T1 - Grupo #03

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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE

EL TÍTULO SUPLETORIO COMO


PARTE DEL PROCESO NO
CONTENCIOSO
Neciosup Aponte, Jeyson Howard (COORDINADOR GRUPAL)

FACULTAD DE DERECHO
6TO – 8VO CICLO

Dr. Humberto Alexander Morales Salirrosas

INTEGRANTES DEL GRUPO:

BURGOS SÁNCHEZ, ELIANA NADIA - N00171955


CHERRE SOTO, EDUARDO DEL PIERO - N00299635
NECIOSUP APONTE, JEYSON HOWARD – N00214665
VALERIO RUIZ, ELAINE EVELYN - N00287490

Trujillo, 30 de abril del 2024


I

ÍNDICE

RESUMEN/ ABSTRACT 01

INTRODUCCIÓN 02

CAPÍTULO I: DETERMINACIÓN DEL PROBLEMA 02

1.1. Identificación del Problema 02


1.2. Pregunta de Investigación 04

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO 04

2.1. Contexto y Definiciones 04


2.2. Revisión de la Literatura 07
2.3. Conceptos Clave 08
2.4. Hipótesis 09

CAPÍTULO III: DISCUSIÓN Y RESULTADOS DEL PROBLEMA 10

3.1. Resultados 10
3.2. Discusión 24

CONCLUSIONES 24

REFERENCIAS 25

ANEXO N° 01 27

ANEXO N° 02 31
1

RESUMEN

El proceso de Título Supletorio presenta una dualidad significativa en su naturaleza,

pudiendo ser abordado tanto de manera no contenciosa como contenciosa. Inicialmente,

puede iniciarse de forma no contenciosa, donde las partes involucradas cooperan para

obtener un título de propiedad. Sin embargo, esta situación puede transformarse en un

conflicto judicial si surge oposición por parte de terceros. Se distinguen ambas formas del

proceso en función de la participación de las partes en disputa, la intervención del juez y

los efectos de la sentencia. El presente trabajo abordará la problemática de si debería o

no tramitarse el proceso de título supletorio en la vía no contenciosa a nivel judicial a partir

de un análisis riguroso de lo que es un proceso no contencioso y cómo se diferencia este

de un procedimiento contencioso como el abreviado a nivel judicial.

ABSTRACT

The Supplementary Title process presents a significant duality in its nature, and can be

addressed in both a non-contentious and contentious manner. Initially, it may be initiated in

a non-contentious manner, where the parties involved cooperate to obtain title to the

property. However, this situation can transform into a judicial conflict if opposition arises

from third parties. Both forms of the process are distinguished based on the participation of

the parties in dispute, the intervention of the judge and the effects of the sentence. This

work will address the problem of whether or not the supplementary title process should be

processed non-contentiously at the judicial level based on a rigorous analysis of what a

non-contentious process is and how it differs from a contentious procedure such as

abbreviated at the judicial level.


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INTRODUCCIÓN

El proceso de Título Supletorio se erige como una herramienta jurídica

fundamental en la regularización de la propiedad, especialmente en contextos donde la

documentación que la respalda es insuficiente o inexistente. Su naturaleza procesal, sin

embargo, es objeto de análisis y debate, dada su doble vertiente: contenciosa y no

contenciosa. En este estudio, exploraremos detalladamente ambas dimensiones del

proceso de Título Supletorio, considerando su evolución histórica, los fundamentos

jurídicos que lo sustentan y su aplicación en la práctica legal. Además, examinaremos

críticamente la conveniencia y viabilidad de su tratamiento dentro del ámbito no

contencioso, en comparación con su tradicional ubicación en la esfera judicial. A través de

este análisis exhaustivo, buscamos arrojar luz sobre la complejidad y las implicaciones de

este importante proceso legal, contribuyendo así al debate académico y jurídico en torno a

su naturaleza y procedimiento.

CAPÍTULO I: DETERMINACIÓN DEL PROBLEMA

1.1. Identificación del Problema

De acuerdo con la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema en la CAS. Nº

693-2015-HUAURA:

El proceso de Título Supletorio procede cuando el titular de un predio no cuenta

con título que acredite su dominio por lo que requiere de un título subsidiario, ello

con la finalidad de obtener la inscripción en los Registros Públicos; sin embargo,

no procede cuando el accionante cuenta con un título que acredite su propiedad.

Esta definición clásica del proceso de Título Supletorio nos lo muestra como un

proceso mediante el cual un accionante puede recurrir al PJ para adquirir un título

subsidiario que de cuenta de su propiedad hasta el estado de registro en el que se haya

encontrado cuando el título oficial se haya perdido o simplemente haya sido de imposible

obtención. El objetivo de este proceso es siempre el de otorgar al propietario las


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facilidades necesarias para que pueda continuar con la formalización del título de su

propiedad hasta finalmente lograr constituirse como propietario registral del predio.

Actualmente, nuestro ordenamiento jurídico ha otorgado dos salidas al accionante

para poder recuperar su título perdido u obtener uno cuando este no exista: el proceso

abreviado vía judicial (Art. 504 - Art. 508 del CPC) y el asunto no contencioso vía notarial

(Ley N° 27157 & DS N° 035-2006-VIVIENDA). La principal diferencia entre ambas vías

radica en que la segunda toma mucho menos tiempo que la primera y porque la vía

notarial no tiene la potestad de resolver en materia cuando existe oposición de parte del

anterior propietario que otorgó el título. Este es, de hecho, el principal motivo por el cual la

gente acude al PJ vía proceso abreviado en materia de título supletorio.

Sin embargo, surge un problema en materia judicial el cual ha sido abordado por

parte de algunos operadores jurídicos. Resulta que cuando no existe oposición de parte

del propietario que otorgó el título, este puede acudir a la vía notarial para recuperarlo y

realizar un proceso que le tomará no más de tres o cuatro meses. Sin embargo, si el

mismo accionante desea realizar el proceso de título supletorio en la vía judicial no

importa si es que no existe inicialmente una oposición de parte de el anterior propietario

registral o incluso si es que este no existe, el proceso sería irremediablemente tramitado

como un proceso contencioso abreviado en observancia al Art. 504 del CPC.

Al investigar la teoría de los procesos no contenciosos encontramos que estos

pueden ser tramitados no solo en el caso de los procesos que no implican un conflicto

intersubjetivo, sino que también aplica para aquellos que inicialmente requieran

únicamente del reconocimiento de un derecho por más que estos posteriormente

impliquen una pugna judicial frente a los derechos reclamados por otras personas. Así

pues, un proceso de sucesión intestada puede iniciar como una solicitud de parte de los

herederos para reclamar sus derechos obtenidos del causante, sin embargo, si más

adelante aparece un heredero que no era conocido por la masa hereditaria primigenia
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este podría iniciar un conflicto interno por que se reconozca su derecho en el proceso.

Así pues, viéndolo desde este punto de vista, hallaríamos que el proceso de título

supletorio presenta una similitud con otros procesos no contenciosos como la sucesión

intestada en tanto que inicialmente no es parte del proceso el que haya alguien que se

oponga a un derecho reclamado para sí mismo por parte del accionante, pero este puede

aparecer posteriormente sin necesidad de que esto implique un cambio en la naturaleza

no contenciosa del proceso judicial.

