Desafios y Paradigmas de La Psicología

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DESAFIOS Y PARADIGMAS DE LA PSICOLOGÍA

5to encuentro psique

Emociones en crisis: competir o coincidir.


A través del paso de los años los seres humanos han ido evolucionando y
reconstruyéndose para alcanzar sus metas y objetivos de vida, sin embargo, en un
sinfín de etapas de su crecimiento han experimentado impactos internos que
derivaban una reacción externa y aquello quizás no se le tenía una definición o
explicación definida. Eso que les brotaba por dentro llamada “emociones” han
acompañado al ser humano desde su nacimiento.
Las emociones son respuestas psicofisiológicas complejas, impulsos
involuntarios que son originados como una contestación a los estímulos
ambientales con los que se enfrentan los individuos, estos mismos generan
sentimientos y estimulan las conductas de reacciones automáticas con las que se
enfrentarán ante dicha situación.
La sociedad conserva la idea errónea sobre una clasificación de emociones, en
donde el enojo y la tristeza son perjudiciales y negativas o están mal vistas, no se
les permiten manifestarse y simplemente son reprimidas. Pero, debido a los
cambios emergentes sobre los paradigmas y percepciones acerca de lo que
engloba el tema de la salud mental, se ha contribuido a una transformación de
pensamientos mas alineados hacia una verdadera significación de todo esto.
Se ha implantado la enseñanza de cinco emociones básicas donde se destaca la
ira, el miedo, alegría, desagrado y tristeza, todas ellas cumplen una función
específica en el desarrollo individual de cada ser humano. Pueden tener un efecto
positivo o negativo según la regulación que se le dé. Es importante reconocerlas y
dejarlas fluir ya que jugarán un papel significativo en la toma de decisiones que
traerán consigo resultados agradables o inesperados. El mantener una buena
regulación emocional es primordial para un bienestar psíquico, el no poseer
equilibrio y gestión adecuada de ellas, podrían detonar y contribuir al crecimiento
de problemas mentales, asimismo las emociones no trabajadas, contenidas y
reprimidas tienden a causar afectaciones en la concentración, la motivación y la
productividad, incluso la evolución de un bloqueo emocional que dejará estragos
en la persona. En la actualidad la vida emocional es objeto de interés para la
mayoría de profesionales que se dedican al estudio de la mente y la conducta,
habiéndose categorizado de muy diversas formas.
Robert Plutchik y su teoría de la “rueda de emociones” defendió que el mapa
emocional ha ido progresando con el propósito de adaptarse al medio externo en
donde las reconocía como dimensiones que raramente se presentaban solas, y
que podían expresarse en distintos grados de intensidad. Indicó que los estados
emocionales descritos albergaban cierta similitud entre ellos, lo que los hacía
susceptibles de ser combinados de distintas maneras, culminando en la formación
de un sentimiento más complejo. Estas pueden dividirse en emociones
básicas que están situadas en el núcleo central de todo el círculo, en la segunda
circunferencia hallando: alegría, confianza, miedo, sorpresa, tristeza, aversión,
ira y anticipación el resto que aparecen son clasificadas como emociones
compuestas o secundarias. Esta es una herramienta valiosa dentro del campo de
la psicología.
Y como se vive inmersos siendo propensos a los muchos estímulos externos,
todos los días las emociones salen a flote y su intensidad dependerá del impulso
que las orille a eso. Entonces que pasa cuándo se tiene una crisis y las emociones
entran de lleno sin anticipación alguna. Antes de desglosarlo es esencial
reconocer qué es una crisis y en qué momento podría presentarse una.
Una crisis es aquel problema o evento que excede la capacidad emocional de
poder responder lo más adecuadamente posible, caracterizado por la incapacidad
para manejar situaciones con los métodos habituales de resolución de problemas,
lo que provoca un aumento del estrés y la necesidad de encontrar nuevas
estrategias de afrontamiento. Pueden ser de naturaleza personal, social,
situacional o existencial y suelen surgir como resultado de eventos inesperados o
cambios significativos en la vida de una persona, sin embargo, siempre es
TEMPORAL. Suelen desatar el miedo, la desesperación, la ansiedad y el enojo.
Estas respuestas emocionales pueden ser abrumadoras, dificultar la capacidad de
pensar con claridad y sesgar el pensamiento llevando a comportamientos
impulsivos o irracionales.
Tenemos tres reglas sobre las crisis, número uno: es un estado temporal de
agitación, trastorno o desorganización. Como segundo punto: rebasa
conocimientos y esto se ve en la forma en como no sabemos sobrellevar la
situación para abordarla exitosamente, en ese momento no se cuenta con la
experiencia previa y las herramientas necesarias, por lo que es el primer indicio
para generar un conflicto interno que detonara la entrada de una vivencia
emocional. Para cada persona la emoción será diferente. Y como ultimo punto y
quizás la que su mayoría de víctimas quisieran evitar es te va a doler, ciertamente
al no disponer de un aviso que te prepare para lo que se avecina, la impresión se
convierte en mas intensa y desestabilizante, con frecuencia las crisis traerán
consigo lo que no queremos pero sí lo que necesitamos, al ser cuestiones sin
control absoluta terminarán creando aprendizaje y posible prevención para tener
mas consciencia de como actuar ante otro evento similar que el futuro se
presente.
Las crisis serán estos momentos críticos y desafiantes en la vida de una persona
que podrán traer consigo impactos profundos y variados. El manejo asertivo de
emociones podría facilitar el generar mejores resultados evitando un poco que los
estragos no sean tantos y la cicatriz se expanda.

