Unidad 2

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2.

PARTICIPACIÓN EN LA TOMA DE CONSTANTES VITALES

En la actualidad la tríada constituida por el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial,


junto con la temperatura, suelen considerarse el indicador basal del estado de salud del
paciente, razón por la cual se les conoce como Signos Vitales. Pueden ser observadas, medidas
y monitoreadas para evaluar el nivel de funcionamiento físico de un individuo. Los rangos
normales de medidas de los signos vitales cambian según la edad y la condición física.

Los signos o constantes vitales fundamentales: Frecuencia cardíaca.Tensión arterial.


Temperatura. Respiración. Saturación de oxígeno.

Son un reflejo del estado de funcionamiento del organismo. Se toman de forma habitual al
ingreso del paciente en la unidad, una vez en cada turno (o según las normas del hospital) y en
las unidades especiales (Unidad de Vigilancia Intensiva, Sala de Recuperación Quirúrgica) de
forma continua. Esta frecuencia se incrementará en la medida que lo requiera el estado del
paciente.

Además de estos signos vitales, a veces será necesario el registro de otros valores como los
siguientes:

Ingesta y pérdida de líquidos (diuresis, vómitos, deposiciones…).

Controles de glucemia capilar.

Estado de consciencia (escala de Glasgow), etc.

Los signos vitales se anotan, de forma precisa, en las gráficas correspondientes a cada paciente
y unidad.

Objetivos

Conocer el estado fisiológico del organismo.

Valorar la evolución del paciente, mediante la evolución de las constantes vitales, como
respuesta al tratamiento e intervenciones que se llevan a cabo.

Detectar precozmente cualquier alteración patológica en el estado del paciente.

Preparación del paciente

Explicar al paciente, por adelantado, las mediciones que se le van a hacer y la hora prevista
para ello.

El enfermo debe encontrarse en reposo, no debe haber fumado o tomado una comida o
bebida fría o caliente. En caso contrario esperar 30 minutos para realizar la medición, ya que
puede dar medidas falsas.

La frecuencia cardíaca es el resultado de la contracción del ventrículo izquierdo y la


consiguiente expulsión de un volumen adecuado de sangre hacia la aorta central, fenómeno
que da lugar a la transmisión de la onda pulsátil hacia todas las arterias periféricas.

La frecuencia cardíaca es el número de latidos por minuto(lpm ó ppm). La percibimos cuando


comprimimos las arterias sobre una superficie ósea.
En condiciones normales, la frecuencia cardíaca puede variar en relación a factores como el
ejercicio, la hipertermia, el estado emocional, la edad (la FC suele ir disminuyendo con la
edad), o el sexo (las mujeres suelen tener una FC más elevada).

Los valores normales de frecuencia cardíaca de un adulto sano oscilan entre 60 y 80 ppm
(pulsaciones por minuto).

¿Qué se debe valorar cuando se mide el pulso de un paciente?

Cuando se mide el pulso de un paciente se debe valorar:

Frecuencia: número de pulsaciones por minuto (ppm).

Ritmo: intervalo de tiempo entre un latido y otro. En condiciones normales, este debe ser
regular; si no lo es, diremos que el paciente presenta arritmia.

Tensión o intensidad: fuerza de la sangre en cada latido. Podremos estar ante un pulso fuerte y
lleno, o débil.

Alteraciones del pulso Algunas de las principales son:

Taquicardia: si la FC es superior a 100 ppm.

Bradicardia: si la FC es inferior a 60 ppm.

Arritmia: alteración o irregularidad del intervalo entre latidos.

Puntos de localización

Pulso radial Pulso humeral Pulso femoral Pulso radial

Pulso humeral Pulso femoral Pulso poplíteo Pulso pedio

Pulso carotídeo Pulso poplíteo Pulso pedio Pulso carotídeo

Pulso temporal Pulso apical o central Pulso tibial

Pulso temporal Pulso apical o central Pulso tibial

Procedimiento para medir la FC

Material necesario

Reloj con segundero.

Fonendoscopio (para tomar el pulso apical)

Técnica

El pulso se toma al comprimir con los dedos una arteria sobre la superficie ósea.

Se palpará con la punta de los dedos, que es muy sensible al tacto.

Nunca usar el dedo pulgar porque tiene un latido propio y fuerte que puede confundirnos.

Los dedos que debemos usar, son el segundo y tercer dedo.

Comprimir suavemente. Una escasa presión hace que no notemos el pulso. Si es excesiva, el
pulso desaparecerá.
Medir durante un minuto para obtener el pulso por minuto y poder detectar posibles
anomalías: arritmia débil, etc.

Medir con el paciente en reposo, que esté cómodo, preferentemente en decúbito supino.

Explicar el procedimiento al paciente.

Siempre lavarse las manos antes y después de la técnica.

Registrar los resultados en la gráfica del paciente o en un cuaderno especial, informar de las
anomalías observadas.

Tensión arterial (TA)

El concepto de tensión arterial lo podemos entender como la presión que ejerce la sangre
sobre la pared de la arteria por la que circula. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg).

La presión arterial sistólica o máxima, es la máxima presión sobre la arteria, corresponde a la


sístole ventricular. Entre el adulto oscila entre 120 y 140 mmHg.

La presión arterial diastólica o mínima, es la mínima presión sobre la pared arterial.


Corresponde a la diástole ventricular. En el adulto oscila entre 60 y 90 mmHg.

Factores que influyen:

Corazón

Volumen de sangre que está circulando por el organismo, cuando se producen pérdidas
sanguíneas (hemorragia). La tensión arterial disminuye rápidamente.

Fuerza contráctil del corazón que determina la cantidad de sangre que bombea en cada latido
y la fuerza con que lo hace.

Resistencias arteriales al paso de la sangre. Normalmente, las arterias son elásticas,


dilatándose al paso de la onda de sangre. Con la edad las arterias se vuelven más rígidas y
también con la arterioesclerosis.

Factores fisiológicos: la edad (en el recién nacido es normal tensión arterial de 40 a 60 mmHg.,
aumentando con la edad), el peso, la dieta, el ejercicio físico, la ansiedad, el estrés, etc.

Factores patológicos: las hemorragias, la sepsis, la deshidratación, la patología cardíaca y renal,


etc.

Material necesario y posibles anomalías

Fonendoscopio y esfigmomanómetro.

El esfigmomanómetro está compuesto por:

Manguito que es una bolsa de goma, forrada de tela, que se enrolla alrededor del brazo del
paciente (existen distintos tamaños para adaptarse a cada paciente: adultos e infantiles).

Pera insufladora que introduce aire en el manguito, comprimiendo y cortando la circulación


arterial, para luego descomprimir y permitir el paso de la sangre y poder oír el pulso arterial.
Tiene un sistema con el que controlamos la entrada y salida del aire.
Manómetro que indica la presión en el interior del manguito. El manómetro puede consistir en
una columna graduada por la que asciende y desciende mercurio líquido marcando la presión
(en mmHg.) o bien una esfera también graduada en mmHg. que con una aguja marca los
valores de la presión.

Anomalías

Hipertensión arterial

La tensión arterial del paciente supera los valores normales. Puede haber hipertensión
sistólica, manteniendo valores diastólicos normales o hipertensión diastólica, con valores
sistólicos normales. Puede presentarse en obesos, pacientes con arterioesclerosis, patología
metabólica, etc. Se considera hipertensión arterial si la tensión arterial sistólica es superior de
140 mmHg o si la tensión arterial diastólica es inferior a 90 mmHg.

Hipotensión arterial

La tensión arterial está por debajo de los valores normales. Aparece en situaciones de
hipovolemia, deshidratación, shock, quemaduras extensas, hemorragias, etc. y patología de la
bomba cardíaca. Se considera hipotensión arterial si la tensión arterial sistólica es menor de
120 mmHg o si la tensión arterial diastólica es inferior a 60 mmHg.

Tecnicas

Lavarse las manos antes y después de la técnica. Colocarse guantes.

Explicar el procedimiento al paciente.

Acomodarle, pudiendo estar de pie, sentado o en decúbito. El brazo libre de ropa y extendido.

Colocar el manguito por encima de la flexura del codo (debe quedar de 2 a 2,5 cms. sobre el
pliegue del codo) con las gomas hacia abajo. Se debe tomar siempre en el mismo brazo.
Preferiblemente brazo izquierdo. Si presenta masectomía o fístula arterio venosa no tomar en
ese lado.

Si no se puede usar ningún brazo, colocar el manguito en el muslo. Se medirá sobre la arteria
poplítea.

Colocar la campana del fonendoscopio sobre la arteria humeral que localizaremos por
palpación. Si la medición es por palpación, dejar los dedos en este punto.

Cerrar la válvula e hinchar el manguito hasta perder el pulso.

Dejar salir el aire lentamente, el primer ruido o presión arterial sistólica se escucha al pasar
sangre por la arteria. Observar el manómetro para conocer el valor de la tensión arterial.

Continuar deshinchando el manguito, el último sonido audible es la tensión arterial diastólica.

Desinflar el manguito por completo y retirarlo, acomodar al paciente.

Registrar en la gráfica del paciente.

Existe otro método de control de la tensión arterial: es el llamado invasivo o directo. Se


canaliza una arteria (la radial, más frecuentemente) y mediante un sistema transductor, se
refleja la tensión arterial en un monitor en forma de curva. Son mediciones muy exactas y
continuas, observándose cualquier cambio en la tensión arterial. Se utilizan en las unidades de
cuidados intensivos y quirófano.

Cuando por alguna razón se tiene duda y se quiere volver a tomar la tensión, el manguito debe
ser aflojado por completo y hacer descansar el brazo unos minutos.

El manguito debe estar puesto correctamente y sin arrugas.

Condiciones optimas

Paciente en decúbito dorsal o sentado con el brazo algo flexionado.

Separado del cuerpo y a la altura del corazón (cuarto espacio intercostal).

La medición de las cifras se deberá hacer tras 5 minutos de reposo, y sin que el paciente haya
fumado en los 15 minutos previos.

El manguito se coloca sobre el tercio medio del brazo, de manera que su borde inferior
coincida unos centímetros por encima del borde del codo. La anchura normal del manguito
para el adulto es de 12 cm, hay que tener en cuenta que un manguito demasiado estrecho
producirá lecturas erróneas (personas obesas).

En condiciones normales la tensión arterial (TA) debe medirse con el paciente lo más relajado
posible, es decir, al final de la exploración física.

Describir las posiciones anatómicas de uso más normalizadas para la exploración por un
facultativo, en función del estado o condiciones del usuario.

Fowler.

La posición alta de Fowler implica que el paciente se encuentra en una postura erguida, con la
parte superior del cuerpo formando un ángulo de entre 45 y 90 grados (generalmente no
menos de 80 grados) en relación a la parte inferior del cuerpo. La posición Fowler es utilizada
en pacientes que necesitan apoyo respiratorio y permite una adecuada expansión de los
pulmones. También se emplea en cuidados intensivos y facilita la alimentación y digestión.

Decúbito supino.

El decúbito supino (también, decúbito dorsal) es una posición anatómica del cuerpo humano
que se caracteriza por: Posición corporal acostado boca arriba, generalmente en un plano
paralelo al suelo. Cuello en posición neutra, con mirada dirigida al cénit.

Decúbito lateral izquierdo.

El enfermo permanece apoyado sobre el costado izquierdo, con las extremidades extendidas.
El miembro superior correspondiente al lado sobre el que se halla recostado el paciente, está
por delante del cuerpo.

Trendelemburg el paciente está acostado sobre su espalda en una cama o camilla que se
inclina con los pies más altos que la cabeza, generalmente en un ángulo de alrededor de 15 a
30 grados. Esta posición particular tiene varios usos médicos, especialmente en situaciones en
las que se necesita mejorar la circulación del paciente.
Usos médicos actuales de la posición Trendelenburg: Tratamiento de hipotensión: la posición
se ha empleado para tratar casos de hipotensión (presión arterial baja), especialmente en
situaciones de emergencia

Temperatura corporal

La temperatura es el grado de calor interno del cuerpo, consecuencia del equilibrio entre el
calor producido por la actividad muscular, el metabolismo energético, etc. y el calor perdido
por el organismo por fenómenos como la sudoración, la evaporación, etc.

El control nervioso de la temperatura reside en el hipotálamo, que es el lugar donde esta se


regula.

La temperatura varía en relación a la hora del día (más baja por la mañana), a la temperatura
ambiente y a la zona del cuerpo donde realicemos la medición.

Los valores normales de un individuo sano oscilan entre 36 y 37ºC si la toma es axilar,
aumentando 1ºC si es oral o rectal.

La determinación de la temperatura corporal proporciona con frecuencia una indicación


valiosa en cuanto a la gravedad de la patología. La temperatura normal del cuerpo de una
persona varía dependiendo de su género, su actividad reciente, el consumo de alimentos y
líquidos, la hora del día y, en las mujeres, de la fase del ciclo menstrual en la que se
encuentren.

Si los valores quedan fuera de este rango hablamos de:

Temperatura

Febrícula caracterizado por fiebre moderada entre 37° y 38°, ligada a la existencia de estados
órgano lesiónales o de naturaleza infecciosa de larga duración.

Fiebre cuando la temperatura asciende por encima de 38ºC.

Hipertermia es el aumento súbito e intenso de la temperatura corporal por encima de los 40°.

Hipotermia cuando baja de 35ºC.

Para medir la temperatura corporal utilizamos el termómetro. Puede ser de diferentes tipos:
electrónico o por infrarrojos. Como alternativa a los antiguos termómetros de mercurio están
los termómetros de infrarrojos, que miden el calor de un objeto sin estar en contacto con él
(como el termómetro ótico, cuya medición se realiza en el oído).

Factores que modifican la temperatura corporal

Es más baja por la mañana, mientras que aumenta a última hora de la tarde.

La temperatura ambiental: cuanto mayor sea, se incrementará también la medición.