He allí el dilema, ya que estaríamos asumiendo la posibilidad de que un proceso

de carácter no contencioso sea tramitado como parte de un proceso abreviado existiendo

una vía en teoría más célere y apropiada, la cual es la vía no contenciosa.

1.2. Pregunta de Investigación

Es en base a la problemática observada es que el presente informe parte de la

siguiente pregunta de investigación:

¿Debería el Proceso de Título Supletorio formar parte de los procesos no

contenciosos?

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO

2.1. Contexto y Definiciones

Muchos autores coinciden en que el nacimiento de la idea del proceso de Título

Supletorio tuvo su origen en la Ley hipotecaria española de 1861, la cual señalaba en su

Art. 397 lo siguiente: “El propietario que careciere de título de dominio escrito deberá

inscribir su derecho justificando su posesión ante el juez de primera instancia del lugar”.

Como se puede apreciar, las primeras definiciones otorgadas al título supletorio

implicaban acreditación posesoria que justifique el derecho a adquirir o recuperar el título

de dominio. Esto porque dicha figura surge de la necesidad de otorgar publicidad a las

titularidades sacándolas de la clandestinidad. El objetivo principal era formalizar a los

propietarios, no recuperar títulos propietarios no registrados como ahora.


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Cuando esta figura llegó al Perú con la creación de la Ley del 02 de Enero de

1888, su reglamento expedido ese mismo año ya anunciaba la existencia del título

supletorio en su Art 215: “Quien carezca de escritura pública o instrumento auténtico que

complemente la adquisición de un inmueble de su propiedad, necesita para la inscripción

del dominio exhibir títulos supletorios, formados con arreglo al código de enjuiciamiento”.

De este modo, a fin de dar carácter procesal a la norma sustantiva fué que el código de

enjuiciamiento de aquella época (año 1852) introdujo el Título Supletorio de forma análoga

a la Prescripción Adquisitiva de Dominio (en aquel entonces llamada Prescripción

Extraordinaria) en su modificación al Código de Procedimientos Civiles de 1911. La norma

procesal, al igual que la Ley hipotecaria española en su momento, añadió el requisito de

posesión continua (por un tiempo ininterrumpido de 40 años) para poder otorgar el título

supletorio al propietario. Esta norma se mantuvo, aunque con modificaciones (como la

reducción del tiempo de 40 años a 30 y posteriormente a 10) con la promulgación de los

Códigos Civiles de 1936 y 1984.

Así pues, como observamos, el objetivo inicial siempre ha sido promover la

formalización de los títulos de propiedad para que los propietarios de los bienes inmuebles

(y hoy también muebles) también gocen de propiedad registral, por lo que la naturaleza

inicial de los títulos supletorios fué siempre no contenciosa. Así lo mencionó en su

momento Jorge Avendaño V.:

Los títulos supletorios son un procedimiento no contencioso que nuestro Código de

Procedimientos Civiles regula en título especial (Art. 1296 y ss.). Su trámite es

relativamente breve, no hay demandante ni demandado sino tan ·sólo un

solicitante de la intervención del Poder Judicial para que previa una sumaria

información posesoria, declare la formación de títulos supletivos o sustitutorios de

los que debieran existir. Hay publicidad (avisos por veinte días), citación de los
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colindantes y prueba de la posesión durante un lapso de 40 años (así lo dice el

artículo 1296. Puede sostenerse que conforme a la actual ley civil son sólo treinta).

Actualmente la teoría de los títulos supletorios ha añadido que “caben solamente

cuando no hay títulos comprobativos del derecho de propiedad” (Jorge Avendaño).

Con el paso del tiempo, la naturaleza no contenciosa del proceso de los Títulos

Supletorios ha cambiado. Principalmente debido a posturas doctrinarias apoyadas por la

Corte Suprema de Justicia del Perú como la siguiente:

Se tramita como proceso abreviado la demanda que formula el propietario de

un bien que carece de documentos que acrediten su derecho, contra su

inmediato transferente o los anteriores a éste, o sus respectivos sucesores

para obtener el otorgamiento del título de propiedad correspondiente. (CASACIÓN

N° 235-2018 CUSCO) -Negrita Añadida-

Como vemos, se ha cambiado la forma procesal del Título Supletorio como parte

de un proceso en el cual quien carece del título de propiedad por extravío o imposibilidad

lo solicita ante el juez a fin de que se le restituya, a una forma procesal en la cual existe

un demandado con quien se contiende a fin de recuperar el título extraviado o exigir (en

caso se sea el primer titular aspirante a registral de dominio) el título imposibilitado de

obtener.

Así, por ejemplo, si yo obtengo mi título de propiedad producto de un contrato de

mutuo y deseo recuperar la minuta porque esta se me ha perdido, lo ideal es que vuelva a

pactar con el mutuador para ir ante notario y restablecerla, de paso que se inicia el

proceso de formalización “elevándola” a Escritura Pública. Sin embargo, en el caso de que

el mutuador no esté de acuerdo se podría acudir a la vía judicial para que se declare el

derecho del mutuatario respecto a la restitución del título de propiedad extraviado por más

que el mutuador de su propia voluntad no quiera reconocerlo. De este modo, el proceso

de Título Supletorio es considerado un proceso contencioso en todo sentido, ya que si no


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hay oposición de parte del inmediato transferente no hay motivo tampoco para ir a la vía

judicial, sino que el asunto puede quedar saldado vía notarial o incluso vía conciliación si

así se desea.

Así es como llegamos finalmente a la actualidad, con un proceso contencioso que

para efectos de celeridad es tramitado en la vía abreviada, y que, sin embargo, se resiste

a abandonar la vía no contenciosa según lo sostienen ciertos operadores del derecho que

han mostrado su disconformidad respecto a la idea de que en un proceso de Título

Supletorio cumpla con todos los elementos de la contención tal y como la entienden

autores como Gonzales (2017), especialmente en lo referente a la resistencia necesaria

del sujeto pasivo.

2.2. Revisión de la Literatura

Referente al tema de investigación planteado, diversos operadores del derecho

han iniciado trabajos de investigación orientados al tratamiento del proceso de Título

Supletorio dentro de la vía No Contenciosa. Uno de estos trabajos es el desarrollado en la

tesis del bachiller Benedict Santiago Gamboa Reaño denominada FUNDAMENTOS

JURÍDICOS PARA CONSIDERAR AL PROCESO JUDICIAL DE TÍTULO SUPLETORIO

COMO UN PROCESO NO CONTENCIOSO, la cual nos habla sobre la mención respecto

al título supletorio y a la clasificación de procesos en contencioso y no contencioso.

El proyecto de tesis además, analiza los presupuestos que dan origen al proceso

judicial de título supletorio aparte se puede percatar que tal proceso no presenta aspectos

propios de un proceso contencioso tal y como regula nuestro Código Procesal Civil.

Además, el autor dice que el proceso de Título Supletorio se debería considerar

como un proceso no contencioso, ya que este solo se inicia con el fin de regularizar una

situación jurídica que preexiste al proceso judicial. Su objetivo de tesis es que se

demuestre que en el proceso de titulo supletorio no existe un conflicto de interés, la

sentencia que se expide en los procesos de título supletorio resuelve una incertidumbre
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jurídica, en el proceso de titulo supletorio no existe una demanda, el proceso de titulo

supletorio es regulado de manera contradictoria en vía notarial y judicial.

