a la coordinación de los movimientos, existiendo al final del 2 año, un espacio
general.
 Al comienzo la causalidad está relacionada con la propia actividad, consiste en la
relación entre un resultado empírico y una acción cualquiera que lo ha producido. En
el curso del segundo año el niño reconoce las relaciones de causalidad de los objetos
entre sí, objetiva y localiza las causas.
 La objetivación de las series temporales es paralelamente la de la causalidad.
Toda conducta supone unos movimientos e inteligencia pero implica también los sentimientos,
la afectividad y la inteligencia son indisolubles y constituyen los dos aspectos complementarios
de toda conducta humana.

Al 1° estadio corresponden los impulsos instintivos elementales ligados a la nutrición, como así
también las emociones primarias.

Al 2° estadio corresponden los sentimientos elementales o afectos perceptivos relacionados


con las modalidades de la actividad propia: lo agradable, desagradable, placer-dolor, etc y
sentimientos de éxitos y fracaso. En la medida en que esos estados afectivos dependan de la
acción propia y no todavía de la conciencia de las relaciones mantenidas con las demás
personas, ese nivel de la afectividad denota un EGOCENTRISMO GENERAL.

Con la construcción del universo exterior y con la construcción del esquema del objeto aparece
la “elección de objeto” por la objetivación de los sentimientos y su proyección en otras
actividades que no son solo del yo, recae primero sobre la madre, luego el padre y las demás
personas próximas, este es el principio de las simpatías y de las antipatías que tienen
importancia en el período siguiente.

II. ESTADIO DE LA INTELIGENCIA INTUITIVA – LA PRIMERA INFANCIA DE LOS 2 A 7 AÑOS

El niño adquiere gracias al lenguaje la capacidad de reconstruir sus acciones pasadas en forma
de relato y de anticipar sus acciones futuras mediante la representación verbal. Lo cual tiene 3
consecuencias para el desarrollo mental:
- El inicio de la socialización: un intercambio posible entre los individuos.
- Interiorización de la palabra: aparición del pensamiento propiamente dicho teniendo
como soporte el lenguaje interior y el sistema de los signos.
- Interiorización de la acción: la acción puede ahora reconstruirse en el plano intuitivo
de las imágenes y de las experiencias mentales.
Desde el punto de vista afectivo trae desarrollo de los sentimientos interindividuales y una
interior que se organiza de forma estable.

El lenguaje le implica al niño enfrentarse con el mundo social y el mundo de las


representaciones interiores.

A- La socialización de la acción
El lenguaje permite un intercambio y una comunicación continua entre los individuos. Estas
relaciones interindividuales existen desde la imitación ya que mientras el lenguaje no se ha
adquirido de forma definida las relaciones interindividuales se limitan a la imitación de gestos
corporales y exteriores, así como a una relación afectiva global sin comunicaciones
diferenciadas con el lenguaje, que se ponen de manifiesto 3 categorías de hechos:

- Los hechos de subordinación y las relaciones de presión espiritual ejercida por el


adulto sobre el niño.
- Hechos de intercambio con el propio adulto y con los demás niños, en la medida en
que estas intercomunicaciones conducen a formular la acción propia y a relatar las
acciones pasadas transforman las conductas materiales en pensamiento.
- El niño no habla tan solo a los demás sino que se habla a sí mismo constantemente
mediante monólogos variados que acompañan sus juegos y acciones, son
pronunciados en voz alta y tienen el carácter de auxiliares de la acción inmediata.
Estos monólogos constituyen más de la tercera parte del lenguaje espontáneo entre
niños entre 3-4 años disminuyendo a los 7 años.
B- La génesis del pensamiento
El lenguaje al permitirle al sujeto el relato de sus actos lo procura el poder de reconstruir el
pasado y de evocarlo en ausencia de los objetos, como así también le permite anticipar los
actos futuros aun no ejecutados hasta sustituirlos a veces por la sola palabra sin jamás
realizarlos. Este es el punto de partida del pensamiento.

El lenguaje es el vehículo de los conceptos y las nociones que pertenecen a todo el mundo y
que refuerzan el pensamiento individual con un sistema de pensamiento colectivo.

El niño tiene que comenzar con una incorporación de los datos a su yo y a su actividad, y esta
asimilación egocéntrica caracteriza los inicios del pensamiento del niño así como los de su
socialización.

De los 2 a los 7 años se dan todas las transiciones entre las dos formas extremas de
pensamiento, la primera de dichas formas es la del pensamiento por mera incorporación o
asimilación cuyo egocentrismo excluye toda objetividad, mientras que la segunda es la del
pensamiento que se adapta a los demás y a la realidad preparando así el pensamiento lógico.