La edad: ya que los niños y ancianos tienen importantes variaciones puesto que no regulan
bien la temperatura corporal.

El sexo: durante el ciclo menstrual, la temperatura aumenta algunas décimas.

El esfuerzo y ejercicio físico que también aumentan la temperatura corporal.

Ingerir comidas o bebidas muy frías o calientes.


Durante la digestión, aumenta la temperatura corporal.

Las enfermedades que afectan al centro regulador (por ejemplo, tumores).

Material necesario Termómetro: artilugio graduado en grados celsius, centígrados


o centesimales (°C), desde 32/33°C a 42°C, aproximadamente, consta de zona del censor,
soporte y pantalla de visualización. Suele traer una batería interna fija o una pila sustituible.

Gasas.

Lubricante (para medir la temperatura rectal).

Alcohol (para limpiar en la habitación el termómetro de uso personal).

consideraciones generales

Es conveniente que el termómetro sea personal y se guardará limpio (frotar tras el uso con una
gasa impregnada en alcohol) en un recipiente especial, cerca de la cama.

Si son generales para la planta, después de su uso, se deben limpiar con agua y jabón y un
desinfectante y guardarlos convenientemente.

Antes de colocarlo, secarlo bien con una gasa para que no queden sustancias irritantes, que
puedan dañar la piel.

Tras efectuar la lectura, apagamos el termómetro o lo colocamos en el lugar de desinfección, o


en la gradilla magnética, si es de apagado magnético.

Registraremos inmediatamente la lectura (en la gráfica o en un cuaderno especial) para no


cometer errores.

Lavarse las manos antes y después, explicar el procedimiento al paciente.

El lugar de medición, depende del estado del paciente. Boca, recto y axila son los puntos de
elección ya que son los que mejor reflejan el interior corporal por su abundante
vascularización, con los termómetros percutáneos, se usará también, la frente del paciente o
el pabellón auricular externo.

posibles complicaciones

ruptura del termómetro, bien por los dientes en la toma bucal, o en la rectal por una mala
posición del paciente o un movimiento brusco, ya que en estas zonas es más peligrosa la
ruptura que en la axilar, esta complicación era más frecuente en los antiguos termómetros de
mercurio, en los actuales, por su dureza, es menos habitual.

Transmisión de ciertas infecciones por una mala desinfección en los termómetros, siendo
también más arriesgada en la bucal y la rectal.

La toma de la temperatura rectal en niños con G.E.A., aumenta el número de deposiciones.

Riesgo de complicación también de la temperatura rectal, en caso de hemorroides o cirugía


rectal, pudiendo ocasionar hemorragias.

Temperatura corporal

Temperatura axilar
Es la técnica más habitual para medir la temperatura corporal, está contraindicada en procesos
inflamatorios a nivel axilar.

Seguir las consideraciones generales:

Secar la axila del paciente si está húmeda, la humedad da falsos registros.

Colocar el termómetro en la axila del paciente, comprobar que el bulbo quede en contacto con
la piel.

Dejarlo colocado hasta que se oiga la señal acústica. Para mantenerlo en su lugar, colocar el
brazo del paciente sobre su tórax o abdomen.

Temperatura oral

Está contraindicada en pacientes inconscientes, agitados, con convulsiones o temblores


fuertes así como en niños.

Seguir las consideraciones generales:

Asegurarse que el paciente no haya ingerido líquidos fríos o calientes, o haya fumado, al
menos en los 15 minutos precedentes.

Se coloca el termómetro debajo de la lengua del paciente, por un lado de la boca.

Mantenerlo colocado hasta que se oiga la señal acústica. Pedir al paciente que lo sujete con los
labios cerrados, no con los dientes, pues podría romperlo.

Temperatura rectal

Es el método más exacto. Se usa en niños y lactantes. Está contraindicada si el paciente está
confuso o si ha sufrido cirugía o tiene inflamación en este nivel.

Seguir las consideraciones generales:

Colocar al paciente en decúbito lateral.

Preservar la intimidad del paciente, destapándolo solo lo necesario.

Lubricar el bulbo del termómetro para facilitar su inserción y no lesionar la mucosa rectal.

Con una mano se introduce el termómetro en el ano unos 3 cm, mientras con la otra se
separan los glúteos.

Se lubrica el termómetro (3,5 cm en adultos, y de 1,5-2,5 cm en niños).

Mantenerlo colocado hasta que se oiga la señal acústica. Vigilar que el paciente no cambie de
posición.

Anotar en la gráfica que la temperatura es rectal, ya que esta es superior en 0,5°C a la oral o
axilar.

Para esta localización existe un modelo para monitorización continua de la temperatura, se


realiza mediante un cable que finaliza en un censor térmico, este cable se conecta al monitor
para monitorizar la temperatura de forma continua, indicada esta técnica en unidades de
monitorización continua en pacientes graves, como en las unidades de cuidados críticos.
Patrones de la fiebre Generalmente un patrón febril (curso de la temperatura) no debe ser
considerado patognomónico de un agente infeccioso en particular en un paciente. Sin
embargo, la curva de la temperatura puede convertirse en una valiosa pista para el estudio
etiológico de la fiebre.

Fiebre intermitente: caracterizada por una amplia oscilación en las cifras de la temperatura. El
uso irregular de antipiréticos, los abscesos piógenos o el paludismo son las causas más
comunes de este patrón intermitente.

Fiebre continua: es aquella con elevaciones moderadas, pero persistentes de la temperatura,


con mínimas fluctuaciones. Orienta a pensar en brucelosis, fiebre tifoidea o neumonía
neumocócica.

Fiebre remitente: es muy similar a la fiebre intermitente excepto porque las fluctuaciones de la
temperatura son menos dramáticas sin que esta retorne a las cifras normales. Ejemplo de ello
son las infecciones virales respiratorias.

Fiebre recurrente: caracterizada por períodos de fiebre alternantes con períodos afebriles.
Durante los episodios febriles, la fiebre puede presentarse bajo una de las formas antes
descritas.

Disociación esfigmotérmica (disparidad pulso-temperatura): se presenta con elevación de


temperatura sin incremento en la frecuencia cardíaca. Puede observarse en la brucelosis,
fiebre tifoidea y psitacosis.

Respiración o frecuencia respiratoria (FR)

La frecuencia respiratoria es una constante difícil de medir ya que, al ser voluntaria, el paciente
puede alterarla en el trascurso de su medición. Cuando se cuenta la FR, conviene que la
persona no se dé cuenta. Para esto, podemos usar algún truco como simular estar tomando el
pulso, pero en realidad se está observando la respiración.

El examinador observa los movimientos respiratorios sin pretender intervenir en su ritmo, si


una persona sabe que se están contando sus respiraciones, generalmente le es difícil mantener
la función normal. También en este caso se puede contar el número de movimientos durante
medio minuto y luego multiplicar por dos.

Se cuentan las inspiraciones o las espiraciones, pero no los dos movimientos. Algunas veces es
imposible ver los movimientos torácicos de la respiración, o sea que apenas se distingue si el
paciente respira. En este caso, la frecuencia respiratoria se explora colocando la mano sobre el
pecho del enfermo y contando las respiraciones por minuto.

El número de respiraciones normales de un adulto sano oscila entre 12 y 18 rpm (respiraciones


por minuto) y se denomina respiración eupnéica (o normal). El único material necesario para
medirlo es un reloj con segundero.

¿Qué se debe valorar cuando se mide la respiración de un paciente?

Frecuencia: número de respiraciones por minuto.

Ritmo: regularidad entre las inspiraciones y las espiraciones. El ritmo respiratorio puede ser
regular o irregular; en condiciones normales no hay pausa entre unas y otras.
Profundidad: volumen de aire que se inhala y exhala con los movimientos respiratorios
(aproximadamente unos 500 cc.); la respiración puede ser profunda o superficial.

Simetría: es la similitud de trabajo de ambos pulmones.

Alteraciones de la respiración

Algunas de las principales alteraciones de la respiración son:

Apnea: ausencia o cese de la respiración; puede ser transitoria o definitiva.

Taquipnea: frecuencia respiratoria mayor de 24 rpm.

Bradipnea: frecuencia respiratoria menor de 10 rpm.

Disnea: dificultad respiratoria del paciente; puede ser objetiva, por falta de oxígeno; o
subjetiva, por sensación de asfixia del paciente.

Hiperpnea: aumento de la profundidad de la respiración; es decir, del volumen respirado.

Ortopnea: incapacidad para respirar en posición horizontal; también llamada disnea de


decúbito.

Tiraje: utilización de musculatura accesoria en la respiración (por ejemplo, en el tiraje


abdominal el paciente utiliza músculos abdominales para respirar).

Técnica

Lavarse las manos antes y después del procedimiento.

Para que el paciente no modifique su respiración, conviene no advertirle.

Aprovechar mientras realiza otra actividad, generalmente tras tomar el pulso.

Mantener la muñeca cogida y observar los movimientos torácicos.

Contar la frecuencia durante 60 segundos y observar posibles alteraciones: arritmia, asimetría,


etc.

Si es superficial o difícil de observar: colocar la mano sobre el pecho del paciente para sentir
los movimientos de inspiración y espiración.

También podemos auscultar los sonidos respiratorios con un fonendoscopio.

Registrar en la gráfica del paciente, describiendo las características y avisar sobre cualquier
anomalía detectada.

Algunos de los patrones que con más frecuencia nos podemos encontrar son
los siguientes:

 Respiración superficial: los pacientes mueven pequeños volúmenes


de aire que no penetran a todos los campos pulmonares, produciendo
atelectasias y neumonías. En cirugía torácica y abdominal, alteración
de la consciencia, etc.
 Respiración estertórea: se escuchan ruidos en inspiración y
espiración que corresponden a secreciones acumuladas en la vía
aérea. En pacientes con neumonía, bronquitis, etc.
 Respiración de Cheyne-Stokes: es la sucesión de ciclos
respiratorios con aumento gradual de la frecuencia y profundidad,
hasta un punto en el que disminuyen progresivamente, iniciando
períodos de apnea.
 Respiración de Kussmaul: es rápida, profunda y rítmica. Se
presenta en la insuficiencia renal y acidosis metabólica.
 Respiración de Biot: respiraciones irregulares, alternando con
pausas de apnea no cíclica. Se observa en lesiones altas medulares y
del bulbo o protuberancia.

Saturación de oxígeno

La saturación de oxígeno transportado por la hemoglobina en el interior de los vasos


sanguíneos se mide, de manera no invasiva, con el pulsioxímetro y evidentemente estaremos
realizando una pulsioximetría.

El color de la sangre varía dependiendo de lo saturada de oxígeno que se encuentre. Cuando la


molécula de hemoglobina libera oxígeno pierde su color rosado, adquiriendo un tono más
azulado y deja pasar menos la luz roja.

Así pues, el pulsioxímetro determina la saturación de oxígeno midiendo el “grado” de azules


de la sangre arterial y expresa esta “azulez” en términos de saturación.

Para medirlo se precisa de un aparato de pulsioximetría, con un sensor en forma de pinza. En


la pinza tiene un productor de luz que se refleja en la pile del pulpejo del dedo, este sensor
mide la cantidad de luz absorbida por la oxihemoglobina circulante en el paciente.

Aparato de pulsioximetria Se debe masajear el pulpejo del dedo del paciente, luego se coloca
la pinza con el sensor y se espera a recibir la información en una pantalla del aparato en la que
aparecerá la siguiente información:

Índice de saturación de oxígeno.

Frecuencia cardíaca.

Curva del pulso.

Se considera como normal un resultado por encima del 95%.

Valores aumentados de la saturación de oxígeno indican:

Hiperventilación.

Ansiedad.

Valores disminuidos de la saturación de oxígeno indican:

Enfermedades pulmonares crónicas.

Descompensación o crisis de asma.

Enfermedades cardíacas.
Escala de Glasgow

La escala de coma de Glasgow es una escala de aplicación neurológica que permite medir el
nivel de conciencia de una persona.

Valora tres parámetros:

Apertura de ojo: se valorará la apertura ocular.

Respuesta verbal: los problemas auditivos, la demencia, los trastornos de tipo psiquiátrico y
las lesiones en la boca o la garganta, pueden influir considerablemente en los resultados.

Respuesta motora:

Rigidez de decorticación: miembros superiores en flexión y aducción (afectación vía


corticoespinal o coma metabólico).

Rigidez de descerebración: miembros superiores en extensión y pronación (afectación del


tronco del encéfalo o comas metabólicos graves).

La suma de los tres valores constituye el resultado final de la escala de Glasgow.

Espontánea 4

A la voz 3
Apertura ocular
Al dolor 2

Ausente 1

Orientada 5

Confusa 4

Respuesta verbal Palabras inapropiadas 3

Sonidos incomprensibles 2

Ausente 1

Respuesta motora Obedece órdenes 6

Localiza el dolor 5

Retira al dolor 4

Flexión anómala 3

Extensión anómala 2
Ausente 1

El puntaje más bajo es 3 puntos, mientras que el valor más alto es 15 puntos.

El paciente con menor puntaje es aquel que sufre los daños craneoencefálicos más graves. De
acuerdo al resultado de la escala de Glasgow, el médico está en condiciones de indicar el
tratamiento a seguir.

Glucemia

La glucemia capilar es un examen que mide la cantidad de un azúcar llamado glucosa en una
muestra de sangre capilar. Se mide en mg/dl.

Los valores de la glucemia capilar son:

Normoglucemia: 126 mg/dl.

Hipoglucemia: <60 mg/dl.

Hiperglucemia: >126 mg/dl.

La glucemia basal es la cantidad de glucosa que está presente en la sangre por la mañana, en
ayunas, después del descanso nocturno.

Y la glucemia postprandrial es la cantidad de glucosa que puede determinarse en la sangre


después de haber comido. Los alimentos responsables de las elevaciones de la glucemia son
aquellos que contienen hidratos de carbono.