Finalmente, la investigación realizada puso de relevo el análisis de los

presupuestos configurantes del proceso del título supletorio regulado en el artículo 504 del

Código Procesal Civil peruano. Lo que a su entender finalmente hacían del proceso del

título supletorio un asunto no contencioso que debía ser regulado en la misma vía en el

Código Procesal Civil.

2.3. Conceptos Clave

- Propiedad:

Según González Linares (2012), “es el derecho real por antonomasia que tiene por

objeto los bienes de contenido económico y de proyección social, y que confiere al titular

los poderes materiales de usar, gozar, los jurídicos de disponer y reivindicar el bien, sin

más limitaciones que las establecidas por la Constitución y las leyes” (p. 332).

- Título Supletorio:

Según Rafel Fernandez (2022), “Es un título que suple aquella situación en la que

el propietario carece de títulos escritos que puedan comprobar su dominio, ya sea porque

dicho título se hubiese extraviado o perdido, obteniéndose de este modo un título formal

que supla a los anteriores, ello con la finalidad de obtener su inscripción en los Registros

Públicos”

- Proceso no contencioso:

Según Moran Vargas, R. (2010), “Es aquella que se ejerce por el juez, a solicitud

de una o de varias personas, en los casos especialmente previstos por la ley, que tiene

como finalidad cooperar al nacimiento de determinadas relaciones jurídicas y que, en

consecuencia, las resoluciones que en ella recaen no reconocen derechos ni imponen

prestaciones entre partes”

- Proceso Abreviado:
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Según Myor Sanchez, J. (2011). “Es simple de fácil entendimiento y tramitación lo

cual redunda en una justicia célere, atractiva y eficiente de solución de los procesos

judiciales en la judicatura peruana.”

- Partida Registral:

La partida registral es un documento que se registra ante la SUNARP una

propiedad o bien inmueble mediante la vía legal. Con la partida registral tendrás la prueba

que el bien existe física y jurídicamente.

2.4. Hipótesis

El Proceso de Título Supletorio tiene una doble naturaleza procesal:

1. Una naturaleza contenciosa toda vez que el demandante puede dirigir el

proceso directamente contra el último propietario registral cuando este pudiéndole renovar

el título de propiedad (en la vía privada o administrativa) se niegue a hacerlo. Ej. Un

particular extravía la copia de la minuta de compraventa celebrada sin antes haber sido

formalizada ante escritura pública y el mutuador se niega a renovar la minuta de

compraventa negando, además, la existencia del contrato de mutuo.

2. Una naturaleza no contenciosa toda vez que el demandante puede iniciar el

proceso a fin de obtener su título de propiedad cuando no exista uno previo, o cuando

quien le dió el título de propiedad por diversos motivos no se lo pueda renovar y en

ninguno de los dos casos exista oposición. Ej. El mutuador que firmó la minuta ha

fallecido; o cuando la entidad pública que expidió el certificado de posesión ya no exista o

no tenga la potestad para renovar el título si este se ha extraviado o perdido de modo

alguno.

Sin embargo, pese a tener esta doble naturaleza, no debería ser tratado dentro de

la vía no contenciosa judicial debido a que ya tiene una vía no contenciosa más célere e

igualmente satisfactoria habilitada en el procedimiento no contencioso notarial, por lo cual

resulta lo más idóneo realizar un tratamiento no contencioso en esta vía y reservar los
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casos litigiosos forzosos para la vía contencioso abreviada.

CAPÍTULO III: RESULTADOS Y DISCUSIÓN DEL PROBLEMA

3.1. Resultados

Teniendo en cuenta los antecedentes y el marco teórico de la problemática de

investigación, nos queda en claro que el proceso de Título Supletorio es un proceso civil

que nació como un proceso de naturaleza no contenciosa pero que con el paso del tiempo

ha ido ganando terreno en los procesos de naturaleza contenciosa. Ahora bien, a fin de

responder para confirmar o negar nuestra hipótesis de investigación, es necesario

responder a dos preguntas: ¿Qué aspectos del Título Supletorio corresponden a una

naturaleza contenciosa y qué aspectos del Título Supletorio corresponden a una

naturaleza no contenciosa? ¿Resulta conveniente para nuestro sistema de administración

de justicia extender los alcances del título supletorio al proceso no contencioso?

A fin de dar respuesta a la primera interrogante es necesario tener en cuenta la

diferenciación entre la jurisdicción contenciosa y la voluntaria o no contenciosa hecha por

Devis Echandía, quien deduce que ambas jurisdicciones presentan cinco diferencias

principales:

“a) Por la posición que las partes ocupan en la relación jurídica procesal, pues al

paso que en la voluntaria los interesados que inician el proceso persiguen

determinados efectos jurídicos materiales para ellos mismos, en la contenciosa los

demandantes buscan también producir efectos sustanciales obligatorios y

vinculantes para determinados demandados.

b) Por la posición del juez, al dictar sentencia, pues mientras en la contenciosa el

juez decide entre los litigantes (inter volentes o pro volentibus); sin que esto

signifique que en la contenciosa el fallo deba ser siempre a favor de una parte y en

contra de otras, porque puede haber acuerdo en sus resultados.

c) Por los sujetos de la relación jurídica procesal, pues en el proceso de


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jurisdicción voluntaria no existe demandado, sino simple interesado o peticionario,

al paso que en el contencioso existe siempre un demandado; además, sólo en

sentido amplio se puede denominar demandante a aquél.

d) Por el contenido de la relación jurídica procesal al iniciarse el proceso, porque

en la voluntaria se persigue darle certeza o precisión a un derecho o legalidad a un

acto, o ciertos efectos jurídicos materiales, sin presentarle al juez inicialmente

ninguna controversia ni litigio para su solución en la sentencia, ni siquiera pedirle

una declaración contra otra persona, y en la contenciosa, por el contrario,

inicialmente se le está pidiendo la solución de un litigio con el demandado, o al

menos una declaración que vincule y obligue a éste.

e) Por los efectos de la sentencia, porque en la contenciosa lo normal es que tenga

el valor de cosa juzgada, si decide en el fondo, al paso que en la voluntaria jamás

constituye cosa juzgada” (DEVIS ECHANDIA, 1984, Tomo I: 87).

A partir de estas diferencias, procederemos a analizar la naturaleza del proceso de

Título Supletorio punto por punto tomando como base la jurisprudencia de la Corte

Suprema.

a) Respecto a la posición que las partes ocupan en la relación jurídica procesal,

pues al paso que en la voluntaria los interesados que inician el proceso persiguen

determinados efectos jurídicos materiales para ellos mismos, en la contenciosa los

demandantes buscan también producir efectos sustanciales obligatorios y vinculantes

para determinados demandados.

Sobre este primer punto, tenemos que en la ya citada CASACIÓN N° 235-2018

CUSCO ha determinado que “el proceso de título supletorio procede cuando el titular de

un predio no cuenta con título que acredite su dominio por lo que requiere de un título

subsidiario, ello con la finalidad de obtener la inscripción en los Registros Públicos”. En

base a ello podemos ver que independientemente de si el proceso debe o no involucrar a


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un sujeto pasivo, es un hecho que el objetivo central es la recuperación o adquisición del

título de propiedad que permita la primera inscripción de dominio del título de propiedad

en registros públicos. Por lo tanto, la pregunta aquí es ¿cómo se alcanza este fin,

mediante solicitud o accionando contra otra parte opositora?

