Instalacion Apiario

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INSTALACION DEL APIARIO

Ing. Agr. Daniel Bazzurro

INTRODUCCION

Al empezar a desarrollar el tema de "Instalación del Apiario" creemos oportuno definir


la palabra "Apiario" o "Colmenar".

Se denomina "Apiario" o "Colmenar" (del latín Apis=abeja) al lugar donde se


encuentran instaladas o ubicadas las "colmenas" (cualquier clase de recinto o
habitáculo) con sus "colonias" de abejas alojadas y que el hombre explota en su
beneficio.

Como todos sabemos una de las características y ventajas de la abeja melífera es que
se adapta a una gran variedad de climas y condiciones meteorológicas; condiciones
éstas, que dan lugar a una gran cantidad de ambientes posibles. Es así, que es posible
encontrar colmenas con abejas en los lugares y condiciones más extremos. Hoy la
apicultura es practicada en el centro de las grandes ciudades, en el borde de los
desiertos, en lugares donde en determinados momentos del año hay dos metros de nieve
y prácticamente en todo lugar donde existe la vida.

Cuando el novicio apicultor se inicia en la actividad, generalmente lo hará con muy pocas
colmenas de abejas, (de tres a cinco) a los efectos de poder adquirir experiencia con las
mismas y determinar si realmente desea desarrollarse e invertir en apicultura. Es en éstos
casos, donde se aconseja que las colmenas se encuentren lo más cerca posible del
apicultor ya, que de esta forma podrá visitarlas asiduamente y con ello ir conociendo y
aprendiendo más de las abejas. No siempre será posible elegir el lugar más apropiado
para instalar las colmenas. Normalmente éstas colmenas estarán ubicadas en terrenos en
el fondo de las casas, en zonas suburbanas e inclusive algunas veces en las azoteas de
los edificios. Si bien a esto no puede llamársele apicultura, es la forma como se han
iniciado la mayoría de los grandes apicultores que hoy existen.

En la medida que el apicultor se desarrolla y va aumentando el número de colmenas que


posee, deberá, inevitablemente ir buscando e instalando nuevos apiarios en distintos
lugares. Es en la selección de éstos lugares donde la experiencia y conocimientos del
apicultor se tornan realmente importantes.

Los principales aspectos que deberíamos tener en cuenta en esta selección son los que
se desarrollarán a continuación. Si bien en el país existen lugares y condiciones muy
buenas para desarrollar la actividad, el apicultor normalmente debe de sacrificar algunos
aspectos en beneficio de otros; poniendo en juego una serie de factores que en definitiva
serán los que determinarán el éxito o fracaso de nuestra explotación.

DISTINTOS ASPECTOS A TENER EN CUENTA PREVIO A LA INSTALACION DE

UN APIARIO.

1) EL POTENCIAL APICOLA DE UNA ZONA.

En toda explotación basada en la producción y desarrollo de los animales, la solución


que se le encuentre a la alimentación de los mismos, generalmente determinará el
resultado económico que se obtenga. De más está decir que este punto en apicultura es
de singular importancia, ya que en la mayoría de las explotaciones apícolas del país, la
producción de miel es el rubro principal. Esta miel como es sabido proviene de la flora
existente en la zona donde instalemos nuestro apiario.

Si bien la definición de "flora apícola" ha ido variando en el tiempo, fundamente debido


al objetivo final de la explotación apícola, hoy día se define de la siguiente forma:
"Se denomina flora apícola al conjunto de plantas visitadas por las abejas para la
obtención de néctar y/o polen y/o propóleos y/o mielada."

Ninguna explotación apícola funcionaría naturalmente en un ambiente donde no exista


una complementación de la flora que contemple los distintos requisitos de las abejas. El
hecho de que hoy día no exista un cultivo o especie vegetal que justifique
económicamente plantarlo para que las abejas trabajen en él, hace más importante el
dominar ciertos conceptos y características de la flora apícola.

Las características agroclimáticas (suelo, temperatura, lluvia, humedad, etc.) de una


zona, no solo determinan las especies vegetales que se desarrollarán en la misma, sino
que a la vez determinan su comportamiento; motivando el hecho de que por ejemplo, una
especie sea de interés apícola en un ambiente o zona y en otro, no lo sea.