Actividad asociada a CE1.4. Describir los procedimientos de medición de la glucemia digital.

Práctica: Como cuidador profesional, debes conocer el valor de la glucosa en sangre, para
ello es necesario la medición de la glucemia.

Describe la técnica que se utiliza para medirla.

MATERIAL: Guantes no estériles, glucómetro, tiras reactivas, lanceta o bolígrafo, gasa

TECNICA

Preparar el material y explicarle al usuario la técnica.

Colocar los guantes.

Introducir la tira reactiva en el glucómetro y comprobar que funciona correctamente (cada


bote de tiras reactivas tiene un código y porta un chip para colocarlo en glucómetro, por lo que
tendremos que comprobarlo).

Elegir dedo para realizar la punción (rotar en cada punción la zona y el dedo).

Limpiar con la gasa.

Masajear la falange distal (aumentaremos el flujo en la zona).

Colocar la lanceta o bolígrafo y realizar punción (en la parte lateral de la falange).

Limpiar la primera gota (puede dar lugar a falsos resultados), acercar el glucómetro
previamente preparado y recoger la siguiente gota.
Apretar con la gasa en la zona de punción.

Registrar resultado.

¿Cómo actuar ante una hipoglucemia? Tras realizar la glucemia capilar y verificar una
hipoglucemia, sentar al usuario, administrar un zumo de naranja o azucarillo para aumentar en
nivel de glucosa. Tras la ingesta repetir examen. En un usuario diabético que presenta mareos,
sudoración o palpitaciones y no es posible realizarle una glucemia capilar actuar como si fuese
una hipoglucemia, puesto que presenta peor pronóstico una hipoglucemia severa a una
hiperglucemia, pudiendo llegar al coma.

Diuresis

La diuresis hace referencia al volumen en ml de orina emitido en las micciones.

Cuando un usuario presenta control de diuresis, hay que realizar una medición del volumen en
todas las micciones, ya sea control durante 12 ó 24 horas.

La primera micción de la mañana se desecha y a partir de ahí mediremos el volumen en todas


las demás.

Técnica:

Informarle al usuario que debemos medir la cantidad de orina emitida (para que no orine en el
W.C. y nos avise cuando tenga ganas de orinar).

Lavarnos las manos y colocarnos los guantes.

Cuando el paciente haya orinado en la cuña o el "conejo", verter la orina en la copa graduada y
medirla (luego verter en el W.C.).

En caso de que el usuario tuviera sonda vesical, al final de cada turno anotaremos la cantidad
en la bolsa:

• Bolsa abierta: vaciar el contenido.

• Bolsa cerrada: cambiar bolsa.

Quitarnos los guantes y lavarnos las manos.

Apuntar los resultados de la medición en la gráfica correspondiente.

En caso de que el usuario tuviese pañal realizaríamos la técnica de la doble pesada:

• Pesar el pañal seco.

• Pesar el panal mojado.

• Restar el 1º al 2º y anotar la cantidad en la gráfica.

PARTICIPACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN DE MEDICACIÓN: VÍAS ORAL, TÓPICA Y RECTAL

Asistencia de enfermería La administración de medicamentos está recogida en la clasificación


de intervenciones enfermeras (NIC); debe ser considerada una actividad autónoma e
interdependiente de enfermería, que conlleva una responsabilidad legal (civil y penal) y
profesional de la cual no nos podemos inhibir.
Debe ser reconocida como una actividad autónoma, porque la administración del
medicamento es diferente a la intervención administración, ya que esta se produce como
consecuencia de la misma pero tanto las actividades que la componen como los resultados de
la misma es responsabilidad de enfermería, toda vez que si existiese un problema relacionado
con la forma o control de la farmacoterapia las responsabilidades irían solo a enfermería.

El resultado de usar un fármaco u otro depende de la prescripción.

El resultado de hacer correctamente la gestión de la farmacoterapia depende de quién lo


administra y quién lo controla (asistencia enfermería):

Preparación.

Administración.

Control postadministración.

Previsión de efectos.

Actuación en caso de reacción adversa.

Corrección o rescate en su caso.

¿Qué supone una adecuada gestión de la farmacoterapia?

Conocer los principios de farmacovigilancia para poder detectar los efectos adversos.

Controlar los efectos adversos posibles.

Comprobar que los efectos terapéuticos se están produciendo.

Conlleva un diagnóstico de enfermería y un proceso de planificación de las acciones así como


la monitorización de los parámetros de control oportunos y la evaluación del resultado.

¿En qué procesos debe actuar el personal cuidador? El personal cuidador debe actuar en
cuatro procesos:

Administración de medicamentos

Conocimiento de los medicamentos, vías de administración y técnicas de administración.

Desarrollar habilidad para su realización.

Efectuar valoración de la situación de salud del/ de la paciente, adecuando la técnica a sus


características en ese momento.

Información, enseñanza y seguimiento de la persona.

Conocer la cinética y dinámica del fármaco, características físico-químicas e


incompatibilidades.

Seguimiento del efecto esperado (acción terapéutica)

Evaluar la recuperación de la salud tras la administración de un medicamento o las


consecuencias de este.
Cada persona debe ser evaluada en función de sus costumbres, vivencias, creencias de salud,
adaptándolas al mejoramiento de su situación de salud (muchas veces lo que esperamos
nosotros es diferente a lo que espera el/la paciente).

El cuidador debe tener conocimientos, habilidades y la experiencia necesaria para saber si un


tratamiento está ejerciendo su acción y, sobre todo, el porqué producirá mejoría en el
paciente.

Detección y actuación ante reacciones adversas

Realizando el seguimiento de la acción y los efectos del fármaco es posible detectar los efectos
no deseados que se produzcan en el sujeto.

Farmacovigilancia.

Actuación en el "uso de los medicamentos"

Es fundamental la implicación de las personas, cuidadores y/o familia de la farmacoterapia


dentro de sus capacidades y de forma útil:

Qué se le administra.

Cómo y en qué condiciones hay que hacerlo.

Qué efectos produce.

Qué se espera del fármaco.

Que problemas pueden presentarse:

La información aislada sobre el fármaco no sirve de nada si el paciente no conoce la alteración


que padece. Asegurarse que conozca su patología y relacionar los efectos del fármaco con el
beneficio que se pretende conseguir.

Existe el riesgo de que el paciente no siga el régimen terapéutico, “no se adhiere al


tratamiento” (tenerse en cuenta para actuar antes de que se produzca).

Variables que influyen en efecto de los fármacos

Edad: lógicamente la edad es una variable importante con respecto al efecto de un fármaco,
no se comporta igual un fármaco en el organismo de un neonato que en el de un anciano o en
el de una persona de 30 años.

Sexo: otro factor importante es el sexo, debido a la importante diferenciación hormonal, en las
etapas de gestación.

Estado basal: según la situación de un paciente el efecto de los fármacos puede variar, no
tendrán el mismo efecto si el paciente que lo padece es un hepatópata, un cardiópata o bien
está sano sin problemas de base.

Psicológicos: la sugestión a la hora de administrar fármacos, ahí los estudios sobre el efecto de
los placebos.

Forma de administrar: el mismo fármaco hará efecto diferente si se administra solo, con
comida, en crema o vía oral.
Factores genéticos: no le producen el mismo efecto ni con la misma intensidad un fármaco a
unas personas que a otras.

Aspectos legales

Para la administración de un fármaco es preciso disponer de una orden facultativa, orden que
en la mayoría de los casos será por escrito, en un documento oficial, con el fármaco a
administrar, vía, forma, dosis, frecuencia y peculiaridades:

PastillasA veces y de forma coyuntural se pueden dar las órdenes de tratamiento de forma
verbal, sobre todo cuando la situación requiera de la premura para la aplicación del
tratamiento, por ejemplo, en una parada el facultativo ordena poner adrenalina, esto se hace
de forma verbal, aunque una vez acabado el evento se firme en la correspondiente orden de
tratamiento.

Las órdenes de tratamiento son documentos oficiales que cada centro tiene homologado; o
bien es un documento oficial aceptado por los organismos competentes, recetas.

Por lo tanto, el personal no facultativo no tiene potestad de prescribir una terapia


farmacológica por muy inocua que pueda parecer.

Seguridad en la administración

Una pregunta muy frecuente en estos tipos de procesos es la de las 5 verificaciones de


seguridad a la hora de administrar un fármaco y hace referencia a las 5 “C” de control:

Las 5 C del Uso Responsable de los Medicamentos: Conoce para qué es, Cuándo tomarlo,
Cuánto tomar, Cómo y Cuánto tiempo

Otro factor a tener en cuenta es la historia del paciente a la hora de administrarle un fármaco
con seguridad, ya que aunque el facultativo lo haya prescrito, no se está exento de padecer
una alergia medicamentosa descrita en sus antecedentes que haya podido pasar
desapercibida, por lo que antes de administrarla tendríamos que asegurarnos que no es
alérgico al fármaco a administrar revisando la historia y preguntándolo directamente al
paciente.

Reglas para la administración segura de medicamentos

Administrar el medicamento correcto

Identificar el medicamento y comprobar la fecha de caducidad del mismo.

Comprobar el nombre de la especialidad al preparar el medicamento.

Comprobar el nombre de la especialidad al administrar el medicamento.

Si existe alguna duda, no administrar y consultar.

Se desechará cualquier especialidad farmacéutica que no esté correctamente identificada.

Administrar el medicamento al paciente indicado

Comprobar la identificación del paciente.

Administrar la dosis correcta

Administrar el medicamento por la vía correcta


Administrar el medicamento a la hora correcta

Registrar todos los medicamentos administrados

Informar e instruir al paciente sobre los medicamentos que está recibiendo.

Comprobar que el paciente no toma ningún medicamento ajeno al prescrito.

Investigar si el paciente padece alergias y descartar interacciones farmacológicas.

Antes de preparar y administrar un medicamento realizar lavado de manos.

Vías de administración oral

El medicamento se introduce en el organismo a través de la boca y se absorbe en el tubo


digestivo. Variedades:

Vía sublingual: el medicamento se coloca debajo de la lengua para que se absorba


rápidamente.

Vía bucal: el medicamento se coloca entre las encías, donde se va disolviendo por acción de la
saliva.

Presentación fármacos vía oral

Cápsula

Gragea

Píldora

Jarabe

Suspensión

Polvos

Procedimiento

Explicar al paciente que va a tomar la medicación.

Lavar las manos y colocar guantes si es necesario.

Colocar al paciente en sedestación o con la cabecera suficientemente elevada (en posición


Fowler o semi-Fowler).

Facilitar agua o zumo de frutas al paciente junto con el medicamento.

Permanecer al lado del paciente hasta que ingiera la medicación para descartar cualquier
eventualidad o accidente (caída de la medicación, atragantamiento, etc.).

Anotar en la gráfica el medicamento administrado y la hora de la administración.

Vías de administración intramuscular

Generalidades

El medicamento se introduce en el músculo a través de una aguja.

La irrigación del músculo que permite que el medicamento pase rápidamente a la sangre.
Alternativa para aquellas personas que no pueden colaborar en la ingesta.

Siempre será administrado por un profesional.

La zona de punción será en el glúteo o deltoides.

Procedimiento

Lavarnos las manos, colocarnos los guantes y explicar al paciente.

Si la punción es en el glúteo pedirle al usuario que se incline levemente hacia delante y si es


deltoides descubrir el brazo completamente.

Limpiar la zona con alcohol en círculos de dentro a fuera.

En glúteo trazar una cruz y realizar punción en cuadrante superior externo (evitar el nervio
ciático) y el deltoides pedirle al usuario que coloque el brazo en “jarra”.

Introducir la aguja (intramuscular) de manera rápida y segura realizando un ángulo con la piel
de 90º, aspirar para comprobar que no estamos en vena. Introducir el medicamento
lentamente.

Retirar la aguja y recoger el material.

Este procedimiento solo será realizado por profesionales cualificados.

Vías de administración subcutánea

Generalidades

El medicamento se introduce a través de una aguja fina en el tejido subcutáneo.

El fármaco se absorbe lentamente.

La cantidad máxima a inyectar es 1ml.

Las insulinas y las heparinas son los fármacos más frecuentes en administrarse mediante esta
vía.

El paciente se la puede auto inyectar tras un período de entrenamiento.

Procedimiento

Informar al paciente de la técnica, lavarnos las manos y colocarnos los guantes.

Seleccionar la zona para la administración.

Limpiar la zona en círculos de dentro a fuera.

Coger un pellizco de la zona donde se va a insertar la aguja en un ángulo de 45º con un


movimiento rápido y directo.

Administrar la medicación.

Retirar la aguja y desechar el material.

Este procedimiento solo será realizado por profesionales cualificados.

Vías de administración inhalatoria


El fármaco se introduce directamente en la vía respiratoria realizando una inhalación.

Existen tres tipos de presentaciones de fármacos:

Inhaladores

Nebulizadores

Algunas veces se utilizan cámaras

Tipos de inhaladores:

Accuhaler

Deslizar el protector del inhalador.

Sostenerlo en posición vertical.

Cargar el inhalador deslizando la palanca hasta el tope.

Sacar todo el aire de los pulmones lentamente.

Colocar los labios sellando la boquilla e inspirar profundamente por la boca.

Sacar el dispositivo de la boca y aguantar la respiración 10 segundos.

Enjuagar la boca y esperar 30 segundos si es necesario otra inhalación.

Aerolizer Cartucho presurizado Cámara de inhalación Turbuhaler

Vías de administración oftálmica

Se utiliza siempre para tratar afecciones oculares.

Una vez abierto el envase desechar a los siete días tanto en pomadas como en gotas.

Procedimiento gotas

Limpiar el ojo previamente con suero fisiológico.

Usuario sentado mirando hacia arriba.

Bajar el párpado inferior con una gasa (una para cada ojo).