¿Competir o coincidir? Debería ser esa pregunta que no se le quite la atención


debida. La mayoría de personas sobreviven en una sociedad cambiante y poco
resiliente, con escasez de conocimiento acerca de la relevancia que tienen las
emociones en su día a día, pero sobre todo una completa omisión de su sentir,
restándole una estabilidad funcional a salud mental, creyendo que ocupándose y
llenándose de responsabilidades llegarán a una mejoría. Esto se ha estado
tratando de erradicar con la ayuda de herramientas, información actualizada y la
concientización de consecuencias, así como la visibilidad de cifras que van en
aumento ante el ignorarlo y que resulte contraproducente dando resultados en
trastornos de depresión y ansiedad. Así que el punto de partida siempre será el
conocer qué son las emociones, saber reconocerlas dentro de uno mismo, en qué
momento o circunstancias se presentan, con que intensidad y duración se
establecen, cuales son los síntomas fisiológicos que están siendo provocados y a
su vez como son canalizadas para continuar sin alteración alguna. Posterior a
esto, nadie estará absuelto de convivir con sus emociones ni mucho menos de
atravesar constantes crisis así sean en poca o mucha magnitud, pero cuando
ambos hacen una fusión y no existe una autorregulación es cuando se puede
entrar en problemas. Por lo que en ocasiones se cae en el error de hacerse las
víctimas, negarse a lo sucedido y esperar a que automáticamente se disipe la
molestia, entrando en un estado crítico y defensivo, en vez de contemplar la gama
de soluciones u oportunidades que se pueden implementar. Como antes se había
mencionado, el estado emocional de un individuo puede tomar las riendas de su
desenvolvimiento en el exterior, su reacción y conducta, donde este actuará
impulsivamente cegándolo por completo. La respuesta no es sencilla ni simple,
acorde a las experiencias y vivencias, el ser humano se va adaptando y aceptando
que los altibajos existen, encuentran un punto consistente en donde utilizan los
recursos a su alcance, se dan la tarea a mejorar y renovarse, pero no quiere decir
se resignen y no se cuestionen los retos, solo dejan de lamentarse para coincidir
con aquello que tienen frente a ellos. No todo se resuelve solo pensando es
importante llevarlo a la practica y trabajar para lograrlo.
A pesar del dolor y el desorden que una crisis puede causar, también puede ser
una oportunidad para el crecimiento y la transformación personal. El dolor es
obligatorio, pero sufrir será la decisión de cada uno.

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