Es así, que existen una serie de características que deberán tenerse presente a la hora
de considerar a una especie vegetal desde el punto de vista apícola.
La "calidad" de una especie la mediremos a través de la composición química y
concentración de su néctar así como a través de su aporte polínico. De este factor está
dependiendo también el tipo y características comerciales del producto final obtenido.

La "cantidad o frecuencia" de una especie deberá ser tenida en cuenta ya que existen
algunas especies que son muy buenas, pero muy escasas en la zona.

La "accesibilidad para las abejas" es un aspecto que en determinadas especies


vegetales es una limitante (trébol rojo, alfalfa, girasol, etc.).

El "período de floración" está directamente relacionado con la posibilidad de


aprovecharlo eficientemente por parte de las abejas. Este aspecto también será de suma
importancia a la hora de determinar el calendario de flora apícola de la zona a los efectos
del manejo a realizar en las colmenas.

La "seguridad ante factores adversos" de una especie, será importante ya que en


estos aspectos es muy diferente el comportamiento de las distintas especies vegetales
frente a años con sequía o excesos de agua (por ej. monte indígena y cultivos artificiales).

Por último, el "momento de floración" será importante evaluarlo fundamentalmente


relacionado a los requisitos y necesidades tanto de néctar como de polen de la colmena.
El valor de una especie vegetal variará al florecer en distintas épocas o etapas de
desarrollo de la colonia.

Como decíamos al principio el potencial de la flora apícola de una zona es un aspecto


muy importante a tener en cuenta, pero muchos son los factores y características que el
apicultor evaluará a la hora de definir una nueva ubicación para un apiario. La última
palabra en lo que se refiere al balance de la flora y su potencial de producción la
tendrá la propia colonia de abejas y el manejo que nosotros realicemos de nuestras
colmenas.

Uruguay no presenta superficies extensas de monocultivos forestales, que como en otros


países, permitan subdividir al país en zonas o regiones apícolas con tipos de miel y
paquetes tecnológicos específicos.
"Ambientes Apícolas en el Uruguay"

La apicultura en el país se desarrolla fundamentalmente basada en alguno de los


siguientes "ambientes apícolas" o una combinación de ellos:

a) Costas de ríos, arroyos e islas, donde predomina el monte indígena y que se


caracterizan por presentar rendimientos más o menos constantes en el correr de los años.
Esto es debido fundamentalmente a su resistencia a factores climáticos adversos;
comenzando su floración ya avanzada la temporada y produciendo hasta entrado el
otoño.

b) Pradera natural, generalmente complementada por el monte indígena. Las


explotaciones apícolas que se desarrollan en estos ambientes presentan rendimientos
muy variados, destacándose aquellos apiarios ubicados en zonas próximas a grandes
"cardales" o "chircales".

c) Zonas netamente agrícolas donde predomina la flora adventicia de los cultivos y en


más o menos proporción las praderas de leguminosas y el monte ribereño. Si bien en
éstas zonas la explotación apícola no da seguridad, se puede decir que la mayor parte de
la miel del país proviene de apiarios ubicados en estas condiciones. Los flujos están
supeditados a los tipos de cultivos, al manejo de los mismos y de las colmenas, a los años
y fundamentalmente al clima.

En resumen, la zona que nosotros seleccionemos para instalar el apiario deberá en


lo posible contemplar lo mejor posible los requisitos de la colonia de abejas, de
forma que se desarrolle temprano en la temporada; buscando floraciones
cuantiosas y escalonadas, que nos proporcionen abundante miel y polen.

2) EXISTENCIA DE OTROS APIARIOS EN LOS ALREDEDORES.