Echar una gota en el saco conjuntival inferior.

Presionar suavemente la punta nasolacrimal.

Procedimiento pomada

Limpiar el ojo previamente con suero fisiológico.

Usuario sentado mirando hacia arriba.

Bajar el párpado inferior con una gasa (una para cada ojo).

Echar una gota en el saco conjuntival inferior.

Realizar un breve masaje.


Vías de administración nasogástrica

Tipo: Comprimidos y cápsulas:

Generalmente no se deben triturar las formas de liberación controlada, comprimidos


recubiertos, formas de administración sublingual, ni las cápsulas de gelatina blanda.

Se debe consultar si pueden triturarse o abrirse, mezclar el medicamento con zumo, agua u
otro líquido compatible.

Jarabes:

Si el medicamento es muy viscoso diluirlo con agua antes de cargarlo en jeringa.

No administrar bolus en el intestino ya que puede provocar diarrea osmótica.

Procedimiento

Para evitar reflujos y aspiración broncopulmonar, se incorporará al paciente 30 grados al


administrar el medicamento.

Antes y después de la administración del fármaco, introducir 50 ml. de agua para eliminar
posibles residuos alimenticios y asegurar que no quedan restos de medicamento en la sonda.

En pacientes con nutrición enteral, no añadir el medicamento a la fórmula para evitar


interacciones.

No administrar varios medicamentos juntos por la sonda. Administrarlos uno a uno lavando la
sonda con 5-10 ml. de agua entre uno y otro.

Diluir en 50 ml. de agua aproximadamente, los medicamentos irritantes para la mucosa


digestiva.

Vías de administración intravenosa, transdérmica y nasal

Vía intravenosa

El medicamento se introduce directamente en el torrente sanguíneo.

Es la vía más rápida en la aparición de los efectos del medicamento.

Puede realizarse con gotero o “en bolo”.

Este procedimiento solo será realizado por profesionales cualificados.

Vía transdérmica

El medicamento se introduce en el organismo por absorción transdérmica mediante la


aplicación de parches.Procedimiento:

Elegir un lugar con poco vello.

Limpiar y secar la zona.

Pegar el parche y presionarlo.


Evitar zonas humedad o expuesta a calor o roces.

Realizar una rotación del lugar de colocación.

Vía nasal El medicamento se introduce en el organismo a través de las fosas nasales.

Procedimiento: Puede y debe sonarse antes de la administración.

El paciente debe estar sentado y con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás.

Introducir la punta del envase dentro del conducto nasal y tapar el orifico contrario con la otra
mano.

Iniciar una respiración profunda y apretar para que salga el fármaco.

Mantener la cabeza hacia atrás durante unos instantes.

Vías de administración tópica, ótica y rectal

Vía tópica

El fármaco se aplica directamente sobre la piel.

Tienen varias presentaciones.Procedimiento:

Limpiar la zona con agua y jabón.

Extender una pequeña cantidad sobre la piel hasta su total absorción.

Cerrar bien el tubo de crema o loción para evitar contaminaciones y alteraciones del producto.

Algunos deben guardarse en el frigorífico.

Utilizar guantes y no tocar la piel directamente con el tubo de crema.

Vía ótica

El fármaco se introduce directamente en el conducto auditivo.

Procedimiento:

El usuario apoyara la cabeza hacia el lado no afectado.

Adulto: tirar de la oreja hacia arriba y hacia atrás.

Niños: tirar de la oreja hacia abajo y hacia atrás.

Poner las gotas evitando que el aplicador toque la oreja.

Indicar al usuario que permanezca es esta posición unos instantes.

Vía rectal

El fármaco se introduce en el organismo a través del orificio rectal.

Procedimiento:

Colocar al paciente en decúbito lateral derecho.

Introducir el supositorio o enema hasta su total penetración.


Indicar que permanezca en esta posición unos instantes.

La diabetes es una afección crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su


capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia.

La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los
alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que
funcionen los músculos y los tejidos.

Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo
que esta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del
tiempo. Este deterioro causa complicaciones para la salud potencialmente letales.

Principales síntomas de la diabetes

Sed exagerada (polidipsia).

Orinar mucho (poliuria).

Comer en forma desmedida (polifagia).

Principales tipos de diabetes

Diabetes tipo 1.

Diabetes tipo 2.

Diabetes mellitus gestacional (dmg).

Las personas con diabetes tipo 1 no pueden sobrevivir sin insulina y necesitan inyecciones
diarias. Las personas con diabetes tipo 2 o gestacional también podrían necesitar inyectarse
insulina sumada a otro tipo de medicación

MEDICACIÓN EN EL CASO DE PERSONAS CON DIABETES

Diabetes Mellitus Tipo 1

La diabetes Mellitus tipo 1 está causada por una reacción autoinmune, en la que el sistema de
defensas del organismo ataca las células productoras de insulina del páncreas. Como
resultado, el organismo deja de producir la insulina que necesita.

La enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad, pero suele aparecer en niños o
jóvenes adultos. Las personas con esta forma de diabetes necesitan inyecciones de insulina a
diario con el fin de controlar sus niveles de glucosa en sangre. Sin insulina, una persona con
diabetes tipo 1 morirá.

La diabetes tipo 1 suele desarrollarse repentinamente y podrían presentarse diferentes


síntomas:

Sed anormal y sequedad de boca.

Micción frecuente.

Cansancio extremo/falta de energía.


Apetito constante.

Pérdida de peso repentina.

Lentitud en la curación de heridas.

Infecciones recurrentes.

Visión borrosa.

Las personas con diabetes tipo 1 pueden llevar una vida normal y saludable mediante una
combinación de terapia diaria de insulina, estrecha monitorización, dieta sana y ejercicio físico
habitual.

El número de personas que desarrollan diabetes tipo 1 aumenta cada año. Las razones para
que esto suceda siguen sin estar claras, pero podría deberse a los cambios de los factores de
riesgo medioambiental, a circunstancias durante el desarrollo en el útero, a la alimentación
durante las primeras etapas de la vida o a infecciones virales.

Diabetes Mellitus Tipo 2

La diabetes Mellitus tipo 2 es el tipo más común de diabetes. Suele aparecer en adultos, pero
cada vez más hay más casos de niños y adolescentes. En la diabetes tipo 2, el organismo puede
producir insulina pero, o bien no es suficiente, o el organismo no responde a sus efectos,
provocando una acumulación de glucosa en la sangre.

Hay varios factores de riesgo importantes:

Obesidad.

Mala alimentación.

Falta de actividad física.

Edad avanzada.

Antecedentes familiares de diabetes.

Origen étnico.

Nutrición inadecuada durante el embarazo, que afecta al niño en desarrollo.

En contraste con las personas con diabetes tipo 1, la mayoría de quienes tienen diabetes tipo 2
no suelen necesitar dosis diarias de insulina para sobrevivir. Sin embargo, para controlar la
afección se podría recetar insulina unida a una medicación oral, una dieta sana y el aumento
de la actividad física.

Las personas con diabetes tipo 2 podrían pasar mucho tiempo sin saber de su enfermedad
debido a que los síntomas podrían tardar años en aparecer o en reconocerse, tiempo durante
el cual el organismo se va deteriorando debido al exceso de glucosa en sangre. A muchas
personas se les diagnostica tan solo cuando las complicaciones diabéticas se hacen patentes.

Diabetes Mellitus Gestacional

Se dice que una mujer tiene diabetes mellitus gestacional (DMG) cuando se le diagnostica
diabetes por primera vez durante el embarazo. Cuando una mujer desarrolla diabetes durante
el embarazo, suele presentarse en una etapa avanzada y surge debido a que el organismo no
puede producir ni utilizar la suficiente insulina necesaria para la gestación.

Ya que la diabetes gestacional suele desarrollarse en una etapa avanzada de la gestación, el


bebé ya está bien formado, aunque siga creciendo. El riesgo para el bebé es, por lo tanto,
menor que los de cuyas madres tienen diabetes tipo 1 o tipo 2 antes del embarazo. Sin
embargo, las mujeres con DMG también deben controlar sus niveles de glucemia a fin de
minimizar los riesgos para el bebé. Esto normalmente se puede hacer mediante una dieta
sana, aunque también podría ser necesario utilizar insulina o medicación oral.

La diabetes gestacional de la madre suele desaparecer tras el parto. Sin embargo, las mujeres
que han tenido DMG corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 con el paso del
tiempo. Los bebés nacidos de madres con DMG también corren un mayor riesgo de obesidad y
de desarrollar diabetes tipo 2 en la edad adulta.

Objetivos glucémicos

El defecto de insulina provoca que la glucosa se concentre en la sangre, sin poder pasar a las
células, que se ven privadas de su principal fuente de energía. Además, si no se controla
adecuadamente, a largo plazo, la presencia continua de glucosa alta en la sangre puede
provocar alteraciones en la función de diversos órganos, especialmente los ojos, los riñones,
los nervios, el corazón y los vasos sanguíneos.

Por tanto, las personas diabéticas deben llevar un control más o menos estricto de sus niveles
de glucosa en sangre y un tratamiento adecuado para regular esos niveles manteniéndolos
dentro de unos márgenes adecuados.

La capacidad para determinar la glucemia capilar ha sido uno de los cambios más importantes
que se han producido en el tratamiento de la diabetes en los últimos 20 años. Previamente, las
personas con diabetes se controlaban midiendo el azúcar en orina que era muy poco fiable.

El estudio DCCT (The Diabetes Control and Complications Trial) demostró que aquellas
personas que se monitorizaban la glucemia más veces al día estaban mejor controladas y que
esto disminuía las complicaciones de la diabetes a largo plazo.

Existen una serie de ventajas importantes de controlarse la glucemia.

Aunque hay instituciones que aconsejan un mínimo de cuatro controles de glucemia capilar al
día (antes de desayuno, comida, cena y al acostarse), es importante también la realización de
controles de glucemia a las dos horas después de las ingestas así como durante la noche.

La frecuencia de la medición de la glucemia capilar dependerá del tipo de diabetes, del


tratamiento insulínico que realice el paciente, de su edad, de su estilo de vida, de la presencia
o no de complicaciones crónicas, etc. En todos los casos, se recomienda aumentar la
frecuencia de las mediciones en pacientes mal controlados y en períodos de ajustes o cambios
de tratamiento.

Los niveles de glucosa los podemos obtener a través de:

Medidores de glucosa, glucómetros o reflectómetros.

Monitorización continúa de glucosa.


Tratamiento

La insulina es una hormona que se produce en el páncreas dentro de unas células especiales
llamadas células beta. La insulina actúa como una llave que “abre la puerta” de las diferentes
células del cuerpo para que la glucosa entre en ellas y así las células tengan energía para poder
realizar sus funciones.

Cuando una persona que no tiene diabetes come, la cantidad de insulina aumenta
rápidamente para hacerse cargo de la glucosa proveniente de los alimentos.

Una gran parte de los hidratos de carbono ingeridos se acumulan en el hígado en forma de
glucógeno. En ayunas los depósitos de glucógeno del hígado se van degradando poco a poco
para así mantener los niveles de glucosa constantes. De esta manera el cuerpo necesita una
pequeña cantidad de insulina durante el ayuno nocturno y entre las comidas del día para
poder asimilar la glucosa que proviene del hígado.

La funciónes de la insulina es:

Permitir el paso de glucosa al interior de las células.

Estimular el almacenamiento de glucosa en el hígado en forma de glucógeno.

La insulina se mide en Unidades Internacionales. Desde el año 2001 la concentración de la


insulina tanto en viales como en plumas con cartuchos es de 100 Unidades de Insulina por
cada mililitro.

Tipos

Insulinas de acción ultrarrápida

Insulina de acción rápida

Insulinas de acción intermedia

Insulinas de acción lenta o prolongada

Presentación

Las jeringas desechables se utilizan fundamentalmente para mezclar diferentes tipos de


insulina en la misma inyección o para tipos de insulina que no se encuentren disponibles en
cartuchos para plumas. Su graduación se establece en Unidades (recordemos 1 que en 1ml hay
100 Unidades de Insulina). Existen diferentes marcas comerciales. Los tamaños que se utilizan
son de 1ml (100 UI), 0,5ml (50 UI) y 0,3ml (30 UI). Las jeringas deben utilizarse una sola vez.

Las plumas de insulina son dispositivos del tamaño de un bolígrafo que se cargan con un
cartucho de insulina que sirve para varios pinchazos. Los cartuchos estándar tienen 300
Unidades de Insulina. Permiten una dosificación más precisa que las jeringas, especialmente a
dosis bajas.

Administración Conservación

La vía habitual de administración de la insulina es la subcutánea.

¿Cuáles son las zonas de inyección utilizadas?


Nalgas: parte superior y externa. Es el lugar más recomendado para las insulinas de acción
lenta ya que es el lugar donde la insulina se absorbe más despacio.

Muslos: zona anterior y latero-externa. Para insulinas de acción lenta.

Brazos: zona externa-superior de los brazos. Insulinas de acción rápida.

Abdomen: insulinas de acción rápida. Es el lugar donde la insulina se absorbe más


rápidamente.

Su dosis y hora de administración será indicada por el médico a cargo del paciente.

Es importante rotar los sitios de inyección para evitar la lipodistrofia que causaría un mal
funcionamiento de la insulina que se pinchase en esa zona.

Inyección con jeringa

Lavarse las manos con agua y jabón.

Colocarse guantes.

Llenar la jeringa con la misma cantidad de aire que dosis de insulina se vaya a administrar.

Inyectar el aire en el vial de insulina.

Aspirar la dosis correspondiente de insulina.

Limpiar la zona donde se vaya a inyectar.

Coger la jeringa con una mano y con la otra coger un pellizco superficial de la zona donde se
vaya a inyectar la insulina.

Si hay mucha grasa o si la aguja es corta se inyectará verticalmente (90º), si hay poca grasa o la
aguja es larga se pinchará con la jeringa inclinada.