An analizar el numeral 1 del artículo 504 del Código Procesal Civil nos damos

cuenta que la demanda se tramita como proceso abreviado contra su inmediato

transferente o los anteriores a éste, o sus respectivos sucesores para obtener el

otorgamiento del título de propiedad correspondiente. La clave aquí se encuentra en la

palabra “contra”, ya que indica que esta demanda está destinada a producir efectos

sustanciales obligatorios y vinculantes para determinados demandados. En tal sentido,

encontramos que el proceso de Título Supletorio es un proceso contencioso.

Sin embargo, cuando vamos a la Ley N° 27157 y específicamente el DS N°

035-2006-VIVIENDA, encontraremos que en el Art. 35 de dicho Decreto Supremo dice lo

siguiente:

Si durante el trámite de regularización de una edificación, se advierte la necesidad

de iniciar un procedimiento de saneamiento de titulación, vía prescripción

adquisitiva de dominio o formación de título supletorio, el notario, a petición del

interesado, iniciará el asunto no contencioso de competencia notarial,

regulado en los artículos 39 a 43 de este Reglamento.

En este caso encontramos directamente que la norma denomina al trámite notarial

de la formación de título supletorio como asunto no contencioso de competencia notarial.

La pregunta es ¿por qué? Lo que pasa es que cuando iniciamos un trámite para

regularizar una edificación y nos percatamos que falta el título supletorio entonces la

persona podrá solicitar el derecho de que se le otorgue el título faltante ante el notario

pero no dirigirá el proceso inicialmente contra alguien más para que actúe o deje de

actuar en favor del demandante de cierto modo. Dicho de otra forma, la demanda se ve
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huérfana de uno de sus elementos más importantes: el sujeto pasivo (demandado), por lo

que no podría ejercitarse la acción contra alguien sino que el derecho sólo habría de

solicitarse a la entidad notarial para que se reconozca.

Ahora bien, podría darse el caso en el cual el Título Supletorio sea solicitado en la

vía no contenciosa notarial, pero que más adelante se haga presente el primer propietario

registral oponiéndose al otorgamiento del título. En estos casos el mismo DS establece en

su Art. 43 lo siguiente:

Artículo 43.- La Oposición

43.1 Hasta el momento de emitirse el acta notarial que ponga fin al

procedimiento, cualquier persona podrá formular oposición a la declaración

de propiedad por prescripción adquisitiva de dominio o a la formación de títulos

supletorios en trámite. Esta oposición debe formularse por escrito ante el

notario, quien suspenderá el trámite en el estado en que se encuentre y

remitirá lo actuado al Juzgado Especializado en lo Civil de turno de la

jurisdicción donde se ubica el inmueble, dentro del tercer día hábil de

presentada la oposición.

43.2 El Juez, una vez recibido el expediente concederá un plazo judicial, común

para ambas partes, para la adecuación del expediente a las exigencias del trámite

judicial, tanto de la demanda como de la contestación, y proseguirá el trámite

conforme a su procedimiento.

43.3 Una vez concluido el proceso judicial y agotadas todas las instancias, el

juez notificará al notario con la resolución que pone fin al proceso, para que

éste prosiga según el sentido de la misma.

Como apreciamos, el Título Supletorio pese a ser inicialmente no contencioso,

cuando hay una oposición no actúa como tal, sino que remite todos los actuados al PJ

para su resolución ¿por qué?. La respuesta la encontraremos en el Art. 139 de nuestra


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CPE, específicamente en su numeral 1 que menciona que “No existe ni puede

establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral”,

así como que “No hay proceso judicial por comisión o delegación”. Así pues, el fuero

notarial no puede resolver conflictos intersubjetivos de naturaleza contenciosa debido a

que estaría atribuyéndose facultades correspondientes a la función jurisdiccional del

estado.

Pese a ello puede haber quien manifieste que procesos con la sucesión intestada

tienen naturaleza no contenciosa y son tratadas como tal en el mismísimo PJ aún cuando

haya oposición de una de las partes cuando un nuevo heredero no reconocido

inicialmente pretende formar parte de la masa hereditaria. Sin embargo, debemos tomar

en cuenta un aspecto fundamental: En el caso de la sucesión intestada el reconocimiento

del derecho de sucesión de un tercero que pretenda anexarse al proceso no afecta de

modo alguno el derecho del demandante o los demandantes. Es decir, sea o no

reconocido el litisconsorte como parte de la masa hereditaria del causante, los

demandantes igual tendrán derecho a recibir su parte de la herencia siempre que cumplan

con los requisitos establecidos en el Código Civil y el Código Procesal Civil. Pero cuando

hablamos de Título supletorio nos encontramos frente a un conflicto intersubjetivo de

intereses donde el reconocimiento de la pretensión principal del demandante afecta

directamente el derecho a la propiedad del demandado y viceversa.

Entonces, viéndolo desde el punto de vista, hay una diferencia marcada entre la

relación inter partes en un proceso no contencioso y uno contencioso. Por lo tanto, el

hecho de que se tramite notarialmente el proceso de Título Supletorio como parte de un

asunto no contencioso, no le quita su naturaleza contenciosa una vez que se manifiesta

una oposición de parte de quien posee interés y legitimidad para obrar.

Queda entonces probada en este ámbito la naturaleza doble del proceso de Título
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Supletorio y cuáles son los mecanismos legalmente dispuestos para su tratamiento tanto

en la vía notarial como en la judicial.

b) Por la posición del juez, al dictar sentencia, pues mientras en la contenciosa

el juez decide entre los litigantes (inter volentes o pro volentibus); sin que esto signifique

que en la contenciosa el fallo deba ser siempre a favor de una parte y en contra de otras,

porque puede haber acuerdo en sus resultados.

Respecto de esta segunda característica es necesario recordar que en la sección

resolutiva de las sentencias de primera instancia en los procesos de Título Supletorio

cuando el juez resuelve en favor del demandante, se observa por regularidad la expresión

siguiente: Otórguese / Recompóngase al demandante el título de propiedad consistente

con la Escritura Pública, minuta, constancia, etc. Por lo tanto, tenemos que salvo en casos

excepcionales, el juez siempre resuelve en favor de una de las partes y en contra de la

otra.

Como ejemplo de ello, tenemos la Sentencia de Vista recaída sobre el Expediente

N° 0339-2014–0-0801-JR-CI-01:

Por todo lo expuesto, RESOLVIERON:

REVOCAR la Sentencia de fecha veintinueve de Enero del dos mil dieciocho

(Resolución número Treintiséis) dictada por el Segundo Juzgado Civil Permanente

de Cañete, que, declara IMPROCEDENTE la demanda; y, FUNDADA la oposición

formulada por la litisconsorte necesario Leonor Elva Antoniete Cuenca. Dejando a

salvo el derecho de la accionante para que lo haga valer en la vía respectiva el

derecho de propiedad que reclama; y REFORMANDOLA se declara FUNDADA la

demanda; en consecuencia, se declara que la presente sentencia constituye

TITULO SUPLETORIO de propiedad de la demandante Matilde Cecilia Quispe

Gallegos respecto del inmueble inmatriculado ubicado en avenida La Mar número

seiscientos sesentisiete del distrito de Imperial provincia de Cañete Departamento


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de Lima, con un área de ciento cuarentisiete punto treintiuno metros cuadrados;

con las siguientes medidas perimétricas y colindancias: por el FRENTE con

avenida La Mar y mide cuatro punto ochenticuatro metros; por el FONDO colinda

con propiedad de Juan Ponce García y Felipa Chávez Paz y mide cuatro punto

cincuenticuatro metros; por la DERECHA entrando colinda con propiedad de

Roberto Cuzcano Padilla y mide treintiuno punto cuarentiuno metros; y, por la

IZQUIERDA entrando colinda con propiedad de Juan Ponce García y Felipa

Chávez Paz; y mide treintiuno punto cuarentitrés metros.