El pensamiento egocéntrico puro se presenta en el juego simbólico, que constituye una


actividad real del pensamiento y consiste en satisfacer al yo merced a una transformación de
lo real en función de los deseos, EL JUEGO SIMBÓLICO ES UNA ASIMILACIÓN DEFORMADORA
DE LO REAL AL YO.
Antes del lenguaje puede observarse un juego de puro ejercicio de las funciones sensorio-
motrices sin interrupción del pensamiento ni de la vida social ya que solo pone en acción
movimientos y percepciones. De los 7 a los 12 años aparecen los juegos con reglamentos.

El juego simbólico constituye el polo egocéntrico del pensamiento.

La INTUICIÓN es la LOGICA DE LA PRIMERA INFANCIA.

Hay una forma de pensamiento simplemente verbal más seria que el juego, si bien más alejada
de lo real que la intuición misma, es el pensamiento corriente, en el niño de 2 a 7 años. Las
preguntas más primitivas tienden a saber ¿Dónde? Como así también ¿esto qué es?, pero a
partir de los 3 años aparecen los ¿por qué? Que se proponen averiguar la razón de ser de las
cosas, una razón a la vez causal y finalista, y porque hay que tener una razón para cada cosa, el
niño tropieza con los fenómenos fortuitos y hace preguntas a su respecto.

Las preguntas que el niño hace denotan el carácter todavía egocéntrico del pensamiento.

El ANIMISMO INFANTIL es la tendencia a concebir las cosas como vivas y dotadas de


intenciones, resultantes de una asimilación de las cosas a la propia actividad al igual que el
finalismo. El niño anima los cuerpos inertes porque el pensamiento para él es una voz.

Además hay una creencia de que las cosas han sido construidas por el hombre o por una
actividad divina análoga a la forma de fabricación humana.

La realidad es animada y viva, las leyes naturales se equiparan a la obediencia, todo esta
calcado sobre el modelo del yo.

C- La intuición
El niño afirma constantemente y no demuestra jamás, el niño de 4 a 7 años no sabe definir los
conceptos que emplea y se limita a designar los objetos correspondientes o a definir por el
uso, el niño está a menudo más adelantado en actos que en palabras.

Hasta los 7 años, el niño sigue siendo pre-lógico y suple la lógica por la intuición, simple
interiorización de las percepciones y los movimientos en forma de imágenes representativas y
de experiencias mentales que prolongan los esquemas sensorio-motores sin coordinación
racional.

Entre los 5-7 años la intuición es articulada y no ya global pero sigue siendo intuición, está
sometida a la primacía de la percepción.

Las intuiciones primarias son rígidas e irreversibles: son comparables a esquemas más
perceptivos y a actos habituales que aparecen en bloque y no pueden alternarse, todo hábito
es irreversible. LA INTUICIÓN PRIMARIA ES UNICAMENTE UN ESQUEMA SENSORIO-MOTOR
TRASPUESTO A ACTO DE PENSAMIENTO Y HEREDA DE ÉL SUS CARACTERES, PERO ESTOS
CONSTITUYEN UNA ADQUISICIÓN POSITIVA Y BASTARÁ PROLONGAR ESA ACCIÓN
INTERIORIZADA EN EL SENTIDO DE LA MOVILIDAD REVERSIBLE PARA TRANSFORMARLA EN
OPERACIÓN.
La intuición articulada avanza en esa dirección, mientras que la intuición primaria no es más
que una acción global, la intuición articulada implica una anticipación de las consecuencias de
esa acción y de una reconstrucción de los estados anteriores, sigue siendo irreversible.

El comienzo de la ANTICIPACIÓN y de la RECONTRUCCIÓN, PREPARA LA REVERSIBILIDAD,


constituye una regulación de las intuiciones iniciales y esta regulación anuncia las operaciones.
La intuición articulada puede alcanzar un equilibrio más estable y a la vez más móvil que la
acción sensorio-motriz y en ello reside el progreso del pensamiento propio de este estadio con
respecto a la inteligencia que precede al lenguaje.

Comparada con la lógica, la intuición es un equilibrio menos estable por falta de reversibilidad,
pero comparada con los actos pre-verbales marca una conquista.

D- La vida afectiva
En toda conducta los móviles y el dinamismo energético se deben a la afectividad mientras que
las técnicas y el acoplamiento de los medios empleados constituyen el aspecto cognoscitivo
(sensorio motor). No hay actos puramente intelectuales ni puramente afectivos, sino que en
las conductas relativas al objeto y a las personas ambos elementos intervienen.