Sin soltar el pellizco inyectar la insulina lentamente. Posteriormente soltar el pellizco y esperar
unos segundos antes de retirar la aguja.

Desechar la aguja y jeringa.

Inyección con pluma

Lavarse las manos con agua y jabón.

Colocarse guantes.

Colocar una aguja nueva.

Eliminar una pequeña cantidad de insulina para asegurarse que la insulina llena toda la aguja y
el aire de la aguja se ha eliminado.

Cargar la pluma con la dosis de insulina que se ha de administrar.

Coger la pluma en una mano y con la otra coger un pellizco.

Inyectar verticalmente si hay mucha grasa o la aguja es corta. Si hay poca grasa o la aguja es
larga se inyectará inclinado.

Soltar el pellizco.
Contar de 5 a 10 segundos antes de retirar la aguja.

Retirar aguja y guardar insulina.

Antidiabéticos orales

Los antidiabéticos orales son un grupo de fármacos que reducen los niveles de glucosa en
sangre a través de diferentes mecanismos.

Constituyen el tratamiento inicial de los pacientes diabéticos Tipo II cuando el seguimiento de


un plan de alimentación y la práctica de ejercicio físico no consiguen reducir sus niveles de
glucosa.

Pueden tomarse de forma aislada o combinarse entre ellos para aumentar su eficacia; incluso
pueden incorporar alguna dosis de insulina (normalmente, la insulina nocturna) si nada de lo
anterior es eficaz.

Existen tres grandes grupos de ADO:

Sensibilizadores a la insulina propia del paciente. Son biguanidas (el más utilizado,
lametformina) y glitazonas.

Estimulantes de la secreción de insulina del paciente. Son las sulfonilureas, secretagogos de


acción rápida (glinidas) e inhibidores de la dipeptidilpeptidasa IV (gliptinas).

Reductores de la absorción de la glucosa. Actúan inhibiendo las alfa glicosidasas.

La principal característica de la diabetes mellitus (DM) tipo II es la resistencia a que la insulina


propia actúe correctamente; es decir, existe insulino-resistencia. Por este motivo, se suele
comenzar el tratamiento con un fármaco del grupo de los insulino-sensibilizadores. Con el
tiempo, habitualmente es necesario añadir un fármaco que ayude al páncreas a segregar más
insulina.

Complicaciones diabéticas

Las personas con diabetes corren un mayor riesgo de desarrollar una serie de problemas
graves de salud.

Unos niveles permanentemente altos de glucemia pueden causar graves enfermedades, que
afectarán al corazón y los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Además, las
personas con diabetes también corren un mayor riesgo de desarrollar infecciones.

En casi todos los países de ingresos altos, la diabetes es una de las principales causas de
enfermedad cardiovascular, ceguera, insuficiencia renal y amputación de extremidades
inferiores.

Mantener los niveles de glucemia, de tensión arterial y de colesterol cercanos a lo normal


puede ayudar a retrasar o prevenir las complicaciones diabéticas. Las personas con diabetes
necesitan hacerse revisiones con regularidad para detectar posibles complicaciones.

Enfermedad cardiovascular La enfermedad cardiovascular es la causa más común


de muerte y discapacidad entre las personas con diabetes.

Los tipos de enfermedad cardiovascular que acompañan a la diabetes son:

Angina de pecho.
Infarto de miocardio.

Derrame cerebral.

Enfermedad arterial periférica.

Insuficiencia cardíaca congestiva.

En personas con diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia, la hiperglucemia y demás


factores de riesgo contribuyen a que aumente el riesgo de complicaciones cardiovasculares.

Enfermedad renal

La enfermedad renal (nefropatía) es mucho más frecuente en personas con diabetes que en
quienes no la tienen y la diabetes es una de las principales causas de enfermedad renal
crónica.

Esta enfermedad está causada por un deterioro de los pequeños vasos sanguíneos, que puede
hacer que los riñones sean menos eficientes, o que lleguen a fallar por completo.

Mantener los niveles de glucemia y tensión arterial dentro de lo normal puede reducir
enormemente el riesgo de nefropatía.

Enfermedad ocular

La mayoría de las personas con diabetes desarrollará alguna forma de enfermedad ocular
(retinopatía), que puede dañar la vista o causar ceguera.

Los niveles permanentemente altos de glucemia, unidos a la hipertensión y la


hipercolesterolemia, son la principal causa de retinopatía.

En la retinopatía, la red de vasos sanguíneos que riega la retina se puede bloquear y dañar,
causando una pérdida de visión permanente. La retinopatía se puede controlar mediante
revisiones oftalmológicas regulares y manteniendo los niveles de glucemia cercanos a lo
normal.

Lesiones nerviosas

Cuando la glucemia y la tensión arterial son demasiado altas, la diabetes puede causar lesiones
nerviosas y dañar los nervios de todo el organismo (neuropatía). El resultado podría ser
problemas de digestión y de continencia urinaria, impotencia y alteración de muchas otras
funciones, pero las áreas afectadas con más frecuencia son las extremidades y, especialmente,
los pies.

Las lesiones nerviosas en estas áreas se llaman neuropatía periférica y pueden generar dolor,
hormigueo y pérdida de sensación.

La pérdida de sensibilidad es especialmente importante debido a que puede hacer que las
lesiones pasen desapercibidas, provocando graves infecciones, pie diabético y amputaciones.

Problemas del pie

Las personas con diabetes podrían desarrollar una serie de distintos problemas del pie como
resultado de las lesiones de los nervios y los vasos sanguíneos.
Estos problemas pueden provocar fácilmente infecciones y úlceras que aumentan el riesgo de
una persona de amputación. Las personas con diabetes corren un riesgo de amputación que
podría llegar a ser más de 25 veces mayor que el de una persona sin diabetes. Sin embargo,
mediante un control integral, se podría prevenir un gran porcentaje de amputaciones de
origen diabético.

Complicaciones durante el embarazo

Las mujeres con cualquier tipo de diabetes corren el riesgo de desarrollar durante el embarazo
distintas complicaciones si no monitorizan y controlan estrechamente su afección.

Las mujeres con diabetes tipo 1 necesitan más planificación y monitorización antes y durante
el embarazo a fin de minimizar el riesgo de complicaciones.

La hiperglucemia durante el embarazo puede provocar cambios en el feto que harán que
aumente de peso (macrosomia) y que sobreproduzca insulina. Esto puede generar problemas
durante el parto, lesiones para el niño y la madre y un descenso brusco de la glucemia
(hipoglucemia) en el niño tras el nacimiento.

Los niños que están expuestos durante un período prolongado a la hiperglucemia en el útero
corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes en el futuro.

Incluso cuando se produce una amputación, se puede salvar la pierna restante y la vida de la
persona mediante una buena atención y un buen seguimiento por parte de un equipo
multidisciplinar del pie.

Las personas con diabetes deben examinarse los pies con regularidad.

Diabetes y ejercicio físico

Muchas de las personas que tienen un mejor control de su diabetes son aquellas que realizan
ejercicio físico de forma regular. Todo el mundo debería realizar algún tipo de actividad física,
ya que los efectos no solo mejoran el control glucémico sino que tienen efecto sobre otras
funciones de nuestro cuerpo:

El ejercicio aumenta el gasto calórico y ayuda a mantener el peso adecuado.

Ayuda a mantener los niveles de colesterol y triglicéridos en rango normal.

Ayuda a mantener la tensión arterial dentro de límites normales.

Mejora la vascularización del corazón.

Mejora la sensación de bienestar.

Ayuda a mantener una buena vascularización de los pies.

Puede favorecer la integración social.

Recomendaciones internacionales

Las recomendaciones internacionales son que se realicen al día al menos 30 minutos de


ejercicio físico, ya que:

Aumenta la absorción de la insulina desde el lugar de inyección hacia la sangre.

Disminuye los requerimientos de insulina ya que mejora la sensibilidad a la misma.


El efecto que se produce durante el ejercicio es que el cuerpo tiende a utilizar más glucosa,
siendo el resultado una disminución de los niveles de azúcar durante la actividad física.

Existe también un período prolongado que puede durar hasta 24 horas postejercicio de
aumento de la sensibilidad a la insulina en el que la glucemia tenderá a estar más baja. Esto se
debe a que durante el ejercicio se ha utilizado la reserva de glucógeno del hígado. Esta reserva
tiende a “rellenarse” después del ejercicio, de ahí que la glucemia disminuya.

Recomendaciones para evitar la hipoglucemia asociada al ejercicio

Las recomendaciones para evitar la hipoglucemia asociada al ejercicio son los siguientes:

Planificar con antelación de forma que se pueda comer y administrar la insulina de acción
rápida de 1 a 2 horas antes de hacer ejercicio. De esta manera, se podrá disminuir la dosis de
insulina previa e inyectarla en un lugar que no vaya a ser muy activo durante el ejercicio.

Hacerse controles de glucemia antes, durante y después del ejercicio. Los valores adecuados
para comenzar a realizar ejercicio físico son entre 130 y 250 mg/dl. Si la glucemia está por
debajo de 130 mg/dl se debe comer algo antes de comenzar. Si la glucemia es mayor de 250
mg/dl se debe hacer una determinación de cuerpos cetónicos ya que si estos son positivos no
se debe realizar ejercicio.

Si el ejercicio es prolongado (> 30 ó 45 minutos) se debe comer algo durante la realización de


este. Por cada 30 minutos de ejercicio intenso se necesitarán de 10 a 15 gramos extra de
hidratos de carbono.

Disminuir la dosis de insulina a continuación del ejercicio (tanto la dosis de insulina de acción
rápida como de acción lenta). En algunos casos la disminución puede ser de hasta un 50% del
total de la dosis.

Si la actividad física aumentada se combina con el consumo de alcohol, los problemas serán
mayores ya que el alcohol bloquea la capacidad del organismo para responder ante una
hipoglucemia con lo que se puede producir una hipoglucemia grave y llegar a presentar
convulsiones o inconsciencia si no se disminuye la dosis de insulina.

SISTEMAS PARA LA ADMINISTRACIÓN DE OXÍGENO

La oxigenoterapia consiste en la administración al paciente de la adecuada concentración de


oxígeno, a través de diversos dispositivos, de forma que se logre un satisfactorio intercambio
gaseoso. Su finalidad es aumentar la concentración de O2 en la sangre y los tejidos,
disminuyendo el esfuerzo respiratorio y cardíaco.

La oxigenoterapia está indicada en todas aquellas situaciones que cursan con disnea, cianosis o
cualquier otro síntoma indicativo de insuficiencia respiratoria.

Mediante la gasometría el médico podrá valorar si el usuario necesita oxígeno o no. Si le


pautan oxígeno es muy importante administrarle el volumen que el facultativo nos indique.
Por ello nos aseguraremos de que el regulador esté regulado en el volumen pautado.

Oxígeno en sangre

Gasometría arterial

Técnica invasiva. Es una medición de la cantidad de oxígeno y de dióxido de carbono en sangre.


Este examen también determina la acidez (pH) de las sangre.
Esta técnica será realizada solo por profesionales cualificados.

Para acceder a la sangre se puede acceder a través de tres vías:

Venosa: se obtiene sangre venosa.

Arterial: se obtiene sangre arterial ( la más empleada en gasometría).

Capilar: se obtiene sangre capilar (utilizada en pediatría).

Después de extraer la sangre, se aplica presión en el lugar de la punción durante unos minutos
para detener el sangrado. Es muy importante vigilar la zona de punción por si existiese
sangrado, inflamación de la zona u otros problemas de circulación. En ese caso avisar a la
persona responsable.

Pulsioximetría

Técnica no invasiva.

Determina la saturación de oxígeno en el interior de los vasos de manera no invasiva.

Indicaciones y precauciones

La oxigenoterapia está indicada en las siguientes situaciones:

Hipoxemia documentada: se debe iniciar oxígeno en cualquier persona con saturación arterial
de oxígeno (SaO2) menor de 90%.

En una situación aguda en que se sospecha hipoxemia: en tal caso, se requiere confirmarla en
un período apropiado de tiempo después del inicio de la terapia.

Traumatismo severo.

Infarto agudo de miocardio o angina inestable.

Terapia a corto plazo o intervención quirúrgica (por ejemplo, recuperación pos anestesia).

Insuficiencia respiratoria crónica agudizada.

Crisis asmática.

Obstrucción de vía aérea superior.

Compromiso neuromuscular.

Oxigenoterapia previa por tiempo indefinido (EPOC, fibrosis pulmonar, falla cardíaca).

Intoxicación por monóxido de carbono e intoxicación por cianuro.

Precauciones

La hipercapnia es el aumento de CO2 en sangre arterial, se habla de hipercapnia cuando la


cifra es superior a 45 mm Hg. Lo podemos observar en los signos de cianosis del paciente.

Nebulizaciones y Aerosoles

Las nebulizaciones que usamos, consisten en conectar O2 o aire medicinal a través de un


sistema a un alto flujo, para conseguir la pulverización o nebulización de un fármaco que se
aplicará de forma local en la vía respiratoria.
Objetivos de la aerosolterapia

Administrar fármaco prescrito de uso local bronquial.

Humidificar mucosidades para favorecer su expectoración.

Aumentar la ventilación pulmonar.

La técnica es la siguiente:

Explicar al paciente lo que le vamos a hacer y colocarlo en posición Fowler

Conectar el sistema de nebulización a la toma de O2, bala, pared, etc.

Ajustar el flujo, que irá desde los 7 a los 9 lxm.

Ajustar la mascarilla y asegurarnos que se inhalan de forma efectiva.

indicar al paciente que haga respiraciones profundas con la idea de que lleguen los aerosoles al
final de los bronquios.

Una vez finalizado, los retiramos, ajustamos al paciente si tiene oxigenoterapia y anotamos las
incidencias.