Si bien en nuestro país existe un gran potencial apícola desaprovechado y hay muchos
lugares en donde la apicultura se puede decir que no existe; hay muchas zonas que se
encuentran saturadas de colmenas. Esto se da fundamentalmente en algunas zonas del
litoral oeste y sur del país; dándose esta saturación en forma importante en los
alrededores de los principales centros poblados. De más está decir que en la medida que
se produce la saturación en colmenas de una zona, las mismas empiezan a competir en
la zona por el alimento y la producción promedio por colmena se ve disminuida. Este
aspecto se ve agravado fundamentalmente en aquellos momentos de escasa floración, y
cuando las abejas se ven obligadas a ampliar su radio de vuelo en busca de alimentos.
Es por eso que una de las tareas fundamentales de todo apicultor previo a instalar un
nuevo apiario, consiste en realizar un relevamiento de la zona a los efectos de determinar
la existencia de otros apiarios en las cercanías. Se deberá de mantener una distancia de
por lo menos tres kilómetros del apiario para producción más cercano. Esta es una regla
no escrita pero de "ética" entre apicultores que debería ser contemplada en todo
momento.

3) ELECCION DEL LUGAR A DONDE INSTALAR EL APIARIO.

Una vez estudiada la zona desde su punto de vista de la flora y de la existencia de otros
apiarios habrá que analizar y contemplar una serie de aspectos menores, pero que en
determinadas situaciones pueden llegar a ser limitantes.

a) Ubicar los apiarios lejos de las casas habitación.

Normalmente el apicultor no es el propietario de la tierra y por lo tanto debe tener


especial atención de que sus colmenas no molesten a las personas que viven en los
alrededores. Lo aconsejable sería instalar el apiario a no menos de 100 metros de las
poblaciones y cuanto más lejos mejor. De tener que instalarlo en las cercanías de casas
habitación utilizar cercos o empalizadas.

b) Se deberá tener especial cuidado de no ubicar apiarios en


las cercanías de corrales o encierros de animales.

Aquí los problemas principales son generalmente dos. Por un lado es muy común que
estos lugares presenten olores desagradables que pueden poner más agresivas a las
abejas, así como también, llegado el caso, transmitir estos olores a la miel. Por el otro, el
hecho de que los animales se encuentren encerrados impide que los mismos se alejen en
caso de que las abejas los aguijoneen. Merece resaltar aquí la diferente sensibilidad de
los animales al veneno de abejas; debiéndose tener siempre la precaución de no dejar
caballos atados cerca del apiario o, instalar colmenas contra las caballerizas.

c) No instalar los apiarios contra los caminos muy transitados tanto por animales o
vehículos.

De esta forma evitaremos problemas innecesarios con los transeúntes así como una
lenta pero importante pérdida de abejas. En caso de no tener más remedio que instalar el
apiario en esta zona, se deberán construir o instalar cercos de unos tres metros de altura,
a los efectos de obligar a las abejas a volar más alto a la salida y llegada al apiario.
d) Es aconsejable que el apiario se encuentre protegido y se procurará instalarlo en
lugares con reparos naturales.

En zonas muy ventosas y descampadas se recomienda hacer estos reparos


artificialmente, ya sea con cercos vivos (cipreses, acacias, etc.) o muertos (costaneros,
chapas, etc.). Evidentemente el realizar cercos costosos solo se justificará en aquellos
lugares propios o en condiciones muy particulares.

e) Otro aspecto a tener presente y que está muy relacionado con el punto anterior
es el tema de la luminosidad del apiario.
Es muy común por los apicultores instalar los apiarios dentro de los montes donde la
colmena prácticamente no recibe el sol. En este aspecto hay que tener presente de que la
excesiva humedad del apiario y de la colmena es uno de los peores enemigos de una
apicultura lucrativa. La misma es puerta de entrada de una serie de enfermedades y
causa fundamental en la disminución de la producción. Se deberán colocar las colmenas
a una media sombra y, de tener que optar entre pleno sol o plena sombra, siempre será
preferible el pleno sol. La plena sombra hace más difícil el manejo de las colmenas ya
que las abejas se tornan más defensivas. Lo más aconsejable sería el borde norte de los
montes naturales o de eucaliptos o, dentro de montes de hoja caduca, que asegurarán
sombra en verano y sol en invierno.

f) El problema de crecientes de cursos de agua y salidas de cauce.

En caso de instalar los apiarios contra montes ribereños o corrientes de agua se deberá
tener especial atención en averiguar hasta donde llega el agua en casos de crecientes o
lluvias intensas. No olvidarse que los lugares bajos tienen además la contra de que
generalmente son muy húmedos con el consiguiente perjuicio para las colmenas.
Siempre serán preferibles lugares reparados pero bien aireados.

g) La incidencia de los vientos predominantes.