Hay 3 novedades afectivas esenciales:

- El desarrollo de los sentimientos interindividuales ligados a la socialización de las


acciones (simpatía, afecto).
- La aparición de los sentimientos morales intuitivo surgidos de las relaciones entre
adultos y niños.
- Las regulaciones de intereses y valores relacionados con los del pensamiento intuitivo
en general.
El interés es la relación entre un objeto y una necesidad ya que un objeto es interesante en la
medida en que responde a una necesidad, el interés es la orientación propia de todo acto de
asimilación mental ya que implica incorporar un objeto a la actividad del sujeto y esa relación
de incorporación entre el objeto y el yo es el interés.

Con el desarrollo del pensamiento intuitivo los intereses se multiplican y se diferencian, por un
lado el interés es un regulador de la energía y por el otro, implica un sistema de valores “los
intereses” que se diferencian asignando objetivos cada vez más complejos a la acción, se ligan
a los intereses de sentimientos de autovaloración debido a que se inscriben los éxitos y los
fracasos.

Los sentimientos espontáneos de persona a persona nacen de un intercambio cada vez más
rico de valores, habrá simpatía hacia las personas que respondan a los intereses del sujeto y
que lo valoren, mientras que habrá antipatía debido a la ausencia de gustos comunes.

La PRIMERA MORAL DEL NIÑO ES LA OBEDIENCIA, Y EL PRIMER CRITERIO DEL BIEN ES LA


VOLUNTAD DE LOS PADRES. Los valores así constituidos son VALORES NORMATIVOS.

Los primeros SENTIMIENTOS MORALES del niño siguen siendo INTUITIVOS a la manera del
pensamiento propio de todo este período del desarrollo, la moral de la primera infancia no
deja de ser heterónoma, sigue dependiendo de la voluntad exterior que es la de los padres.
Es preciso que los sentimientos morales adquieren cierta autonomía y que el respeto deje de
ser unilateral para convertirse en mutuo, lo que hace que una mentira sea más “fea” a un niño
que a un adulto.

Las PRINCIPALES CARACTERIZACIONES DE LA VIDA AFECTIVA SON: INTERESES,


AUTOVALORACIÓN, VALORES INTERINDIVIDUALES, ESPONTÁNEOS, y VALORES MORALES
INTUITIVOS.

III- LA INFANCIA DE 7-12 ANOS - ESTADIO DE LAS OPERACIONES INTELECTUALES CONCRETAS.

Los 7 años coinciden con el principio de la escolaridad, lo que marca un mito en el desarrollo
mental.

A)- Los progresos de la conducta y de su socialización

El niño después de los 7 años adquiere una cierta capacidad de cooperación, no confunde su
punto de vista con el de los otros, sino que los disocia para coordinarlos, haciéndose posible
las discusiones y una búsqueda de justificaciones y explicaciones, en los discursos espontáneos
hay una necesidad de conexión entre las ideas y la justificación lógica. El lenguaje egocéntrico
desaparece casi por entero.

En cuanto a las actitudes sociales aparecen el juego con reglamento, tratando de mantener la
igualdad ante una ley única y el ganar adquiere un sentido colectivo debido a que trata de
alcanzar el éxito en una competición reglamentada.

En este periodo el niño llega a un principio de reflexión ya que piensa antes de actuar, y
comienza a conquistar así la tarea de la reflexión, la cual es una deliberación interior, es una
conducta social de discusión pero interiorizada.

El niño comienza a liberarse de su egocentrismo social e intelectual y comienza la construcción


de la lógica misma.

La lógica constituye el sistema de relaciones que permite la coordinación de los puntos de vista
entre sí, de los puntos de vista correspondientes a individuos distintos, y también de los que
corresponden a percepciones o intuiciones sucesivas del mismo individuo.

En cuando a la afectividad se engendra una moral de la cooperación y de autonomía personal,


la coordinación lógica y moral está constituida por la operación que concierne a la inteligencia
y voluntad.

B)- Los progresos de pensamiento

La asimilación egocéntrica, principio del finalismo y del artificialismo, están en vías de


transformarse en asimilación racional, en estructuración de la realidad por la razón misma,
pero dicha asimilación racional es mucho más compleja que una pura y simple identificación.
A partir de los 7 años el niño es capaz de construir explicaciones atomistas, y comienza a saber
contar.

El atomismo infantil implica que el todo es explicado por la composición de las partes y ello
supone una serie de operaciones reales de segmentación o partición por una parte, y de
reunión o adición por otra, así como desplazamientos por concentración o separación, supone
además verdaderos principios de conservación, lo que pone de manifiesto que las operaciones
en juego están agrupadas por sistemas cerrados y coherentes.