CPAP Nasal y BiPAP

CPAP es la sigla en inglés de "presión positiva continua en la vía aérea". Es un tratamiento que
distribuye aire ligeramente presurizado durante el ciclo respiratorio.

Esto mantiene la tráquea abierta durante el sueño y previene los episodios de obstrucción de
la respiración en personas con apnea obstructiva del sueño y otros problemas respiratorios.

Indicaciones Es el mejor tratamiento para la mayoría de las personas con apnea


obstructiva del sueño. Es seguro y eficaz en pacientes de todas las edades.

Después de usar CPAP regularmente:

Mejor concentración y memoria.

Sentirse más despierto y menos soñoliento durante el día.

Mejoramiento del sueño de los compañeros de cama de la persona.

Mejoramiento en la productividad laboral.

Menos ansiedad y depresión y mejor estado anímico.

Patrones de sueño normales.

Mejoramiento en los problemas cardiovasculares, como hipertensión arterial.

¿Cómo funciona la CPAP?

El dispositivo es una máquina que pesa aproximadamente 5 libras (2.2 kg) y que entra en una
mesa al lado de la cama.

Se coloca una máscara sobre la nariz y un tubo la conecta al dispositivo de CPAP.

La máquina libera una corriente constante de aire bajo presión ligera a través de este tubo
hasta la máscara.
Cada usuario y cada CPAP tiene su propia configuración dependiendo de la gravedad de la
apnea del sueño. La CPAP funciona al incrementar permanentemente la presión en la vía
respiratoria.

Acostumbrarse al dispositivo

Los usuarios que tienen problemas pueden tender a no usar el CPAP durante la noche entera o
incluso a dejar de usar el dispositivo. Sin embargo, es importante usar la máquina durante toda
la noche o lo que más se pueda.

Las quejas comunes abarcan:

Una sensación de sentirse encerrado (claustrofobia).

Molestia muscular en el tórax, que por lo regular desaparece después de un rato.

Irritación ocular.

Irritación y úlceras sobre el puente nasal.

Congestión nasal y boca seca o inflamada.

Ruido que interfiere con el sueño (aunque la mayoría de las máquinas son silenciosas).

Hemorragias nasales.

Infecciones de las vías respiratorias altas.

Una máquina similar, llamada BiPAP (para presión positiva de dos niveles en la vía aérea), se
utiliza como alternativa a la CPAP. Con esta máquina, la presión cambia mientras la persona
inhala y exhala.

Estos dispositivos sirven para niños y adultos con vías respiratorias que pueden colapsar,
volumen pulmonar pequeño o debilidad muscular que dificulta la respiración, como distrofia
muscular.

La CPAP o la BiPAP también las pueden utilizar personas que tienen:

Insuficiencia respiratoria aguda.

Apnea central del sueño.

EPOC.

Insuficiencia cardíaca.

COLABORACIÓN EN LA APLICACIÓN DE TRATAMIENTOS LOCALES Y MÉTODOS DE FRÍO-


CALOR

Termoterapia y crioterapia

La termoterapia es la aplicación de forma terapéutica del frío y calor buscando sus efectos en
el organismo. Aunque al referirnos a la termoterapia lo hagamos solo a la aplicación de calor.

La crioterapia es la aplicación del frío como agente terapéutico.

Estas técnicas terapéuticas se deben aplicar con la mayor prudencia, por lo que su aplicación
irá prescrita por personal cualificado y aplicada por personal formado. Por lo tanto, la
termoterapia quedará relegada su uso bajo prescripción y en aplicación profesional, de cara a
producir el beneficio de su uso, sin poner en peligro la integridad del paciente.

La aplicación de esta terapia se hará en función a unos criterios determinados por los
siguientes parámetros

Edad: ancianos y niños tendrán peor tolerancia.

Zona a aplicar: debido a que hay zonas más sensibles y, por lo tanto, lo toleran peor.

La extensión de la zona a tratar: a mayor extensión, mejor tolerancia.

El tiempo de aplicación: variable lógica y que se pauta previa a la aplicación.

Termorregulación

La termorregulación del organismo se lleva a cabo con el objetivo que este esté en una
situación de temperatura estable de forma constante.

La temperatura en el organismo se mantiene estable dentro de los límites de 36°C - 37°C,


siempre teniendo en cuenta variaciones según el lugar donde se tome.

En cuanto un factor cambie la temperatura corporal, el organismo se pone en marcha para


compensar y devolver a este a la temperatura adecuada.

Sobre la superficie corporal existen unas terminaciones nerviosas, llamadas receptores


térmicos, que perciben las modificaciones de temperatura del exterior. Esta información se
transmite a la corteza cerebral, lo cual da una respuesta consciente a esta de la temperatura.
Estas respuestas pueden ser abrigarse, abanicarse, tomar bebidas clientes o frías, etc.

Por otro lado, tenemos un termostato corporal que se encuentra localizado en el hipotálamo,
esta área hipotalámica está formada por receptores térmicos que ponen en marcha de forma
inconsciente una serie de mecanismos para obtener calor o facilitar la perdida de este según
perciba disminución o aumento de temperatura.

Los mecanismos para obtener calor son:

Termogénesis:

Aumento del metabolismo.

Aumento de contracción muscular.

Evitar la pérdida de calor:

Disminución de sudoración.

Piloerección.

Vasoconstricción periférica.

Mecanismos para facilitar la perdida de calor

Los mecanismos para facilitar la perdida de calor son:

Vasodilatación periférica.
Aumento de la sudoración.

Hiperventilación respiratoria.

Efectos del calor o del frío sobre el organismo

Los efectos de estos agentes físicos dependerán de los siguientes factores:

Extensión de la zona.

Duración de la terapia.

Sensibilidad del paciente.

Efectos del calor

La aplicación de calor sobre la superficie corporal va a provocar una vasodilatación del árbol
vascular en general y periférico en particular, esta vasodilatación conllevará a que la sangre
que circule por esos vasos se desplace hacia la parte exterior, la piel concretamente, por lo que
nos encontramos la zona a la que se le aplica calor enrojecida, caliente, vasodilatada, a
consecuencia de este calor.

Esto provoca una sensación de placer, bienestar, relajación y como consecuencia de ello,
conseguiremos una relajación muscular, relax local, que conllevará una situación de
descontracturación local que acabará consiguiendo un relax global y en definitiva, bienestar y
relajación sistémica.

Por lo que las principales utilidades del calor son aquellas en las que nos interese actuar sobre
una zona contracturada, rígida, o con vasoconstricción extrema por frío.

Efectos del frío

Al contrario del calor, el frío provoca vasoconstricción, que evitará que la sangre llegue a la piel
o disminuirá el flujo, por lo que la zona estará pálida, fría, y con poco aporte de sangre.

Cuando se somete una zona al frío, vamos a conseguir que llegue poca sangre, por lo tanto el
mejor uso del frío local es evitar aporte local de sangre, por ejemplo, por lo que tiene un
especial uso en lesiones traumáticas, lesiones de tejidos blandos, y sobre todo en lesiones de
tejidos blandos internos y que al aplicarle el frío conseguiremos una isquemia, que provocará
reducción del sangrado, reducción del hematoma, y de la hinchazón.

Indicaciones terapéuticas

Aplicaciones del calor

Antiinflamatoria: es útil en procesos inflamatorios subagudos y crónicos, como en artritis


reumatoides, artrosis, contracturas, etc.

Analgésico y sedante: tanto como aumento del umbral del dolor sobre las terminaciones
nerviosas, como por el efecto antiinflamatorio, indicada en dolores osteoarticulares y
neuróticos.

Antiespasmódica: sobre contracturas de musculatura lisa, renales, etc.

Descontracturante: sobre los músculos de fibra estriada, provocando la descontracturación de


las fibras musculares.
Hiperemiante: aumenta la circulación en esa zona, aumentando procesos infecciosos,
supurativos, ablandando exudados endurecidos y mejorando la cicatrización.

Cauterización: aplicando una intensidad superior a la que es tolerable en una zona muy
localizada, es decir, destruir tejidos quemados, y para generar coagulación local, efecto
conseguido en el bisturí eléctrico.

Aplicaciones del frio

Anestésico local: para reducir la sensación de dolor en una zona concreta. Se usa para la
colocación de pendientes, pequeños cortes, etc.

Antiinflamatorio: en procesos agudos, en las primeras 24/48 horas, de cara a reducir


hematomas en patologías como esguinces, luxaciones, traumatismos, etc.

Hemostasia: en pequeñas hemorragias por su efecto vasoconstrictor conseguiremos limitar la


perdida hemática, como en epistaxis, etc.

Fiebre: en situaciones de hipertermia se aplican paños, compresas y baños tibios para


conseguir bajar la temperatura.

Disminución del metabolismo: en ciertas patologías de hipoperfisión periférica, se intenta


bajar la temperatura con el objetivo de conseguir disminuir el metabolismo y a la vez,
disminuir el daño celular.

Criocoagulación: se usa en cirugía con el objetivo de destruir el tejido, por ejemplo, en


dermatología con las verrugas, etc.Aplicaciones del frío

Contraindicaciones

Del calor:

Trastornos de sensibilidad cutánea.

Procesos inflamatorios muy agudos.

Lesiones hemorrágicas.

Procesos neoplásicos.

Trastornos de la circulación en general.

Del frío:

Antecedentes de congelación.

Trastornos vasculares tipo raynaud, o de disminución del flujo de sangre.

Se recomienda en general tener especial cuidado con:

Ancianos y con niños, ya que los primeros suelen tener disminución de la sensibilidad al calor,
y los segundos por tener el sistema de termorregulación inmaduro.

Personas hipotensas, ya que la aplicación de calor les provocará aun más descenso de TA y, por
tanto podría llevarlos a una situación de lipotimia.

Procedimientos de aplicación. Normas generales


Preparar todos los útiles necesarios.

Lavarnos las manos.

Explicar el procedimiento y las sensaciones que el paciente va a sentir.

Observar la piel del paciente para buscar alteraciones que contraindiquen el proceso.

Colocar al paciente en posición cómoda y adecuada para la terapia en cuestión.

Controlar las constantes vitales del paciente antes y durante el proceso, con la finalidad de
detectar una inadecuada indicación o bien una mala tolerancia a este.

Evitar posibles accidentes en tratamientos con aparatos eléctricos, sobre todo si estos son con
agua o humedad en general.

Comprobar temperatura de la zona para asegurarse que está en los límites de la tolerancia y
no provocar daños locales.

Al terminar, retirar artilugios, limpiar, guardar, acomodar al paciente y registrar tratamiento e


incidencias.

Aplicación de calor y de frío

Aplicación de calor

Consiste en la aplicación de calor húmedo o seco durante, aproximadamente, un intervalo de


tiempo comprendido entre los 15 y los 30 minutos.

Métodos de calor húmedo

Compresa húmeda y caliente: se sumerge una compresa en agua caliente con la temperatura
indicada; posteriormente, se escurre y se aplica a la zona a tratar. La compresa se sumergirá
tantas veces como sea necesario para que mantenga la temperatura.

Baño caliente local o general: inmersión parcial o total del cuerpo en agua caliente para
reblandecer exudados o piel, aumentar la temperatura corporal, etc.

Envolturas: envoltura parcial o total del cuerpo con un lienzo mojado y caliente que se cubrirá
a continuación con un plástico impermeable y una manta o toalla para mantener la
temperatura.

Baños de parafina

Métodos de calor seco

Aplicación del frío o crioterapia

Es importante proteger la piel para evitar quemaduras.

Bolsas de hielo: bolsas con un orificio grande para meter hielo, un tapón, al igual que las de
agua caliente se llenan dos terceras partes, se extrae el aire y se aplican envueltas en una
toalla.

Cold-packs: bolsa que incorpora sustancias químicas que al activarse desprenden frío
terapéutico.
Collar de hielo: artilugio con forma de collarín que porta un líquido de bajo punto de
congelación o un gas que se enfría con un aparato.

Mantas frías: mantas que se conectan a un aparato que hace girar un líquido frío.

Ante situaciones de hipertermia recurriremos al frío húmedo aplicando envolturas


humedecidas en la frente o en el resto del cuerpo del usuario.

Hidroterapia. Mecanismo de acción y efectos terapéuticos

La hidroterapia hace referencia al uso del agua como agente terapéutico, en cualquier forma,
estado o temperatura.

Factores mecánicos

Flotación: cuando un individuo es introducido en un baño el efecto de flotación provoca que el


peso del organismo sobre las extremidades inferiores sea inferior que en un elemento
gaseoso, por lo que provoca que el desplazamiento por una piscina de agua sea más cómodo,
ligero, etc.

Factor de compresión: en una piscina sumergida la presión sobre el tórax y el abdomen


disminuye de manera que un paciente con problemas respiratorios y de coordinación de
movimiento se verá favorecido.

Factor hidrocinético: es el efecto que se consigue cuando el agua en movimiento impacta


sobre la piel, provocando un efecto de sedación, masaje local.

Factor térmico

El efecto de la temperatura sobre el organismo ya se ha estudiado antes, y sus beneficios los


hemos descrito anteriormente.

La mineralización del agua es muy importante para tratamientos locales en la piel, vapores,
etc.

Es importante hablar del efecto sugestión o placebo, que se consigue en los tratamientos
donde el agua, el termalismo y en general un ambiente de paz, tranquilidad y relajación nos
puede ayudar a conseguir muchos efectos beneficiosos en el organismo.

Factores que influyen en las respuestas del organismo

Tipo constitucional del paciente (constitución, hábitos, etc.).

Grave inflamación y cronicidad de la enfermedad.

Los ritmos diarios y anuales (reacciones diferentes según las horas del día y estaciones del
año).

Intensidad del estímulo, varía según el tiempo, la temperatura del agua y la zona de aplicación.

Intervalos de aplicación, para una buena reacción del organismo se tiene que dejar un tiempo
de reposo entre un estímulo y otro).

Edad del paciente.

