Literatura Hispanoamericana

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional

IES CARLOS HAYA

LA LITERATURA HISPANOAMERICANA EN EL SIGLO XX

LA NOVELA Y EL CUENTO HISPANOAMERICANOS DEL SIGLO XX

La primera peculiaridad que debemos comentar acerca de la novela y el cuento


hispanoamericanos del siglo XX es el estancamiento que experimentaron ambos
géneros en las primeras décadas del siglo. Mientras que la poesía no había dejado
de evolucionar, la novela y el cuento permanecieron hasta los años cuarenta
apegados a las formas decimonónicas. No obstante, cuando se produjo despertar,
este supuso una enorme renovación que superó a la producida en el resto del
mundo.

1. LAS PRIMERAS DÉCADAS DE LA NOVELA HISPANOAMERICANA: LA NOVELA


REGIONALISTA

Hasta los años cuarenta, la novela y el cuento hispanoamericanos discurrieron por


el cauce del realismo costumbrista, sin experimentar una revolución de sus
estructuras y su lenguaje, como la que supuso el Modernismo en poesía.
Durante estos años se dan las siguientes tendencias temáticas:
• Novela de la tierra. Describe la naturaleza americana en toda su
grandiosidad y los relatos se basan en la acción de la naturaleza sobre los hombres
que la habitan: Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, La vorágine de José Eustasio
Rivera, o Don Segundo Sombra de Ricardo Guiraldes.

• Novela indigenista. El tema central son las injusticias que provoca el hombre
blanco en la sociedad india y las reivindicaciones de una identidad nacional y
cultural propias: El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría y Huasipungo de Jorge
Icaza.
• Novela política. En este grupo destacan las novelas referidas a la revolución
mexicana, como Los de abajo de Mariano Azuela.

2. LOS PIONEROS DE LA RENOVACIÓN: LOS INICIOS DEL REALISMO MÁGICO

Entre 1945 y 1960 se observa en la narrativa hispanoamericana unas características


nuevas que la hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Estos
cambios se deben a una nueva concepción del mundo y de la vida consecuencia de
los cambios sociales, políticos y económicos que se estaban produciendo en los
diferentes países de Hispanoamérica. A estas novedades se añaden las influencias
de la narrativa europea y norteamericana del momento, tardíamente asimiladas,
pese a que algunos escritores, como el argentino Roberto Arlt o el venezolano
Arturo Uslar-Pietri, las hicieron suyas desde pronto.
Los cambios principales fueron:
• Se abandona el interés prioritario por los espacios rurales y naturales y la
denuncia explícita de problemas sociales, y surgen temas nuevos en los que se
integra lo urbano y los problemas del hombre contemporáneo.
Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional
IES CARLOS HAYA

• Se introduce en las novelas lo fantástico, lo onírico y lo irracional, dando


lugar a lo que se ha denominado realismo mágico o lo real maravilloso.
• Formalmente, se produce un gran cambio puesto que se abandona la
estética realista decimonónica y se adoptan las nuevas técnicas narrativas.

Se considera que el relato que marca el cambio de rumbo es El pozo (1939) de Juan
Carlos Onetti. A esta obra seguirán otras en los años cuarenta: La invención de Morel
de Bioy Casares; El reino de este mundo de Alejo Carpentier; El señor Presidente, de
Miguel Ángel Asturias, y El túnel, de Ernesto Sábato. Y en los cincuenta: Los pasos
perdidos de Carpentier; La vida breve de Juan Carlos Onetti; Pedro Páramo de Juan
Rulfo; La hojarasca de Gabriel García Márquez y La región más transparente de Carlos
Fuentes.

3. LA NOVELA DE LOS SESENTA: LOS AÑOS DEL BOOM. EL REALISMO MÁGICO

La definitiva renovación de la novelística hispanoamericana se produce a partir de