Empieza a construir nociones de permanencia de la substancia, peso y volumen.

Las nociones de conservación resultan de un juego de operaciones coordinadas entre sí en


sistemas de conjunto que tienen la propiedad esencial de ser reversibles. La noción real de
estas operaciones consiste en corregir la intuición perceptiva, en descentrar el egocentrismo
para transformar las relaciones inmediatas en un sistema coherente de relaciones objetivas.

Las grandes conquistas del pensamiento así transforman las del tiempo (y con él, la de
velocidad) y la del espacio mismo concebidos por encima de la causalidad y las nociones de
conservación como esquemas generales del pensamiento y no como esquemas de acción o de
intuición.

El tiempo es una clasificación por orden de las sucesiones de acontecimientos por una parte y
encajamiento de las duraciones concebidas como intervalos entre dichos acontecimientos por
otra, de tal manera que ambos sistemas sean coherentes por estar ligados unos a otros.

La noción racional de velocidad concebida como una relación entre el tiempo y el espacio
recorrido se elabora en conexión con el tiempo hacia aproximados los 8 años.

Las ideas de orden, de continuidad, de distancia, de longitud, de medida, no dan lugar durante
la primera infancia más que a las intuiciones limitadas y deformadas. Es a partir de los 7 años
que empieza a construirse un espacio racional.

C)- Las operaciones racionales

Una operación es psicológicamente una acción cualquiera cuya fuente es siempre motriz,
perceptiva e intuitiva. Dichas acciones tienen como raíces esquemas sensorio motores,
experiencias efectivas o mentales (intuitivas) y constituyen la propia materia de la inteligencia
sensorio – motriz y más tarde de la intuición. Las intuiciones se transforman en operaciones a
partir del momento en que constituyen sistemas de conjunto a la vez componibles y
reversibles. Las acciones se hacen operatorias desde el momento en que dos acciones del
mismo tipo pueden componer unas 3 acciones que pertenezcan todavía al mismo tipo y estas
diversas acciones pueden invertirse.

Los números no aparecen independientemente unos de otros sino que son comprendidos
como elementos de una sucesión ordenada. Hacia los 7 años son descubiertas las operaciones
de seriación (coordinación de las relaciones aritméticas) que se refieren a las longitudes o
dimensiones dependientes de la cantidad de materia, a los 9 años se obtiene una seriación
análoga de los pesos y a los 14 la de volumen.

La serie definida de números, operaciones de suma – resta, multiplicación – división, son


accesibles hasta después de los 7 años.

El pensamiento del niño se convierte en lógico únicamente por la organización de sistemas de


operaciones que obedecen a leyes de conjuntos comunes: composición, reversibilidad y la
operación tiene por resultado una operación nula o idéntica, las operaciones pueden asociarse
entre sí de todas maneras.

El paso de la intuición a la lógica se efectúa en este estadio por la construcción de


agrupamientos en los cuales los elementos son solidarios y se equilibran entre sí. Esta
estructura de la asimilación mental de orden operatorio asegura un equilibrio superior al de la
asimilación intuitiva.

D)- La afectividad, la voluntad y los sentimientos morales

La afectividad de los 7-12 años se caracteriza por la aparición de nuevos sentimientos morales
por la organización de la voluntad, que desembocan en una mayor integración del yo y en una
regulación más eficaz de la vida afectiva.

El sentimiento nuevo que interviene en función de la cooperación entre niños y de las formas
de vida social, consiste en un respeto mutuo, el cual conduce a nuevas formas de sentimientos
morales, la regla es respetada no ya en tanto que producto de una voluntad exterior sino como
resultado de un acuerdo explícito o táctico, le regla obliga en aceptar el acuerdo que le
compromete, lo cual lleva automáticamente una serie de sentimientos desconocidos hasta
ahora, como la honradez.

Un producto afectivo notable del respeto mutuo es el sentimiento de justicia, el cual es muy
fuerte entre camaradas.

La honradez, el sentimiento de justicia y la reciprocidad constituyen un sistema racional de


valores personales y puede compararse a las nociones que son el origen de la lógica incipiente
con la diferencia que aquí se trata de valores que están agrupados según una escala y no de
relaciones objetivas.

La voluntad es el equivalente afectivo de las operaciones de la razón, es una función de


aparición tardía y su ejercicio real está ligado al funcionamiento de los sentimientos morales
autónomos. A medida que los pensamientos y sentimientos se organizan, se constituyen
regulaciones cuya forma final de equilibrio es la voluntad.