Notifíquese y devuélvase el expediente al Juzgado de origen. Juez Superior

Ponente Jacinto Arnaldo Cama Quispe.

Como se observa, la sentencia de vista revoca la sentencia expedida por el ad quo

declarando fundada la demanda interpuesta en materia de Título Supletorio. Así pues, la

sentencia constituye título supletorio y habilita el camino al demandante para continuar

con la formalización registral del predio pudiendo constituirse como la primera de dominio

en su favor desproveyendo al demandado de su derecho de propiedad registral. Ojo: esto

no debe confundirse con la prescripción adquisitiva ya que en este caso la pérdida de la

propiedad es inmediata y consecuencia directa de la sentencia del ad quo, sin embargo,

en este caso solo se logra la restitución de un título de propiedad que a la larga podría

afectar el derecho de propiedad del demandado.

Partiendo de esta concepción entonces la naturaleza del proceso de título

supletorio resultaría ser contenciosa ya que declara fundada o infundada la pretensión del

accionante perjudicando en consecuencia los intereses del emplazado. Sin embargo,

recordemos que existe una vía notarial en la cual el notario puede acceder o no a la

petición del solicitante sin necesidad de beneficiar a una contraparte. Por lo tanto, el

proceso de Título Supletorio por decisión del notario sería parte de un proceso no

contencioso.
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Así pues, si nos ponemos rigurosos con la característica dada por Echandia

diremos que la naturaleza judicial del proceso de Título Supletorio es meramente

contenciosa ya que es el juez quien resuelve y siempre lo hará en beneficio de una de las

partes. sin embargo, si extendemos la figura y abarcamos todas las vías posibles

entonces nos daremos cuenta que el proceso de Título supletorio tiene una adobe

naturaleza tambien partiendo de esta característica en tanto que el proceso puede

resolverse en beneficio de una de las partes o no dependiendo de la via en la que el

proceso de Título Supletorio se tramite.

c) Por los sujetos de la relación jurídica procesal, pues en el proceso de

jurisdicción voluntaria no existe demandado, sino simple interesado o peticionario, al paso

que en el contencioso existe siempre un demandado; además, sólo en sentido amplio se

puede denominar demandante a aquél.

Partiendo de los dos puntos anteriormente vistos sobre la posición de las partes,

es claro también el hecho de que las demandas de título supletorio en el ámbito judicial

siempre habrán de ser dirigidas contra un sujeto pasivo mientras que en la vía notarial no

es así.

Remitiéndose a los antecedentes, Jorge Avendaño nos dice que “Su trámite es

relativamente breve, no hay demandante ni demandado sino tan sólo un solicitante de la

intervención del Poder Judicial para que previa una sumaria información posesoria,

declare la formación de títulos supletivos o sustitutorios de los que debieran existir”. Sin

embargo la Corte Suprema mediante CASACIÓN N° 235-2018 CUSCO, estableció que la

demanda la formula el propietario de un bien que carece de documentos que acrediten su

derecho, contra su inmediato transferente o los anteriores a este.

De modo que hoy en día por la condición del sujeto pasivo también estamos frente

a un proceso contencioso en la vía judicial pero que mantiene su esencia original no

contenciosa en la vía notarial. Volvemos a evidenciar su doble naturaleza procesal.


18

d) Por el contenido de la relación jurídica procesal al iniciarse el proceso,

porque en la voluntaria se persigue darle certeza o precisión a un derecho o legalidad a

un acto, o ciertos efectos jurídicos materiales, sin presentarle al juez inicialmente ninguna

controversia ni litigio para su solución en la sentencia, ni siquiera pedirle una declaración

contra otra persona, y en la contenciosa, por el contrario, inicialmente se le está pidiendo

la solución de un litigio con el demandado, o al menos una declaración que vincule y

obligue a éste.

Es aquí donde entra el dilema anteriormente tratado de comparar el título

supletorio con la sucesión intestada de la que hablamos anteriormente. En la tesis

anteriormente citada en la sección de revisión de la Literatura, encontramos que el autor

cita las palabras del notable jurista y profesor universitario Gunter Gonzales Barrón, quién

nos dice que:

“(…) una petición se califica de contenciosa cuando la pretensión de un primer

sujeto está destinada a que se reconozca o ejecute un derecho, mientras que

paralelamente se presenta la resistencia de un segundo sujeto a efecto de negar

que se produzca dicho resultado. Bien podría decirse que lo contencioso se

caracteriza por contraponer una voluntad de querer; y, frente ella, una voluntad de

negar. Por el contrario, en la sucesión intestada, por ejemplo, la petición de un

sujeto para que se le declare heredero no se contrapone a la voluntad de ningún

objeto determinado. Es decir, no hay alguna persona concreta a quién se le va a

extinguir un derecho o se le modifique una situación jurídica previa. Justamente,

por ese motivo, se hace necesaria la publicación de edictos, pues al no existir una

persona concreta a quién se le afecte o lesione sus intereses o derechos, entonces

la petición califica de no contenciosa. Lo propio ocurre con la rectificación de

partidas, ya que el solicitante no se opone a nadie en particular con su petición de

modificación de datos.” (GONZALES, G. 2017. p. 293).


19

Como vemos, la diferencia radica sustancialmente en que mientras que en un

proceso contencioso se busca sobreponer los derechos propios del demandante frente a

los del demandado, en un proceso no contencioso la figura cambia ya que solo se solicita

al órgano jurisdiccional el reconocimiento de un derecho sin parte demanda contra quien

dirigir la acción.

El debate radicaría, sin embargo, en lo que el Dr. Jakobs refirió posteriormente:

“(…) cuando existen sujetos determinados (aunque pueden ser desconocidos), a

quiénes se les afecta con una petición jurídica, ya sea que se conozca sus

nombres o no, entonces el asunto es contencioso. En cambio, cuando no existen

sujeto determinado, sino meramente eventuales o hipotéticos, y por tal motivo

obviamente se desconoce sus identidades, entonces el asunto es no contencioso.

Por tal motivo, el título supletorio es un proceso judicial esencialmente no

contencioso, pues el demandante (propietario no inscrito que carece de

documentos escritos), no contiende con sujeto alguno, pues se carece de un

demandado que se oponga la pretensión jurídica. No puede considerarse como

tales a los anteriores transferentes o los colindantes, pues en ambos casos se

trataría más de testigos, que de opositores. Por tanto, resultaría un gravísimo error

que en el Código Procesal Civil se le haya incluido el título supletorio como un

proceso contencioso en una torpe analogía con la prescripción adquisitiva”.

