Libro Del Conductor

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Libro del conductor

El Problema de los Siniestros de Tránsito


1. Magnitud del Problema:

Más de 3.000 personas mueren diariamente en el mundo debido a siniestros de tránsito.


Principal causa de muerte en jóvenes a nivel mundial.
En Chile, segunda causa de muerte después de los suicidios, especialmente en la población
joven (15-29 años).

2. Consecuencias Socioeconómicas:

Impacto económico significativo, estimado en el 2% del PIB en Chile.


Costos directos e indirectos afectan a toda la sociedad.
Inversión en educación, vivienda, salud se ve comprometida por los costos de los siniestros.

3. Costos de los Siniestros:

Materiales: Daños a vehículos, propiedad pública y privada, medio ambiente.


Salud: Primeros auxilios, tratamiento médico, rehabilitación.
Administrativos: Policía, bomberos, gestión de seguros, aspectos legales.
Humanos: Pérdida de productividad, sufrimiento físico y psicológico.

4. Error en la Terminología:

Se evita llamarlos "accidentes", ya que sugiere eventos impredecibles.


Se prefiere "siniestros" para resaltar su evitabilidad y conocimiento de sus causas.

5. Evitabilidad de los Siniestros:

Los siniestros no son eventos azarosos; su ocurrencia se puede prever y evitar.


Ejemplos: aumento de siniestros bajo lluvia, durante la noche, y asociados al consumo de
alcohol.

6. Estadísticas en Chile:

● Más de 86.000 siniestros anuales en Chile; 1.600


muertes, 4-5 diarias.
● La probabilidad de que un peatón muera atropellado
se multiplica por ocho cuando la velocidad del vehículo
sube de 30 a 50 km/h
● 90% de probabilidades de sobrevivir para peatones
atropellados a 30 km/h o menos, pero menos de 50%
de sobrevivir a un choque en velocidades superiores a 45 km/h.
● A una velocidad de 65 km/hr lo más probable es que un peatón atropellado muera.
● Cerca de 8.000 personas lesionadas gravemente en los últimos 5 años.
7. Distribución de Siniestros:

Mayor cantidad de muertes en vías interurbanas, pero la mayoría de siniestros ocurre en


áreas urbanas (85%).
Sólo un 15% de los accidentes se produce en zonas no urbanas (rural).
Cruces de calles o intersecciones son lugares críticos.

8. Factores Contribuyentes:

Mayor accidentabilidad en feriados largos, fines de semana, y horas nocturnas.


Grupo etario más afectado: jóvenes de 18 a 29 años.
Varones representan el 92% de conductores fallecidos.
Falla humana, especialmente el consumo de alcohol y desobediencia a señales, contribuye
en más del 90% de los siniestros.

9. Distribución por Edad de Conductores Fallecidos:

27% de los conductores fallecidos tienen entre 18 y


29 años.
Mayoritariamente varones (92%).

2. LOS PRINCIPIOS DE LA CONDUCCIÓN AUTOMOVILISTAS

Principios de Conducción: Mantenimiento del Automóvil

Conducir de manera segura implica comprender el funcionamiento y


mantenimiento adecuado de su automóvil. El motor, ubicado generalmente en la
parte delantera del vehículo, es su núcleo vital y se alimenta principalmente de
gasolina, aunque también puede usar petróleo diesel o gas en casos poco comunes.

El tacómetro en el panel de instrumentos indica las revoluciones del motor, mientras


que el sistema de lubricación, vital para reducir la fricción y el desgaste, necesita un
nivel adecuado de aceite. La luz indicadora de presión de aceite alerta sobre niveles
bajos, lo que requiere una pronta atención para evitar costosas reparaciones.

Principios de Conducción:

● Mantenga el nivel de aceite y cambie el aceite y el filtro según las


recomendaciones del fabricante.
● Utilice aceites reconocidos y verifique los sellos de los envases.
● El sistema eléctrico del vehículo, alimentado por el alternador y almacenado
en la batería, es esencial para su funcionamiento. La tensión adecuada en la
correa del alternador es vital para su eficacia, mientras que los fusibles
protegen contra incendios o daños eléctricos. La falla de algún dispositivo
eléctrico puede deberse a un fusible fundido.

Controle:

● El nivel de líquido en la batería y agregue agua destilada si es necesario.