Temperatura
Punto indiferente: 34-35ºC.

Propiedades físicas en sí.

Mayor estímulo cuanto más alejado esté del punto indiferente.

Clasificación de procedimientos según el punto indiferente:

Muy fría o helada: 0-12º.

Fría: 12-18º.

Fresca: 18-27º.

Tibia: 27-32º.

Neutra: 32-36,5º.

Caliente: 37-40º.

Efectos fisiológicos del agua

Caliente

Efecto analgésico (aumenta el umbral de sensibilidad, disminuye la velocidad de conducción


nerviosa y la contracción muscular). Este efecto se intensifica con el hidromasaje (la agitación
bloquea la transmisión del dolor).

Aumenta la temperatura corporal y la vasodilatación, y más con ejercicios bajo el agua.

Sedante (actúa en las terminaciones nerviosas cutáneas: cerebro).

Antiespasmódico y relajante muscular. Las aplicaciones cortas de calor pueden aumentar el


tono muscular en lugar de relajarlo (ej.: chorro a presión), pero en las largas sí que se da
relajación.

Frío

Disminuye la temperatura y vasoconstricción tisular.

Analgesia (disminuye la inflamación y el dolor).

Relajación muscular (ante la contractura).

No se utilizan baños totales fríos, solo parciales/ alternos, pero se podrían utilizar para
disminuir la temperatura corporal.

Técnicas hidroterápicas

Baños totales/parciales

BañosSin cambios, solo una parte del cuerpo.

Calientes a 37-40º, duración 5-20 min. (según el caso y la finalidad). Efectos: analgesia,
aumento de la temperatura corporal; ha de tomarse la tensión (para controlar que no haya
una bajada), a mayor temperatura menor tiempo de aplicación. Contraindicado en
cardiopatías.
Baños fríos (siempre parciales): pie, mano, extremidades. Duración 2-3 min. Ha de irse
introduciendo progresivamente la zona a tratar. Contraindicado en cardiopatías y
enfermedades reumáticas.

Baños de contraste

Solo en extremidades, manos, pies. Agua fría y caliente. Normalmente ha de haber un mínimo
de 8º de diferencia entre ambas. Se aplica la mitad del tiempo o menos en agua fría, por
ejemplo, caliente 3 min. y fría ½ min, o 4 min. caliente y 2 fría.

El cambio ha de hacerse rápido. Es normal que haya algo de enrojecimiento en la piel. Se


comienza con agua caliente y se acaba con lo que se necesite.

Chorro a presión

ChorrosEl agua es proyectada a una presión variable sobre el cuerpo. Pueden verse distintos
tipos de ducha o tipos de manguera. Se puede jugar con el factor térmico y mecánico.

El más utilizado es en la columna donde el paciente está en bipedestación, cogido. Se aplica a


una distancia de 3-4 m (P= 1-3 atm).

La temperatura y el tiempo variarán según el paciente y la indicación terapéutica, por ejemplo,


chorro en la columna, del sacro al occipital (no se hace sobre las espinosas).

Ha de tirarse en zig-zag, y del occipital otra vez hacia abajo.

Normalmente es más utilizado el de agua caliente, entre 37-40º y de 3-7 min. para un efecto
relajante. Los fríos solo se hacen durante 1-2 min. y son estimulantes.

Después de estas aplicaciones el paciente ha de reposar durante ½ h. Puede utilizarse en


cervicalgias, lumbalgias, etc

Ducha escocesa

Parecida a los baños de contraste pero en todo el cuerpo.

Caliente 38-40º, 1-3 min. Fría 20-25º, 15-20 s.

La ducha es un tipo de manguera. Es un fuerte estímulo general por el cambio de temperatura


de agua.

Se ha de hacer un cambio rápido y empezaremos con agua caliente. En total dura 10-12 min, y
acabaremos siempre con agua fría.

El estímulo en general acaba por ser relajante (estrés, insomnio, etc.). Contraindicado en
hiperansiosos e insuficiencias orgánicas graves.

Baños de remolino

Jacuzzis, hidromasaje. Agua en agitación constante mediante una bomba de aire a presión y
agua.

Se utiliza un masaje suave, a temperatura no muy caliente. Si es en todo el cuerpo, 32-37º;


solo las piernas, entre 38-39º; extremidades superiores, hasta 40º.

Se aplica durante 10-30 min. Los efectos son relajación muscular, mejora de la circulación,
analgesia, etc.
Masaje subacuático

Presión bajo el agua de 1-4 atm. Normalmente se hace en agua caliente de 38-40º.

Se puede utilizar para relajar o hacer un masaje cicatrizal.

También para la tonificación muscular, pero se tira a chorro en el borde del agua, no dentro.

Para contractura muscular, atrofia, etc.

Tanque de Hubbart: Existen en algún centro hospitalario.

Piscinas colectivas, con barras. Natación

Para la escoliosis, cifosis, lordosis, miopatías (trastornos de la musculatura, debilidad muscular,


etc.). Afecciones del aparato locomotor, niños asmáticos, niños PCI, hemiplejías, esclerosis,
poliomielitis, etc.

Hidrocinesiterapia

Es el movimiento dentro del agua, ejercicios en el agua. Con la combinación de los efectos del
calor y la flotación, podemos aumentar la amplitud articular.

Calor: disminuye el dolor–mayor comodidad en el movimiento–mayor amplitud articular.

Flotación: menor peso aparente–reduce el estrés sobre la articulación–facilita el movimiento–


mayor comodidad en el movimiento.

Efectos terapéuticos de la Hidrocinesiterapia

Disminuye el dolor y el espasmo muscular.

Relajación.

Mejora de la circulación y el estado trófico de la piel.

Mantenimiento y aumento de la amplitud articular.

Reeducación de la musculatura: desarrollo de la potencia y resistencia o refuerzo de la


musculatura débil.

Trabajo de la marcha dentro del agua, sobre todo si ha de estar en descarga.

Mejora del equilibrio y coordinación.

Proporciona ánimo y confianza al paciente.

Mejora el estado emocional y psicológico del paciente.

Indicaciones

Traumatología y ortopedia.

Ejemplo: Por ejemplo, politraumatismos, amputados, esguinces, rupturas fibrilares, lesiones


tendinosas, cirugías que después necesitan estar en descarga, trabajo de la propiocepción y
reeducación de la marcha. Ejercicios por afectación del raquis (escoliosis, cifosis, epifisitis,
etc.).

Reumatología.
Enfermedades articulares degenerativas. Hay que ser prudentes en las enfermedades
reumáticas inflamatorias: artritis reumatoide, espondilitis anquilosante (en procesos agudos
no está indicada el agua caliente).

Bronquitis crónica y asma.

En deporte, neurología (mononeuritis, polineuritis, polirradiculitis, poliomielitis, hemiplejías,


lesionados medulares, paraplejías, esclerosis múltiple, miopatías).

Contraindicaciones

Afecciones agudas.

Neoplasias.

I.C. grave (coronaria, descompensada: no hacer ejercicios ni hidroterapia).

I.R. graves (HPOC,...).

Procesos infecciosos e inflamatorios agudos (respiratorios, oculares, hepáticos, flebitis, etc.).

Enfermedades infecciosas, heridas abiertas, eccemas, hongos, dermatitis.

Fobia al agua, senilidad, HTA mal controlada, procesos reumáticos inflamatorios en fase aguda
o subaguda, incontinencia urinaria o fecal.

Epilepsia (mucho cuidado).

USO DE MATERIALES PARA LA MEDICACIÓN

Materiales más frecuentes

El siguiente material es frecuente su uso en instituciones sociosanitarias:

Pastilleros Estas se usan para guardar la medicación de forma individual, es decir, la


medicación diaria o semanal se prepara para una única persona dependiente.

Triturador o partidor de pastillas Este dispositivo es usado para tal fin, la tarea de cortar o
triturar pastillas o comprimidos cuando es necesario administrar al usuario una dosis inferior a
la proporcionada por la marca del medicamento o cuando el usuario presenta dificultades en
la deglución.

Bandejas de medicación Son cajas/bandejas que se van a usar para pacientes


intitucionalizados. Estas pueden emplearse para la dispensación diaria o semanal,
identificando cada cajetín con el nombre de cada usuario en concreto.

Carros de medicación Son carros que se usan para llevar la medicación ordenada, unidosis de
una planta entera, ala o unidad de enfermería. En los que en cada compartimento se introduce
una bandeja entera con la medicación de cada individuo

Carros de curas Estos son carros que se van a usar en las curas a pacientes, portando todo el
material necesario para esa función. Constan de varias bandejas o cajones y que sirven para
transportar todo el material necesario para la atención sanitaria del dependiente. En uno de
los laterales de dicho carro suele haber un soporte para recoger los elementos de desecho.

Etiquetas adhesivas Son de uso para la identificación del paciente, su pastillero o bien los
huecos de las bandejas de la medicación.
Control del tratamiento

Hoja de administración de medicación

Estas hojas se usan para llevar un control del tratamiento a prescribir y para firmar el ya
prescrito y por tanto saber cuál es su horario.

En cada centro tienen una configurada según sus necesidades, por lo que esta hoja será
diferente en función del centro. Aunque podemos ver un caso genérico:

Anagrama del Hospital, identificación del paciente e identificación del registro (figura el
nombre del registro Hoja de Administración de Medicación).

La unidad en la cual está la persona usuaria, número de habitación que ocupa el paciente, así
como el número de cama, si procede.

Nombre del medicamento, la fecha de comienzo de administración, la dosis parcial a


administrar, la vía por la cual se ha de realizar la técnica, la frecuencia prescrita, hora
(planificando las diferentes tomas) y día.

Las casillas que hay debajo de la columna día están destinadas a dejar constancia, con firma o
iniciales, del responsable de la aplicación de la medicación correspondiente.

Normas para casos particulares

Cuando una medicación sea prescrita con el registro ya comenzado, es decir, con anterioridad
a esa orden se estaban aplicando otros tratamientos, se cruzará con un aspa las casillas
correspondientes a los días anteriores hasta llegar al día y hora que corresponde la próxima
aplicación.

Cuando se prescriba un tratamiento con periodicidad superior a un día (24 horas), se cruzará
con un aspa las casillas anteriores y posteriores al día o días que corresponda, dejando en
blanco dicho/s día/s.

Cuando una medicación sea suspendida, se encerrará entre los signos de menos que (<) y
mayor que (>), en color rojo, anotando la fecha en que ha sido suspendida.

Cuando en el anverso de la hoja sean insuficientes las casillas fármacos, dosis, vía, frecuencia,
hora, día, y sea necesario utilizar el reverso del registro, en el ángulo inferior derecho del
anverso se anotará en color rojo la palabra SIGUE, procurando que su tamaño resalte la
continuidad de la hoja.

Cuando una medicación no se administra, se reflejará, en la casilla correspondiente, la


negación NO y se explicará el motivo en el registro de evolución enfermera.

En el supuesto que una medicación no esté contemplada su administración de forma habitual


(por ejemplo: “analgésico si dolor”), en el apartado frecuencia se anotará “S/P –si precisa–”
firmándose la administración, cuando se aplique en el espacio correspondiente del día y hora
administrada.

RIESGOS DE LOS MEDICAMENTOS


La terapia medicamentosa conlleva una seria de riesgos. Hay que tener en cuenta que cada vez
que se le da un medicamento a un paciente, vamos a producir en él una serie de efectos, unos
buscados y, por tanto, beneficiosos y, otros, no deseados, y por tanto no beneficiosos o incluso
contraproducentes.

Los fármacos crean acciones farmacológicas que son procesos de modificaciones que el
fármaco produce en el organismo.

Siempre que utilicemos un medicamento, debemos tener claros varios aspectos:

Para qué lo vamos a usar (indicaciones).

Cómo lo vamos a usar (dosis y vía de administración).

Cuál es el efecto que va a producir en el paciente (efectos secundarios; por ejemplo, subir la
tensión, disminuir la glucosa en sangre, etc.).

Debemos saber que las situaciones o condiciones en las cuales un medicamento NO debe ser
utilizado por ningún motivo son denominadas contraindicaciones.

Tendremos en cuenta cuando se administran medicamentos a un paciente, que además de los


efectos beneficiosos, también podemos encontrar efectos indeseables o adversos que pueden
ser desde muy leves y casi imperceptibles, hasta muy graves, tanto como para causar la
muerte.

Efectos secundarios

Son acciones o efectos de los medicamentos diferentes al fin terapéutico para el que fueron
creados. Pueden ser efectos sistémicos o generales (dolor de cabeza, vómitos, dolores
articulares…) o reacciones locales (irritación en la zona de punción tras la administración de un
medicamento…). Siempre se debe advertir al paciente sobre las reacciones más frecuentes y
dar los consejos pertinentes.

Alergias e intolerancias

Es un mecanismo complejo a través del cual el organismo se defiende de una sustancia que
considera nociva liberando otras que pretenden atacarla. En algunos es indispensable
suspender el tratamiento. Las personas con alergia deben indicarlo al personal sanitario.
Tolerancia y dependencia

Ambas se producen a raíz del uso prolongado de un medicamento, que hace que el cuerpo se
acostumbre a él.

La tolerancia se produce cuando el medicamento en la dosis habitual ya no produce el efecto


deseado, siendo necesario aumentarla para obtener los mismos resultados.

La dependencia consiste en que el medicamento se vuelve imprescindible para que el


paciente se sienta bien; esta puede ser de carácter físico o psicológico.

Sobredosis

Consiste en el exceso de administración de la dosis habitual prescrita de un fármaco por el


médico, generando toxicidad en el organismo.
Las consecuencias de la sobredosis pueden ser leves, moderadas, graves o muy graves,
dependiendo del tipo de medicamento, de la cantidad y de la vía de entrada.

Interacciones a medicamentos

Es la modificación en la acción del principio activo del medicamento al coincidir dentro del
organismo con otra sustancia.