IV- LA ADOLESCENCIA – ESTADIO DE LAS OPERACIONES INTELECTUALES ABSTRACTAS

Las conquistas propias de la adolescencia aseguran al pensamiento y a la afectividad un


equilibrio superior al que tenían durante la segunda infancia.
El adolescente es un individuo que construye sistemas y teorías, teniendo un interés por los
problemas intelectuales sin relación con las realidades vividas día a día, o que anticipan
situaciones futuras del mundo, teniendo gran habilidad para elaborar teorías abstractas,
empieza poco a poco el auge en la dirección de la reflexión libre y desligada de lo real.

Entre los 11-12 años hay una transformación en el pensamiento del niño que marca su final
con respecto a las operaciones construidas durante la segunda infancia: EL PASO DEL
PENSAMIENTO CONCRETO AL PENSAMIENTO FORMAL (hipotético – deductivo), las
operaciones lógicas comienzan a ser transpuestas del plano de la manipulación concreta al
plano de las meras ideas, expresadas en un lenguaje cualquiera pero sin el apoyo de la
percepción, ni la experiencia, ni siquiera la creencia.

El adolescente reflexiona las operaciones independientemente de los objetos y de reemplazar


a estos por simples proposiciones, EL PENSAMIENTO CONCRETO ES LA REPRESENTACION DE
UNA ACCION POSIBLE Y EL PENSAMIENTO FORMAL, LA REPRESENTACION DE ACCIONES
POSIBLES.

Después de comenzado el pensamiento formal, la construcción de los sistemas que


caracterizan la adolescencia, se hace posible: las operaciones formales aportan al pensamiento
un poder nuevo que equivale a desligarlo y liberarlo de lo real para permitirle edificar a
voluntad reflexiones y teorías, hay la LIBRE ACTIVIDAD DE LA REFLEXION ESPONTANEA.

Existe en la adolescencia un EGOCENTRISMO INTELECTUAL.

La vida afectiva de la adolescencia se afirma por la doble conquista de la personalidad y su


inserción en la sociedad adulta.

La PERSONALIDAD SE INICIA A PARTIR DEL FINAL DE LA INFANCIA, CON LA ORGANIZACIÓN


AUTONOMA DE LAS REGLAS, DE LOS VALORES Y LA AFIRMACION DE LA VOLUNTAD COMO
REGULACION Y JERARQUIZACION MORAL DE LAS TENDENCIAS.

HAY PERSONALIDAD A PARTIR DEL MOMENTO EN QUE SE FORMA UN “PROGRAMA DE VIDA”


QUE A LA VEZ SEA FUENTE DE DISCIPLINA PARA LA VOLUNTAD E INSTRUMENTO DE
COOPERACION. DICHO PLAN DE VIDA SUPONE LA INTERVENCION DEL PENSAMIENTO Y DE LA
REFLEXION LIBRE.

El adolescente se coloca como un igual ante sus mayores pero se siente otro, diferente de
estos por la vida nueva que se agita en él, quiere sobrepasarles y sorprenderlos transformando
el mundo, la personalidad incipiente se encuentra a menudo bajo la forma de una especie d
MESIANISMO: como salvador de la humanidad, el adolescente hace un pacto con SU DIOS,
comprometiéndose a servirle sin recompensa pero esperando desempeñar un papel decisivo
en la causa que se dispone a defender.

Se propone insertarse en la sociedad de adultos por medio de proyectos, programas de vida,


de sistemas teóricos, de planes, reformas políticas, es decir, POR EL PENSAMIENTO Y POR LA
IMAGINACION.
En la fase inicial de la adolescencia: fase de REPLEGAMIENTO, el sujeto parece muchas veces
asocial meditando sin cesar en función de la sociedad, ya que la quiere TRANSFORMAR y siente
desprecio y desinterés hacia la sociedad real que el condena; los jóvenes se pierden en
discusiones sin fin destinados a combatir el mundo real, luego en las sociedades más amplias
del adolescente: los movimientos de juventud dentro de los cuales se despliegan la
reorganización y entusiasmos colectivos.

LA VERDADERA ADAPTACION A LA SOCIEDAD HABRA DE HACERSE AUTOMATICAMENTE


CUANDO DE REFORMARDOR EL ADOLESCENTE PASA A REALIZADOR.

