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CAPÍTULO 10.

POLINIZACIÓN
Carmen Gloria Morales A.
Ing. Agrónoma, M. Sc.
INIA Raihuén

10.1. Introducción
El arándano es un arbusto frutal que requiere polinización entomófila, el
uso de abejas (Apis melífera), la de mayor presencia en el mundo, mejora
considerablemente el calibre de los frutos. El “pecorear” es la acción que
realizan las abejas cuando salen a buscar polen, néctar y agua para abastecer
a la colmena. Se estima que dicha actividad es la responsable del 85% de la
polinización de los cultivos entomófilos.

Figura 10.1. Abeja (Apis melífera), la de mayor presencia en el mundo, alimentándose


en una flor de arándano.

Manual de manejo agronómico del arándano [85]


Lamentablemente el clima desincronizado, la contaminación por el
abuso y manejo inadecuados de los productos fitosanitarios han afectado
significativamente a estos insectos benéficos.

Es importante destacar que la floración del arándano no es altamente atractiva


para las abejas, por ende, existe competencia con la flora externa al predio, por
lo que es fundamental el adecuado manejo de malezas y cultivos del entorno.

La principal limitante de la polinización por abejas es la temperatura, sobre


todo en aquellas variedades de arándano de mayor precocidad, ya que requiere
sobre 12°C para realizar un trabajo efectivo y no evidenciar posteriormente
problemas de polinización, reflejados en el tamaño de los frutos. En segundo
lugar, está la sanidad, ya que existe una alta probabilidad de infestación cruzada
por el contagio de enfermedades desde otras colmenas de abejas en el sector.

Destacar que las abejas son capaces de trasladarse hasta 250 m. Es un punto
que se debe considerar al momento de definir cuántas colmenas colocar por
hectárea, aunque a mayor distancia no se evidencia un efecto en el porcentaje
de cuaja, sí se refleja en el calibre de los frutos. Por lo tanto, procurar colocar
colmenas a menor distancia para obtener una producción más homogénea.
Además, la cantidad de colmenas estará determinada por la época de floración,
precocidad de la variedad, presencia de flores alternativas en el entorno u otro
factor negativo, pudiendo ser 8 colmenas por hectárea un número ideal, aunque
quienes las utilizan no colocan más de 4 por hectárea.

La ubicación ideal es en un sector asoleado el interior del huerto, ya que es


común la competencia entre especies; es decir, hay colmenas que tienen mayor
afinidad con algunas especies que con otras, por lo tanto, es preciso disminuir
que se vayan a especies distractoras. La orientación de la piquera es mirando
al norte u oriente, donde el sol directo mantenga seca la entrada a la colmena,
sobre banquillos para mantenerlas aisladas de la humedad excesiva y presencia
de malezas.

10.2. ¿Cuándo poner las abejas?


El momento oportuno para colocar las colmenas es el periodo de floración.
Conviene colocar las colmenas iniciada la floración para evitar que las abejas
busquen otras fuentes de alimento atractivas. Al 10% de floración ingresar con
una parte de las colmenas y en plena floración ingresar con el saldo de colmenas.
Según variedad de arándano, puede ser desde septiembre en adelante. Se debe
considerar que de febrero a marzo coincide con la cosecha de miel desde las

[86] BOLETÍN INIA - INDAP


colmenas, por lo que no existe oferta de colmenas para polinización, ya que en
general este es un negocio secundario para los apicultores y el ingreso principal
proviene de la producción de miel.

10.3. ¿Qué tipo de colmenas?


No existe una definición clara de una “buena colmena para polinizar”, lo que es
usado frecuentemente es el peso del cajón (colmena) o la presencia de alzas en
ellos, no siendo los más representativos para este fin. En el primer caso puede
reflejar abundante miel, pero no una buena población de abejas recolectoras,
en el segundo caso la presencia de una o más alzas es suficiente, ya que pueden
estar vacías o puede no tener reina o crías. Lo importante es una colmena libre
de enfermedades o parásitos, la presencia de una reina joven y en postura junto
a una abundante población de abejas (ideal 8 marcos con abejas, de los cuales
5 deben tener crías).
La población de abejas adultas es relevante, pues las que salen a pecorear
son aquellas que han cumplido 23 días de vida, en tanto las de menor edad
permanecen en la colmena. Las que salen, seleccionan el polen dependiendo
de su calidad nutritiva y disponibilidad en las flores. La cantidad de crías afecta
el potencial polinizador de las abejas, ya que si la colmena no tiene crías, la
necesidad de ir a buscar polen va a ser mínima.

En periodos calurosos y secos se requiere colocar agua para que las abejas
puedan disponer fácilmente del recurso para diluir los azúcares cristalizados del
néctar.

Figura 10.2. Huerto de arándanos en plena floración.

Manual de manejo agronómico del arándano [87]


Recomendaciones generales:

• Manejo de malezas para disminuir los factores de distracción en el huerto.


• Control permanente de hormigas, ya que extraen la miel, provocando que la
colonia de abejas abandone la cámara de crías y alzas.
• Monitoreo de enfermedades y presencia de parásitos.
• No estresar demasiado a las abejas.
• Precaución con los sistemas de riego.
• Observar el flujo de abejas por la piquera. Lo óptimo es un número de 60
abejas por minuto contabilizadas al mediodía con una temperatura ambiente
sobre 20°C.
• Algunos agricultores optan por adquirir sus propias colmenas a modo de
inversión y de esta manera no contratan el servicio, disminuyendo con ello
los riesgos de contaminación, accidentes, pérdidas por aplicaciones de
plaguicidas, estrés de las abejas, entre otras.

[88] BOLETÍN INIA - INDAP

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