El médico debe pautar la dosis y el intervalo horario adecuado para la administración de cada
fármaco.

PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN LAS TAREAS SANITARIAS

El trabajo es considerado una de las actividades del hombre, que exige un esfuerzo y un
consumo de energía que de no ser regulados, pueden llegar a producir patologías,
independientemente de accidentes externos, por el peligro al que están expuestos infinidad de
oficios y profesiones. El trabajo tiene un objetivo práctico; satisfacer necesidades humanas.
Pero el trabajo establece situaciones paradójicas entre este y la salud. Si no se trabaja no se
cubren necesidades de la vida diaria que repercuten sobre la salud y sin embargo el trabajo,
por muchas circunstancias altera por sí mismo la salud.

Prevención de riesgos laborales en las tareas sanitarias

Todos estos hechos han obligado a Gobiernos e Instituciones Sanitarias a preocuparse del
ambiente y los métodos de trabajo para velar por la salud laboral de los trabajadores.

Salud laboral: “Aquella actividad que tiene como finalidad fomentar y mantener el más alto
nivel de bienestar físico, mental y social de los trabajadores, prevenir todo daño a la salud de
estos por las condiciones de su trabajo, protegerlos en su empleo contra los riesgos para la
salud y colocar y mantener al trabajador en el empleo que convenga a sus aptitudes
psicológicas y fisiológicas. Adaptar el trabajo al hombre y cada hombre a su trabajo.” (OMS,
1953).

La salud laboral se preocupa de la búsqueda del máximo bienestar posible en el trabajo, tanto
en la realización del trabajo como en las consecuencias de este, en todos los planos, físico,
mental y social. Debe existir una coordinación entre diferentes profesionales, dentro del
campo laboral, que permitan establecer un ambiente seguro dentro del marco de la actividad
profesional, las disciplinas base para ello son:

Ingeniería

Especialidad en prevención de riesgos e higiene del trabajo. Cuenta con capacidades y


conocimientos para adoptar medidas técnicas y organizacionales que reduzcan o eliminen el
riesgo de enfermedades profesionales y accidentes del trabajo.

Medicina

Especialidad en salud ocupacional - laboral y en medicina del trabajo, reúne a profesionales de


la salud como médicos y enfermería. Establece una causa y efecto concreto entre aspectos
laborales y la salud, lo cual permite establecer medidas preventivas y de educación sanitaria
concretas y establecer un control sobre la salud del trabajador para detectar y actuar
precozmente sobre la incidencia.
Psicología

Especialidad en psicología social, laboral y organizacional. Puede proponer medidas


organizacionales que reduzcan riesgos para la salud física y mental causados por el trabajo,
teniendo en cuenta la carga mental y las conductas o actitudes dentro del trabajo.

Ergonomía

Especialidad que tiene como propósito adecuar las condiciones del trabajo a las personas, de
modo que se reduzcan los riesgos derivados del trabajo. Desde diversos campos profesionales
se ha ido constituyendo como una disciplina integradora de las anteriores.

Patología laboral

Cabe distinguir entre patología específica, en la que existe una clara relación causa-efecto
entre las condiciones del trabajo y el daño corporal del organismo del trabajador, y patología
inespecífica, en la que influyen otros factores extralaborales, incluidas las condiciones
biológicas previas del trabajador.

Constituyen la patología específica los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.

Riesgos en el trabajo: condiciones de trabajo. Salud laboral

“Se entenderá como condición de trabajo, cualquier característica del mismo que pueda tener
una influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del
trabajador” (art. 4, apartado 7 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales).

Características incluidas en esta definición

Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y demás útiles
existentes en el centro de trabajo.

La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente de trabajo


y sus correspondientes intensidades, concentraciones o niveles de presencia.

Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que influyan en la
generación de los riesgos mencionados.

Todas aquellas otras características del puesto de trabajo, incluidas las relativas a su
organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que está expuesto el
trabajador.

Ámbitos que comprenden el conjunto de las condiciones de trabajo

Condiciones de seguridad (instalaciones, maquinaria, productos y protección contra


incendios).

Contaminantes ambientales (radiaciones, ruido, vibraciones, contaminantes químicos y


biológicos).

Medioambiente de trabajo (iluminación, temperatura, humedad, superficie, ventilación,


higiene del puesto, etc.).

Carga física (postura del trabajo y actividad física total).

Carga mental (complejidad, apremio de tiempo, la atención y la minuciosidad).


Aspectos psicosociológicos (la iniciativa, posibilidad de comunicación, la cooperación y el
horario de trabajo).

Trabajo con pantallas (ordenadores).

Clasificación general y específica de factores de riesgo

Consideraremos riesgo laboral a la probabilidad de que un trabajador sufra un determinado


daño derivado del trabajo. (art. 4.2 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales).

Clasificación general

Factores materiales de riesgo, porque dependen de características materiales del trabajo,


independientes de las personas, que usen los elementos de trabajo.

Factores sociales del riesgo. Dentro ellos consideramos aspectos individuales de las personas,
cuánto han aprendido y son capaces de aplicar adecuadamente para realizar su trabajo
(calificación), edad, sexo, actitud hacia el trabajo y actitud frente al riesgo.

Riesgo dependiente de la organización del trabajo y de las relaciones laborales. Factores de la


organización del trabajo pueden ser determinantes del daño a la salud. Una jornada extensa (o
un ritmo acelerado) puede resultar en fatiga del trabajador que se ve así expuesto a una mayor
probabilidad de accidentarse. Los excesivos niveles de supervisión y vigilancia pueden terminar
por desconcentrar al trabajador de su tarea. Otro factor importante es la claridad de las
órdenes de trabajo y la coherencia entre los distintos niveles de mando.

Clasificación específica

Condiciones de seguridad.

Medio ambiente físico.

Contaminantes.

Carga de trabajo.

Factores organizativos.

Elementos del medio laboral de tipo material y del medio ambiente psicosocial

Elementos del medio laboral de tipo material

La influencia del medio material sobre la salud del trabajador puede producirse por medio de
agentes allí presentes o por darse unas condiciones físicas especiales, así como por la
actuación de agentes generados por la actividad laboral, donde podemos incluir los siguientes:

Agentes físicos

Agentes químicos

Agentes mecánicos

Elementos del medio ambiente psicosocial

Conflictos de tipo psicológico


Falta de realización personal en un trabajo impuesto por la necesidad.

La insatisfacción producida por la deshumanización del trabajo.

Agobio y sobrecarga por encima de las propias posibilidades.

Infrautilización.

Traslado de problemas personales al medio laboral.

Cambios de turno laboral.

El trabajo nocturno.

Conflictos de tipo psicosocial

La masificación de grandes grupos de trabajo.

Tensiones específicas con niveles jerárquicos.

Condiciones físico-ambientales en el trabajo

El ambiente físico existente en la empresa es un factor de riesgo que siempre conviene analizar
al hacer una evaluación.

En la composición del medioambiente entran a formar parte varios factores. Entre los más
importantes están:

Temperatura Humedad Ventilación

Iluminación Ruido Espacio

Limpieza Contaminantes químicos Contaminantes biológicos

Accidentes de riesgo biológico

Los contaminantes biológicos constituyen el tercer grupo de agentes que, junto con los físicos
y los químicos, son objeto de estudio en la Higiene Industrial como desencadenantes de
enfermedades profesionales.

De la presencia de dichos contaminantes en el medio laboral y del contacto de los trabajadores


con los mismos se puede derivar una situación de riesgo biológico.

Otra definición más amplia sería aquella que considera que son contaminantes biológicos
todos aquellos seres vivos, ya sean de origen animal o vegetal y todas aquellas sustancias
derivadas de los mismos, presentes en el puesto de trabajo, y que pueden ser susceptibles de
provocar efectos negativos en la salud de los trabajadores. Estos efectos negativos se pueden
concretar en procesos infecciosos, tóxicos o alérgicos.

El Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los
riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo, efectúa en su
artículo tercero la siguiente clasificación de los agentes biológicos:

Agente biológico del grupo 1. Es aquel que resulta poco probable que cause una enfermedad
en el hombre.
Agente biológico del grupo 2. Es aquel que puede causar una enfermedad en el hombre y
puede suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la
colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.

Agente biológico del grupo 3. Es aquel que puede causar una enfermedad grave en el hombre
y presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a la
colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.

Agente biológico del grupo 4. Es aquel que causando una enfermedad grave en el hombre
supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que se propague
a la colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz.

Medidas de prevención

Identificados uno o más riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el
trabajo, se procederá, para aquellos que no hayan podido evitarse, a evaluar los mismos
determinando la naturaleza, el grado y duración de la exposición de los trabajadores.

Si los resultados de la evaluación pusieran de manifiesto un riesgo para la seguridad o la salud


de los trabajadores por exposición a agentes biológicos, deberá evitarse dicha exposición.

Cuando ello no resulte factible por motivos técnicos, habida cuenta de la actividad
desarrollada, se reducirá el riesgo de exposición al nivel más bajo posible para garantizar la
seguridad y la salud de los trabajadores afectados por medio de las siguientes medidas

Establecimiento de procedimientos de trabajo adecuados y utilización de medidas técnicas


apropiadas para evitar o minimizar la liberación de agentes biológicos en el lugar de trabajo.

Reducción, al mínimo posible, del número de trabajadores que estén o puedan estar
expuestos.

Adopción de medidas seguras para la recepción, manipulación y transporte de los agentes


biológicos dentro del lugar de trabajo.

Adopción de medidas de protección colectiva o, en su defecto, de protección individual,


cuando la exposición no pueda evitarse por otros medios.

Utilización de medios seguros para la recogida, almacenamiento y evacuación de residuos por


los trabajadores, incluidos el uso de recipientes seguros e identificables, previo tratamiento
adecuado si fuese necesario.

Utilización de medidas de higiene que eviten o dificulten la dispersión del agente biológico
fuera del lugar de trabajo.

Utilización de una señal de peligro biológico, así como de otras señales de advertencia
pertinentes.

Establecimiento de planes para hacer frente a accidentes de los que puedan derivarse
exposiciones a agentes biológicos.

Verificación, cuando sea necesaria y técnicamente posible, de la presencia de los agentes


biológicos utilizados en el trabajo fuera del confinamiento físico primario.

La evaluación de riesgos a que se refiere deberá identificar a aquellos trabajadores para los
que pueda ser necesario aplicar medidas especiales de protección.
En todas las actividades en las que exista riesgo para la salud o seguridad de los trabajadores
como consecuencia del trabajo con agentes biológicos, el empresario deberá adoptar las
medidas necesarias para

Los trabajadores dispondrán, dentro de la jornada laboral, de diez minutos para su aseo
personal antes de la comida y otros diez minutos antes de abandonar el trabajo.

Al salir de la zona de trabajo, el trabajador deberá quitarse las ropas de trabajo y los equipos
de protección personal que puedan estar contaminados por agentes biológicos y deberá
guardarlos en lugares que no contengan otras prendas.

El empresario se responsabilizará del lavado, descontaminación y, en caso necesario,


destrucción de la ropa de trabajo y los equipos de protección a que se refiere el apartado
anterior, quedando rigurosamente prohibido que los trabajadores se lleven los mismos a su
domicilio para tal fin. Cuando contratase tales operaciones con empresas idóneas al efecto,
estará obligado a asegurar que la ropa y los equipos se envíen en recipientes cerrados y
etiquetados con las advertencias precisas.

Ergonomía

La ergonomía es una ciencia que aplicando una serie de conocimientos, arquitectónicos,


fisiológicos, psicológicos permite el diseño de lugares, utensilios y formas de trabajo que
puedan hacerlo saludable. Una buena ergonomía, asegura el bienestar en la actividad laboral,
previniendo accidentes y enfermedades laborales.

Descripción de las claves de la ergonomía aplicada al puesto de trabajo y su importancia en el


trabajo sanitario.

Ergonomía geométrica: se ocupa del confort posicional del trabajador y con arreglo a ello
diseña habitáculos, enseres, medios físicos, etc., adecuados.

Ergonomía ambiental: estudia las relaciones del hombre con todos los factores ambientales, se
ocupa del confort ambiental:

Factores físicos: temperatura, humedad, aire, luminosidad, ruidos, vibraciones, etc.

Elementos químicos: pureza del aire y oxigenación.

Ergonomía temporal: se ocupa de la relación fatiga-descanso, realizando una distribución


semanal de la jornada laboral u otras distribuciones especiales.

Ergonomía de sistemas: se encamina al estudio global de los sistemas de trabajo,


considerándolos todos elementos involucrados, con idea de conjunto. El sistema de trabajo
abarca al hombre, puesto de trabajo, máquinas, instalaciones y medio.

Principios de la mecánica corporal biomecánica: Parte de la ergonomía que se ocupa del


conocimiento del cuerpo humano, tanto mecánico como fisiológico; es el uso eficiente,
coordinado y seguro del cuerpo para producir el movimiento y mantener el equilibrio durante
la actividad.

La buena movilización promueve:

El funcionamiento musculoesquelético.

Reduce la energía requerida.


Reduce la fatiga.

Disminuyendo el riesgo de lesión.

Se facilita el uso seguro y eficiente de los grupos de músculos adecuados.

La buena mecánica corporal es esencial tanto para el paciente como para el personal de
enfermería.

Elementos básicos de la mecánica corporal

Alineación corporal (postura).

Equilibrio (estabilidad).

Movimiento coordinado del cuerpo.

Factores que influyen en la mecánica corporal, alineamiento y deambulación

Capacidades del propio trabajador.

Aptitudes para el trabajo.

Nutrición.

Emociones.

Factores situacionales.

Los hábitos.

El estilo de vida.

Las actitudes.

Los valores.

El nivel de entendimiento.

Problemas neuromusculoesquelético.

Consecuencias del mal alineamiento corporal

Contracturas.

Problemas respiratorios.

Insuficiencia vascular.

Úlceras por presión

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