Si bien es un aspecto secundario, de poderse contemplar se tratará de evitar el colocar
las colmenas en laderas que estén expuestas al sur; siendo lo aconsejable la ladera norte.
De esta forma evitaremos los vientos principales de nuestro país a la vez que
aprovecharemos mejor la insolación de la colmena.

h) La aplicación de pesticidas y productos tóxicos para las abejas.

Otro aspecto muy importante a la hora de definir el lugar para instalar un apiario es el
tema de los tratamientos fitosanitarios.

Este es un problema muy serio sobre todo en los lugares donde se desarrolla la
agricultura comercial. En zonas frutícolas, se deberá tener especial atención a este punto,
ya que es muy común que los cultivos requieran de tratamientos periódicos, que hacen
impracticable la apicultura durante determinados períodos y hay necesidad de estar
trasladando las colmenas de un lugar a otro. De más esta decir que, salvo en caso en
donde se este prestando un servicio de polinización, no es aconsejable instalar las
colmenas dentro o contra cultivos frutícolas u hortícolas comerciales. Un listado de
plaguicidas con el manejo apícola adecuado en casos de aplicación puede obtenerse en
las oficinas gubernamentales encargadas del registro y contralor del uso de los mismos.

i) "Visibilidad" de las colmenas.


Una costumbre de muchos apicultores es la de instalar sus apiarios lo más "escondidos"
posibles dentro de los montes y arboledas. En este aspecto recomendamos justamente lo
contrario; o sea, poner los apiarios lo más "a la vista" posible. Estos deberán estar visibles
para los pobladores permanentes de la zona. De esta forma todo el mundo sabrá de su
existencia y los propios lugareños actuarán como vigilantes de nuestras colmenas. De
más está decir que el propietario del campo deberá saber perfectamente como ubicar al
apicultor ya que se podrían presentar eventualidades en cualquier momento (caída de
colmenas, aplicación de pesticidas, robo, etc.). Un consejo muy sano en este aspecto es
que el apicultor coloque en el apiario un cartel bien visible con sus datos personales.
Cualquier nuevo apicultor que desee instalarse en la zona, llegado el caso, podrá
contactarse fácilmente con el dueño de las colmenas ya existentes.

j) Los accesos al apiario.


Por último, y no por esto de menor importancia, debemos contemplar la ubicación y
accesos que presentará el apiario. Muchas veces, lugares con muy buenas
características apícolas son descartados por este aspecto. El apicultor no deberá de
olvidarse que el apiario debe ser accesible durante todo el año y especialmente en la
época de cosecha cuando los vehículos deben entrar y salir cargados con alzas y miel.

k) Fuentes de agua cercanas.

Este es un aspecto que deberá tenerse presente a la hora de definir el lugar del apiario.
No debemos olvidar que las abejas en pleno verano llegan a consumir grandes cantidades
de agua. Como es sabido la misma la utilizan tanto para su consumo directo como para
regular en parte la temperatura dentro de la colmena. La misma deberá ser fresca y
limpia.

Como se podrá apreciar son unos cuantos los aspectos a considerar a la hora de instalar
un nuevo apiario. Si bien lo ideal sería poder contemplar todas las características antes
mencionadas, generalmente debemos sacrificar alguna de ellas y nuestros apiarios
normalmente presentarán alguna desventaja (muy lejanos, accesos inadecuados, etc.).
4) NUMERO DE COLMENAS A INSTALAR EN EL APIARIO.

El número de colmenas a instalar en un apiario dependerá de una serie de factores:

a) Potencial apícola del lugar.