los años sesenta con un fenómeno que la crítica ha denominado como el boom de
la novela hispanoamericana. Surgió ligado a un fenómeno extraliterario que facilitó
que esta novela fuera conocida en el exterior: el apoyo de las editoriales españolas,
especialmente a partir del éxito de La ciudad y los perros (1962) de Mario Vargas
Llosa.
Sin embargo, a lo anterior hay que añadir la coincidencia en un corto espacio de
tiempo de una sucesión de novelas (y novelistas) deslumbrantes: Sobre héroes y
tumbas del argentino Ernesto Sábato; El astillero del uruguayo Juan Carlos Onetti;
La ciudad y los perros del peruano Vargas Llosa; La muerte de Artemio Cruz del
mexicano Carlos Fuentes; Rayuela del argentino Julio Cortázar; El siglo de las luces
del cubano Alejo Carpentier; Tres tristes tigres del cubano Guillermo Cabrera
Infante; Bomarzo del argentino Manuel Mujica Laínez; Paradiso del cubano José
Lezama Lima; El obsceno pájaro de la noche del chileno José Donoso. Y sobre todo,
el éxito sin precedentes de Cien años de soledad (1967), del colombiano Gabriel
García Márquez, que fijó la atención de la crítica y el público internacionales en este
grupo de escritores y en algunos de sus antecesores.
En cuanto a los temas, aunque no resulta sencillo sintetizarlos, destacan:
• La crisis existencial del individuo. Son recurrentes los temas de la sexualidad,
la muerte, la soledad y la incomunicación.
• El dictador: la primera irrupción narrativa de esta figura de la historia
hispanoamericana se produjo con Tirano Banderas de Valle-Inclán. Con
posterioridad ha sido retratado en El señor Presidente de Asturias, El recurso del
método de Carpentier, El otoño del patriarca de García Márquez, Yo, el supremo de
Roa Bastos…
• La historia de Hispanoamérica: la historia del continente ha sido pródiga en
acontecimientos de sugerentes posibilidades narrativas. De esta manera han
surgido numerosísimas novelas históricas de calidad excepcional: Las lanzas
coloradas de Arturo Uslar-Pietri; El siglo de las luces de Carpentier; La guerra del fin
del mundo de Vargas Llosa; incluso Cien años de soledad puede integrase en este
grupo.
Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional
IES CARLOS HAYA

4. LA NOVELA MÁS RECIENTE

A partir de los años setenta continúan publicando autores ya consagrados, a los


que se unen otros que no habían alcanzado la difusión de los autores relacionados
con el boom. La consecuencia es una lista enorme de creadores y creaciones, que
no podemos abordar.
La narrativa de estos años reduce la complejidad técnica iniciada en obras
anteriores para crear una novela a la que el lector pueda acceder más fácilmente,
aunque esto no suponga un abandono total de la experimentación. Prevalece la
narración realista que incluye, además, el habla coloquial, pero también se recurre
al realismo mágico.
Nombres y títulos fundamentales de este período: El amor en los tiempos del cólera
de García Márquez; El beso de la mujer araña del argentino Manuel Puig; La mujer
imaginaria del chileno Jorge Edwards; La casa de los espíritus de la chilena Isabel
Allende; El cartero de Neruda del chileno Antonio Skármeta; Como agua para
chocolate de la mexicana Laura Esquivel; Primavera con una esquina rota del
uruguayo Mario Benedetti; Un mundo para Julius del peruano Alfredo Bryce
Echenique.

5. EL CUENTO HISPANOAMERICANO

Junto con la novela, el cuento ha sido un género narrativo ampliamente cultivado


en Hispanoamérica desde los años cuarenta hasta la actualidad. Los narradores de
los años cuarenta y cincuenta han sido grandes cultivadores del cuento literario.
Destaca la aportación extraordinaria de JORGE LUIS BORGES (Historia universal de
la infamia, Ficciones, El Aleph y El libro de arena). Asimismo, son importantes las
narraciones de JUAN RULFO (El llano en llamas, en los que retrata la dureza de la
vida rural mexicana en su primitivismo y su pobreza física y moral), los relatos de
Alejo Carpentier (Guerra del tiempo, sobre la imposibilidad de definir y dividir el
tiempo) y Juan Carlos Onetti (Tiempo de abrazar, Tan triste como ella y otros cuentos).
Por lo que respecta a los años sesenta hasta la actualidad, los relatos cortos de los
narradores del boom hispanoamericano han pasado inadvertidos debido a la
importancia de sus novelas, como es el caso de García Márquez (Relato de un
náufrago, Doce cuentos peregrinos) o Vargas Llosa (Los jefes, Los cachorros).
Sin embargo, uno de los principales renovadores del género es JULIO CORTÁZAR,
quien muestra en sus cuentos una realidad compleja (Bestiario, Las armas secretas,
Historias de Cronopios y de Famas, en los que revela el absurdo de lo cotidiano con
gran sentido del humor).
Mario Benedetti refleja en Montevideanos, La muerta y otras sorpresas y Con y sin
nostalgia la vida diaria y las circunstancias políticas de su país desde una postura
comprometida y cercana al lector gracias a la utilización de un lenguaje sencillo y
coloquial.
Otros narradores importantes son Augusto Monterroso (La oveja negra y demás
fábulas, Movimiento perpetuo); Isabel Allende (Los cuentos de Eva Luna); Antonio
Skármeta (El entusiasmo, Tiro libre).
Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional
IES CARLOS HAYA

LA POESÍA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX

La poesía hispanoamericana del siglo XX puede dividirse en varias etapas o


corrientes. De manera muy simplista podemos establecer dos: Modernismo hasta
1930 y Posmodernismo con posterioridad.