SEGUNDA PARTE

II. EL PENSAMIENTO DEL NIÑO PEQUEÑO

I. El niño y el adulto

Él niño comienza siendo pre-lógico en el sentido de la necesidad de una construcción


progresiva de las estructuras lógicas. Las acciones constituyen el punto de partida de las
futuras operaciones de la inteligencia, ya que la operación es una acción interiorizada que se
ha vuelto reversible, y se coordina con otras formas de estructuras operatorias de conjunto.

El desarrollo comienza con la construcción de una multiplicidad de usos de espacios


heterónomos (bucal, táctil, etc.) cada uno de los cuales está centrado en el cuerpo. Luego el
espacio acaba por construir un continente general hallándose todos los objetos incluidos en el
cuerpo propio, se convierte en descentrado. EL PENSAMIENTO DEL NIÑO ES EGOCENTRICO.

El carácter de IRREVERSIBILIDAD es debida a la ausencia inicial de descentramiento que


conduce a las no-conservaciones. El niño procede al principio por acciones simples con
centramientos en los estados, y la consecuencia fundamental es que no hay de forma
inmediata conservación de los objetos conjuntos, cantidades, etc. antes del descentramiento
operatorio.

El niño razona solo acerca de los estados estáticos y deprecia las transformaciones como tales:
para alcanzarlas hay que razonar mediante operaciones reversibles y éstas no se construyen
sino poco a poco por una regulación progresiva de las compensaciones que intervienen.

II. Las estructuras cognoscitivas

Las operaciones lógico-matemáticas derivan de las acciones mismas ya que son el producto de
una abstracción que procede a partir de la coordinación de las acciones y no a partir de los
objetos. Para que haya operaciones es necesario que estas acciones se hagan reversibles y se
coordinen formando estructuras de conjunto, estructuras que pueden expresarse en
“agrupamientos”.
III. Psicología y epistemología genética

La noción de tiempo se presenta bajo dos aspectos distintos: el orden de sucesión de los
acontecimientos y la duración o intervalo entre acontecimiento ordenados. En el niño
pequeño la valoración de las relaciones de orden (sucesión o simultaneidad) depende de las
velocidades que se consideren.

El tiempo aparece como una coordinación de los movimientos incluidas sus velocidades de la
misma manera que el espacio descansa en una coordinación de los desplazamientos.

El niño comienza por no considerar otra cosa que los puntos de llegada y comete durante
mucho tiempo errores en los que concierne a los simples alcances y sobre todo a los semi-
alcances, pero cuando se convierte en apto para anticipar la continuación de los movimientos
percibidos y para generalizar la noción de adelantamiento, alcanza una noción ordinal original
de la velocidad, la percepción de la velocidad parte de las mismas relaciones ordinales y no
precisa de ninguna referencia a la duración.

III. El lenguaje y el pensamiento desde el punto de vista genético

I. El pensamiento y la función simbólica

EL LENGUAJE ES LA FUENTE DEL PENSAMIENTO, gracias al lenguaje los objetos y los


acontecimientos no son ya únicamente alcanzados en su inmediatez perceptiva sino insertados
en el marco conceptual y racional que enriquece su conocimiento.

EL LENGUAJE ES NECESARIAMENTE INTERINDIVIDUAL Y ESTA CONSTITUÍDO POR UN SISTEMA


DE SIGNOS, el niño pequeño que está menos socializado que después de los 7-8 años necesita
de otro sistema de significantes más individuales y más motivados: estos son los símbolos
cuyas formas más corrientes en el niño pequeño se encuentran en el juego simbólico.

El juego simbólico aparece aproximadamente al mismo tiempo que el lenguaje pero


independientemente de este y desempeña un papel considerable en el pensamiento de los
pequeños como fuente de representaciones individuales y de equematización representativa
igualmente individual.

Otra forma de simbolismo individual es la IMITACIÓN DIFERIDA que se produce por primera
vez en ausencia del modelo correspondiente.

La imagen no es ni un elemento del pensamiento mismo ni una continuación directa de la


percepción: es un SÍMBOLO DEL OBJETO que no se manifiesta al nivel de la inteligencia
sensorio-motriz. La imagen puede ser concebida como una imitación interiorizada.

LA FUENTE DEL PENSAMIENTO DEBE BUSCARSE EN LA FUNCIÓN SIMBÓLICA, LA CUAL A SU VEZ


SE EXPLICA POR LA FORMACIÓN DE LAS REPRESENTACIONES.
La característica principal de la FUNCIÓN SIMBÓLICA es una diferenciación de los significantes
(signo y símbolos) y los significados (objetos o conocimientos, ambos esquemáticos o
conceptualizados).