El primero de ellos, y tal vez el más importante es el potencial apícola del lugar. Hay
lugares que en su momento de máxima floración soportan concentraciones de colmenas
muy elevadas. Estos son fundamentalmente aquellos lugares de cultivos artificiales
intensivos o extensos montes forestales de determinadas especies apícolas. El apicultor
no puede olvidar que su momento crítico no es justamente el de máxima floración, sino
que lo son el resto de las estaciones, donde las floraciones son escasas y las colmenas
tienen muy poco aporte alimenticio. Es en éstos momentos donde se torna muy
importante la cantidad de colmenas existentes en una zona determinada. En caso de no
realizar trashumancia con las colmenas no se deberán sobresaturar las zonas. No es
aconsejable que existan más de 80 - 100 colmenas entre las propias y las ajenas en un
determinado lugar o zona. No quiere decir esto que no existan zonas que soporten más
colmenas u otras que ni siquiera den para ese número. Muchos apicultores novicios van
a instalar sus colmenas cerca de otros colmenares en espera de obtener los resultados
del apicultor ya instalado; olvidándose de una de las principales reglas de la apicultura:
"no invadir áreas ya ocupadas por otros apicultores". Las buenas zonas seguirán
siendo buenas mientras se mantenga un número acorde de colmenas; si exageramos en
la cantidad, comenzará la competencia entre colmenas, las producciones disminuirán
considerablemente y la zona dejará de ser atractiva. No olvidarse que no existe una zona
que soporte un número ilimitado de colmenas.

b) Aspectos de manejo del apiario.


En este sentido debemos de tener presente que el manejo que nosotros realizamos en
las colmenas de una explotación industrial, muchas veces no es el más cuidadoso y se
puede producir cierto nerviosismo y/o alteración del comportamiento de las abejas. Si el
apiario esta formado por muchas colmenas, es muy probable que las abejas no nos
permitan terminar nuestro trabajo. Esta es una de las razones para recomendar que los
apiarios sean de pocas colmenas, (de 20 a 30). Esto nos permitirá siempre terminar
nuestra tarea, aún aquellas realizadas en condiciones adversas o en momentos poco
oportunos. En caso de estar en una zona que soporta muchas colmenas, lo aconsejable
será hacer grupos de alrededor de 30 colmenas distanciados 200 o 300 metros.

c) Capacidad de carga del vehículo que nosotros utilicemos para la explotación.


Parecería ser un aspecto que no tendría relación con el número de colmenas a instalar
en un apiario pero, a la hora de las cosechas o del traslado de colmenas se torna de
singular importancia. Mucho dinero nos costaría tener que volver al apiario a levantar
esas cinco u ocho alzas que no nos entraron en el vehículo en el momento de la cosecha,
o tener que hacer un viaje extra por retirar alguna colmena que no nos entró en el vehículo
cuando retiramos el apiario de ese lugar. Es así que en este aspecto entonces, debemos
buscar tamaños de apiarios que nos permitan aprovechar al máximo la capacidad del
vehículo de que disponemos.

d) Capacidad de trabajo del apicultor o de su equipo.


Este es otro punto que esta relacionado al anterior y que debemos tener presente.
Dependiendo si el apicultor trabaja a nivel de campo solo, con uno, dos o tres ayudantes
la capacidad de trabajo de una jornada será distinta. Debemos tomar en consideración
aquellos manejos del apiario que más tiempo nos llevan (revisado y acondicionado de
cámaras de cría, formación de núcleos, cosecha, etc.) a los efectos de que nuestra unidad
de tiempo de trabajo (una jornada) nos permita concluir el trabajo que vayamos a realizar
al apiario y no tener que volver por el manejo de unas pocas colmenas.

e) Distancia a la que se encuentra la zona elegida de nuestro centro de operaciones.


En este sentido, es muy común que el apicultor tenga lugares muy buenos disponibles
para poner colmenas, pero que quedan muy alejados. Es entonces en este aspecto que
habría que definir y determinar el número de colmenas que si justifica llevar e instalar a
distancias lejanas. Evidentemente cuanto más grande sea la distancia mayor será el
número de colmenas a instalar; pudiéndose considerar llegado el caso, el formar un
segundo centro de operaciones en las cercanías de éstos apiarios para poder encarar
varios días de trabajo en la zona.

DISPOSICION E INSTALACION DE LAS COLMENAS EN EL LUGAR ELEGIDO.

Las "bases" de las colmenas.

Una vez definidos o encarados todos los puntos anteriores y con las colmenas en el
predio se deberán tener presentes algunos consejos referentes a su disposición e
instalación.