● La tensión de la correa del alternador.
● La sujeción de los cables de la batería.
● La luz de carga durante la conducción, ya que su encendido o parpadeo
puede indicar problemas en el sistema eléctrico.

Una batería mal cargada puede dificultar el arranque del vehículo, especialmente en
climas fríos. Si el motor no arranca al darle contacto, es probable que la batería esté
descargada o desconectada. Es esencial seguir estas pautas para garantizar un
viaje seguro y evitar problemas mecánicos o eléctricos en el camino.

¡Precaución! El ácido de la batería es corrosivo; tenga cuidado con su ropa y la piel

El sistema de Combustible:

El sistema de combustible de un automóvil se compone de un estanque, conductos


y una bomba. En la actualidad, la mayoría de los motores prescinde del carburador,
optando por la inyección directa de combustible al múltiple de admisión. Al arrancar
un motor en frío, a veces es necesario ajustar la cantidad de aire en la mezcla, tarea
facilitada por reguladores o cebadores, también conocidos como "chupetes". Es
importante minimizar la exposición a los vapores de la gasolina y llenar el tanque
con regularidad para reducir la liberación de gases contaminantes. Además, se debe
usar el octanaje adecuado según las recomendaciones del fabricante.

Al cargar gasolina, es esencial:

- Apagar el motor.

- Evitar la inhalación de vapores.

- No encender cigarrillos ni hablar por celular.

El sistema de Refrigeración:

Este sistema mantiene la temperatura del motor en niveles adecuados mediante el


uso de un líquido refrigerante que circula desde el bloque del motor hasta el
radiador. Problemas como obstrucciones, baja cantidad de líquido, o fallos en la
correa de la bomba de agua pueden causar aumento de temperatura. Los vehículos
modernos suelen contar con ventiladores eléctricos que se activan cuando la
temperatura aumenta, y es crucial que el refrigerante contenga suficiente
anticongelante en climas fríos para evitar daños por congelación.

El sistema de Escape:

Los gases de escape contienen monóxido de carbono y otras sustancias tóxicas. Se


deben evitar roturas u orificios en el sistema de escape para prevenir la entrada de
monóxido de carbono al interior del vehículo. Es importante proteger el medio
ambiente, no dejar el motor encendido más de lo necesario, y estar atento a señales
de intoxicación, como dolor de cabeza o vómitos.

La Transmisión:

La energía del motor se transmite a las ruedas de


tracción a través del embrague. Existen vehículos
de tracción delantera, tracción trasera y tracción
en las cuatro ruedas.

El Embrague:

El embrague, situado entre el motor y la caja de cambios, se acciona al presionar el


pedal correspondiente, desconectando la transmisión de potencia del motor a la
caja de cambios. Es esencial saber que prolongar la presión del embrague más allá
de lo necesario puede comprometer el control del vehículo.

La Caja de Cambios:

La caja de cambios amplifica la fuerza del motor y puede tener diferentes


cantidades de marchas. Cada marcha se usa dentro de un rango específico de
velocidades. Utilizar la marcha adecuada para la velocidad correspondiente no solo
ahorra combustible, sino que también reduce la emisión de contaminantes. Los
vehículos con caja de cambios automática, cada vez más comunes, no requieren
pedal de embrague.

La Dirección:
La alineación de la dirección se ve afectada por sobrecargas, golpes contra
obstáculos o caídas en baches. La desalineación de las ruedas puede causar
vibraciones, desgaste irregular de los neumáticos y dificultades en la dirección. El
chirrido excesivo al girar o la dirección pesada pueden indicar problemas en la
dirección o baja presión de aire en las ruedas. Muchos vehículos tienen
servodirección, un dispositivo hidráulico que facilita el control de la dirección.

La Suspensión y la Amortiguación:

Estos sistemas mantienen el contacto entre los neumáticos y la carretera,


garantizando la estabilidad del vehículo y proporcionando comodidad al conductor.
Son cruciales para mantener la trayectoria deseada y absorber las irregularidades
del camino, contribuyendo a la seguridad activa del vehículo. Los amortiguadores en
mal estado pueden afectar la estabilidad, aumentar la distancia de frenado, reducir
el confort y desgastar otros componentes del vehículo. Es fundamental aprender a
identificar síntomas de problemas en la suspensión y la amortiguación y realizar
revisiones periódicas según las indicaciones del fabricante del vehículo.