(GONZALES, G. 2017. P. 294).

El autor, sin embargo, comete un error al afirmar de forma generalizada que el

título supletorio debe recibir un tratamiento en esta vía al no configurarse una relación

jurídico - procesal propiamente dicha. Esto porque si bien el proceso de Título Supletorio

tiene una naturaleza originalmente no contenciosa, el motivo por el cual esta naturaleza

invade el ámbito contencioso es porque:

1. La demanda se dirige contra contra su inmediato transferente o los anteriores a


20

este debido a que no desean renovar o no reconocen la existencia del título propietario,

por lo que se trata de un acto exigido a realizarse de parte del sujeto pasivo por parte del

accionante configurándose una relación jurídico procesal válida.

2. No es correcto llamar testigos a los opositores cuando sus derechos de

propiedad se ven amenazados con la acción del demandante. Ej. Una persona interpone

demanda de título supletorio por un supuesto título de propiedad que le ha sido transferido

mediante minuta de compraventa. Suponiendo que dicha minuta realmente nunca antes

haya existido, se estaría admitiendo que el inmediato transfiriente realmente cedió su

derecho a la propiedad al demandante. A diferencia de una demanda de un proceso no

contencioso como una sucesión intestada, acá el reconocimiento del derecho plasmado

en la pretensión principal del demandante afecta directamente el derecho del demandado

surgiendo un conflicto desde el inicio del proceso.

Asimismo, la oposición de la que se habla es la que se da en la vía notarial, la cual

ha sido dispuesta como vía para tramitar los asuntos no contenciosos en materia de Título

Supletorio. Ahora bien, suponiendo que realmente es así y que toda solicitud debería ser

iniciada a modo de un proceso no contencioso por más que luego hayan oposiciones.

¿Acaso vale la pena iniciar un proceso no contencioso en el poder judicial sobre un

asunto que puede ser resuelto vía notarial? Es mucho mejor tener una vía contenciosa

abreviada en el poder judicial para cuando haya oposición del inmediato transfiriente para

que así la vía notarial se encargue de todos aquellos casos donde no haya mas que un

simple trámite favoreciendo los principios de economía, concentración y celeridad

procesales; así como a disminuir la carga procesal.

De modo que, no existe una naturaleza meramente no contenciosa, sino que hay

una doble naturaleza que se reparte de forma íntegra entre la vía notarial y la vía judicial.

e) Por los efectos de la sentencia, porque en la contenciosa lo normal es que


21

tenga el valor de cosa juzgada, si decide en el fondo, al paso que en la voluntaria jamás

constituye cosa juzgada.

La Casación N° 4511-2013-Arequipa define la cosa juzgada como”una institución

jurídico procesal mediante la cual se otorga a las decisiones plasmadas en una sentencia

y en algunas otras providencias el carácter de inmutables, vinculantes y definitivas.”

Según la misma casación, que la figura procesal de la cosa juzgada produce un efecto

positivo y otro negativo:

El primero se encuentra relacionado con la ejecutoriedad de las resoluciones que

ponen fin al proceso y sus efectos prejudiciales.

En tanto que el segundo está referido a la imposibilidad de discutir nuevamente la

misma pretensión dentro de un proceso judicial en el cual sean partícipes las

mismas partes.

Si analizamos la naturaleza de los procesos de Título Supletorio, nos daremos

cuenta que la sentencia necesita ser de cualquier modo firme e imposibilitar la posibilidad

de recurrir a la vía jurisdiccional en vías de resolver el mismo asunto con las mismas

partes procesales en la misma materia (triple identidad). De no ser así, el proceso podría

extenderse a otras instancias del poder judicial haciéndose menos célere. Por lo tanto, las

sentencias respecto de Título Supletorio tienen el carácter de cosa juzgada porque el

conflicto inter partes necesita una vía que garantice la ejecución del derecho y evite a toda

costa que el proceso se reviva en la vía judicial en un futuro.

Sin embargo, en la vía notarial donde se tramita el proceso a modo de un asunto

no contencioso es obvio que la resolución expedida no será cosa juzgada sino cosa

decidida, por lo que una vez más cumple con la doble naturaleza de la que veníamos

hablando previamente.

Vistos y analizados todos estos puntos previos observamos que la naturaleza

procesal doble de los procesos de Título Supletorio es evidente, por lo que no podemos
22

hablar de un proceso meramente contencioso o de uno meramente no contencioso. Los

resultados de este análisis respecto de este punto entonces confirman nuestra hipótesis

de investigación cuando manifiesta que el Proceso de Título Supletorio tiene una doble

naturaleza procesal:

1. Una naturaleza contenciosa toda vez que el demandante puede dirigir el

proceso directamente contra el último propietario registral cuando este pudiéndole renovar

el título de propiedad (en la vía privada o administrativa) se niegue a hacerlo. Ej. Un

particular extravía la copia de la minuta de compraventa celebrada sin antes haber sido

formalizada ante escritura pública y el mutuador se niega a renovar la minuta de

compraventa negando, además, la existencia del contrato de mutuo.

2. Una naturaleza no contenciosa toda vez que el demandante puede iniciar el

proceso a fin de obtener su título de propiedad cuando no exista uno previo, o cuando

quien le dió el título de propiedad por diversos motivos no se lo pueda renovar y en

ninguno de los dos casos exista oposición. Ej. El mutuador que firmó la minuta ha

fallecido; o cuando la entidad pública que expidió el certificado de posesión ya no exista o

no tenga la potestad para renovar el título si este se ha extraviado o perdido de modo

alguno.

Por otra parte, conviene analizar también la necesidad existente o no de realizar el

cambio de este proceso del proceso abreviado al no contencioso. En tal sentido

corresponde decir que este cambio no necesita ser realizado por dos motivos: 1.

Quebranta y niega la naturaleza doble anteriormente vista y 2. No resulta necesaria por no

convenir a los principios de economía, concentración y celeridad procesales.

Respecto del primer punto, tenemos que el hecho de tramitar el proceso de título

supletorio en la vía no contenciosa implicaría negar que tiene una naturaleza contenciosa

cuando, como se ha demostrado anteriormente, sí la tiene. Esta naturaleza contenciosa

se ve principalmente reflejado en la afectación directa al derecho de propiedad del


23

inmediato transfiriente porque si el contrato nunca existió entonces se estaría aceptando a

que el transfiriente ha renunciado a su derecho de propiedad transfiriéndola al nuevo

titular allanándole incluso el camino para que mas adelante este último reemplace al

primero como propietario registral del bien.

Respecto al segundo punto, Mantilla (2018), citado por Jessica María De Vettori

González, afirma que el sector notarial ha tenido un gran avance en cuanto a sus

atribuciones, tanto es así que [l]as facultades de los notarios son exclusivas de estos

funcionarios, tomando en cuenta que el notario, al estar investido de fe pública, brinda

seguridad jurídica a todos los actos que se realicen en su presencia, convirtiéndolo en el

candidato idóneo para asignar cada vez más facultades respecto a procedimientos no

contenciosos en varias áreas del derecho. (p. 122)

En tal sentido, el tratar los procesos referentes a título supletorio en la vía no

contenciosa judicial constituiría un despropósito ya que supondría cargar al poder judicial

con una vía que puede ser delegada como parte de las funciones notariales alivianando

de este fondo la carga procesal que hoy en día supone un gran problema en la

administración de justicia. Asimismo, aún suponiendo que habilitásemos la via no

contenciosa en la vía judicial y notarial paralelamente deslindándonos del proceso

abreviado. ¿realmente podría un notario resolver un conflicto de intereses cuando la

naturaleza contenciosa anteriormente vista se manifieste en un asunto de título

supletorio? ¿a qué via recurriría? Es mas, si nos ponemos incluso mas exquisitos con lo

que a carga procesal se refiere. ¿por qué enviar el proceso de título supletorio al proceso

no contencioso judicial cuando tranquilamente podría tratarse por la vía notarial

puramente?