1. MODERNISMO:

El Modernismo surge a partir del Romanticismo del siglo XIX y tiene su eje en el
cambio de siglo, en el paso a la época contemporánea que supone la crisis de 1898
para España, con el final del proceso colonial y la definitiva madurez como países
independientes de toda la América hispana. Es el primer gran movimiento literario
surgido en Hispanoamérica de un modo autóctono, que llegó a España de la mano
del nicaragüense Rubén Darío, su impulsor. La influencia del Modernismo en toda
Hispanoamérica fue enorme y formó la base sobre la que se produjo el desarrollo
de la literatura en el continente. Otros poetas modernistas son el mexicano Amado
Nervo, el argentino Leopoldo Lugones o el colombiano Guillermo Valencia. Todos
ellos traen a la poesía americana el refinamiento modernista, la influencia francesa,
el vitalismo, la sensualidad. Pero lo más importante de esta penetración del
Modernismo es tal vez la creación de una conciencia de comunidad literaria hasta
entonces desconocida en Hispanoamérica. En general, la poesía hispanoamericana
del siglo XX se mueve entre dos polos ideológicos y estéticos similares a los
europeos: • La tensión entre la tendencia cosmopolita, que se vincula con los temas
y problemas universales, y la necesidad de reflejar la realidad americana. • El
contraste entre un concepto de poesía como arte puro, en consonancia con la
concepción vanguardista europea, y la defensa de la poesía como arte
comprometido con los problemas humanos, sociales y políticos de los pueblos
americanos.

Entre sus autores destacan:

RUBÉN DARÍO, un autor que hace referencia a la poesía española a ambos lados
del Atlántico y que se considera el precursor de todo el movimiento.

JOSÉ MARTÍ: defensor de la independencia cubana. Poeta intimista.

MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA: incorpora el parnasianismo francés y el simbolismo.

JULIÁN DEL CASAL: posee el tono decadente de los poetas malditos posrománticos.
Sufre un dolor personal y de desolación que influye en sus obras.

JOSÉ ASUNCIÓN SILVA: poeta atormentado por la preocupación del paso del
tiempo, la presencia de la muerte y la búsqueda de la belleza.
Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional
IES CARLOS HAYA

Otros poetas modernistas son el mexicano Amado Nervo, el argentino Leopoldo


Lugones o el colombiano Guillermo Valencia. Todos ellos traen a la poesía
americana el refinamiento modernista, la influencia francesa, el vitalismo, la
sensualidad. Pero lo más importante de esta penetración del Modernismo es tal
vez la creación de una conciencia de comunidad literaria hasta entonces
desconocida en Hispanoamérica. En general, la poesía hispanoamericana del siglo
XX se mueve entre dos polos ideológicos y estéticos similares a los europeos:
• La tensión entre la tendencia cosmopolita, que se vincula con los temas y
problemas universales, y la necesidad de reflejar la realidad americana.
• El contraste entre un concepto de poesía como arte puro, en consonancia con la
concepción vanguardista europea, y la defensa de la poesía como arte
comprometido con los problemas humanos, sociales y políticos de los pueblos
americanos.

El Modernismo contribuye a crear y consolidar una identidad panamericana que


consolida los procesos de independencia política de principios de siglo XX. Tras el
agotamiento de los excesos retóricos modernistas, la poesía se inclina hacia el
intimismo y una expresión más sencilla, nace el Posmodernismo.

2. POSMODERNISMO

A partir de la década de 1930 las preocupaciones trascendentales de la etapa


anterior se transforman en una mayor inquietud por lo inmediato y se reflejan con
un lenguaje a menudo vanguardista. Con el Posmodernismo se crea una poesía
nueva, centrada en lo cotidiano e innovadora en lo formal, muy influida por el
Surrealismo francés.

Dentro de este concepto más amplio, podríamos distinguir tres tendencias


fundamentales:
• Posmodernismo: entre las vías que se exploran en esos años, se da una
poesía intimista, que prolonga algunos rasgos del Modernismo pero elimina
lo superfluo. La cultivaron, sobre todo, mujeres como Alfonsina Storni y
Gabriela Mistral. Otros autores, como Lugones y Julio Herrera y Reissig,
experimentan con la metáfora en busca de nuevos modos de expresión que
los acercarán a las vanguardias. Por último, aparecen los temas sociales en
autores como Ramón López Velarde.
• El vanguardismo. Como en Europa, abundan los ismos de carácter rupturista
y escasa duración. El ismo de mayor importancia fue el Creacionismo, cuyo
promotor fue el chileno Vicente Huidobro, que creó escuela en España. El
argentino Jorge Luis Borges participó durante su estancia en nuestro país
en la corriente del Ultraísmo, y a su regreso a Buenos Aires consiguió
difundirlo y crear adeptos, como Ricardo Güiraldes y Oliverio Girondo. Por
su parte, el Surrealismo fue sentido por muchos poetas como el modo más
adecuado de expresión para profundizar en algunos aspectos de la realidad
americana: el pasado precolombino, la fusión de culturas, la pervivencia de
mitos indígenas o la naturaleza exuberante y grandiosa. Entre los poetas
marcados por el Surrealismo en alguna etapa de su producción se
Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional
IES CARLOS HAYA