Los Frenos:

Los frenos son esenciales para reducir la velocidad e incluso detener el vehículo, por lo
tanto, es crucial mantenerlos y saber cómo reaccionar ante una falla para prevenir
accidentes. Es fundamental aprender a utilizar los frenos de manera adecuada en
situaciones peligrosas, como frenadas de emergencia, y reconocer la diferencia entre frenos
convencionales y frenos antibloqueo (ABS).

Los vehículos cuentan con dos sistemas de frenos que operan de forma independiente: el
freno de servicio (pedal de freno), que generalmente es hidráulico y actúa sobre las cuatro
ruedas, y el freno de estacionamiento (freno de mano), que es mecánico y usualmente
actúa sobre las ruedas traseras. Los vehículos modernos suelen tener sistemas de frenos
de dos circuitos para mantener cierto efecto de frenado en caso de una falla en uno de los
circuitos.

Es esencial controlar periódicamente varios aspectos de los frenos:

- Nivel del líquido de frenos.


- Longitud de la carrera del pedal de freno.
- Posición del pedal al presionarlo.
- Rigidez del pedal.
- Funcionamiento de las luces de freno.
- Efectividad del freno de mano.
- Ajuste de los frenos para evitar desviaciones durante frenadas bruscas.

En temperaturas bajo cero, se recomienda realizar pruebas de frenado a baja velocidad y


eliminar la humedad de los tambores de freno después de circular por calles inundadas o al
lavar el vehículo.
Para evitar fallas en los frenos, se sugiere realizar diversas verificaciones y mantenimientos,
como revisar las mangueras del líquido de frenos, cambiar el líquido según las indicaciones
del fabricante, y verificar regularmente el estado de discos y pastillas de freno.

Se debe aprender a realizar frenadas de emergencia de manera segura. Los sistemas ABS
(sistema antibloqueo) pueden ser de gran ayuda al evitar el bloqueo de las ruedas y permitir
al conductor mantener el control del vehículo durante la frenada. Sin embargo, se debe
tener en cuenta que la distancia de frenado puede aumentar con un
sistema ABS en comparación con un vehículo sin ABS.

Los Neumáticos:

Los neumáticos son esenciales para la seguridad del vehículo, ya que


son el único punto de contacto con la carretera. Es importante mantener
la profundidad adecuada de los dibujos de los neumáticos y revisar
periódicamente la presión de aire, la alineación y el balanceo de los
neumáticos.

El desgaste irregular de los neumáticos puede indicar problemas


mecánicos o de manejo, y es fundamental seguir las recomendaciones
del fabricante sobre la presión de aire adecuada. También se debe
prestar atención a situaciones como el exceso de carga, el estado del
pavimento y el clima, que pueden afectar la vida útil de los neumáticos.

Los neumáticos deben ser cambiados al menos cada cinco años,


independientemente de su apariencia o del uso que se les haya dado.
Además, se debe recordar que los mejores neumáticos deben ir en la
parte trasera del vehículo para garantizar la estabilidad.

Es importante conocer cómo reaccionar ante un pinchazo o reventón de neumático, girando


el volante hacia el lado correspondiente y frenando suavemente para mantener el control
del vehículo.

Las Luces:

Todos los vehículos deben estar equipados con luces exteriores adecuadas para circular en
condiciones de baja visibilidad. Es esencial que las luces estén limpias, funcionen
correctamente y estén correctamente ajustadas para evitar deslumbramientos y accidentes.
Usted puede controlar que sus luces bajas no cieguen, para ello:
• Estacione su vehículo en un lugar plano y a unos 10 m de una pared o algo similar.
• Encienda sus luces bajas y luego verifique que el alto de la luz proyectada en la pared sea
inferior a la altura de los faros respecto del nivel del suelo.
Las luces neblineras deben usarse únicamente en situaciones de visibilidad reducida debido
a la niebla o la lluvia intensa, y deben apagarse tan pronto mejore la visibilidad.

Las luces intermitentes de advertencia de peligro deben usarse solo en casos de avería o
emergencia para alertar a otros conductores y no como excusa para estacionamientos
peligrosos o ilegales.

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