En el terreno sensorio-motor existen sistemas de significaciones, ya que toda percepción y


toda adaptación cognoscitiva consiste en conferir significaciones (formas, finalidades) pero el
único significante que conocen las conductas sensorio-motrices es el INDICE o la SEÑAL, ambas
son significantes relativamente indiferenciados de sus significados.

La constitución de la función simbólica supone el diferenciar los significantes de los


significados, de tal manera que los primeros puedan permitir la evocación de la representación
de los significados.

EL LENGUAJE ES UNA FORMA PARTICULAR DE LA FUNCIÓN SIMBÓLICA, EL PENSAMIENTO


PRECEDE AL LENGUAJE Y ESTE SE LIMITA A TRANSFORMAR AL PENSAMIENTO AYUDÁNDOLE A
ALCANZAR SUS FORMAS DE EQUILIBRIO POR UNA ESQUEMATIZACIÓN MAS AVANZADA Y UNA
ABSTRACCIÓN MÁS MÓVIL.

II. El lenguaje y las operaciones concretas de la lógica

Las operaciones concretas consisten en operaciones aditivas y multiplicativas de clases y


relaciones: clasificaciones, seriaciones, correspondencias, etc., éstas operaciones no cubren
toda la lógica de las clases y las relaciones y no constituyen más que estructuras elementales
de agrupamientos que consisten en semiretículos y grupos imperfectos.

Las operaciones que permiten reunir o disociar clases o relaciones son acciones propiamente
dichas antes de ser operaciones del pensamiento. Antes de ser capaz de reunir o disociar
clases generales y abstractas, el niño solo sabrá clasificar colecciones de objetos en un mismo
campo perceptivo y reunidos o disociados por la manipulación antes de serlo por la lengua.

Las operaciones que permiten reunir o disociar son coordinaciones entre acciones antes de
poder ser transpuestas bajo forma verbal y no es el lenguaje la causa de su formación. El
lenguaje aumenta infinitamente su poder y le confiere movilidad y generalidad, pero el
lenguaje no es el origen de tales coordinaciones.

III. El lenguaje y la lógica de preposiciones

Las operaciones proposicionales constituyen un producto autentico del lenguaje mismo. Las
implicaciones, disyunciones, incompatibilidades que caracterizan a esta lógica no aparecen
hasta alrededor de los 11-12 años a un nivel en que el razonamiento se hace hipotético-
deductivo y se libera de sus lazos concretos para situarse en un plano general y abstracto del
que solo el pensamiento verbal parece ofrecer las condiciones generalizadoras
necesariamente.
Las operaciones combinatorias se constituyen hacia los 11-12 años en todos los terrenos a la
vez y no solo en el plano verbal. EL PERFECCIONAMIENTO DE LAS OPERACIONES
COMBINATORIAS ES LO QUE PERMITE AL SUJETO COMPLETAR SUS CLASIFICACIONES
VERBALES Y HACER CORRESPONDER A ELLAS EL SISTEMA DE RELACIÓNES GENERALES
CONSTITUIDOS POR LAS OPERACIONES PROPOSICIONALES.

El lenguaje no basta para explicar el pensamiento ya que las estructuras que caracterizan a
este último tienen sus raíces en la acción y en mecanismos sensorio-motores más profundos
que el hecho lingüístico. Pero cuanto más refinadas son las estructuras del pensamiento, más
necesario es el lenguaje para el perfeccionamiento de su elaboración.

EL LENGUAJE ES UNA CONDICIÓN NECESARIA PERO NO SUFICIENTE DE LA CONSTRUCCIÓN DE


LAS OPERACIONES LÓGICAS.

Es necesario porque sin el sistema de expresión simbólica que constituye el lenguaje las
operaciones permanecerían en estados de acciones sucesivas sin integrarse en sistemas
simultáneos. SIN EL LENGUAJE LAS OPERACIONES NO PODRÍAN DEJAR DE SER INDIVIDUALES E
IGNORARÍAN LA REGULACIÓN QUE RESULTA DEL INTERCAMBIO INDIVIDUAL Y DE LA
COOPERACIÓN, EN ESTE DOBLE SENTIDO (de la condensación simbólica y de la regulación
social) el LENGUAJE ES INDISPENSABLE A LA ELABORACIÓN DEL PENSAMIENTO.

EL LENGUAJE Y EL PENSAMIENTO SE APOYA UNO EN EL OTRO EN UNA FORMACIÓN SOLIDARIA


Y EN UNA PERPETUA ACCIÓN RECÍPROCA, PERO AMBOS DEPENDEN DE LA INTELIGENCIA EN SÍ,
QUE ES ANTERIOR AL LENGUAJE E INDEPENDIENTE DE ÉL.