encuentran Pablo Neruda y Octavio Paz (ambos recibieron el Premio Nobel


de Literatura).
• La poesía negra. En las Antillas nace un movimiento poético que se inspira,
por primera vez, en los negros descendientes de los esclavos africanos. En
esta corriente se mezclan el contenido social, que denuncia la marginación,
y la atracción vanguardista por los mundos primitivos y las costumbres
folclóricas, vistos como culturas no viciadas por el racionalismo occidental.
El principal representante de la poesía negra es Nicolás Guillén. En sus
poesías trata de reproducir verbalmente los ritmos y sones de las músicas
ceremoniales de los negros antillanos, incluyendo onomatopeyas, palabras
africanas y deformaciones fónicas y sintácticas.

La poesía hispanoamericana vive a partir de los años 60 del pasado siglo una etapa
de apertura definitiva a la modernidad expresiva. Los nombres de Octavio Paz
(Premio Nobel de Literatura), Mario Benedetti, José Emilio Pacheco o Jorge Luis
Borges, que en sus obras de esta época refleja sus obsesiones metafísicas y
existenciales, elevan la poesía en español hecha en América a su máximo nivel.

Principales poetas hispanoamericanos del siglo XX

A lo largo del siglo destaca la obra de tres poetas con estilo propio:
• CÉSAR VALLEJO (1892- 1938). Este poeta peruano se inició con un libro, Los
heraldos negros, influido aún por el Modernismo, en el que revela una visión
sombría del mundo donde el hombre es un ser sufriente sometido al azar
del destino y cuyo dolor no encuentra alivio. El cambio poético que ofrece
su siguiente libro, Trilce, es radical: son poemas de inspiración vanguardista,
con un lenguaje desarticulado o sin significación, debajo del cual sigue
existiendo una protesta por el dolor del mundo y el sentimiento de
desarraigo del poeta. César Vallejo vive exiliado en Europa desde 1923. En
París entra en contacto con las vanguardias europeas, viaja a España en
diversas ocasiones y conoce a muchos de los poetas de la época. Sus últimas
obras se inclinan por una poesía de intención social y comprometida. En
Poemas humanos se añade la serie titulada España, aparta de mí este cáliz,
que tiene como motivo la Guerra Civil española. Vallejo clama contra la
crueldad, el sufrimiento de los seres humanos y denuncia a sus causantes;
pero el poeta no renuncia a expresarse con una sorprendente inventiva
verbal que potencia el efecto de sus sentimientos.
• PABLO NERUDA (1904 – 1973). El chileno Pablo Neruda es autor de una
extensa obra poética, de temas y formas variados. Se inicia en el
Posmodernismo de carácter neorromántico y obtiene un gran éxito con
Veinte poemas de amor y una canción desesperada. En la década de los años
30 estuvo muy relacionado con los poetas del 27 y vivió en España. Publicó
un libro de inspiración surrealista, Residencia en la tierra, pero pronto se
convirtió en defensor e impulsor de la poesía más combativa desde la revista
Caballo verde para la poesía. Fruto de esta concepción poética es su extenso
Canto general, en el que se propone ofrecer una visión poética y política de
toda la historia americana. Neruda fue un poeta prolífico y no dejó de
Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional
IES CARLOS HAYA

publicar libros de poesía amorosa, como Los versos del capitán y Cien sonetos
de amor, así como poemarios en los que muestra su adoración por las cosas
sencillas y cotidianas: Odas elementales.
• OCTAVIO PAZ (1914-1998). En este poeta y ensayista mexicano destaca
también la diversidad de tendencias a lo largo de su trayectoria. Fue un
poeta neomodernista en sus inicios y también escribió poesía combativa y
comprometida, en especial durante el periodo de la Guerra Civil española,
que le marcó profundamente. Pero Octavio Paz buscó siempre nuevas
fronteras poéticas a través de caminos personales: su unión particular del
Simbolismo con el Surrealismo está presente en su libro más conocido:
Libertad bajo palabra. Se inspiró en las vanguardias para componer poemas
visuales, que él llamó topoemas; y también enriqueció su poesía con su
conocimiento de la filosofía y poesía orientales, tendencia cuyos frutos
reunió en la recopilación El fuego de cada día.

También podría gustarte