Por lo tanto, tenemos como resultado de esta investigación que se confirma la

hipótesis, tanto en el extremo de la doble naturaleza procesal del título supletorio como de

que debe ser tratado en la vía notarial y judicial de la forma como actualmente se trata
24

este tipo de procesos y asuntos.

3.2. Discusión

Vistos los resultados de la investigación realizada, sin embargo, queda aún unos

cuantos temas materia de discusión que surgen a partir de la temática abordada como el

siguiente:

Sabemos que el proceso de título supletorio tiene una doble naturaleza y debe ser

tratado de forma doble, si se permite la expresión, tanto en la vía notarial como judicial

dependiendo del rumbo que el proceso tome. En tal sentido, ya que hemos abordado

como uno de los motivos de que el proceso de título supletorio debe abordarse de la

manera como lo abordamos actualmente debido a que favorece a la reducción de carga

procesal y contribuye a la agilización de los procesos. ¿Es que acaso deberíamos delegar

todos los procesos contenciosos a la vía notarial y dejar a la vía judicial en la solemne

labor de lidiar con los conflictos intersubjetivos tan propios de los procesos contenciosos

en mérito de lo dispuesto en el Art. 139 de la CPE?

Ciertamente este tema habrá de ser abordado en el futuro con un rigor

investigativo igual o mayor por parte de los operadores del derecho que se animen a

profundizar en este tema.

CONCLUSIONES

1. El análisis detallado del proceso de Título Supletorio revela su doble

naturaleza procesal, comprendiendo tanto aspectos contenciosos como no contenciosos.

Este proceso puede desencadenarse tanto cuando existen disputas entre partes sobre la

titularidad de un bien, como cuando se requiere obtener un título de propiedad sin

oposición alguna.

2. La vía notarial ofrece una alternativa para tratar los aspectos no

contenciosos del proceso de Título Supletorio, permitiendo la solicitud y reconocimiento

del título sin necesidad de confrontación judicial. Sin embargo, cuando surge oposición
25

por parte de terceros, el proceso se traslada al ámbito judicial, revelando su naturaleza

contenciosa.

3. La naturaleza contenciosa del proceso se manifiesta en la confrontación de

intereses entre el demandante y el demandado, especialmente cuando se trata de

disputas sobre la titularidad de un bien y la afectación directa de los derechos de

propiedad.

4. A pesar de la existencia de una vía no contenciosa notarial para ciertos

aspectos del proceso de Título Supletorio, su traslado a esta vía de forma exclusiva no

sería adecuado, ya que se ignoraría su naturaleza contenciosa y se limitaría la capacidad

de resolver conflictos cuando surge oposición. La preservación de ambas vías, judicial y

notarial, es fundamental para garantizar una administración de justicia eficaz y equitativa

en casos de Título Supletorio.

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8-CUSCO_LALEY.pdf
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APÉNDICE N°01

La CASACIÓN N° 235-2018 CUSCO sobre Formación de Título Supletorio se

resume en los siguiente:

ANTECEDENTES:

En la demanda de formación de título supletorio presentada por Mercedes

Prudencia Vargas Ricalde en el caso de la sucesión de Rosa Alicia Velasco Fernández de

Linares, se buscaba obtener un título subsidiario para un predio sin título de dominio

registrado en los Registros Públicos. La sentencia de primera instancia declaró fundada la

demanda, pero la sentencia de vista la reformó y la declaró improcedente. Posteriormente,

se interpuso un recurso de casación contra la resolución de vista, el cual fue admitido por

la Sala Suprema.

Puntos Controvertidos:

Mediante resolución número veintiocho de fecha ocho de setiembre de dos mil

dieciséis, obrante a fojas doscientos ochenta y tres, se fijó como puntos

controvertidos:

1.- Determinar si la parte actora es titular del derecho de propiedad del 10% del

bien materia del presente proceso, con anterioridad, y le corresponde otorgamiento

de título supletorio.

2.- Determinar si corresponde la cancelación del asiento N° 25 de la Partida

Electrónica N° 02017767, del registro de predios de la Zona Registral N° X Sede

Cusco.

FUNDAMENTOS DE LA SALA SUPREMA

La Sala Suprema declaró procedente un recurso de casación presentado por

Renato Fabrizio Aguirre Abarca en representación de Anita Velasco Vargas. Se

argumentó que la Sala Superior había interpretado erróneamente la normativa al revocar

la sentencia de primera instancia sobre la formación de título supletorio. Se cuestionó que


28

se declarara propietario a alguien sin título de propiedad basándose solo en indicios, y se

señaló que la sentencia desnaturalizó la función supletiva del proceso. Además, se

mencionó la falta de elementos probatorios que respaldaran una supuesta venta realizada

por Alicia Velasco Fernández.

DECISIÓN:

Por estas consideraciones y en aplicación del artículo 397 del Código Procesal

Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de casación de fecha veintiséis de

diciembre de dos mil diecisiete, interpuesto a fojas cuatrocientos cuarenta y nueve,

por Renato Fabrizio Aguirre Abarca, en calidad de abogado de Anita Velasco

Vargas, quien actúa en derecho propio y en representación de los sucesores de

Mercedes Prudencia Vargas Ricalde; en consecuencia: NO CASARON la

sentencia de vista de fecha siete de noviembre de dos mil diecisiete, obrante a

fojas cuatrocientos treinta y siete, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior

de Justicia del Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en

el Diario Oficial “El Peruano” conforme a ley; en los seguidos por la Sucesión de

Mercedes Prudencia Vargas Ricalde contra la Sucesión de Rosa Alicia Velasco

Fernández de Linares y otro, sobre formación de título supletorio; y los devolvieron.

Interviene como ponente el Juez Supremo señor Távara Córdova.

Análisis:

El tener un claro conocimiento de la naturaleza procesal del Título Supletorio

permitió al órgano jurisdiccional percatarse de la correcta aplicación de la norma por parte

de la Sala Superior. La Sala Suprema nos recuerda lo tipificado en el Art. 504 numeral 1

del Código Procesal Civil, el cual señala que: “Se tramita como proceso abreviado la

demanda que formula: 1. El propietario de un bien que carece de documentos que

acrediten su derecho, contra su inmediato transferente o los anteriores a este, o sus

respectivos sucesores para obtener el otorgamiento del título de propiedad


29

correspondiente (…)”. Es a partir de esta norma sustantiva que la sale deja en claro que el

proceso de formación título supletorio es el mecanismo jurídico puesto a disposición del

propietario de un inmueble no inscrito para regularizar su situación cuando carece de

documentos escritos comprobadores del dominio, por tanto, la finalidad de este

proceso es obtener un título formal que sustituya al que se ha extraviado, perdido o

al que simplemente nunca se tuvo. Deja de este modo en claro que el título supletorio

tiene un origen no contencioso ya que sus fines corresponden a el mero y simple

reconocimiento de un derecho peticionado por el demandante cumpliendo de este modo

lo indicado en el artículo 2018 del Código Civil: “Para la primera inscripción de dominio se

debe exhibir títulos por un periodo ininterrumpido de cinco años o en su defecto título

supletorio”. La corte concluye en cuanto a este punto que “Estando a lo indicado los títulos

supletorios son necesarios para aquel propietario de un bien no inscrito que no cuenta con

título que pruebe su propiedad y requiera de un instrumento subsidiario que reemplace al

que le falta. Por tanto, para la procedencia de este proceso el titular no debe contar con

título que acredite su dominio.”