El primer aspecto que debemos tener definido previo a descender las colmenas del
vehículo es la disposición que les vamos a dar a los efectos de colocar las bases de las
colmenas. El objetivo y finalidad de las bases de las colmenas es primeramente separar la
colmena del suelo, con lo cual evitamos uno de los principales enemigos de la colmena y
la colonia de abejas que es la "humedad".
En segundo lugar permite - dependiendo del tipo de base - elevar la colmena de 20 a 40
centímetros del suelo, con lo cual se facilita mucho la tarea del apicultor.

En tercer lugar nos permite inclinar levemente la colmena hacia adelante, a los efectos
de que el agua de lluvia o de condensación escurra por la piquera.

En este sentido se pueden utilizar bases individuales o colectivas. Dentro de las bases
individuales las más utilizadas son los bloques de hormigón que en cantidad de dos, tres o
cuatro, dependiendo de su posición, cumplen perfectamente su función y son
relativamente económicos. Es fundamentalmente en busca de la economía, que se
aconseja a los apicultores utilizar como bases aquellos elementos de ocasión que puedan
tener o conseguir en su zona de influencia. Es así que hoy día están sirviendo de bases
de colmenas ladrillos, piques, largueros, rolos, tocones, cubiertas de auto en desuso,
palets, bases de fibrocemento, de hormigón, caños, planchuelas, botellas invertidas, etc.,
así como una combinación de muchas de éstas. Las bases colectivas se utilizan
generalmente cuando se instalan las colmenas en líneas o filas y a distancias que
justifiquen la realización de las mismas. Generalmente en estos casos se utilizan los
varejones de eucalipto, vigas, tablones o estructuras realizadas con los materiales propios
del lugar. En muchos casos otro aspecto que debemos considerar es su practicidad para
el traslado, no olvidándose que lo ideal sería ya tener las bases preparadas en el campo
para cuando lleguemos con las colmenas. Independientemente del tipo y forma de base a
utilizar las mismas deben ser lo más económicas posible y fuertes y resistentes como para
soportar el peso de una colmena de varios cuerpos y con miel (en algunos casos 100 o
más kilos).

La "disposición" de las colmenas.

Con respecto a la disposición, existen una serie de pautas o consejos a seguir, pero,
normalmente varían de apicultor a apicultor y las mismas deben en primer lugar adaptarse
a las condiciones del lugar elegido. En caso de ponerlas en hileras lo más aconsejable es
que estén defasdadas unas con otras, a los efectos de facilitar el ingreso y salida de
abejas a la colmena. Asimismo, en éstos casos, y también como norma para todos los
apiarios, se deberá tener presente de que la distancia entre filas de colmenas, sea de 4 a
6 metros, a los efectos de facilitar la circulación del vehículo dentro del apiario. Este último
aspecto será de singular importancia en los momentos de cosecha y traslado de las
colmenas. La distancia entre las colmenas de una misma fila se aconseja que sea de 40
centímetros a 1 metro. Esta distancia evita confusión entre las abejas y facilita el trabajo
del apicultor. Merece resaltar en este punto el tema de la "deriva" de las abejas hacia las
colmenas de las puntas de las filas con la consiguiente despoblación parcial de las del
medio. Este hecho se explica debido a que las abejas cuando llegan cansadas y
agotadas de la pecorea ingresan en las primeras colmenas de la fila. También esto ha
motivado que hoy día lo que se aconseje es distribuir las colmenas solas al azar en el
predio de forma que las abejas identifiquen bien claramente su colmena y la deriva
prácticamente no exista. Hay apicultores que ponen sus colmenas en grupos de a dos o
de a cuatro, juntas y pegadas, sobre palets, o a poca altura del piso, con las piqueras una
para cada lado, a los efectos de que los vacunos, en caso de rascarse, no las volteen.
Otra forma muy común de ubicar las colmenas es en semicírculo o en triángulo. Todas
estas formas de distribuir las colmenas están a la larga supeditadas a las características
del terreno y al gusto de cada apicultor. Un aspecto que de ser posible, no deberíamos
descuidar es la orientación noreste de las piqueras. Con esto lograríamos evitar los
vientos predominantes del país y a la vez aprovechar los primeros rayos del sol sobre la
piquera.

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