El LENGUAJE y el PENSAMIENTO, dependen de la INTELIGENCIA.

IV. EL PAPEL DE LA NOCIÓN DE EQUILIBRIO EN LA EXPLICACIÓN PSICOLÓGICA

Casi todas las Escuelas Psicológicas recurren a la noción de equilibrio y le atribuyen un papel en
la explicación de las conductas. Así P. Jane invocaba esta noción en su teoría de las
regulaciones afectivas y así también Freud la utiliza en este mismo terreno. Claparéde
consideraba la necesidad como la expresión de un desequilibrio y la satisfacción como el índice
de un reequilibrio: la sucesión de las conductas le parecía, pues, una especie de
encadenamiento de desequilibrios momentáneos y restablecimiento del equilibrio. La teoría
de la Gestalt ha extendido esta forma de interpretación a las estructuras cognoscitivas
(percepción e inteligencia).

Las teorías del aprendizaje y del condicionamiento se encuentran naturalmente con el


problema del equilibrio a propósito de la estabilización de las conductas.

Lo que explica la noción de equilibrio

El equilibrio, una propiedad perfectamente intrínseca y constitutiva de la vida orgánica y


mental. Toda conducta tiende a asegurar un equilibrio entre los factores internos y externos o,
más generalmente, entre la asimilación y la acomodación. Podría, pues, argüirse que la
explicación por el equilibrio cubre sólo un campo muy limitado, que se reduce de hecho al de
las estructuras lógico-matemáticas. Una vez construidas permanecen, en efecto, estables
durante toda la vida: las estructuras lógicas de clases, de relaciones y de proposiciones no se
modifican ya en el sujeto, pese a que pueden ser integradas en estructuras más complejas; con
sus raíces en la vida mental y sus frutos en la vida social, constituyen, una vez elaboradas,
modelos sorprendentes de equilibrio en la historia como en el desarrollo individual.

Los modelos de equilibrio

Define el equilibrio por un balance exacto de las fuerzas. En el terreno de la Biología: la


homeostasis no comporta en realidad balances exactos, sino que atestigua excesos por
protección, y como por precaución, en caso de perturbaciones. En el terreno perceptivo el
caso es a fortiori el mismo: la imagen que sugieren los hechos no es la de un balance preciso, si
no la de una protección contra el error.

Pero estas últimas pueden presentarse de dos maneras distintas. En el caso de las formas
inferiores de equilibrio, sin estabilidad (formas sensorio motrices y perceptivas).

En el caso de las estructuras superiores u operatorias, en cambio, las perturbaciones a las que
responde el sujeto pueden consistir en modificaciones virtuales, es decir, que, en los casos
óptimos pueden ser imaginadas y anticipadas por el sujeto bajo forma de operaciones directas
de un sistema.

V. PROBLEMAS DE PSICOLOGÍA GENÉTICA

La Psicología del niño constituye un método explicativo para la psicología científica en general,
procura la dimensión genética indispensable a la solución de todos los problemas mentales en
el terreno de la inteligencia, es imposible dar una interpretación psicológica exacta de las
operaciones lógicas, de las nociones de número, de espacio, tiempo, etc., sin estudiar antes el
desarrollo de estas operaciones y de estas nociones.

El campo de las percepciones por otra parte, no podría construirse una teoría exacta de las
“constancias” perceptivas de las ilusiones geométricas, de las estructuraciones del espacio
perceptivo según las coordenadas horizontales y verticales, etc., sin estudiar antes el
desarrollo de estos fenómenos.

VI. GÉNESIS Y ESTRUCTURA EN PSICOLOGÍA DE LA INTELIGENCIA.

Los términos, definiré la estructura de la manera más amplia como un sistema que presenta
leyes o propiedades de totalidad, en tanto que sistema. La noción de estructura, en tanto que
sistema, presenta leyes de totalidad, distinta de las propiedades de los elementos. En ciertos
campos privilegiados es relativamente fácil hacerlo, por ejemplo en las estructuras
matemáticas. Las estructuras de orden, las propiedades y las leyes son aún relativamente
globales y que no son por consiguiente reductibles más que en esperanza a estructuraciones
matemáticas o físicas. Pienso en la noción de Gestalt de la que precisamos en Psicología y que
yo definiría como un sistema de composición no aditiva y un sistema irreversible, por
oposición a esas estructuras lógico – matemáticas que acabo de recordar y que son, por el
contrario, rigurosamente reversibles, pero la noción de Gestalt, por vaga que sea, descansa de
todos modos en la esperanza de una mate matización o de una fiscalización posibles.

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