Es en base a este razonamiento que la sala concluye que la declaración de

improcedencia es correcta ya que no tiene sentido reclamar un derecho que ya se tiene

por cuanto la partida que buscaba restituirse ya se encontraba inscrita en registros

públicos, específicamente en la Partida Registral N° 02017767 de los Registros Públicos

de la Zona Registral N° X sede Cusco.

Sin embargo, pese a que la sentencia deja en claro la naturaleza no contenciosa

originaria del proceso de título supletorio, es claro que para que este proceso se

materialice en el PJ ha tenido que haber una controversia inter partes que impida a la

demandante el otorgamiento del título supletorio. Esta disputa o contienda se hace

evidente al momento de la contestación de la demanda debido a que contradice los

argumentos presentados por la parte demandante de este modo:


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Mediante escrito de fecha dieciséis de enero de dos mil catorce, obrante a fojas

ciento cuarenta y tres, la litisconsorte necesaria pasiva Municipalidad Provincial del

Cusco, presenta escrito de contestación de la demanda, sosteniendo básicamente

que:

❖ La parte demandante no ofreció como medios probatorios los planos

perimétricos, hecho que fue observado por el juez, y subsanado por la

parte demandante; sin embargo, como es de observarse del plano que

anexó, el mismo no se encuentra visado por la Municipalidad Provincial

del Cusco, contraviniendo lo establecido en el artículo 505 del Código

Procesal Civil; por tanto la demanda debe ser declarada improcedente.

Por resolución N° 13 de fecha nueve de octubre de dos mil catorce, obrante a fojas

ciento setenta y cinco se declara rebelde a la parte demandada Sucesión de Rosa

Alicia Velasco Fernández de Linares constituida por Javier Octavio Linares

Velasco.

Así pues es la naturaleza contenciosa del título supletorio la que hace posible que

haya un beneficiado con esta sentencia casatoria ya que si no la contraparte nunca se

hubiese opuesto a la demanda este título habría podido recuperarse tan solo recurriendo

a la vía notarial.
31

APÉNDICE N°02

La Cas. N° 693-2015-Huaura sobre una de las principales causales de

improcedencia de Título Supletorio se resume en los siguiente:

En los antecedentes del caso de formación de título supletorio, la sociedad

conyugal conformada por Juan Julio Baldeón Bazán y Amelia Norma Delgado Chacón de

Baldeón interpuso una demanda de Título Supletorio contra los demandados. Solicitaron

obtener un documento público para inscripción registral que les permitiera establecer la

propiedad de un terreno en la Avenida Libertad número 135. Argumentaron que el

demandado era propietario del terreno por herencia y que contaban con un contrato de

compraventa, pero este no era suficiente para la inscripción en los Registros Públicos

debido a la falta de antecedentes registrales. Los demandados se allanaron a la demanda,

y el Juez de primera instancia declaró infundada la demanda al considerar que el contrato

de compraventa existente era suficiente para acreditar la propiedad del terreno.

CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE

En el presente caso, la cuestión jurídica en debate consiste en determinar si al

expedirse la sentencia de vista impugnada se ha vulnerado el principio y derecho

al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, asi como la motivación de las

resoluciones judiciales y el derecho de defensa; asimismo, si se ha observado lo

dispuesto por el artículo 504 del Código Procesal Civil que regula el proceso de

formalización de título supletorio.

FUNDAMENTOS DE LA SALA CIVIL PERMANENTE

En los fundamentos de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia

de la República, se estableció que el proceso de formación de título supletorio solo puede

ser iniciado por el titular que carece de documentos que demuestren su dominio sobre el

predio en cuestión. En este caso específico, los demandantes contaban con un título

perfecto que les permitía obtener la inscripción en los Registros Públicos una vez
32

superado el plazo establecido por ley. Por lo tanto, la demanda de los actores fue

considerada infundada, ya que tenían un título válido para la inscripción. Además, se

mencionó que los pronunciamientos de la Sala de Derecho Constitucional y Social

Permanente de la Corte Suprema no constituían precedente judicial de obligatorio

cumplimiento.

DECISIÓN

En aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley N°

29364, declararon:

1. INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Juan Julio Baldeón Bazán y

Amelia Norma Delgado Chacón de Baldeón, a fojas ciento noventa; en

consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fecha tres de octubre de

dos mil catorce, obrante a fojas ciento sesenta, expedida por la Sala Civil de la

Corte Superior de Justicia de Huaura, que confirmando la sentencia apelada de

fecha dieciocho de marzo de dos mil catorce, declara infundada la demanda.

2. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial "El

Peruano", bajo responsabilidad; en los seguidos por Amelia Norma Delgado

Chacón y otro con Wessel Martín Carrera Salvador y otra, sobre formalización de

título supletorio. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Almenara

Bryson.-

Análisis:

En este caso, la naturaleza no contenciosa del proceso de título supletorio le ha

sido necesaria al órgano jurisdiccional para poder resolver declarando la improcedencia

de la demanda debido a lo dispuesto en el numeral 1 del Art. 504 del CPC. ¿Cómo podría

resolver el juez argumentando que la tenencia de un título formalizado anula el interés

para actuar del demandante si no se tiene en cuenta que el proceso de título supletorio

surgió para declarar el derecho del demandante sobre la restitución o creación del título
33

de propiedad? Resultaría simplemente imposible. Por lo tanto, es necesario tener en

cuenta la naturaleza no contenciosa del título supletorio para poder resolver.

Por otra parte, encontramos el motivo por el cual no es necesaria habilitar una vía

procesal distinta para este tipo de procesos, ya que cuando estos no necesitan de la

resolución de un conflicto intersubjetivo de intereses resulta más idóneo que en caso que

falte el título como tal se acuda ante notario público para evitar escenarios como el que se

vió en la sección DEMANDA donde el demandado terminó allanándose a las pretensiones

del accionante. En la vía notarial al tan solo percatarse de la existencia de un título de

propiedad previo habrían resuelto el asunto no contencioso denegando la expedición del

título supletorio y no habría sido necesario llegar hasta Casación.

Este ejemplo, al igual que el anterior nos muestra claramente la necesidad de

reconocer la doble naturaleza del proceso de título supletorio tratando los asuntos

contenciosos en la vía judicial y los no contenciosos en la vía notarial porque cuando se

intenta seguir un asunto de título supletorio donde no hay conflicto intersubjetivo en la vía

judicial las cosas incluso se extienden más de lo que se debería.

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